Sábado, 3 de febrero de 2018 Nº 165 @aladar_cultura
Frankenstein cumple años
Karloff
Hace doscientos años Mary Shelley creó el arquetipo perfecto del monstruo y planteó un debate que sigue sin resolverse. Porque la ética científica debe poner límites, porque la arrogancia del ser humano no los alcanza
‘Dead Man Walking’ en el Teatro Real de Madrid
Entrevista al productor musical Santi Barguñó
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Literatura
Hace doscientos años vio la luz una de las obras más impactantes de la historia de la literatura. Con la publicación de ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’, una precoz Mary Shelley creó el arquetipo perfecto del monstruo, pero también nos impulsó a
El extraño universo de Mary Shelley Antonio Puente Mayor {Mary Wollstonecraft Godwin nació en 1797 en Londres, en el seno de una familia de intelectuales adelantados a su tiempo. De haberlo hecho en 2000, y siempre según los dictados actuales, probablemente estaríamos hablado de una friki. Y es que la palabra freak, que en inglés significa raro, es sinónimo asimismo de extravagante e incluso fanático, tres adjetivos que se adaptan como un guante al perfil de nuestra protagonista. Sin ir más lejos, su intensa biografía incluye episodios que hoy serían calificados de espeluznantes, pero que resultaban habituales en la época de los grandes cambios, esto es el siglo diecinueve. Muchos de ellos tienen que ver con su gran amor, el poeta y filósofo Percy Bysshe Shelley, quien a pesar de su innegable talento, para muchos es conocido únicamente por ser esposo de la británica –así de paradójico resulta a veces el mundo de la literatura–. Para empezar, Mary congenió con su futura pareja en el cementerio londinense de St. Pancras, casualmente en el mismo lugar donde aprendió a leer sobre la tumba de su madre. Tenía dieciséis años, y aunque pueda parecernos insólito, aquel recinto no le era nada ajeno, pues solía frecuentarlo con su padre y su hermana desde su más tierna infancia –la autora de Frankenstein perdió a su madre con apenas once días de vida–. Visitas que le permitieron impregnarse del espíritu gótico del siglo XIX y que luego explotaría con pericia en su obra. Hoy conocemos este pasaje romántico gracias a la propia Mary, quien acertó al ponerlo por escrito en su diario: «El cementerio, con la tumba sagrada, fue el primer sitio donde el amor brilló en tus ojos». Pero si hay algo que conmueve (y a la vez repugna) en su inefable trayectoria, eso es sin duda su apego «antinatural» a su querido Percy, una vez fallecido. Esta triste pérdida tuvo lugar en Italia, cuando el poeta aún no había cumplido los treinta años.
Rota de dolor, la creadora no dudó en conservar su corazón momificado –lo único que se libró de la pira funeraria– durante toda su vida, utilizando para ello un bolso de seda. Un signo inequívoco de su vinculación con la Parca que ya nunca le abandonaría y que le obligó incluso a enterrar a tres de sus cuatro hijos… El año sin verano 1816 fue un año bisiesto declarado «sin verano» a causa del enfriamiento global producido por el volcán Tambora, en la actual Indonesia. Asimismo, fue el año de la primera fotografía, de la invención del estetoscopio y del nacimiento de Charlotte Brontë, la autora de Jane Eyre. Siendo así, no debería extrañarnos que precisamente en esas fechas se gestasen dos de los grandes mitos del terror universal: la cria-
Mary congenió con su futura pareja en el cementerio de St. Pancras tura de Frankenstein y el vampiro que inspiraría Drácula. La historia de su alumbramiento ha dado pie a innumerables publicaciones, documentales e incluso películas; desde La mujer que escribió Frankenstein, el excéntrico e inquietante libro de la bonaerense Esther Cross, hasta Remando al viento –curioso acercamiento del cineasta español Gonzalo Suárez, con Hugh Grant y Liz Hurley como protagonistas–. De ahí que el nombre de Villa Diodati forme parte del listado de lugares legendarios por méritos propios. Propiedad del aristócrata George Gordon Byron, una de las mayores personalidades del movimiento romántico, sus muros fueron testigos de una velada que cambiaría el destino de sus participantes para siempre. El profesor sevillano Francisco Rodríguez Valls lo explica del siguiente modo:
Retrato de Mary Shelley.
«En aquellas fechas Mary y su marido Percy, acompañados de la hermanastra política de Mary, Claire Clairmont, se encontraban en Suiza y coincidieron en los alrededores del lago Ginebra con Lord Byron, siempre acompañado de su médico personal el doctor William Polidori. Los protagonistas narran en sus diferentes escritos personales cómo el tiempo fue excepcionalmente lluvioso y frío aquel verano y cómo pasaban juntos las veladas en animada conversación o entregados a la lectura privada o en común». Por los documentos sabemos que en esos encuentros, envueltos en sensualidad y misterio, se
trataron muchos de los temas científicos de la época –desde las teorías de Galvani sobre la reanimación con electricidad a los experimentos de Volta–, conversaciones en las que tendría un papel destacado el médico Polidori, y que asimismo leyeron una versión francesa del libro Fantasmagoriana (1812), donde escritores como Apel y Schulze recopilaban historias sobrenaturales extraídas de la tradición germana. Un ambiente idóneo donde alumbrar nuevas ideas que pronto halló su estímulo en la figura de Byron. Según parece, fue el autor de Don Juan quien propuso que cada uno de los cinco participantes redactase un relato de terror
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reflexionar sobre los peligros de la arrogancia científica. Lejos de la imagen deformada que el cine nos ha transmitido durante décadas, la ‘criatura’ decimonónica renace con más fuerza que nunca merced a la editorial Ariel Boris Karloff caracterizado como Frankenstein.
para leerlo en común. Invitación que, si bien no despertó el mismo entusiasmo entre todos, provocó que Mary Shelley se pusiese a buscar tema de inmediato. El fruto de aquel inusitado empeño fue un primer borrador de Frankenstein –Polidori hizo lo propio con El vampiro– que, a impulsos de su marido, alargó posteriormente hasta darle categoría de novela. Curiosamente, la obra saldría publicada dos años más tarde (1818), pero de manera anónima. La edición del Bicentenario Doscientos años después de su puesta de largo, la editorial Ariel lanza al mercado una edición única de la obra maestra de Mary
Doscientos años después Ariel lanza al mercado una edición única de la obra de Mary Shelley Shelley, meticulosamente revisada y corregida por Charles E. Robinson, una de las máximas autoridades en la materia. Con Frankenstein. Bicentenario 1818-2018. Edición anotada para científicos, creadores y curiosos en general, los lectores del siglo XXI podrán redescubrir una de las novelas más influyentes y estimulantes
para el pensamiento jamás escritas, mientras exploran los aspectos sociales y éticos de la creatividad científica planteados en sus páginas. Un volumen encuadernado en tapa dura con sobrecubierta de lujo, cuyo punto de arranque es un interesante prefacio de los editores británicos Guston, Finn y Robert, en el que, entre otras cuestiones, se exponen las dificultades a las que hubo de enfrentarse la británica para publicar su libro. Este continúa con el texto original de 1818 –no hemos de olvidar que, antes de ver la luz, este fue retocado por los editores y trece años más tarde se revisó de nuevo–, la introducción a esta última
Portada de Frankestein.
revisión y una útil cronología de la autora. Pero si algo sobresale en esta estupenda edición del Bicentenario es la colección de notas y ensayos que complementan el relato. En estos, un grupo de escritores de ciencia ficción, así como varios expertos universitarios, analizan asuntos tan jugosos como la responsabilidad de Víctor Frankenstein a la hora de alumbrar su «criatura», o el eco de su increíble historia en empresas absolutamente reales; caso del Proyecto Manhattan o la invención de la bomba atómica. Un compendio que se remata con unos apéndices e índices bibliográficos de primer orden, que harán las delicias de los aficionados al género. ~
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El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra pone en marcha un programa de actividades destinadas a conocer la historia panadera del municipio. Producidas por la empresa Engranajes Culturales, los interesados podrán
Harinera del Guadaíra. / Fotos: Antonio Puente Mayor
Antonio Puente Mayor {«...Nos detuvimos un momento junto a las ruinas de un viejo castillo moro, lugar predilecto de excursiones para los de Sevilla, donde vivimos horas deliciosas. Sus muros, de gran extensión, horadados de aspilleras, rodeaban una gran torre cuadrada o torreón, con las ruinas de algunas mazmorras. El Guadaira tuerce su curso en torno a la colina, al pie de estas ruinas, suspirando entre cañas, juncos y nenúfares (…)». Esta hermosa descripción del municipio sevillano de Alcalá de Guadaíra forma parte de Conjunto de cuentos y bosquejos sobre Moros y Españoles –más tarde Cuentos de la Alhambra– publicado en Filadelfia en 1832 por la editorial Lea & Carey. Su autor, Washington Irving, tuvo ocasión de redactarlo en el mismo palacio granadino, donde sabemos que residió temporalmente mientras ejercía de secretario del cónsul de Estados Unidos. Dicha obra, que inauguró un nuevo género literario, bien nos puede servir para rastrear el pasado de un pueblo cuya relación con la urbe es más estrecha de lo que cabría imaginar. Cuentan las crónicas que la con-
El pan nuestro de cada día quista de Alcalá fue resultado de una operación de tanteo contra Sevilla, organizada por el rey San Fernando, apenas concluido el asedio de Jaén y firmado el pacto de vasallaje del rey de Granada. Por desgracia, y como nos recuerda el historiador Manuel González Jiménez, «no se nos ha conservado el texto de la capitulación otorgada por Fernando III a los moros de Alcalá en 1246. Pero, de todas formas, es seguro que tal acuerdo existió, ya que a él se alude en el privilegio en virtud del cual Alfonso X concedió el señorío de la villa al cabildo de la Catedral hispalense». Lo que sí está claro es que en dichas capitulaciones debieron contemplarse aspectos fundamentales como el mantenimiento de la ley y la estructura tradicional de la
aljama –presidida por su «alcayad» o alcalde legítimo– así como el respeto a las costumbres y modos de vida almohades, entre las que se encontraban los baños, las alhóndigas y los molinos, que a la postre se convertirían en una de las señas de identidad de los alcalareños. La tradición molinera, que en realidad se remonta a la época romana, va ligada indivisiblemente al río Guadaíra, fuente principal de su energía hidráulica. Una vez reconquistada Sevilla y realizado el repartimiento de bienes, estos molinos ocuparon un lugar preferente, y algunos de ellos están perfectamente documentados; como el de Aben Haroga, entregado a don Pedro Pérez, canciller de doña Juana de Ponthieu, viuda de Fernando III; o el molino de Aben Ocba, que
perteneció a Hamet Aben Paxat, el alcalde de los moros que permanecieron en Alcalá tras la capitulación. De la ribera a la atahona La presencia de grandes extensiones de trigo aledañas a Alcalá hizo posible que toda esa materia prima necesitase un lugar donde poder ser transformada. De este modo, desde la Alta Edad Media comienza a configurarse una protoindustria molinera y panadera que, con el tiempo, derivará en el verdadero motor del progreso de la población. No fueron estos molinos ribereños los únicos que se dedicaron a triturar el grano. De hecho, en multitud de casas se daba el fenómeno de las «atahonas» o «molinos de sangre», en las que mediante la fuerza de un mulo se hacían girar las dos piedras para moler. Esto explica que durante el Siglo de Oro, Alcalá de Guadaíra fuese conocida como «Alcalá de los Panaderos», en referencia a la cantidad de panaderías que existían en la población, extendiendo la fama de su pan blanco a toda Andalucía, e incluso a los nuevos territorios americanos. La llegada del siglo XIX supuso un punto de inflexión para
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visitar un molino ribereño del siglo XV mientras viajan a la época dorada de las harineras. Una oportunidad ideal para descubrir el origen del bollo, el picado o la telera
Interior del Molino del Algarrobo.
Molino del Algarrobo, en Alcalá de Guadaíra.
Una de las guías de Engranajes Culturales explicando el funcionamiento de la harinera.
el municipio, pues al hilo de la modernización los molinos tradicionales comenzaron a resentirse. A nadie escapaba que las grandes industrias harineras trituraban más y mejor, hallando el perfecto complemento en la industrialización de la panadería —‘La Modelo’ fue una de las pioneras—. Sin embargo, aquella manera antigua de moler el trigo ha quedado grabada a fuego en el recuerdo de los alcalareños, y todavía hoy podemos hallar su impronta en el entorno de las riberas. Es el caso de los molinos de La Aceña, San Juan, Benarosa, Oromana, La Tapada y Realaje, que ya no conservan su actividad, pero aún permanecen en pie como referentes de la memoria colectiva de la localidad.
tancia, motivando la necesidad de construir una planta superior, con frecuencia una torre, donde mantener a salvo los útiles o el producto del trabajo. Este molino, del que no existen referencias documentales anteriores al siglo XV, –sabemos que perteneció al monasterio sevillano de San Jerónimo de Buenavista–, puede conocerse en su totalidad gracias al programa de actividades
Los que lo deseen podrán disfrutar de visitas teatralizadas y de un taller de pan
Viaje a los años treinta
Puesta en valor Dentro de la estructura molinera hay un lugar principal que lleva el nombre de «sala de piedras o de molienda», y cuya fábrica rectangular se presenta normalmente abovedada. En el caso de El Algarrobo, uno de los ejemplos más complejos de la ribera alcalareña, aún podemos observar la señal de las crecidas del río Guadaíra, las cuales dejaban totalmente inundada esta es-
turales, cuyos miembros poseen una amplia experiencia en el terreno de la interpretación del patrimonio –entre otros monumentos sevillanos hemos de destacar sus acercamientos al Hospital de la Caridad, la Casa de los Pinelo, el Palacio de las Dueñas o el Convento de San José del Carmen–. Dicha visita se articula en torno a dos espacios: el propio molino ribereño y el recuperado edificio de la harinera, uno de los mejores exponentes de la faceta panadera del municipio. Asimismo, las personas que lo deseen podrán disfrutar de visitas teatralizadas y de un taller de pan, para que grandes y pequeños aprendan este milenario oficio.
promovido por el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra desde el pasado mes de noviembre. De este modo, todos los interesados en descubrir el pasado de la localidad pueden preguntar en la Oficina de Turismo instalada en la Harinera del Guadaíra (Avenida del Tren de los Panaderos) y apuntarse a las visitas guiadas gratuitas. Estas han sido encomendadas a la empresa Engranajes Cul-
Alcalá de Guadaíra es recordada por los más longevos como «el pueblo que nunca dormía». Y es que la jornada de gran parte de sus habitantes era la jornada del pan, dando inicio cada noche con la preparación de las masas, continuando durante la madrugada con el horneo de las mismas, y amaneciendo en Sevilla con el reparto de la mercancía —desde bobas y teleras a picados y los célebres bollos—. Paralelamen-
Ruedas de molino en la Ribera del Guadaíra.
te, las harineras alcalareñas funcionaban durante todo el día con objeto de suministrar materia prima a las panaderías. Es el caso de La Máquina, fábrica creada durante la primera mitad del siglo XIX, que utilizaba máquinas de vapor para todas las funciones y que sirvió como referente para las que llegarían después —entre 1840 y 1934 Alcalá llegaría a poseer nueve de las catorce harineras de la provincia—. Una realidad que aún se puede constatar en la mencionada Harinera del Guadaíra (antaño conocida como «La Perla de Alcalá»), un recinto imprescindible cuyos más de 1.000 metros cuadrados nos permiten viajar a los años treinta para descubrir la labor fabril de la manufactura del trigo y su posterior transformación en harina. Este edificio emblemático, que ha vuelto a renacer tras su reciente rehabilitación, consta de tres plantas, y en ellas se disponen un centro de interpretación y un museo etnográfico que sorprenderá a propios y extraños. Si desea saber más sobre el programa de actividades (que se prolongarán hasta la primavera), le recomendamos visitar la siguiente página web: www.engranajesculturales.com. ~
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Arte
Cuando la era Reagan finalizaba, cuando el Hip Hop hacía que explotase la realidad en un millón de pedazos, aparecían los primeros graffitis enfrente de las vanguardias neoyorkinas. Una forma nueva de recordar a la sociedad que los
Hay gente que piensa que los graffitis son puro vandalismo sin cuestionarse si las publicidades de tamaños bestiales en el espacio público ejercen una violencia visual.
Street Art. Modulaciones urbanas Concha García {Hace unos días la televisión mostraba a un empleado del metro en Madrid intentando disuadir con un extintor a unos jóvenes que estaban pintando unos graffitis en el vagón. La escena era violenta, y si en un primer momento piensas que la acción suponía un peligro para los chicos a la vez que acto de vandalismo cívico, casi simultáneamente te preguntabas: ¿Por qué así? ¿Nos dan la noticia para que nos produzca un primer instante de rechazo? Caminar en grupo bajo la dirección de Gabriela Berti, autora de Pioneros del graffiti en España nos ayuda a comprender el fenómeno graffitero en las grandes ciudades. Comenzamos la ruta en la Fábrica Lehman, en el ensanche izquierdo barcelonés, un barrio de moda donde cada vez es más cara la vivienda. La Fábrica se había instalado en 1891. Era de una familia judía alemana, tenían la sede en Nuremberg. Trataban de abrir mercado poniendo su interés en la clase social más modesta. Las muñecas de porcelana que fabricaban necesitaban una elaboración que ocupaba a bastantes trabajadores y trabajadoras –la familia Lehmann fue aniquilada por los nazis alema-
nes y quienes quedaron en Barcelona huyeron por miedo al dictador Franco–. El recinto se conserva como hace años. Recuerdo haber pasado por el mismo hace poco; todavía encontrabas talleres sobrevivientes al desarrollo industrial. Ahora el espacio se ha gentrificado y ofrece alquileres para artistas y arquitectos. Las ciudades cambian y la modulación urbana está en constante movimiento. Gabriela Berti nos invita a caminar por las calles colindantes para
Cada vez hay más artistas de lo efímero. / Concha García
apreciar los abundantes graffitis. Caminar es muy saludable, sobre todo si no tienes prisa y cambias la mirada de los lugares acostumbrados. Recordé haber leído que Virginia Woof , paseando por Tavistock Square, encontró la inspiración para escribir Al Faro; Baudelaire paseaba por los pasajes parisinos. La ciudad está llena de códigos, de pistas, de trazos que apenas vislumbramos. Nos dirigimos de un lugar a otro sin pensar dónde estamos. Creemos que la
obra de arte debe estar encerrada en un espacio, que los cuadros deben estar pintados dentro de un marco, que los árboles alguien pensó en ponerlos y nos olvidamos de su necesaria presencia. Lo que pensamos genera nuestra realidad, pero no es la única. A través de las vanguardias rusas –el poeta Mayakovski fue el creador de eslóganes breves y directos en los espacios– supimos que el arte debía salir de lo museos. El arte era un bien concebido para la burguesía. Ahora es para las multitudes y se ha convertido en un fenómeno de masas. Pero continuando con lo que decía, comenzaron a surgir grandes murales con claras consignas políticas, los murales en Cuba o en la Ciudad de México fueron un capital ideológico de primera magnitud. Acostumbrados a los grandes carteles publicitarios no nos damos cuenta de la constante emisión de mensajes que nos invaden cada día. En las paredes de las ciudades encontramos murales no solo publicitarios, son consignas dirigidas a la clase política. Cada vez hay más artistas de lo efímero. Los graffitis dejan la señal de su autor o autora, hay que saberla reconocer, puede llegar otro y pintar encima mejo-
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Arte
jóvenes marginados forman parte de este mundo, una forma de llamar la atención y de reivindicar derechos. Unos años más tarde llegaba a España esa nueva forma de expresión que algunos confunden con puro vandalismo
Los graffitis dejan la señal de su autor o autora y hay que saberla reconocer. / Concha García
rando el anterior; existe un código que se respeta. Nacieron a contracorriente de las vanguardias neoyorquinas a finales de la era Reagan, en los años setenta en Estados Unidos junto al Hip Hop, en los barrios más pobres. Los jóvenes sin formación académica comenzaron a dejar sus señales con la voluntad de visualizar su descontento. Es una llamada de atención, una manera de decir: estamos aquí. A España llegaron más tarde, en
Los graffiti llegaron a España más tarde, en la década de los ochenta la década de los ochenta. Podemos verlos en muchos formatos. Hay firmas anónimas en las paredes que dejan como señal un círculo o
flechas en cualquier dirección, sin intencionalidad alguna, solo la de dejar la huella y jugando con la identidad puesto que suelen ser efímeras y se crean en los lugares más degradados y en soportes móviles como el tren, el metro, o cualquier camioneta. Los escritores graffiteros no actúan por una misma razón, utilizan sus firmas (tag) para identificarse, pueden también ser letras o muñecos. Como dice Gabriela, hay gente que piensa que los graffitis son vanda-
La ciudad está llena de códigos, de pistas, de trazos que apenas vislumbramos.
lismo sin cuestionarse si las publicidades de tamaños bestiales en el espacio público, o la publicidad de las mismas instituciones públicas, ejercen una violencia visual e imperativa sobre los ciudadanos. Los graffitis nos increpan, nos mueven para decirnos que en la ciudad existen, que no están dispuestas a mantener el orden impuesto bajo la idea de una ciudad higienista, un arma de doble filo. Varias iniciativas cuyo objetivo es la gentrificación del barrio hacen todo lo contrario –ha sucedido en el Raval, en Poble Nou, o en Lavapiés y Malasaña en Madrid–. La denuncia contra el capitalismo y las desigualdades sociales que reflejan los graffitis, es un arma política para los excluidos, pero también es utilizada por los especuladores. El propio ayuntamiento en alianza con empresas interesadas llaman a graffiteros que convertirán las paredes en piezas que deben ser remodeladas y romantizadas, además decoran puertas, persianas comerciales, escaparates. El barrio se va llenando de peluquerías hipster, tiendas de alimentos ecológicos, negocios vintage, a la vez que los vecinos de toda la vida tienen que irse a barrios más lejanos, si es que pueden, para dejar sus casas a los siguientes inquilinos de amplio poder adquisitivo. Después llegará la inversión pública y donde había un descampado con jeringuillas veremos un huerto ecológico. ~
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Arte
Mientras la comunidad internacional mira hacia Cuba, esta se contempla a sí misma. La cultura se revuelve, intentando marcar un camino incierto -pero firme- en el sueño de una sociedad alternativa que le dé al mundo una nueva lección: la tercera
Amaury Pacheco ante el Museo de la Disidencia en Cuba.
En tiempo de descuento Augusto F. Prieto Poesía sin fin La última quincena de diciembre retornó, en distintos espacios privados de La Habana, el Festival Poesía sin fin, organizado por Amaury Pacheco, con la colaboración del colectivo Omni Zona Franca. Se trata de una iniciativa que tuvo continuidad durante 17 años y que se rescata ahora con un afán reivindicativo, que ha abusado de las redes sociales para ponerse en funcionamiento, utilizando varias sedes donde reunir a los interesados en los nuevos lenguajes. Amaury ha pretendido con esta reedición llegar a los más jóvenes, porque los activistas culturales cubanos saben perfectamente que el desencanto está haciendo mella entre las nuevas generaciones, conduciéndolas hacia la banalidad, la irreflexión, y los instintos primarios. Dentro de un concepto muy abierto, y por lo tanto extrovertido y cercano, cualquier cosa realizada con intención poética pasa a formar parte de un festival convertido en cabaret poético, donde caben la lectura de textos narrativos, periodísticos, o puramente líricos, la performance, la danza, el teatro y la música. Porque la verdadera «poesía sin fin» está en el espíritu de fraternidad, en la realización de una cosa común que convierte cada evento en una celebración. Con medios precarios, pero con el mis-
mo esfuerzo, entrega, y profesionalidad con las que se organiza en Europa un acto de la máxima importancia, los promotores han culminado –o no- diversas iniciativas. El mérito del proyecto trasciende cuanto podemos suponer desde nuestras confortables sociedades. La que se hizo en la casa-galería «El círculo», terminó con la intervención de la Seguridad del Estado y varios asistentes detenidos, antes de estrenar el working progress «Psicosis», de Sarah Kane, dirigido por Adonis Milán.
Los creadores utilizan la ironía como subversión y se ve en los títulos En la sede del Museo de la Disidencia, en San Isidro, se hizo una función que renueva el edificio en recuperación, infundiendo sabia nueva a una de las zonas emblemáticas de la ciudad vieja, aun hoy abandonada y deprimida. Banderas Aparecen iniciativas expositivas que en nada se diferencian por su calidad de las galerías occidentales. Con el final del año, Tania Hernández León presentaba en su espacio de arte en Espada y San Lázaro una
selección de los artistas que han desfilado por la galería durante 2017. Tania promueve tanto a talentos que no tienen acceso a los canales oficiales de exhibición, como a otros que han desarrollado sus carreras fuera de la ortodoxia académica. Lo hace con la voluntad de modificar la visión sobre el coleccionismo que aún tiene esa incipiente clase social que comienza a disponer de recursos para comprar arte, también para ofrecer a los extranjeros una selección, pero sobre todo con la idea de crear un punto de encuentro donde se sigan con rigor y mirada crítica la trayectoria del Arte en Cuba. DNasco se consolida después de un año y medio de recorrido como uno de los centros más destacados del panorama habanero. Los creadores utilizan la ironía como subversión y muchas veces son los propios títulos los que cargan de significado las obras. Así sucede con El órgano oficial, de Javier Bobadilla, que es la sombra de una enorme erección, a la que acompañan dos desnudos, Nuevo lineamiento, y El miembro del partido. Dani del Pino ha rastreado la memoria prerrevolucionaria en edificios públicos y privados, lugares que cambiaron de uso, letreros que se cubrieron o se repintaron, emblemas del capitalismo que ahora, curiosamente, vuelven a salir a la luz a causa de la falta de mantenimiento, de los fenómenos atmosféricos, de la desidia. Es por lo tanto
Imagen de La Habana.
DNasco se consolida como uno de los centros más destacados del panorama habanero la memoria recuperada, pero también la amenaza latente que nunca ha dejado de estar ahí. «Érase una vez» tiene la voluntad de convertirse en un libro. También el debate de género está vivo, lo provoca Gabriela Reina copiando obras de reconocidos artistas varones sobre materiales asociados a la intimidad femenina, como las toallitas húmedas, «Cosas de hembra». Durante los nueve días que duró el duelo por la muerte de Fidel Castro, José Ernesto Alonso Fernández, recorrió La Habana documentando
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vía. Se traman redes sociales de intereses convergentes, que usan la comunicación digital, cuando se puede, para encontrarse y materializar encuentros. Otros sectores se profesionalizan y avanzan, con tremendo esfuerzo, hacia la excelencia
José Ernesto Alonso y Luis Manuel Otero en Dnasco.
qué países habían puesto las banderas a media asta, y cuales otros por el contrario- las mantenían izadas. La serie fotográfica titulada Cuba, 26 de noviembre – 5 de diciembre de 2016 es por lo tanto el resultado de una investigación, de un trabajo de campo. Su contemplación produce una tormenta de ideas en torno a los símbolos y su manipulación, a los procesos de toma de decisiones que encadenan a los gobiernos con sus agentes diplomáticos, y a estos con los territorios en los que se acreditan. Nos preguntamos quien tomó la iniciativa y que consultas se hicieron. Que incertidumbres -o tácticas- esconden esos colores al viento. Es cierto que la mayor parte de los países señalaron el luto, suponemos que como muestra de respeto ¿al pueblo cubano?, sabemos que otros no lo podían hacer, como los Estados Unidos, renovados en su enfrentamiento por el nuevo presi-
El pabellón nacional ondea a media asta en nuestra embajada en La Habana tras la muerte de Fidel Castro.
dente. Pero la Grecia de Alexis Tsipras también hizo oídos sordos y mantuvo el pabellón en alto, aunque más revelador es el cinismo de otras naciones como Noruega –muy activa sin embargo en la promoción de su cultura liberal, y en el patrocinio de los medios artísticos- que directamente la quitaron, para no tener que dar explicaciones, como hizo Haití. José Ernesto, que es graduado en ingeniería electrónica, y profesor en la universidad, compagina su actividad profesional con la reflexión artística, formándose continuamente, y colaborando en esa lucha por una nueva identidad social que pretenden los jóvenes creadores cubanos. Observen la bandera de España, a media asta, en nuestra legación diplomática, ubicada en el lugar más visible de la ciudad, de luto por la muerte de Fidel Castro ¿Opinan? ~
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Mitología
Al leer este artículo sería interesante escuchar la canción de Lady Gaga ‘Bad Romance’. Efectivamente, nos encontramos ante un romance (si es que puede llamarse así) malo, pésimo. La mitología griega está plagada de ellos y es que los héroes funcionaban bien
‘Jasón y Medea en el Templo de Jupiter’; obra de Jean-François de Troy. / Museo Nacional ThyssenBornemisza
Anabel Rodríguez {Jasón era hijo del Esón, rey de Yolco que había sido asesinado por su hermanastro, Pelías, ansioso por hacerse con el poder. Su madre, que estaba embarazada, desconfió del nuevo rey (con buen criterio) y decidió hacer lo posible para que su hijo sobreviviese. Para hacerlo acudió a un método muy efectivo: fingió que su hijo había nacido muerto. Enterró una piedra en su lugar, lo lloró y organizó un sepelio en su honor, mientras lo enviaba con Quirón, el centauro, que se había convertido en uno de los grandes preceptores de la antigüedad. Entre sus alumnos: Peleo (padre de Aquiles), Telamón (padre de Ayax), Castor y Pólux, Orfeo, Laertes (padre de Odiseo)… Fue allí donde Jasón comenzó a formarse, si bien sus cualidades no eran muy positivas: mentiroso, cobardica, chulo, fanfarrón, bocazas… Tenía un encanto personal y una amabilidad que provocaba que su profesor y sus compañeros
Jasón y Medea. Bad Romance le perdonasen cualquier cosa. Una vez que pasaron los años de escuela, lo enviaron a conocer mundo y Jasón tuvo la genial idea de ir al reino de Yolco, para reivindicar el trono. Ahí es nada. Pelías había sido advertido por un oráculo de que un hombre joven sin una sandalia le arrebataría el poder y la vida. Los oráculos deben ser un runrún constante en la cabeza, una de esas cosas a las que no le das mucha importancia, pero ahí están, flotando en tu mente, hasta que te das con ellos de narices. Jasón iba de camino a su hogar cuando encontró a una anciana que no podía cruzar un riachuelo y le pidió que la ayudase. Y él, que era un tipo muy ama-
ble, cogió a la mujer sobre sus hombros y la llevó al otro lado, perdiendo una sandalia en el camino. Y es que la anciana (como suele pasar en este tipo de relatos) no era una mujer cualquiera, sino Hera, la esposa de Zeus, que pretendía, por un lado poner a prueba el carácter de Jasón y, por otro, vengarse de Pelías. Y, así, Jasón llegó medio descalzo y fue reconocido por el asesino de su padre que, en lugar de hacer lo mismo con él, decidió imponerle una misión imposible de cumplir. Le dijo que le cedería el trono si le traía el Vellocino de Oro. El objeto en cuestión se encontraba en el Jardín de las Hespérides, en la Cólquide, o lo que
viene a ser lo mismo: donde Zeus perdió la chancla (¿también Zeus?... Pues venía como anillo al dedo para decir que tenía que irse muy, muy lejos). Jasón aceptó el reto fue en busca de sus amigos para embarcarlos en semejante aventura. Los jóvenes aprendices de héroes aceptaron encantados. ¿Por qué se hicieron llamar los argonautas? Porque el constructor del barco que había de llevarles hasta la Cólquide, se llamaba Argos. No es que fuese un gran armador de barcos y hasta que Atenea no le ayudó, colocando en el nervio central de la nave una encina sagrada proveniente del mismo Zeus, no logró echarla al agua sin riesgo. Tras innumerables aventuras llegaron a la Cólquide, reino gobernado por Eetes, que no estaba dispuesto a dejarles llevarse ni el Vellocino de Oro, ni absolutamente nada. Preferiría verlos muertos, y aunque lo más efectivo habría sido matar a los argo-
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Mitología
como héroes, pero como maridos, esposos y amantes, dejaban mucho que desear. Una de las historias más terribles es la de Jasón y Medea (aunque Teseo y Ariadna no se quedaban atrás y Heracles y sus esposas… Mejor dejarlo)
nautas allí mismo, decidió ponerles una prueba (los reyes estaban muy aburridos entonces). Les entregaría el Vellocino si lograban uncir dos toros sagrados que exhalaban fuego por la boca. Con ellos debía arar un campo y sembrar dientes de dragón de los que surgirían feroces guerreros con los que tendría que luchar o morir. Los argonautas, con Jasón a la cabeza, se vinieron abajo. Afortunadamente, estaban siendo protegidos por Hera y Atenea que decidieron enredar a Afrodita, capaz de hundir en el amor más fangoso a cualquiera que se le pusiera por delante. Y eso fue lo que sucedió. Eetes tenía una hija llamada Medea, que era conocida por sus poderes mágicos, aunque no le sirvieron de nada cuando una flecha de Eros (enviado por Afrodita) le atravesó el corazón. Así, quedó ligada con un amor ciego e incondicional a Jasón y decidió abandonar padre, hermanos y reino, para ayudar y proteger a su
amado. Sólo le pidió una cosa: que le jurase amor eterno. Por supuesto que él lo hizo y habría jurado lo que hiciera falta para lograr su ayuda. Medea le proporcionó el material que le permitiría ungir a los toros y una piedra (posiblemente un imán) que atraería a los guerreros que surgieran de los dientes del dragón y haría que luchasen entre sí. Jasón culminó
Lo de Jasón y Medea fue una historia posesiva, iracunda y terrible con éxito su misión para desesperación de Eates que se negó a entregar el vellocino. Medea entró en juego otra vez, llevó a Jasón al Jardín de las Hespérides y mientras dormía al dragón (o serpiente) que custodiaba el Vellocino, él
lo robo y huyeron juntos en el «Argos». Eetes no podía consentirlo, se había quedado sin tesoro y sin hija (que también era un tesoro), decidido a atraparlos y recuperar lo suyo, emprendió una persecución. Embarcó a uno de sus hijos, que tomó la delantera. Viendo que los iban a atrapar, Medea ordenó que se detuvieran para parlamentar con su hermano, que confiado y creyendo que había sido secuestrada, accedió a hablar. El pobre fue atacado a traición por Jasón y Medea que lo hicieron pedacitos y tiraron sus trozos por la borda, esperando que su padre se detuviera a recoger los pedazos para enterrarlos. La persecución continuó, llegaron a la isla de Córcirá donde, para no ser atrapados mintieron. Dijeron que el rey no consentía su amor (ni una mención al vellocino ni al asesinato). Los gobernantes compadecidos de los jóvenes amantes, les dijeron que si la chica era virgen nada podían hacer y
Jason und Medea. / Christian Daniel Rauch
debían devolvérsela a su padre, así que lo mejor era yacer juntos y como matrimonio solicitar su protección. Dicho y hecho, pero las mentiras tienen las patas cortas y cuando los gobernantes fueron informados de lo que había sucedido los expulsaron. Por fin llegaron a Yolco y como Pelías no quería dejar el trono voluntariamente, Medea (que sentía un amor irracional por Jasón) engañó a las hijas del rey, las convenció de que con un sortilegio podía hacerlo joven de nuevo. El sortilegio consistía en despedazarlo y echarlo en un caldero del que saldría como nuevo. No intentéis hacerlo en casa, no funciona. Jasón pudo hacerse con el trono que ansiaba y aunque debería decir que fueron felices y tal, no fue así. Al héroe le entró la mala conciencia (a buenas horas) y no soportaba ver a su entregada esposa, con la que había tenido varios hijos. Decidieron iniciar un viaje, por si la relación mejoraba y recalaron en Corinto, donde Jasón se enamoró de la hija del rey y dijo a Medea que la abandonaba por aquella chica joven, que no mataba a gente y era un poco ingenua y tontona. Le pidió que lo liberase de su promesa y ella pareció asentir. La rabia y la ira la consumían. Sin embargo, puso su mejor cara y a través de sus hijos envió un hermoso vestido a la novia para su boda. El vestido estaba impregnado de sangre de centauro, que era tan tóxica que provocaba que quien se untase con ella saliera ardiendo y así sucedió: la novia y su padre (que fue a socorrerla) ardieron hasta la muerte. Aunque Eurípides (en el siglo V antes de Cristo) modificó la historia atribuyendo a Medea el asesinato de sus hijos, otras tradiciones dicen que los dejó en Corinto donde fueron asesinados por la plebe: pobres niños. Ella escapó volando y llegó hasta Atenas donde inició una nueva vida con otro esposo, pero no sabemos si llegó a liberarse del todo del encantamiento de Afrodita. Jasón deprimido, pasó el resto de sus días cerca del «Argos» o de lo que quedaba de él, recordando tiempos mejores. Finalmente el nervio central de la nave, aquella encina sagrada colocada por Atenea, cayó sobre su cabeza y lo mató. Mortales, huid de las grandes pasiones, de la ceguera, educaos en la mesura y nunca hagáis promesas que no podáis cumplir, porque sinceramente qué tiene que ver el amor con todo esto. Lo de Jasón y Medea fue una historia posesiva, iracunda y terrible. Bad Romance. ~
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Suplemento cultural
El Correo de Andalucía Sábado, 3 de febrero de 2018
Atelier de músicas
En cuatro años el ciclo ‘Sampler Sèries’ ha creado un público nuevo para la música de hoy en Barcelona. Además, está detrás del sello Neu Records, pura artesanía al servicio de la creación
Audición
CONTEMPORÁNEA
Cage & Wolff / Concert & Resistance / Huddersfield Contemporary Records
La sombra de Cage es (más que) alargada
PRODUCTOR MUSICAL Y PROGRAMADOR DE ‘SAMPLER SÈRIES’
SANTI BARGUÑÓ
«Las músicas de los siglos XX y XXI merecen espacios distintos» Ismael G. Cabral {Las estructuras que mantienen viva la difusión de la música de creación son mucho más modestas y sensibles que las que hacen girar cualquier otro entramado cultural. Santi Barguñó es el responsable de la programación del ciclo temático Sampler Sèries, del Auditori de Barcelona y director del sello Neu Records. –¿Hasta qué punto se puede hablar de un renacer de la música contemporánea en Barcelona? –La aparición de Sampler ha sido un revulsivo; es el primer ciclo anual estable de la ciudad que aglutina la nueva creación sonora en todas sus formas. En tan solo cuatro años hemos consolidado un público joven, ya que no hemos buscado en el público de la clásica, generalmente envejecido y reacio a la nueva creación. Nuestros seguidores tienen inquietudes que son muy diversas, resultan ser verdaderos omnívoros culturales. –¿Cómo plantea el equilibrio entre la música de hoy y los clásicos de la segunda mitad del siglo XX? Es un difícil equilibrio. El siglo XX es uno de los periodos más fértiles de la creación musical. Olvidamos además que compositores como Feldman o Xenakis surgen cada muchos años y tendemos a actuar como si cualquier composición actual pudiera aspirar a
acercarse a ese nivel. Sin embargo, aunque comparto totalmente el problema de la desatención al gran repertorio del siglo XX, no estoy seguro de que su espacio natural sea el de la música contemporánea, porque estamos hablando de repertorio clásico. –Por su conocimiento de la realidad compositiva en Cataluña, ¿existe una escuela con identidad propia? –No creo que exista una escuela de
No existe una escuela de composición catalana, sí que vemos algunos rasgos comunes En Sampler prescindimos del público de la clásica,reacio a la novedad y envejecido composición catalana, sí que existen algunos rasgos comunes, musicalmente hablando. Ni siquiera los alumnos de Agustí Charles han desarrollado su trabajo partiendo de premisas compartidas. El propio departamento de l’Esmuc es tremendamente heterogéneo. Paradójicamente sí creo que podríamos hablar de tendencias compositivias en el entorno
El productor musical, responsable de Neu Records y programador de Sampler Sèries, Santi Barguñó.
global actual, y los jóvenes compositores catalanes no son ajenos a ellas. –¿Por qué decidió embarcarse en la creación de un sello discográfico como Neu Records? –Entiendo la producción musical como un proceso integral en el que todos los aspectos de cada proyecto se vinculan a un contenido artístico determinado y a una idea sonora definida. La acústica de los espacios que utilizamos para grabar, la dirección artística exhaustiva durante todo el proceso y el montaje y la mezcla nos sitúan en un esquema de trabajo fuera del mercado, pero también nos permite llegar a resultados distintos a nivel sonoro y musical. Todo ello centrándonos en la nueva creación y aplicando criterios técnicos de grabación 3D. Solo podemos producir 10 álbums en siete años, pero el objetivo de Neu es puramente artístico. –¿Cúales son los próximos proyectos que ocuparán al sello? –Plantearemos un disco monográfico del compositor valenciano Manuel Rodríguez Valenzuela (que grabamos con el ensemble mosaik). Además también tenemos en el horizonte, aunque no puedo predecir ninguna fecha de publicación, trabajos centrados en la obra de Josep María Guix, Luis Codera Puzo y Raquel García-Tomás, entre otros. ~
I. G. Cabral {Documenta este álbum la interpretación del conjunto inglés Apartment House del Concert for piano and orchestra de John Cage, una de las obras emblemáticas de la música aleatoria que conoce aquí una lectura que comparte un afán mucho más exploratorio que musical, acentuando este universo de silencios y sonidos crispados. En su extensa Resistance, Christian Wolff continúa bajo el abrigo del maestro norteamericano con una creación que no logra despegar el vuelo. ~
CONTEMPORÁNEA
Parsons / Patterns of Connection / Huddersfield Contemporary Records
Miniaturas que enfatizan las fronteras I. G. C. {Sólo la conexión de Michael Parsons (1938) con el grupo Apartment House parece justificar el despliegue de este doble álbum consagrado a un extensísimo ramillete de piezas breves con estéticas tan contrastantes. La escucha no hace otra cosa que enfatizar las fronteras que dividen unas composiciones de otras. Espacios tonales y atonales, reminiscencias modales, escarceos minimalistas... Parsons parece estar probando continuamente y solo nos queda disfrutar con las ejemplares y entregadas ejecuciones. ~
El Correo de Andalucía Sábado, 3 de febrero de 2018
Suplemento cultural
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Ópera En Madrid hace frío. Aunque el invierno no está siendo especialmente duro, no sobran los abrigos ni las bufandas. Llegamos al Teatro Real arropados con los últimos rayos de sol. No se ocupan todas las butacas. Una pena. ‘Dead Man Walking’ del compositor Jake Heggie viene avalada por excelentes críticas desde que se estrenó el 7 de octubre de 2000
La muerte es el silencio Gabriel Ramírez Lozano {La ópera actual, en general, adolece de algo tan básico en cualquier manifestación artística como es el intento de discusión sobre la realidad, el debate sobre los asuntos que enturbian o iluminan el día a día de las personas. Se intenta poco y cuando se hace, o bien es un movimiento fallido, o bien ese intento de remover sensaciones y sentimientos para poder cuestionarse la realidad se limita a la propia ópera. Por ello, la obra que se representa en el Teatro Real de Madrid hasta el próximo 9 de febrero aporta un enorme interés al cargar las tintas en el debate sobre la pena de muerte que lleva sobre la mesa tantos años y en tantos lugares del mundo. La teatralidad en Dead Man Walking, la dramaturgia de la producción, se impone a todo lo demás. Desde el primer minuto. Y la propuesta termina siendo brutal, estremecedora y casi dolorosa. Porque lo que Heggie y el libretista Terrence McNally nos dejan sobre la mesa es un billete que nos llevará desde una escena que muestra un crimen brutal a otra escena que nos deja atónitos al enseñar otra muerte brutal. Nos quieren llevar de la muerte a la muerte, pero mirando desde distintas perspectivas. Y esto, si quieren, se puede traducir como un viaje desde el yo al yo que mira desde un sitio u otro obligado a ir dibujando la realidad por terrible que sea; ese viaje que siempre provoca estupor y tanto trabajo nos cuesta hacer. Esta ópera está basada en el libro de la religiosa Helen Prejean que ya adaptó Tim Robbins en 1995 para poder rodar una excelente película que en España se tituló Pena de Muerte. La producción es estupenda. Muy arrimada al musical norteamericano; en realidad, todo es muy norteamericano, muy yankee. La puesta en escena es inteligente y resuelve más que bien todas las dificultades que plantea un libreto muy previsible aunque ciertamente potente desde el punto de vista más narrativo. Tal vez, algunos tramos se podrían haber resuelto con una elipsis y no de forma tan explícita. Pero, en cualquier caso, todo funciona de maravilla. La representación de la pesadilla de la religiosa o esa cárcel en la que todos estamos encerrados cuando la pena de muerte va a reinar durante un tiempo, son dos momentos en los que el espectador puede disfrutar con una propuesta atrevida y respetuosa con el espectador. Todo es una invitación y lo tendencioso no aparece. En este sentido, la escena en la que los familiares de las víctimas y del propio asesino espe-
Joyce DiDonato y Measha Brueggergosman junto a los Pequeños Cantores de la ORCAM. / Javier del Real
Michael Mayes logra una interpretación notable. / Javier del Real
ran a conocer si el reo será ejecutado o no, es muy representativa. Y los últimos segundos de la representación… ay, esos silencios convertidos en lastres casi inaguantables; ay, esos silencios que son la propia muerte. Musicalmente la obra no es nada del otro mundo aunque todo funciona bien. No hay nada que sobresalga, ni nada que incomode o emocione de forma repentina y contundente. La partitura está bien y cuando se
incorpora el góspel, los ritmos de soul más sureños y un blues que aporta una robustez muy acusada en el dibujo de los personajes, es cuando mejor suena todo. Jake Heggie no disimula su acercamiento a la música cinematográfica y no duda en servirse de elementos del cine para intentar aportar solidez a la obra. Mark Wigglesworth, el director musical, pasa desapercibido. Tal vez su trabajo es algo mecánico. En general, los cantantes están
bien. Michael Mayes (interpreta el papel de Joseph De Rocher o, lo que es lo mismo, es el malo de todo este lío) se entrega absolutamente y no está nada mal. Es el que mejor interpreta ese blues que el compositor propone como forma de expresión que siempre está por debajo de lo que escuchamos. Maria Zifchak es la que mejor canta y la que desarrolla con más solvencia el arco dramático de su personaje. Muy, muy, bien. Lograr que veamos tan bien a una mujer limitada en todos los sentidos, provinciana, incapaz de hacer nada bien…, no es nada fácil. El Coro Titular del Teatro Real, bien. Tampoco la partitura invita a grandes logros por parte del coro. Y los Pequeños Cantores de la ORCAM, también y como siempre, estupendos. Joyce DiDonato no está a la altura de lo que podría esperar un aficionado a la ópera. No es una mala cantante y es capaz de interpretar su papel sin problema alguno puesto que lo tiene totalmente interiorizado. Pero no resuelve bien los problemas que plantea esta partitura. Los agudos más altos son un verdadero descontrol en lo que a afinación se refiere y la evolución del registro a lo largo de la representación crea verdaderos problemas a la cantante. En cualquier caso, merece la pena acercarse a Madrid para disfrutar de una ópera importante y, sobre todo, necesaria. El arte es para lo único que sirve. El que crea que sirve para otra cosa está muy equivocado. Es verdad que se rodea de muchos accesorios, pero lo fundamental es la explicación de la realidad. ~
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Suplemento cultural
El Correo de Andalucía Sábado, 3 de febrero de 2018
Libros
Javier Sánchez Márquez y Rodrigo Varona publican ‘Fuera de carta’ (Círculo de Tiza), un libro lleno de anécdotas que mezcla con buen humor gastronomía y amor por los libros y el cine Recomendaciones
INFANTIL
Soledad Romero Mariño/ David Navas / Metallica / Reservoir Books
Thrash metal desde la más tierna infancia
JAVIER SÁNCHEZ MÁRQUEZ
«Las buenas historias siempre tienen momentos gastronómicos» Alejandro Luque {Javier Sánchez Márquez es un periodista y escritor sevillano, de 1978 para más señas, que ha escrito varios libros relacionados con la música (Rat Pack, Elvis, Bruce Springsteen, Neil Young...) y novelas como Letal como un solo de Charlie Parker, Afilado como un blues a medianoche y La balada de Sam. Solo le quedaba escribir un libro sobre gastronomía, y lo ha hecho a cuatro manos junto a su colega Rodrigo Varona. Su título es Fuera de carta y ha visto la luz en Círculo de Tiza. «Nos llegó la onda de que la editorial quería un libro de gastronomía fuera de lo común», recuerda el autor. «A mi compañero Rodrigo y a mí nos gusta tanto la gastronomía como el periodismo y la literatura, así que pensamos en fundir esas pasiones y hacer un libro de historias alrededor de la gastronomía: crónicas, anécdotas, personajes, relatos... Volcamos en estas páginas las historias que siempre quisimos escribir», agrega. Lo que no imaginaban entonces es todo el juego que podían dar esos paridajes. «Nos dimos cuenta de que el primer gran melodrama de la historia del hombre se desencadenó alrededor de la comida: cuando aquella pareja vivía plácida y aburridamente en un jardín paradisiaco y se le socurrió comerse una manzana. Al margen de
eso, pensemos en las grandes conversaciones o momentos relevantes de nuestra vida: seguro que muchos tuvieron lugar alrededor de un plato o unas copas. Las buenas historias siempre acaban teniendo momentos gastronómicos». «Sin duda», prosigue Sánchez Márquez, «el capítulo de los grandes banquetes nos dejó muy sorprendidos, todo lo que íbamos descubriendo
Los escritores Javier Sánchez Márquez (derecha) y Rodrigo Varona, a la mesa. / Diego Martínez
«Con sus más de 50 años de historia, 007 tal vez sea el personaje de ficción más gourmet que existe» «Ojalá el libro funcione y podamos meter pronto en el horno una continuación» mientras nos documentábamos sobre aquellos homenajes legendarios que se pegaban... También el estudio sobre el universo gastronómico de 007, donde ofrecemos algunas cifras que hemos reunido realmente curiosas sobre sus hábitos y preferencias a la hora de sentarse a una mesa. Con la perspectiva de sus más de 50 años de historia, probablemente sea el personaje
de ficción más gourmet que existe». También hubo experimentos apasionantes. «Decidimos sentar a dos cocineros de generaciones y estilos tan dispares como doña Julia (Asturianos, 75 años) y David Muñoz (DiverXO, 37), a ver qué surgía. Y lejos de lo que pudiéramos esperar, las diferéncias de sus estilos no salieron en ningún momento a relucir, porque toda la atención estuvo centrada en lo mucho que se parecían en su forma de entender el oficio, en el sacrificio que supone y las satisfacciones que ofrece, en el esfuerzo para que el comensal tenga una experiencia impecable y en el deseo por mejorar continuamente», evoca el sevillano. Lógicamente, «se han quedado historias fuera por una sencilla cuestión de espacio, nada especialmente doloroso, porque pudimos salvar las que más nos interesaban. Ojalá el libro guste, funcione, y podamos meter pronto en el horno una continuación». Material, desde luego, no les ha de faltar. «Este libro lo hemos compuesto con temas que conocíamos o nos sonaban y sobre los que hemos investigado, pero imagina la cantidad que hay de los que no hemos oído ni hablar. Será cuestión de seguir leyendo y aprendiendo para descubrirlos y poder profundizar sobre ellos», apostillan los autores. ~
A. Luque {La sección infantil de Reservoir Books se ha lanzado a publicar una colección de libros ilustrados para acercar las grandes figuras del rock a los más pequeños. El primero que ha caído en nuestras manos está dedicado nada menos que a Metallica, probablemente la banda más popular de thrash metal de todos los tiempos, y una de las más acreditadas en el amplio espectro del heavy. Dada la brevedad del volumen, hay que reconocer que no hay espacio para contar demasiadas cosas. El principio de todo, la llegada a Estados Unidos de Lars Ulrich desde su Dinamarca natal como promesa dorada del tenis, mucho antes de que se revelara como el músico que habría de revolucionar la batería rockera contemporánea con su endiabalada velocidad y sus imaginativos patrones de doble bombo. La fundación del grupo en pleno auge del rock duro, su traslado de Los Angeles –donde reinaba de forma hegemónica el glam y el hair metal– a San Francisco, donde la escena del área de la bahía era mucho más ruda; las desavenencias con Dave Mustaine, la consiguiente salida del guitarrista (que acabaría fundando, felizmente para todos, Megadeth) y el ingreso en la formación de Kirk Hammett, las primeras maquetas y el apoyo del promotor Johnny Zazula y su esposa... Sea como fuere, el resultado final sabe a poco: demasiado telegráfico todo, demasiado prematuro el final. Sí, suponemos que se trata de contar solo el germen de la banda, pero nada impide sentir que el proyecto se ha quedado corto en cuanto a texto. No así las ilustraciones, que son espléndidas, y muy originales. Los fans adultos de la banda, por supuesto, también pueden autorregalárselo. ~