Aladar nº 152

Page 1

Sábado, 14 de octubre de 2017 Nº 152 @aladar_cultura

Un impulso extraño

Cine, Cine, fotografía fotografía ee imagen imagen de de la la mano mano de de Casa Casa Árabe. Árabe. El El intercambio intercambio cultural cultural necesario necesario

La alargada sombre de Martín Lutero

Rememorando la época ‘punk’


38

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Arte

La exposición «Un impulso extraño» se presenta en la Casa Árabe de Córdoba el 17 de octubre. Casa Árabe está participada por diferentes administraciones, y plantea una programación acertada, en torno al cine, la fotografía, y la imagen. El ciclo de los

Un impulso extraño Augusto F. Prieto

Faisaliah, Kingdom of Saudi Arabia. / Roger Grasas

Riyadh, Kingdom of Saudi Arabia. / Roger Grasas

Min Turab, paisaje contemporáneo en la región del Golfo CASA ÁRABE, Madrid. Del 16 de marzo al 7 de mayo de 2017

{Hasta mayo colgaron de la sala de exposiciones de Madrid, las fotografías de Roger Grasas, bajo el título de Min Turab, Paisaje contemporáneo en la región del Golfo. Las imágenes buscan provocar en el público una sensación onírica y contradictoria, que casi todas consiguen. Profundizan en un mapa del feísmo que otros artistas han encontrado en los países de la órbita soviética, en edificios abandonados, o en la rapiña de la naturaleza y la industrialización. Para un español no son

asuntos demasiado lejanos porque las glorietas, el descontrol urbanístico, la alteración súbita del paisaje, y nuestra prostitución al turismo han hecho de la costa ibérica un campo (estéticamente) minado. Los países del Golfo Pérsico han avanzado en los últimos cincuenta años de las tribus trashumantes adaptadas al medio, hasta la modernidad más violenta y forzada. ~

Jeddah, Kingdom of Saudi Arabia. / Roger

Jeddah, Kingdom of Saudi Arabia.

Grasas

/ Roger Grasas

‘Min turab, paisaje contemporáneo en la región del Golfo’.

Inshallah Low Res. / Roger Grasas

Riyadh - Mecca Road, Kingdom of Saudi Arabia. / Roger Grasas


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Suplemento cultural

39

Arte

Nuevos Realizadores de los Emiratos Árabes en Madrid, ha sido un repaso a lo que se está haciendo en esa federación de estados, que comienzan a converger con el resto del mundo mediante el intercambio cultural. Repasamos, además, «El velo

HAMAMA, de Nujoom Alghanem (E.A.U., 2010).

Hamama podría ser una menciñeira.

Hamama

de Nujoom Alghanem (E.A.U., 2010)

{Hamama es una vieja curandera, de la que dice una de sus criadas que vive en el pasado. En ese pasado que se resiste a desaparecer, vemos la conexión de su cultura con la nuestra, porque más allá de la abaya, de la batula –esa especie de máscara con el que se cubren las mujeres en las zonas rurales de Arabia– su vestimenta no difiere demasiado de la manera de envolverse de las aldeanas en la España de la postguerra. Tampoco se diferencia en sus artes taumatúgicas. Hamama podría ser una menciñeira. Nos abre la puerta a una tradición sanadora, no científica, pero efectiva para muchos. Basada en la sugestión, pero también en el conocimiento del cuerpo, de las plantas, y los minerales medici-

nales. Para unas sociedades cuyos hábitos de vida y alimentación eran simples, esquemáticos, y rutinarios. Colectividades en las que la aceptación de la enfermedad, la consunción, y la muerte adquirían un significado diferente de lo que representan para nosotros, auxiliadas aquellas por la norma de un dios omnisciente. Vemos en el documental los últimos residuos atávicos de los Emiratos, pueblos en los que convive la cultura tradicional, con las gafas polarizadas y el automóvil todoterreno; pero donde se mantiene el respeto por lo anterior, y el imperio de lo religioso. ~

El velo empañado.

El mérito de ‘El velo empañado’ reside en que se pueden ejercer todas las miradas posibles sobre el trabajo.

El velo empañado

de Nahla Al Fahad, Mazen al Khayrat, y Ovidio Salazar (E.A.U., Francia, Egipto, Dinamarca, Marruecos, Turquía, Siria, U.K., 2015

{Seis países, tres árabes y tres occidentales, colaboran en la producción de un docu-

mental que examina el velo islámico –hiyab– a través de diferentes testimonios. El asunto hubiera dado para mayores profundidades porque el hilo conductor elegido no es demasiado intenso. Se intenta evitar una confrontación directa, así que la astucia del director es conseguir que destaquen las opiniones más lúcidas y atrevidas, entre las que naufragan los discursos obvios y manidos que utilizan los defensores de la prenda, religiosos y mujeres convencidas. Así, poco a poco, lo que se nos vende como una tradición, una costumbre no impuesta, sino adoptada libremente, un asunto íntimo e identitario, una protección con-

tra la mirada masculina, se va revelando como un símbolo altamente reaccionario y político. Un posicionamiento deliberado para contrarrestar los movimientos laicos, modernizantes, y feministas de los mediados del siglo XX. La utilización intencionada del velo como símbolo no es consuetudinaria, aparece tras las restricciones imperiales y la posterior revolución iraní. En la mayoría de los países musulmanes las mujeres son rehenes de él como garante de la paz social, mientras que en Occidente es un arma contundente de desintegración usada torticeramente por dos bandos enfrentados. El mérito de la filmación es poner negro sobre blanco estas premisas evitando la polémica, de manera que el producto admite ambas miradas. ~


40

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Arte

empañado» coproducido por tres países árabes y tres occidentales; «En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe» un trabajo sobre la involución y la imposición; «Hamama» de Nujoom Alghanem; «La ciudad de la vida» un homenaje

Un impulso extraño Colección Mohsen Yammine, CASA ÁRABE, Madrid / Córdoba 2 de junio a 8 de octubre / a partir del 17 de octubre

{Profundizando en ese tema –el velo–, la exposición «Un impulso extraño», cae sobre nosotros con la contundencia de la verdad. Es cierta la transversalidad de la sociedad libanesa, originada en la convivencia de diferentes confesiones, como lo es el impacto los valores republicanos durante el mandato francés. Una parte muy importante de la población es cristiana, aun así el corpus que se presenta al visitante es un panorama general y produce una inmediata reflexión. Mohsen Yammine comenzó en 1979, durante la guerra civil en el Líbano, una colección de fotografías que se ha convertido, por el volumen de sus fondos, en una de las más importantes del mundo. Todas las de la muestra están tomadas por fotógrafos del país, entre los años 20 y 60. No son imágenes artísticas sino Antranik Anouchian. Retrato de estudio. 1940-1960. Trípoli, Líbano (Impresión en inyección de tinta de negativo de gelatina de plata sobre cristal (12 x 9 cm), 2017). Colección Mohsen Yammine. Cortesía de la Arab Image Foundation, Beirut.

retratos de estudio, familiares, populares, tanto profesionales como capturadas por aficionados. Casi ninguna mujer está velada en ellas. Antes bien se ve una imitación voluntaria de los usos occidentales, tanto por parte de los hombres, como de las mujeres, que se muestra con una naturalidad evidente. La influencia de la cultura europea descartó las veladuras, más por antiguas y desfasadas, que por razones de laicidad. Lucharon por esta modernización los movimientos, socialistas y panarabistas, que gobernaron Egipto, Siria, e Iraq. La vemos en los documentales de la época, en los conciertos televisados de Oum Khaltoum. Muchos la comprobamos hace un par de décadas en las calles de Alejandría o Damasco. Hoy la mujer develada está en retroceso en casi todas las sociedades árabes. ~ Muhamad Arabi. Estudio de Fotografía, Trípoli, Líbano. 1935-1939 (Negativo de gelatina de plata sobre película de acetato de celulosa, 14.8 x 9.8 cm). Colección Mohsen Yammine. Cortesía de la Arab Image Foundation, Beirut.

Mohamed Arabi. Zapateros, 1940. Trípoli, Líbano. (Impresión en inyección de tinta de negativo de gelatina de plata película de acetato (7 x 12 cm), 2017). Colección Mohsen Yammine. Cortesía de la Arab Image Foundation, Beirut.

Camille El Kareh. Autorretrato, Zghorta, Líbano. Ca 1920 (Negativo de gelatina de plata sobre cristal 17.7 x 12.7 cm). Colección Mohsen Yammine. Cortesía de la Arab Image Foundation, Beirut.

Camille el Kareh. Retrato de grupo con el difunto, funeral. 1920-1930. Reshi’n, Líbano (Impresión en inyección de tinta de negativo de gelatina de plata sobre cristal (13x18 cm), 2017). Colección Mohsen Yammine. Cortesía de la Arab Image Foundation, Beirut


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Suplemento cultural

41

Arte

a Dubai y a «Min Turab, Paisaje contemporáneo o en la región del golfo» e Roger Grasas. Fascinante repaso a unas muestras que retratan aspectos interesantísimos relacionados con el mundo árabe

Ciudad de la vida de Ali F. Mostafa (E.A.U., 2009)

{Dubai es «La ciudad de la vida», una película que es un homenaje a la urbe, que es la gran protagonista y que resulta una revelación. La estructura ya la conocemos, porque mantiene el molde de infinidad de filmes de la cinematografía occidental. Historias que se entrecruzan, vidas que se mezclan en un espacio concreto. La dirección de arte y la fotografía, cercana al lenguaje publicitario, es muy efectiva, y no faltan medios para resolverla. Los personajes se mueven entre evidentes clichés. Sin embargo, a pesar de no haber nada nuevo, la película consigue interesar, llegando a emocionar en algún momento, y debemos buscar la razón entre las diferencias. Y es que, aunque moderna, la mirada es claramente árabe, así que los conflictos basculan entre el azar típico de las ficciones convencionales, y la predestinación de la metafísica islámica. El lenguaje visual es más lento de lo que debería, esto la hace también diferente, levemente perturbadora en algún momento. Funcionando al ralentí, como para que nos hagamos conscientes de lo que está pasando y que esto no quede opaco, tras los efectos especiales, y la acción. Los actores son buenos, están bien dirigidos, esto sostiene toda la cinta. Así que el director ha conseguido exactamente lo que buscaba, humanizar la ciudad que alberga esas vidas, alejarla –a ella sí– de los clichés, constituirla en un sujeto nuevo para el audiovisual contemporáneo, y retratar su alma. Una vez que nos hemos familiarizado con sus aspectos periféricos, la gran ciudad árabe va emergiendo capa tras capa como un lugar donde pasan muchas más cosas que los rastros que nos llegan a través de los medios de comunicación. No ha sido pues en vano la voluntad de construir una urbe nueva, referente de un ciclo que comienza, y que ya no va a poder salir del aura cosmopolita que le da la mezcla de razas, de culturas, de religiones, de intereses, y de voluntades. Muy buen retrato, meditado, concienzudo y elegantemente expuesto. ~

Ciudad de la vida.

‘La ciudad de la vida’ resulta una revelación.

En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe

Dubai es ‘La ciudad de la vida’.

A girl, 2003. / Zohra Bensemra

IVAM, Valencia. 14 de septiembre de 2017 a 28 de enero de 2018

{Se transparenta esta idea, también, en muchas de las fotografías de la exposición del IVAM, En rebeldía. Narraciones femeninas en el mundo árabe, las autoras trabajan sobre la involución y las imposiciones morales, mediante vídeos e impresiones, recogiendo ideas que se mueven en la poliédrica casa árabe.

Demonstration for the dissappearance of the singer Matoub Loune, Tizi Ozou, Algeria, 1994. / Nadia Benchallal

Leila Alaoui. Place Jemaa El Fnaa #3, Marrakech, serie Les Marocains, 2011. Colección Maison Européenne de la Photographie, París. Cortesía Foundation Leila Alaou

Light horizon, 2012. / Randa Maddah


42

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Reforma protestante El próximo 31 de octubre se cumplen 500 años del legendario episodio de Wittenberg protagonizado por Martín Lutero. Fraile agustino impulsor de la reforma religiosa en Alemania, la publicación de sus 95 tesis convulsionó a toda Europa, dando paso a

La alargada sombra de Lutero Antonio Puente Mayor {Aquella víspera de Todos los Santos de 1517 la capital del pequeño condado de Sajonia-Wittenberg amaneció como de costumbre. La vida bullía en cada uno de sus rincones y calles, y sus habitantes –gentes de toda edad y condición– comenzaban a preparar la llegada del invierno. En la plaza del mercado, donde se ubicaba el edificio del ayuntamiento, los vecinos hacían negocios y se saludaban al pasar, ajenos al episodio que se avecinaba. Nadie en su sano juicio podía imaginar que aquella jornada cambiaría el destino de la ciudad para siempre. Dispuesto frente a la Schlosskirche (Iglesia del Palacio) un monje de treinta y cuatro años aguardaba el momento oportuno para culminar su plan. En sus brazos reposaba un documento redactado en latín en el que atacaba las indulgencias eclesiásticas. Estas «95 tesis» esbozaban lo que sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe que darían la vuelta al mundo y que, según la tradición, fueron clavadas al portón de la iglesia para su conocimiento público.

permiso otorgado a Alberto de Brandeburgo para predicar la misma indulgencia, solo que con otros fines. Al parecer el arzobispo había contraído una copiosa deuda con los conocidos banqueros Függer, quienes le habían adelantado dinero para poder hacerse con la diócesis de Maguncia. El dispositivo ideado para saldar la deuda consistía en que la mitad de las limosnas recogidas en la predicación de la indulgencia irían a parar a manos de los banqueros, y la otra mitad a las arcas de la Cámara Apostólica. Este hecho, sumado a una teología desacertada sobre los efectos de la indulgencia en los muertos –en la predicación popular se solía emplear la frase «No bien cae la limosna en el cestillo el alma sale del purgatorio»– inflamó a toda Alemania. Y es que, como nos recuerda el académico Gonzalo Balderas, para Lutero «el hombre, como para el tardío San Agustín, está irremediablemente corrompido por el pecado de Adán». Europa se hace eco

El obispo de Brandeburgo Pese a la fama legendaria del episodio de Wittenberg, para los historiadores modernos la realidad es otra. Como buen profesor universitario, Martín Lutero era un hombre inteligente, de ahí que hiciese llegar primero su escrito al obispo Alberto de Brandeburgo, acompañado de una carta en la que le pedía que se pusiese fin a los abusos relacionados con las citadas benignidades. Según sus propias palabras: «Bajo tu preclarísimo nombre se hacen circular indulgencias papales para la fábrica de San Pedro (…) lamento las falsísimas ideas que concibe el pueblo por causa de ellas. A saber, que las infelices almas, si compran las letras de indulgencia, están seguras de su salvación eterna (…) Son tan grandes los favores, que no hay pecado por enorme que sea, que no pueda ser perdonado aunque uno hubiera violado —hipótesis imposible— a la misma Madre de Dios». Los motivos de Lutero A estas alturas de la historia algunos aún se preguntarán qué motivó la petición de Martín Lutero y el inicio de la Reforma Protestante. La respuesta, como suele ocurrir en muchos casos, es de lo más prosaica. Ya desde 1507 el Papa Julio II había concedido una indulgencia a quien colaborara con su limosna en la construcción de la nueva basílica de San Pedro de Roma, pero lo que suscitó el malestar en Alemania fue el

Martin Lutero.

Este suceso aparentemente banal fue el desencadenante de un largo proceso de ruptura que se hizo posible en gran parte gracias a la imprenta. A pesar de la baja tasa de alfabetización de la época, cualquier persona culta podía obtener panfletos de Lutero y leerlos en voz alta. En ese sentido, el invento de Gutenberg estimuló asimismo a los eruditos a traducir la Biblia a la lengua común de cada país y a distribuirlaentre las masas. Años después del episodio de Wittenberg, Lutero se negó a retractarse ante el emperador Carlos V –por entonces emblema de la ortodoxia católica–, lo que supuso su proscripción política del Imperio. La oposición a Roma y sus símbolos se haría evidente en numerosos lugares entre 1521 y 1525, y pese a la negativa del religioso alemán las revueltas campesinas comenzaron a sucederse. El punto de inflexión lo supuso la ruptura con los humanistas –Erasmo de Rotterdam a la cabeza– a causa de las diferencias doctrinales en el tema de la predestinación. A partir de entonces las ideas luteranas prenderían mecha en otros pensadores como Ulrico Zwinglio, Martín Bucero, y muy especialmente Juan Calvino, quien se convirtió al protestantismo en la universidad de la Sorbona de París, con apenas 20 años. Los intentos por parte de Carlos V de llegar a un entendimiento en la Dieta de Augsburgo (1530) fracasaron estrepitosamente, dando paso al enfrentamiento armado. Sevilla en el ojo del huracán Las ideas de Lutero calaron pronto


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Suplemento cultural

43

Reforma protestante grandes cambios dentro y fuera de la Iglesia. Sevilla fue una de las ciudades españolas donde el Protestantismo arraigó con más fuerza. Hoy podemos entender esa etapa gracias a la ingente bibliografía y a nuestro propio juicio crítico Monasterio de San Isidoro del Campo.

en numerosos rincones del paisaje europeo, y en el caso español uno de sus focos principales estuvo en la ciudad de Sevilla. Famosa por su Puerto de Indias y por superar en población a renombradas capitales como Londres –entre 1534 y 1565 pasó de tener poco más de cincuenta mil habitantes a superar los cien mil–, a nadie sorprende que la Reforma Protestante arraigase en ciertos núcleos. Uno de ellos se localizaba en el municipio de Santiponce, antaño cuna de emperadores romanos, donde los duques de Medina Sidonia impulsaron la creación de un monasterio llamado San Isidoro del Campo. Hasta allí arribaron los libros prohibidos de Lutero, así como los de Erasmo y Calvino, ocultos en el fondo de unos odres de vino y transportados por Julián Hernández, un arriero vallisoletano al que apodaban Julianillo por su escasa estatura causada por una joroba. No hemos de olvidar que, junto a Sevilla, Valladolid fue el otro punto caliente del protestantismo español. Lo cierto es que a mediados del XVI la mayor parte de los monjes de San Isidoro leían a escondidas las nuevas proclamas, y este hecho llegó a oídos de la Inquisición, quienes comenzaron su lento acecho a partir de 1557. Aunque una docena de monjes logró escapar, veinte años después el Santo Oficio logró capturar a cinco, internándolos en el trianero castillo de San Jorge y ajusticiándolos sin remedio en dos autos de fe. La periodista y escritora Eva Díaz Pérez recoge estos episodios en su novela Memoria de Cenizas, apuntando al hecho de que dos de los monjes huidos, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, «fueron los primeros traductores de la Biblia

En busca de la conciliación

Monasterio de San Isidoro del Campo (Capilla del Reservado o del Capítulo).

al castellano, conocida como la Biblia del Oso». Al margen de este ‘éxito’, y como afirma la estudiosa Kathleen M. Griffin, «la Reforma protestante en España se vio frustrada en gran medida, incluso aplastada, por la Inquisición». La respuesta de la Iglesia A mediados del siglo XVI el mapa religioso europeo presentaba un aspecto de lo más complejo. España, Italia, gran parte del sur de Alemania, Austria, Bohemia, Polonia, Lituania y los cantones suizos seguían siendo católicos, aunque aceptando la presencia de minorías calvinistas. El norte de Alemania era prácticamente luterano, al igual que Dinamarca y Suecia. Por su parte Inglaterra, tras muchos e

intensos debates, se acogió a la reforma protestante dando paso a una iglesia estatal de signo calvinista liderada por la reina Isabel Tudor, hija de Enrique VIII y Ana Bolena. Mientras Rusia conservaba su fe ortodoxa, nuevas sectas comenzaban a aflorar en la sombra. Un ejemplo de ello fueron los anabaptistas, quienes discrepaban tanto de la religión católica como de la protestante, y que, por su oposición a todo principio de autoridad, serían perseguidos por ambos bandos. La respuesta del Vaticano, auspiciada por el emperador Carlos V, fue la convocatoria por el Papa Paulo III del Concilio de Trento, que aunque se había iniciado años antes se mantuvo activo entre los años 1545 y 1563.

La elección de Trento para sede del concilio no fue ni mucho menos casual. Esta estaba situada en el norte de Italia, y pese a ser ciudad imperial cabía esperar que los protestantes consintiesen en acudir, pues jamás participarían en un concilio celebrado en suelo papal. Desde un primer momento no fue fácil decidir el orden del día, pues el Papa deseaba que se tratasen los temas doctrinales, mientras que Carlos V abogaba por atender preferentemente las cuestiones disciplinares de reforma eclesiástica; de este modo podría satisfacer a sus súbditos luteranos y facilitar la restauración de la unidad cristiana. El compromiso al que se llegó fue el tratamiento simultáneo de las dos materias, y pese a no lograr unir a católicos y protestantes a lo largo de sus veinticinco largas sesiones, dio paso a una renovación de la vida católica, que, en palabras de la profesora Concepción Carnevale: «no quedó en letra muerta, sino que se hizo realidad viva en la época que siguió a la clausura del concilio». Con la Contrarreforma se introdujeron medidas efectivas sobre liturgia, administración y enseñanza religiosa, tales como el nombramiento de cardenales y obispos de gran integridad moral, como Carlos Borromeo, y la creación de numerosos seminarios para la formación del clero. Frente a la idea de un Dios temible y castigador –impulsada desde Roma por el Papa Pablo IV–, Europa y el mundo se fascinaron ante el misticismo de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y San Ignacio de Loyola, y acogieron con entusiasmo la llegada de nuevas órdenes religiosas, desde los capuchinos a los paulistas. ~


44

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Música El ‘punk’ surgió a finales de los ‘70. Al grito de ‘no future’, miles de jóvenes comenzaron a vestir de una forma muy concreta: agujereando sus camisetas, rompiendo sus pantalones... Su aspecto era sucio y, en principio, no se les perdonó. Son muchos los que siguen sin hacerlo

Hazlo tú mismo, sé punk Carlota Montemayor {Punk, una palabra de origen inglés sumamente despectiva que significa basura, escoria. Nombrar un movimiento cultural con dicha palabra, lo libera automáticamente de cualquier imposición social. Aunque ya se atisbaba sus orígenes sobre mediados de los ‘60, el punk como tal surgió a finales de los ‘70 a través de la evolución del rock hacia fórmulas más sencillas y un sonido especialmente fuerte. Se contextualiza dentro de una sociedad anglosajona llena de estereotipos y tabúes y coincidiendo con una crisis económica. Los jóvenes se revelaron, no veían futuro tal y como se presentaban las cosas en aquel momento (el famoso grito punk no future). El punk no fue el primer movimiento que rechazó lo anterior, pero sí el que tuvo una fuerte connotación política. En la música aparecen mensajes con alto contenido social, con afinidad hacia los discursos anarquistas, un mensaje completamente innovador. Los punks son lo opuesto al movimiento hippie, a los que criticaban y acusaban de burgueses y blandos, demasiado conectados a la mística, aunque compartieron con ellos ciertos ideales como la libertad de expresión y creatividad, la tolerancia y ciertas formas de vida alternativas, como las comunas. Sin embargo, los hippies quisieron dar un valor positivo a su discurso, mientras que los punks decidieron ridiculizar lo que les rodeaba. Pero los mensajes contra cultura-

El movimiento ‘punk’ no sólo fue música. A su alrededor se organizó una estética total.

les y políticos no vinieron sólo a través de la música, también con la moda. Si los hippies sugerían la naturalidad y la libertad a la hora de vestir, los punks se fueron al extremo contrario, la palabra natural se borró del diccionario. Los pantalones campana se volvieron pitillo, skinny, una segunda piel, el cuero, las cazadoras moteras comenzaron a ser seña de identidad. El pelo largo dejó de ser símbolo de rebeldía, los punkis se lo raparon, se lo tiñeron de colores estridentes y se peinaron con crestas cada vez más altas. Los punkis fueron los precursores de algo tan de moda ahora como es customizar su ropa: agujerearon y rompieron sus camisetas, escribían en

la tela mensajes políticos y de rechazo al sistema con rotuladores indelebles, llenaron las prendas de imperdibles, pines, tachuelas de cualquier tamaño. Realmente tenían un aspecto sucio y fueron perseguidos por ello, hasta que, poco a poco, el movimiento fue tomando las calles y normalizándose. Las mujeres descubrieron una nueva feminidad en la rudeza, dejando completamente de lado una imagen dulce, fusionaron los vestidos y las minifaldas con prendas que hasta entonces eran meramente masculinas, como las botas militares y no temieron raparse la cabeza. La imagen punk es realmente potente y condensa las tres ideas de su filoso-

fía: Hazlo tú mismo (rompe tu camiseta, pinta tu ropa). Rechaza los dogmas (no hay ropa masculina o femenina en sí). Y rechaza las modas y la sociedad de masas (viste como quieras, compra la ropa en mercadillos, usada, vieja, que incluso no te siente bien). Curiosa y paradójicamente, la estética punk ha sido la que más ha influido en la moda de las últimas décadas del siglo XX y todos los años del XXI, llegando a estar en museos, recuérdese el sarao glam punk que se montó hace unos años en la Gala MET de Nueva York, debido a una exposición monográfica sobre moda punk con el nombre Punk: Chaos to Couture. Todo comenzó cuando Vivienne Westwood, la gran dama del punk, abrió una tienda de ropa en Londres llamada Let it rock (posteriormente renombrada SEX), grupos como Sex Pistols comenzaron a usar sus diseños en sus actuaciones. Actualmente Vivienne desfila en la Semana de la Moda de Londres, con gran éxito. La estética punk tiene una personalidad muy fuerte y una clara connotación activista, conceptos realmente tentadores en la industria de la moda. Incluso la alta joyería se ha rendido a imperdibles y pinchos, eso sí, realizados en oro y diamantes, sin perder la sofisticación. Diseñadores como Alexander McQueen, Riccardo Tisci para Givenchy o Christophe Decarnin para Balmain han diseñado colecciones con prendas descosidas, rotos... Eso sí, una camiseta rota de firma alcanza la cifra de 2.000 euros y una cazadora, unos 20.000. ¿Dónde quedó entonces el hazlo tú mismo? Quizá el punk sea ahora mismo más una actitud que otra cosa. ~


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Suplemento cultural

45

Atelier de músicas

Si nos preguntamos cómo es la música de hoy, bien haríamos en escuchar y mirar la creación de Alberto Bernal. La suya es una propuesta que asume el pasado y propone una nueva transgresión

Audición

CONTEMPORÁNEA

Stille / Obras de G. F. Haas, E. Johnson y J. Christou / Musikfabrik / Wergo

Memorias de un silencio atronador

COMPOSITOR

ALBERTO BERNAL

«La música impura lleva siglos imponiéndose» Ismael G. Cabral {En la composición 300kg de música, un coche es convertido en un enorme instrumento de percusión, albergando varios instrumentos distribuidos por su interior. Alberto Bernal (1978) presentó hace unas semanas la obra en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Además de compositor, también comisaria el nuevo ciclo Vang (Música en Vanguardia) que arranca este mes en CentroCentro. –¿En qué bando musical milita? –Es complicado; porque mi formación es académica y mi gramática es la de la música contemporánea. Pero pronto sentí que ese entorno era insuficiente, por eso he hecho incursiones en el arte sonoro, el videoarte y la performance. Podría decir que me siento cómodo en todas las etiquetas. O quizá en ninguna de ellas. –Sus obras recientes, como la de otros colegas de su generación, se unen con la imagen o con disciplinas ajenas al sonido. ¿Es esta la tendencia actual, un signo distintivo de la música de aquí y ahora? –Desde luego es una realidad más que presente. Una de las grandes obras del Cuarteto Arditti en la actualidad es Everything is important, de Jennifer Walshe, que se estrenó en Darmstadt (Alemania) en 2006. La obra incluye vídeo, pero también la propia

compositora ejerce de performer e incluso los músicos realizan acciones escénicas. Si esto es una moda y luego vendrá otra no lo sé, y no me importa. Realmente, la música pura ha sido más bien una excepción, si miramos los últimos 300 o 400 años, la música impura (con texto, voces…) lleva mucho tiempo imponiéndose. –Resistencia pasiva y Masa y poder son títulos de dos de sus obras. ¿As-

«Las obras de hoy, más unidas a lo audiovisual, más vivenciales, conectan con la audiencia» «Como compositor trabajo con emociones, también con las que me suscitan los periódicos» pira a suscitar una reflexión ideológica con su trabajo musical? –No puedo evitarlo. A veces se dice que los elementos sociales no tienen nada que ver con el hecho estético y emotivo de la música. Pero yo no lo creo así, el impulso de la creación musical puede responder a la vivencia de una historia de amor, a la contemplación de un paisaje o a la cons-

El compositor Alberto Bernal. / Jaime Reis

tatación de que España todavía no ha permitido venir a esos 15.000 refugiados que estamos esperando. Todo eso son emociones. Y yo, como compositor, trabajo con ellas; no sería por tanto justo eliminar los ‘inputs’ emotivos que recibo de los periódicos. –¿Tal vez sea este un camino para atraer a públicos no musicales? –Indirectamente, sí. La música de la segunda mitad del siglo XX se ha especializado en un discurso fundamentado en la composición del detalle sonoro a un nivel hiperpreciosista; yo provengo de ahí. Esto hace que la mayoría de las composiciones requieran una escucha muy profunda que las aleja de un determinado público. El hecho de que hoy se estén creando músicas que abrazan el lenguaje audiovisual, obras más vivenciales, supone que estas puedan conectar con nuevas audiencias. –En unos días arranca en Madrid el ciclo musical que comisaria, Vang. ¿Será un programa representativo de todo lo que venimos hablando? –Será, necesariamente, una propuesta mucho más heterogénea que alberga nueve conciertos de experimentación sonora. Habrá programas de música contemporánea de los siglos XX y XXI, también sesiones de improvisación libre y veladas de performance y arte sonoro. ~

I. G. Cabral {El conjunto colonés Musikfabrik alcanza el volumen 12 de la serie de discos que viene publicando desde hace años en el sello Wergo con un volumen titulado Silencio. «De hecho, si intentamos como queramos hacer un silencio, no podemos», anotó John Cage en 1957. Las cuatro obras recogidas aquí intentan aproximarse al silencio, pero lo sonoro aplasta la mudez. Hubiera sido interesante quizás dar cabida aquí a alguna obra para ensemble de los compositores –estos sí, militantes silentes– del colectivo Wandelweiser, pero entonces podría haberse desviado el foco. De Georg Friedrich Haas (1953) tenemos aquí dos extensas obras. Uno tiene la sensación de que el compositor austriaco, por más que buen urdidor de tramas sonoras, no ha acabado de sobreponerse al impacto de su fresco Hyperion (2006), una creación imponente de cuyos hilos microtonales y armonías alteradas se desprenden obras como la penetrante Ich suchte, aber ich fand ihn nicht o la muy frustrante ... wie stille brannte das Licht, obra de academia –en el peor sentido del término– que no despega el vuelo lastrada por el canto schoenberguiano de una soprano, aquí Sarah Wegener, cuya competencia no salva la pieza. Die bewegung der augen es la aportación de Evan Johnson (1980), quizás la más respetuosa con el título del disco, toda vez que estamos ante una críptica composición camerística en la que silencios acechantes separan los cuatro movimientos, en los que la música tiende a desvanecerse. Es urgente reivindicar el legado del griego Jani Christou (1926-1970. Su excéntrica y provocadora Anaparastasis III ‘The Pianist’ resulta extremadamente actual; proponiendo una incómoda y desgarradora acción sonora alrededor de la incomunicación. Emilio Pomarico, Christian Eggen, Rupert Huber y Enno Poppe se reparten la dirección de unas piezas sobresalientemente defendidas que no aspiran a sentar cátedra, solo a seguir generando debate y controversias auditivas, contando, en fin, la historia de nuestra mejor música actual. ~


46

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Libros ilustrados. Más que palabras

A los niños se les puede y se les debe hablar de la muerte. Según los libros, que tienen fama de sabios, a los niños se les puede y se les debe hablar de todo. De la vida, de la risa, de la mierda, del hambre, del dolor, de la amistad, del amor, de César Rufino {«La vida y yo habitamos juntas en todos los cuerpos. La vida y yo estamos en todo lo que empieza y todo lo que se acaba». Lo dice la protagonista del libro infantil Soy la Muerte, hermano gemelo de Soy la Vida, firmados ambos por Elisabeth Helland Larsen y Marine Schneider con el sello de Barbara Fiore Editora y el papel aún caliente, con el aroma de todos sus colores en flor. Es el otoño, que viene con las espaldas rotas por la carga de libros para niños que trae; un equipaje variopinto, a veces extravagante y hasta subversivo, muy poético casi siempre y lleno de solemnes invitaciones a imaginar el mundo en el que habitan, para comprenderlo mejor. Porque si difícil es explicar a los chiquillos qué es la muerte, con la suficiente delicadeza y el debido seso, aún más complejo y decisivo es que sepan qué es la vida. Y cómo ambos nombres definen y adornan una misma experiencia, una misma cosa, un misterio común. «Podemos encontrarnos un instante o una eternidad». Tanto para lo uno como para lo otro conviene, como hace este otoño con olor a papel, armarse de libros. Acaba de salir uno de Nórdica, –que es una de esas editoriales especiales que tienen el olfato de saber encontrar lo nuevo en lo antiguo– muy adecuado para echarlo al petate del niño, ahora que dicen que viene el fresco, se acortan las noches y los sillones de orejas piden buenas historias. Se titula El libro de los gatos sensatos de la vieja zarigüeya, lo escribió el inglés T.S. Eliot, premio Nobel de literatura, y lleva ilustraciones de Edward Gorey, otro mito del género, cuya exactitud combinando lo humorístico y lo macabro inspiró a creadores muy importantes, caso de Tim Burton. El lote no puede ser más arrebatador, y la antología gatuna que en él se presenta (compuesta por perfiles, noticias y recomendaciones), puesta en manos de una persona con apenas un gramo de fantasía en su sesera, puede producir los más recomendables efectos secundarios. Hay que tener mucho cuidado con lo que se entrega a los niños. Cuidado, en el sentido menos preventivo y más estimulante que quepa imaginar. Y puestos a buscar herramientas idóneas entre los clásicos, Kalandraka acaba de lanzar otro libro de Arnold Lobel (tras haber recuperado esa maravilla que son los Guarripios, y de la que ya se habló aquí): Saltamontes va de viaje. Si a Lobel le hubiesen pagado un centavo por cada vez que alguien –pequeño o mayor– hubiese entrado en otro mundo y en otro tiempo cautivado por alguno de sus dibujos, sus descendientes atesorarían hoy una de las mayores fortunas del planeta. Las seis historietas de este volumen muestran lo más hermoso de ser un saltamontes –detalles en los que las hormigas son incapaces de fijarse–:

Cuidado con los niños la alegría de ser viajero y aventurero, la felicidad de encontrar un tesoro en las pequeñas cosas, el alivio de vivir con independencia de lo larga o corta que acabe resultando la existencia, el talento para hacer poesía del asombro... y así todo. Aparte de las esculturales piernas, claro. Y del humor. Qué sería de la literatura y de la niñez sin este elemento sine qua non. Ahí es donde interviene la editorial Dib-buks con, entre otras, tres obras de primera. Dos son preferentemente para niños: el Curso de cómic de Fiz y El comedor. La otra, para cualquiera: Shangri-La (aunque se esta se hablará aquí más adelante, en profundidad). El primero de todos es puro color, puro

desenfado, pura desvergüenza. Su autor, Kiko da Silva, deja ya claras sus intenciones en las guardas del libro, que son un montón de mojones con ojos. Lo suyo es una escato-

«La vida y yo habitamos juntas en todos los cuerpos. La vida y yo estamos en todo lo que empieza y todo lo que se acaba» La exactitud de Edward Gorey combinando la humorístico y lo macabro inspiró a otros autores, caso del cineasta Tim Burton

lógica historia del cómic desde las pinturas rupestres hasta el presente que no solo enseña a hacer tebeos y a comprenderlos: también a reírse con ellos. Y el del comedor es una ternura de libro en el que el francés Nob compone, a historieta por página, un entrañable compendio de escenas cómicas relacionadas con el comedor escolar, y donde quienes hayan conocido ese singular negociado del hambre infantil encontrarán ocasión de sonreír recordándose a sí mismos en tantos y tantos momentos. Dicho esto, hay que volver a Nórdica para contar que la ilustradora Rocío Martínez añade su quehacer al de la desaparecida Gloria Fuertes con una curiosa similitud de propósito, con una sorprendente fraternidad de autoras que lo han sido en épocas diferentes pero con la mirada puesta de la más ojiplática manera en los mismos detalles de la vida. El hada acaramelada, que es como se llama el libro, tiene ese espíritu del viejo Senda de la EGB, de la infancia ingenua y maravillada que encontraba satisfacción en un poema graciosamente dibujado, en un


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Suplemento cultural

/

47

/

los gatos, de poesía... Hacerlo de la forma más precisa y adecuada es la labor del común de las obras infantiles, como demuestran los lanzamientos editoriales de este otoño. Estos de aquí son solo unos pocos. Un buen comienzo de estación

cuentecillo. Cien años del nacimiento de la poetisa se testimonian aquí con toda la levedad y la tragedia de la infancia, en una obra que también tiene el detalle de tomarse en serio a sus lectores. Lo mismo sucede con Historia de Todos, una narración de Héctor Gómez Navarro ilustrada por Ina Hristova. La editora Arianna Squilloni, del sello A Buen Paso, ofrece aquí un libro que exige al lector que saque al estrado a su infancia, dirigiéndose de este modo a lo que queda de niño en quien lo toma entre sus manos. Beatriz Sanjuán advierte en este volumen lo que se puede encontrar en sus páginas: «Amor, sin duda, para que merezca la pena leerla. Muerte, sin remedio. Entre uno y otra, caminos para recorrerlos y aventura para no olvidarlos. Venganza, música, misterio. Ricos y pobres, ciudades y selvas, odio y justicia. Lo que somos y lo que deseamos». Antes de comenzar su relato, cuenta Héctor Gómez que él, aunque nació en España, trae un libro nacido en Perú. Más concretamente, en la región de Piura, que tiene por costa un desierto y por paisaje los Andes, y donde «las comunidades humanas que pueblan este espacio son tan diversas como los nichos ecológicos que ocupan», entremezclándose el español y el in-

En la página anterior, una viñeta del ‘Curso de cómic de Fiz’, de la editorial Dib-buks, con la firma de Kiko da Silva y el aire más desvergonzado y cómico.

‘El hada acaramelada’ tiene ese espíritu del viejo ‘Senda’ de la EGB, de aquella infancia ingenua y maravillada Hay «venganza, música, misterio. Ricos y pobres, ciudades y selvas, odio y justicia. Lo que somos y lo que deseamos»

Arriba (de izq. a dcha.), ‘El libro de los gatos sensatos de la vieja zarigüeya’, ‘Saltamontes va a viaje’ e ‘Historia de Todos’. Junto a estas líneas, ‘El comedor’.

ca, la cultura tallán, los jíbaros y los afroperuanos descendientes de esclavos. «Como escritor», explica, «disfruté hondamente del uso peculiar del idioma que se hace en toda la región de Piura. Aquí se habla con cuidado, con ritmo, con gracia y color». «Verás», añade, «que a veces uso giros poco corrientes en el español peninsular, una gramática fuera de norma o que rompo algunas reglas de escritura. Mi intención al usar el idioma de esta manera es

transmitir el fuerte carácter de la oralidad en Piura, con sus diversos matices, y a la vez lograr un estilo lo más expresivo que sea posible». Con esto por delante, lo que Historia de Todos añade este otoño al equipaje de los niños que lo fueron alguna vez es un mosaico en forma de cuentos que hablan –que gritan– de la vida. Lo cual es una constante en todos los títulos infantiles con alguna pretensión de llegar a cumplir su objetivo. Y quizá los niños no se-

an mucho de sentarse en sillones de orejas, sino más de revolcarse con sus libros por la alfombra, pero el efecto literario es el mismo si uno comulga con el espíritu literario de esta estación donde todo –los cuentos, las cosas...– solemniza la eterna invitación a imaginar. Son muchas más las novedades editoriales que acaban de desembocar meritoriamente en esta estación del año, pero estas que aquí se apuntan son un buen comienzo. ~


48

Suplemento cultural

El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

Libros

El poeta y novelista cordobés regresa al verso con ‘Poemas para ser leídos en un centro comercial’, recién publicado por la Fundación Lara, donde vuelve a su registro más esencial e insiste en su idilio con el cine Recomendaciones

NOVELA

William Saroyan / Un día en el atardecer del mundo / Acantilado

Demasiado humano para estos tiempos

JOAQUÍN PÉREZ AZAÚSTRE

«En este libro intento hacer lo que ya no sucede en el cine» Alejandro Luque {Poemas para ser leídos en un centro comercial es el título del último poemario de Joaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976), un libro que acaba de ver la luz en la colección Vandalia que auspicia la Fundación José Manuel Lara, y donde el autor regresa a su registro más esencial para ocuparse una vez más de . «Después de El jersey rojo, seguí escribiendo poesía sobre el cine, pero al cabo de un tiempo, además de hacer dos novelas con Francis Scott Fitzgerald y Hemingway como protagonistas, sentí que había agotado esa visión celebratoria de la literatura», comenta. «Por eso fui virando hacia un discurso estético de la cultura popular, el cómic y el cine que me lleva a lugares que me interesan más». El título, de entrada, es llamativo si pensamos en que pocos lugares pueden parecer más prosaicos que un centro comercial. «Hay cosas que no obedecen a razones objetivas, pero acaban encontrando su sentido», comenta. Muchos de estos poemas tienen una aparente desolación para que brille el lado poético de la existencia, por eso no es simplemente un libro que pasaba por allí. Un centro comercial que se desmorona es un buen símbolo de nuestra cultura, como las salas de los cines o las seccio-

nes de libros, abandonadas como lugar de encuentro». Para el cordobés, los conflictos sociales y políticos que marcan estos tiempos «inciden en nuestra vida afectiva, en cómo planteamos nuestra vida amorosa y nuestra identidad. Todo el cuerpo se contagia de esa inercia y de ese golpe», explica. «Por eso mi libro participa de esa tensión entre poesía lírica y desolación de un

El poeta cordobés Joquín Pérez Azaústre./ El Correo

«Un centro comercial que se desmorona es un buen símbolo de nuestra cultura» «Si los poemas no fueran libres de sus referencias, tendrían que ir con una colección de DVDs» mundo que se cae», agrega. El libro comienza con un homenaje a Stefan Zweig, que se suicida en Petrópolis (Brasil) después de huir de una Europa conquistada por el fanatismo nazi. «Zweig siente que los nazis van a llegar, y se quita la vida en medio de la desolación absoluta. Escribí este poema conmovido por su vida, pero veo lo que sucede en Cata-

luña, y siento que hay muchos zweigs que se ven obligados a marcharse por no aceptar el principio totalitario. Lo terrible acaba siendo cíclico», dice. No es, ni mucho menos, la única referencia culta o cinematográfica que asoma por estas páginas, pero él aclara que «todos los referentes que aparecen son espacios de mi memoria, de mi vida emocional. En el fondo, intento hacer en el libro lo que ya no sucede en el cine: una experiencia estética compartida en torno a la cultura», apunta. Y para explicar que cualquier lector puede acercarse a estos poemas sin necesidad de información previa ni notas a pie de página, cita a renglón seguido a uno de sus maestros: «Diría Gimferrer que los poemas están hechos de manera que quien no maneja las referencias puede entenderlos, y quién sí lo haga los disfrutarás más. Hay un poema por ejemplo, titulado Crepúsculo de Michael Corleone, que parte de la saga de El Padrino pero habla de otra cosa. Si no fuera así, el libro tendría que ir acompañado de una colección de DVDs», dice. Sobre sus proyectos de futuro, advierte de que tiene novela avanzada, «ambientada en España y en los años 70, solo puedo decir eso. Y que será algo distinta a todo lo que he hecho antes», apostilla. ~

A. Luque {Como Lajos Zilahy, como Somerset Maugham o Alberto Moravia, el nombre de William Saroyan pertenece a ese desigual y variopinto grupo de escritores que tuvieron mucho predicamento en España en los años 60 y 70, para luego caer en un extraño olvido. La explicación más fácil es que todos fueran fenómenos más o menos publicitarios, que el tiempo relegó al lugar que merecían. Sin embargo, al menos en el caso de Saroyan, tal juicio es inaceptable. Porque nos encontramos ante uno de los grandes novelistas del siglo XX en lengua inglesa, al que solo una deformación del gusto general del público ha podido condenar a los márgenes. Por suerte, ese otro gusto exquisito, el del editor Jaume Vallcorba, impulsó hace algún tiempo la recuperación de su obra con títulos maravillosos como El tigre de Tracy, El joven audaz sobre el trapecio volante, Cosa de risa, La comedia humana... A estos viene a sumarse ahora esta hermosísima historia, la de Yep Muscat, escritor de origen armenio que bien podría ser un alter ego del propio Saroyan, que regresa a Nueva York en un momento en que se ve acosado por Hacienda y se reencuentra con su mujer, una actriz segundona de Broadway, y sus dos hijos, pero también con un amigo de juventud que se ha convertido en un próspero empresario. Y todo ello mientras trata de vender sus obras en un mundo voraz de editores y agentes. Saroyan vuelve a revelarse una vez más como un maestro en el dibujo de personajes memorables y en el reflejo de las emociones humanas: tal vez demasiado humano para estos tiempos cínicos que nos ha tocado vivir. ~


El Correo de Andalucía Sábado, 14 de octubre de 2017

/ PUBLICIDAD / 49


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.