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DEL CIELO AL VIENTRE
De la palabra al verso, del verso al cuerpo, con aliento poético, dedos que anclan caricias, con dulces vuelos de cometa, con la raíz bien sujeta, un astro germina, inicia el viaje sin equipaje, donde el viejo horizonte termina. El rizoma se empina, arriba y abajo, la piel emana pinceladas de respiros, pasa una y otra semana y a un latido se añade otro latido
Se levanta y se baja la extensión del vientre, una estrella fugaz, sonriente, pone sus raíces y un toque germinativo. Conteo de días, en el espacio vivo, una nueva vida canta, pinta un corazón y ya se siente, crece, crece el vientre, la tierna flor se levanta.
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LACTANCIA Los senderos de la maternidad nunca terminan y la luna lo sabe, en la cuna feliz de los olvidos las noches quitan las espinas a los desvelos y en la lactancia materna se aquietan los anhelos del bebé que llora sin hambre. Llora por una caricia, por el dulce respirare de los senos abiertos con amor para tranquilizar el llanto.