Regreso a clases

Page 1

Jueves 29 de julio de 2010

Regreso

SECCIÓN

E AÑO XCIII TOMO CCCLXI NÚMERO 33,388

PAGINA 1-E

EL INFORMADOR

aclases

Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z.

• Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

GUADALAJARA, JAL., JUEVES 29 DE JULIO DE 2010

Supervisora: Karelia Alba • karelia.alba@informador.com.mx

Trastornos en el comportamiento

Másalláde loslímites

¡ESTO YA NO ES NORMAL! Si detectas las siguientes actitudes o comportamientos, es necesario recurrir a la opinión de un experto en desarrollo infantil:

Déficit de atención: Q No presta atención a los detalles o co-

mete errores por descuido en su trabajo escolar.

Déficit de atención e hiperactividad son los problemas más comunes en los alumnos; identifícalos a tiempo

Q Tiene dificultades para mantener

su atención en actividades o juegos. (Excluir video juegos y el uso de la computadora).

EL INFORMADOR • J. LÓPEZ

Q Parece no escuchar cuando se le habla.

Por naturaleza los niños son extrovertidos, inquietos y suelen estar en constante movimiento. Corren, gritan y cuestionan todo lo que no entienden. También hay quienes son pasivos y no hacen tanto escándalo. Sin embargo, esta naturaleza puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para los padres; ya sea en el extremo de una ansiedad e inquietud o en un comportamiento aislado o callado, que en ocasiones pareciera dar la impresión de que el menor está en depresión. Estas actitudes suelen exponerse principalmente en la escuela; son niños que no llevan la tarea, son conflictivos con los compañeros, no les gusta asistir al salón de clases, no prestan atención ni obedecen a la maestra, por lo que el rendimiento escolar y las relaciones sociales se ven afectadas de manera importante, a tal grado que en una edad más avanzada el niño puede desarrollar comportamientos o trastornos que afecten de por vida el entorno en el que se desenvuelve. Para este tipo de circunstancias existen profesionales especializados en el desarrollo infantil. Los paidopsiquiatras, conocidos comúnmente como psiquiatras infantiles, son médicos formados que se encargan de analizar el desarrollo de los niños; los procesos normales que se deben presentar para que el infante se desenvuelva óptimamente y, a su vez, estudiar las desviaciones, que si se presentan continuamente pueden considerarse anormales. Todo depende de la edad, sexo y el entorno social y familiar en el que el pequeño crece. Como ciencia, la psiquiatría también se centra en las bases biológicas del comportamiento: esclarecer el por qué se presentan determinadas conductas y los desequilibrios neurológicos que desencadenan estos impulsos. Claudia Ruvalcaba, psiquiatra infantil del Hospital Ángeles del Carmen, explica detalladamente las conductas y padecimientos que afectan el desarrollo de los niños y sus procesos. Los problemas que se presentan comúnmente son el déficit de atención y la hiperactividad. Por lo general, estos dos trastornos van de la mano. Los pequeños con estos padecimientos suelen ser catalogados como “niños proble-

renidad, lo único que gana es angustia y desesperación por no comprender qué es lo que le pasa y por qué se desesperan o se molestan los maestros o sus propios padres.

ma” en las escuelas, debido a que no se tiene una cultura social ni médica para entenderlos y brindarles la ayuda apropiada. Se escuchan frases como: “Nunca se calla. No entiende. Es un desordenado. Todo se le olvida. Es un ¿Qué le sucede a mi hijo? flojo”, todo esto y más, que en lugar de enEs importante aclarar en qué confocar al menor a un estado de armonía y sesisten estos dos padecimientos. El déficit de atención y la hiperactividad se resumen a una sola frase: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Consiste en problemas para mantener la atención, controlar impulsos y tener un ritmo y nivel en determinadas actividades. Para la doctora Claudia, este trastorno va ligado a una influencia familiar muy importante y que en ocasiones se debe a una herencia genética. “El déficit de atención tiene una base biológica al nivel de los neurotransmisores, que impide que el niño logre concentrarse adecuadamente y que lo hace tener la necesidad de moverse constantemente”. Explica que cuando una persona llega a consulta y presenta ciertas características del TDHA, se tiene que descartar que exista un cambio biológico que sea el responsable en el comportamiento y las emociones.

“En el caso del TDAH, no solamente nos enfocamos a la base biológica, sino que también se estudia la interacción con su ambiente; los niños representan su sistema familiar. Cuando son niños muy pequeños -menores de cinco años- y presentan un síntoma, significa qué algo está pasando en la familia”. Los infantes perciben de manera indirecta dependiendo la edad- los problemas que la familia y principalmente los padres cargan, lo que influye en su comportamiento y conducta, por lo que es importante realizar un análisis sobre el sistema de convivencia de los padres. El hecho de que los niños se pongan inquietos, es motivo suficiente para que algunos padres llamen hiperactivo a su hijo, cuando en realidad el problema radica, por ejemplo, en una abrupta separación o peleas constantes de los padres, por lo que el niño reaccionará con movimientos corporales excesivos. “Hay personas que son muy exitosas y presentan déficit de atención, son creativas e inteligentes, solamente hay que saberlo encausar. No es una enfermedad como tal; la corriente médica del desarrollo habla que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es la causa de que el niño se distraiga y sea inquieto”. Sí bien, la mayoría de los niños tienden a jugar, gritar, correr, llorar y ser indecisos y no prestar demasiada atención en sus actividades comunes, el trastorno expone que estas conductas son “de más”. “Están muy intensificadas, de tal forma que los maestros dicen ‘este niño se mueve de más y no está aprendiendo’, cuando en realidad es un niño con una inteligencia normal, sin embargo está reprobando y tiene mucha dificultad para aprender”. Claudia, agrega que el Trastorno por Déficit de Atención tiene tres categorías: • El niño inatento: no se mueve mucho y solamente se distrae. Su mente está en otro lado. • Hiperactivo impulsivo: no es distraído, pero es muy inquieto en su conducta. Tiene una tendencia biológica a estarse moviendo y generalmente les cuesta trabajo dormir. • El mixto: es desatento e inquieto. Es el perfil más común, son niños que suelen cambiar de un juego a otro, cuando ya podrían estar en un sólo punto.

Q

Más información • página dos

Q No sigue las consignas o abando-

na sin terminar su trabajo escolar y las actividades del hogar. Q Tiene dificultad para organizar sus tra-

bajos o actividades. Q Evita o le desagrada iniciar activi-

dades que requieren de un trabajo mental. Q Pierde los elementos u objetos necesa-

rios para sus actividades: juguetes, lápices, libros o prendas de vestir. Q Se distrae por motivos ajenos a su

tarea. Q Es muy olvidadizo de sus tareas dia-

rias.

Hiperactividad e impulsos: Q Es inquieto con sus manos y

pies cuando debe permanecer sentado. Q No puede estar quieto en clases o en lu-

gares donde se espera que lo haga. Q Corre o trepa de forma excesiva

en situaciones inapropiadas. Q Si es adolescente, presenta una sensación

subjetiva de inquietud o desasosiego. Q Tiene dificultad para jugar o invo-

lucrarse en actividades placenteras de manera callada. Q Está en actividad constante, como si

estuviera impulsado mecánicamente. Q Habla de forma excesiva. Q Responde sin que se le haya termina-

do de preguntar. Q Tiene dificultad para esperar su

turno. Q Interrumpe las actividades o pláti-

cas de otros. FUENTE: Escala de revisión para padres y maestros SNAP IV. James M. Swanson, de la Universidad de California, CA 92715.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.