Sábado, 22 de abril de 2017 Nº 136 @aladar_cultura
El castillo de
Krüje
Homenaje a la desconocida literatura cubana
Uno de los enclaves casi desapercibidos en el resto del mundo. Una alegoría a las hazañas del héroe nacional albanés: Skanderberg
Licaón o la maldición del primer hombre lobo
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Viajes y literatura
Las mafias que controlan el tráfico de drogas, los vínculos con la guerrilla albano kosovar y una imagen de pobreza perpetua, es lo que parece que es Albania. Sin embargo, como todos los países del mundo, Albania encierra sus propios secretos,
Tirana y Krujë Concha García {Hay más de una estación de autobuses en Tirana. Se reparten en una amplia superficie bastante destartalada, con cemento y arena, y cabinas de información tan pequeñas que solo cabe una persona. Hay voceros que anuncian la población de destino. Hasta que no se llena el vehículo no sale, los horarios son orientativos. Nos subimos a uno que va a Krujë. Aunque no se ha llenado del todo, excepcionalmente, arrancamos y, a medida que atraviesa la ciudad, van apareciendo mercadillos de ropa, de comida, de zapatos, cada vez más mercadillos. Enfilamos una ruta ascendente y empinada, atravesamos una zona llena de fábricas de muebles, el paisaje poblado de pinos, de tanto en tanto vemos un búnker. Al llegar a Krujë, un bus se había averiado y obturaba la calle por lo que nos tuvimos que apear y continuar caminando. Dos grandes rascacielos emergían entre las montañas, rodeados de casas bajas, inconclusos. La torre de la mezquita asomaba muy por debajo de aquellas moles. Atravesamos un mercadillo donde vendían sobre todo banderas, camisetas, bustos del líder comunista y del héroe nacional Skanderbeg. También bellas alfombras tejidas a mano de todos los tamaños y cajas diminutas. Restos de material de guerra como cascos o diarios, balas, cantimploras, mapas… Por fin entramos a la ciudadela donde se alza el castillo de Krüje (S. V y VII). Allí en el castillo se construyó el museo Skanderbeg. La hija de Enver Hoxha, el dictador que gobernó hasta 1991, Pranvera Hoxha, lo inauguraron en 1988, según diseño del arquitecto Piro Vaso. Todo el castillo es una alegoría a las hazañas del héroe nacional albanés Skanderberg. Los murales y los bustos nos recuerdan que no hay conquista sin sangre y que en cada batalla quienes mueren siempre son los pobres. Para las mujeres no hay papel principal, solo el secundario. No sé qué hubiese pasado si las mujeres hubiesen sido las poderosas, ya sé que hubo algunas, pero nuestra historia es patriarcal. Sales del castillo con las imágenes de celebración a la guerra y al imperio grabadas en la mente, solo había que detenerse en los murales donde la presencia de la única mujer representada ofrecía una mirada hacia abajo, el resto del grupo miraba de frente, un niño desafiante era acariciado por la mano de la mujer. El día era diáfano, de esos días
azules que se recuerdan con la intensidad del color, y no quería más imágenes que la del fulgor de la luz. La terraza del castillo facilitaba observar todo el valle, se podía ver el Adriático al fondo. Un grupo de hombres comenzó a invadir la terraza, eran hombres de mediana edad, vestidos pulcramente, sin adornos ni peinados a la moda. Pensamos que eran musulmanes porque no había ni una sola mujer en el grupo. Se hacían fotos como nosotras. Nos preguntamos qué hacían tantos hombres allí, eran más de cincuenta. Al salir vimos un promontorio donde había aparcado un autocar, alrededor se escuchaba una música muy alegre, los hombres comenzaron a bailar, bailaban en corro tomados de las manos como los bailes judíos que muestran algunas pinturas de Chagall. Pregunté a alguien de dónde venían y me dijeron que de India. Bailaban alegres, no era una imposición folclórica, era verdadera la danza, y festiva. En aquel entorno había una mezquita casi oculta rodeada de un pequeño patio que un jardi-
Todo el castillo es una alegoría a las hazañas del héroe nacional Skanderberg nero cuidaba con esmero. Entramos descalzas, los ventanucos proyectaban haces de luz sobre restos de antiguas inscripciones. Era una mezcla de paisajes y tiempos diferentes no tocados por el consumo masivo, todavía conservaban ese aire de belleza inmune al tiempo, sin la intervención humana. Al regresar a Tirana me invadió una extraña melancolía que traté de aliviar caminando de nuevo por las calles de la ciudad. Nos hicimos fotos en el puente de piedra y me sentí ridícula, la gente que pasaba por allí nos miraba, sentía la pobreza, un decaimiento que se percibe a veces, cuando cesa el momento álgido del viaje. La cotidianeidad era un espejo de otras, la gente va y viene, pasa penas y calamidades, desea y se contradice. Queremos comer, amar, sentir que somos de un territorio, establecer redes. La poesía es un método de conocimiento del alma de la gente, no he podido leer a los poetas albaneses, me han anotado en un papel dos nombres: Dritëro Agolli y Lasgush Poradeci. La desaparecida colección Maremoto de Málaga publicó una antología de poetas albaneses hace años, y en 1992 la diputación de Zaragoza –hoy es
En Albania, las heridas permanecen abiertas. / Concha García
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sus propias maravillas. El castillo de Krüje es uno de esos enclaves casi desconocidos en el resto del mundo. Una alegoría a las hazañas del héroe nacional albanés: Skanderberg. Seguimos de visita por Albania
Los libros se exponen en las calles constantemente. / Concha García
inencontrable ese libro– publicó otra antología de poesía albanesa. Los novelistas están más traducidos. Ramón Sánchez Lizarralde (1951-2011) tradujo la mayoría de la obra del escritor Ismail Kadaré. En una entrevista publicada en el semanario uruguayo Brecha dijo que la imagen de los albaneses que han estado brindando es la de un pueblo sumido en el caos y la pobreza, golpeado por las pirámides financieras y por los conflictos étnicos de Kosovo y Macedonia. Las actividades de las mafias y la vinculación de la guerrilla albano-kosovar y el dinero proveniente del tráfico de heroína, colaboraron a levantar un velo de sordidez alrededor de lo albanés. Pero Albania ha dado una de las voces más importantes del panorama literario actual, varias ve-
ces candidato al Premio Nobel: Ismail Kadaré. Libros de Kadaré en las calles y en las librerías permanecen expuestos. El índice de analfabetismo es muy bajo a causa de
Albania ha dado a una de las voces más importantes del panorama literario actual: Ismail Kadaré las políticas en educación del gobierno comunista. Los cafés continúan llenos de hombres que pasan la tarde con una consumición, esa falta de ajetreo no es inquietante, nos ofrece una imagen de lo que
podría ser la vida sin no estuviese abocada, en nuestros países, al consumo constante, esa gran insatisfacción de boca ancha. Las mujeres van en grupo, como en la mayoría de países musulmanes. Los coches de alta gama que de tanto en tanto toman las calles y autovías, son de quienes se dedican al tráfico de la droga. Pasan veloces, mostrando la prepotencia de su dueño. La herida permanece abierta. Un rascacielos que alberga un centro comercial con capital italiano, muestra las marcas por las que suspira la gente, pero ¿cuánta gente puede acceder a ellas? Comenzó a llover de repente y nos tuvimos que refugiar bajo los soportales del centro comercial, un guarda de seguridad nos hizo pasar amablemente para que no nos mojásemos. ~
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Libros ilustrados. Más que palabras
Dios completó la creación en seis días, pero los artistas de Lucasfilm, con mucho menos presupuesto, llevan cuarenta años en un empeño similar y están lejos de haber acabado. Ahora, una de las más bellas y lujosas biblias del género, El arte
Inventando Star Wars
Quienes consideran que ‘Rogue One’ es la mejor película del universo de ‘Star Wars’ pese a no formar parte del serial cuentan ahora con un potente argumento añadido en forma de libro: la colección de sus mejores diseños. Cómo convertir dos años de trabajo en 133 minutos de cine César Rufino {Es difícil saber qué aficionados a Star Wars se lo pasan mejor: si los que aman las películas o los que aman los libros. Una de las razones más poderosas para mantenerse en esa duda es El arte de Rogue One, de Planeta Cómic; un contundente y vistoso volumen escrito por Joe Kushings e ilustrado con toda clase de alta joyería visual obra de auténticos fieras de la fantasía hecha imagen (escultores, artistas conceptuales, decoradores, modelistas, maquetistas, diseñadores de producción). La editorial lleva meses ampliando el universo de la marca a golpe de tebeos, novelas, enciclopedias visuales y toda clase de material impreso en un serio empeño por hacer del espacio un lugar infinito, sorprendente y literario. Consciente de que ninguna de las aventuras que cuentan estas películas es tan increíble y curiosa como la
que se vive al crearlas, ahora se detiene en el diseño de producción de la primera derivada (spin off, que dicen los anglófonos) del serial articulado en trilogías. Rogue One nació con un defecto aparente –no formar parte de ese lote– que ha sido su mayor virtud: en lugar de quedarse en un mero piscolabis ligero y poco nutritivo para hacer boca entre plato y plato, ha deslumbrado mostrando las posibilidades inmensas que tienen esas salidas por la tangente, esas carreteras secundarias, esas otras historias de Star Wars que empiezan y terminan de una vez, que contienen en el breve desarrollo de una sola película –por larga que sea– todas sus hazañas, sus mitos, sus descalabros, sus fracasos, sus nacimientos y sus muertes, sus secretos y sus maravillas. Lo único profundamente triste es que Felicity Jones no volverá a hacer de Jyn Erso, toda una pérdida. Aunque también eso
tiene su encanto. El papel del diseño de producción en estas películas es, quizá, el elemento más importante. Gareth Edwards, el director de Rogue One, comenta en este libro: «Una de las cosas más destacadas de trabajar en Lucasfilm es que, en algún momento, tendrás que visitar los archivos: un enorme almacén repleto de lo que solo puede describirse como el
Entre lo mejor de trabajar en Lucasfilm se encuentra «que en algún momento tendrás que visitar los archivos» «Los objetos que más me pusieron la carne de gallina fueron los que estaban al final, en cajones horizontales...»
sueño de todos y cada uno de los aficionados. Piensa en algo, y allí está: el Halcón Milenario, el sable de luz de Luke Skywalker, el casco de Darth Vader, Han Solo congelado en carbonita. Pero los objetos que más me pusieron la carne de gallina fueron los que estaban al final, en cajones horizontales... el lugar en que descansan las auténticas pinturas que lo empezaron todo», expresa reverentemente. «Me sentí como si estuviera viendo los Manuscritos del Mar Muerto o los Diez Mandamientos. Aquello fue el génesis de Star Wars. Aquello fue lo que lo empezó todo». Tiene gracia que precisamente su película (y la primera de la serie: La guerra de las galaxias, rebautizada como Una nueva esperanza) vayan sobre el robo de unos planos que acabarán decidiendo el futuro de esos mundos. Al final, todo es diseño de producción. El arte de Rogue One repasa los dos años de trabajo que condujeron de la idea a la película. Ahí está el proceso por el que se acabaron creando las cosas tal y como luego quedaron, después de no pocas comeduras de tarro, ensayos infruc-
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de Rogue One, de Planeta Cómic, ofrece un recorrido fascinante y de los que crean afición por el diseño de los decorados, los personajes, el ambiente y el atrezo de una película que abre las puertas a un universo cinematográfico sin fin ceptuales (incluida la dirección artística, la creación de atrezo y la construcción) de forma que encajaran perfectamente en ambas películas». Su colega el taiwanés Chiang, que tiene un Oscar en la vitrina de su casa y que también se ocupó de los episodios I y II del serial, explica que «esta colección de arte de Rogue One es una inmersión entre bambalinas en aquel proceso, y presenta el mejor material artístico que creamos para hacer realidad la visión de Star Wars del director Gareth Edwards». En palabras del diseñador, «más que una simple colección de pinturas y dibujos hermosos, también es la crónica de la pasión que aportó cada uno de los artistas, así como una instantánea de nuestro exhaustivo, y a veces tortuoso, camino hasta encontrar el diseño ideal». Mentirosos
«Más que una simple colección de pinturas y dibujos hermosos, también es la crónica de la pasión que aportó cada uno» «Entonces haría lo más parecido: crecería, me convertiría en uno de esos mentirosos y también haría cine» tuosos y ataques colectivos de fiebre creadora. No era fácil porque, además de las dificultades de poner en pie una ficción de esas dimensiones, tenía que ser coherente con el episodio IV, La guerra de las galaxias, cuya acción prologa. Neil Lamont, codiseñador de producción de Rogue One junto a Doug Chiang y responsable de tareas similares en El despertar de la Fuerza, Goldeneye y Harry Potter y la piedra filosofal –por citar unas pocas–, explica que hilvanar ambas películas sin que se notara era la idea innegociable. «Nuestro desafío ha consistido en crear y convertir los diseños con-
‘Rogue One, una historia de Star Wars’ (2016) cuenta la historia del robo de los planos de la Estrella de la Muerte, que da pie a ‘La guerra de las galaxias’.
El director de la película quiere pensar que existe cierto destino asociado al hecho de amar de verdad las cosas. «Realmente no recuerdo haber visto Star Wars la primera vez», confiesa. «Tenía dos años cuando se estrenó en los cines, así que siempre estuvo ahí, siempre fue parte del mundo. De hecho, si me hubieras preguntado qué quería hacer cuando creciera, lo más probable es que te hubiera dicho unirme a la Alianza Rebelde y hacer explotar la Estrella de la Muerte. Entonces, lentamente, con el tiempo, empecé a descubrir que Star Wars de hecho no era real. Que aquella gente y aquellos lugares no existían realmente. Todo aquello no era más que una enorme mentira, hecha por adultos, y llamada filme. Finalmente pensé que, bueno, si no podía pilotar un caza Ala-X, entonces haría lo más parecido: crecería, me convertiría en uno de esos mentirosos y también haría cine». Los mayas predijeron el fin del mundo para finales de 2012. Fue justo entonces cuando la Walt Disney Company anunció la compra de Lucasfilm, que le confería todos los derechos para producir más películas de la saga. En nada de tiempo, llegado febrero de 2013, ya estaban anunciando que esto iba a ser un no parar con la incorporación al serial de películas independientes como esta Rogue One, bajo la marca Una historia de Star Wars. Ahora, Kathleen Kennedy hace el papel de George Lucas y el mundo está lejos de haberse destruido, al menos cinematográficamente hablando. A los cines y a las librerías les queda mucho que contar. Por lo pronto, este libro recoge cómo se creó una fantasía que iba desde el hogar de la heroína en Lah’Mu hasta los palmerales de Scarif, desde la clandestinidad rebelde de Yavin 4 hasta el cubil de Darth Vader en Mustafar, con todos sus seres, bichos, máquinas y emociones de diseño. ~
lecturas recomendadas CONSULTA. ¡Vikingos! Vincent Carpentier y Jeff Pourquié / Nórdica Infantil
Cosas que hacer en el mundo si eres vikingo C.R. {Cuando las historias las cuentas los que saben, y cuando los que saben tienen, además, el don del entusiasmo, se producen fenómenos literarios tan deliciosos como este ¡Vikingos! que publica ahora Nórdica Infantil pero que bien podría ir dirigido a todos los públicos por su amenidad, su visión completa de estos pueblos costeros de Escandinavia y por la serie de curiosidades y detalles que no todos los adultos conocen. Lo escribe todo un señor arqueólogo especializado en Edad Antigua y Medieval, Vincent Carpentier, y se acompaña con preciosas y muy inspiradas ilustraciones de Jeff Porquié rebosantes de encanto. No se queda en la peripecia americana y en los temibles drakkars con que surcaban los mares: el libro descubre otras características de un pueblo complejo, sus prioridades, sus vestimentas y enseres, sus dioses, sus casas y poblados, el sentido de la muerte para ellos y también su talento para contar historias y escribir poesía. Por supuesto, también sus invasiones. Y, claro está, su final. Sin duda, uno de esos libros escogidos de la edad temprana que nunca se olvidan. ~
INFANTIL. Animalotes Aaron Blabey / Anaya
Esa moda perversa de tener que ser buenos por narices C.R. {El daño está hecho: todo el mundo tiene que ser bueno y parecerlo. Es la moda, el pensamiento obligatorio, la doctrina de curso legal. No importa que uno haya nacido tigre: con la debida enseñanza, acabará comiendo lonchas de mortadela y dejando que le pasen la mano por el lomo... ¿o no? Aaron Blabey, que es un australiano que debe de pasárselo en grande –tras haber deslumbrado como pésimo actor, dicho por él, ahora se gana la vida publicando éxitos literarios infantiles– publica ahora en España con Anaya el primer libro de su colección Animalotes: criaturitas generalmente temidas y con una extensa ficha policial que quieren regalarse un cambio de imagen y convertirse en héroes. El problema es que cuando un lobo, una piraña, un tiburón y una serpiente acuerdan hacer el bien y dejar de ser peligrosos en pro del bien común, el público destinatario de sus acciones –que ignora el cambio de estrategia de los citados– no siempre está a la altura. El miedo, que es así. Los equívocos y las torpezas en el empeño en conseguir su objetivo dan sustancia a este librito que se lee en un santiamén. ~
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Escrito para... En primavera podemos salir a la calle y sentarnos en cualquier sitio a leer. No hay nada parecido al placer que provoca la lectura de un buen libro disfrutando del sol que, todavía, no nos hace buscar refugio. Conviene tener en reserva algunos títulos que ...df
Canción dulce Gabriel Ramírez Lozano {Leila Slimani escribe muy bien, francamente bien. Sin hacer excesivas demostraciones técnicas, economizando al máximo con los recursos y sin renunciar a la experimentación con el lenguaje (no de forma excesiva, pero sí eficaz) logra construir una voz exacta para indagar en las consciencias de los personajes que presenta en su novela Canción dulce (editorial Cabaret Voltaire), una novela que fue premio Goncourt el año 2016. Las almas se dibujan con trazo fino y delicado; los escenarios se van levantando desde el detalle esencial y no desde un inventario de características que pudieran diluir el conjunto; lo que dicen los personajes marca definitivamente el carácter de cada uno de ellos. Desde la primera página, Leila Slimani descubre el desenlace. Porque no le interesa lo que sucede; ella busca explicaciones, busca el porqué; no quiere que deduzcamos qué es lo que va a suceder sino que desea que comprendamos. Y ese descubrimiento provoca un efecto demoledor que el lector debe soportar: cada movimiento, cada gesto, cada palabra de los personajes, significan un camino irremediable por el que la trama irá avanzando. Y tratamos de entender, no podemos pasar por alto una reflexión de una asesina despiadada, de una madre que va a sufrir el
La portada en su versión francesa.
Leila Slimani. / El Correo
peor golpe que puede recibir; no podemos entender cómo los personajes no son capaces de ver más allá de sus actitudes cómodas, perversas, críticas o descuidadas. Canción dulce es una novela perturbadora, inquietante, asombrosa. La dureza desde la lírica se convierte en un peso rotundo que aceptamos porque, al fin y al cabo es bello; pero no deja de ser una carga dolorosa que arrastramos
página a página. Canción dulce se convierte en un momento de lectura extraordinario a pesar de todo. Habrá que seguir de cerca a esta mujer. El que escribe hacía tiempo que no se encontraba con un relato tan bien estructurado, tan rico en recursos bien utilizados, tan agradable cuando el lector lo que busca es esa esencia de la literatura que no es otra que la mirada exclusiva que nos aporta un universo entero.
Calificación: Muy bueno. Tipo de lectura: Placentera aunque el tema que se trata es desagradable. Tipo de lector: El que quiera enfrentarse a la buena literatura moderna. Argumento: Todo tiene una explicación aunque ésta sea repulsiva, estúpida o improbable. ¿Dónde puede leerse?: En el tren de cercanías que lleve hasta París.
...reflexionar sobre el proceso creativo literario
Señor Sueño Augusto F. Prieto {El Señor Sueño es un jubilado, que lleva una vida apacible de retiro cerca del mar, asistido por una criada entrañable llamada Sosias. Como la de todos los viejos, su vida se reparte entre el recuerdo y el olvido. Da la sensación, por la minuciosidad con la que se cuentan pequeños detalles de intimidad, de que es el protagonista de esa vida quien la escribe a la manera de un diario, pero que lo hace en tercera persona. El Señor Sueño es también un escritor que anota en un cuaderno reflexiones sobre la creación literaria y la construcción de la ficción. Robert Pinguet que es y no es ese escritor que es y no es el Señor Sueño, fue hilvanando estos pensamientos durante veinte años, en
el tiempo que su quehacer literario le dejaba libre, y lo consideró un divertimento. Señor Sueño es, pues, un relato metaliterario, una novela en marcha y una colección de reflexiones, todo mezclado. Es una obra interesante para escritores e interesados en la creación, aunque los lectores no podemos evitar sentir el parpadeo de cierta luz de gas que desprende la novela, siempre buscando una segunda lectura en cada línea, de una manera un poco forzada, en detrimento de una historia que, sin embargo, es válida por sí misma. Puesto que está dividido en pequeños fragmentos y la trama no es lineal, es un libro muy aconsejable para releer en ratos sueltos y activar el pensamiento. El conjunto, completado por los textos Arado y El Arnés, más explíci-
tamente reflexivos, deja traslucir misantropía y cierto desencanto, e incluso desengaño, ante la vida y el proceso de la creación literaria. Me temo que debo decir que en esas dos décadas de escritura, Robert Pinguet avanzó por estas líneas, desde el entorno del nouveau roman hasta la periferia de la novela postmoderna. ~ Calificación: Interesante. Tipo de lector: Interesados por la construcción literaria. Tipo de lectura: En dos niveles, no es complicada, pero mueve a la continua reflexión extratextual. Argumento: Sencillo. Personajes: Bastante entrañables. ¿Dónde puede leerse?: Es un buen libro para la mesita de noche. Portada.
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Escrito para... podamos llevar en la mochila, en el bolso o en la cartera. Cinco de ellos son los que recomendamos esta semana en Aladar. Diferentes registros, diferentes estilos, diferentes historias que van de lo amable a lo doloroso o patético ...disfrutar de una lectura entretenida
...embriagarse de nihilismo
Recursos inhumanos
Asterios Polip
Gabriel Ramírez Lozano {Pierre Lemaitre se está convirtiendo en el autor de moda. La serie policíaca Verhoeven o su novela Nos vemos allá arriba constituyen una carta de presentación más que suficiente para que los lectores se acerquen a sus libros. Pero, lógicamente, no todas las novelas de Lemaitre son igual de buenas o de malas. Recursos inhumanos es una novela que busca la crítica social, una radiografía de la doble moral con la que nos manejamos en la actualidad en occidente, el mapa de la tragedia del desempleo en una sociedad capitalista que se desploma poco a poco por su falta de humanidad. Es un relato que encuentra acomodo en lo explícito del lenguaje, en una trama ágil, en el dibujo de los personajes efectivo y efectista, en un cambio del punto de vista cuando el autor cree que el relato no puede continuar por el camino trazado hasta un momento determinado. Pero no reposa esta novela en la literatura honda. Es una buena novela de entretenimiento que cae en la trampa de los territorios comunes y, casi, en lo inverosímil. Ya se sabe que un relato puede tratar de la vida en Venus y
ner empleo durante cuatro años le invita a cometer una locura completamente desproporcionada. Directivos, jefecillos de tres al cuarto, amigos traidores, amigos leales, una familia que se descompone hasta convertirse en fosfatina o una selección de personal llevada al extremo de lo absurdo y de lo insultante, son los materiales narrativos con los que trabaja Lemaitre. Divide la novela en tres parte (Antes, Durante y Después) utilizando un narrador para la primera y tercera; otro para la segunda (siempre narrador personaje). El tono y el aliento de la narración son medios por lo que la lectura resulta fácil y amena. Cualquier tipo de lector puede animarse con Recursos inhumanos porque la exigencia es escasa. Y esta es una novela que se puede leer en cualquier lugar por la misma razón.
Portada.
ser totalmente creíble o, por el contrario, hablar de un hecho sucedido en la realidad y no serlo. Alain Delambre es el personaje principal y recorre un camino de destrucción total. El peso que le supone no te-
Calificación: Entretenida. Tipo de lectura: Fácil. Agradable. Amena. Tipo de lector: Todos son bienvenidos al universo de Alain Delambre. Personajes: Bien perfilado el protagonista. El resto es otra cosa. ¿Dónde puede leerse?: En el metro, en un banco del parque, en una cafetería…
...conocer la zona sumergida del iceberg
El largo adiós Augusto F. Prieto {La novela negra surge de uno de los puntos de encuentro entre lo real y lo ficticio: el crimen, que encierra en sí mismo algo de pesadilla, pero de cuya realidad no podemos dudar porque nos rodea constantemente como lo vemos en los diarios. Pero el acto criminal es solo la parte visible de un iceberg y los autores de novela negra se sitúan en su parte sumergida, porque el ser pensante tiende a intentar descifrar los hechos ocultos que guían la mente criminal para poder entenderla. En su novela El largo adiós, Raymond Chandler crea una serie de circunstancias posibles y casuales que rompen con la causalidad del mundo real de la que el lector está siempre dispuesto a huir. Chandler se crece en la creación de los personajes, la construcción de los ambientes y las conversaciones ambiguas que nos introducen en el
hampa. El hilo conductor es la curiosidad, del escritor, del lector, del protagonista. No hay una resolución del caso en el sentido clásico, sino una revelación de secretos, hechos que se han querido ocultar y que el detective espera que se presenten, de una manera ciertamente azarosa, hasta tomar sentido. Philip Marlowe se convierte así en arquetipo del detective-confesor que seduce con la palabra, simpático. Un pobre diablo arriesgado y astuto, bebedor informado y constante, adorador de las mujeres hermosas. Las referencias nos mantienen en Los Ángeles, ciudad desubicada e infinita en la que habita el engaño de las apariencias y la maldad, un laberinto de ambientes singulares y atractivos. Marlowe es irónico, arrogante, perceptivo, excelente narrador, no se guarda los ases en la manga aunque existen inevitablemente y será el lector quien deba ordenarlos. Nos demuestra una personalidad
Portada.
arrolladora. El largo adiós es una novela perfectamente visual y ha sido utilizada para el cine. Está considerada una de las novelas más logradas de Chandler y una de las cumbres de la novela negra. Calificación: Buena. Tipo de lector: Aficionado a la novela negra. Tipo de lectura: Fluida. Argumento: Enrevesado. Personajes: Espléndidos. ¿Dónde puede leerse?: En L.A.
Daniel González Irala {Novela gráfica o cómic de referencias humanistas firmada por David Mazzucchelli. Desde este libro se hace un retrato del éxito y el azar que lo arrebata, desde la construcción de un infierno que condena el odio y ensalza la capacidad de sobrevivir de un arquitecto y profesor de Universidad que, tras ser alabado en sus méritos por una conferencia, vive la desgracia de ver arder su casa. El tipo trata de adaptarse a la paranoia colectiva que supone su vida. Este proceso es contado por el autor con solvencia y desde un minimalismo en el dibujo que obvia quizás en exceso la palabra, en pos de un aura por la que se trata de identificar este infierno con algo así como la soledad de un desierto; este rasgo está muy bien construido y hace que se tarde poco tiempo en asimilar. Las dos caras del éxito es un tema con el que se atreven muchos, pero no de manera tan personal; es quizás la meticulosidad y metodismo de Asterios lo que le lleva a la nada, lo que nos embriaga de nihilismo, sin aportar moralina, sino introduciendo a una serie de personajes que al tipo le parecen repulsivos, como un músico experimental japonés que colecciona partituras raras, un dramaturgo pagado de sí mismo y con delirios de grandeza que quiere montar un espectáculo a propósito de Orfeo, un mecánico casado con una especie de echadora de cartas con tintes de Bruja Avería,… La muerte de los padres también está presente, así como el amor burgués con una estudiante de Bellas Artes muy especial para él, que sin saber a qué disciplina quiere dedicar su futuro, se decide por la menos conveniente a nivel práctico. ~ Calificación: Muy interesante. Tipo de lector: Sirven hasta los de la Marvel, de hecho encontrarán más sencillez que en los clásicos. Tipo de lectura: Sencilla. Fans de lo alternativo soft. Argumento: Miserias y grandezas de un metódico. Personajes: Excelentes todos. ¿Dónde leerlo?: En el Sahara.
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Entrevista El autor de la entrevista contacta, esta semana, con Henry Miller a través de una ouija literaria que resulta fascinante en cada una de sus entregas. Los textos utilizados en las respuestas son tomados de ‘Tropico de Cáncer’ y ‘Trópico de Capricornio’, obras del propio Henry Miller. Estas novelas marcaron un hito en la literatura moderna
La ouija y Henry Miller Fernando González Nohra {No me acuerdo cómo ni dónde fue, pero estaba acodado en la barra de un bar viejísimo y malísimo -de esos que tienen aserrín en el piso-, cuando de pronto advertí que a mi lado había un calvito-cabeza de rodilla esperando a ser atendido. Borracho y todo lo reconocí al toque: era Henry Miller, autor de los «trópicos». No perdí la oportunidad y lo abordé invitándole a una cerveza, consiguiendo así una entrevista en exclusiva con él: —F.G.: Dígame una cosa, señor Miller... —H.M.: Tutéame, llámame Henry. —Bueno, Henry, ¿qué significado tiene para ti un libro? —El significado de un libro radica en que el propio libro desaparezca de la vista, en que lo mastiques vivo, lo digieras e incorpores al organismo como carne y sangre que, a su vez, crean nuevo espíritu y dan nueva forma al mundo. —Interesante postulado. —Ajá. ¿Acá sirven vino en botella tapa rosca? —Hmmm... No, creo que no, sólo cerveza. —Esto es una mierda. En fin, prosigue. —A pesar de que la gente que te conoció te tenía como la persona más amable y gentil, muchos de los que han leído alguna de tus obras te consideran un tipo duro, vil, hasta inhumano. ¿Qué opinión te merece este concepto que el grueso de la gente tiene de ti? —Si soy inhumano es porque mi mundo ha sobrepasado sus límites humanos, porque ser humano parece algo pobre, lastimoso, miserable, limitado por los sentidos, restringido por preceptos morales y códigos, definido por trivialidades e ismos. Pareces tener en muy bajo concepto a la especie humana, como si no te quedaran casi esperanzas... Es que es desalentador. El hombre no es capaz ni siquiera de destruirse a sí mismo; sólo puede destruir a los demás. Estoy asqueado. —Suenas como un hombre justo. —Me ofendes, y te digo el porqué: son los justos quienes nunca han conocido el secreto de la confraternidad humana. Son los justos quienes están cometiendo los crímenes contra el hombre, los justos son los auténticos monstruos. Los justos son quienes exigen nuestras huellas dactilares, quienes nos demuestran que hemos muerto aún cuando estamos ante ellos en carne y hueso. —En conclusión, ¿el mundo es una mierda? —Lo único que te puedo decir respecto a eso es que la gran casa de putas
Henry Miller. / El Correo
en que han convertido la vida no requiere decoración. —Crees entonces que el mundo no pasa de ser un gigantesco prostíbulo. —Sí, la amarga experiencia me ha enseñado que lo que sostiene al mundo es la relación sexual. —Ya que estamos tocando el tema, ¿qué opinión tienes de las mujeres? —Muy simple, pues que al parecer no tienen bastante con un buen polvo... Quieren tu alma también. —¿Te refieres a todas las mujeres? —Sí. —¿Qué más has aprendido de tanta mujer en tu vida? —Que hay coños caníbales, que se abren de par en par como las mandíbulas de la ballena y te tragan vivo; hay también coños masoquistas, que se cierran como las ostras y tienen
conchas duras y quizás una perla o dos dentro; hay coños telegráficos, que practican el código Morse y dejan la mente llena de puntos y rayas; hay coños políticos, que están saturados de ideología y niegan hasta la menopausia; hay coños vegetativos, que no dan respuesta a no ser que los extirpes de raíz; hay coños religiosos, que huelen como los adventistas del Séptimo Día y están llenos de abalorios, gusanos, conchas de almeja, excremento de ovejas y, de vez en cuando, migas de pan; hay coños diversos, que se resisten a cualquier clasificación o descripción, con los que te tropiezas una sola vez en la vida y que te dejan mustio y marcado; hay coños hechos de pura alegría, que no tienen nombre ni antecedente y son los mejores de todos, pero, ¿adónde han ido a derramarse? No sé, si lo supiera ten por seguro que no estaría aquí. Miller se había quedado callado de súbito; con la cabeza en alto miraba hacia un punto indeterminado con ojos luminosos, casi incendiarios, como si de repente le hubiese venido a la mente un remoto polvo magistral, antológico. Estrelló con fuerza su vaso vacío contra la barra del bar, pidiéndome que le sirviera más cerveza; luego me gorroneó un cigarro y, sin mirarme siquiera, sentenció: —Y, por último, existe el coño que lo es todo y vamos a llamarlo supercoño, pues no es de esta tierra, sino de ese país radiante a donde hace mucho nos invitaron a huir: el País de la Jodienda, que es donde vive el Padre Apis, el toro profético que se abrió paso a cornadas hasta el cielo y destronó a las deidades castradas del bien y el mal. Gracias, maestro. De nada, hijo. —Oye, Henry, no quiero quitarte más tiempo. Para terminar, y aunque sea una pregunta muy trillada, ¿qué podrías decirles a los nuevos escritores o a los que pretenden serlo? —Que las ideas tienen que ir unidas a la acción; si no hay sexo y vitalidad en ellas, no hay acción. Las ideas no pueden existir solas en el vacío de la mente. Las ideas están relacionadas con la vida: ideas hepáticas, ideas renales, ideas intersticiales. Gracias por tu tiempo, Henry. ¿Alguna otra cosa más que quisieras añadir? No, ya me cansé de hablar contigo. Entonces llegó una furcia y nuestro entrevistado se fue con ella en el acto. Los vi entrando juntos al baño. Le deseé suerte, aunque era obvio que no la necesitaba; en cambio yo sí que la necesitaría: no tenía cómo pagar la cuenta... tendría que lavar los platos, otra vez. __________________________________ Textos de las respuestas tomados de Trópico de cáncer y Trópico de capricornio.
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Atelier de músicas
Ninguno de los responsables del Festival EMA quieren ver a Madrid huérfana de música contemporánea. Esta modesta iniciativa alcanzará en mayo su tercera edición
Recomendaciones
CONTEMPORÁNEA
Ernst Helmuth Flammer / Cuartetos de cuerda 4 & 5 / NEOS
Viaje (casi) eterno del pájaro de fuego
DIRECTOR DEL ENCUENTRO DE MÚSICAS ACTUALES (EMA)
JOSÉ PABLO POLO
«Quiero programar la mejor música contemporánea» Ismael G. Cabral {Sin rodeos; Madrid no está a la altura de (casi) ninguna capital europea en materia de difusión de la música de nuestro tiempo. Y, por desgracia, no es el caso de que ninguna otra ciudad vaya por delante. Por eso un compositor, José Pablo Polo (1984) asumió hace unos años el riesgo de enfrentarse, completamente solo, a poner en pie algo parecido a un festival. Encuentro de Músicas Actuales (EMA), se llama. Y, del 18 al 21 de mayo, en el Centro de Arte La Neomudejar, celebrará su tercera edición. «La intención es crecer cada año, contar con mayores posibilidades, convertir la cita en una referencia y satisfacer la demanda del público que quiere oír música contemporánea y apenas tiene hoy día oportunidades», dice Polo. Los conjuntos Schallfeld Ensemble, Ergo Sound y los músicos solistas Ingar Zach (improvisador), Ángel Soria (saxofón) y Pilar Rius (guitarra eléctrica) integran el programa fundamental. En los atriles, música estrictamente de hoy que va del minimalismo de Steve Reich al esencialismo de Salvatore Sciarrino, de la gramática abigarrada de Ramón Lazkano al ámbito intermedia de Alberto Bernal. «Nuestra idea es apostar por programas equilibrados en los que las vanguardias históricas y
los jóvenes compositores estén representados; permitiendo que personas que, quizás, nunca han escuchado estas músicas se confronten con ellas», esgrime el director artístico de EMA, un certamen «autogestionado» que, este año, ofrece propuestas inéditas como «la exploración de las resonancias de un bombo que hará el polifacético percusionista Ingar Zach».
Nuestra idea es apostar por combinar las vanguardias con las músicas de jóvenes autores Este repertorio tiene público, en ocasiones solo hace falta dar con el espacio adecuado José Pablo Polo sueña con poner a Madrid mirando a las grandes ciudades de la modernidad musical; llámense Darmstadt, Donaueschingen, Estrasburgo, Colonia o Huddersfield. «La intención es programar la mejor música contemporánea y acabar con las cuotas, esas que dictan que hemos de tocar obras de compositores locales por el solo hecho de ser de aquí. Los
El guitarrista y compositor José Pablo Polo. / Fotografía: Celia Expósito
mejores creadores españoles ya hacen sonar sus obras en los grandes festivales de la música de nuestro tiempo», argumenta. El año pasado contaron en el EMA con uno de los grandes iconos de la música experimental, el norteamericano Phill Niblock. «Fue una experiencia sensorial inolvidable en la que se superaron los 120 decibelios; fue como entrar en otra dimensión, la escucha entendida como fenómeno físico», rememora. Para repetir el acontecimiento y conseguir que por Madrid vuelvan a desfilar grandes nombres de la composición actual –como sucedía cuando se mantuvieron activos los desaparecidos ciclos Musicadhoy y los conciertos del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea– hace falta «ayuda». Por eso en EMA no tienen ningún interés en militar en el underground y están abiertos a recibir cualquier tipo de apoyo que les permita crecer. «Esta música tiene público, y en ocasiones solo hace falta dar con el sitio adecuado; está visto que funciona mucho mejor en galerías de arte y en espacios menos ortodoxos que una sala de un auditorio. Eso es lo de menos, lo esencial es recuperar el pulso, poder ponernos al día de lo que se está haciendo aquí y ahora en el ámbito sonoro», concluye Polo, miembro él mismo del NOU ensemble. ~
I. G. Cabral {Voyage éternel de l’oiseau de feu es el título del Cuarteto nº 4 (1996) de Ernst Helmuth Flammer (1949), compositor cuya obra reciente demuestra la deriva sin rumbo de su música. Estamos ante dos composiciones extensas y abigarradas; de una enorme crispación dramática en ambos casos. El alemán se aleja de sus frescos de descarnada vivacidad de los años 70 y se mira en el espejo de un expresionismo trasnochado, entregando dos obrar marmóreas y sin salida. ~
ELECTRÓNICA
Kreidler / European song / Bureau B
El ‘krautrock’ no había muerto I. G. C. {La veterana banda alemana Kreidler despacha un nuevo disco, European song. Un potente disco de krautrock –a lo Neu!– e improvisación que reflexiona sobre cómo estamos tirando a la basura eso que llamamos la sociedad del bienestar. Ese es el concepto, que por otra parte, es lo de menos. Cinco temas instrumentales de fuerte impronta rítmica que sin echar la zarpa a su magnético Tank (2010) sí que permiten que los de Düsseldorf sigan reinando en su trinchera de ordenado caos. ~
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Fotografía
Hasta el próximo 4 de junio, la Fundación MAPFRE, situada en la madrileña calle de Bárbara de Braganza, acoge una interesante retrospectiva de un fotógrafo norteamericano que murió en París y sentó ciertas bases del movimiento conceptual
Los paisajes devastados de Lewis Baltz (1945-2014) Daniel González Irala {Quizás, en estas páginas, no hemos insistido lo suficiente en la importancia del paisaje en fotografía. Entre los principales y más recientes cultivadores de este género está, entre otros, Ansel Adams, que responde o parte del prototipo de fotógrafo de naturaleza que se tira largas horas del día con su cámara y un pesado equipo intentando captar su esencia más primigenia, la luz más perfecta, el instante más impredecible. Se dice además que para hacer grandes instantáneas de este género es fundamental madrugar y mucho, algo a lo que los usos y costumbres actuales, si no es por motivos determinados, hace desistir a tantos otros. A medio camino entre unos y otros el californiano Lewis Baltz, al que la Fundación MAPFRE está dedicando una interesante retrospectiva, nos entrega una multitud de fotografías agrupadas en series conceptuales, donde se ve el paso de la mano del ser humano sin que en ellas aparezca directamente; es fundamental en la concepción fotográfica de este autor la separación entre blanco y negro y color, que viene, además, delimitada o bien por el uso de la gelatina de plata sobre papel enmarcado o por el de cibacromo (paneles) y cromográficas (estas últimas también sobre papel). Perteneciente al movimiento New Topographics que surge en torno a la exposición colectiva del mismo nombre organizada en 1975 por George Eastman House en Rochester (Nueva York), Baltz supone además el inicio de la fotografía conceptual. Dentro de este grupo de instantáneas frías, quizás excesivamente técnicas y carentes de emoción, el homenajeado retrata las zonas residenciales que proliferan en las afueras de las ciudades, en territorios a veces sin asfaltar; otras ocupados, pero igualmente solitarios. Además, el finado fue teórico del medio, llegando a decir algo así como que todo paisaje humano tiene un contenido cultural, siendo nuestra propia biografía involuntaria desde donde operan los gustos, aspiraciones, valores, miedos,… Fotografía así espacios ocupados, remodelados y mudos arquitectónicamente; en este sentido se considera a sí mismo un topógrafo de la realidad. Para él, todo lo que no es poder o ideología es espectáculo y esto se acrecienta con la llegada de los medios de comunicación de masas que provocan una serie de cambios socioeconómicos que también explora. Para entender toda esta concepción al que el arte no es ajena, empie-
Monterrey, de la serie The Prototype Works, 1967. The Lewis Baltz Trust. / Lewis Baltz
Según Baltz todo paisaje humano tiene un contenido cultural, siendo nuestra propia biografía involuntaria desde donde operan los gustos, aspiraciones, valores, miedos,…. / Lewis Baltz
za con cuatro fotos de finales de los 60, principios de los 70 que marcarán estilo. Son La crisis de Berkeley donde nos muestra en un periódico encajonado un titular esclarecedor del San Francisco Chronicle, la de Irvine Ranch donde muestra un paso de cebra en un montículo desde una angulación de gusano, Dana Point o Irvine Ranch, 1967 en que ya el paisaje pedregoso explora cierta humanidad
misteriosa sobrevenida en fuera de campo. La serie Urbanización de viviendas unifamiliares formada por 25 imágenes de pequeño formato, muestra la construcción a medias de casas a partir de los detalles de las mismas y vemos también porches, ventanas verticales y apaisadas y hasta el proceso exterior de una chimenea. Por otro lado, en la individual Newport Beach la
utilización de un árbol de extraña forma nos hace advertir cierta sensación de peligro de caída ante un coche deportivo allí aparcado. Monterrey 1967 recuerda mucho el minimalismo y limpieza de Edward Hopper jugando con el negro sobre blanco en un coche con respecto a la composición final. Pasadena, 1973 juega con el reflejo en una de las lunas de un escaparate tapado de una forma precisa y que adquiere apabullante sentido. La siguiente serie de 25 fotos es Maryland 1976 y resulta más evolutiva en el sentido en que vemos zonas deshabitadas donde todo es campo y cómo poco a poco se van poblando también de coches. La serie de quince Nevada utiliza el lenguaje conceptual desertificación-poblamiento-desertificación, consiguiendo en la tercera de estas tres partes un espacio más construido e igualmente diáfano; destaca la octava imagen en el sentido en que muestra desde fuera una casa poblada y muy bien iluminada en un páramo montañoso. Por otro lado, en la gigantesca serie Los nuevos polígonos industriales
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Fotografía
tal y como hoy lo conocemos. Nos entregan una multitud de fotografías agrupadas en series conceptuales, donde se ve el paso de la mano del ser humano sin que en ellas aparezca directamente. La separación entre blanco y negro y color es fundamental cerca de Irvine, California que consta de 51 imágenes, volvemos a incidir en lo deshabitado de un espacio en el que la uniformidad de matices y el mínimo juego de luz y sombra nos llevan a una vida donde el cemento es fundamental. En cualquier caso, el blanco y negro que utiliza tiene una escala de grises poco contrastada en la mayor parte de las imágenes hasta ahora, lo que le hace perder a muchos objetos la textura propia de los mismos. Destaca igualmente la foto del chalet desde fuera de un parking en cuyo interior vemos un coche y unas mesas, llegando a reencuadrar la imagen de manera sencilla gracias a dos ventanas también con luz en el piso superior. En color, destaca la serie sobre paneles verticales Ronda de nuit (199295), que hará las delicias de los amantes de cierta tendencia retrofuturista, predominando el desenfoque que esta vez sí incorpora personas o maniquís como parte de ese paisaje urbano, resultando también curiosas las imágenes de amasijos de pequeños cables, luces difuminadas por su ampliación, enseres, electrodomésticos,… En Piazza Pugliese, 1992, Baltz se apresura a los avances en cuanto a velocidad de obturación de la fotografía nocturna que hoy conocemos y practicamos, llegando a utilizar un aire tan grande por arriba que a muchos pudiera parecer excesivo. En la serie de catorce, Near Remo utiliza dentro de su tónica general de paisajes o landscapes devastados, un elemento disuasorio; de esta forma en esa foto donde un carnero tumbado sobre arena blanca se cuela algo de su inconsciente. En Plaza Sigmund Freud, 1989 se nos muestra a partir probablemente de un único negativo a color, una imagen en la que la parte superior izquierda está deliberadamente omitida, quedando ese vacío en la imaginación del visitante. Park City (1978-80) es una serie de 102 fotografías aún más pequeñas que las anteriores, donde el concepto de landscape se hace más tradicional (en una de ellas se ven huellas de grúas que pasan a mostrar detalles de zonas rotas o en estado de reparación). Corso de Lavoro, 1992 muestra la ineficacia desoladora del claim utilizado (Luck in luck). San Quentin Point, 1983 es un conjunto de 58 imágenes en que el tema podría ser la evolución de la tierra conforme el ser humano pone sus huellas en ella, esta vez desde el punto de vista de los detalles, sin que existan apenas planos generales. En la serie más corta Continous Fire Polar Circle, 1986, el efecto de niebla provocado por el fuego llega a difuminar el ochenta por ciento o más de alguna de las imágenes. En un retorno a Ronda de nuit, el artista pergeña Videovigilancia con fotos capturadas en Francia, donde la falta de nitidez se torna pixelado llevándonos al formato de vídeo digital más primitivo; se trata de tres gran-
Lewis Baltz, ‘North Wall Steelcase 1123 Warner Avenue Tustin, 1974’ from ‘The New Industrial Parks near Irvine, California’, 1974. / Lewis Baltz
Santa Cruz. / Lewis Baltz
des imágenes en panel, donde se llegan a utilizar dígitos numéricos, apelando al título. A esta sigue la fotografía individual Powerlines, perfecto contrapunto del concepto anterior. Otra serie en color interesante es Cuerpos dóciles (1992-95) donde muestra la enfermedad a través de operaciones quirúrgicas en detalle, predominando scanners, agujas, contrastes y máquinas de resonancia. En Candlestick Point, 1988, serie compuesta en color y blanco y negro, alterna la negrura ya conocida de las tierras con doce instantáneas que parecen sutilmente coloreadas (no lo son). Precisa, por último, en cuanto a composición es la del despacho de Air France, de 1989-91, que da cuenta igualmente del voluminoso inicio de la era digital hoy ya bastante desarrollada. Las muertes de Newport pertenece a un tipo de fotografía muy distinto donde a raíz de un accidente de barco, se pretende recuperar parte del patrimonio. Consta de 42 imágenes y un documento de archivo, al que sigue un audiovisual explicativo. ~
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Mitología
Licaón fue un rey culto y virtuoso, padre de cincuenta hijos, querido por su pueblo, fundador de Licosura en la que erigió un altar en honor de Zeus Lykaios. En ese altar se sacrificaban a seres humanos. Pero, por otra parte, Licaón fue un rey malo de
Licaón o la maldición del primer hombre lobo Anabel Rodríguez {Estaba viendo el otro día un programa de Canal Extremadura (y eso que últimamente no veo mucho la tele) en el que hablaban de la tradición extremeña de los lobisomes (hombres lobo) en determinadas zonas, sobre todo en las cercanas a Portugal y en las Hurdes. Si os interesa el tema, os remito al programa en cuestión, que se llama «Tras el mito» y a su presentadora, la periodista Israel J. Espino. Es interesante conocer estos seres fantásticos arraigados en los más oculto de nuestras tierras, figuras arcaicas que se resisten a desaparecer devorados por la cultura de masas, por mera ciencia y la modernidad. Pero a mí me llamó la atención un antropólogo que hablaba sobre el origen mitológico del hombre lobo, centrándolo en la mitología griega. Y es que podemos encontrar al primer hombre lobo de la historia en Arcadia. Concretamente fue el rey Licaón (también conocido como Lycaon). Sin embargo, dada la antigüedad y lo vago de la historia que llega a nuestros días, he encontrado dos versiones que nos muestran la razón por la que este rey terminó sus días convertido en uno de los más fabulosos monstruos de la imaginería popular. Según unos, Licaón era un rey culto y virtuoso, que tenía cincuenta hijos (el mismo número de hijos de Danáo y Egipto si os acordáis del artículo sobre las Danaides). Era muy querido por su pueblo, al que hizo abandonar la vida salvaje que habían venido llevando hasta entonces. Bueno, abandonarla hasta cierto punto. Licaón fundó una de las ciudades más antiguas de Grecia, Licosura y allí erigió un altar en honor de Zeus Lykaios en la cima de la montaña Licaón (tenía el mismo nombre que el rey). El problema es que en el altar realizaba sacrificios humanos para agradar al dios, quebrando la necesaria buena voluntad entre las personas y la ley no escrita de la hospitalidad con los extranjeros. Resulta que Zeus, que no debía tener muy claro que esta costumbre existiera, fue a hospedarse al hogar de Licaón como si fuera un peregrino cualquiera. Este se dio cuenta de que era el dios y en lugar de sacrificarlo y servirlo en pepitoria (no habría dejado de ser rarísimo), prefirió invitarlo a cenar y le sirvió lo que tocaba en el menú del día: humanos mezclado con un poquito de carne de animal. Zeus enfadadísimo (los dioses tienen una facilidad para enfadarse y maldecir al personal que
François Boucher. ‘Júpiter y Calisto’ (’Jupiter et Callisto’, 1744).
ya me gustaría a mí) lo convirtió en el primer hombre lobo y no sólo a él sino al resto de sus cincuenta hijos que, al parecer, eran unos impíos. Sin embargo los arcadios hicieron caso omiso a la maldición y continuaron sacrificando humanos a Zeus Lykaios en su altar anualmente. Cuando esto sucedía uno de los presentes se convertía en lobo después de probar la carne que contenía restos humanos. La transformación no siempre era definitiva y si durante nueve años no consumían carne humana podían volver a recuperar su humanidad, pero si duran-
Zeus elevó a Calisto a las estrellas convirtiéndola en la Osa Mayor te ese plazo contravenían la norma estaban condenados a aullar y vagar como lobos el resto de su existencia. La otra leyenda no deja bien a Licaón ni en un primer momento, lo describe como un rey extremadamente malvado y un desastroso hostelero. Resulta que tenía una hija hermosísima (además de otros cuarenta y nueve) llamada Calisto. Ella había hecho un juramento a la diosa cazadora: el de mantenerse virgen hasta el fin de sus días, como la propia diosa. Sin embargo Zeus puso sus ojos en ella (¡ya es mala suerte!) y comenzó a cortejarla has-
ta que la muchacha cayó rendida a sus encantos y es que los dioses pueden ser muy convincentes cuando se lo proponen (otra versión habla de violación, lo que todavía empeora más la situación de Calisto). Hera, la esposa de Zeus, presa de los celos (no acabo de entenderlo porque el dios tenía líos a diestro y siniestro y era para que estuviera más que acostumbrada) buscó a la pobre muchacha para vengarse de ellas. ¿Qué sucedió? Que la maldición de tres dioses, en forma de comedia agria, la fulminó. Zeus la quiso proteger escondiéndola de su hija Artemisa y su esposa Hera y la convirtió en una osa para que no la encontraran. Artemisa enfadada por la traición al juramento prestado la convirtió en una osa (parece broma). Y Hera para dañarla y convertir a la hermosa doncella en un animal al que los hombres temieran y la convirtió en… sí, lo has adivinado, una osa. No sé si es una maldición o una broma de mal gusto olímpico. Cuando Licaón supo lo que había pasado a la pobre muchacha, la ignoró dejándola desprotegida. Zeus que a pesar de todo debía amar de alguna forma (retorcida) a Calisto la elevo a las estrellas convirtiéndola en la Osa Mayor. Así ascendió a los cielos no sin que antes le practicaran una cesárea, para extraerle al hijo que habían concebido en su noche de pasión. El nombre del niño era Arcas. No sé en qué estaba pensando Zeus, pero lo dejó bajo la custodia de su horrible abue-
lo Licaón que odiaba al niño. Al cabo del tiempo Zeus, desconfiado o curioso decidió visitar la tierra para saber más cosas de los hombres. Haciéndose pasar por peregrino bajó del monte Olimpo a Grecia donde pasó a visitar a Licaón. En esta otra leyenda tenía (además de ser rey) una posada en la que sólo la mitad de las personas que entraban volvían a salir. Y no es que la comida fuera mala, es que cocinaba a la mitad (persona arriba, persona abajo) de los que entraban. Zeus que no era muy amigo de estas novedades culinarias salió espantado, pero no sólo porque sirvieran humanos, sino porque Licaón había tenido la idea de servirle Arcas como menú principal. La reacción de Zeus no se hizo esperar y (como en la otra leyenda)
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Mitología
verdad y un verdadero desastre como hostelero. En esta otra versión, Licaón y su pueblo se dedicaban a sacrificar seres humanos. En los dos relatos encontramos a los vivos comiendo carne de los sacrificados Representación clásica de un hombre lobo.
Representación moderna de un hombre lobo.
convirtió a Licaón y sus 49 descendientes en hombres lobo. No os preocupéis por Arcas porque para eso su padre era Zeus y recompuso los pedazos del niño muerto. Después se lo entregó a un pastor para que lo cuidara. Con el tiempo ascendió al trono y gobernó sabiamente, enseñando a súbditos a hacer pan, que no sabemos si utilizarían en los montaditos de humano o perritos calientes (debería resistirme a hacer estos chistes tan malos, lo sé). Lo cierto es que Arcas no se convirtió en hombre lobo, así que posiblemente muchos dejarían atrás esas costumbres caníbales ancestrales. Y es así como con cambios, mutaciones, mordiscos más o menos voluntarios y diversas variaciones ha llegado la leyenda del hombre lobo hasta nuestros días. La historia
vagó primero de boca en boca, ante las hogueras para entretenimiento y horror de quienes prestaban atención. Después los hombres lobo pasaron a vivir en los libros que tejen historias que no te permiten dormir, y por último en películas, en la que los hombres y los lobos están dispuestos a hermanarse en la maldición de la supervivencia, con o sin Zeus, con o sin Licaón. Mientras tanto dejaremos que los lobisomes extremeños, portugueses (y seguro que hay alguno andaluz) campen a sus anchas en nuestras pesadillas de la mano de quien nos los quiera recordar. Ya ves que la mitología muerde, pero es aburrida. Mi deseo para esta semana: que Licaón, sus hijos y devotos huyan de tu presencia como del mismísimo Zeus. ~
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Literatura
Es ya demasiado tiempo dando la espalda a cierta literatura cubana, pretendiendo que todo lo conocemos sobre la isla y sobre su sociedad. Olvidamos el ‘Espejo de paciencia’ de Balboa, ignoramos a Cirilo Villaverde
Esos desconocidos cubanos Augusto F. Prieto MADRID
{Es el momento de saber algo más sobre la literatura cubana. Leer para conocer, mientras todo cambia ¿para que todo siga igual? Lisandro Otero. ‘LA SITUACIÓN’ Desde luego que La situación, en Cuba, en los años previos al golpe de estado de Batista era tremenda, y Lisandro Otero la retrata fielmente por omisión, porque detrás de unas clases privilegiadas, encerradas en la endogamia de los clubes, las fiestas y los viajes a la Costa Azul y Nueva York, se sospecha una profunda desigualdad forjada sobre la injusticia, sobre los monocultivos que enriquecieron a unos pocos y corrompieron a todos, en ese ambiente de cacicazgo que nunca se detuvo, desde la Independencia hasta el castrismo, propiciado por el gran vecino del norte. El retrato es minucioso y exacto, no demasiado diferente al de otras sociedades, en otros países, en la
‘La situación’, en Cuba, en los años previos al golpe de estado de Batista era tremenda misma o en épocas distintas, en las que los privilegiados vivieron en una nube, ignorantes de lo dura que sería la caída. Pero quizás en ningún lugar como en Cuba fue más evidente la dicotomía y sus consecuencias. Aparte de algunos saltos abruptos en la trama, y de que la voz narrativa nos pueda confundir en algún momento, la historia, con sus flashback y sus vidas cruzadas, es sólida, e interesante el retrato del ambiente y de los personajes, alguno de los cuales se limita a asomarse. Si hay una crítica, o si el autor se limita a una exposición, debe decidirlo el lector sabiendo que ese juicio sí que fue firme y negativo en el momento de su publicación. No tenemos que olvidar que muchos de los nacidos con la Revolución solo han conocido La situación por medio de la literatura o de
Lisandro Otero. / El Correo
la propaganda del régimen. La diferencia es que en los libros están las personas, y en los panfletos los monstruos. Hay en la novela interesantes reflexiones sobre la cubanidad, incisivas y certeras. Rolando Pérez Betancourt. ‘LA ÚLTIMA MASCARADA DE LA CUMBANCHA’ Una confusión relata otra confusión. Rolando utiliza ese efecto, o a nosotros nos lo parece, pasando de uno a otro personaje, sin explicitar los narradores, amontonando los sucesos, y desviando los acontecimientos, para provocar el efecto de caos. El que se produjo en La Habana, en 1980, cuando diez mil personas se refugiaron en demanda de asilo en la embajada de Perú. El escritor concita un micromundo de sexo, violencias, egoísmos, y luchas por sobrevivir, que son una metáfora del país y de sus gentes desesperadas. El sarcasmo no encubre esa desesperación, ni la tampoco la critica, oscureciéndola convenientemente para evitar la censura. Fue, o así se retrata en esta novela, un circo, un pandemónium, una mascarada, la última salida al ambiente agobiante de la crisis provocada por la caída de los bloques del Este y el enrocamiento de la Revolución. Perversamente, el autor carga la culpa sobre las personas, que la tienen, y les hace pagar a todos sus consecuencias literarias en una novela bastante oscura, divertida a veces, críptica cuando nos perdemos, a cuyo final no acabamos de atender, desbordados por lo enloquecido de la historia. Una isla dentro de la isla de donde las personas tratan de escapar en busca de mejores condiciones de vida. Sin abandonar los excesos, ni el sentido del humor. Negro. Marta Rojas. ‘EL EQUIPAJE AMARILLO’ A pesar de una confusión notable con los narradores y las personas desde las que se cuenta, que pierden al lector y se demuestran ineficaces, El equipaje amarillo es un interesante ejercicio de fantasía his-
Marta Rojas. / El Correo
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Literatura
porque con él se nos escapó la colonia. Los contemporáneos nos rehúyen, aislados en su proceso revolucionario, y los novísimos por los problemas con la edición y la distribución Miguel Barnet. / El Correo
tórica, que va más allá del intento de aprehender los matices que la emigración forzada de los chinos aportó a Cuba, para buscar sus aromas legendarios, investigar en sus raíces, y recrear el momento de ese encuentro entre culturas. No se puede tachar de falto de originalidad. Tanto el tema, como el desarrollo, y la composición de atmósferas son genuinas, y diferentes a las ondas habituales de la narrativa cubana contemporánea. No es un homenaje, ni un rescate, sino más bien un encantamiento. Una novela construida sobre el poso de lo que pudo ser y estamos casi seguros de que no fue. Pero nos dejamos envolver por ese realismo mágico atrapados por los detalles, por lo reconocible de los lugares y del escenario social, porque se enlaza con lo que conocemos de la Historia, que al ser tan poco investigado permite este ejercicio de pirotecnia de raíces caribeñas y orientales. El periplo de los chinos en Cuba no terminó nunca, el régimen se apalanca en el para completar el círculo de la diversidad racial, y de la redención de la esclavitud, que funda la nación. Miguel Barnet. ‘CANCIÓN DE RACHEL’
‘El equipaje amarillo’ narra el drama de los ‘coolies’ chinos que fueron llevados a Cuba. / El Correo
El escritor da voz a una personalidad y a un ambiente; este es el de La Habana de los años 10, la de los teatros de variedades y los funerales de Yarini, contemplada desde el punto de vista de aquella, la de una cantante. Todo está contado –cantado- desde el ocaso. Es la palabra de una mujer mayor que percibe la
ciudad y el tiempo en el que vivió como un fulgor lejano del que no se puede desprender. La manera de contar es peculiar porque al relato principal, establecido como dijimos, se unen textos menores que lo matizan y que son cartas, opiniones encontradas, noticias publicadas en los diarios. Por supuesto Canción de Rachel es un homenaje a los escenarios y a quienes dan su vida en ellos. Encarnarse en otra persona es una apuesta arriesgada para un es-
Una novela construida sobre el poso de lo que pudo ser y estamos casi seguros de que no fue critor porque está jugada sobre una única carta, para ganarla deben de sucederse los matices, concatenarse los estados de ánimo, establecerse la calidad de los recuerdos. El lector debe reconocer cuando se dice la verdad y cuando se miente, pero no de una manera clara sino como una intuición, para poder creer que se está reconstruyendo en las líneas una vida real, con sus contrasentidos; aprender de sus vivencias, asimilar alguna cosa de la atmósfera de sus sueños, de las dificultades de su profesión. Barnet lo hace bien. Renée Méndez Capote. ‘AMABLES FIGURAS DEL PASADO’ Imagínense que tienen ochenta años y que están, por lo tanto, por
encima del bien y del mal. Pertenecen a la casta, como se dice ahora. Es más, han pertenecido a cada una de las castas que ha sido adecuada en cada momento (decir más conveniente sería una maldad improcedente). Primero una muchacha burguesa, conectada con la alta sociedad, descendiente de los padres de la patria. Fueron después jóvenes, revolucionarios, entrando y saliendo de las comisarías, incluso de la cárcel, yendo y viniendo del exilio, con la fortuna de navegar felizmente por esas aguas turbulentas. Vienen luego largos años de señora respetada, ocupante de plazas en instituciones culturales, convencida defensora del régimen que cambió las reglas del juego. En Cuba. Entre 1901 y 1989. Ya se las saben ustedes todas. Han conocido a todos a quienes hay que conocer. Y pueden permitirse el lujo de recordar con benevolencia, criticar con condescendencia, y edulcorar los recuerdos más abruptos. Compañeros de la infancia, artistas y personas distinguidas, políticos que cambiaron el rumbo de la historia. Pueden recrear épocas pasadas mediante la pintura al pastel de sus proveedores, banqueros, y sirvientes. Lo que no se entiende es porque si eran todos tan felices y se llevaban tan bien, terminó la cosa como terminó. Aunque si estás donde tienes que estar quizás la cosa no te afecte demasiado, y puedas seguir viviendo tan campante. Recordando. Espero que no parezca sesgada esta semblanza de Renée Méndez Capote, escritora y cronista, traductora y sufragista. Ninguna de sus obras ha sido muy divulgada fuera de Cuba, en la isla se la conoce por las Memorias de una cubanita que nació con el siglo, y hay varias generaciones que se formaron con sus recuerdos. Una memorialista, básicamente. Su prosa es fluida, con un aire atrasado, lógico para una anciana y para una época anterior. Algunas de sus anécdotas son curiosas. Sus semblanzas, ingeniosas. Otras cosas se pierden en lo naif, en la concatenación de nombres que no nos dicen nada, y de calles numeradas que solo nos lo dicen a los que tenemos la fortuna de conocer La Habana. Es memorable el retrato de un Jacinto Verdaguer egoísta y bastante despreciable, que nos creemos absolutamente. Algunas pinceladas de los cenáculos madrileños previos a la República, y de las costumbres cotidianas del inicio del siglo nos sirven para interpretar la Historia. La propia autora parece dar por descontado su inclusión en el título. O así nos lo parece, Amables figuras del pasado. ~
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El Correo de Andalucía Sábado, 22 de abril de 2017
Recuerdos del siglo XX Recordar el pasado inmediato conviene para la higiene moral de la sociedad. Las sociedades son reos de sus comportamientos y cuando olvidan su pasado pagan caro su ignorancia. La dimisión de Manuel Clavero Arévalo, la celebración del referéndum en 1981 o las consecuencias de las libertades políticas recién llegadas, son puntos de interés de la época
Sevilla en los años 80 Nicolás Salas {En mayo de 1980 nombró Adolfo Suárez su cuarto Gobierno, después de la crisis provocada por la dimisión de Manuel Clavero Arévalo, entonces ministro de Cultura, el día 16 de enero. El fundador del PSLA rechazó el acuerdo de UCD de pedir la abstención o el voto en blanco en el referéndum andaluz por la vía del artículo 151 de la Constitución. Después de celebrada la citada consulta, que fue un rotundo fracaso para el Gobierno y la UCD, Manuel Clavero también abandonó el partido en abril y solicitó el ingreso en el Grupo Mixto del Congreso de los Diputados. El episodio protagonizado por Clavero, en defensa de los intereses andaluces, así como la respuesta del pueblo andaluz, es uno de los hitos más trascendentes de la democracia española; un comportamiento digno y respetuoso con la sociedad y consigo mismo, que el tribunal del tiempo no tardaría en refrendar en su favor en las dobles elecciones de 1982. Ciertamente, como luego escribió Manuel Clavero Arévalo, «no abandonaba un partido, ni un grupo parlamentario, ni un ministerio a poco tiempo de unas nuevas elecciones, sino a quien acababa de ganarlas por segunda vez y se sentía con el poder y la arrogancia de pedir la abstención a los andaluces en un referéndum y se negaba a aceptar políticamente el resultado del mismo». Julián Lago, en la revista «Interviú», profetizó: «Lo de Clavero puede ser el fin de UCD». De ello se encargarían, además de Adolfo Suárez y varios de sus ministros y colaboradores, Leopoldo Calvo Sotelo en 1982, convocando las elecciones autonómicas andaluzas y generales por separado, pese a los informes que recibió para que hiciera coincidir ambos comicios. Quizás lo más penoso de este episodio sean la soledad con que actuó Manuel Clavero Arévalo y la pérdida de crédito de UCD en Andalucía, que sería su tumba política y la pérdida de una esperanza de centro político expresada por la sociedad española en el inmediato post franquismo. Cuando se celebró el referéndum, el 28 de febrero de 1980, votó afirmativamente el 54,07 por ciento de los ciudadanos. Un porcentaje que alcanzó el 64,89 en la provincia de Sevilla, récord regional. En la capital el resultado fue histórico, pues los votos a favor del artículo 151 y contrarios al Gobierno, representaron el 89,35 por ciento del censo electoral. Un año des-
Esta portada de Abc le costó cuatro días de suspensión al director del diario, por imposición del Gobierno de UCD. / El Correo
pués, el 28 de octubre de 1981, cuando se celebró el referéndum del Estatuto de Andalucía, los sevillanos volvieron a batir la marca de votos afirmativos sumando el 90,90 por ciento. Durante el último tramo del tardofranquismo, la sociedad sevillana comenzó a soportar graves problemas de convivencia como consecuencia del aumento de la llamada «delincuencia menor», principalmente «tirones» de bolsos, robos en domicilios y establecimientos comerciales, y también de vehículos. Hubo algunos crímenes, como el de una niña de dos años, nunca esclarecido, y los cometidos sobre varias personas en el barrio de Heliópolis y la finca Los Galindos del pueblo de Para-
das, con orígenes mafiosos. Otro crimen múltiple fue cometido por el cliente de un bar de alterne en la calle Joaquín Costa. Con la llegada de las libertades políticas, mediado 1977, fueron aumentando el número y la gravedad de los delitos comunes. Fue espectacular la oleada de «tirones» de bolsos, provocando lesiones incluso en señoras ancianas, y de «semaforazos» en vehículos ocupados por turistas en las zonas periféricas de la ciudad. En 1980 ya existía una población incontrolada procedente de los nuevos asentamientos de chabolas y barriadas clandestinas, que nutrían tanto la frecuente mendicidad callejera en el centro de la ciudad, como la delincuencia menor.
La proliferación de «tirones», robos y atracos, aunque no recogida en su totalidad por los medios de comunicación, por no ser facilitada generalmente por las autoridades locales y provinciales, creó bastante alarma social. Para contrarrestarla, algunos políticos acusaron a los periódicos y emisoras de radio de «catastrofistas», de nostálgicos del franquismo, y acuñaron -caso de Guillermo Gutiérrez- la definición de muchos «delitos vistosos», pero sin mayor trascendencia social... Algunos días, los periódicos informaron de hasta cuatro atracos a mano armada en oficinas bancarias. Al malestar ciudadano causado por la delincuencia común, se unieron otras incidencias provocadas por actividades sociolaborales y políticas. Aunque desde la llegada de las izquierdas al Gobierno municipal, en 1979, las Asociaciones de Vecinos de las barriadas periféricas dejaron de protagonizar manifestaciones y algaradas delante de la Casa Consistorial y acosar al alcalde; parte de estos grupos se unieron a los sindicatos y partidos en sus protestas públicas por todo lo imaginable. Asimismo, las huelgas sectoriales tuvieron eco en las calles céntricas. El centro de la ciudad estaba prácticamente tomado por manifestaciones de protesta por el paro, las crisis de empresas, los despidos, el alza de los precios, la falta de viviendas, escuelas y vigilancia, el abandono de las barriadas, y un largo etcétera. En paralelo, en las zonas rurales, comenzaron las ocupaciones de numerosas fincas agropecuarias, los piquetes contra el empleo de maquinaria en las faenas agrarias, los cortes de carreteras y vías ferroviarias. Uno de los fenómenos más característicos de la época, fueron las pintadas en las paredes. Siempre hubo algunas pintadas, que se borraban; pero desde 1977 en adelante, las pintadas con los textos más peregrinos ocupaban casi todos los espacios posibles en las paredes del caserío. Peor aún: no se respetaron las fachadas de edificios nobles, de los templos ni carteles de publicidad ni señales de tráfico. Cualquier lugar era bueno para escribir todo tipo de insultos contra personas e instituciones, groserías, amenazas con nombres y apellidos... En la avenida de Ciudad Jardín, frente a la acera de Piscinas Sevilla, estuvo durante muchos meses una gran pintada que decía: «¿Dios existe? Ese es su problema». ~