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UN GENOCIDIO CULTURAL: NATIVOS AMERICANOS ARROJAN LUZ SOBRE LA DESAFILIACIÓN

PARA LOS NATIVOS AMERICANOS NO AFILIADOS O DESAFILIADOS, LA MÁS BÁSICA DE LAS NECESIDADES PUEDE SER UN VIAJE INTERMINABLE E INÚTIL A TRAVÉS DE LA BUROCRACIA TRIBAL

Cash Martinez

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El Tecolote

Para Kadin Mills, un primer descendiente de la comunidad indígena de Keweenaw Bay, los recursos ofrecidos a través de su tribu familiar siempre estarán fuera del alcance.

Nunca podrá considerarse ciudadano de la Keweenaw Bay, lo que limita el tipo de prestaciones que puede recibir, como las sanitarias. En casos desesperados, como cuando Mills necesita una receta que sería demasiado cara surtirla en las farmacias no tribales, tiene que depender del buen momento, la suerte y la generosidad de sus familiares inscritos.

“Si mi madre tiene la misma receta, me la da y rellena la suya”, explica.

Mills es sólo uno de los muchos jóvenes y adultos nativos americanos que no pueden inscribirse en su tribu, aunque uno o más de sus familiares directos, como un padre o un abuelo, estén inscritos. La mayoría de las tribus reconocidas por el gobierno federal, si no todas, se basan en los requisitos de cantidad de sangre y linaje para determinar si una persona tiene derecho a la ciudadanía.

El término quantum de sangre es exactamente lo que parece: se refiere a la cantidad de sangre india que tiene una persona; por ejemplo, si el abuelo de alguien era totalmente indígena, el quantum de sangre de esa persona sería sólo una cuarta parte indígena.

Según American Indians without Tribes in the 21st Century (Indios americanos sin tribu en el siglo XXI), un tercio de los indios americanos mestizos y un sexto de los indios americanos monorraciales no respondieron a las preguntas sobre afiliación tribal o inscripción en el censo del 2000.

En muchas tribus, incluida la comunidad indígena de Keweenaw Bay, se exige un mínimo de una cuarta parte de sangre indígena para inscribirse. Estos requisitos dejan fuera a los indígenas mestizos como Mills, algo que, según él, augura un descenso del número de miembros de las tribus y un futuro incierto para los modos de vida tradicionales. “Creo que es un genocidio cultural”, afirmó.

A mediados y finales del siglo XIX, el gobierno de los EEUU empezó a utilizar la medida del quantum de sangre con la esperanza de que “los matrimonios mixtos diluyeran la cantidad de sangre india en la población”, según un artículo de Maya Harmon publicado por la California Law Review de la Facultad de Derecho de la Universidad de Berkeley. El objetivo final era expulsar a los nativos americanos y asimilarlos a la sociedad blanca.

Otras tribus, como la Pokagon Band de los Indios Potawatomi al suroeste de Michigan, se basan en un modelo de “descendencia lineal”, según el cual la ciudadanía se determina por su ascendencia y no por el porcentaje de sangre.

El quantum de sangre, según un artículo de la NPR, ¿Qué es exactamente el ‘quantum de sangre’?, se refiere a la cantidad de sangre india que posee un individuo. La forma de determinarlo es mediante documentos tribales legales expedidos por un funcionario tribal o del gobierno. La diferencia con la descendencia lineal estriba en que los individuos adquieren la ciudadanía demostrando que tienen antepasados que anteriormente formaban parte de grupos indígenas.

Aunque poco común, Mills señaló que este modelo tiene un gran potencial para remodelar las comunidades tribales: “Creo que ese es el futuro de nuestras comunidades, al menos en esta zona”, afirmó.

Los nativos americanos inscritos en cualquiera de las 574 tribus reconocidas por el gobierno federal de los EEUU tienen acceso a prestaciones como asistencia sanitaria gratuita o de bajo costo, vivienda subvencionada y renta básica universal, que concede a los ciudadanos un pago permanente para mantenerse durante cualquier lucha socioeconómica. En la mayoría de las tribus, no se ofrecen estas prestaciones a los descendientes directos, ni siquiera cuando el progenitor de un niño es ciudadano inscrito.

Para Mills, cuya madre pertenece a la comunidad india de Keweenaw Bay, el acceso a los servicios sanitarios ha sido un camino de rocas, plagado de innumerables obstáculos, barreras económicas y decepcionantes callejones sin salida.

Hace más de un año, cuando su padre se quedó en paro y perdió el seguro médico, Mills explicó tímidamente que llevaba más de un año sin ir al dentista a pesar de necesitar pasta de dientes que requiere receta. Incluso la atención primaria que recibía cuando estudiaba en la Universidad Northwestern había dejado de ser accesible.

Cree que si Keweenaw Bay siguiera un modelo de ciudadanía similar al de Pokagon Band de los Indios Potawatomi, la calidad de vida de los miembros de la tribu y sus familias estaría mejor.

“Creo que realmente perjudica nuestra capacidad de ofrecer programas y servicios a las personas que están sometidas a un genocidio cultural continuado que es el quantum de sangre. Les impide acceder realmente a esa cultura y poder ser participantes activos en sus comunidades”, dijo Mills.

Ni siquiera los miembros inscritos de las tribus están libres de sospecha en lo que respecta a la ciudadanía. Tal es el caso de Summer Paa’ila-Herrera Jones, cuya familia fue dada de baja de la Pechanga Band de los Indios Luiseño en 2004.

En aquel momento, Jones sólo tenía seis años; dice que aún le cuesta comprender del todo lo que condujo a aquella situación: “Siento que no comprendo del todo lo que le ocurrió a nuestra familia ni por qué. Es algo muy difícil con lo cual crecer. Conocía el término desafiliación. Pero, ¿qué significa eso para un niño de seis años?”.

Jones dijo que cree que alrededor de 210 miembros de la tribu —alrededor del 25% de los miembros de Pechanga— fueron dados de baja. Ella fue una de los 76 niños afectados por la desafiliación: “Sucedió en nombre de la soberanía”, dijo.

La desafiliación, aunque rara, es un asunto grave, ya que el estatus de afiliado conlleva poder, seguridad y privilegios que una persona podría no tener de otro modo. En el caso de la tribu Nooksack del estado de Washington, más de 306 ciudadanos tribales fueron desafiliados en 2018; 63 de estos fueron desalojados de viviendas subvencionadas por el gobierno federal en tierras tribales.

ETHNIC STUDIES, de página 1 uted). According to the letter, Ethnic Studies placed too much emphasis on “oppression, colonization, resistance, and hegemony,” and should focus instead on the “contributions/accomplishments of ethnic groups,” outside of their “resistance.”

Strangely enough, the group leading this attack on Ethnic Studies in the SMUHSD is a non-profit called the Alliance for Constructive Ethnic Studies (ACES), a Foster City-based group founded by Elina Kaplan, who does not have kids in the district. The organization, which urges concerned parents to facilitate meetings between ACES and their local districts, has adopted the very name of the anti-racist curricula it seeks to undermine. To do so is a strategic move in a state like California, where legislation has mandated Ethnic Studies as a graduation requirement beginning with the class of 2030, and where a state model curriculum includes the content they seek to remove. While erasure in Florida is explicit, here, it is more veiled.

ACES’ website lists, among other names, “alarming” historical figures referenced in Ethnic Studies curricula — like Angela Davis, bell hooks, Grace Lee Boggs, and Bobby Seale. Their alternate proposed list of “positive, non-violent, seminal role models” includes people like Condo-

ESTUDIOS ÉTNICOS de página 1 de estudios árabe-estadounidenses del módulo asiático-estadounidense”, reportó Jewish Currents, en 2020.

Las quejas forzaron una nueva revisión al plan de estudios, resultando que el tema de estudios árabes estadounidenses fueran eliminados del módulo asiático estadounidense y se reintrodujera en un nuevo capítulo llamado “Buscando modelos de construcción de puentes interétnicos”. Las menciones del BDS, activistas como Linda Sarsour y congresistas musulmanas estadounidenses como Rashida Tlaib e Ilhan Omar se borraron por completo. Casi todos los escritores del plan de estudios original, académicos de Estudios Étnicos, pidieron que sus nombres fueran excluidos de la nueva versión final.

Cuando la AB 101, el proyecto de ley estatal que requiere la materia sobre estudios étnicos, estaba en camino de ser aprobada en octubre de 2020, el gobernador Newsom lo vetó debido a la reacción violenta. El proyecto no fue aprobado hasta un año después, con su plan de estudios modelo revisado, en octubre de 2021. Para entonces, el curso sobre Estudios Étnicos había funcionado sin problemas en el SMUHSD durante años. Miles de alumnos de primer año habían cursado la materia.

Pero este año, en medio de un contexto más amplio de censura de libros, borrado histórico de la supremacía blanca y aprobación de la legislación de la “teoría racial anticrítica” en todo el país, la reacción local comenzó a filtrarse. Primero, fue un artículo de Fox News dirigido a Samia Shoman, directora de distrito de Estudios Étnicos —quien también resulta ser la única administradora palestina, musulmana-estadounidense en el SMUHSD. Fox News denunció el apoyo de Shoman al análisis en el aula del “racismo y la opresión sistémicos” como una “versión extrema del plan de estudios Black Lives Matter” e intentó pintarla como antisemita por criticar los abusos de derechos humanos del gobierno israelí.

La retórica era familiar: presentaba las mismas caracterizaciones erróneas utilizadas para socavar el Plan de estudios modelo de estudios étnicos (ESMC) del estado en 2020, y los mismos marcos que se están impulsando en Florida. “Es lo mismo. Era solo cuestión de tiempo antes de que [la reacción violenta] llegara a San Mateo, California”, dijo a El Tecolote Ligia Andrade Zúñiga, presidenta de la junta del SMUHSD.

Entonces vinieron los ataques personales: “Mi correo electrónico de trabajo estaba lleno de mensajes de leeza Rice, former National Security Advisor and proponent of the United States’ invasion of Iraq in 2003 — a war that killed hundreds of thousands of people. Like the form email sent to district board members, ACES has a problem with discussions about “power and oppression.” They oppose Critical Race Theory (a law school framework conflated by the right with anything that challenges racism embedded in present day institutions, including Ethnic Studies) but write that “supporting or opposing CRT has nothing to do with…whether one opposes racism.” They call for more “balance” — but what does balance really mean in discussions about structural injustice? It’s clear from their own lists which voices they seek to silence.

By definition, Ethnic Studies is a field that addresses content that has been missing from traditional curricula — an interdisciplinary study of history, institutions, power, race, and society that centers people of color. It is an anti-racist pedagogy — and being anti-racist requires discussion about structural injustice and resistance to it. “They don’t want us to use words like oppression, or racism, or indoctrination, or colonization,” Andrade Zúñiga says. “Sorry, but that’s what it is.” +++

In March, the district held a public school board “study session,” odio”, dice Shoman. “Fue horrible. Vil, sucio, asqueroso, invocando a mí, a mi familia, a mis hijos, deseando la muerte. Todas esas cosas”. Se puso tan mal que el distrito tuvo que colocar filtros en su correo electrónico y eliminar sus mensajes de correo de voz.

A fines de enero, se habían enviado a la administración cientos de cartas —que consistían en una plantilla preestablecida para ser copiada y pegada— exigiendo no sólo la remoción de Shoman sino una “actualización [del] plan de estudios de Estudios Étnicos”. Andrade Zúñiga, quien revisó los correos electrónicos, estima que solo entre el cinco y el diez por ciento eran de padres cuyos hijos pertenecían al distrito. Muchos fueron enviados por grupos que se oponían a la impartición de Estudios Étnicos y la Teoría Crítica de la Raza. Otros provenían de miembros de un templo local, desde donde se distribuyó la plantilla). Según la carta, los Estudios Étnicos pusieron demasiado énfasis en la “opresión, la colonización, la resistencia y la hegemonía”, y deberían centrarse en cambio en las “contribuciones y logros de los grupos étnicos”, fuera de su “resistencia”.

Por extraño que parezca, el grupo que lidera este ataque contra los estudios étnicos en el SMUHSD es una organización sin fines de lucro llamada Alliance for Constructive Ethnic Studies (ACES), un grupo con sede en Foster City fundado por Elina Kaplan, cuyos hijos no están en el distrito. La organización, que insta a los padres preocupados a facilitar reuniones entre la ACES y sus distritos locales, ha adoptado el mismo nombre del plan de estudios antirracista que busca socavar. Hacerlo es un movimiento estratégico en un estado como California, donde la legislación exige que los Estudios Étnicos sean un requisito de graduación a partir de la clase de 2030, y donde un plan de estudios modelo estatal incluye el contenido que buscan eliminar. Si bien el veto en Florida es explícito, aquí es más velado.

El sitio web de ACES enumera, entre otros nombres, figuras históricas “alarmantes” a las que se hace referencia en los planes de estudio de estudios étnicos, como Angela Davis, bell hooks, Grace Lee Boggs y Bobby Seale. Su lista alternativa propone “seguir a modelos positivos, no violentos y seminales” incluyendo a personas como Condoleeza Rice, ex asesora de seguridad nacional y defensora de la invasión de Irak por parte de los EEUU en 2003, una guerra que dejó cientos de miles de muertes. Al igual que la carta en to address potential concerns with curriculum and educate people on what exactly Ethnic Studies was, since there seemed to be so much confusion. Teachers presented on the course’s core tenets and goals, including the “pursuit of justice and equity,” “greater inclusivity,” “developing a better understanding of others,” and “promoting self-empowerment.” They emphasized that contrary to backlash, Ethnic Studies curricula stood in defense of Jewish communities, and against anti-Semitism. Students spoke about their work in the class, from oral history projects interviewing grandparents to collaboration with Ramaytush Ohlone leaders to create a land acknowledgment. Survey data affirmed that a majority of students appreciated the course.

And yet, when it came time for public comment, some speakers called back again to mischaracterizations of Ethnic Studies to attack the class. One parent — who did not have kids in the district — complained that Ethnic Studies taught students “to be entitled.” Another speaker, Nadia Flamenco, in a comment seeping with bigotry, denounced the class as “pushing the transgender agenda.”

Anti-semitism came up repeatedly, and one school board trustee, Jennifer Jacobson, questioned the course’s approval process (all guidelines had been carefully followed).

“I feel like [backlash] has al- plantilla enviada por correo electrónico a los miembros de la junta del distrito, ACES tiene un problema con las discusiones sobre “poder y opresión”. Se oponen a la Teoría Crítica de la Raza (un marco de facultad de derecho fusionado por la derecha con cualquier cosa que desafíe el racismo incrustado en las instituciones actuales, incluidos los Estudios Étnicos), pero escriben que “apoyar u oponerse a la CRT no tiene nada que ver con… si uno se opone al racismo”. Piden más “equilibrio”, pero ¿qué significa realmente el equilibrio en los debates sobre la injusticia estructural? Está claro en sus propias listas qué voces buscan silenciar.

Por definición, los estudios étnicos son un campo que aborda el contenido que falta en los planes de estudio tradicionales: un estudio interdisciplinario de la historia, las instituciones, el poder, la raza y la sociedad que se centra en las personas de color. Es una pedagogía antirracista, y ser antirracista requiere una discusión sobre la injusticia estructural y la resistencia a ella. “No quieren que usemos palabras como opresión, racismo, adoctrinamiento o colonización”, dice Andrade Zúñiga. “Lo siento, pero eso es lo que es”.

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En marzo, el distrito llevó a cabo una “sesión de estudio” de la junta escolar pública para abordar las posibles preocupaciones con el plan de estudios y educar a las personas sobre qué aborda exactamente los Estudios Étnicos, ya que parecía haber mucha confusión. Los maestros presentaron los principios y objetivos básicos del curso, incluida la “búsqueda de la justicia y la equidad”, “mayor inclusión”, “desarrollar una mejor comprensión de los demás” y “promover el autoempoderamiento”. Hicieron hincapié en que, contrariamente a la reacción violenta, los planes de estudio de Estudios Étnicos defendían a las comunidades judías y se oponía al antisemitismo. Los estudiantes hablaron sobre su trabajo en la clase, desde proyectos de historia oral entrevistando a los abuelos hasta la colaboración con los líderes de Ramaytush Ohlone para crear un reconocimiento de tierras. Los datos de la encuesta afirmaron que la mayoría de los estudiantes apreciaron el curso.

Y, sin embargo, cuando llegó el momento de los comentarios públicos, algunos oradores volvieron a llamar a las caracterizaciones erróneas del curso sobre Estudios Étnicos para atacar a la clase. Un padre, que no tenía hijos en el distrito, se quejó de que el curso enseñaba a los estudiantes a “tener derecho”. Otra oradora, Nadia Flamenco, en un comentario lleno de ways been there, but it’s been more emboldened with Donald Trump and [Governor Ron] DeSantis and the overturning of Roe vs. Wade — [by] a lot of these more extremist silencings of people,” Andrade Zúñiga told El Tecolote. Rogers, too, sees the backlash as in lockstep with educational erasures across the country. “Attacks on Ethnic Studies, Critical Race Theory, LGBTQ+ education, the AP African American History curriculum,” she lists. “It’s been really hard … for a lot of teachers.”

At the board study session, parents and educators who supported the course spoke too — and emphasized how kids felt empowered by Ethnic Studies. Joy Henry, whose daughter is a freshman at Mills High School, described how the class made her fifteen-year-old “feel heard and seen,” and taught her “history that include[d] her story.”

Alexandra Dove, who teaches Government and Economics at Mills, emphasized a point she has made over and over again — at every board meeting where claims of the curriculum’s anti-Semitism were voiced.

“As a Jewish woman … it’s deeply upsetting to see my identity [and] my family’s lived experiences being used in a way to demonize the work that I believe so deeply in,” she said. “Not once have we ever denied the Jewish experience in light of other experiences … This is obviously a narrative that is being perpetuated throughout our community — and yet, there has never been a communication of incidents … We know that [in the United States] anti-Semitism is on the rise … I know that this is coming from places of trauma for those of you that are expressing that and I want to honor and validate that trauma that you are experiencing, because it is very hard to be a Jewish person in America right now. But this is not the class that is making it worse. This is the class that is making it better.”

Next week, on April 13, another public study session has been scheduled to address complaints — from largely the same parents and groups — about the district’s U.S. History curriculum, which includes LGBTQ+ history, disability history, and communities that have traditionally been underrepresented in curricula. Over the summer, there’ll be another one on Ethnic Studies, where again, the class will be held under a microscope.

“I hate the fact that I have to defend something that is so beautiful, that is so affirming, that is so necessary,” Rogers says. “There is joy [and] community in our classrooms that may not be the case in other ones. I think that’s the heart of Ethnic Studies. Action, community, critical thinking, discussion, joy, and love.”

El 15 de marzo, el Distrito Unificado de Escuelas Preparatorias de San Mateo llevó a cabo una ‘sesión de estudio’ en la junta escolar pública para abordar posibles inquietudes respecto al programa de la materia Estudios Étnicos. Captura de pantalla de dicha reunión especial de la junta. On March 15, the San Mateo Union High School District held a public school board “study session,” to address potential concerns with the Ethnic Studies curriculum. Courtesy: Screenshot from the Special Board Meeting intolerancia, denunció que la clase “impulsaba la agenda transgénero”. El antisemitismo surgió repetidamente, y un miembro de la junta escolar, Jennifer Jacobson, cuestionó el proceso de aprobación del curso (que había sido seguido rigurosamente).

“Siento que [la reacción violenta] siempre ha estado ahí, pero se ha envalentonado más con Donald Trump y [el gobernador Ron] DeSantis y el derrocamiento de Roe vs. Wade, [por] muchos de este acallamiento más extremistas”, Andrade Zúñiga dijo a El Tecolote. Rogers también ve la reacción en sintonía con la censura educativa en todo el país. “Ataques a los estudios étnicos, la teoría crítica de la raza, la educación LGBTQ+, el plan de estudios AP de historia afroamericana”, enumera. “Ha sido muy difícil… para muchos maestros”.

En la sesión de estudio de la junta, los padres y educadores que apoyaron el curso también hablaron y enfatizaron cómo los estudios étnicos fortalecieron a sus hijas e hijos. Joy Henry, cuya hija es estudiante de primer año en Mills High School, describió cómo la materia hizo que su hija de quince años “se sintiera escuchada y vista” y le enseñó “historia que incluye su historia”.

Alexandra Dove, que imparte la clase de Gobierno y economía en Mills, enfatizó un punto que ha señalado repetidamente —en cada reunión de la junta donde se han hecho criticas al plan de estudios sobre antisemitismo. “Como mujer judía... es profundamente perturbador ver que mi identidad [y] las experiencias vi- vidas por mi familia se utilizan para demonizar el trabajo en el que creo tan profundamente. Ni una sola vez hemos negado la experiencia judía a la luz de otras experiencias… Esta es obviamente una narrativa que se está perpetuando en toda nuestra comunidad, sin embargo, nunca ha habido una comunicación de incidentes… Sabemos que [en los EEUU] el antisemitismo va en aumento… Sé que esto viene de lugares traumáticos para aquellos de ustedes que lo expresan y quiero honrar y validar ese trauma que están experimentando, porque es muy difícil ser una persona judía en los EEUU. Pero esta no es la materia que lo está empeorando. Esta es la materia que lo está mejorando”.

La próxima semana, el 13 de abril, se tiene programada otra sesión de estudio público para abordar las quejas, en gran parte de los mismos padres y grupos, sobre el plan de estudios de Historia de los EE.UU del distrito, que incluye la historia LGBTQ+, el historial de discapacidades y las comunidades que tradicionalmente han estado subrepresentadas en los planes de estudio. Durante el verano, habrá otra sobre la materia de Estudios Étnicos, donde nuevamente se pondrá bajo un microscopio.

“Odio el hecho de tener que defender algo que es tan hermoso, que es tan afirmativo, tan necesario”, dice Rogers. “Hay alegría [y] comunidad en nuestras aulas que puede no ser el caso en otras. Creo que ese es el corazón del curso sobreEstudios Étnicos. Acción, comunidad, pensamiento crítico, discusión, alegría y amor”.

NATIVE de página 8

En el caso de Jones, su familia fue marginada socialmente por los miembros inscritos de la tribu, que, según ella, los trataban mal y los discriminaban por su condición de inscritos:

“Esta mujer se enfrentó a mi madre en la clínica y básicamente le dijo:

‘Aquí no eres bienvenida. No puedes venir aquí con tus hijos. Aquí no recibes servicios. Me conocía desde que nací”, recuerda Jones.

Después de este encuentro, sus padres empezaron a llevarla a ella y a sus hermanos a una clínica de salud de la reserva india de Rincón, en San Diego, a 45 minutos en coche de la

COMMUNITY, from page 3 a very tight-knit family. And they didn’t want to lose me.”

Tice’s older brother turned out to be one of her strongest supporters. “’Wherever you end up, you have my support 100 percent,’ he told me.”

Tice and her partner live in Eugene, Oregon, which has a large LGBTQIA community, so the young

BAKERY, from page 5

Elías expressed that the first years of La Mejor Bakery were very difficult for her as she was making little to no income.

“Ay ya sabes,” Elías said. “Like any other starting business, we struggled a lot but with time, and plenty of love and support from our community we made it work and now it has been 30 years since it all started.”

La Mejor Bakery has a variety of Mexican pan dulce, cakes like tres leches, tamales, and coffee to grab para la comunidad de la Misión, un sitio a donde ir a ponerse al día entre turnos de trabajo o simplemente para darle los buenos días o buenas tardes a Elías, a sus panaderos y empleados que siempre ofrecen la bienvenida con una cálida sonrisa.

PARTE 2 de página 4 reserva de Pechanga, donde vivía la familia de Jones. Ahora, de adulta, dice aún experimentar ansiedad y estrés significativos a la hora de concertar citas para su salud, incluso cuando se trata de atención primaria: “Tener [la desafiliación] en primer plano, cuando estoy literalmente tratando de conseguir una cita para blanquearme los dientes, puede ser una lucha”, dijo, riendo entre dientes. woman was able to access the support she needed during her transitioning process. and go or sit and enjoy. The 30-yearold corner remains a thriving place for Mission’s community to gather at any time, catch up in between working shifts, or just say buenos dias or buenas tardes to Elias, her bakers and cashiers that welcome you with a warm smile.

Cuba en el Tratado de París. Durante sus primeros 50 años de ocupación, Puerto Rico fue una colonia clásica, caracterizada por la explotación de sus recursos naturales, concretamente del azúcar. En los 60 años siguientes se produjo una rápida industrialización de la isla, con mano de obra cada vez más barata y exenciones fiscales, luego la isla se militarizó.

Recientemente, a principios de la década de los 2000, los empleos manufactureros abandonaron la isla y se recurrió a préstamos del gobierno para mantenerse a flote. Los servicios gubernamentales fueron desmantelados o privatizados, y las clases profesionales emigraron de la isla, dejando a muchos puertorriqueños sin acceso a médicos ni otros profesionistas que antes vivían allí. Con el tiempo, el Congreso se convirtió en el gobernante directo de los asuntos de la isla. Esto ha dejado a Puerto Rico dependiendo de los EEUU y nuestro gobierno les ha fallado continuamente.

En 2015, dos años antes del huracán María, Puerto Rico dejó de pagar una deuda de 72 mil millones de dólares, la mayor quiebra de un gobierno local en la historia de los EEUU. Esto se debió en gran medida a las exenciones fiscales que se establecieron para atraer empresas estadounidenses a la isla. Con el tiempo, estas empresas huyeron en busca de mano de obra más barata. Las corporaciones que fabricaban productos químicos, electrónicos, equipos científicos y farmacéuticos se quedaron, encontrando lagunas fiscales que les permitían privar a Puerto Rico de una importante base impositiva y explotar aún más la isla.

En los años setenta, Puerto Rico tenía uno de los niveles de productividad más altos del mundo y representaba el 40% de todos los beneficios estadounidenses en América Latina. Hoy, Puerto Rico es uno de los lugares más pobres del continente.

“Siento que sigue siendo, no sé, un tabú o algo extraño de lo que hablar”, dijo Jones. “Siento que mi familia ha sufrido esta capa extra de trauma que es invisible para la sociedad, pero también para la comunidad nativa”.

Tice urged trans youth to turn to sub-Reditts, Twitch transgender streamers, and TikTok transgender content creators, to get a sense of community and support.

“I know this is a cliche, but it will and does get better,” she said.

To learn more about the San Francisco Legacy Business Registry, visit legacybusiness.org.

Mariana Navarrete is a contributor to El Tecolote, and Diego Garza is a Business Liaison in the Calle 24 Latino Cultural District.

Para conocer los negocios dentro del registro de negocios legados de San Francisco, puede consultar la siguiente página en internet: https:// legacybusiness.org/.

Mariana Navarrete es una colaboradora de El Tecolote, y Diego Garza es Business Liaison en el Distrito Cultural Latino Calle 24.

Puerto Rico no sólo es el más pobre de todos los estados de EEUU —el 45% de sus residentes viven por debajo del umbral de pobreza— sino que los puertorriqueños también pagan más por los bienes: pagan un 25% más que los residentes en el continente por los bienes importados debido a los mayores costes de transporte. Esto se debe en parte a la Ley Jones, que exige que todas las mercancías enviadas a Puerto Rico se hagan únicamente en barcos fabricados en los EEUU, con tripulación estadounidense y procedentes de puertos estadounidenses. Debido a esta oscura ley destinada a proteger su transporte marítimo, a menudo se duplican y triplican los costes de las mercancías. La Ley Jones también provocó una pérdida de entre el 10% y el 20% de la ayuda tras el huracán María, porque sólo los barcos que cumplían con ella podían entregar mercancías en la isla.

El acceso a la justicia también es un problema: mientras que los tribunales locales funcionan en español, el inglés es el idioma obligatorio para los tribunales federales. Esto significa que sólo los que hablan inglés pueden formar parte de los jurados federales. Los costes son más elevados en esos tribunales, ya que todos los documentos deben traducirse al inglés. Todas las apelaciones federales en Puerto Rico se tramitan en Boston, lo que dificulta aún más las cosas a los litigantes.

Nuestros tribunales también ven a los puertorriqueños como ciudadanos de segunda clase. Recientemente, el Tribunal Supremo dictaminó que los residentes de Puerto Rico y otros territorios de los EEUU no pueden recibir la Seguridad de Ingreso Suplementario si viven en la isla, pero sí si viven en los 50 estados, negando a los puertorriqueños 1.800 millones de dólares en dinero federal muy necesario.

LUIS GÓNGORA PAT, from page 2 ful District Attorney [Jekins] is worse than the previous one when the incident happened, [George] Gascón,” Poot said. “My cousin was not only murdered, he was executed. And [Gascón] never filed a charge ... what he did was defend the police ... and that’s unfortunate. The justice system here is garbage for the people who live through these cases. And there are several cases.”

“Brooke Jenkins, one of her platforms was police accountability,” Young added. “And that clearly was a lie. She’s not doing anything about police accountability. I think, for some reason, she’s really beholden to the POA. It’s interesting to me that all across the country, police officers have been charged with murder or manslaughter, in cases of unwarranted, unreasonable, excessive use of force, but not here in San Francisco. And the irony is that San Francisco has this reputation of the land of ‘progressive hood.’”

Camarena has been by the side of the Góngora Pat family for the last seven years.

“It’s worth reminding that it cost a chief of police his position,” Camarena said in reference to Suhr, who resigned in May of 2016. “And still, it’s all been washed over with promises of reform. And then in the end, what we see is a return to conservative stances on policing that have

ANIVERSARIO de página 2

Haciendo lo mejor que pudo, ayudó y ofreció un techo a solo uno de sus primos, José. No podía alojar a Luis, por temor a ser desalojado él mismo por tener demasiadas personas viviendo con él. “Así como mi primo hay mucha gente que está en la calle, no sabemos la razón por la cual están en la calle. No podemos juzgar a la gente que está en la calle”.

En cuanto a un camino a seguir en términos de acusar a los asesinos de Góngora Pat, Young no ve ningu- been proven in time, to not actually make our community safer, but only criminalize people of color and people in conditions of vulnerability.

“They continuously try to solve the tail end of a problem, without making the city accountable for the lack of resources for people who are unhoused, for people suffering from problems with substance abuse,” Camarena continued. “There could be very progressive solutions, but they’re catering now to the richest people in the city, who don’t want to think about these problems. They just don’t want to see poverty, when it’s precisely the gentrification of the decade that caused these problems.”

Before being killed by police, Góngora Pat shared an apartment with his brother Jose for about 10 years. He was illiterate and didn’t speak English, but worked hard as a dishwasher at Mel’s Diner. Luis and Jose were evicted when they didn’t understand the rent payment system, and never received receipts for the rent they thought they were paying.

When Luis Poot heard that his cousins were living on the streets, he tried to help. Doing the best he could, Luis Poot was able to help and offer a roof to only one of his cousins, Jose. He couldn’t house Luis, for fear of being evicted himself for having too many people living with him.

“Just like my cousin, there are many people who are on the street,” no: “No creo que haya ningún camino a seguir. El plazo de prescripción ya pasó. Aquí está lo interesante del caso Góngora Pat. Los testigos oculares con los que hablé estaban tan felices de que algo estuviera pasando. Estos eran civiles que no lo conocían en absoluto... y fue realmente devastador decepcionar a todos de esa manera. Particularmente a Adriana y a la familia de Góngora. Creo que desarrollaron mucha esperanza. Pensé que iba a ser capaz de llevarlo a cabo, pero me vi frustrada en todo momento”.

Poot said. “We don’t know the reason why they are on the street. We cannot judge the people who are on the street.”

As for a path forward in terms of charging Góngora Pat’s killers, Young doesn’t see one.

“I don’t think there’s any way forward. The statute of limitations is now passed,” Young said. “Here’s the interesting thing about the Góngora Pat case. The eye witnesses I spoke to were so happy that something was happening. These were civilians who didn’t know Góngora Pat at all … and it felt really devastating to let everyone down like that. But particularly Adriana and Góngora’s family. I think that they developed a lot of hope. I thought I was going to be able to carry through, but I was just thwarted at every turn.”

While charging Góngora Pat’s killers seems out of reach, Camarena is focusing on the healing of the family.

“I mostly just care about what’s happening to the families and the people who have stood by them. And I want them to find some measure of wellness,” Camarena said. “Sanando solo sin justicia. It’s now brought up again, for us, how we can heal ourselves from these traumas, so they don’t become generational traumas.”

Si bien acusar a los asesinos de Góngora Pat parece estar fuera de su alcance, Camarena se está enfocando en la sanación de la familia: “Sobre todo me preocupo por lo que les está pasando a las familias y a las personas que los han apoyado. Y quiero que encuentren algo de bienestar. Sanando solo sin justicia. Ahora se vuelve a plantear, para nosotros, cómo podemos curarnos de estos traumas, para que no se conviertan en traumas generacionales”.

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Below Market Rate (BMR) Rental Apartments Available for Rent Fitzgerald at 2750 19th Street, San Francisco CA 94110

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1 Studio $1,261 per month; 5 One-Bedrooms $1,436-$3,371 per month; 6 Two-Bedrooms $1,597-$4,364 per month; 1 Three-Bedrooms $1,754 per month.

Must be income eligible and must not own a home. Households must earn no more than the maximumincome levels below:

Mustbeincomeeligibleandmustnotownahome.Householdsmustearnnomorethanthe maximum incomelevelsbelow:

Applications must be received by 5pm on 4/18/2023

Apply online through DAHLIA, the SF Housing Portal at housing.sfgov.org. Contact a housing counselor for assistance with your application: housing.sfgov.org/get-assistance.

Applicationsmustbereceivedby5pmon3/1 4/2023.ApplyonlinethroughDAHLIA,theSFHousing Portalat housing.sfgov.org.Contactahousingcounselorforassistancewithyourapplication: housing.sfgov.org/get-assistance.PleasecontacttheFitzgeraldleasingteamformoreinformationat (415) 439-0705 or FitzgeraldBMR@gmail.com

Please contact the Fitzgerald leasing team for more information at (415) 439-0705 or FitzgeraldBMR@gmail.com

UnitsavailablethroughtheSanFranciscoMayor’sOfficeofHousingandCommunityDevelopment andaresubjecttomonitoringandotherrestrictions.Visitwww.sfmohcd.orgforhousingpreferences andprograminformation.

Units available through the San Francisco Mayor’s Office of Housing and Community Development and are subject to monitoring and other restrictions. Visit www.sfmohcd.org for housing preferences and program information.

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