Sábado, 14 de abril de 2018 Nº 173 @aladar_cultura
El 14 de abril es una fecha muy importante para los republicanos españoles. Y una excelente ocasión para recordar a Antonio Machado
El 14 de abril y Collioure Lecturas recomendadas y libros ilustrados
A la vejez, viruelas en la crónica de ‘Héroes’
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El Correo de Andalucía Sábado, 14 de abril de 2018
Literatura y viajes Hoy es 14 de abril y esta es una fecha señalada para todos los que se sienten republicanos en España. Antonio Machado fue republicano. Murió en Collioure, una localidad francesa, en la que estuvieron detenidos cientos de personas que habían huido de la represión franquista. Allí se encuentra la tumba del poeta convertida en lugar de peregrinación
La tumba de Antonio Machado siempre está llena de flores frescas, poemas y banderas republicanas. / Concha García
Antonio Machado y su tumba en Collioure Concha García {Hoy está nublado –es viernes santo– y hemos ido a llevar un lirio violeta a la tumba de Antonio Machado. No encontramos claveles. Grupos de españoles entran en el cementerio con guías que cuentan lo premonitorio de su poema: «Y cuando llegue el día del último viaje,/ y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,/ me encontraréis a bordo, ligero de equipaje/ casi desnudo, como los hijos de la mar». En su chaqueta encontraron un escrito: «Estos días azules y este sol de la infancia», lo repito como un mantra. Cuando murió en el Hotel Quintana ayudado por la familia que lo acogió en Collioure, fue enterrado en un nicho prestado por una amiga de la Sra. Quintana en una fosa municipal. La barcelonesa editorial Carena ha publicado un libro de María José Ramos, Ya estamos solos mi corazón y el mar, que narra los últimos días del poeta desde que salió del Madrid bombardeado, camino de Valencia, en 1936. Su periplo le llevó por varias ciudades: Rocafort, Barcelona, Girona, y finalmente a Collioure. La autora describe una ficción monologada desde el punto de vista de cada una de las personas que acompañaron los últimos días del poeta. Comienza con Rafael Al-
El castillo de Collioure, que ahora es un templo turístico, había sido una prisión para los exiliados. / Concha García
berti y María Teresa León, preocupados para que saliera del Madrid bombardeado. Como sabemos, León Felipe y Rafael Alberti, con el precedente del fusilamiento de García Lorca, fueron a su domicilio madrileño para rogarle que aceptase la evacuación a Valencia, se lo pensó dos veces y aceptó. Pasó un año y medio en una casa de campo de Rocafort, la van a convertir en museo y centro de estudios machadianos-; después estuvieron en Barcelona unos
meses hasta que el domingo 22 de enero de 1939, a las tres de la madrugada, la abandonaron en dirección a la frontera francesa, Machado ya muy enfermo, en una comitiva de coches y ambulancias formada por el poeta, su madre, el hermano José y su mujer Matea Monedero, el escritor Corpus Barga, además de los hermanos Joaquim y Josep Xirau con sus familias. La tumba está siempre llena de flores frescas, de cartas, de poemas y banderas republicanas. Es un cen-
tro de peregrinación desde que yace en el sur de Francia, cerca de Argelés-sur-Mer, donde miles de republicanos fueron acogidos y maltratados después del exilio forzoso de España. El castillo de Collioure, que ahora es un templo turístico, había sido una prisión para los exiliados. Fue el ministro de la guerra francés, Édouard Daladier, quien permitió la entrada de miles de refugiados el 5 de febrero de 1939 presionado por la opinión pública. Abrió la frontera y entraron en masa miles de republicanos, hombres, mujeres y niños, que acabarían concentrados en descampados alambrados y vigilados por soldados de la colonia marroquíes y senegaleses. La dirigente anarquista Federica Montseny (primera mujer ministra en la historia de España, una década antes de que las hubiese en Francia), cruzó a pie por Le Perthus la noche del 27 al 28 de enero, dejó un testimonio escalofriante en el libro Pasión y muerte de los españoles en Francia. No solo se exiliaron miles de catalanes, también del resto de regiones españolas. Se escaparon quienes pudieron. Alrededor de la tumba un grupo viene de Vigo, otro de Granada, los extremos de España, aquí en Collioure. También se acercan catalanes, algunos con el lazo amarillo, la gente se hace fotos y se va. La pensión Quintana permanece cerrada, la arquitectura es la misma y no parece que se hayan hecho reformas, se puede ver la escalera exterior que bordea parte del pequeño edificio, situado junto a la riera donde apenas aparcan coches porque el día amenaza tormenta. El edificio color salmón se alza al otro lado de la plaza Leclerc. El pasado mes de marzo inauguraron la Biblioteca Municipal a la que le han puesto el nombre del poeta. Subo hasta la estación de ferrocarril por un hermoso paseo lleno de nuevas construcciones y bordeado de plataneros. La estación está vacía. Desde este lugar el sábado 28 de enero de 1939, a las cinco y media de la tarde, y también bajo la lluvia, bajaron Machado y sus familiares. Solo sobrevivió 26 días en Collioure. No tuvo fuerza para seguir hasta París donde el gobierno de la República lo esperaba bajo su protección. El 16 de julio de 1958, después de recaudar dinero gracias a un llamamiento hecho por José María Corredor, secretario de Pau Casals, madre e hijo pudieron por fin descansar juntos en la tumba, símbolo de una España retratada en tantos de sus poemas: «Más otra España nace / la España del cincel y de la maza / con esa eterna juventud que se hace / del pasado macizo de la raza. / Una España implacable y redentora, / España que alborea / con un hacha en la mano vengadora / España de la rabia y de la idea». ~
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Teatro Txalo Producciones y Pentación traen a Sevilla ‘Héroes’, un divertido montaje sobre tres veteranos de guerra que nos permite reflexionar sobre el miedo a la muerte, la delgada línea entre el éxito y el fracaso y el sempiterno amor. Interpretada por tres grandes de la escena, Luis Varela, Juan Gea e Iñaki Miramón
A la vejez, viruelas Antonio Puente Mayor {Decía el cineasta sueco Ingmar Bergman que «envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena». Una reflexión que se ajusta como un guante al texto de Gerard Sybleiras, Le vent des peupliers, estrenado en España como Héroes, y que desde 2016 recorre los principales teatros. Y es que este sugerente «viento entre los álamos» habla precisamente de eso, del ascenso bucólico de tres ancianos por la montaña de sus anhelos, de sus éxitos y fracasos, de sus recuerdos y sus olvidos. Una historia que arranca en un hospital militar francés a finales de los cincuenta, pero que perfectamente podría haber ocurrido en Inglaterra, pues su estética, ideada por Ricardo Sánchez Cuerda, es mucho más british que gala. Esto se debe, sin duda, a la mirada de su directora, la aclamada Tamzin Townsend, que pese a haber nacido en el Reino Unido, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en nuestro país. Conocida sobre todo por la dirección de El Método Grömholm, de Jordi Galcerán y Un dios salvaje, de Yasmina Reza, su extenso currículum abarca textos clásicos –desde Shakespeare a Zorrilla–, contemporáneos –Sharman Macdonald, Patrick Marbar, Alan Ayckbourn– e incluso óperas. Una trayectoria que, complementada con la docencia en diversas escuelas de interpretación como la Unión de Actores de Madrid o la Universidad Europea, le ha permitido atesorar un amplio abanico de registros. Estos son, junto a su frescura y su dominio del lenguaje no verbal, la clave de su éxito. De ahí que su elección por parte de Txalo Producciones y Pentación Espectáculos para dirigir Héroes fuese una apuesta segura. Suya es la responsabilidad de adaptar al español, junto a Chema Rodríguez-Calderón, un libreto galardonado con el Lawrence Olivier de Londres –la versión británica de Tom Stoppard fue un rotundo éxito–, de mover tres fichas de marfil en un tablero de lujo y de intentar tocar la fibra de un público muy distinto al de su país de origen. El absurdo de Roger Vitrac Y es que, si algo tienen en común Tamzin Townsend y el autor de la obra, Gerard Sybleiras, es su capacidad para absorber todo lo que cae en sus manos. En el caso del francés, su pasión por la radio, el jazz, el montaje, los guiones para televisión y el enfrascamiento en las salas de cine, son
Luis Varela, Juan Gea e Iñaki Miramón bajo la dirección de Tamzin Townsend firman un trabajo estupendo. / Pentación Espectáculos
la base de su trabajo escénico. Un puñado de ingredientes que, sazonados debidamente con la comedia, han dado como resultado un texto divertido, inteligente y a ratos lírico que bebe de las fuentes del absurdo poético de Roger Vitrac –así como de sus sucesores Ionesco y Beckett–, de Nathalie Sarraute y las sitcoms anglosajonas. En suma, un caramelo para cualquier profesional del teatro que se precie. Esta es, sin duda, la razón que llevó al enorme actor Luis Varela (Madrid, 1943) a abandonar la comodidad de su salón y ponerse a las órdenes de la directora inglesa. Y es que, tras leer infinidad de guiones, este logró cautivarle por su aguda ironía y su sincero surrealismo. Tres colosos de carne y un perro de piedra Pero el genial Luis Varela, recupe-
rado para el cine por Álex de la Iglesia en 2004, y en cuya maravillosa voz se resume la España de la segunda mitad del siglo XX –ha trabajado como actor de doblaje en títulos como Supermán, la versión animada de Don Quijote o El Equipo A (donde ponía voz a Fénix Templeton)– no podía estar acompañado de cualquiera. De ahí que los productores le hayan concedido el regalo de interpretar al genial Henri –el veterano de los veteranos– nada menos que junto a Juan Gea e Iñaki Miramón, dos colosos de los escenarios que se hallan más en forma que nunca. Del primero solo podemos decir que su trabajo al lado de directores de la talla de Lluís Pasqual, Mario Camus o Pilar Miró lo han convertido en uno de los actores más solventes de nuestro país.
Popular en los últimos años tras su paso por El Ministerio del Tiempo de TVE, su retrato de Gustave, «el loco de la función», según Townsend, posee absolutamente de todo, destacando especialmente el trabajo físico y el despliegue de recursos escénicos, ambos encomiables. Virtudes similares a las expuestas por Miramón, cuyo rol de Philippe es una absoluta delicia de principio a fin. Y es que el intérprete vizcaíno, que este 2018 cumple cuarenta años como profesional del cine, el teatro y la televisión, se erige como pieza más entrañable del espectáculo, logrando despertar las carcajadas del público y emocionar a partes iguales. De ahí que su discurso sea el contrapunto perfecto al de Gea, el personaje gruñón, bien mediado por Varela, la encarnación de la mesura y la experiencia. Los tres componen, junto a un recurrente perro de piedra, una historia de héroes inverosímiles difícil de clasificar –el autor Sybleiras huye de las etiquetas para introducirse en la esencia del ser humano–, con ecos de Picnic, de Fernando Arrabal y de Dos menos, de Samuel Benchetrit. Un vodevil sensible que nos habla del amor, del miedo, de la pérdida y el ocaso, y cuyo envoltorio cómico es un primer paso hacia la introspección. ~
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Atelier de músicas
Desde su (des)localización en el Oriente andaluz, Guillén salta a muchos lugares diferentes, pero nunca inconexos. Reivindica el sonido, sin más aditamentos, y presenta su proyecto ‘Soma’
Audición
CONTEMPORÁNEA
Kreuzungen / Obras de Nicolau, Schöllhorn, Grisey & Mack / Wergo
Cruces invertidas y disonancias
COMPOSITOR & MULTINSTRUMENTISTA
ANTONIO LUIS GUILLÉN
«Los músicos experimentales nos hemos colado por una grieta» Ismael G. Cabral {Entre su ciudad, Granada, y Almería, pero también por toda Andalucía y allende las fronteras, Antonio Luis Guillén (1975) es un músico experimental en el más amplio sentido del término. Compositor, improvisador, multiinstrumentista; su huella se esparce por múltiples aventuras -Alondra Satori, Sefronia, Les Rauchen Verboten- y un activo sello (Ungido). El sábado 21 de abril presentará en Fuirio (Sevilla) el proyecto Soma. –¿Qué es Soma? –Es un proyecto que grabamos hace algún tiempo el músico sevillano Ernesto Ojeda y yo mediante intercambio de archivos. Es un trabajo basado en el uso del drone. Sin embargo en cuanto hemos empezado a moverlo en directo nos hemos dado cuenta que aquello fue solo una semilla, que ya está mutando. La intención es investigar el sonido desde el punto de vista espiritual y esto es algo que no se remonta únicamente a la música occidental, conecta también con otras tradiciones musicales. –Ha actuado casi siempre dentro del ámbito underground. ¿No le gustaría conquistar escenarios, diríamos, institucionales? –La cuestión es hacer las cosas. Y ahora mismo hay una red de pequeños espacios a nivel andaluz en los que se
acogen este tipo de músicas. Con un público reducido tienes más atención y la experiencia es diferente. Lo modesto es hermoso, sin que por ello niegue otras posibilidades. –¿A qué obedece la existencia de ese circuito de músicas experimentales? –Las redes sociales son alienantes pero también constituyen una pecera en la que es muy fácil contactar. Los músicos experimentales nos hemos
«Con un público reducido tienes más atención y la experiencia es diferente» «El sonido es sonido, sin más. Es un ente que está por encima de nuestras concepciones» colado por una grieta para hacer cosas. Ante la ausencia de ayuda institucional (si es que alguna vez la hubo…) hemos abierto más la grieta, hemos creado una especie de rizoma. Nos dimos cuenta de que teníamos que crear el sistema que queríamos. –¿Cuál es el sitio más extravagante en el que ha tocado? –Lo he hecho en muchos lugares inte-
El músico Antonio Luis Guillén durante una actuación. / El Correo
resantes, como en pleno desierto de Tabernas, o en el chiringuito del músico Justo Bagüeste en un playa nudista de Almuñécar. También en bares de las Alpujarras y en sitios como esos de pronto te das cuenta de que la cosa funciona, creándose una energía, una comunicación, distinta a todas, basada en la sorpresa. –¿Su música apela más al público que viene de la experiencia de la música académica o aquel que deriva del pop y el rock buscando otras cosas? –Cuando comienza la música el cajón de donde ha salido cada uno importa poco. Me he llevado grandes sorpresas tocando en sitios en los que el público venía de mundos sonoros distantes del mío y, de pronto, han comenzado a resonar conmigo. En realidad todo es mucho más sencillo. El sonido es sonido, sin más. Es un ente que está por encima de nuestras concepciones. –¿Es usted un improvisador que rehuye la idea de obra compuesta, fijada? –Me resulta complicado hacer una distinción entre lo improvisado y la obra compuesta porque yo siempre termino dándole mucha prevalencia a la improvisación. Yo la composición la identifico con la canción, donde puedo generar patrones que puedo repetir en diversas circunstancias. ~
I. G. Cabral {La edición del grupo Musikfabrik en Wergo alcanza el volumen decimotercero bajo el signo de la cruz (Cruces se denomina el álbum en alemán, Kreuzungen). Se pretende hablar de influencias extramusicales, de colisiones estéticas, de mestizaje y de cruce de caminos, en definitiva. Sin embargo, nada más lejos que este menú del crossover. A pesar de la voluntad expresada, el ramillete de obras elegidas no se despega de la gramática modernista centroeuropea. Nada es ambivalente aquí. Tampoco especialmente formidable, si es que cabe esperar tanto alborozo de un disco tan lleno de música rabiosamente nueva que escuchamos, en su totalidad, con sumo interés. Claro, de pronto empiezan unos acordes ariscos, agresivos, impactantes; son los de Partiels (1975), de Gerard Grisey, obra genial incrustada en el fresco Los espacios acústicos. Y qué versión la que Emilio Pomarico rubrica al frente de un poderosísimo Musikfabrik. El conjunto de Colonia parece llevar esta música en su ADN e impone una versión de referencia; una lectura nada abigarrada que transpira y en la que advertimos una musicalidad más huidiza en otras referencias de una música con sorprendente éxito fonográfico. El chipriota Vassos Nicolaou invoca a Schönberg en su Máquina de colores (Farbenmaschinen), del año 2011. Claro que su dialéctica es nerviosa, inestable, buscando siempre la oposición, la confrontación instrumental, lo que acaba cansando, o sonando en exceso académico. Las Pièces Croisées (2012), de Johannes Schöllhorn funcionan a ratos, casi como música salonesca de vanguardia; un intento singular, apreciable, puede que un punto olvidable. Finalmente, Dieter Mack enumera una retahila de influencias –de Perotin a Zappa, de Mozart a Ferneyhough– para tejer en su Música de Cámara V (2007) una página con algún levísimo atisbo prestado del jazz y un engranaje plenamente avantgarde; que se oye sin desmayo pero sin alborozo. ~
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Libros
El escritor, uno de los más destacados autores de relatos del panorama actual, reflexiona sobre la soledad buscada en ‘El silencio y los crujidos’, que acaba de ver la luz en Impedimenta Recomendaciones
ENSAYO
Vicente Valero Periférica
Experiencia y pobreza
JON BILBAO
«Cortázar, Borges y Carver han hecho mucho daño sin querer» Alejandro Luque {Afirma Jon Bilbao (Ribadesella, Asturias, 1972) que lo suyo con el relato no es exactamente una militancia. «Disfruto escribiendo de todo, pero ahora, por cuestión de tiempo, me dedico más al relato. Las historias van surgiendo, y es en el proceso de desarrollo cuando veo cuál va a ser su extensión. No hay dramatismo ni una fidelidad especial a un género u otro, son las historias las que escogen su extensión». Las historias han regresado, y han escogido género. Y han visto la luz, una vez más, en el sello Impedimenta, esta vez bajo el título El silencio y los crujidos, y un subtítulo: Tríptico de la soledad. «No me planteé si era una colección de relatos o una novela», recuerda Bilbao. «Y la editorial ni lo mencionó, cosa que les agradezco, porque los editores se ponen por lo general nerviosos cuando les dices que vas a mandarle un libro de relatos. Quien quiera verlo como una cosa u otra, siéntase libre». Lo que hilvana estas historias no es otra cosa que la voluntaria soledad de sus protagonistas, que en el fondo son un mismo personaje. «Los solitarios voluntarios siempre me han llamado poderosamente la atención. Yo también tengo esa pulsión, y en un momento determinado de mi vida,
casado y con hijos, tenía que reflexionar sobre ella. Pero mi modo de reflexionar es escribir. Entonces me di cuenta de que tenía más cosas que decir», asevera. Quienes ya conocen la exigente obra de este autor reconocerán su acento personal en estas páginas, pero también encontrarán sorpresas. «Hay una parte que está muy en la línea de lo que he hecho antes, en
El escritor Jon Bilbao, en una imagen promocional. / Lucanor
«No hay dramatismo ni una fidelidad especial a un género y otro, son las historias las que escogen su extensión» «En momentos de crisis mundial, el terror es un recurso muy socorrido para narrar alegorías» otras doy un paso adelante e intento cosas nuevas. Con mi anterior libro, Estrómboli, me había sentido muy tranquilo, tenía una confianza total en lo que había hecho, sabía también que nadie se iba a sorprender. Eran relatos de Jon Bilbao, pero eso no estaba tan bien. Y me dispuse a hacer cosas que nunca había hecho, como escribir un relato ambientado
en la Constantinopla del siglo VI». Por otro lado, en las narraciones de Jon Bilbao siempre hay algo inquietante. «En momentos de crisis mundial, el terror es un recurso muy socorrido para narrar alegorías», comenta el escritor. «Ahora hay una mayor presencia del terror, yo quiero pensar que viene de una mayor aceptación de los códigos habituales del género. Ahí tienes lo que está haciendo gente de las nuevas generaciones como Mónica Ojeda», afirma. En opinión de Jon Bilbao, en el panorama del relato actual «hay una docena de nombres que hacen propuestas muy personales, con un pie en la tradición para impulsarse y otro en la modernidad, como me gusta. Cortázar, Borges y Carver han hecho mucho daño involuntariamente, sin querer, pero hay gente que ha trascendido esas escuelas y comprendido que los modelos literarios no son un objetivo hacia el cual avanzar, sino una referencia para intentar hacer algo propio y singular». Por último, cuando se le pregunta qué le ha enseñado su faena como traductor al hora de escribir sus propios libros, no duda en responder: «Me ha enseñado a desmitificar. El escrutinio que exige una traducción te permite ver que también los maestros cometen errores». ~
A. Luque {Vicente Valero se ocupa en este ensayo de la estancia de Walter Benjamin en Ibiza durante los cruciales años de 1932 y 1933. Será un amigo de Benjamin, el joven filólogo Walther Spelbrink, quien anime al protagonista de la historia a instalarse provisionalmente en la isla por un motivo elemental, y fue sobre todo la posibilidad de salir adelante con “un mínimo europeo de supervivencia (entre aproximadamente 60 y 70 marcos al mes)”. La isla que lo acogerá está muy lejos de ser la meca mundial de la diversión veraniega que es hoy, por lo que el impacto debió de ser fuerte y prácticamente desprevenido cuando desembarcó el 19 de abril de 1932. Benjamin llega en horas bajas, todavía afectado por su tan anunciado divorcio con Dora Keller y asediado por sus primeros impulsos suicidas. Sin embargo, algo va a cambiar en la mirada del filósofo. La arquitectura rural –que en Ibiza empezaba a producir lo que Le Corbusier calificó de “despertar mediterráneo”–, la flora, el ritmo de la vida, producen un efecto benéfico casi inmediato en el nuevo vecino, que dedica su tiempo a pasear, a leer y a escribir, especialmente narrativa. En lo personal, para Benjamin se antoja una tregua entre dos momentos difíciles, una estancia en el paraíso antes de verse abocado a los infiernos que acechaban en la Europa de las primeras décadas del siglo XX. Pero en lo que respecta a Ibiza, también fue un penúltimo momento de calma antes de la tormenta turística que estaba en trance de abatirse sobre la isla, aunque las señales todavía fueran difusas. Sea como fuere, un repaso a este periodo nos invita a soñar otros destinos para nuestro personaje. ~
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Libros ilustrados. Más que palabras
La división entre buenos y malos ha sido una de las perversiones más rentables de la historia en general (la política, la religiosa, la cultural, la que sea). El cine, por citar el caso más inocente, se ha servido de este recurso incontables veces, forjando una
Por qué es un error olvidarse de los apaches César Rufino SEVILLA
{Suele ser buena señal –pero solo a efectos culturales– que un libro provoque una conmoción en el lector. Eso sucede con esta pequeña epopeya de la muerte titulada Indeh, escrita por el actor Ethan Hawke, ilustrada por Greg Ruth y publicada por el Grupo Anaya bajo el sello Oberon. De la lectura de esta novela gráfica se desprenden toda clase de lamentables reflexiones sobre la especie humana, esa que se ha hecho famosa en el mundo entero por su intolerancia al escarmiento. Pero junto a ello, se deduce asimismo la importancia de pertenecer a un orden de criaturas capaces de deprimirse por tamaña torpeza, lo cual permite albergar ciertas esperanzas. Todo esto, que así dicho puede parecer un tanto oscuro, se aclara al ir pasando las páginas de este tomo que narra una pequeña porción de las Guerras Apaches; un episodio tan ignorado por los libros de texto como paradigmático de la brutalidad, la insensatez y la habilidad para infligir sufrimiento de esa panda de impresentables cuyo nombre genérico es humanidad. Que nadie se alarme: el libro desprende la belleza de las cosas auténticas, aunque sean tristes; la poesía de la fatalidad. El propio Ethan Hawke explica más adelante la razón de ser de la obra, pero ya en el prólogo, el indio apache Douglas Miles Sr. destaca cómo guionista e ilustrador juntos han sabido relatar con reveladora justicia no ya los acontecimientos de aquella época, sino incluso de favorecer la comprensión de lo que ahora sucede en el mundo, donde «la xenofobia está en su máximo histórico». Ya es hora de decir que Indeh es el nombre que los apaches dan a la Muerte, así, con mayúscula. «Durante décadas, la cultura popular americana ha intentado hablar de nosotros a través de las películas, los libros y la televisión», recuerda Miles. «A menudo estas historias conducen al estereotipo, la tragedia, la lástima, el salvajismo o la explotación». En cambio, «Indeh no arre-
mete contra nadie sino que proporciona al lector una visión honesta de la desesperada y san‘Indeh’ grienta historia del pueblo apache durante la década de 1860, que fiEL PORQUÉ DE UNA HUELLA naliza con la rendición de GeróniAño 1972. En un lugar de la nación mo». Sus pinceladas, añade, «capapache, una región desgarrada por la tan la inevitable tragedia apache, guerra desde décadas atrás, el valien- creando un vivo retrato de un te joven Goyahkla ha perdido a su fa- pueblo ignorado, que fue obligamilia y todo lo que ama. En medio de do a ser audaz y a entrar en guerra su sufrimiento tiene una revelación. sin perder su humanidad». Con Se acerca al líder apache Cochise para todo lo bueno, lo regular y lo madirigir un ataque contra el pueblo me- lo que encierra esta palabra tan xicano de Azripe. Una muestra de in- solemne. Ante esta obra y otras del miscreíble coraje que transformará al joven y valeroso Goyahkla en Geróni- mo tenor, el lector se pregunta mo, el famoso héroe nativo cómo es posible que las personas americano. Pero este es solo el co- hayamos perdido la oportunidad mienzo de las Guerras Apaches. al de contar nuestra historia real, la igual que sus enemigos, perderá a sus subjetiva, que es la del dolor, que seres queridos en la batalla y se afe- es la de la superación, la comrrará desesperadamente a su tierra, a prensión, la empatía, la belleza, la su cultura. El libro recoge no solo el evolución, el pensamiento, el arretrato de algunos de los más signifi- te, la paz, el arrepentimiento, la cativos personajes de este trozo de la alegría, la lástima, la piedad, la crónica norteamericana, sino que locura, la debilidad y la fortaleza, también revela el enorme coste espi- el miedo y la valentía, la perseveritual y humano de la contienda. Ba- rancia y la contradicción. Y a sado en una profunda investigación cambio, nos hayamos quedado de los acontecimientos de aquel con la estúpida, artificiosa y estétiempo, ofrece una visión de las cru- ril historia objetiva, la de los hedas diferencias culturales entre un chos, de los datos, de los nombando y otro, los horrores de la gue- bres, de las guerras, de los hitos, rra, la búsqueda de la paz y, finalmen- de las conquistas, de la aniquilate, su retribución. Y el porqué de la ción, que es la historia del odio y de la repetición, y que ha impedihuella que dejaron los apaches. ~ do la mejora de la raza humana con sus aberrantes estereotipos de éxito y de fracaso. Presenciando este libro –esta Muerte escrita y dibujada–, uno se asoma a la descomunal destilería del odio humano a través de los siglos, y comprende cómo las tragedias de un tiempo son exactamente iguales a las de cualquier otro en lo esencial. Mientras los cronistas buscan fechas, poblaciones y nombres de militares, los lectores emocionados encuentran el paralelismo letal que la idiotez establece para todas aquellas situaciones en las que el hombre no ha entendido nada. Es, así considerado, un libro cruel. Con solo un poco de lápiz, tinta y pincel, más el fondo de la hoja, pinta un bodegón en apabullante blanco y Portada del libro ‘Indeh’ publicado por negro de una guerra que vale por todas las guerras, de un desgarro la editorial Oberon.
Fragmento de una de las páginas de la obra.
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interpretación popular poco respetuosa y justa hacia el papel de los indios americanos y la verdad de los hechos. Escrito por Ethan Hawke e ilustrado por Greg Ruth, ‘Indeh’ revisa esta crónica dejando como regusto una desoladora reflexión lecturas recomendadas DIVULGACIÓN. Fuerte, suave, murmurado Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv / Barbara Fiore Editora
Todo cuanto da sentido a uno de los sentidos C.R. {Esto no es (ni deja de ser) un libro para niños. Esto es (o no) un libro para adultos. Pero sobre todo, esto es, sin paréntesis, un libro extraordinario. Y de ahí el problema de su clasificación. Barbara Fiore Editora lo vuelve a hacer con este Fuerte, suave, murmurado que firman Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv: componer una especie de mezcla de poesía, filosofía, ensayo, cómic, cuento... dedicado en esta ocasión a descubrir todos los sentidos y sinsentidos de uno de los sentidos: el oído. Uno de los instrumentos más paradójicos del ser humano en su relación con el mundo. Desde el silencio anterior a toda existencia hasta los ruidos del cuerpo humano; desde los instrumentos musicales hasta los estruendos urbanos; desde los sonidos inaudibles hasta silencios orquestados como esa sonata que compuso John Cage titulada 4’33” y en la que los músicos permanecen sentados sin tocar sus instrumentos; desde el grito hasta la meditación, todo ello acompañado de ilustraciones que también son chirriantes, silenciosas, ruidosas, susurrantes... según se trate. Una pequeña pero intensa y muy sonora enciclopedia para personas deseosas de sorprenderse por aquello en lo que no suelen pensar. Como en el sonido del Big Bang; como en el murmullo de lenguas diferentes en una estación de tren o en un aeropuerto. Y en todo lo que ello nos cuenta sobre la intensidad de la vida. Un libro de los que dejan sin palabras. ~
CÓMIC. Black Hammer 2. El suceso Jeff Lemire, Dean Ormston y David Rubín / Astiberri
Un buen motivo para regresar a los cómics
que las noticias y los reportajes, en su afán por mantenerse pulcros, han sido incapaces de traducir al lenguaje corriente del consumidor. Estremecedores silencios, estremecedoras miradas. Una simbología contundente entre las criaturas del cielo y las bestias de la tierra. Esta narración cabalga entre ambas formas de explicarse el mundo, comulga con la belleza del águila y con la divinidad de la existencia, pero también con la sed de venganza y con la brutalidad de la soledad, con los dragones dormidos. A raíz de cierta impactante anécdota que se recoge en el libro, el constructor de este relato, Ethan Hawke, se obsesionó desde muy joven por conocer los entresijos de los apaches, cómo vivieron y cómo perecieron. Fue, como apunta, una «pasión» auténtica la
Greg Ruth es el autor de las ilustraciones, como esta que se muestra arriba. Se trata de un prolífico artista que desde 1993 ha trabajado en diversos libros y cómics.
que se despertó en él por la llamada Historia Nativa Americana. Cuanto más leía, más ganas tenía de hacer una película sobre el asunto. Pero Hollywood no terminaba de verlo y al final el proyecto se convirtió en un cómic largamente trabajado y deseado. «La historia tiene que ser contada una y otra vez hasta que los nombres de Gerónimo y Cochise sean tan familiares para los jóvenes oídos americanos como Washington y Lincoln», escribe Hawke. «En verdad, sabía que realmente no era mi historia, pero mi corazón se sentía obligado a contarla». ~
La historia ha de ser contada hasta que sus nombres sean tan familiares como Washington y Lincoln, afirma Ethan Hawke
C.R. {Desde luego, si la gente no vuelve al cómic no será por la editorial Astiberri, que no para de lanzar al mercado extraordinarias buenas razones para que quienes todavía no se hayan reconciliado con el género (o no tengan el gusto) lo hagan a la mayor brevedad y sin contemplaciones. De entre los últimos títulos que este sello ha colocado en la mesa de novedades de las librerías se podría elegir cualquiera, pero este volumen y su predecesor, es decir la serie Black Hammer enterita, son de esas obras que deberían estar resguardadas en la vitrina de los amantes de los libros para la historia y abrirla solo para degustaciones. Va de viejos superhéroes reconvertidos en granjeros, a su pesar, y que vuelven a la acción por razones que estos libros explican sobradamente. Pero sobre todo, va de amor a la historieta. Y con el aliciente de contar con las ilustraciones de David Rubín, uno de los grandes del género y español, por más señas. El guion de Jeff Lemire, los dibujos de Dean Ormston (además de Rubín) y el color de Dave Stewart completan el elenco mítico, más la traducción a cargo de otro de los nombre mayúsculos del género en España: Santiago García. Lo suyo es adquirir los dos volúmenes. Por cierto: el primer tomo ha ganado el premio Eisner 2017 (casi nada) y el del Gremio de Libreros de Madrid al mejor cómic. Pues eso. ~
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Escrito para...
Pocos relatos o poemarios se libran de un desastre que está provocado por la falta de talento de unos; la falta de originalidad y la imitación constante que hacen de sí mismos, de los otros; la entrega de premios absolutamente escandalosos o la falta de ...pasar un rato muy agradable
El New Deal Gabriel Ramírez {La Gran Depresión destrozaba la vida de millones de personas en todo el mundo. Nunca antes se había vivido nada parecido. Y el presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt, puso en marcha una política intervencionista buscando dejar sin efecto el poder demoledor de esa crisis económica. A esas medidas se les llamó New Deal. La traducción al castellano es algo así como ‘Nuevo Trato’. El tiempo acabó con la Gran Depresión porque el tiempo acaba con todo. Pero, mientras, se hicieron millones de ‘nuevos tratos’ entre los norteamericanos que peleaban por salir adelante. Sobre esto habla el tebeo de Jonathan Case, un buen dibujante que acumula premios año tras año. «El New Deal» (Sapristi Cómics) es un buen trabajo aunque no termina de encontrar ese territorio que hace de un cómic algo más que algo bueno. No se le puede sacar ningún defecto definitivo aunque tampoco se puede decir que sea el cómic del año. Y quedarse en tierra de nadie, tal y como están las cosas, no es lo mejor que le puede pasar a un artista. Jonathan Case dibuja lo que podría ser una película de los años 50 sobre los años 30. Ubica la acción en el hotel Waldof Astoria, un lugar en el que se podía alojar cualquier tipo
do se llena de enredo, de cierta ironía, del glamour propio del desesperado. Solo Lubitsch o Wilder podrían contar una historia como esta a través de una película. Y este es uno de los grandes problemas del cómic. No termina de ser perfecto aunque los ingredientes lo son en sí mismos. Porque un botones ludópata, pero feliz; una camarera que es una de las actrices de una obra de Orson Welles, pero no lo ve claro y opta por un puñado de dólares; o una ladrona que es la persona más astuta de toda la ciudad aunque no será rica jamás porque lo regala todo; son perfectos para crear una historia fascinante._ El trazo de Case es preciso y los diálogos son contundentes y muy divertidos. Clásico al diseñar las páginas no busca alardes innecesarios. Case quiere narrar una historia divertida y llena de ritmo. Este es un trabajo que a los jóvenes les gustará con seguridad. Es un tebeo que se lee de forma amena, fácil y rápida. Y para enganchar a la lectura a los jóvenes no hay otra forma de hacerlo que no sea con estos ingredientes.
Portada de ‘El New Deal’. / El Correo
de personas. Desde ricachones que ostentaban sin pudor hasta timadores y ladrones haciendo de las suyas, todo tipo de personaje cabía en ese hotel. Frankie el botones, Theresa la camarera de habitación y Nina Booth la mu-
jer que mejor de adapta a la circunstancias, son los personajes principales de «El New Deal». Se buscan líos de categoría, se encuentran con los problemas por más que corren y son capaces de pactar soluciones a sus problemas. To-
...entender el existencialismo
El túnel Gabriel Ramírez {Esta novela de Ernesto Sábato deja al lector desarmado, sin defensa alguna frente a la condición humana. Si algo provoca desconcierto e inseguridad entre las personas es intuir lo que somos, a lo que podemos llegar._ Un asesino que no comprende ni lo que le sucede, ni lo que le rodea; que no es capaz de sentir nada que no sea una angustia vital demoledora y casi arcaica. Una mujer que se deja llevar por un destino que le ha ido marcando como el hierro caliente hace con las reses. Un mundo hostil en el que la mirada del artista asesino todo lo convierte en ceniza y desesperanza. El túnel no habla de desamor, de infidelidad o de locura. Eso sería la conclusión de una lectura superficial en busca de una salida rápida ante la propuesta que hace el autor. Porque El
La escritura de Ernesto Sábato encuentra eso que quiere decir instalado en un aliento medio y en un tono, también, medio. No quiere grandes imágenes porque la realidad está despojada de adornos. El mensaje directo y visual predomina. Los detalles al dibujar la realidad de Castel y María Iribarne sobran. Lo importante es la angustia, la irremediable fatiga de un ser humano que se topa con el entorno. túnel habla de la racionalidad extrema del ser humano convertida en una especie de máquina destructora sin límites. Y si no existe un lugar para el sentimiento, para recibir la realidad sin filtros tóxicos, nada es posible. El ser humano arrasado por el ser humano; la muerte como forma de liberación. Son los vivos los que quedan en el campo de batalla para seguir sufriendo sin encontrar el sentido a lo que hacen.
Calificación: Estupenda aunque tremenda. Tipo de lectura: Ligera en apariencia aunque el texto es de una profundidad más que importante. Tipo de lector: Cualquiera. Desde luego, los existencialistas están invitados. ¿Dónde puede leerse?: En la puerta de cualquier galería de arte.
Calificación: Bueno._ Tipo de lectura: Fácil. Divertida. Tipo de lector: Jóvenes y adultos. Argumento: El pueblo americano se busca la vida. ¿Dónde puede leerse?: Con un libro sobre la Gran Depresión esperando sobre la mesa.
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difusión de buenas obras narrativas y poéticas que no tienen la más mínima posibilidad de ser tenidas en cuenta desde antes de ser escritas. Pero siguen publicándose buenas obras. Esta es una muestra de ello ...no olvidar momentos relevantes
...aprender a enseñar
El orden del día
Metodología aplicada al baile flamenco en niños
Gabriel Ramírez {Esta novela, El orden del día (L’Ordre du Jour) es premio Goncourd y eso es garantía de calidad. Es raro que ese galardón recaiga sobre cualquier obra mediocre. Es de los pocos premios que aguantan frente a las condiciones dictadas por el mercado. Y, curiosamente, es el texto premiado que mejor se vende cada año en Francia._ Éric Vuillard entrega un relato sofisticado en su estructura, en su contenido y en sus formas, que busca en los cimientos éticos de la política las razones por las que debemos quedar espantados ante diferentes capítulos de la Historia. Porque muchas veces la Humanidad entera cede ante la mediocridad, la mentira, algún truco barato o lo que conocemos como bluff._ Vuillard nos coloca en la Alemania de Hitler. Un loco, que poco después del momento elegido para el arranque de la novela, ya quería reinar en el mundo entero. Nos enseña el autor a los que financiaron la locura; a los que siendo poca cosa acumulan poder y responsabilidad para terminar llevando todo hasta el desastre; los malabares políticos que resultan grotescos... Y a los muertos. Porque la Historia está llena de ellos. El lenguaje que utiliza el autor es exquisito. Apoyado en alientos me-
llega a tener cierto poder y un ejército a mano. Hitler era uno de esos locos y se rodeó de hienas locas y peligrosas que construyeron un ejército formado por manadas de seres humanos desorientados, engañados y dispuestos a morir y matar en nombre de un enorme embuste. El relato es bastante breve y roza la categoría de nouvelle. Merece la pena leerlo. Es una invitación a la reflexión ética y eso, hoy en día, es un regalo maravilloso. Una invitación a conocer, también, lo simple que resulta destrozar el mundo. Preparen el lápiz para subrayar. Tienen mucho trabajo por delante.
dios va construyendo el discurso con precisión casi quirúrgica. Tira de ironía para acentuar ese aspecto grotesco, ridículo y cómico que cualquier loco de atar deja para el recuerdo si
a unos personajes que tratan de sobrevivir a la peor de las guerras con las que se han enfrentado: lo cotidiano de una sociedad que se sostiene sobre lo material y el absurdo que supone mover las cosas de sitio sin un sentido último que lo justifique. Sería una sorpresa para el que escribe que Los reyes de la mudanza sea un éxito de ventas. Entre otras cosas porque el número de títulos que se publican en España es extraordinario y se eclipsan unos a otros. Y sería una agradable sorpresa que De Conato triunfe en el mercado editorial. Tan agradable como deseada. A ver si tienen suerte y el exquisito trabajo que se ha comenzado a realizar tiene su recompensa.
Gabriel Ramírez {Todo aquel que quiere hacer bien las cosas debe documentarse. Y, si la actividad realizada tiene que ver con la enseñanza, las razones por las que se deben organizar bien las cosas se multiplican. Enseñar a bailar es un reto. Hacerlo bien es muy, muy, difícil. Cristina Cañizares Espadas, la autora de «Metodología aplicada al baile flamenco en niños» presenta un trabajo en el que se trata de estructurar una labor que realizan a diario personas que llevan años haciéndolo o acaban de comenzar unos meses atrás. Estructura su método en dos bloques fundamentales; uno más pedagógico otro más creativo y arrimado al conjunto que forma todo lo que tiene que ver con la enseñanza. La edición del libro está muy cuidada e incluye imágenes a todo color que ayudan a entender las explicaciones que se dan. Se incluyen listados de temas musicales recomendados en cada momento del aprendizaje, objetivos concretos en cada módulo, se habla de la relación con los padres de los niños alumnos, de cómo preparar un festival en el que los niños muestren su evolución... Este es un buen libro que será de ayuda a muchos profesores que, por ejemplo, saben enseñar aunque no terminan de programar con acierto sus cursos o que manejan programaciones poco acertadas. Como muchos manuales, aquí lo que se encuentra es una especie de texto en el que se ordenan las cosas y se pasan a limpio muchas horas de experiencia.
Calificación: Un título más. Tipo de lectura: No termina de convencer. Tipo de lector: No hay nada que haga pensar en alguien en especial. Un problema. ¿Dónde puede leerse?: En el recibidor de casa. Como si estuvieras defendiendo el castillo o algo así.
Calificación: Interesante para los profesores de baile flamenco. Tipo de lectura: Necesaria para los interesados. Tipo de lector: Profesores de flamenco de todo tipo. ¿Dónde puede leerse?: Entre clase y clase.
Calificación: Excelente. Tipo de lectura: Fascinante. Requiere cierto grado de reflexión. Tipo de lector: No es un texto fácil, pero cualquiera debería intentarlo. Argumento: El mundo destrozado por una banda de mediocres. ¿Donde puede leerse?: En Berlín. Pero queda un poco retirado. En el parque o en una cafetería, puede servir.
...pasar el rato
Los reyes de la mudanza Gabriel Ramírez {De Conatus es un nuevo proyecto editorial que arranca, suponemos, lleno de ilusiones y de buenas intenciones. Tal y como está el panorama editorial es muy de agradecer que alguien se tome en serio la literatura y apueste por la edición cuidada y por títulos que podrán gustar más o menos, pero que aportan singularidad a las librerías. Los reyes de la mudanza es una novela que indaga en la realidad desde unos territorios siempre muy comprometidos. Porque el de la ironía y el del humor lo son. Y eso ya es un valor añadido a un relato que, vamos a decirlo ya, no termina de construirse con el ritmo adecuado, con los tonos más ajustados a lo que demanda el texto ni con alientos medidos (la novela tiene algunos altibajos narrativos por esta última razón), a un relato que necesita aire para aliviar las carencias. Es una enorme
metáfora que mira al centro del capitalismo y que trata de dibujar a los protagonistas de una situación que está devorando el mundo entero. En cada mudanza o cada desahucio que relata Cohen hay que buscar la razón de su propio ser o los efectos que causarán
Portada.
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Arte
Los artistas son respetados en Cuba, quizás por eso atraviesan la censura, el exilio y la oscuridad, saliendo renovados por el otro lado. Casi todos los que trabajan fuera mantienen la voluntad de seguir presentes en el país que los ha formado. Al mismo Augusto F. Prieto Extraño jardín Arte Continua acerca a La Habana a uno de los artistas más enigmáticos del fin de siglo. Chen Zhen nació en la Concesión Francesa de Shanghái en 1955, y desarrolló gran parte de su carrera en París, a donde se trasladó en 1986, y donde murió después de una enfermedad larga, degenerativa e inefable. Estas circunstancias provocaron que basara su obra en torno a diferentes conceptos: los valores del tiempo y el espacio que se desvanecía con su decadencia física, los fundamentos de la poesía, la permanencia y la espiritualidad propios de la cultura china, junto con el fetichismo por los objetos y el consumo de las sociedades occidentales. Los valores tradicionales y la filosofía oriental, en fin, acosadas por los efectos de la Revolución cultural en cuyas consecuencias se formó. Volcado en sus estudios de escenografía, la teatralidad es una realidad en todas sus propuestas. Zhen falleció en 2000, y desde entonces es su viuda Xu Min, que había sido colaboradora indispensable en su decurso artístico, la que actúa comisariando su obra, caracterizada por las instalaciones y la utilización de recursos desechables. En el atmosférico «Águila de Oro», el antiguo cine de Zanja y Dragones, Zhen retorna en presencia a un barrio chino, con el montaje que creó para exponer en un molino centenario en Albi, en Francia, en 2000. La composición es con once camas de diferentes estilos y diseños, en vez de colchón tienen una lámina de agua, un estanque; en el fondo del estanque contemplamos residuos, y el efecto que nos trasladan es el de estar museizados tras una barrera de vidrio: libros, juguetes, componentes informáticos, dotaciones deportivas, partes de automóviles desechados, piezas de vajilla. Sobre cada uno de los lechos hay un caño, que no cesa de fluir con el agua de un circuito cerrado. Ese agua purifica los objetos, sublimándolos y al mismo tiempo deshaciéndolos, en una reflexión sobre la sociedad de consumo, pero también sobre las ideas de consunción, desintegración y transformación. Las camas representan cada uno de los once órganos del cuerpo humano indispensables para la vida. La circulación del agua no es más que el mecanismo del bombeo de la sangre que purifica. Chen Zhen consigue una atmósfera poética, convierte sus artefactos en enigmas, utilizando uno de los elementos más significativos de la milenaria cultura oriental con todos sus matices: el agua. Es el Jardín lavado. En la planta superior del cine, Luz inocente es al mismo tiempo una lámpara, una oruga, el serón de
Hechos diferenciales
un niño, el cuerpo de una luciérnaga, y una caja de luz. Nos traslada al territorio de la fantasía y de la infancia con un objeto seminal, capaz de metamorfosearse llegando a algo o quedándose en el intento. Que expande su luz alrededor sin que conozcamos cuando se puede agotar, y por qué razones. El regreso
El agua purifica los objeto en la muestra de Chen Zhen. / Augusto F. Prieto
Quizás no sea uno de los importantes montajes del momento, puesto que la escena se paraliza con el fin de año, pero no deja de ser catártico tener la oportunidad de ver a Virgilio Piñera representado en los escenarios cubanos. No es la primera vez desde que tuvo lugar el exorcismo de su recuperación para la cultura, la reimpresión de sus obras después de años de un ostracismo que no solo lo apartó de la vida intelectual y lo desterró al olvido, sino que incluso llegó a borrar su nombre de los textos de estudio. Porque a pesar de haber colaborado en su inicio con las ideas revolucionarias, Piñera fue un ser libre, transgresor, y sobre todo homosexual, es decir equivocado, decadente y antisocial, en contraposición a ese hombre nuevo con el que se pretendía levantar al país. El retorno de Piñera es una celebración, y nos habla de un régimen capaz de levantarse de (algunos de) sus errores. Un juego peligroso. Confesión de dos actores desesperados es una versión del cuento Dos viejos pánicos», versionado y dirigido por Jorge Alba para el Estudio Teatral Alba. Son solo dos personajes, un matrimonio convencional en el ocaso de su vida, que intenta liberarse de los fantasmas y matar al miedo. Un texto surrealista que utiliza la presión emocional y psicológica para componer dos caracteres, ambos interpretados por varones, tal y como se hacía en el antiguo teatro, que adquieren la calidad de máscaras y la dimensión de paradigmas. Una reflexión sobre la soledad y la vejez, en torno los efectos de la convivencia y del paso del tiempo, para un montaje que habla de la incomunicación y los terrores cotidianos que nos acechan. Un montaje descarnado, una música sugerente de resonancias étnicas, incluso la sala medio vacía en una lluviosa tarde del invierno caribe, colaboran a cerrar un clima de grata cotidianeidad para el regreso del dramaturgo, bastante desconocido en España por otra parte. Crueldad
El artista Chen Zhen nació en la Concesión Francesa de Shanghái. / Augusto F. Prieto
La ceiba me dijo tu es el título de la muestra de la Factoría Habana, que asocia a tres artistas de diferentes intereses. La de Belkis Ayón no la pudimos ver porque estaba clausurada la planta, y es una lástima porque nos interesan siempre sus figuraciones simbólicas, sus sombras. Los Black Gardens, de Elio Rodrí-
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tiempo, los agentes culturales extranjeros, se decantan por traer instalaciones complejas, de autores consagrados. Estos intercambios enriquecen el ambiente cultural y promueven el trueque de ideas con el resto del mundo
‘Encomienda’ de Carlos Martiel. / Marcelo Baiardu
En la exposición de Chen Zhen, sobre cada uno de los lechos hay un caño, que no cesa de fluir con el agua de un circuito cerrado. / Augusto F. Prieto
Línea de fuego de Carlos Martiel. / Jorge Calcagno, Gabriele Bianchini
Chen Zhen consigue una atmósfera poética, convierte sus artefactos en enigmas.
Intruso (América) de Carlos Martiel. / Foto Walter Wlodarczyk
guez nos dejaron impasibles, a pesar de su gran formato. Se trata de formas orgánicas sostenidas de distintas maneras en el espacio de la galería –espléndido por otra partepara las que no encontramos justificación artística. Todo lo contrario a la indiferencia es lo que nos provoca el trabajo de Carlos Martiel, Fragmentos de memoria. Desde hace varios años, el artista viene utilizando su propio cuerpo como lienzo de para sus
perturbadora, que causa náuseas y dentera. La propuesta es clara, la provocación. El mensaje es la vulnerabilidad del cuerpo humano frente a los factores externos, pero también su fortaleza mental, disciplina y autocontrol. La resistencia La obra de este creador-faquir se articula en torno a las relaciones de poder y, sobre todo, se centra en el tema racial: discriminación, diferencia, reivindicación. Pone al que le mira ante la necesidad de crearse
En la exposición de Chen Zhen, sobre cada uno de los lechos hay un caño, que no cesa de fluir con el agua de un circuito cerrado. / Augusto F. Prieto
creaciones, la piel como paño de lágrimas, y el desnudo como sudario para la performance. Les avisamos: no es agradable de ver. Algunos críticos hablan de alta tolerancia al dolor, y otros de simple fanatismo, o de sadismo puro. Las fotografías expuestas son extremas: cosido, atravesado por cuchillos o punzones, enhebrado en agujas yace en la línea de la marea, mientras es mecido por el mar en una acción cruel, profundamente
una ética como espectador, en el que este se cuestione hasta qué punto es lícita su mirada, dónde están los límites del espectáculo y el arte, que no existen si no son observados. Aclamado en la 57 Bienal de Venecia, discípulo de Tania Bruguera, egresado de la Academia de San Alejandro, Carlos Martiel, nacido en 1989, se manifiesta con una de las propuestas más rompedoras del panorama internacional. Un nuevo Cristo. ~
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No se ve ni una bandera de la Unión Europea en Londres. A nivel simbólico el ‘brexit’ se da por amortizado, aunque la vitalidad de la ciudad transmite una imagen opuesta a las catástrofes que se prevén en el continente para la quinta economía del
London Eye
Impecable montaje del ‘Macbeth’ de Verdi en la Royal Opera House de Covent Garden / © ROHClive-Barda
Augusto F. Prieto Poder Phillida Lloyd firma el impecable montaje del Macbeth de Verdi en la Royal Opera House de Covent Garden. Funciona como un mecanismo –y parece mentira– la adaptación verdiana de la tragedia de Shakespeare, tanto en el texto como en la puesta en escena, que va acompañada de una coreografía magistral. El despliegue de luces consigue crear esa atmósfera augural que el texto requiere. En un primer plano el coro de las brujas, que no abandona el escenario en toda la función, proyectando el tono majestuoso, monumental, que el compositor italiano imaginó para todas sus partituras. Espléndida Anna Pirozzi en la malignidad calculadora de la lady Macbeth del segundo reparto, cuando parece que brilla con fuerza en el primero Anna Netkrebo por su potencia y su ferocidad. Estupendo el elenco al completo. Precede ese drama a la maldita Gloriana de Benjamin Britten, com-
puesta para la coronación de Isabel II en 1953, prevista y esperada para la próxima temporada de verano, en el intento de recuperar un clásico que disgustó al público en su presentación. Son dos funciones diferentes que trabajan sobre la ambición del poder, y la cárcel que este supone para los sentimientos y las pasiones. Por cierto que un montaje alternativo de la ópera de Briten con libreto de William Plomer, basado en un libro de Lytton Strachey, sube a los escenarios del Teatro Real de Madrid en estos días. Riqueza Como si no hubiera mañana y el brexit fuera a ser baladí, la familia real de Qatar continúa invirtiendo en ambas orillas del Támesis, y se ha convertido ya en el primer terrateniente de la capital, por delante de la reina, e incluso de la propia municipalidad de Londres. Su brazo inversor ha cerrado la compra del emblemático edificio que alojaba la embajada de los Estados Unidos en Grosvenor Square, bajo cu-
ya águila imperial se proyecta un hotel de lujo. Una pérdida irreparable para la América de Trump, porque la sede diplomática, diseñada por Eero Saarinen y abierta en 1960, es uno de los diseños más especiales y elegantes de la capital británica y marcaba con su volumen –sugerentemente moderno y suficientemente refinado– un área de influencia. Es la única obra del arquitecto norteamericano de origen finlandés en el Reino Unido, y ocupa un espacio vinculado con los Estados Unidos casi desde el momento de su independencia. Los qataríes pueden vigilar bien sus inversiones desde lo alto de las 95 plantas de The Sard, el rascacielos que les diseñó Renzo Piano en Southward y cuya imagen –como define su nombre– es la de una esquirla de cristal que se clava en el corazón de la ciudad, junto al Tower Bridge. Pueden proveerse de todo tipo de artículos en sus propios grandes almacenes –Harrod´s– y dirigir sus negocios desde Canary Warf, uno de los centros financieros más importantes del mundo, del que son los mayores propieta-
El Támesis y The Sard al fondo. / Augusto F. Prieto
rios, y donde se están levantando simultáneamente no menos de 15 nuevos rascacielos, entre ellos uno proyectado por el estudio Herzog & de Meuron. Los Al-Thani –la familia real qatarí– son dueños además de Dudley House, en Park Lane, uno de escasos palacios residenciales que quedan en la capital británica, y una de las propiedades más caras de la ciudad, decorado por Alberto Pinto en un estilo que podríamos catalogar como «póngamelo todo», que hizo declarar a la propia Isabel II en una visita de cortesía que «hacía que el palacio de Buckingham pareciera bastante aburrido», en uno de esos destellos de ironía superior que los Windsor tienen en sus momentos álgidos. Conquista Nigeria insiste en la reclamación de su patrimonio. En 1897 los ingleses encabezaron una expedición punitiva contra el reino de Benín, que había osado atacar a una legación diplomática, masacrando a sus integrantes (cierto que no te-
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mundo. Si las exposiciones de la temporada parecen organizadas sin pasión, solo para rellenar los numerosos contenedores culturales, el acceso libre a los museos permite recuperar alguno de los tesoros en los que no reparan las multitudes e imágenes de la corte Oba, incluidos algunos comerciantes portugueses. Son de un detallismo asombroso, y el poder de sus imágenes inspiró a los artistas contemporáneos a su revelación, desde Picasso a Matisse, Modigliani, Munch, o Brancusi. Ambición
‘Matrimonio Arnolfini’ de Jan van Eyck.
The Sard. / Augusto F. Prieto
nían permiso para entrar en la ciudad y se les había pedido que esperaran). La campaña militar saqueó el recinto real apropiándose de las obras de arte que decoraban el palacio y las residencias de la nobleza. Son conocidas como Bronces de Benín. Cuando las planchas fueron expuestas para su venta, Europa se quedó estupefacta. Los estudiosos no podían suponer semejante refinamiento en un pueblo considerado hasta entonces atrasado y salvaje. Se llegó a deducir una influencia europea. Porque lo cierto es que algunas de esas esculturas –hechas mediante el proceso de la cera perdida– se habían comenzado a facturar en África en el siglo XIII, y son de una perfección técnica a la que no se llegaría en Occidente hasta el Renacimiento. El grueso de la colección está felizmente en el British Museum y se compone de más de 700 piezas, de las que se exponen en torno a un centenar en la planta baja, muy ignoradas por los turistas que acuden a la institución centrados en otras cosas. Las planchas representan personajes
Detalle de uno de los ‘Bronces de Benín’. / Augusto F. Prieto
La temporada londinense no ofrece grandes sorpresas, ni una exposición cuyo relato destaque, aporte o sorprenda, pero sí recorridos sólidos y ambiciosos. Quizás la más sugerente sea la de los Impresionistas en Londres que recorre la influencia de los pintores franceses exiliados en Inglaterra a consecuencia de los disturbios de la Comuna de París. El círculo que se instaló en Londres influyó y se dejó influir por contemporáneos como Turner, y se impregnó de las brumas y las luces sesgadas que desarrollarían su propia visión de la luz y la paleta de colores. Se muestran en la Tate Britain destacadas obras de Tissot, Monet, Carpeaux, o Derain. En la misma institución en Chelsea, otra muestra se centra en dos de los grandes del realismo sucio como son Francis Bacon y Lucien Freud, para analizar cien años de intentos de capturar la vida a través de la pintura, y cuelga obras de Giacometti, Souza, y Deacon, además de varios lienzos destacados de la pintora Paula Rego. En la Tate Modern se recorre la creación de Picasso en un año que fue decisivo para el artista español, 1932, marcado por su ascenso artístico y social, su primera retrospectiva exitosa, la instalación de su atelier en el castillo de Boisgeloup en Normandía, y la relación con Marie-Thérèse Walter. También tiene su espacio Modigliani en la antigua central térmica, con una exhibición monográfica en la que está representada toda su creación, desde que abandona Italia, atraído por los círculos artísticos de París, hasta llegar a sus famosos retratos. Están los desnudos suntuosos, muchos de los cuales vienen de colecciones privadas, y una extensa perspectiva de su faceta como escultor. La calma vive en Grecia es una historia de amistad y de amor. Los trayectos vitales del escritor Patrick Leight Fermor, los pintores Niko Gikha y John Craxton, y su amor común por Grecia, representado en las salas de exposiciones temporales del British Museum por medio de cuadros, fotografías, dibujos, y primeras ediciones. Por último, la National Gallery compone alrededor del «Matrimonio Arnolfini» de Jan van Eyck una panoplia de obras prerrafaelitas en una pretensión de mostrar la influencia y la recepción que tuvo la adquisición de ese cuadro para los fondos de la Galería en el siglo XIX. El simbolismo de la tabla flamenca, sus juegos de perspectiva, de presentación, de luces y contraste, así como la aparición del espejo cóncavo fueron motivos de inspiración para el círculo de la Hermandad Prerrafaelita. ~