Sábado, 7 de abril de 2018 Nº 172 @aladar_cultura
El padre José Enrique Ayarra falleció el pasado 18 de marzo. Tenía 80 años. Conectaba con Dios a través del órgano de la Catedral de Sevilla. Y era capaz de llorar las ausencias haciendo música. Una pérdida irreparable
El mantel de la última cena, ¿reclamo turístico?
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Turismo matemático
Lágrimas al son de la música