SECCIÓN
D PASAPORTE ESPECTÁCULOS
AÑO XCV TOMO CCCLXVI NÚMERO 33879
Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.
Supervisor: Aimeé Muñiz / aimee@informador.com.mx
GUADALAJARA, JAL., DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 2011
Un viaje de descanso
FOTOS: EL UNIVERSAL
A disfrutar Cuernavaca Recorre la ciudad con calma y deléitate con su hermosa arquitectura e historia
• La Rana de la Casona es una librería en la que se puede disfrutar de un buen libro acompañado por un té.
• El mobiliario es antiguo, pero tiene también toques contemporáneos. Algunas habitaciones cuentan con terraza.
CUERNAVACA, MORELOS.- Ésta es una de esas ciudades que se pueden disfrutar en apenas unos días, aunque no está de más aprovechar un poco más para trasladarse a alguna de las poblaciones que se cercanas a la capital de Morelos, para descansar por un momento y alejanr de la mente todo lo que tenga que ver con ruido y actividad extrema. Así, empezar el fin de semana en esta bella ciudad a las 9:00 horas, con hojas de limón en una pequeña tetera. Después de unos minutos, el silbido de ésta anuncia que la bebida está lista. A la mesa, ubicada en un pequeño jardín, llega una taza y un libro de cortesía. La Rana de la Casona (Hidalgo 22) es una librería que también sirve para desayunar algo sano y olvidarse, por un momento, de las quesadillas de Tres Marías 11:00 horas. Sin más, inicia el Palacio de Cortés (Leyva 100). El edificio, una de las construcciones civiles más antiguas del continente, está ubicado sobre lo alto de la colina que dominaba la ciudad. En 1974 se convirtió en el museo que nos cuenta la historia de Cuernavaca a través de los restos del teocalli tlahuica, de los murales de Diego Rivera y de la colección de objetos de distintas épocas. 14:00 horas. Camina frente al Jardín Revolución que fuera la huerta de la actual catedral y damos vuelta para llegar al número 4 de Nezahualcóyotl. Allí está la Casa de Robert Brady, convertida en un museo donde se exhiben las colecciones de arte reunidas por este pintor nacido en Estados Unidos. Entre las pinturas que se pueden encontrar ahí destaca el Autorretrato con changuito, que Frida Kahlo pintó en 1945, así como numerosos trabajos de Covarrubias, Toledo y Tamayo. 16:00 horas. Continúa el recorrido en la catedral, construida por los franciscanos en el siglo XVI y que, con el paso del tiempo, habría de convertirse en una galería de estilos al ir perdiendo sus capillas. Adentro se resguardan los murales que cuentan el martirio en Japón del primer santo mexicano. 17:30 horas. Sobre la avenida Juárez está la que fuera casa de Cantinflas, hoy aloja al restaurante Gaia, de cocina contemporánea y una decoración que incluye un mosaico en la piscina de Diego Rivera. Después de unos rollitos de jícama relle-
• El Puente fue una hacienda azucarera y durante la Revolución fue ocupada por los zapatistas. nos de jaiba y un arroz blanco, con almendras y salsa de mango con chipotle (300 pesos), esperamos a que caiga la noche. 19:30 horas. Los barecitos de la Plaza Zacatón ya están abiertos, es hora de unos tragos y terminar aquí el recorrido. El conductor asignado no toma. Mañana será otro día para continuar el paseo.
Dulces sueños de hacendado En el municipio de Xochitepec, ubicado a 20 minutos del centro de Cuernavaca, se ubicalaHaciendaSanAntonioElPuente,reciente adquisición de la cadena Fiesta Americana, con categoría de hotel de alto perfil. Los inicios de esta hacienda se remontan al siglo XVI. Sus terrenos eran utilizados como tierra de crianza de ganado y posteriormente se convirtieron en centro productor de azúcar y de alcohol de caña. Mucho más tarde, durante la época revolucionaria, la hacienda fue el refugio del ejército zapatista. De eso quedó huella en las paredes, pues se puede observar algunos impactos de cañón y de bala ocasionados durante las guerrillas. En 1958, en este sitio se filmó la película Los Gavilanes, protagonizada por Pedro Infante, y años después, El Ciclón, con Miguel Aceves Mejía. SanAntonioseconstruyóalladodeunrío y de un puente de piedra por el que pasaban, hasta el siglo XIX, los viajeros en su larga trayectoria para llegar al puerto de Acapulco. Ahora pretende ser un refugio de lujo para quienes buscan descanso y romance.
Husmeando cada rincón Lo primero que se ve al entrar por un caminito empedrado es esa fuente con leones de mármol que avientan agua por el hocico. La rodea un jardín impecable, salpicado de flores. De sus cinco mil hectáreas originales, sólo se conservan cinco (y la tienda de raya), en las que se reparten las 71 habitaciones de gran amplitud y características únicas, con nombres propios en vez de números para identificarlas.
Las “junior suites” siguen conservando la decoración de época, tienen vista a los jardines, un vestidor y baño con tina; las “superior” fueron decoradas al estilo colonial español,contoquesmodernosymuebleslabrados en maderas finas; las habitaciones en categoría “deluxe” se localizan en la planta alta, desde donde se contemplan los jardines y los resquicios de la hacienda. Cuenta con dos restaurantes: uno de platillos mexicanos y propuestas internacionales y otro de cocina gourmet internacional estilo fusión. El bar Los Gavilanes asemeja las cantinas de antaño, mientras que el Pool Bar, cercano a la alberca semitechada, rodeada de columnas de piedra, tiene un jacuzzi para disfrutar del agua caliente y relajante. Los siete jardines son espacios de ensueño para la realización de bodas y la Biblioteca “Hortensia Buenrostro” (en memoria de un miembro de la familia propietaria de la hacienda) es un lugar pequeño y acogedor para esconderse de todos, con más de cuatro mil títulos que incluyen documentos antiguos de todas las haciendas que existieron en Morelos. También hay un retrato de la señora Buenrostro, a quien le gustaba leer bastante, dicen. Este lugar se ha elegido para realizar bodas por el civil. En las restauraciones y ampliaciones se han aprovechado todos los vestigios. Mantiene varias de sus características como hacienda productora azucarera y de ron: su larga columna para sacar el humo de los fogones (el llamado chacuaco), donde se cocía la caña de azúcar; un antiguo acueducto que hasta la fecha sigue en uso; sus dos capillas (una dedicada por entero al culto religioso de los habitantes del pueblo colindante, y la otra que celebra bodas de alto perfil dentro de la hacienda), además del pequeño lago artificial. Para 2012 siguen los planes de construcción, restauración y adaptación de sus espacios. Se proyectan 150 habitaciones en total y mejor conectividad tecnológica, la renovación de su spa, la apertura del gimnasio y una cava en donde se podrán degustar cenas privadas. El Universal