autos
SECCIÓN
E AUTOS
AÑO XCIV TOMO CCCLXIV NÚMERO 33,745
Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.
GUADALAJARA, JAL., SÁBADO 23 DE JULIO DE 2011
Supervisor: Sergio Oliveira • oliveira@informador.com.mx
Audi A8
FICHA TÉCNICA MOTOR: Frontal longitudinal; ocho cilindros en V; 4.2 litros de desplazamiento; 32 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 372 cv @ 6,800 rpm. Torque: 445 newton-metro @ 3,500 rpm.
La más agradable de las sorpresas
TRACCIÓN: Integral. TRANSMISIÓN: Automática de ocho velocidades (8+R), con modo secuencial, Tiptronic. SUSPENSIÓN: Independiente en ambos ejes, de paralelogramo deformable, con resorte neumático y barras estabilizadoras en ambos ejes. FRENOS: De discos ventilados en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS), distribución electrónica de la fuerza del frenado (EBD) y asistente de frenado en emergencia (SAFE). DIRECCIÓN: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
PRUEBA DE MANEJO
FOTOS: EL INFORMADOR • M. CASTILLO
DIMENSIONES Y CAPACIDADES: Largo / Ancho / Alto (mm) 5,137 / 1,949 / 1,460 Distancia entre ejes: 2,992 mm Peso: 1,835 kilogramos. Tanque- 90 litros. Cajuela- 510 litros. RESULTADOS DE LA PRUEBA REALIZADA EN EL AUTÓDROMO GUADALAJARA: Aceleración de 0 a 100 km/h: en 5.7 segundos Frenado de 100 km/h a cero: N/D. Cuarto de milla: N/D. Velocidad máxima gobernada: 250 km/h
Luego de conducir el nuevo A8, se nos hace difícil pensar en otro auto En el marco de los sedanes de alto lujo y tamaño completo, la Santísima Trinidad viene de Alemania con el Mercedes-Benz Clase S, el BMW Serie 7 y el Audi A8. Históricamente, empero, el Audi ha sido relegado al tercer lugar en esa distinguida oferta, al menos hasta el arribo de este modelo, que llegó a México el año pasado. Este es el segmento más alto dentro de las marcas Premium. Para superarlo, habrá que habitar un mucho más exclusivo y exótico mundo, firmado por marcas como Bentley y Rolls Royce, que pueden ser considerados por algunos como excesivamente ostentosos. Para estos, el A8 habita el mundo perfecto. Y en ese mundo, lo mínimo que se espera es precisamente la perfección que el A8, ahora sí en todos los sectores, sabe ofrecer como ninguno.
Lo de siempre, pero mejor Si en algo el A8 ha sido tradicionalmente superior a sus rivales directos, es en los interiores. En el modelo 2011 esto no cambia. De hecho, nos parece que la distancia entre el Audi y los demás se ha ampliado. Cada mínimo detalle del A8 está bien pensado y ejecutado con precisión de relojero suizo. Y para quienes habitan este segmento, la diferencia está en los detalles. Todo es elegante, preciso, fino, bien elegido. Los botones se operan con placer. Todo lo que tocamos es suave, agradable, impecable. La ergonomía es igualmente buena, con controles al alcance de la mano. Si acaso el sistema de mando central MMI, inspirado en el iDrive de BMW, requiere tiempo para que nos
acostumbremos y sigue produciendo más distracciones que los botones. Hay momentos en que no se puede operar el sistema sin quitar los ojos del camino. Tampoco nos encanta la enorme palanca de la caja de cambios, que a veces nos cuesta trabajo poner en la velocidad que queremos en maniobras, es decir, a veces cuesta trabajo poner la reversa porque la palanca va a otra posición, gracias a una sensibilidad mayor de la que nos parecería adecuada. Otra vez merece nota especial el sonido firmado por Bang & Olufsen, que nos hace escuchar instrumentos y tonos que no son audibles en otros sistemas. Simplemente lo mejor que hay en la industria y por si solo, un motivo para preferir Audi sobre sus rivales. El espacio es muy bueno para cuatro pasajeros, no para cinco. Si se requiere más, siempre hay la opción de la versión más larga, con la natural pérdida de agilidad.
Y sabe bailar Antes el A8 era un coche cómodo, amplio, bien terminado y poderoso. Pero en la hora de enfrentar las curvas, quedaba atrás de sus rivales, principalmente de BMW. Con el modelo 2011, las cosas son diferentes. El ahorro de peso debido al uso abundante de aluminio ayuda mucho, porque pese a ello el A8 es más pesado que sus rivales. Aquí entra en acción el excelente motor V8 de 4.2 litros, turbo, de inyección directa, con 372 caballos de fuerza. Acoplado a una caja automática Tiptronic de ocho velocidades, que manda el poder a las cuatro ruedas, el A8 es
mucho más ágil que sus antecesores y nos parece que incluso lo es más que sus rivales, aunque habría que manejarlos lado a lado para estar más seguros. La suspensión neumática de paralelogramo deformable en ambos ejes, es capaz de proporcionar un gran confort cuando es necesario, al igual que mantener a flote el más entusiasta de los conductores cuando éste quiere jugar a las carreras. Lo mismo es válido para la dirección. Rápida y precisa como un luchador Ninja con su espada, es igualmente suave en maniobras, adquiriendo la justa firmeza que se exige cuando rebasamos, por decir un número, la segunda centena de kilómetros por hora.
• El confort va más allá de bonitos terminados, al tener un sistema de masaje para conductor y pasajero.
Para todos los momentos Una de las cosas que más disfrutamos en el A8 es el absoluto silencio que vivimos en la cabina. Esto sumado a la suavidad del V8 y de la suspensión, puede hacernos perder la noción de velocidad y rebasar muy fácilmente los límites legales. Es posible que más de uno quisiera escuchar el rugir del motor, pero bueno, para esto están autos como el R8. En este soberbio sedán, al menos dentro de su habitáculo, impera la tranquilidad. Es hasta posible que desde afuera alguien lo vea pasar como una flecha recién despegada del arco del tirador. Pero aden-
Precio
1,562,400 pesos tro, tanto el conductor como sus tres posibles afortunados acompañantes, estarán disfrutando un derroche de diseño, tecnología, poder y espacio, que sólo los mejores son capaces de dar. La “santísima trinidad” de los sedanes de alto lujo, tiene un nuevo habitando de su lugar más alto. Audi, sigue caminando determinadamente para convertirse en nuestra marca favorita.