Zudaire

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El centenario de un pintor navarro

Enrique Zudaire Iriarte 1


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El centenario de un pintor navarro

Enrique Zudaire Iriarte Sala Conde de Rodezno 路 Conde Rodezno aretoa 14I05I2014 路 15I06I2014


Colección. Bilduma Revisiones. Artistas navarros del siglo XX. R2 Berrikuspenak. XX. mendeko artista nafarrak

Exposición Erakusketa El centenario de un pintor navarro, Enrique Zudaire Iriarte Del 14 de mayo al 15 de junio. Maiatzak 14 – Ekainak 15 Organiza. Antolatzailea

Ayuntamiento de Pamplona. Iruñeko Udala Área de Educación y Cultura. Hezkuntza eta Kultura Alorra Coordinador. Koordinatzailea

Pedro Luis Lozano Uriz Comisario. Komisarioa

José Mª Muruzábal del Solar Montaje y vigilancia. Muntatze- eta zaintza-lanak

El Cubo Blanco Sala. Aretoa

Sala Conde de Rodezno. Conde Rodezno aretoa Horarios. Ordutegia

Martes a viernes. Asteartetik ostiralera: 18:30 - 21:00 Sábados. Larunbatetan : 12:00-14:00 y 18:30 - 21:00 Domingos y festivos. Igande eta jaiegunetan: 12:00-14:00

Catálogo Katalogoa Edita. Argitaratzailea

Ayuntamiento de Pamplona. Iruñeko Udala Área de Educación y Cultura. Hezkuntza eta Kultura Alorra Texto. Testua: José Mª Muruzábal del Solar Fotografías. Argazkiak: Miguel Javier Guelbenzu Fernández Traducción. Itzulpena: Servicio de Traducción del Ayuntamiento de Pamplona Iruñeko Udaleko

Itzulpen Zerbitzua

Diseño. Diseinua: Elena Moreno Jordana Impresión. Inprimaketa. Gráficas Castuera

© De los textos y fotografías. Testu eta argazkiena: los autores. Egileak © De la edición. Argitalpenarena: Ayuntamiento de Pamplona Iruñeko Udala DL / LG NA 303-2014


Índice Aurkibidea

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El centenario de un pintor navarro, Enrique Zudaire Iriarte

Introducción — 7 Apunte biográfico — 8 La obra artísitica de Zudaire Iriarte — 12

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Selección de obras en exposición. Erakusketako obra batzuk

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Margolari nafar baten mendeurrena: Enrique Zudaire Iriarte

Sarrera —37 Enrique Zudaire Iriarteren biografia-ohar zenbait — 38 Zudaire Iriarteren obra artistikoa — 42

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Catálogo de obras en exposicion. Erakusketako obren katalogoa



Introducción Dentro de la historia de la pintura navarra contemporánea destaca, entre otras, la generación de pintores navarros nacidos a principios del siglo XX, aproximadamente entre 1905 y 1915 y que está compuesta, al menos en sus nombres más significativos, por Gerardo Sacristán (riojano de nacimiento pero navarro de adopción), Emilio Sánchez Cayuela “Gutxi”, Pedro Lozano de Sotés, Gerardo Lizarraga, Juan Viscarret, Francis Bartolozzi (madrileña de nacimiento pero que residió entre nosotros más de sesenta años), José Mª Monguilot, Ignacio Guibert o Juan Larramendi. Todos estos artistas nacen a lo largo de estos años iniciales del siglo XX y desarrollan su labor durante los años centrales de ese mismo siglo. Buena parte de los artistas nombrados son bien conocidos en Navarra y algunos de ellos han alcanzado especial reconocimiento en esta tierra. Esta generación es la que, además, toma el testigo de los primeros pintores contemporáneos de Navarra, de los García Asarta y Andrés Larraga, de Javier Ciga o Nicolás Esparza, de Enrique Zubiri o de Jesús Basiano, que constituye el último eslabón de esta cadena y que además sirve de engarce con la siguiente generación. A esta generación de artistas pertenece también el pintor a quien vamos a dedicar las siguientes líneas, Enrique Zudaire Iriarte, nacido en Pamplona en 1914 y fallecido en la misma ciudad en 1984. De familia oriunda de Tafalla desarrolló casi la totalidad de su carrera artística en Barcelona y fue muy tardíamente reconocido en su tierra natal. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que no fue profeta en su tierra hasta una época postrera dentro de su carrera artística. La conmemoración del centenario de su nacimiento es un momento inmejorable para reivindicar la personalidad pictórica de este artista que, en base al nivel estético del conjunto de su obra, entendemos debe figurar en un lugar destacado dentro de la historia de la pintura navarra del Siglo XX. Esperamos que estos apuntes, acerca de su periplo vital y su obra, ayuden, siquiera de manera modesta, a ese propósito que señalamos. Igualmente esperamos contribuya a ello la exposición antológica de su obra que, a modo de homenaje, se celebra en Pamplona en la primavera de 2014 y a la que este catálogo y texto complementa perfectamente. Todos estos aportes no hubieran sido posibles sin la ayuda de dos personas que conocieron y trataron

Enrique y Ángel Zudaire sobre 1922-23.

al artista. Estamos seguros que son de los pocos habitantes de esta Comunidad nuestra que conocieron en persona, trataron y disfrutaron con la obra de Enrique Zudaire, en vida del mismo. Se trata de su sobrino carnal, Francisco Javier Zudaire Goyena, artista tafallés, que supo mantener un contacto continuado con su tío durante más de veinte años. A él se debe buena parte de los datos que figuran en las siguientes líneas ya que ha sabido conservar, con esmero y cariño, el recuerdo vital y artístico de Enrique Zudaire Iriarte; el segundo es Fernando Martínez, coleccionista navarro de arte que tuvo la suerte de tratar al pintor en la última década de su vida y que, igualmente, nos ha trasladado sus vivencias y recuerdos. Vaya para ambos nuestro reconocimiento y nuestra gratitud. Igualmente es de justicia hacer extensivo el reconocimiento al área de Cultura del Ayunta-

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Álvaro Zudaire (centro) en Tafalla con amigos, sobre 1948.

miento de Pamplona por el apoyo decisivo en la exposición conmemorativa y en este catálogo que sirven para recordar la figura y la obra de Enrique Zudaire Iriarte en el centenario de su nacimiento.

Apunte biográfico Enrique Zudaire Iriarte nace en Pamplona, en donde vivía en ese momento su familia, el 26 de octubre de 1914(1). Su familia se trasladó, cuando Enrique tenía dos años, a Tafalla donde ya nacerá su único hermano, llamado Ángel. El futuro pintor cursa sus estudios primarios en Tafalla. Se inició muy tempranamente en la pintura de la mano de su padre, Álvaro Zudaire, que fue discípulo de Enrique Zubiri, creemos que en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona. Poco después ingresó en la academia de Javier Ciga. Su aprendizaje en la conocida academia del maestro navarro, en Pamplona, debió acontecer en fecha inmediatamente anterior a la Guerra Civil, suponemos que en torno a 1930-36. Sus padres fueron Álvaro Zudaire Arizala (1884-1950), natural de Tafalla, casado con María Iriar-

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te, de Pamplona. Hay noticia del matrimonio en la sección del registro Civil, en la prensa navarra, en octubre de 1912(2). El matrimonio tuvo dos hijos Enrique (1914-1984) y Ángel (1916-1980). Tras haber enviudado, Álvaro Zudaire contrajo segundas nupcias con Concepción Sopeña, natural de Calahorra. Su hermano Ángel Zudaire Iriarte se casó con Margarita Goyena Saralegui. El matrimonio residió toda su vida en Tafalla y tuvieron tres hijos, Mª Carmen, Francisco Javier y Mª Jesús. Francisco Javier Zudaire Goyena, artista tafallés y sobrino de Enrique, es la persona que, como decíamos anteriormente, ha sabido guardar el recuerdo de su tío. Su padre, Ángel Zudaire(3), trabajó toda su vida llevando el taller artesanal que anteriormente regentó el abuelo Álvaro Zudaire. Fue pintor, artesano y decorador en Tafalla, dedicado preferentemente a decorados, estucados, restauraciones(4), etc. Enrique Zudaire participó en la Guerra Civil, con los requetés, junto con su hermano Ángel, movido sin duda por los ideales religiosos que imperaban en la Navarra de la época. La familia guarda recuerdo de andanzas de los dos hermanos en la época de la República, como la acción de levantar el crucero de Ujué, con otros jóvenes tafalleses, que había sido destruido por republicanos, lo que le ocasionó problemas con la policía. Los hijos de Ángel Zudaire guardan con cariño la notificación del Ayuntamiento de Tafalla en que consta la multa impuesta a su padre por estos sucesos de Ujué, fechada en 29 de junio de 1936(5). De la época de la contienda y respecto de la actuación de Enrique Zudaire no tenemos mayores datos. Inmediatamente después de la Guerra Civil nuestro pintor trabajaba en Pamplona, en los talleres de Lipúzcoa, localizados en la calle Estafeta. Dicho taller se dedicaba a temas relacionados con la pintura y las decoraciones. El año 1940 contrae matrimonio con Concha Salanueva Íñigo, natural de Allo, ante el hecho de que ésta se había quedado embarazada. Su mujer trabajaba de asistenta para una familia acomodada de Pamplona, en el Paseo de Sarasate, empleo que siguió manteniendo después de la boda. Fruto del matrimonio nació, el propio año 1940, su hijo Enrique Zudaire Salanueva. Las discrepancias dentro de este matrimonio se fueron endureciendo pronto por diversas cuestiones como el trabajo de la mujer, por sus caracteres francamente divergentes e, incluso, porque a su mujer no le gustaba nada la pintura artística y se negaba a posar para él. Ante ello, Enrique da un giro


Álvaro Zudaire fila inferior primero izda - Enrique fila inferior cuarto y encima Ángel Zudaire (sobre 1940).

radical a su vida, abandona a su mujer e hijo y se va a Barcelona el año 1943. Este hecho cambia radicalmente el periplo vital de Enrique Zudaire, decidido ya de manera definitiva a convertirse en un pintor artístico; en definitiva, perseguirá en dicha ciudad el viejo sueño de convertirse en un artista importante y consagrado. Concha Salanueva permaneció en Pamplona, donde rehizo su vida con su hijo(6). El año 1943, momento de este giro personal, se documenta su presencia en una exposición colectiva organizada por Educación y Descanso en Pamplona. En ella obtuvo el primer premio. Diario de Navarra recoge así la noticia, “Ayer, con asistencia de las Jerarquías de la organización y de los señores expositores, se celebró la clausura de la Exposición que «Educación y Descanso» tenía instalada en la calle Mayor. El Jurado clasificador, compuesto por los señores Jesús Basiano, Eloy Erenchun, Arturo Picatoste y Maxi González, han determinado la siguiente clasificación: Primero, don Enrique Zudaire Iriarte; segundo, don Santiago Alonso; tercero, don L. Zoro; cuarto, doña Soledad Lapuerta; estos de pintura al óleo. El premio de acuarelas, a don Martin

Leida, y a don Juan María Cía el premio de trabajos a plumilla. Basta decir que la exposición ha constituido un gran éxito, pues puede decirse que todo Pamplona ha desfilado por los salones de la Exposición”(7). Esta muestra que indicamos aquí será su primera y su única presencia dentro del arte navarro por espacio de cerca de cuarenta años. Con su cambio de residencia a Barcelona rompió absolutamente sus lazos con Navarra, y con toda su familia, durante cerca de 30 años. Allí, en la Ciudad Condal, se dedicó en cuerpo y alma a pintar y al mundo del arte. No desempeñó nunca otro oficio que no fuera el de artista pintor, viviendo siempre de los recursos económicos que le proporcionaba su arte. Es cierto que pasó grandísimas apreturas económicas durante muchos años. Según la experiencia de su sobrino Javier, Enrique Zudaire Iriarte pasó auténtica necesidad en muchos momentos de su vida, en especial en los años más duros y negros de la larga postguerra española. En cierta ocasión su sobrino llegó a entregarle al tío 500 pesetas de las de la época, en un viaje que Javier Zudaire realizó a Barcelona con el grupo de danzas en el que participaba

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como dantzari. Residió en Barcelona cuarenta años, entorno en el que nunca alcanzó una dimensión popular, pero sí que supo ganarse el prestigio y el reconocimiento a su pintura; en definitiva, allí acabó por hacerse un auténtico pintor. Fue socio numerario de Real Círculo Artístico de Cataluña en Barcelona(8). Allí se relacionaba con el mundo cultural y artístico catalán, con colegas, artistas, etc. Perfeccionó su pintura y su técnica practicando asiduamente la pintura y el dibujo de figura con modelos que posaban para los artistas Parece ser que su vida se limitaba al Círculo Artístico y a su estudio de la calle Casanova, 57-6º-2ª, donde se refugiaba con sus pinceles y sus cuadros. Su vida se podría resumir en esos dos elementos, el círculo de BBAA y su estudio, todo ello centrado en la pintura. Nunca llegó a desarrollar una actividad expositiva extensa. Sus exposiciones públicas son escasísimas y se centran en las realizadas en Navarra al final de su existencia, o poco después de su fallecimiento, a las cuales nos referiremos posteriormente. No consta que realizara otras muestras individuales hasta la parte final de su vida. Sí que exponía colectivamente con los artistas del Real Círculo Artístico de Barcelona. El año 1971 consiguió aquí la medalla de honor en la exposición “Barcelona vista por sus artistas”, aunque no hemos podido localizar más datos de la citada muestra Existe constancia de que pintó algunos murales para varios bares de la zona de las Ramblas, a cambio prácticamente de su propio sustento material, como era la comida. Parte de ellos parece que han desaparecido con las sucesivas reformas efectuadas en dichos locales. Visitaba regularmente el Hogar navarro de Barcelona, en donde mantenía relaciones sociales con los originarios de su tierra natal e incluso podía obtener algún encargo o venta de cuadros. Parece ser que este contacto con los navarros que vivían en Cataluña era importante para su espíritu, que siempre se sintió muy unido en la distancia a su tierra de origen. Conoció también la cara amarga del arte. Pintó cuadros sin firmar, algunos con meros motivos decorativos, para marchantes o “pseudos-marchantes” que se encargaban de su comercialización. Es posible, incluso, que parte de esa producción de Zudaire Iriarte se firmara posteriormente con la firma de otros artistas. En los años setenta su sobrino Javier Zudaire recuerda que su tío le comentó que le pagaban entre 2.000 – 2.500 pesetas por cuadro. Un ejemplo de esos marchantes para los

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Zudaire Iriarte en Barcelona - años 50.

que trabajaba Zudaire se apellidaba Laclaustra(9). Parte de esa producción parece que se destinaba al mercado americano y otra parte es muy posible que se repartiera por muchos lugares de la geografía peninsular. El propio artista confesaba este asunto con amargura “he vivido y he pintado y, en ocasiones, hasta me he divertido, lo que no es poco en una profesión como esta de la pintura en la que siempre estás a merced de los marchantes, los verdaderos “malos” de la película, que ellos son los que terminan por desvirtuar el arte y estropearlo. Hay algunos que te matan de hambre poco a poco y, al final, se hace inevitable el que termines haciendo lo que ellos quieren y disponen. Los críticos dicen, luego, que te prostituyes. ¿Cómo no hacerlo cuando el mundo de la pintura está en manos de personas que solo entienden de números?”(10). Ese sistema de funcionamiento, tan poco edificante, constituye una parte esencial del modus vivendi, del periplo vital de Enrique Zudaire Iriarte. Consta también su participación, en un pequeño papel, dentro de la película cinematográfica titulada “La mujer de nadie”, dirigida por Gonzalo Delgrás y con guión de Manuel Bengoa, un drama español que fue es-


trenado el 3 de junio de 1950. La citada película trata de la adopción de la pequeña hija de un rebelde pintor que ha muerto en la miseria. La joven hace que el carácter de su padre adoptivo cambie poco a poco, pero al alcanzar la adolescencia la joven se enamora del discípulo predilecto de su progenitor lo que termina por ocasionar problemas. Enrique Zudaire llevó a cabo, en la película, un pequeño papel de persona que recibía a artistas, en plan poco menos que de marchante de arte. Sus sobrinos recuerdan los graciosos comentarios que el pintor hacía siempre recordando esa experiencia y las frases que tuvo que decir. Su relación personal con Navarra fue inexistente durante muchos años. Entre principios de los años 40 y principios de los años 70 se desligó absolutamente de su tierra y no consta que la visitara en ninguna ocasión. Dentro del panorama pictórico de Navarra fue absolutamente desconocido e ignorado en esa época. En los años setenta retomó la relación, especialmente por la insistencia de su sobrino Francisco Javier Zudaire. El año de 1973 acudió a Tafalla invitado a la boda de su sobrino, ciudad que no había pisado en 30 años. A partir de este momento, en la última década de su vida, reforzó sus lazos con Navarra. Volvió a Tafalla para pasar con su familia la Navidad de 1979-80, en donde disfrutó muchísimo y se reencontró definitivamente con su hermano Ángel, con el que no había tenido anteriormente una relación demasiado estrecha y que fallecería pocos meses después. Los que lo trataron en vida lo describen como un hombre siempre elegante en el vestir y en sus ademanes y actitudes, vestido siempre de manera correcta y con pajarita; un tanto teatral en sus formas externas. Martín Cruz lo describe de la siguiente manera “longilíneo, hoy ya cargado de hombros por el paso de los años pero conservando un aire de natural elegancia, de nariz prominente y fuerte, con unos ojllos chispeantes, llenos de alegría y de vida que, como sus manos, apenas descansan acompañando siempre su conversación jugosa y apasionada”(11). Mantuvo durante toda su vida una extraña relación de amor-odio con las mujeres. En Barcelona, durante muchos años, mantuvo una gran relación personal con una viuda, llamada Consuelo, que fue su modelo en infinidad de cuadros; le apodaba cariñosamente “la Huesitos”. Quizás esos cuadros se cuentan entre lo mejor de la producción del pintor. Javier Zudaire afirma que la quería mucho, aunque siem-

pre “a su manera”. Fue un hombre de pensamiento libre y peculiar, muy divergente con el pensamiento general imperante en su época. Y, por encima de todo, en todo momento a lo largo de sus años de existencia, actuó, sintió y vivió como pintor. Fernando Martínez, amante del arte navarro, coleccionista y marchante, aparece en escena sobre 1975(12). Por medio de sus amigos contacta con Mª Jesús Zudaire, policía municipal en Pamplona y sobrina del pintor que le dirige hasta Francisco Javier Zudaire, su hermano. A través de él llegó a Enrique y lentamente empezó a relacionarse con él, a ganarse su confianza y amistad, a adquirirle obra y a comercializarla posteriormente en Navarra. Esto le permitió a Enrique tener una situación económica bastante más desahogada en la parte final de su existencia ya que Fernando Martínez le proporcionaba “dinero fresco y directo”. El propio Fernando trabajó para que se incluyera a Zudaire Iriarte en los libros que la CAMP estaba preparando acerca de los Pintores Navarros(13), cosa que se hizo a través de Salvador Martín Cruz. Javier Zudaire afirma con rotundidad que “Fernando Martínez trató siempre muy bien, en todos los sentidos, incluyendo el aspecto económico, a su tío Enrique”. Cuando Enrique Zudaire se encontraba enfermo, de manera prácticamente terminal, los únicos que se preocuparon de su situación, visitándolo y ayudándole, fueron su sobrino Javier Zudaire y su familia de

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Zudaire en Barcelona en 1951.


Zudaire pintando (sobre 1950-55).

Tafalla. Con la ayuda de Fernando Martínez lo trajeron hasta Navarra para que pudiera morir entre los suyos, cosa que así ocurrió el 25 de diciembre de 1984. Su funeral y entierro se llevó a cabo en Tafalla, organizado todo por la familia Zudaire Goyena. El estudio del pintor fue desmontado y trasladado por el hijo de Enrique. Dicho hijo, Enrique Zudaire Salanueva, falleció en Pamplona el día 2 de diciembre de 2008 a los 68 años de edad14, dejando un hijo, llamado también Enrique y casado con Nieves Bartolomé. Tras el fallecimiento del artista, la obra de Enrique Zudaire Iriarte pudo ser contemplada en su tierra natal, Navarra, hasta en cuatro exposiciones individuales. Dejamos somera reseña, a continuación, de ellas. Para mayores referencias acerca de las mismas puede acudirse a la hemerografía que se cita: • 1984, noviembre-diciembre, Librería Gómez de Pamplona(15). 17 obras. • 1985, enero, Casa de Cultura de Tafalla(16). • 1985, diciembre, Galería El Porche de Pamplona(17). • 999, junio-julio, Galería Sorolla de Pamplona(18). 30 obras. Además de ellas, la obra de Zudaire Iriarte ha sido contemplada en numerosas muestras colectivas de pintura navarra, que omitimos por no hacer la relación excesivamente larga. Faltaba, sin embargo, una gran expo-

sición antológica, con obra seleccionada del artista, que demostrara la calidad real de este pintor navarro. Sin duda alguna, la celebración del centenario de su nacimiento supone una inmejorable ocasión para remediar esta carencia.

La obra artística de Zudaire Iriarte Para poder analizar la obra pictórica de Enrique Zudaire Iriarte hemos procedido a la catalogación de una serie de cuadros que nos permitieran extraer algunas conclusiones acerca de la estética de este artista. Este pequeño aporte a su catálogo reúne como centenar y medio de obras, óleos y dibujos, número suficiente como para realizar una aproximación fundamentada a la pintura de Zudaire Iriarte. Gran parte de estas obras corresponden a las que se conservan en las colecciones pictóricas de Navarra, además de la que conserva la familia(19). Es cierto que creemos que la producción del artista es bastante numerosa, fruto de más de cuarenta años de labor pictórica; no obstante, la obra catalogada permite acercarnos a la realidad artística del pintor navarro.

1. Los Temas Dentro de la temática que presentan las realizaciones de este artista podemos efectuar cuatro apartados diferentes(20): 1.1. La Figura. Apartado esencial dentro de la pintura del artista navarro es su dedicación a la figura humana. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Zudaire Iriarte es un pintor esencialmente de figuras. Buena parte de sus realizaciones tiene como motivo estético a la figura humana y, sobre todo, lo femenino. Esas figuras femeninas en interiores, intimistas, melancólicas, desdibujadas, resultan especiales, atrayentes, y revelan la mano de un artista pintor muy dotado para el arte, dominador de la técnica y trasmisor de auténtica belleza estética. Dentro de la figura tenemos, en primer lugar, los retratos. Hemos catalogado una serie de retratos de su familia cercana; sus propios autorretratos (hasta en tres ocasiones), el retrato de su hermano Ángel revestido como pintor, los dos de su sobrino Javier, uno pintando y el otro como dantzari o el excelente retrato de Fermín Goyena, obra de pequeñas dimensiones pero captando la personalidad del abuelo en toda su dimensión; otra parte de las obras retratísticas corresponden a amigos

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Zudaire en su estudio – 1980.

suyos de sus años catalanes, como el intimista retrato de Bofarull o el titulado “Retrato de mi amigo”, obra enormemente atractiva con la figura sentada leyendo el periódico a la luz de una vela. En todas estas obras, nuestro artista se demuestra como un retratista capaz, logrando perfección de rasgos cuando le interesa o captando la personalidad más psicológica cuando ese es el objetivo marcado. Curiosamente, todas los retratos que hemos catalogado son de figuras masculinas, algo que extraña sobremanera dada la gran presencia que tiene la mujer dentro de la producción pictórica, que hemos catalogado, de este artista. Otra parte de las obras que podemos incluir dentro de este apartado son las representaciones de figuras en interiores. En este caso no se trata de representar una figura en plan retrato sino de plantear la figura como simple modelo estético. Si los retratos representaban a personajes masculinos, las figuras en interiores son, de manera abrumadora, femeninas. Se trata quizás, de las obras más logradas de Enrique Zudaire Iriarte, obras muy personales, intimistas, cargadas de sensibilidad y hasta de ternura. Se trata de mujeres realizando simples tareas domésticas, cosiendo o limpiando; otras son fi-

guras femeninas desnudas o semidesnudas, en actitud de descanso o sueño; otras sostienen a su hijo o tocan el piano. Pero lo que tienen en común todas, y lo que las hace sumamente especiales, son los ambientes que el artista logra, cargados de contrastes, con luces contrapuestas y figuras y formas simplemente insinuadas, como desdibujadas. Es indudable que el fundamento de estas obras es el empleo de la luz, asunto de lo que más adelante hablaremos. El crítico de arte Salvador Martín Cruz hablaba así de estos asuntos, “pintura fundamentalmente agradable, desdramatizada las más de las veces en la búsqueda sola del hecho plástico, trabajada con una paleta atemperada bastante más cercana a nosotros que a los colores en que suelen militar los pintores que ven las luces del viejo Mare Nostrum latino, con un difícil dominio y conocimiento del claroscuro y unas valoraciones anatómicas en sus personajes, ¡qué bien sabe enfrentarse al eterno tema del desnudo femenino!, que pregonan casi al grito su oficio del pintor al estilo clásico con sus muchas horas de apunte”(21). Dentro de este bloque de obras destacan las representaciones de “La Huesitos”, cuadros en los que

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toma como modelo a su amiga y compañera de los años barceloneses, Consuelo. Las dos obras que hemos catalogado en que la vemos representada cosiendo(22), son obras de una excepcional profundidad y caracterización; la representación de la modelo con pañuelo rojo sobre la cabeza y en fondo oscuro es sencillamente antológica. Todas estas obras representan a la figura en un interior muy poco definido y con un magnífico empleo de las luces artificiales interiores. Nos consta, por las noticias de que disponemos, que existe un número muy elevado de cuadros con este motivo estético. 1.2 El Paisaje. El segundo de los temas importantes en la producción pictórica de este artista es el paisaje. Aunque, según nuestro entender, Zudaire es un pintor de figuras, su gusto y dedicación al paisaje es profunda. La temática dentro del paisaje es doble, tanto el paisaje de su tierra natal, Navarra, como la plasmación del paisaje de su tierra adoptiva, Cataluña y, en especial, el de la ciudad de Barcelona. En esta temática se demuestra también como un artista capaz de lograr realizaciones muy conseguidas. Curiosamente, algunos de los que para nosotros son sus paisajes más logrados tienen unas luces crepusculares que asemejan las luces de sus cuadros con figuras en interiores. Aunque se trata de paisajes exteriores, como pueden ser las vistas del Puerto de Barcelona o las viejas callejas de dicha ciudad, el tratamiento lumínico que emplea en ellas se asemeja al que consigue en los interiores. Parece evidente su gusto íntimo y personal por ese tipo de luces. Dentro del paisaje navarro hay que destacar los cuadros que conocemos de sus comienzos como artista. Se trata de obras datadas en la década de los años 30 y principios de los años 40 del siglo XX. Hemos catalogado cuatro obras de esa época, dos con representaciones de la iglesia de Ujué, una de la iglesia de San Cernin y otra de la Plaza Mayor de Tafalla, datada ésta en 1934 en plena época de aprendizaje. Estamos ante óleos muy alejados de lo que posteriormente será su pintura. Resultan obras muy dibujísticas, lineales y con escasas matizaciones. El resto de las obras con paisajes navarros corresponden a las visitas que realizó a esta tierra en los años setenta y ochenta. No son demasiadas obras y plasman especialmente las tierras en los entornos de la ciudad de Tafalla, como por ejemplo la comarca de la Valdorba.

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La otra temática dentro del paisaje es Cataluña y, sobre todo, su querida Barcelona. Es cierto que aquí se incluyen algunas obras ejecutadas con un afán meramente decorativo o comercial, de las que dicen poco en favor del artista. Aparte de ellas, existen realizaciones de mayor mérito como vistas de playas, pueblos montañeses o simples rincones rurales. Dentro de esta temática, que resulta bastante abundante, nos detendremos en las vistas del Puerto de Barcelona y la representación de las viejas rúas de la ciudad. Según nuestro punto de vista, con esos motivos logra el artista sus representaciones paisajísticas de mayor mérito y nivel estético. Las vistas del puerto de Barcelona(23) que hemos catalogado tienen unas luces crepusculares, de pleno atardecer, que asemejan en muchos casos a luces de interior. El sol crepuscular que desaparece entre nubes por el horizonte, las barcas varadas, los reflejos en las tranquilas aguas, son simples excusas para que el artista se recree en la plasmación de luces y colores. Y, junto a esas vistas del puerto, la callejuelas del viejo Barcelona, plenas de encanto y romanticismo. Calles que más reflejan ambientes rurales y antiguos que plasmaciones de una ciudad moderna y dinámica como es Barcelona. Pero esas calles son la excusa ideal para captar ambientes, luces, contrastes. Callejas con figuras que deambulan por ellas, carros tirados por mulos, con mercados de flores o simplemente solitarias y silenciosas. Obras, en definitiva, que constituyen un auténtico y claro ejercicio de arte pictórico. 1.3 Naturaleza muerta. La tercera de las grandes temáticas en la producción de Enrique Zudaire Iriarte es la plasmación de la Naturaleza muerta. Esta temática, muy habitual dentro de la producción de los pintores figurativos, enlaza con la mejor tradición de la pintura española. Hemos podido catalogar un número significativo de realizaciones en esta línea. Dentro de la misma destacamos los cuadros de flores, que son relativamente abundantes. Estamos ante centros de flores dentro de una vasija o jarrón, como motivo estético en que plasmar colores, contrastes de tonos, luces. Muchos de estos cuadros están realizados con esmero y gusto, aunque también hay ejecuciones en tono más comercial o simplemente decorativo. Aparecen también otras obras que nos aportan los típicos bodegones, algunos con aves o piezas de caza, otros con frutas y recipientes. De entre todos ellos que-


Enrique Zudaire con su sobrino Javier e hijos 1983.

remos referirnos a una representación muy querida para el artista y que repitió en diferentes versiones. Nos referimos al título “Sardinas viejas”, que plasma unas cuantas sardinas, con un envoltorio medio desplegado, encima de una mesa. Una vez más, el motivo representado no deja de ser una simple excusa para atrapar el ambiente, el espacio, las luces interiores, las tonalidades diversas del colorido. Estamos ante una obra de gran atractivo que, por los datos de que disponemos, debió de gustar mucho en el mercado del arte. Quiero finalizar este apartado con el juicio del crítico de arte barcelonés Ramón Hernández, publicado en la prensa de Barcelona con motivo de la inauguración de una muestra en el Real Círculo Artístico de Barcelona; decía así respecto de la pintura y de los temas de su obra, “Zudaire Iriarte es de los artista más completos y de más heterogénea plasmación que pueda concebirse. Todos sus cuadros son obras de verdadero valor y excepcional mérito. Sus marinas, bodegones, paisajes y … el retrato, en donde puede afirmarse sin equívoco alguno, que es lo mejor de lo mejor entre los escasos maestros en dicha modalidad. La obra de

Enrique Zudaire Iriarte, ha colmado de elogios dicha inauguración”(24). 1.4Temas religiosos. Aunque se trata, evidentemente, de una temática minoritaria dentro de la producción pictórica de Zudaire Iriarte, interesa comentar los temas religiosos por la singularidad que presentan. La temática religiosa ha sido escasamente tratada en la pintura Navarra del siglo XX. El único artista que la trabajó con una cierta trayectoria fue Javier Ciga(25). Hemos catalogado pocas obras religiosas de Zudaire, sobre media docena, pero hemos encontrado alguna realización de auténtico mérito. Es cierto que buena parte de estas obras son cuadros de figuras muy en la línea de las pinturas de figuras que hemos comentado anteriormente; en lugar de plasmar diversos modelos anónimos el pintor transforma el contenido hacia una temática con fondo y significación religiosa. Entre las obras de este estilo catalogadas podemos destacar una representación de San Pablo, cuadro dotado de vigor y energía; una imagen de la Virgen Dolorosa, tratada en busto, con un atrayente colorido y un rostro,

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con los ojos cerrados, hondo y muy bien conseguido; finalmente destaca sobre todos los anteriores, el cuadro de Cristo con los discípulos de Emaús, una obra de gran empaque y dignidad. Representa el pasaje evangélico en que Jesucristo, sentado en la mesa con los dos discípulos de Emaús, parte el pan, siendo reconocido por aquéllos. Estamos ante un cuadro de interior, con una cuidada composición y tratamiento de la luz, que enlaza con la mejor pintura realista española del Barroco.

2. La Técnica pictórica Enrique Zudaire Iriarte es un artista figurativo, que siempre trabajó dentro de esta manera de pintar. A pesar de su aprendizaje en Pamplona, de la mano de Ciga, donde se hace un auténtico artista es en Barcelona. Aquí su técnica evoluciona hasta plasmar una estética personal. Esa mezcla entre lo norteño y lo mediterráneo acabó consolidando la pintura de nuestro artista, tal y como señala Salvador Martín Cruz, “con la luz mediterránea se fueron suavizando los tonos norteños y amansando la posible rudeza norteña de su paleta. Pero Zudaire supo mantener y mejorar el rigor pictórico, así como su innegable oficio de pintor clásico. Su obra figurará en las enciclopedias de pintores navarros como un pintor que ha sabido conciliar el sentimiento y la técnica, la imaginación y la destreza”(26). Algunas publicaciones sobre pintura navarra hablan de incursiones del artista en temas abstractos. Aunque no podemos desmentir categóricamente esa afirmación, la verdad es que nosotros ni hemos visto obra así ni tenemos notica de que existiera. Admiró siempre la obra de los grandes maestros clásicos españoles y, no cabe duda, que la conoció en profundidad. Siempre hablaba de Velázquez, Goya y, sobre todo, el Greco, artista que llegaba a impresionarle profundamente. Esos fueron sus maestros, por encima de todo lo que pudiera aprender en Pamplona y en Barcelona. De entre los artistas navarros siempre se refería a su primer maestro, Javier Ciga, “¡qué retratista! Se atrevía hasta con los blancos” y a Jesús Basiano por el que sentía especial admiración, “que llegó a prescindir y a desinteresarse de todo lo que no era la pintura”(27). Estamos ante un autor pulcro en sus realizaciones. Trabajó preferentemente la pintura al óleo sobre lienzo, aunque también se presentan realizaciones sobre tabla y, alguna más esporádica, sobre cartón. En todos los materiales y soportes se muestra como un autor cuidadoso

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y con auténtico sentido de artista. Resulta evidente su dominio del dibujo, para el cual tenía excelente mano. Sus propios dibujos, de los que más adelante trataremos, demuestran ese dominio. Todas las fuentes consultadas hablan de su continuo ejercicio y práctica del dibujo en el Real Círculo Artístico de Barcelona, donde los pintores disponían de modelos en vivo para trabajar con ellos. Sus óleos parten del dominio del dibujo que poseía, con el que diseña los motivos; luego es cierto que otras cuestiones, luces, colores y ambientes, acaban primando sobre el dibujo inicial. Fue también un artista que dominaba perfectamente la composición de los elementos dentro de sus realizaciones Asunto esencial en su obra es el empleo de la luz, algo en lo que ya hemos venido insistiendo. En toda su producción se observa un interés especial en ella. Dominaba, creo que como ningún pintor navarro lo hizo, las luces interiores, especialmente luces en tonos dorados e indirectas. Con esas luces lograba grandes contrastes y jugaba con los colores y sus tonalidades. Esas figuras suyas en interior acaban siendo un autentico deleite de luces, tonalidades y, en definitiva, de sensaciones visuales. Las luces acaban como difuminando las formas y las figuras, acoplándolas y mezclándolas en el entorno en que se ubican. Como artista completo que era dominaba también las luces exteriores, aunque muestra una predilección acusada por luces atenuadas, crepusculares, que en muchos casos más parecen luces de interior que luces de aire libre. El segundo elemento básico en su producción fue la paleta de colores y tonalidades. Resulta dificultoso hablar de unos colores predilectos en su paleta ya que la misma resulta extraordinariamente amplia. Todos los colores y tonalidades posibles tienen cabida en su producción pictórica. Quizás pudiéramos destacar algunas tonalidades grisáceas y los azulados, verdosos y ocres en sus versiones más apagadas. Resulta un artista que se adapta muy bien a las circunstancias y al colorido que requiere la obra en cuestión. Respecto de sus firmas, sus primeros cuadros en Pamplona aparecen firmados como “E. Zudaire”, en rojo y bien visible en la parte inferior izquierda. Así puede verse en los dos cuadros de Ujué catalogados y que podemos fechar antes del año 1940. En cuadros de final de los años cuarenta, ya en Barcelona, la firma que aparece es “Zudaire Iriarte”, en rojo, en dos líneas superpuestas. Así aparece, por ejemplo, en los títulos “Surti-


dor de la Catedral de Barcelona”, fechado en 1948, y en “Pueblo”, fechado en 1949. En ambos ejemplos la firma también va en color rojo. A partir de ahí se consolida la firma más habitual del artista, “Zudaire Iriarte”, con las dos palabras seguidas y con una raya oblicua debajo de ellas, en diferentes ubicaciones en la parte inferior de la obra y en diversos colores. 2.1. Sus Dibujos. Queremos dedicar un apartado especial a la producción de dibujos, algo que resulta quizás menos conocido dentro de la producción de Zudaire Iriarte. Fue éste un artista enormemente preocupado por el dibujo y consta que dedicaba mucho tiempo a practicarlo. Ya hemos comentado como “hacía mano” dibujando modelos en vivo, que posaban para los pintores, en el Real Círculo Artístico de Barcelona. La inmensa mayoría de los dibujos que hemos podido analizar de este artista son dibujos de modelos femeninos desnudos, en diversas poses y situaciones. Hemos catalogado dibujos de este tipo realizados tanto a carboncillo como a lápiz. En el libro de Pintores Navarros, que hemos venido comentando anteriormente, existe una reproducción de este tipo de obras que señalamos aquí(28). Se trata de dibujos realizados con esmero, ágiles, ejecutados por un artista que dominaba la técnica. Utiliza

con maestría el claroscuro y, aunque se trata en la mayoría de los casos de obras trabajadas con rapidez, a modo de ensayos, resultan ejecutados con esmero, delicadeza y gusto estético. En todos ellos se ve la mano de un artista que en todo momento obra y actúa como tal. Los dibujos que hemos podido catalogar están siempre debidamente firmados por el artista. Además de estos dibujos comentados, que tienen como motivo el desnudo femenino, hemos catalogado también un dibujo que representa la cabeza de un hombre anciano con barbas29; resulta una obra ejecutada con gran esmero, a modo de obra de arte en sí. No cabe duda que el él, Zudaire Iriarte ha pretendido realizar una obra de arte con el dibujo en sí, realizando una obra de gran perfección y belleza, trabajando el detalle, el claroscuro y la propia caracterización psicológica del personaje representado. Esta es, en síntesis, la aproximación que podemos presentar acerca de la vida y la obra artística del pintor navarro Enrique Zudaire Iriarte. Como decíamos al principio de estas líneas, el artista fue tardía y escasamente conocido y valorado en su tierra natal, en Navarra. La conmemoración del centenario de su nacimiento en 2014, y este pequeño aporte que ahora hacemos, esperamos que contribuyan a que el nombre del artista figure en el lugar que le corresponde dentro de la historia del arte navarro de la Edad Contemporánea. José Mª Muruzábal del Solar

Caricatura con autorretrato.

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Notas 1

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Ver: Eco de Navarra, 29/10/1912, pg. 4.

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Ángel Zudaire falleció en Tafalla el 20 de agosto de 1980. Diario de Navarra publicó su esquela al día siguiente.

4

5

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La familia ha conservado una hoja de propaganda del taller de Álvaro Zudaire, en la calle Mutuberría, nº 5. Anuncia “Taller de pinturas: venta de las mismas en polvo, al óleo y preparadas para su uso inmediato. Pintura decorativa en liso y empapelado de habitaciones”. En la notificación consta que la multa, de 125 ptas., era por proferir gritos “vitoreando a Cristo Rey, a la Virgen de Ujué, a la religión y a Navarra católica”. Concha Salanueva falleció el 10 de enero de 1994, a los 77 años de edad, según reza la esquela publicada en Diario de Navarra.

7 Ver Diario de Navarra, 17/12/1943. 8

El Real Círculo Artístico de Barcelona es una institución dedicada al

14 Su esquela apareció en Diario de Navarra, 3/12/2008.

fomento del arte. Fue fundado en 1881 por diversos artistas —entre los que se encontraban los pintores Meifrén, Urgell, Mir, Casas, Nonell y Anglada Camarasa—, y reconocido con el título de Real Círculo Artístico por el rey Alfonso XIII en 1916. Fue instalado en primer lugar en el edificio de la Canonja, para pasar posteriormente a la Gran Vía, la Rambla, la plaza Cataluña y, finalmente, al Palacio Pignatelli, en la calle Arcs.

La mayoría de los datos biográficos que aquí aparecen fueron aportados por Francisco Javier Zudaire, en conversaciones mantenidas en octubre de 2013. Agradecemos sinceramente su colaboración, sin la cual hubiera sido imposible elaborar estas notas.

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15 Ver: Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte”, en Diario de Navarra, 13/11/84. 16 Ver: “Tafalla: Enrique Zudaire Iriarte”, en Navarra Hoy, 13/1/1985. 17 Ver: Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte”, en Diario de Navarra, 23/12/85. 18 Puede analizarse el catálogo editado por dicha galería con ocasión de la muestra.

Existe un negocio en Barcelona a dicho nombre, que suponemos fue propiedad de dicho personaje. Anuncia marcos, vidrios, cuadros, cristales, molduras, cristalería, cristales artísticos y vidrio soplado fábricas mayoristas – Dirección, J. Costa, 22.

19 Agradecemos a todos los coleccionistas navarros que nos abierto sus puertas a fin de catalogar la obra de Zudaire Iriarte, incluida la familia del artista. 20 Esta ordenación se basa en nuestro propio criterio, en base a la obra del artista que hemos podido catalogar y analizar.

10 S. Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia”, en Pintores Navarros II, Pamplona, Camp, 1981, pg. 137. 11

21 S. Martín Cruz, “Artes plásticas. Enrique Zudaire Iriarte”, en Diario de Navarra, 13/11/1984.

S. Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia”, op. cit. pg. 137.

22 Puede verse una reproducida en P. Manterola y C. Paredes, Arte Navarro 1850 – 1940, Pamplona, Gobierno Navarra, 1991 (col. Panorama, 18), pg. 35.

12 Agradezco también a mi buen amigo Fernando Martínez el apoyo dado para este trabajo, en conversación mantenida en diciembre de 2013.

23 Puede verse un cuadro así reproducido en el catálogo de la Exposición de Zudaire Iriarte en Galería Sorolla de Pamplona, 1999.

13 VVAA, Pintores navarros, Pamplona, CAMP, 1981. Zudaire Iriarte aparece en el tomo 2, pgs. 134 a 141.

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24 S. Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia”, en Pintores Navarros II. Op cit. Pg. 141. 25

Para ver esta temática en la producción del artista: P. Fernández Oyaregui, Javier Ciga, pintor de esencias, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2012.

26 “Uno de los mejores pintores navarros: el pintor Zudaire murió en Pamplona”, en Navarra Hoy, 4/1/1985. 27 Ambas citas están tomadas de S. Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia”, en Pintores Navarros II. Op cit. 28 S. Martín Cruz, “Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia”, Op. Cit. Pg. 138. 29 Ver: Catálogo de la Exposición “Artistas navarros en una colección pamplonesa”, Pamplona, 2013 (Sala de exposiciones de Conde Rodezno, del Ayuntamiento de Pamplona), nº 149.


Selecci贸n de obras en exposici贸n Erakusketako obra batzuk



Plaza de Tafalla

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San Cernin de Pamplona

22


La huesitos cosiendo

23


Autoretrato

24


Calle de Barcelona

25


Mi sobrino Francisco Javier Zudaire

26


Buscadores de oro

27


Playa

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Bodeg贸n de sardinas

29


Barcas

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Puerto de Barcelona

31


Bodeg贸n

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Cristo y los discĂ­pulos de Emaus

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Mujer en interior

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Margolari nafar baten mendeurrena:

Enrique Zudaire Iriarte



Sarrera Nafarroako pintura garaikidearen historian, besteak beste, XX. mendearen hasieran –1905 eta 1915 bitartean– jaiotako pintore nafarren belaunaldia nabarmentzen da. Hona hemen horien artean garrantzitsuenak: Gerardo Sacristán (errioxarra jaiotzez baina nafarra adopzioz), Emilio Sánchez Cayuela “Gutxi”, Pedro Lozano de Sotés, Gerardo Lizarraga, Juan Viscarret, Francis Bartolozzi (madrildarra jaiotzez, baina gure artean bizi izan zen hirurogei urte baino gehiago), José María Monguilot, Ignacio Guibert eta Juan Larramendi. Artista horiek guztiak XX. mendearen hasiera hartan jaio ziren, eta mende horren beraren erdialdean jardun ziren lanean. Izendatutako artista horietako asko oso ezagunak dira Nafarroan, eta batzuek balioespen berezia lortu dute herri honetan. Gainera, belaunaldi horrek lekukoa hartu zien lehenbiziko pintore nafar garaikideei, García Asartarrei eta Andrés Larragari, Javier Cigari eta Nicolás Esparzari, Enrique Zubiriri eta Jesús Basianori, zeinak kate honen azken begia baitira eta, orobat, hurrengo belaunaldiarekiko lotura izan baitziren. Hain zuzen, belaunaldi horretakoa da jarraian aztertuko dugun pintorea ere, Enrique Zudaire Iriarte, Iruñean jaioa, 1914an, eta hiri horretan bertan hila, 1984an. Familia Tafallakoa zuen, baina Bartzelonan egin zuen ibilbide artistiko ia osoa, eta oso berandu aintzatetsi zitzaion egindako lana bere jaioterrian. Esan dezakegu, hanka sartzeko beldurrik gabe, ez zela bere herrian profeta izan, bere arte-ibilbidearen azkenera arte. Haren jaiotzaren mendeurrena ospatzea aukera ezin hobea da artista honen izaera piktorikoa aldarrikatzeko. Haren obra osoaren maila estetikoa kontuan hartuta, uste dugu leku garrantzitsu bat merezi duela Nafarroako XX. mendeko pinturaren historiaren barruan. Espero dugu haren bizi-periploaren eta obraren inguruko ohar hauek, modu xumean bada ere, lagungarri izango direla horretarako. Halaber, espero dugu lagungarri izango dela haren obraren erakusketa antologikoa ere: Iruñean izango da, omenaldi gisa, 2014ko udaberrian, eta bai katalogo hau eta bai testu hau haren osagarri egoki-egokiak dira. Ekarpen horiek guztiak ezinezkoak izango ziren, baldin eta artista ezagutu eta harekin harremana izan zuten bi pertsonaren laguntzari esker izan ez balitz. Ziur asko, pertsona horiek dira gure Erkidego honetan Enrique Zudaire oraindik bizi zenean haren obra au-

Enrique eta Ángel Zudaire, 1922-23 inguruan.

rrez aurre ezagutu, harekin harremana izan eta gozatu zuten gutxietako batzuk. Horietako bat da haren iloba Francisco Javier Zudaire Goyena artista tafallarra, zeina etengabe egon baitzen harremanetan bere osabarekin hogei urtean baino gehiagoan. Hark bilduak dira ondorengo lerroetan dauden datu asko; izan ere, arretaz eta txeraz gorde du Enrique Zudaire Iriarteren bizitzaren eta artearen oroitzapena. Bestea Fernando Martínez da, arte-bildumazale nafarra. Horrek ere Zudairerekin harremana edukitzeko zortea izan zuen, haren bizitzako azken hamarkadan, eta, era berean, bere bizipenak eta oroitzapenak helarazi dizkigu. Gure aintzatespen eta esker onik beroena biei. Halaber, Iruñeko Udaleko Kultura Alorraren lana ere aintzatetsi behar da, haren laguntza erabakigarria izan baita oroitzapenezko erakusketa honetarako eta katalogo

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Álvaro Zudaire (erdian) Tafallan, lagun batzuekin, 1948 inguruan.

honetarako, biak ere oso baliagarri Enrique Zudaire Iriarteren figura eta obra gogoratzeko, haren jaiotzaren mendeurrenean.

Enrique Zudaire Iriarteren biografiaohar zenbait Enrique Zudaire Iriarte Iruñean jaio zen, 1914ko urriaren 26an, haren familia han bizi baitzen garai hartan(1). Enriquek bi urte zituenean, familia Tafallara joan zen bizitzera, eta han jaio zen haren anaia bakarra, Ángel. Etorkizunean margolari bihurtuko zen ume hark Tafallan egin zituen oinarrizko ikasketak. Oso goiz hasi zen pintatzen, bere aita Álvaro Zudaireri esker, zeina Enrique Zubiriren ikasle izan baitzen, uste dugunez, Iruñeko Arte eta Lanbidetako Eskolan. Handik gutxira, Javier Cigaren akademian sartu zen. Hain zuzen, justu Gerra Zibilaren aurretik aritu omen zen maisu nafar horren akademia ezagunean ikasten: 1930 eta 1936 artean, gutxi gorabehera. Haren gurasoak Álvaro Zudaire Arizala (18841950) tafallarra eta María Iriarte iruñearra ziren. Badago haien ezkontzaren berri Erregistro Zibilean, Nafa-

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rroako prentsaren atalean, 1912ko urriko datarekin(2). Senar-emazteek bi seme izan zituzten: Enrique (19141984) eta Ángel (1916-1980). Álvaro Zudaire alargun gelditu zen, eta gero berriro ezkondu zen, Concepción Sopeña calahorrarrarekin. Anaia, Ángel Zudaire Iriarte, Margarita Goyena Saraleguirekin ezkondu zen. Tafallan bizi izan ziren biak beti, eta hiru seme-alaba izan zituzten: María Carmen, Francisco Javier eta María Jesús. Francisco Javier Zudaire Goyena artista tafallar eta Enriqueren ilobak gorde du, lehen esan dugun bezala, osabaren oroitzapena. Haren aitak, Ángel Zudairek(3), bizi osoan lan egin zuen aurrez aitonak, Álvaro Zudairek, izan zuen eskulangintza-lantegian. Pintorea, artisaua eta dekoratzailea izan zen, Tafallan, eta dekoratuak, iztukatuak, zaharberritzeak eta abar egiten zituen, nagusiki(4). Enrique Zudaire Gerra Zibilean aritu zen, erreketeekin, anaia Ángelekin batera, garai hartan Nafarroan nagusi ziren ideal erlijiosoek bultzaturik, ezbairik gabe. Familiak gogoan ditu bi anaiek Errepublikaren garaian izan zituzten ibilerak; esate baterako, beste gazte tafallar batzuekin batera Uxueko gurutzea altxatu zutenekoa –errepublikanoek suntsitu baitzuten–, eta gero arazoak ekarri zizkiena poliziarekin. Ángel Zudaireren seme-alabek txeraz gordea daukate Tafallako Udalak aitari bidalitako ohartarazpena, 1936ko ekainaren 29koa, Uxueko gertakari horiengatik jarri zioten isunaren berri ematen duena(5). Gerrari eta Enrique Zudairek bertan izan zuen jardunari buruzko daturik ez dugu. Gerra Zibila bukatu berritan, gure pintorea Iruñean ari zen lanean, Lipúzcoa tailerretan, Estafeta kalean. Pintura eta dekorazio kontuetako tailer bat zen. 1940an, Concha Salanueva Íñigo allotarrarekin ezkondu zen, hura haurdun gelditu baitzen. Emaztea zerbitzari zebilen Iruñeko familia dirudun batean, Sarasate pasealekuan, eta hantxe jarraitu zuen ezkondu ondoren ere. 1940an, semea izan zuten, Enrique Zudaire Salanueva. Senar-emazteen arteko ezinulertuak gero eta gogorragoak bihurtu ziren, hainbat kontu zirela medio, hala nola emakumearen lana, bien izaera zeharo ezberdinak, eta baita emazteak pintura artistikoa batere atsegin ez zuelako ere, eta ez zuelako nahi harentzako posatu. Horren aurrean, Enriquek goitik behera aldatu zuen bizimodua: emaztea eta semea utzi, eta Bartzelonara alde egin zuen, 1943an. Horrek zeharo aldatu zuen Enrique Zudaireren bizi-periploa, erabaki sendoa har-


Álvaro Zudaire (beheko lerroan, ezkerretik lehena), Enrique (beheko lerroan, laugarrena) eta, gainean, Ángel Zudaire (1940 inguruan).

tu baitzuen margolari artistiko bihurtzeko; horrela, hiri horretan saiatu zen artista garrantzitsu eta ospetsu izateko ametsa betetzen. Concha Salanueva Iruñean gelditu zen, eta bertan berregin zuen bizimodua, semearekin batera(6). 1943an, aldaketa pertsonal hori izan zuen garaian, Iruñeko Hezkuntza eta Atseden alorrak antolaturiko erakusketa kolektibo batean parte hartu zuen, dokumentaturik dagoenez. Bertan, lehen saria jaso zuen. Diario de Navarran honela zetorren albistea: “Atzo, organizazioko Hierarkiak eta erakusketari jaunak bertan zirela, Hezkuntza eta Atseden alorrak Kale Nagusian jarria zuen erakusketaren amaiera-ekitaldia egin zen. Epaimahai sailkatzailea Jesús Basiano, Eloy Erenchun, Arturo Picatoste eta Maxi González jaunek osatu dute, eta honako sailkapen hau eman dute: Lehena, Enrique Zudaire Iriarte jauna; bigarrena, Santiago Alonso jauna; hirugarrena, L. Zoro jauna; laugarrena, Soledad Lapuerta andrea; horiek, olio -pinturan. Akuarelan, Martin Leida jauna, eta lumatxoz egindako lanetan, Juan María Cía. Erakusketak arrakasta handia izan du, esan baitaiteke Iruña osoa

izan dela erakusketa-geletan”(7). Aipatu berri dugun erakusketa hori izan zen Nafarroako artearen barruan 40 urte inguruko epean izan zuen lehen agerpena, eta bakarra. Bartzelonara joan zenean bizitzera, zeharo hautsi zuen Nafarroarekin eta bere familiarekin zuen lotura, 30 urte inguruan. Han, konde-hirian, buru-belarri aritu zen margotzen eta artearen munduan. Ez zuen izan artista pintorearena beste ofiziorik, eta bere arteak ematen zizkion diru-sarrerei esker bizi izan zen beti. Egia da zailtasun ekonomiko handi-handiak izan zituela urte askoan. Haren iloba Javierrek dioenez, Enrique Zudaire Iriarte behartsu izan zen bere bizitzako garai askotan; bereziki, Espainiako gerraoste luzeko urte gogor beltzetan. Behin, ilobak garai hartako 500 pezeta ere eman zizkion osabari, Javier Zudairek bere dantzari-taldearekin batera Bartzelonara eginiko bidaia batean. Berrogei urtean bizi izan zen Bartzelonan, eta han ez zen sekula oso ezaguna izan, baina bere pinturaren nolabaiteko prestigioa eta aintzatespena lortu zuen behintzat. Laburbilduz, han bihurtu zen benetako pintore.

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Kataluniako Errege Zirkulu Artistikoko kide numerario izan zen Bartzelonan(8). Han harremana zuen Kataluniako mundu kultural eta artistikoarekin, lagunekin, artistekin, etab. Bere pintura eta teknika hobetu zuen, figura-pintura eta -marrazketa usu praktikatuz, artistentzat posatzen zuten modeloekin. Badirudi haren bizitza ez zihoala Zirkulu Artistikotik eta Casanova kaleko 57-6 2an zuen estudiotik harago, bertan babesten baitzen bere pintzel eta koadroekin. Haren bizimodua bi elementu horietan laburbil zitekeen: arte ederren zirkulua eta bere estudioa, bi-biak pinturaren ingurukoak. Ez zituen bere obrak asko erakutsi. Haren erakusketa publikoak oso urriak dira: gehienbat, bere bizitzaren amaieran Nafarroan egin zituenak, edo hura hil ondoren egin zirenak –geroxeago hitz egingo dugu horiei buruz–. Ez dirudi bakarkako beste erakusketarik egin zuenik bere bizitzaren bukaerara arte. Taldean bai, erakusten zituen bere lanak, Bartzelonako Errege Zirkulu Artistikoko kideekin. 1971n, ohorezko domina lortu zuen han, Bartzelona, bere artistek ikusia erakusketan, baina ezin izan dugu datu gehiagorik bildu horri buruz. Jasoa dagoenez, mural zenbait pintatu zituen Rambla inguruko taberna batzuetarako, bere behar materialak asetzearen truk ia-ia: jatearen truk, adibidez. Mural horietako batzuk, itxuraz, desagertu egin dira, lokal horietan egindako erreforma ugarien ondorioz. Sarri joaten zen Bartzelonako Nafar Etxera; bertan, harremana izaten zuen jaioterriko jendearekin, eta, are, batzuetan, koadroren bat enkargatu edo erosi ere egiten zioten. Antza denez, Katalunian bizi ziren nafarrekin zuen harreman hori garrantzitsua zen bere gogoarentzat, beti sentitu baitzen lurralde horretara oso lotuta, urrunetik. Artearen alde garratza ere ezagutu zuen. Sinatu gabeko koadro ugari egin zituen, dekorazio-motibo hutsezkoak batzuk, arte-salerosle edo pseudosalerosleentzat, haiek merkaturatzeaz ardura zitezen. Baliteke, are, Zudaire Iriarteren lan horietako batzuk beste artista batzuek sinatu izana gerora. Haren iloba Javier Zudairek dioenez, 70eko urteetan osabak esan omen zion 2.000-2.500 pezeta ordaintzen ziotela koadro bakoitzeko. Laclaustra abizeneko salerosle batentzat lan egiten zuen, besteak beste, Zudairek(9). Obra horietako batzuk, itxuraz, merkatu amerikarrera bidaltzen ziren, eta beste batzuk, ziurrenik, penintsula osoko leku ugaritan saldu zituzten. Artista bera

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Zudaire Iriarte Bartzelonan, 50eko hamarkada.

ere garrazki mintzo zen horri buruz: “Bizi naiz, eta pintatu dut, eta, zenbaitetan, dibertitu ere egin naiz, eta hori ez da gutxi pinturaren lanbidean. Izan ere, margolaria beti dago salerosleen mende, eta haiek dira filmeko benetako gaiztoak, haiek hondatzen baitute artea, eta haiek kentzen baitiote balioa. Batzuek gosez akabatzen dute pintorea pixkanaka, eta artistak, azkenean, ez du beste aukerarik haiek nahi eta ezartzen dutena egitea baino. Gero, kritikariek esaten dute margolari hori prostituitu egin dela. Baina nola ez da prostituituko, bada, soilik zenbakiz ulertzen duten batzuen esku badago pintura?”(10). Funtzionatzeko sistema batere ez eredugarri hori, hain zuzen, Enrique Zudaire Iriarteren modus vivendiaren eta bizi -periploaren funtsezko alderdi bat izan zen. Jasota dagoenez, Gonzalo Delgrás zuzendariaren eta Manuel Bengoa gidoigilearen La mujer de nadie filmean ere rol txiki bat izan zuen. Drama generoko film espainiar bat izan zen, 1950eko ekainaren 3an estreinatua, eta miseriaz hil den margolari errebelde baten alaba txikiaren adopzioaren istorioa kontatzen zuen. Gazteak lortzen du bere aitatzakoa pixkanaka aldatuz


joan dadin, baina, nerabezarora heltzen denean, aitaren ikasle kutunarekin maitemintzen da neska, eta horrek arazo ugari ekartzen ditu. Enrique Zudairek, filmean, artistei harrera egiten zien baten rola betetzen du, hots, gutxi gorabehera, arte-salerosle batena. Ilobek beti gogoratzen dute zer iruzkin barregarriak egiten zituen pintoreak beti esperientzia hartaz oroitzen zenean, eta zer esaldi esan behar izan zituen. Urte askoan, ez zuen inolako harremanik izan Nafarroarekin. 40ko hamarkadaren hasieratik 70eko lehen urteetara, zeharo urrundu zen bere jaioterritik, eta ez dirudi sekula itzuli zenik bisitan. Garai hartan, Nafarroako pinturaren munduan, erabat ezezaguna izan zen garai hartan, eta inork ez zuen aintzat hartu han. 70eko hamarkadan, berriz ere hasi zuen harremana Nafarroarekin; bereziki, iloba Francisco Javier Zudairek bultzatuta. 1973an, Tafallara joan zen, ilobak bere ezkontzara gonbidatu baitzuen. 30 urte ziren hara joan ez zela. Harrezkero, bere biziko azken hamar urteetan, Nafarroarekin zuen lotura estutu zuen. 178980ko Gabonetan, Tafallara itzuli zen, Eguberriak familiarekin pasatzeko. Izugarri gozatu zuen, eta behin betiko hurbildu zen ordura arte oso harreman esturik izan ez zuen anaia Ángelengana, zeina handik hilabete batzuetara hil baitzen. Ezagutu zutenek honela deskribatzen dute: gizon beti dotore bat, bai janzkeran eta bai keinu-jarreretan, egokiro eta tximeletarekin jantzita beti, teatral samarra kanpoko maneretan. Hona hemen Martín Cruzen deskribapena: “Luzexka, urteen poderioz dagoeneko sorbalda uzkurrekoa, baina dotorezia naturalekoa, sudur gailen sendokoa, alaitasunez eta bizitasunez beteriko begi txiki dizdizarikoa, eta, hain zuzen, begiak, eskuak bezalaxe, ia inoiz geldi ez dauzkana, lagun egiten baitiote haren elkarrizketa mamitsu eta grinatsuari”(11). Emakumeekin, maitasun-gorroto harreman bitxia izan zuen bizi osoan. Bartzelonan, urte askoan, harreman handia izan zuen Consuelo izeneko alargun batekin. Emakume hura modelo gisa aritu zen haren koadro askotan, eta margolariak La Huesitos esaten zion (hezurtxoak). Koadro horiek, agian, pintorearen lanik onenetakoak dira. Javier Zudairek dioenez, haren osabak asko maite zuen emakume hura, baina beti “bere modura”. Pentsamolde libre eta bereziko gizona izan zen, bere garaian nagusi zen pentsaera orokortuaz oso bestekoa. Eta, oroz gain, bere bizi osoan, une oro, pintore gisa jardun, sentitu eta bizi izan zen.

Fernando Martínez, Nafarroako artearen zale sutsua, bildumazalea eta saleroslea, 1975 inguruan azaldu zen haren bizitzan(12). Lagun batzuen bitartez, harremanetan jarri zen María Jesús Zudairerekin –pintorearen iloba eta udaltzaina Iruñean–, eta hark Francisco Javier Zudaire bere anaiarengana bideratu zuen. Pixkanaka, harekin hasi zen harremanetan, haren konfiantza eta adiskidetasuna lortzen, haren obrak erosi eta Nafarroan saltzen. Horri esker, Enriquek askoz ere egoera ekonomiko hobea lortu zuen bere bizitzaren amaieran, Fernando Martínezek “dirua esku-dirutan” ordaintzen baitzion. Fernando bera lanean aritu zen IUAKek Zudaire Iriarte ere sar zezan Nafarroako margolariei buruz egiten ari zen liburuetan(13), eta, azkenean, Salvador Martín Cruzi esker lortu zen hori. Javier Zudaireren hitzetan, “Fernando Martínezek oso ondo tratatu zuen osaba Enrique, alderdi guztietan, baita ekonomikoan ere”. Enrique Zudaire gaixo zegoela, hil-zorian, Javier Zudaire eta Tafallako familia bakarrik kezkatu zen haren egoeraz, eta haiek bakarrik joan ziren hura bisitatu eta laguntzera. Fernando Martínezen laguntzarekin, Nafarroaraino ekarri zuten, hurkoengandik gertu hil zedin, eta halaxe gertatu zen, 1984ko abenduaren 25ean. Tafallan izan zen hileta, eta bertan lurperatu zuten. Zudaire Goyena familiak antolatu zuen dena. Pintorearen estudioa Enriqueren semeak desegin zuen, eta lekuz mugitu. Seme hori, Enrique Zudaire Salanueva, 2008ko abenduaren 2an hil zen, Iruñean, 68 urte-

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Zudaire Bartzelonan, 1951n.


rekin(14). Hark ere seme bat izan zuen, Enrique deitua hura ere –Nieves Bartolomérekin ezkondu zen–. Artista hil ondoren, haren obra haren jaioterrian ikusi ahal izan zen, Nafarroan, lau erakusketa banakakotan. Horiei buruzko oinarrizko datu batzuk emango ditugu hemen. Informazio gehiago nahi duenak, aipatutako hemerografiara jo dezake: • 1984ko azaroan eta abenduan, Iruñeko Gómez liburutegian(15). 17 obra. • 1885eko urtarrilean, Tafallako Kultur Etxean(16). • 1985eko abenduan, Iruñeko El Porche galerian(17). • 1999ko ekainean eta uztailean, Iruñeko Sorolla galerian(18). 30 obra. Horiez gain, Zudaire Iriarteren obra Nafarroako pinturaren inguruko hainbat erakusketa koletibotan ere izan da ikusgai, baina ez ditugu hemen aipatuko, gehiegi ez luzatzearren. Hala ere, erakusketa antologiko handi bat falta zen, artistaren obra hautatu batzuk izango zituena eta pintore nafar honen benetako kalitatea erakutsiko zuena. Ezbairik gabe, haren jaiotzaren mendeurrena abagune ezin hobea da hutsune hori betetzeko.

Zudaire Iriarteren obra artistikoa Zudaire pintatzen (1950-55 inguruan).

Enrique Zudaireren obra piktorikoa aztertu ahal izateko, koadro-sail bat katalogatu dugu, horrek artista honen estetikaren inguruan ondorio batzuk atera-

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tzen lagunduko digulakoan. Haren katalogoari eginiko ekarpen txiki honetan 150 obra inguru biltzen dira, olio -pinturak eta marrazkiak denak, eta aski dira Zudaire Iriarteren pinturara oinarrizko hurbilketa bat egiteko. Obra horietako asko Nafarroako pintura-bildumetakoak dira, eta beste asko, familiak gordeak(19). Uste dugu artistak produkzio handia izan zuela, 40 urtean baino gehiagoan aritu baitzen pintatzen; dena den, katalogatutako obrek modua ematen digute margolari nafarraren errealitate artistikora hurbiltzeko.

1. Gaiak Artista honen obretako gaien barnean, lau zati bereiz ditzakegu(20): 1.1 Figura. Giza figurarena funtsezko alderdi bat izan zen artista nafarraren pinturan. Esan dezakegu, okertzeko beldurrik gabe, Zudaire Iriarte nagusiki figurak pintatzen zituen margolari bat izan zela. Haren obra ugarik dute giza figura motibo estetiko gisa, eta, bereziki, emakumeen figura. Azken irudi horiek barneko irudiak dira, intimistak, malenkoniatsuak, lausoak; bereziak eta erakargarriak dira, eta artean oso iaioa den, teknika menderatzen duen eta benetako edertasun estetikoa adierazten duen artista margolari baten eskua uzten dute agerian, Figuraren barnean, lehenik eta behin, erretratuak dauzkagu. Haren hurbileko senide batzuen erretratu-sail bat katalogatu dugu: hiru autoerretratuak, haren anaia Ángelen bat –pintore gisa–, iloba Javierren biak –bata, margotzen, eta, bestea, dantzari gisa–, edota Fermín Goyenaren erretratu bikaina –obra txikia, baina aitonaren izaera oso-osorik islatzen duena–; beste erretratu batzuk Katalunian bizi izan zen garaiko lagunenak dira, hala nola Bofarullen erretratu intimista, edota Nire lagunaren erretratua margolan zinez erakargarria, non figura bat agertzen baita eserita, kandela baten argitan egunkaria irakurtzen. Obra horietan guztietan, gure artistak erakusten du erretratugile trebea dela, hazpegi perfektuak lortuz berak nahi duenean edota izaerarik psikologikoena harrapatuz helburua hori denean. Bitxiro, katalogatu ditugun erretratu guztiak gizonezkoenak dira, eta hori harrigarria da oso, emakumeak leku handia baitu katalogatu ditugun lanetan. Barnean irudikaturiko figurak ere atal honen barruan sar ditzakegu. Kasu honetan, kontua ez da figura bat irudikatzea erretratu baten gisan, baizik eta


Enrique Zudaire bere iloba Javier eta haren semealabekin, 1983an.

modelo estetiko huts gisa planteatzea figura. Erretratuek gizonak agertzen zituzten; barnean pintatutako figura gehien-gehienak, berriz, emakumeak dira. Beharbada, horiek dira Enrique Zudaire Iriarteren obrarik onenak: oso pertsonalak dira, intimistak, sentikortasunez eta, are, samurtasunez beteak. Emakumeak azaltzen dira, etxeko lanak egiten, josten edo garbitzen; beste batzuk biluzik edo erdi biluzik ageri dira, atseden hartzen edo logaleturik; beste zenbaitek seme edo alabaren bat dute besotan, edota pianoa jotzen ageri dira. Baina den-denek elkarrekin dutena eta zinez berezi bihurtzen dituena zera da: artistak lortzen dituen giroak, kontrastez beteak, argi kontrajarriak dituztenak, baita figura eta forma sinpleki iradokiak ere, lausotuak bezala. Ezbairik gabe, obra horien funtsa argia erabiltzeko modua da –aurrerago hitz egingo dugu horretaz–. Salvador Martín Cruz arte-kritikaria honela mintzo zen gai hauei buruz: “pintura nagusiki atsegina, desdramatizatua gehienetan, egitate plastikoaren bila soilik doana, paleta leundu batekin landua, zeina

aski hurbilago baitago gugandik Mare Nostrum latino zaharraren argiak ikusten dituzten pintoreek erabiltzen dituztenetatik baino, ilun-argien menderatze eta ezagutza zail bat erakusten duena, eta pertsonaien balorazio anatomiko batzuk ere bai. Zeinen ondo egiten dion aurre emakumeen biluzien gai betierekoari! Ia oihuka aldarrikatzen dute estilo klasikoko pintorearen ofizioa, zirriborroak egiten orduak eta orduak ematen dituenarena”(21). Obra-sail horren barruan, nabarmenak dira La Huesitosen irudikapenak, non Consuelo hartu baitzuen modelo gisa, Bartzelonan eman zuen garaian lagun eta adiskide izan zuen emakumea. Josten ageri da katalogatu ditugun bi obratan(22), eta margolan zinez sakonak eta karakterizatuak dira. Esaterako, modeloa buruan zapi gorri batekin eta hondo ilun batean ageri den koadroa, adibidez, zeharo antologikoa da. Obra horietan guztietan, barnealde oso lauso batean ageri da figura, eta barneko argi artifizialak ezin hobeki daude erabiliak. Jakin dugunez, motibo estetiko hori duten koadro ugari daude.

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1.2. Paisaia. Artista honen produkzio piktorikoan, bigarren gai garrantzitsua paisaia da. Nahiz eta, gure ustez, Zudaire figura-margolari bat izan, paisaia oso atsegin zuen, eta horretan ere gogotsu jardun zuen. Haren paisaiaren barruan, bi gai nagusi daude: jaioterriko –Nafarroako– paisaiak eta adopziozko herriko –Kataluniako– paisaiak, eta, bereziki, Bartzelonakoak. Gai honetan ere erakusten du oso gai dela obra zinez onak egiteko. Bitxiki, gure ustez ondoen eginak dauden paisaia batzuek arginabarrak dituzte; hain zuzen, figurak barnealdean azaltzen diren koadroetako argien antzekoak. Nahiz eta kanpoaldeko paisaiak diren –hala nola Bartzelonako portuaren ikuspegiak edota hiri horretako kalexkak–, argia barnealdeko irudietan erabiltzen duen bezala erabiltzen du horietan ere. Nabarmena dirudi pintoreak biziki atsegin zituela halako argi intimo eta bere-bereak. Nafarroako paisaien artean, azpimarragarriak dira artista-ibilbidea hasi zueneko koadroak. XX. mendeko 30eko hamarkadan eta 40ko lehen urteetan egindakoak dira. Garai horretako lau obra katalogatu ditugu: bitan, Uxueko eliza ageri da; batean, San Zernin eliza, eta beste batean, Tafallako Plaza Nagusia –azken lan horrek 1934ko data darama, hots, Zudaire ikastaldi betean zegoenekoa–. Olio-pintura horiek zerikusi gutxi dute gerora Zudaireren obra izango zenarekin. Marrazki-kutsuko koadroak dira, oso linealak eta ñabardura gutxikoak. Nafarroako paisaiak agertzen dituzten beste obrak 70eko eta 80ko hamarkadetan bertara egin zituen bisitaldietakoak dira. Ez dira margolan asko, eta, bereziki, Tafallaren inguruko lurrak irudikatzen dituzte, hala nola Orbaibar. Paisaiaren arloan, beste gaia Katalunia da, eta, batez ere, haren Bartzelona maitea. Egia da koadro horietako batzuk dekoratzeko edo saltzeko eginak direla soilik, eta ez diote artistari mesede handirik egiten. Horiez gain, ordea, badira batzuk askoz ere meritu handiagoa dutenak: hondartzen, mendiko herrien edota landa-giroko txokoen ikuspegiak. Multzo oparo samar honen barruan, Bartzelonako portuaren irudiak nabarmenduko ditugu, eta hiriko karrika zaharrenak. Gure aburuz, motibo horiekin lortu zituen artistak meriturik eta maila estetikorik handieneko paisaia-obrak. Katalogatu ditugun Bartzelonako portuaren ikuspegiak(23) ilunsentiko argiak dituzte, iluntze betekoak, eta barnealdeko argien antz handia dute askotan. Zerumugan hodei artetik desagertzen den eguzkia, on-

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tzi lehorreratuak, islak ur lasaietan... horiek denak aitzakia huts dira artista argiak eta koloreak irudikatuz atsegindu zedin. Eta portuaren irudi horiekin batera, Bartzelona zaharreko kalexkak, xarmaz eta erromantizismoz mukuru, halakoak ezen gehiago baitirudite landa-giroko eta aspaldiko irudiak, Bartzelona moderno eta dinamikoaren irudiak baino. Baina kale horiek aitzakia ezin hobeak dira giroak, argiak, kontrasteak harrapatzeko. Kalexketan, giza figurak alderrai, mandoek tiraka daramatzaten gurdiak, lore-merkatuak, edota kale huts bakartiak. Pintura-jardun argi eta benetako bat erakusten duten obrak dira. 1.3. Natura hila. Enrique Zudaire Iriarteren hirugarren gai handia natura hilarena da. Hori oso usua izaten da margolari figuratiboen obretan, eta Espainiako pinturaren tradiziorik onenarekin du lotura. Ildo horretako hainbat obra katalogatu ahal izan ditugu. Multzo honen barnean, loreen koadro ugariak nabarmendu nahi ditugu. Murko edo lorontzi batean sartutako loreak dira, koloreak, tonuen kontrasteak eta argiak islatzeko motibo estetiko gisa. Koadro horietako asko arreta eta gustu handiz eginak dira; dena den, batzuek kutsu komertzial edo besterik gabe dekoraziozkoa dute. Beste zenbait obratan, izadi hileko irudi tipikoak ageri dira: batzuetan, hegaztiak edo ehizakiak; beste batzuetan, frutak eta ontziak. Horien artean, artistak oso maitea zuen eta hainbat bertsio egin zizkion margolan bat aipatu nahi dugu: Sardina zaharrak izenekoa, hain zuzen. Bertan, sardina batzuk azaltzen dira, bilgarri erdi zabaldu batean, mahai baten gainean. Berriz ere, irudikaturiko motiboa aitzakia huts bat baino ez da, giroa, espazioa, barneko argiak, koloreen tonu askotarikoak harrapatzeko. Oso obra erakargarria da, eta, dauzkagun datuen arabera, oso atsegin izan omen zuten artearen merkatuan. Ramón Hernández arte-kritikari bartzelonarraren iritzi batekin amaitu nahi dut atal hau. Bartzelonako Errege Zirkulu Artistikoan inauguratu zen erakusketa baten harira, honela mintzatu zen Bartzelonako prentsan, margolariaren pinturaren eta haren obraren gaien inguruan: “Zudaire Iriarte imajina daitekeen artistarik osoenetarikoa da, eta irudikatzerik heterogeneoenetarikoa duena. Haren obra guztiak benetan baliotsuak dira, eta meritu izugarrikoak. Haren itsasaldeak, natura hilak, paisaiak eta... erretratuak; okertzeko beldurrik batere gabe esan dezakegu, hain zuzen,


Zudaire bere iloba Javier eta haren semealabekin, 1983an.

azken modalitate horretako maisu urrien artean onenetan onena dela. Enrique Zudaire Iriarteren obrak gorespenez bete du inaugurazio hau�(24). 1.4. Gai erlijiosoak. Gai hau bigarren mailakoa da, jakina, Zudaire Iriarteren produkzio piktorikoan, baina interesgarria da horiek aipatzea, bereziak direlako. XX. mendeko Nafarroako pinturan, apenas tratatu diren gai erlijiosoak. Nolabaiteko jarraitutasunez landu zuen artista bakarra Javier Ciga izan zen(25). Zudaireren erlijio-obra gutxi katalogatu ditugu, dozena erdi inguru, baina horietako baten bat benetako merituzkoa da. Egia da margolan horietako askotan figurak azaltzen direla, lehenxeago aipatu ditugun figuren oso antzekoak; modelo anonimoak irudikatu ordez, pintoreak oinarri eta esanahi erlijiosoko tematika baterantz eraldatu zuen edukia. Katalogatu ditugun estilo honetako obren artean, San Pauloren irudikapen bat nabarmendu dezakegu, kemenez eta indarrez betea; Andre Maria Nahigabetuaren busto bat, kolore erakargarrikoa, eta aurpegia,

begiak itxita, sakon eta oso ondo margotua; eta beste guztien gainetik, Kristo Emausen dizipuluekin agertzen den koadroa, dotoretasun eta duintasun handikoa. Ebanjelioaren pasarte bat irudikatzen du: bertan, Jesukristok, Emausen bi dizipuluekin mahaian eserita, ogia zatitzen du, eta haiek ezagutu egiten dute. Barnealdeko koadro bat da, konposizio eta argiaren tratamendu oso zaindukoa, eta Espainiako Barrokoko pintura errealistarik onenarekin du lotura.

2. Teknika piktorikoa: Enrique Zudaire Iriarte artista figuratiboa da, eta beti landu zuen pintatzeko modu hori. IruĂąean ikasi zuen, Cigaren eskutik, baina Bartzelonan bilakatu zen benetako artista. Han, haren teknikak bilakaera bat izan zuen, estetika pertsonal bat lortu arte, Iparraldeko kutsuaren eta mediterranearraren arteko nahasketa horren ondorioz, gure artistaren pintura irmotu egin zen, Salvador MartĂ­n Cruzek dioen bezala: “Mediterraneoko argiarekin, iparraldeko tonuak leunduz joan ziren, eta haren paletaren zakartasun iparraldekoa ere bare-

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tuz joan zen. Baina Zudairek jakin zuen zorroztasun piktorikoa mantentzen eta hobetzen, baita pintore klasiko gisa izan zuen ofizio ukaezina ere. Sentimendua eta teknika, irudimena eta trebetasuna uztartzen jakin duen pintore baten moduan azalduko da Zudaire Nafarroako margolarien entziklopedietan”(26). Nafarroako pinturari buruzko argitalpen zenbaitek aipatzen dute artistak saio batzuk egin zituela gai abstraktuetan. Ezin dugu hori zeharo gezurtatu, baina, egia esan, guk ez dugu halako obrarik ikusi, ez eta horien aditzerik izan ere. Beti miretsi izan zuen Espainiako maisu klasiko handien obra, eta dudarik ez dago sakonki ezagutu zuela. Beti mintzo zen Velázquezi, Goyari eta, batik bat, Grecori buruz –eta azken hori zinez harrigarria iruditzen zitzaion–. Horiek izan zituen maisu, Iruñean eta Bartzelonan ikasi zuen ororen gainetik. Nafarroako artistetatik, beti aipatzen zituen bere lehen irakaslea, Javier Ciga –”a zer erretratugilea! Zuriekin ere ausartzen zen”–, eta Jesús Basiano, zeina biziki miresten baitzuen –”pintura ez zen guztia bazter utzi eta horren inguruko interesa galdu zuen”–(27). Pintore garbia zen. Olio-pintura landu zuen nagusiki, mihise gainean, baina taula gaineko obra batzuk ere baditu, eta, noizbehinka, kartoi gainean ere aritzen zen. Material eta euskarri orotan, egile arretatsua zen, eta artista-sen erabatekoa zuen. Nabarmena da nola menderatzen zuen marrazkia, ezinago trebea baitzen marrazten. Bere marrazkiek –aurreraxeago aupatuko ditugu– hori erakusten dute. Kontsultatu ditugun iturri guztietan esaten da etengabe aritu eta praktikatu zuela Bartzelonako Errege Zirkulu Artistikoan, non pintoreek modeloak izaten baitzituzten zuzenean, horiekin lan egiteko. Haren olio-pinturaren oinarrian marrazteko zuen trebetasuna dago, horren bidez diseinatzen baitzituen motiboak; gero, egia da, beste kontu batzuk gailentzen zaizkio hasierako marrazki horri, hala nola argia, koloreak eta giroak. Elementuen konposizioan ere oso iaioa zen. Haren obran, funtsezko elementua da argia – hainbat aldiz azpimarratu dugu hori dagoeneko–. Obra guztietan antzeman daiteke argiaren inguruko interes berezi bat. Beste ezin margolari nafarrek ez bezala menderatzen zituen barreneko argiak; bereziki, argi urrekarak eta zeharkakoak. Horiei esker, kontraste handiak lortzen zituen, eta koloreekin eta haien tonalitateekin jolasten zen. Barnean kokatutako figura

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horiek, hain zuzen, argien, tonuen eta, azken batean, sentsazio bisualen gozamen erabateko dira. Argiek, azkenean, lausotu bezala egiten dituzte formak eta figurak, ingurunearekin uztartuz eta nahastuz. Artista osoa zenez, kanpoko argietan ere iaioa zen; dena den, bereziki atsegin zituen argi leunak, nabarrak, eta horiek, maiz, antz handiagoa zuten barneko argiena, aire zabalekoena baino. Haren laneko bigarren funtsezko elementua koloreen eta tonalitateen paleta izan zen. Zaila da zehaztea zer kolore zituen gogokoen, ugari erabiltzen zituen-eta. Hain zuzen, kolore eta tonalitate orok du lekua haren obretan. Beharbada, tonu griskara eta urdinkara batzuk nabarmendu ditzakegu, berdekarak eta okreak haren bertsiorik motelenetan. Inguruabarretara ezin hobeki moldatzen den artista bat da, baita kasuan kasuko obrak eskatzen dituen koloreetara ere. Sinadurari dagokionez, Iruñean egin zituen lehen koadroak E. Zudaire gisa sinatzen zituen, gorriz, argi eta garbi, ezkerrean eta behealdean. Hala ikus daitezke katalogatu ditugun Uxueko bi koadroetan –biak ere 1940 baino lehenago eginak omen–. 40ko hamarkadaren hamaierako koadroetan, Bartzelonan, Zudaire Iriarte da sinadura, gorriz, bi lerrotan. Hala ageri da, esaterako, Bartzelonako Katedraleko iturria koadroan (1948) eta Herria obran (1949). Horietan bietan ere, sinadura gorriz dago. Hortik aurrera, artistaren sinadurarik ohikoena finkatu zen, Zudaire Iriarte, bi hitzak hurrenez hurren, lerro zeihar batekin behealdean, obraren behealdeko leku ezberdinetan, eta kolore ugaritan. 2.1. Marrazkiak. Atal berezi bat eskaini nahi diegu marrazkiei, alderdi hori ez baita hain ezaguna Zudaire Iriarteren obren artean. Beti arduratu izan zen asko marrazkiez, eta, datuen arabera, denbora luzea ematen zuen horretan. Lehenago ere esan dugu nola trebatzen zuen eskua pintoreen aurrean posatzen zuten modeloak zuzenean marraztuz, Bartzelonako Errege Zirkulu Artistikoan. Artista honi aztertu dizkiogun marrazki gehienak emakume biluzienak dira, hainbat jarrera eta egoeratan. Katalogatu ditugun halako marrazkiak ikatz -ziriz eta lapitzez eginak dira. Nafarroako margolarien liburuan, orain arte aipatu izan dugun horretan, obra horien erreprodukzio bat dago(28). Arreta handiz eginiko marrazki arinak dira, teknika menderatzen zuen artista batek eginak. Maisuki


erabiltzen zituen argi-ilunak, eta, nahiz eta gehienetan bizkor egindako obrak izaten diren, saio modukoak, arretaz, kontuz eta gustu estetikoz ere badaude eginak. Guztietan, une oro artista gisa jarduten duen baten eskua nabari da. Katalogatu ahal izan ditugun marrazkiak artistak sinatuak daude. Orain arte aipatutako marrazkiak ez ezik –emakumeen biluziak motibo gisa dituztenak– agure bizardun baten burua ageri duen marrazki bat ere katalogatu dugu(29); arreta handiz egindako obra bat da, artelan gisa. Dudarik gabe, Zudaire Iriartek artelan bat egin nahi izan zuen marrazki horrekin, obra bikaina eta zinez ederra bai-

ta, eta ñabardura oroz landu baitzituen nola argi-ilunak hala irudikaturiko pertsonaiaren karakterizazio psikologikoa. Hau izan da, laburbilduz, Enrique Zudaire Iriarte margolari nafarraren bizitzari eta obra artistikoari buruz esan dezakeguna. Hasieran genioenez, berandu egin zen ezagun, eta sekula ez da oso ezaguna eta balioetsia izan bere jaioterrian, Nafarroan. Espero dugu 2014an haren jaiotzaren mendeurrena gogoratzea eta ekarpen txiki hau egitea lagungarri izango direla artistaren izenak merezi duen lekua lor dezan Aro Garaikideko Nafarroako artearen historian. José Mª Muruzábal del Solar

Karikatura autoerretratuarekin.

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Hemen ageri diren datu biografiko gehienak Francisco Javier Zudairek emanak dira, 2013ko urrian egindako elkarrizketa batzuetan. Zin-zinez eskertzen diogu laguntza, harengatik izan ez baliz ezinezkoa izango baitzen ohar hauek egitea.

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2 Ikus: Eco de Navarra, 1912-10-29, 4. or. 3

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Ángel Zudaire Tafallan hil zen, 1980ko abuztuaren 20an. Diario de Navarra egunkariak haren eskela atera zuen hurrengo egunean. Familiak Álvaro Zudaireren lantegian propaganda-orri bat gorde du (Mutuberria kaleko 5. ean zegoen). Esku-orriak honela dio: “Pintura-lantegia: salgai ditugu pintura-hautsa eta olio-pintura, berehala erabiltzeko prestatuak. Dekorazio-pintura gainazal lauetan eta gelen papereztatzea”. Ohartarazpenean ageri denez, isuna 125 pezetakoa izan zen, eta arrazoia, honako hau: “Kristo Erregearen, Uxueko Ama Birjinaren, erlijioaren eta Nafarroa katolikoaren alde oihu egitea”. Concha Salanueva 1994ko urtarrilaren 10ean hil zen, 77 urterekin, Diario de Navarran argitaratutako eskelaren arabera.

7 Ikus Diario de Navarra, 1943-12-17.

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Bartzelonako Errege Zirkulu Artistikoa artea sustatzeko erakunde bat da . 1881ean sortu zuten hainbat artistak –besteak beste, Meifrén, Urgell, Mir, Casas, Nonell eta Anglada Camarasa pintoreek–, eta Errege Zirkulu Artistiko izendapena eman zion Alfontso XIII.a erregeak, 1916an. Hasieran, Canonjaren eraikinean jarri zuten, eta gero, Gran Vían, Ramblan, Katalunia plazan eta, azkenik, Pignatelli jauregian, Arcs kalean.

14 Haren eskela Diario de Navarran agertu zen, 2008ko abenduaren 3an. 15 Ikus: Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte. Diario de Navarra, 84-11-13. 16 Ikus: Tafalla: Enrique Zudaire Iriarte. Navarra Hoy, 1985-01-13. 17 Ikus: Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte. Diario de Navarra, 85-12-23. 18 Galeria horrek erakusketarako argitaratutako katalogoa kontsultagai dago.

Bartzelonan bada negozio bat izen horrekin, eta uste dugu pertsona horrena izan zela garai hartan. Markoak, beirak, koadroak, moldurak, kristalak, kristal artistikoak eta beira puztea iragartzen du. Handizkako fabrikak. Helbidea: J. Costa 22.

19 Eskerrik asko Zudaire Iriarteren obrak katalogatzeko ateak ireki dizkiguten bildumazale nafar guztiei, artistaren familia barne. 20 Ordena hau geure irizpideetan oinarritua dago, katalogatu eta analizatu ahal izan ditugun obren arabera.

10 S. Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia. Pintores Navarros II, Iruña, IUAK, 1981, 137. or. 11

21 S. Martín Cruz, Artes plásticas. Enrique Zudaire Iriarte. Diario de Navarra, 1984-11-13.

S. Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia. Op. cit., 137. or.

22 Bat ikus daiteke irudikaturik liburu honetan: P. Manterola eta C. Paredes, Arte Navarro 1850 – 1940. Iruña, Nafarroako Gobernua, 1991 ( Panorama bilduma, 18), 35. or.

12 Eskerrak eman nahi dizkiot, halaber, nire lagun on Fernando Martínezi, 2013ko abenduan egindako elkarrizketaren bidez.lan honetarako emandako laguntzagatik.

23 Iruñeko Sorolla galerian 1999an egin zuten Zudaire Iriarteri buruzko erakusketaren katalogoan, koadro horietako bat ikus daiteke.

13 Egile ugari, Pintores navarros. Iruña, IUAK, 1981. Zudaire Iriarte 2. liburukian azaltzen da, 134-141 orrietan.

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24 S. Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia. Pintores Navarros II, Op. cit. 141. or. 25 Artistaren produkzioan gai hau ikusteko: P. Fernández Oyaregui, Javier Ciga, pintor de esencias. Iruña, Nafarroako Gobernua, 2012. 26 Uno de los mejores pintores navarros: el pintor Zudaire murió en Pamplona. Navarra Hoy, 198501-04. 27 Bi aipuak liburu honetatik daude hartuak: S. Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia. Pintores Navarros II. Op cit. 28 S. Martín Cruz, Enrique Zudaire Iriarte: un aire de la pintura bohemia. Op. cit. 138. or. 29 Ikus: Artista nafarrak Iruñeko bilduma batean erakusketako katalogoa. Iruña, 2013 (Conde Rodeznoko erakusketa-aretoa, Iruñeko Udalarena), 149.a.


Catรกlogo de obras en exposicion Erakusketako obren katalogoa

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Plaza de Tafalla Óleo sobre cartón 33 x 46 cm. 1934 Colección particular (Tafalla) Olio-pintura kartoi gainean 33 x 46 cm. 1934 Bilduma partikularra (Tafalla)

Surtidor catedral Barcelona Óleo sobre lienzo 27 x 35 cm . Titulado y fechado en reverso en 1948 Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 27 x 35 cm . 1948an titulatua eta datatua, atzealdean Bilduma partikularra (Iruña)

San Cernin de Pamplona Óleo sobre tabla 80 x 60 cm. C. 1935 Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 80 x 60 cm. Ca. 1935 Bilduma partikularra (Tafalla)

Ujué Óleo sobre lienzo 50 x 40 cm. C. 1935-40 Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 50 x 40 cm. Ca. 1935-40 Bilduma partikularra (Iruña)

La Huesitos Óleo sobre lienzo en tabla 44 x 34 cm Colección particular (Tafalla) Mihise gaineko olio-pintura taulan 44 x 34 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

La huesitos cosiendo Óleo sobre lienzo 72 x 60 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 72 x 60 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Bodegón de caza Óleo sobre lienzo 47 x 62 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 47 x 62 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Atardecer en el puerto Óleo sobre tabla 45 x 54 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 45 x 54 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

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San Justo Desvern (Barcelona) Óleo sobre lienzo 62 x 50 cm. Titulado y firmado en reverso Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 62 x 50 cm. Titulatua eta datatua, atzealdean Bilduma partikularra (Tafalla)

Maternidad Óleo sobre lienzo 62 x 50 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 62 x 50 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Subida a Monjuic (Barcelona) Óleo sobre lienzo 60 x 74 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 74 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Bodegón de flores Óleo sobre lienzo 74 x 60 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 74 x 60 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Paisaje Óleo sobre lienzo 60 x 74 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 74 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Desnudo femenino Óleo sobre lienzo 41 x 32 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 41 x 32 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Mujer tumbada Óleo sobre lienzo 50 x 73 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 50 x 73 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Autoretrato Óleo sobre tabla 32 x 25 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 32 x 25 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

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La Huesitos 2 Óleo sobre tabla 22 x 17 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 22 x 17 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Calleja Óleo sobre tabla 34 x 26 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 34 x 26 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Calle de Barcelona Óleo sobre lienzo 64 x 50 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 64 x 50 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Fermín Goyena Óleo sobre tabla 18 x 12 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 18 x 12 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

La huesitos 3 Óleo sobre tabla 41 x 34 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 41 x 34 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Autoretrato 2 Óleo sobre tabla 40 x 30 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 40 x 30 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

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San Pablo Óleo sobre tabla 46 x 38 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 46 x 38 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

La Huesitos 4 Óleo sobre tabla 35 x 27 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 35 x 27 cm Bilduma partikularra (Tafalla)


La pianista Óleo sobre lienzo en tabla 38 x 46 cm Colección particular (Tafalla) Mihise gaineko olio-pintura taulan 38 x 46 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Paisaje Óleo sobre lienzo 60 x 73 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 73 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Barásoain y Garínoain Óleo sobre lienzo 38 x 46 cm. Reverso titulado y firmado en 1973 Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 38 x 46 cm. 1973an titulatua eta sinatua, atzealdean Bilduma partikularra (Tafalla)

El carromato Óleo sobre lienzo 60 x 72 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 72 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Perro durmiendo Óleo sobre cartón 27 x 36 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura kartoi gainean 27 x 36 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Playa Óleo sobre lienzo 60 x 92 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 92 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

El pastor Óleo sobre lienzo 38 x 46 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 38 x 46 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

El patio Óleo sobre lienzo 50 x 61 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 50 x 61 cm Bilduma partikularra (Iruña)

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Plaza de Tafalla Óleo sobre cartón 33 x 46 cm. 1934 Colección Particular (Tafalla)

Ángel Zudaire Óleo sobre lienzo 46 x 38 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 46 x 38 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Buscadores de oro Óleo sobre lienzo 65 x 50 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 65 x 50 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Desnudo de mujer Óleo sobre lienzo 65 x 54 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 65 x 54 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Mi sobrino Fco. Javier Zudaire Óleo sobre lienzo 74 x 60 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 74 x 60 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

El encierro de Pamplona Óleo sobre lienzo 73 x 60 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 73 x 60 cm Bilduma partikularra (Tafalla) Fco Javier Zudaire de Dantzari Óleo sobre lienzo 60 x 73 cm. Dedicado en anverso Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 73 cm. Aurrealdean eskainia Bilduma partikularra (Tafalla)

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Figura en interior Óleo sobre lienzo 62 x 38 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 62 x 38 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Mercado de Flores en Barcelona Óleo sobre lienzo 45 x 37 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 45 x 37 cm Bilduma partikularra (Pamplona)


Bodegón de sardinas Óleo sobre lienzo 47 x 61 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 47 x 61 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Barcas Óleo sobre lienzo 46 x 55 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 46 x 55 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Mi amigo Bofarull Óleo sobre tabla 25 x 18 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura taula gainean 25 x 18 cm Bilduma partikularra (Iruña)

La gitana Óleo sobre lienzo 65 x 54 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 65 x 54 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Puerto de Barcelona Óleo sobre lienzo 62 x 74 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 62 x 74 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Retrato de mi amigo Óleo sobre lienzo 62 x 51 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 62 x 51 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Paisaje Óleo sobre cartón 28 x 35 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura kartoi gainean 28 x 35 cm Bilduma partikularra (Iruña)

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Centro de flores Óleo sobre lienzo 70 x 50 cm (oval) Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 70 x 50 cm (obala) Bilduma partikularra (Iruña)


Paisaje catalán Óleo sobre cartón 28 x 35 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura kartoi gainean 28 x 35 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Bodegón Óleo sobre lienzo 60 x 73 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura oihal gainean 60 x 73 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

La Huesitos en interior Óleo sobre cartón 36 x 27 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura kartoi gainean 36 x 27 cm Bilduma partikularra (Iruña)

La huesitos leyendo Óleo sobre tabla 46 x 33 cm Colección particular (Tafalla) Olio-pintura taula gainean 46 x 33 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Paisaje con caseríos Óleo sobre lienzo 54 x 65 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 54 x 65 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Mujer en interior Carboncillo y aguada sobre papel 45 x 38 cm Colección particular (Tafalla) Ikatz-ziria eta ur-kolorea paper gainean 45 x 38 cm Bilduma partikularra (Tafalla)

Cristo y los discípulos de Emaus Óleo sobre lienzo 86 x 138 cm Colección particular (Pamplona) Olio-pintura oihal gainean 86 x 138 cm Bilduma partikularra (Iruña)

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Anciano Carboncillo sobre papel 39 x 32 cm Colección particular (Pamplona) Ikatz-ziria paper gainean 39 x 32 cm Bilduma partikularra (Iruña)


Desnudo Lápiz sobre papel 30 x 20 cm Colección particular (Pamplona) Lapitza paper gainean 30 x 20 cm Bilduma partikularra (Iruña)

La modelo Carboncillo sobre papel 32 x 22 cm Colección particular (Pamplona) Ikatz-ziria paper gainean 32 x 22 cm Bilduma partikularra (Iruña)

Mujer Carboncillo sobre papel 40 x 30 cm Colección particular (Pamplona) Ikatz-ziria paper gainean 40 x 30 cm Bilduma partikularra (Pamplona)

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Mujer posando Lápiz sobre papel 32 x 22 cm Colección particular (Pamplona) Lapitza paper gainean 32 x 22 cm Colección particular (Iruña)




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