William Black

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¿Por qué el fracasado Monti es un “tecnócrata” y el exitoso Correa un “economista izquierdista”? Por William K. Black El New York Times elabora perfiles de líderes nacionales como Mario Monti de Italia y Rafael Correa de Ecuador. Invito a los lectores a contrastar el trato venerable hacia Monti y el perfil de Correa. La próxima vez que alguien les diga que The New York Times es un periódico “izquierdista” ustedes pueden demostrarles cuán hacia la derecha se ubica en asuntos de economía. El sesgo que usa The New York Times al describir a Monti como un “tecnócrata” y a Correa como un “economista de tendencia izquierdista” es típico de los medios dominantes. Tanto Monti como Correa tienen doctorados en economía de universidades estadounidenses y ambos han sido profesores de economía. ¿Por qué The New York Times trata a Monti reverencialmente y a Correa despectivamente? Existe una serie de factores que los medios estadounidenses usan para juzgar los méritos relativos de las personas con cualificaciones de élite y los líderes de naciones. Normalmente los medios valoran al más alto nivel a los líderes de naciones que demuestren: 1. Una trayectoria de éxitos 2. Valentía y liderazgo al tomar decisiones difíciles que producen éxito 3. Surgir de circunstancias humildes a través de su trabajo y sacrificio 4. Éxitos constantes en elecciones democráticas 5. Dedicación hacia los intereses de las personas con mayores necesidades en lugar de los ricos y poderosos 6. Políticas valientes e innovadoras Una trayectoria de éxitos Quienes lean los perfiles de Monti y Correa no podrían juzgar sus éxitos relativos como economistas y líderes de naciones, pero eso no es porque los hechos no estén disponibles. Con Monti, la economía de Italia se hundió nuevamente en una recesión grave por las políticas de austeridad autodestructivas que Monti apoyó plenamente. La “Troika” obligó al predecesor de Monti, el Sr. Berlusconi, a adoptar políticas de austeridad, pero Monti duplicó y triplicó esas medidas de austeridad. Los principales bancos entonces orquestaron un golpe de factoque obligó la renuncia de Berlusconi. La Troika presionó a Italia para que nombre a Monti como líder sin ningún tipo de elecciones. Con Monti, el desempleo ha subido a 11.1% y el desempleo entre los jóvenes italianos supera el 36%. Muchos de los mejores y más brillantes italianos emigran tan pronto se gradúan. Eso significa que la cifra del 36% es insuficiente para describir el alcance del desempleo entre los jóvenes italianos porque que aquellos que han emigrado no se cuentan. La pérdida del mejor recurso de Italia, los jóvenes, que de por sí son proporcionalmente escasos, le causará un daño a Italia por décadas. El perfil de Monti intenta con mucha vehemencia aparentar que Monti lideró una campaña exitosa contra la insistencia de Alemania de aplicar medidas de austeridad.


Eso es falso. Monti no recibió la aprobación alemana para adoptar los programas esenciales de estímulo fiscal. Monti impuso amplios programas de austeridad que tenían el efecto que él predijo (aumentaron el desempleo, ahondó la recesión, y aumentó la emigración). Los recientes fracasos de Monti no difieren mucho de su carrera. Él merece reconocimiento por su tiempo como funcionario anti-monopolio, pero su trayectoria es desastrosa en cuanto a los importantes asuntos económicos. Él es un economista neoliberal que apoyó la adopción italiana del imperfecto diseño del euro, y la desregulación y des-supervisión del sector financiero. La trayectoria de Correa es de un éxito espectacular. Ecuador no cayó en la recesión aun cuando la crisis financiera produjo la Gran Recesión. Este fue un logro extraordinario ya que Ecuador usa el dólar como moneda nacional, mantiene un extenso intercambio comercial con Estados Unidos, y se vio afectado enormemente con la caída de los precios del petróleo en el 2008. Desde el 2008, Ecuador ha demostrado un crecimiento razonablemente robusto del PIB, ha reducido substancialmente el desempleo, ha reducido la pobreza, y estableció una red de seguridad social mucho más efectiva para reducir la miseria. La tasa de desempleo en Ecuador (4.6%) es menos de la mitad que la tasa de desempleo de Italia (11.1%). El desempleo en Ecuador ha estado en descenso con Correa, mientras que en Italia ha estado en aumento con Monti. Correa heredó una crisis de deuda más agobiante que la que Monti heredó. Él usó sus conocimientos como economista para concebir una estrategia de incumplimiento (default) del servicio de esa deuda, y gestionó una recompra de la misma con un descuento considerable. Él hizo todo esto mientras producía un robusto crecimiento. Ecuador no fue excluido de la obtención de créditos. Correa convenció a China de prestarle dinero a Ecuador después del default para obtener el crédito que Ecuador deseaba. Echó al Banco Mundial (que le había advertido no incumplir con el servicio de la deuda) y dio pasos para mantener las reservas de Ecuador cuando Estados Unidos sufría la Gran Recesión. Debido a que Ecuador carece de una moneda soberana queda potencialmente expuesto a los cancerberos de los bonos (bond vigilantes). Esto hace que los éxitos de Correa sean aun más impresionantes. Es importante comprender que Monti fracasó y que Correa fue exitoso porque Correa es un tecnócrata hábil y Monti es un creyente de los dogmas neoliberales que han sido falseados repetidamente. Monti no es más tecnócrata que los curanderos que sangraban a los pacientes a finales del siglo diecinueve eran doctores. Recetar austeridad con el fin de “recuperarse” de una Gran Recesión es un engaño, no es economía. Paul Krugman ha enfatizado repetidamente este punto en su columna en The New York Times, pero la mayoría de los columnistas de The New York Times no pueden comprender este punto. El perfil de Monti, por ejemplo, contiene un disparate con respecto al nombramiento de Monti en noviembre del 2011 para gobernar Italia: “Pero aun el cambio en liderazgo, y un paquete de $40 mil millones en medidas de austeridad, con incremento de impuestos y una revisión integral de las pensiones, no ha calmado a los mercados [financieros]”. El autor está asombrado de que la promesa de Monti de hundir a Italia en la recesión mediante una austeridad autodestructiva no ha “calmado a los mercados”. No logro comprender el porqué un periodista podría pensar que los mercados financieros (prestamistas) se sientan “calmados” sabiendo que su prestatario está a punto de entrar en una recesión.


Las políticas económicas que Monti apoyó antes del inicio de la Gran Recesión fueron un fracaso. Su apoyo por la desregulación y des-supervisión, el euro, y la hipótesis de la eficiencia del mercado son otros ejemplos de la economía teoclásica. El perfil de Correa, sin embargo, comienza con múltiples esfuerzos por pintar a Correa como el líder que disemina un modelo dudoso de economía. “Rafael Correa, un economista de tendencia izquierdista, asumió su mandato como presidente de Ecuador en enero de 2007, convirtiéndose en uno más del creciente número de líderes latinoamericanos que llegaron al poder por oponerse a las políticas del libre mercado apoyadas por Estados Unidos y las élites tradicionales de sus países”. No tengo ningún problema con el uso del término “de tendencia izquierdista”, aun en el primer párrafo del perfil donde obviamente se lo ha diseñado para establecer un tono definitivo de hostilidad. Para precisar más aun, no tengo problemas con el término si el periódico hace tres cosas: establecer su sesgo abiertamente, actúa con consistencia (ej., la primera línea en el perfil de Monti debería describirlo como un economista neoliberal), y el artículo debería explorar analíticamente si los métodos “de tendencia izquierdista” o “neoliberales” en la economía han demostrado mayor éxito predecible en los contextos que son objeto del perfil. Los perfiles de The New York Times no cumplen con estos requisitos del periodismo. El perfil de Correa entonces establece su sesgo con enunciados falsos y afirmaciones carentes de análisis cuando éstas merecen un gran escrutinio analítico. Se afirma falsamente que las políticas “de tendencia izquierdista” de Correa van en contra de las “políticas del libre mercado apoyadas por Estados Unidos y las élites tradicionales [de Ecuador]”. Comenzaré con la absurda afirmación de que las “élites tradicionales” de Ecuador apoyan las “políticas del libre mercado”. El perfil establece un hecho y no es una columna de opinión, así que emitir enunciados concretos como verdades, que harían que cualquiera estalle en risas en Ecuador, es básicamente ofensivo. Ecuador es una nación que se ha caracterizado por sus élites económicas y políticas inmensamente poderosas que tienen un tremendo poder de mercado y habitualmente actúan concertadamente de una manera anti-competitiva. Recientemente escribí una columna acerca de cómo los gerentes que controlan los cuatro bancos más grandes del país actuaron coordinadamente para intentar extorsionar al gobierno para que no aumente sus impuestos y restringir sus compensaciones. Lo último que quieren las élites opulentas de Ecuador es competencia en el mercado. Asimismo, las políticas del Consenso de Washington de desregulación, des-supervisión y privatización no producen un “libre mercado”. En Estados Unidos hemos realizado recientemente un experimento interno en el cual aplicamos las políticas económicas teoclásicas del Consenso de Washington. Esto demostró ser enormemente criminógeno. El resultante fraude epidémico del control contable produjo el hipercrecimiento de la burbuja mobiliaria y nos encaminó a la Gran Recesión. Produjo el capitalismo clientelista, que es la antítesis del “libre mercado”. Una efectiva regulación y supervisión financiera, y acciones legales son esenciales para “liberar” a los mercados financieros. Cuando los tramposos prosperan las empresas honestas son ahuyentadas de los mercados. Ese fue un tema que explicó el premio Nobel de economía George Akerlof en su famoso artículo de 1970 sobre los mercados para los “cacharros”. Él describió una dinámica del tipo “ley de Gresham” en la cual la mala ética ahuyenta del mercado a la buena ética.


“Las transacciones deshonestas tienden a ahuyentar del mercado a las transacciones honestas. Por ende, el costo de la deshonestidad no solamente implica la cantidad por la que el comprador es estafado; el costo también debe incluir la pérdida en la que se incurre por ahuyentar y hacer desaparecer a los negocios legítimos.” Los resultados de nuestro Consenso de Washington a nivel doméstico fueron tan desastrosos que ocasionaron que la mayoría del electorado estadounidense repudie las políticas. Los mismo sucedió con la mayoría de las naciones latinoamericanas porque Latinoamérica fue el banco de pruebas (fracasado) del Consenso de Washington. Los fracasos del falso libre mercado en Latinoamérica ocasionaron que muchos electorados repudiaran las políticas y eligieran líderes que prometieron oponerse al Consenso de Washington. Esta es la frase carente de análisis en el primer párrafo del perfil de Correa: “convirtiéndose en uno más del creciente número de líderes latinoamericanos que llegaron al poder por oponerse a las políticas del libre mercado…”. The New York Times no cree en el hecho de que las experiencias de los electorados latinoamericanos con respecto a las falsas “políticas del libre mercado” produjo graves fracasos y repugnancia hacia las políticas del falso “libre comercio” que condujo abrumadoramente a la elección de líderes comprometidos a oponerse a aquellas políticas fracasadas debería llevarnos a reexaminar la validez de la cínica etiqueta de “políticas de libre mercado” y el verdadero impacto de aquellas políticas. Valentía y liderazgo al tomar decisiones difíciles que producen éxito El perfil de Monti destaca resplandecientemente su valentía y decisión de enfrentarse a los poderosos para impulsar la austeridad. Este es uno de los pasajes clave (veamos si pueden ubicar al grupo que falta en este supuesto perfil de su valentía). “Él dijo que su gobierno de tecnócratas sin electorado estaba dispuesto a obligar a varios intereses arraigados (desde los sindicatos laborales hasta los gremios de empleados públicos) a que abandonen sus privilegios, y que estaba excepcionalmente calificado para impulsar los cambios porque no tenía electores naturales que proteger”. Fíjense en la pequeña variedad de “intereses arraigados” que Monti enfrentó (todos son trabajadores). Las corporaciones, particularmente los bancos de élite y los banksters que condujeron a la crisis mundial son los más destructivos, los más poderosos, y los intereses más arraigados de Italia. Sin embargo, Monti es una criatura de la industria bancaria. Su padre fue banquero y él fue consultor de Goldman Sachs. Él escogió para su gabinete, como principal asesor económico, al líder de uno de los mayores bancos de Italia. ¿Quiénes fueron sus principales “tecnócratas sin electorado”? Monti se designó a sí mismo como el ministro responsable de la economía. Ya he explicado que él es el peor fracaso como “tecnócrata”. Él sabía. Él sabía que la austeridad arrojaría a Italia hacia una recesión gratuita, pero él la impuso de acuerdo a los dogmas teoclásicos que él veneraba. Analicen la adopción complaciente de la afirmación de Monti que su gobierno de (supuestos) tecnócratas “estaba excepcionalmente calificado para impulsar los cambios porque no tenía electores naturales que proteger”. Todos entendemos por qué los publicistas de Monti colaron ese meme, pero no comprendo por qué un periodista dotado de sentidos permita que tal meme pase inadvertido. Monti se aseguró de que su gobierno esté dominado por banqueros, ejecutivos y asesores de enormes bancos.


Aparentemente al The New York Times le parece creíble que los banqueros no tienen “electores naturales que proteger”. El pasaje citado fue escrito después que la película Inside Job hiciera una burla de la afirmación de que los economistas neoliberales no tienen preferencias y no tienen “electores naturales que proteger” aun cuando su financiamiento viene de la Reserva Federal, la industria, o de los bancos más grandes. Sin embargo, aunque no hubieran visto la película, los periodistas sabían que esa afirmación de Monti era falsa. Este es el pasaje clave del perfil de Monti. “Angela Merkel, se encontró frente a frente con un opositor tenaz: El Sr. Monti, a quien Merkel había ayudado a asumir el gobierno. El Sr. Monti ha surgido como el líder indiscutible de las fuerzas del “procrecimiento”, y él ha persuadido a la Sra. Merkel a dar quizá uno de los pasos más importantes hacia la integración europea desde que comenzó la crisis del euro. El Sr. Monti llegó a Bruselas con un plan simple basado en el conocimiento de que los líderes europeos no podían salir de las reuniones de la cumbre con las manos vacías. Italia y España, como él eventualmente le manifestó a la Sra. Merkel, bloquearían todos los acuerdos, inclusive un pacto de crecimiento que ellos apoyaban totalmente, hasta que los líderes europeos acuerden permitir un nuevo salvataje en Europa para recapitalizar directamente a los bancos con problemas, en lugar de hacerlo a través de los gobiernos.” ¡Cuántos mitos pro-Monti fraguados por sus publicistas y aceptados como verdad divina por los reporteros deThe New York Times! Consideren primero las implicaciones ignoradas por los reporteros, de que los cancerberos de los bonos sacaron al líder electo de Italia, y Alemania decidió su reemplazo. Aquello es una indicación extraordinaria y escandalosa de la deteriorada democracia italiana. (Berlusconi y el poder de los bancos de élite y los banqueros. Merkel escogió a Monti porque Monti era el aliado favorito de los banqueros alemanes. (Una nación que elige a Berlusconi como su líder ya tiene un grave déficit democrático). Analicen ahora los términos épicos con los que se describe a Monti en su perfil en The New York Times. Él es el “opositor tenaz” de las políticas de austeridad de Merkel y el “líder indiscutible” de las fuerzas “pro-crecimiento”. El problema evidente con este mito sobre Monti es que Monti impuso la austeridad en Italia y le dijo a la nación que “no había alternativa”. Los reporteros están usando una definición Orwelliana del término “opositor tenaz”. No existe tal “pacto del crecimiento”, a menos que los reporteros estén adoptando una definición orwelliana de “crecimiento”. Merkel insiste en la austeridad e insiste en que “no hay alternativa” que no sea la de echar a la eurozona nuevamente hacia una recesión gratuita mediante sus políticas “anti-crecimiento”. Los reporteros citan solamente un solo logro de la supuesta tenacidad de Monti: “Los líderes europeos acordaron permitir un nuevo salvataje para recapitalizar a los bancos con problemas directamente, en lugar de hacerlo a través de los gobiernos”. Los reporteros describen esto en términos de heroísmo como “uno de los pasos más importantes hacia la integración europea desde que comenzó la crisis del euro”. “Integración Europea” inepta – el euro – puso a las naciones que adoptaron el euro a la merced de los cancerberos de los bonos, entonces no hay motivo para suponer que una integración mayor es deseable. Fíjense que la “mayor integración” no es una medida


“pro-crecimiento”. Es una medida para rescatar a los bancos. Efectivamente, es una medida diseñada para rescatar bancos en lugar de proporcionar fondos para las naciones que están sufriendo la recesión. Resulta que el supuesto acto de valentía estaba brindando una vía más directa a la Troika para rescatar a los bancos. La Troika prestaría dinero a una nación en apuros con el conocimiento de que la nación usaría el dinero recaudado para rescatar a los bancos. Los bancos, entonces, usarían gran parte de lo recaudado para comprar la deuda soberana de la nación en apuros. La Troika, los bancos, y las naciones en apuros fingirían entonces de que todo estuvo bien y la austeridad ha sido un gran éxito. El logro monumental de Monti es que la Troika puede prestar dinero prestar dinero directamente a los bancos, fingir que todo está bien, y proclamar que la austeridad ha sido un gran éxito. Transformador, ¿no? Pero la pompa del mito sobre Monti no es el tema crítico de análisis que pueda surgir de los esfuerzos de Monti para facilitar el rescate de los bancos. El tema central es que cuando uno disemina la pompa publicitaria resulta que los reporteros de The New York Times sabían que los actos de falsa valentía estaban haciendo más fácil el rescate de los bancos. Esto significa que los mismos reporteros crédulos, que aceptaron el mito de que su gobierno de banqueros sin elección popular podía gozar de la confianza para actuar únicamente en favor de los intereses nacionales de Italia porque no tenía “electores naturales que proteger”, ellos sabían que esa afirmación era una mentira. Los reporteros sabían que la estrategia primordial de Monti era proteger a sus “electores naturales” (los banqueros), al facilitar que se les otorgue fondos públicos para su rescate. Correa siguió las políticas opuestas, y con éxito. Él enfrentó a los opulentos intereses arraigados de Ecuador, particularmente los bancos. Correa asumió enormes riesgos políticos y de seguridad cuando se enfrentó a estos intereses arraigados. Sea o no que Estados Unidos fomentó los golpes de estado en Venezuela y Honduras, sí ha demostrado su apoyo a los golpes de estado que estén diseñados a sacar del poder a líderes electos democráticamente en Latinoamérica si estos se oponen al Consenso de Washington. La política a favor de los golpes de estado de los Estados Unidos ha puesto en gran riesgo las vidas de varios líderes latinoamericanos, entre ellos Correa. Correa fue el blanco de los que muchos observadores creen fue un intento de golpe de estado por parte de oficiales de la policía. Correa fue aislado frente a un número tremendamente superior, y rodeado por oficiales de la policía. Él respondió a las acciones de los oficiales de la policía demostrando una valentía excepcional. Para frustrar el intento de golpe de estado, Correa confrontó personalmente a los oficiales más agresivos y los desafió a que lo asesinaran en público. Su valentía ayudó a frustrar el golpe de estado. Uno podría pensar que este patrón de acciones haría que The New York Times elogiara su valentía. En su lugar, el pasaje que describe este acontecimiento en su perfil parece que fue escrito para insinuar que el hecho principal fue que él gratuitamente escogió involucrarse en una “riña de gritos” con la policía. “Esta variedad de paradojas alcanzó su clímax en septiembre de 2010 luego de que el presidente socialista propuso un montón de medidas de reducción de los beneficios, desencadenando un levantamiento de la policía que casi le costó la vida. La imagen que quedó del levantamiento no fue la de los que protestaban, sino la del Sr. Correa que se abalanzó sobre una multitud furiosa de policías en un


cuartel de la capital, se involucró en una riña de gritos con la policía, se abrió la camisa y desafió a los oficiales a que lo mataran. Casi lo hicieron”. Surgir de circunstancias humildes a través de su trabajo y sacrificio A los estadounidenses les encanta las historias de la pobreza a la riqueza. Nuestros políticos hacen alarde de sus humildes orígenes. Monti nació en cuna de oro. Fue hijo de un banquero con las influencias y la riqueza para estudiar en las mejores universidades de Italia y Estados Unidos (su Ph.D. lo obtuvo en Yale). Correa es un ejemplo de lo que Estados Unidos aprecia. Su padre frecuentemente no tenía empleo. Él luchó y logró obtener un doctorado en una buena, pero mucho menos prestigiosa, universidad de Estados Unidos. Éxitos constantes en elecciones democráticas Monti no fue elegido. Ninguno de los ministros que él nombró fueron elegidos. Monti fue designado como “Senador vitalicio” para que pueda ocupar cargos. Su popularidad ha caído tan drásticamente que sus opositores políticos se le rebelaron y él ha anunciado su intención de renunciar. Correa fue elegido en 2007, reelegido en 2009, y tiene un gran margen de ventaja en las encuestas que está a punto de nuevamente ganar la reelección. Su éxito electoral es extraordinario porque él heredó la crisis financiera mundial cuando llegó al poder, y Ecuador tenía un historial reciente de gran inestabilidad política. “A pesar de la rebelión policial y las recientes protestas de estudiantes y grupos indígenas, las encuestas muestran que él mantiene una sólida ventaja, y es el líder más fuerte que Ecuador ha tenido en las últimas décadas. Él ha traído calma y estabilidad a un país que tuvo ocho presidentes en la década anterior a su elección, y luego, notablemente, fue reelecto en 2009.” Dedicación hacia los intereses de las personas con mayores necesidades en lugar de los ricos y poderosos Las políticas de austeridad de Monti atacaron a los italianos menos poderosos y menos ricos. Su énfasis estuvo en obtener el rescate de los mayores bancos italianos a manera de préstamos directos por parte del Banco Central Europeo (en lugar del salvataje indirecto a través de prestamos del BCE al gobierno italiano que luego haría los préstamos a los bancos). Esa fue la gran concesión que obtuvo de Ángela Merkel. Los resultados de sus políticas fueron profunda recesión, crecimiento acelerado del desempleo, aumento de la desigualdad y creciente emigración. Las políticas de Correa han conducido a un aumento del empleo para un gran número de ecuatorianos, reducción de la pobreza y mejoramiento de la seguridad social. La gente menos poderosa en términos políticos en Ecuador tienen ahora defensores políticos. Políticas valientes e innovadoras Los perfiles conducirían al lector a creer que Monti ejemplariza la flexibilidad y la innovación, y que Correa es un ideólogo. Pero en realidad es lo opuesto. A Monti se lo pinta como el líder de una exitosa insurrección contra las políticas de austeridad de Merkel, pero él careció de la valentía para adoptar estímulos fiscales y en realidad aplicó las políticas de austeridad autodestructivas que Merkel recetó insistentemente para Italia. Efectivamente, Monti diligentemente desinformó a los italianos de que “no había otra alternativa” que la austeridad.


El contraste entre la timidez de Monti y la valentía de Correa es muy marcada. Correa echó al Banco Mundial del Ecuador. Él echó a los Estados Unidos de su base militar en Ecuador. Él lideró el incumplimiento (default) de la deuda ecuatoriana y recompró exitosamente la deuda con un descuento considerable. Él negoció un préstamo significativo con China para obtener acceso al crédito. Él impuso impuestos a los bancos con el propósito de incrementar el financiamiento del gasto social que ayuda primordialmente a los pobres. Él hizo todo esto dentro de un ambiente en el cual arriesgaba su vida debido a los graves peligros de un golpe de estado, y la mayoría de observadores que opinaban que él estaba condenando al fracaso su oportunidad de ser reelecto. Las políticas audaces de Correa han producido un alto crecimiento del PIB real, ha reducido significativamente el desempleo, la pobreza, ha generado estabilidad política y ganado un fuerte apoyo político. Conclusión Correa es el economista que ha mostrado el paquete completo: la cabeza para aplicar las políticas económicas correctas, el corazón para actuar en nombre de la gente con más necesidades y menos poder, las agallas para arriesgar su vida por su país, y el alma para enfrentarse a los más poderosos intereses arraigados de su país para liberar a su nación de ese puño tóxico. Correa es excepcionalmente popular entre los ecuatorianos y ha ganado múltiples elecciones. Monti es el economista que se ha equivocado en los asuntos económicos más importantes de estos tiempos. Él ha trabajado en nombre de los mayores bancos y banksters del mundo, de los más opulentos, poderosos y destructivos intereses arraigados de Italia. Sus políticas han causado aumento del desempleo, una recesión gratuita, y alta emigración. Monti nunca fue elegido. Él fue puesto en el poder mediante la extorsión de los bancos más grandes del mundo y la intervención de Alemania. La gran mayoría de italianos se oponen a su gobierno y a sus políticas. Entonces, ¿por qué The New York Times sigue elogiando a Monti y menospreciando a Correa? El elogio biográfico por parte de The New York Times por el supuesto acto de valentía de Monti (de insistir que Alemania permita a la Troika rescatar a los bancos directamente), es una prueba más de nuestra regla familiar de que es imposible competir con la autoparodia involuntaria. Sin embargo, los lectores pueden compartir con mi creencia de que el ejemplo supremo de la autoparodia involuntaria comprendida en estos perfiles es la relacionada con la afirmación de que Monti, un banquero de élite, que usó su poder para facilitar el rescate con fondos públicos a los bancos, es un “tecnócrata” desinteresado, libre de “electores naturales que proteger” porque él no elegido sino nombrado a través de un golpe de factoorquestado por los bancos y banqueros de élite. The New York Times aceptó como evangelio la afirmación de que los banqueros de élite como Monti están libres de egoísmos y no protegen los intereses de los bancos de élite que les dan riqueza y prestigio, y los ponen en el poder. Ni el diario The Onion (publicación estadounidense de noticias satíricas) lo pudo haber escrito mejor.


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