En una carta de 1868, muchas veces referida, da Marx cuenta de una idea que en la simplicidad de su contenido expresa una realidad mil veces poderosa: “todo niño sabe que una nación que haya cesado de trabajar, no digo yo por un año, por unas pocas semanas, habrá de perecer.” Pero Marx, aquí, como en tantos otros espacios de su pensamiento, es heredero de ricas tradiciones. Casi un siglo antes el fundador de la ciencia de la economía, el escocés Adam Smith, había precedido su gran escrito económico de la misma idea, vertida desde luego de otra manera: “el trabajo de toda nación es el fondo que la suple originariamente de todas las cosas convenientes y necesarias para la vida que y que consume año tras año…”. Es decir, hablar acerca del trabajo, o escribir sobre el trabajo, es ni más ni menos que dirigir la atención al meollo de la sociedad, o del espacio en el que nos movemos para sobrevivir. De allí, entonces, que para nadie haya de ser una sorpresa que El desafío de la historia aborde en este número la cuestión del trabajo, y que para hacerlo haya invitado especialistas del más reconocido prestigio en Venezuela. Porque ha de saberse que el trabajo, considerado en su práctica más viva, es una realidad cargada de historia, alusiva a estructuras sociales muy diversas bajo las cuales toma lugar, referida siempre al complejo universo de relaciones de poder que determinan cosas decisivas de las conductas humanas. El mundo contemporáneo tiene unas formas muy suyas de darle cabida al trabajo. Hoy, como lo más normal y cotidiano, hay personas que trabajan, desde sus hogares, para otros que viven y producen a miles de millas de distancia. Es bien sabido, por ejemplo, que muchos nativos de la India laboran para las grandes compañías que elaboran el llamado “soft-ware” de los equipos de computación. No hay allí horario de trabajo, no hay la mirada inquisidora del capataz o supervisor, pero eso sí, hay un producto que se espera al momento pactado. Es decir, la relación laboral asume hoy, en muchísimas partes del mundo económico, una formalidad propia que ni por asomo pudo imaginarse apenas unas pocas décadas atrás. Para hablar con rigor, el mercado de trabajo es una realidad que ha desbordado con creces las limitaciones físicas de los territorios locales o nacionales. La historia venezolana, vista desde la realidad del trabajo, es una fascinante realidad de influencias recibidas. De juzgar con ojo advertido cómo era el país hacia 1913, lo menos que puede decirse es que nuestro mercado de trabajo, por ese entonces, aún tenía un largo trecho por recorrer para alcanzar un cierto grado de condición moderna. Si se toma a la industria manufacturera como fiel expresión de lo que era ser económicamente moderno para ese tiempo, nuestra “fuerza de trabajo”, que producía manufacturas, no era mayor de un 1 por ciento del total de venezolanos capaces de trabajar. Todo ello, sin embargo, va a cambiar irreversiblemente unos pocos años más tarde. La presencia de la actividad económica en torno al petróleo va a sentar las bases mismas de las relaciones modernas de trabajo venezolanas. Hijas de esa actividad, en el lado de las cosas que aquí quiere ponerse de relieve, serán tanto la gerencia de recursos humanos como la disciplina laboral: nociones estas que nuestra historia pretérita, no podía de ningún modo albergar en su interior.
Asdrúbal Baptista
SECCIONES 10| Humor
Siguen las mesitas parlantes • Mirla Alcibíades
12| Cartas del lector 14| Breves nacionales
DOSSIER
18| Estampa
32
19| Historiadores
El trabajo
Evolución en cuatro tiempos Coordinador: Luis Lauriño
– Las relaciones sociales de trabajo • Luis Lauriño
– Venezuela y su relación con la OIT en momentos difíciles • Héctor Lucena – Así lo vieron
Carlos Muñoz Oráa
20| Cine
El cine y la publicidad
• Rodolfo Izaguirre
22| Música
– El primer contrato colectivo en Venezuela • Teodoro Miguel Campos López – Rechazo del maquinismo en la industria cigarrera de Venezuela • José Ignacio Urquijo S.J.
• Vilma Lehmann
Simón Rodríguez, también músico
• Mariantonia Palacios
MISCELÁNEOS 24| El Cojo Ilustrado
• María Soledad Hernández Bencid
74| La foto en la historia
Un diciembre negro • Sheila Salazar
76| Vida cotidiana
Misa y buena conducta • Rosalba Di Miele
78| Gastronomía
¡Aunque sea una sola res!
80| Deportes
Armando Capriles
• Carlos Irazábal Arreaza
82| Breves internacionales 88| Libros 90| CD
68| La energía nuclear en Venezuela
• Máyerling Zapata López
revista el desafio de la historia
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• marycarmen@macpecri.com
Editor Asdrúbal Baptista
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Bibliotecólogo Daniel Klie Secciones Mirla Alcibíades • Humor Rosalba Di Miele • Vida cotidiana Carlos Irazábal Arreaza • Deportes Rodolfo Izaguirre • Cine Vilma Lehmann • Estampa Mariantonia Palacios • Música Sheila Salazar • La foto en la historia Asesores publicitarios Laura Herrera Stone • lauraherrera@macpecri.com
@desafiohist
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Una publicación del Grupo Macpecri C.A. Multicentro Empresarial del Este. Torre Miranda. Núcleo B. Piso 15. Ofic. 154. Chacao. Caracas, Venezuela. Tlf. (58-212) 263.6293 Fax. (58-212) 264.0039 RIF: J-29355653-8 www.macpecri.com El Desafío de la Historia es una publicación mensual y su contenido es propiedad del Grupo Macpecri C.A. Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier texto o imagen sin la previa autorización del Grupo Macpecri C.A. El Grupo Macpecri C.A. no es responsable del contenido de los artículos, ni de los conceptos expresados en ellos. La responsabilidad es exclusiva de sus autores. Las colaboraciones son estrictamente solicitadas. Depósito legal: pp200702DC2655 ISSN: 1866-8068 Caracas, 2012 • Para información de ventas
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• El Desafío de la Historia ha dedicado el dossier del presente número al estudio de las relaciones sociales de trabajo a través de cuatro momentos característicos: la actividad minera, la introducción de la máquina, el primer contrato colectivo en el marco de la industria ferrocarrilera y las difíciles relaciones entre el gobierno nacional y la OIT durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. De esta forma, a través del dossier “El trabajo. Evolución en cuatro tiempos”, asistiremos a una historia de las relaciones laborales bajo una óptica radicalmente nueva: la de no asociar ésta exclusivamente a la explotación petrolera. Para ilustrar la portada de este número, hemos escogido un detalle intervenido del óleo LOS CONSTRUCTORES DE BRATSK, que el artista ruso Viktor Efimovich Popkov realizara en 1961 y que se conserva en la Galería Estatal Tretyakov de Moscú.
Colaboradores
Teodoro Miguel Campos López Abogado (Universidad Central de Venezuela), Maestría en Educación y Desarrollo de la Fuerza Laboral (Pennsilvania State University) y Doctorado en Desarrollo de Recursos Humanos (George Washington University). Docente del Doctorado en Gerencia de la Universidad Central de Venezuela y del Doctorado en Ciencias Administrativas de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. María Soledad Hernández Bencid Historiadora. Magister en Historia de las Américas. Doctora en Historia. Investigador-Docente en el Centro de Investigación de la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello. Profesor-Asociado en las Escuelas de Filosofía y Comunicación Social de esta misma Universidad. Luis Lauriño Licenciado en Educación, mención en Ciencias Sociales (Universidad Católica Andrés Bello). Magíster en Gerencia de Relaciones Industriales y Recursos Humanos. Magíster en Sistemas de la Calidad. Candidato a Magíster en Historia de Venezuela. Profesor-Investigador en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello. Profesor de la maestría en Gerencia de Relaciones Industriales y Recursos Humanos de esta misma universidad. Héctor Lucena Licenciado en Relaciones Industriales. Magíster en Relaciones Laborales y Doctor en Ciencias Sociales (Universidad de Glasgow). Docente. José Ignacio Urquijo S.J. Licenciado en Filosofía (Universidad de Deusto). Magíster en Relaciones Industriales (Loyola University, Chicago). Se ha desempeñado como Director Adjunto de la Escuela de Ciencias Sociales (Universidad Católica Andrés Bello). Coordinador de la Especialidad de Relaciones Industriales de la Escuela de Ciencias Sociales y Director- Fundador del Postgrado de Relaciones Industriales de esta misma universidad. Docente. Autor de El movimiento obrero en Venezuela (2000) y Teoría de las relaciones industriales de cara al siglo xxi (2001), entre otras obras.
• Humor • Mirla Alcibíades
Espiritismo decimonónico
• Imagen extraída de: Hamburgo, de Altagracia a Salas. Correspondencia de Federico Brandt 1890-1893. Caracas : Fundación Polar, 1998.
10 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
el espiritismo tuvo entre los venezolanos un gran impacto colectivo: colocaban una pequeña y redonda mesa y, a su alrededor, se sentaban quienes iban a conferenciar con los del más allá. En esta oportunidad, transcribo una hoja suelta que refiere lo acontecido a un fulano dado a recibir visitas de los inmateriales:
PRODIGIOS DEL MAGNETISMO Creemos de nuestro deber imponer al público, y en especial a los incrédulos, hasta dónde han llevado en Caracas los magnetizadores sus importantes pesquisas. Ya las mesas no sólo se mueven a babor y estribor, no solamente saludan con afectuosidad a cuantos las rodean, y obedientes, contestan preguntas de poca trascendencia, sino que piensan, no hay que dudarlo, y discurren a las mil maravillas. Véase lo que acaba de acontecer al perilustre doctor Caco García, entusiasta desaforado del magnetismo. Noches pasadas, preguntó el citado Caco García, a una mesita de las construidas en la carpintería del señor Ulstrup, que parece son las más inteligentes, según pública voz y fama, si se hallaba en capacidad de formar anagramas, y como ella contestase afirmativamente, le ordenó que formase el de él: al punto principia la mesa a deletrear con el mayor acierto las siguientes palabras: Sí, es un majo de galera. Sorprendido Caco García y asaz mohíno con el resultado, apelando a sus chicanas forenses en tan duro trance, dijo para distraer la atención de los circunstantes: En mis dos nombres y apellidos, con su aristocrático de, y todo, no existen dos eses: ese anagrama es un disparate. Y la perspicaz señorita vuelve a deletrear: Es que usando de licencia permitida he sustituido la c de la penúltima sílaba del apellido, con las que da principio al anagrama. A esto todos exclaman: Doctor, esta mesa es bruja, tiene pacto con Satanás; no hay ser humano que la aventaje en inteligencia. Levantóse la concurrencia llena de asombro; y el Dr. Caco García, vomitando espuma, inyectados los ojos y con las mechas más desordenadas que nunca, convirtióse en un frenético, y a patadas ¡hizo astillas a la señorita mesa…! Sensible acontecimiento, por habernos privado de una mesa llamada a llevar el magnetismo a su mayor esplendor. Queda sí consignado para la historia que el anagrama del doctor Caco García es: Sí, es un majo de galera.
Cartas del lector Dos propuestas para la Web
La historia amena… y paradójica
Ante todo quiero felicitarlos por su revista, ¡es espectacu-
Soy estudiante de Comunicación Social y fanático de la
lar! Ahora bien, he leído varios de sus números y me pare-
historia. Quería felicitarlos por la revista, me parece que
cen de mucho interés, esenciales lecturas y muy acogedo-
cuenta la historia de una manera muy amena sin perder
ras, pero para muchos (y aquí me incluyo) es un costo que
objetividad y seriedad. Debo felicitarlos también por la
se convierte oneroso aunque parezca mentira. Hay mu-
selección de las imágenes que acompañan de manera
chos lectores que hasta un simple periódico les cuesta
estupenda a los textos.
adquirirlo muy consuetudinariamente. Cuando las cosas
Arturo Rodríguez
gustan para muchos se convierte en una obsesión tenerlas y adquirirlas, y por supuesto la triste inflación les come las
Estimados redactores: el número sobre historia de las ca-
ganas. Es aquí donde sugiero que se abra para algunos
rreteras es muy bueno, pero también es paradójico. Expli-
lectores una opción, bien sea para su lectura o para bajar-
co: habla del pasado, pero lo que explica de la historia de
las desde su página en la Web a un precio más adquisiti-
las carreteras nos conduce a cosas que están pasando en
vo. Algunas revistas (hasta periódicos) así lo están hacien-
la actualidad, como si no hubiera corrido el tiempo. Los
do y esto no constituye una desmejora o un despilfarro o
felicito, estimados redactores.
como se quiera entender desde el punto de vista económi-
Lourdes Mujica
co para la editora y sus productores. Esto abre un tanto su mercadeo porque alcanza mayor distribución y conoci-
Imposible en ocasiones
miento incluso en el exterior. Existen muchas universida-
Los felicito por la revista, que es de muy buena calidad.
des, colegios y entidades de estudio que constantemente
Siempre que puedo la compro, pero en ocasiones se me
están buscando en la Web estas opciones tanto nacionales
hace imposible encontrarla en los quioscos cerca de mi
como extranjeras para sus trabajos investigativos. Creo
casa, me parece que la distribución es muy irregular. Si
que con lo sugerido, se pueden dar unas cuantas vueltas
hicieran algo para solucionar esto se los agradecería mu-
sin detrimento de esta excelente revista. ¡Piénsenlo! Por-
cho y sé que podrían vender mucho más.
que a muchos lectores les gustará la idea.
Sara Flores
Su más seguro servidor y ferviente lector. Luis E. R amos Estoy visitando la página web de El Desafío de la Historia y me parece muy interesante, y los felicito por eso, pero esa página no debe limitarse a resumir los mismos temas que presentan en la edición impresa, y es lo que casi siempre hacen. Puede ser una web más amigable-creativa, y así lo esperamos sus visitantes. Mercedes Urbina
12 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
Descubre las verdades detrás de estos rostros...
• Breves nacionales
Disputa por la entrevista La aparición del libro de Eduardo Colombres Mármol, San Martín y Bolívar en la entrevista de Guayaquil, a
la luz de los nuevos documentos, edición bonaerense de 1940 con prólogo del catedrático Rómulo Carbia,
provocó muchas ronchas. Los historiadores venezolanos consideraron que se trataba de una urdimbre de
falsedades y exageraciones contra la reputación del Libertador. Después de numerosas reacciones en
la prensa de Caracas y de debates en la Academia
Nacional de la Historia, don Vicente Lecuna probó
que se trataba de fuentes apócrifas y así lo declaró la
institución, para que no demorasen agrias respuestas de los autores y de algunos investigadores que
los apoyaban en Argentina. Fueron días animados para los cultores de la historiografía patriótica.
“La Serpiente de Moisés” Nos referimos a un impreso capaz de levantar ronchas en su época. Veamos cómo trata el punto Manuel Caballero en su
texto sobre Polémicas y otras formas de escritura: “En 1826, aparece en Caracas un folleto de 15 páginas titulado La Serpiente de Moisés, editado antes en Bogotá. Se trata de un ataque frontal contra el principio más arraigado e importante del
liberalismo: la tolerancia. Está construido en mucho como una oración sagrada, y su objetivo no es persuadir sino condenar. De todas formas, y aunque se haya originado en la Nueva Granada, parece desmentir la apreciación general según la cual, después del triunfo de las armas republicanas, no haya habido en Venezuela una crítica del liberalismo desde el ancien régime. La publicación causó, en la medida de la época y las posibilidades de expansión de las diferentes opiniones, un verdadero escándalo: a su propósito se publicaron muchos artículos y folletos, los cuales, en su mayoría, defendían la
tolerancia como el principio y fin de la sociedad liberal. De entre esos artículos sobresale el de José María Vargas, no sólo por la talla del sabio, sino por su talante moderado, dado a discutir y persuadir y no a aplastar y aniquilar al adversario”.
Documentos, consejos y reglas de vivir cristianamente El obispo de Caracas, Diego Antonio Diez Madroñero, ofrece sus consejos para
llevar una buena vida en Documentos, consejos y reglas de vivir cristianamente: “Huye de los juegos, los bailes, los puestos públicos, los banquetes, las fiestas,
las máscaras y espectáculos profanos donde Dios es ofendido y guardando no sólo de ser cómplice en esto sino también de hacerte presente a ello […]. Por la noche cuando despiertes, estés desvelado, no puedas dormir ocupa tu mente
en Dios y en cosas espirituales y no des lugar a cosas del mundo, sino como dice
nuestro padre san Ambrosio, reza algún salmo y el Padre Nuestro con devoción”.
Te desheredo para siempre
El mantuanaje persistía Miguel María Lisboa, representante diplomático del Gobierno
del Brasil en Venezuela en dos oportunidades (la primera entre 1843 y 1844 y la segunda entre 1852 y 1854) nos da cuenta en
su obra Relaçao de una Viagem a Venezuela, Nova Granada e
Equador sobre cómo prevalecen las costumbres del mantuanaje caraqueño, aún a mediados del siglo XIX: “Los que disfrutan de la ventaja de poseer un apellido como los de Toro, Tovar, Ponte, Herrera, Palacios, Bolívar, Ibarra, Solórzano, Mijares, Ribas,
Blanco, etc., conservan en lo posible los hábitos de los antiguos
tiempos; dígase en alabanza suya que yo observé en ellos mucho de lo que caracteriza al verdadero hidalgo español y en lo que puede discernir quien no tuvo ocasión de discutir intereses
particulares (en donde está la verdadera piedra de toque), me parece una clase llena de dignidad y de muy finas maneras”. Simón Bolívar le reprocha su comportamiento
a su sobrino, Anacleto Clemente (en la imagen), en una carta fechada el 29 de mayo de 1826 en
Lima: “Cansado ya de oír las quejas de tu madre y de tu familia, voy a hablarte por la última vez
aprovechando la ocasión de mi edecán O’Leary
Artistas contra la dictadura
que te llevará esta carta: te dirá de viva voz cuán disgustado estoy por tu mala conducta y te
intimará la orden de que inmediatamente te vayas para Venezuela a estar al lado de tu familia, si no a cuidarla, al menos a no desacreditarla como lo has estado haciendo en Bogotá. Te lo digo por
última vez, Anacleto: si no te vas inmediatamente de Bogotá, si no abandonas ese maldito vicio del juego, te desheredo para siempre; te abandono a ti mismo. Es una vergüenza para ti y para tu
familia ver la infame conducta que has tenido en Bogotá […]. ¿No te da vergüenza ver que
Según testimonio del artista venezolano Víctor Valera, una
de obtenerla, que no han tenido más escuela
Fernand Léger en su taller en Francia mientras se encontraba
se han convertido en hombres de bien; han
para la Ciudad Universitaria de Caracas. Valera, asistente de Léger
por respetarme a mí? ¿No te da vergüenza,
francés que abandonara el proyecto y tomara así posición contra
teniendo por madre a la mujer de la más rígida
proposición pero cuando el grupo de pintores se retiró, ordenó
que no tiene más familia que la patria?”.
de la colección Síntesis de las Artes de la Ciudad Universitaria.
unos pobres llaneros sin educación, sin medios
comisión de pintores venezolanos visitó al pintor y escultor
que la de una guerrilla, se han hecho caballeros;
realizando las obras que Carlos Raúl Villanueva le encomendó
aprendido a respetarse a sí mismos tan sólo
en aquel entonces, cuenta que la comisión le solicitó al artista
repito considerar que siendo tú mi sobrino, que
el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Léger pretendió aceptar la
moral, seas inferior a tanto pobre guerrillero
agilizar la conclusión de sus obras, que finalmente formarían parte
16 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
JESUS GUERRERO Fundación Centro de Arte Daniel Suárez Caracas-Venezuela • Teléfonos: 0212.730.3316 / 0416.539.3731 • RIF: J-31683823-4
www.danielsuarez.com.ve • centrodearte.danielsuarez@gmail.com
• EEstampa stampa ••Vilma VilmaLehmann Lehmann
• The Daughter of Edward Darley (1882), por John Singer Sargent. Museum of Fine Arts, Boston.
Las niñas en el siglo XIX debían ser educadas para la vida doméstica, la cocina, la costura, la religión, la moral y las buenas costumbres, todo lo cual debía ser transmitido por las madres, aunque también se les concedía que podían asistir a las escuelas, pero solamente hasta adquirir los conocimientos básicos, de allí en adelante debían abandonarla. En los tratados de buenas maneras que circularon en la época quedaba claro que la mujer sabía que su destino era dedicarse al hogar y la oración.
• Historiadores
Nicolás Perazzo Nacido en San Felipe (1902) y fallecido en Caracas (1987), enriqueció con numerosas obras la investigación sobre el pasado venezolano. Se inició como colaborador en el periódico de su ciudad natal, Sanción Nacional, y fundó el diario Yaracuy. Después ofreció sus letras a dos impresos famosos de la capital: Fantoches y El Heraldo. Dedicó buena parte de su vida al servicio diplomático, en el consulado de Trieste y en las embajadas de República Dominicana y Portugal. En el campo de la historiografía destacan los siguientes títulos debidos a su esfuerzo: Agustín Codazzi (1956), Apuntes sobre la independencia en el Yaracuy (1964), Etapas de la epopeya (1965), José Cortés de Madariaga (1966), Hechos y nombres del Yaracuy (1967), Caracas en la vida del Libertador (1967), Vida y proceso de don Justo Maya (1967), Londres y los patriotas evadidos de Ceuta (1970), Sánchez Carrión y Unanue (1975), La memoria de Sánchez Carrión (1975), Bolívar en Aroa (1976) y Tiempo y contemporáneos de Bolívar (1973). En atención a la calidad de sus aportes, Nicolás Perazzo fue designado como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia en 1978.
EL DESAFÍO DE LA
historia • 19
• Cine • Rodolfo Izaguirre
El cine y la publicidad • La cinematografía contó, en sus albores, con el genio técnico e ilusionista de Georges Méliès, quien definió muchos de sus procesos, métodos e incluso filosofías. En la imagen: Fotograma de Viaje a la Luna (1902), su obra maestra.
Cuando regresaba a casa, en los últimos días de 1898, Georges Méliès, el inventor del arte cinematográfico, comentó con Eugènie, su mujer: “¡qué maravilloso vehículo de propaganda es el cine para la venta de toda clase de productos! Bastaría encontrar una idea original para atraer la atención del público y, en mitad de la banda, se mostraría el nombre del producto elegido”. Su nieta Madeleine Malthète-Méliès al narrar el episodio en su libro Georges Méliès l’enchanteur, observó con justificada razón que el cine publicitario acababa de nacer. Sobre la puerta del Teatro RobertHoudin, aquel verdadero mago del cine que fue Méliès instaló una gran pantalla sobre la que proyectaba, gratuitamente, sainetes cómicos a los que agregaba al final lemas publicitarios. Obtuvo un éxito inmediato porque aquellas “cuñas” no se diferenciaban para nada de las películas que acostumbraba hacer. 20 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
Una de ellas, particularmente célebre entonces, fue la de la mostaza Bornibus. En el restaurant los clientes se disputan y se rocían con mostaza. El suelo se llena de potes de mostaza que suponemos apetitosa porque hasta un perro la lame golosamente. Era difícil encontrar un perro que le gustara la mostaza, explicó Méliès. ¡De modo que recurrió al truco de reemplazar la mostaza por crema de chocolate! Hizo en aquel momento lo que hoy podría haber hecho cualquier publicista. Con una frescura imaginativa y una originalidad de invención que ya quisieran para sí algunos creativos publicitarios, Méliès hizo publicidad a muchos productos de su tiempo: cerveza Orbec, aperitivo Picon, sombreros Delion, whisky John Dewar... La publicidad cinematográfica nace pues junto con el cine tal como sigue ocurriendo hoy. Cineastas importantes como King Vidor, Marcel Carné, Alain Resnais, Werner Her-
zog, para citar algunos, realizaron en sus comienzos spots publicitarios o cortos de propaganda. Basta recordar cómo Carl Theodor Dreyer, el mítico realizador de La passion de Jeanne d’Arc (1928), transformó un documental didáctico, propagandístico, sobre las imprudencias y peligros de la carretera en una película de intensidad casi metafísica, sin descuidar el propósito para el que fue realizado aquel documental. En nuestro país, en las primeras cuñas realizadas por Bolívar Films a inicios de los cincuenta continúan removiéndose y agitándose un candor y una ingenuidad conmovedores que responden igualmente a la organización misma de las imágenes y a la propia estructura narrativa del mensaje, muy diferente, desde luego, a las actuales. Los tesoros que guarda Bolívar Films en materia de films publicitarios así lo constatan. Será siempre un deleite ver a Renny Otolina (1928-1978)
caer de una bicicleta y aterrizar en medio de una pareja de enamorados para mostrar y ponderar la calidad de una marca de cigarrillos. En el cine venezolano de ficción, como ocurre en cualquier otra cinematografía en el mundo, es frecuente la inserción discreta o desvergonzada de mensajes publicitarios como mecanismos de financiamiento. Un hombre y una mujer (Un homme et une femme, 1966), ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y Oscar a la mejor película extranjera, podría haberse llamado Un Mustang blanco y un Mustang rojo, por el excesivo protagonismo de esta marca, ya que la película fue financiada por Ford. Pero la forma más usual en el cine venezolano siguió siendo durante años el noticiero. Ya en sus comienzos, en el Maracay gomecista y en los Laboratorios Nacionales creados por Efraín Gómez en 1927, el noticiero cinematográfico evidenció la claudicación del
hecho noticioso en beneficio casi exclusivo de la divulgación de la obra de gobierno o de los intereses políticos y comerciales del emisor. El noticiero cinematográfico desde la Venezuela lopecista y a través de sus numerosos y sucesivos nombres: Noticiero Nacional (1946), Reportero Gráfico del Aire (1953), Sucesos (1957), Actualidades, Tiuna Color, Noti-Centro (1982), Noticolor Regional, etc., no ha sido nunca un órgano noticioso genuino sino un instrumento de propaganda y publicidad. Charles Clavo y Rubén Torrealba, investigadores de la comunicación, trazaron bajo el título De la noticia a la cuña cinematográfica, el bosquejo histórico y analítico de los noticieros cinematográficos. Ellos afirman que en Venezuela el noticiero responde más bien a la concepción de una revista cinematográfica constituida por una gran variedad de informaciones y que sólo en contadas ocasiones (en una oportunidad Carlos Oteyza reali-
zaba magníficos editoriales para el noticiero de Bolívar Films), difunde noticias sobre hechos relevantes del acontecer nacional. Con la televisión, en todo caso, el verdadero noticiero cinematográfico perdió su razón de ser y los bloques informativos o avances noticiosos de los canales televisivos asumieron aquella función que en Venezuela nunca llegaron a cumplir los noticieros de cine. Faltó quizás, entre nosotros, un creador como Georges Méliès capaz de trasformar la publicidad cinematográfica en un iluminado y deslumbrante acto de magia.
EL DESAFÍO DE LA
historia • 21
• Música • Mariantonia Palacios
Simón Rodríguez, también músico
Simón Narciso Jesús Rodríguez (1769-1854), el mentor del Libertador Simón Bolívar, era hermano de uno de los músicos más importantes de la colonia, José Cayetano del Carmen Carreño, quien se desempeñó como maestro de capilla en la Catedral de Caracas desde 1796 hasta su muerte en 1836. Ambos han pasado a la historia como hijos expósitos, es decir, abandonados por sus padres para ser criados por la caridad de la Iglesia. Sin embargo, estudios recientes apuntan a que fueron proles del presbítero Alejandro Carreño, también músico de la Catedral de Caracas. Sea esta especie cierta o no, los hermanos vivieron en casa de este último hasta su muerte en 1791. Y aunque Simón escogió como profesión la de maestro y escritor, seguramente tanto él como Cayetano tuvieron una buena formación musical. En uno de sus escritos fundamentales, Sociedades americanas en 1828, cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros, se pone de manifiesto el conocimiento de Simón Rodríguez sobre la materia. Esta obra está diseñada con un sistema gráfico que combina distintos tipos y tamaños de letras. Rodríguez puso en práctica los conocimientos adquiridos durante los años que pasó en Estados Unidos trabajando como cajista de imprenta para adecuar el texto a sus necesidades expresivas:
Tan exótico debe parecer el proyecto de esta obra como extraña la ortografía en que va escrito Desde sus primeras páginas se evidencian los conocimientos musicales de Simón Rodríguez:
NOTA Sobre los Prefacios La Obertura en las Óperas no es una Sinfonía de capricho, sino un Preludio de toda la Obra. Si éste está bien hecho, los músicos de profesión reconocen los principales rasgos de la pieza y entran en la intención del autor.
• A la misma obra de Simón Rodríguez (en la imagen) que aluden estas páginas, Sociedades americanas en 1828, corresponde, ya sin metáforas musicales, la célebre frase que a continuación citamos en su ortografía original: “La América Española es Orijinal = orijinales han de ser sus Instituciones i su gobierno = i orijinales sus medios de fundar uno i otro. O Inventamos o Erramos”.
22 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
Pero es sin lugar a dudas la comparación de la política de las nacientes repúblicas americanas con la historia del piano, la pieza maestra. A manera de conclusión del “Preliminar”, Rodríguez se queja de que europeos y americanos se empeñan en “hacer, con palabras compuestas, nuevas composiciones para nombrar las mismas cosas”. Al fin y al cabo, “todo viene a ser forte-piano o piano-forte, y no es poco parecida la historia de este instrumento a la historia del Gobierno”. El escrito alude a la evolución de los instrumentos de teclado hasta llegar a la perfección del piano moderno. El nuevo instrumento se impone frente a uno de sus antecesores, el clave, debido a sus posibilidades expresivas. Rodríguez entra en lujo de detalles, al describir cómo se pasa de las púas de pluma de ave con las que se pulsan las cuerdas del clave, al martinete afelpado con el que se golpean las cuerdas del forte-piano y del piano:
El clave era muy ruidoso, porque hería las cuerdas con plumas: para apagar el sonido, se pensó en poner tiras de paño a las cuerdas, pero dejando las plumas, y el clave se llamó monocordio – después se pensó en sustituir martinetes a las plumas, y hacer por medio de registros, fuertes o suaves los sonidos = entonces el clave se llamó forte-piano o piano-forte, en honor de la lengua Italiana, que está en posesión de la Música – Después viendo que para tocar forte, no es menester estudiar, porque cuanto menos entienda de música el Músico, más forte toca, convinieron en llamar el instrumento piano solamente, y entenderse con la gente del arte, sabiendo que, para sacar sonidos suaves, es menester tener oído y buen gusto – Así estuvo el Piano, por muchos años, siendo el primer mueble en los Salones y las delicias del Estrado – en todas partes se construían, mejorando las formas, y llegó a extenderse tanto el uso, que hubo [entre otras] una Compañía de fabricantes en Londres y en París, bajo el nombre de Erard. A pesar de las ventajas que Rodríguez enumera para el piano, hay quienes prefieren no innovar y se quedan tocando el Clave. Así lo explica una anciana a sus hijas:
Dejémonos de invenciones, que al cabo, y por más que se diga, al clave volveremos, por mil razones = Si se echa a perder, cualquiera lo compone Si se destiempla, fácil es hallar la clavija Tiene buenas voces Cualquiera se las saca, si aprieta bien la mano En un baile, si el clavista es bueno, no se oyen los pies En fin, mientras yo viva, en casa no habrá Piano sino Clave-y el que no esté contento, que se vaya. Sin embargo, algunos jóvenes aclaran que no toda la música puede ser tocada en el clave, pues “Ni Cimarosa ni Paisiello ni… Rossini se harían oír con gusto en el clave: el proyecto de emplumar martinetes, no tendrá el suceso que se espera”. Por eso, y definitivamente, no habrá vuelta atrás:
• El clave o clavecín (imagen superior) vivió su edad dorada durante los siglos xvi a xviii. Hacia 1700, en Florencia, el luthier Bartolomeo Cristofori construiría un nuevo instrumento de teclado que lo desplazaría. Se llamaría en principio clavicémbalo col piano e forte, posteriormente pianoforte y después, simplemente, piano (imagen inferior). Museo del Teclado, C aracas.
Se acabó el Clave, mi Señora. el que lo toque en sala, espere que lo silben y si lo toca en plaza, lo apedrean. El que no vea la historia del Gobierno en la del Piano, será porque no conoce el Piano – o porque no conoce el Gobierno – o porque... ni uno ni otro. Obsérvense las palabras notadas con diferente letra, y háganse aplicaciones = las más están hechas. Los Nombres no hacen las Cosas; pero las distinguen: lo mismo son las Acciones con las Ideas. Echan a los Reyes por Malos, y los llaman por Buenos. Siempre serán Monarquistas las Naciones que no pueden o no saben gobernarse sin Reyes = las Europeas están en el primer caso las Americanas • en el segundo Las unas deben componer su Clave Las otras deben templar bien su Piano
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María Soledad Hernández Bencid
Bajo un curioso y por demás particular nombre, nace a finales del siglo XIX una de las más memorables producciones periodísticas venezolanas. Se trata de la revista cultural El Cojo Ilustrado. Como símbolo de la corriente modernista, sus creadores se esmeran en desarrollar un movimiento de vanguardia que va más allá de una simple escuela literaria y que es sentido por sus protagonistas “como una concepción total de la vida”. Así como el modernismo marca pauta en la revista, el positivismo, con su idea de civilización y progreso, deja ver también en ella su notable influencia. La corriente francesa invade sus páginas, proponiendo una misión civilizadora que no tiene otro fin que enlazar la cultura venezolana con la cultura universal
El nombre de la publicación está relacionado con los señores Gustavo Valarino y Manuel Echezuría, quienes fundan en Caracas, en 1873, una fábrica de cigarrillos denominada “El Cojo”, en honor a este último, quien realmente cojeaba. Para 1882, Jesús María Herrera Irigoyen, empresario, editor y político, se asocia con los dueños de esta fábrica de cigarrillos e instala un taller tipográfico que dirige personalmente y que tiene como proyecto una revista publicitaria, que con el tiempo supera los planes iniciales y se convierte en El Cojo Ilustrado, “órgano continental del modernismo”.
Al decir de Óscar Sambrano Urdaneta, tres generaciones de intelectuales y escritores venezolanos piensan y sienten alrededor del exclusivo círculo que da vida a “la mejor revista cultural latinoamericana de su tiempo”. La primera generación se identifica con una especie de corriente postromántica; la segunda, tal vez la más rica, conformada por los seguidores propiamente dichos del modernismo y el positivismo, y por último, la generación que ve morir el modernismo para abrirle las puertas a una novedosa corriente postmodernista.
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• Rufino Blanco Fombona (1874-1944) acababa de regresar a Caracas, después de haber servido como cónsul de Venezuela en Filadelfia, cuando pasó a formar parte del grupo de colaboradores de El Cojo Ilustrado, en 1895. En la imagen: Rufino Blanco Fombona según un retrato de 1898. Colección de Libros Raros y Manuscritos, Biblioteca Nacional, Caracas.
Hombres de la talla de Eduardo Blanco, Julio Calcaño, Felipe Tejera, Rómulo Gallegos, Adolfo Ernst, Lisandro Alvarado, Rufino Blanco Fombona, Francisco Pimentel, Manuel Díaz Rodríguez, Pedro Emilio Coll, Luis Urbaneja Achelpohl, Leoncio Martínez, César Zumeta, Laureano Vallenilla Lanz, Francisco González Guinán, José Gil Fortoul, Andrés Mata y tantos otros, copan las páginas de la revista con sus poemas, ensayos, cuentos, historias, críticas, música, teatro y literatura. Pero no solo es la pluma criolla la que se hace presente en sus páginas. Dentro de lo novedoso, se encuentra la firma de numerosos escritores extranjeros que le da un toque de sofisticación e importancia a la publi26 •
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cación. Figuras destacadas de la literatura y las letras europeas, hispanoamericanas y estadounidenses están presentes a lo largo de sus años de publicación. Son ellos José Enrique Rodó, Rubén Darío, Ricardo Jaimes Freyre, Oscar Wilde, Walt Whitman, Lord Byron, León Tolstoi y Máximo Gorki, entre otros. Entre el 1° de enero de 1892 y el 1° de abril de 1915 transcurren veintitrés largos años de vida de El Cojo Ilustrado. Su frecuencia es quincenal y su valor es de Bs. 2,00 el número suelto y Bs. 4,00 la suscripción mensual. Circula religiosamente los 1° y 15 de cada mes, sorteando las dificultades que impidan o puedan entorpecer su publicación y venta.
• Entre los escritores extranjeros cuyos textos fueron publicados en El Cojo Ilustrado se encuentra Lord Byron, poeta inglés cuya vida y obra (recordemos que participó en revoluciones en Italia y luchó por la independencia de Grecia) son ejemplares del ideal romántico.
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Otra de las novedades que presentan sus creadores es el uso de la fotografía, ya que las imágenes son un recurso extraordinario para enriquecer los textos y escritos publicados
• Dieciséis páginas quincenales de poesía, literatura, partituras, artículos, reseñas, grabados, fotografías, publicidad y un largo etcétera llevaron a El Cojo Ilustrado a contar con miles de subscriptores en el país y en el extranjero.
LA IMAGEN DE UN PAÍS Portadas y páginas interiores se destacan por la profusión de imágenes e ilustraciones. El uso de la técnica del grabado, bellamente trabajado y de una perfección única, es uno de los mayores atractivos de la publicación. Otra de las novedades que presentan sus creadores es el uso de la fotografía, ya que las imágenes son un recurso extraordinario para enriquecer los textos y escritos publicados. Para referirse al milagro de la fotografía, en El Cojo Ilustrado, el escritor y poeta guatemalteco, Máximo Soto Hall expresa lo siguiente: “En su cámara de cristal el fotógrafo reproduce cuadros, efigies de escritores y de diplomáticos, escenas de la vida moderna; y los vidrios teñidos por el misterio de la luz, pasan al laboratorio que graba en la plancha metálica como el recuerdo en la memoria”. 28 •
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Además de la fotografía y el grabado, resalta el uso de armónicos dibujos que decoran y adornan bellamente las páginas de la revista. Se estima que circulan en la publicación más 6.000 ilustraciones de motivos tanto nacionales como extranjeros. Los temas tratados son de una gran diversidad. Se observa una especie de secciones que van desde biografías, cartas, curiosidades, ciencia amena, recreación, actualidades, poemas, lista de ilustraciones, grabados y dibujos, crónicas de teatro, partituras de música, novelas por entrega, crítica literaria, reseñas de libros sobre literatura, poesía, teatro, arte e historia, fechas y fiestas patrias, culto a los héroes y profusión de anuncios publicitarios.
UNA GUÍA COMERCIAL En cuanto a la publicidad, vale la pena destacar el uso de la imagen de la mujer en los diferentes anuncios y la multiplicidad de productos que vienen a estas tierras procedentes de Europa y Estados Unidos. Con el capitalismo no sólo llegan las empresas extranjeras y los negocios, sino también las ideas, la moda, los productos, la música, nuevos patrones de conducta y mucho más. Es curioso encontrar la publicidad de algunos productos que aún consumimos y usamos en el país, como la Emulsión de Scott y su emblemático hombre con el bacalao en la espalda, la avena-cacao y los chocolates La India, los cauchos Firestone y un sinfín de artículos que tienen más de cien años en los hogares venezolanos. Una muestra de la marcada influencia positivista en la revista es la profusión de avisos publicitarios sobre diversos y variados medicamentos para la cura de mu-
chas enfermedades, como raquitismo, anemia, clorosis, neuralgias, jaquecas, ciática e impotencia sexual. El uso de píldoras, depurativos, regeneradores, alimentos enriquecidos, vinos tonificantes, elixires para enfermedades respiratorias y dolores menstruales parecen garantizar el bienestar y la salud. Al lado de estos medicamentos se encuentran los productos para la higiene y belleza de la mujer. Se promocionan y anuncian todo tipo de cosméticos, cremas, jabones, leches nutritivas, perfumes, dentríficos, papel higiénico, todos venidos de diferentes latitudes para complacer el gusto más exigente de las damas citadinas. No faltan las bebidas espirituosas como el Brandy Domecq, considerado el mejor del mundo y las casas aseguradoras. Asimismo, se dedica gran centimetraje a la investigación y los avances de la ciencia médica. Algunos números se refieren en particular al Hospital Vargas, al Hospital de Niños, a investigaciones recientes sobre la cura de ciertas enfermedades y a estudios de anatomía patológica. LA EXALTACIÓN DE LA PATRIA Otro de los temas que aborda con cierta regularidad es el nacionalismo. Influenciado de alguna manera por la política del presidente de Venezuela a partir de 1899, Cipriano Castro, y por la expansión imperialista desde Europa y Estados Unidos hacia Latinoamérica, a lo largo de los diferentes números se encuentra una sección dedicada a las fiestas patrias y efemérides, así como fotos y grabados de las diferentes estatuas, sobre todo de Simón Bolívar y de Antonio José de Sucre, en menor grado y a la sombra del primero, que se levantan tanto en Venezuela como en el extranjero. Es importante destacar que se exalta en demasía el sacrificio que realiza el Libertador en pro de la paz y la independencia de las naciones suramericanas. Asimismo, se presenta a Bolívar como una víctima de la ingratitud manifiesta de los pueblos liberados. Durante veintitrés largos años, Venezuela cuenta con un órgano difusor que combina el modernismo, el positivismo, el progreso, el orden, la civilidad con una forma tradicional de ver la historia patria a través del culto a los héroes y la exaltación de los próceres de la gesta independentista. El uso de novedades, como la fotografía, el fotograbado y el dibujo artístico, muestra lo vanguardista de una generación de intelectuales venezolanos que busca, a través de una publicación cultural, afianzar la identidad nacional respaldando y estimulando el nativismo y el criollismo.
• Así como era profusa en textos humorísticos e incluso científicos, El Cojo Ilustrado abundaba en anuncios publicitarios que ofrecían productos y servicios tanto nacionales como importados. En la imagen: Página publicitaria en una edición de 1897 de El Cojo Ilustrado. Colección Hemeroteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas. • Sección “Flores femeninas”, que en 1897 aparecía en El Cojo Ilustrado. Colección Hemeroteca de la Academia Nacional de la Historia, Caracas.
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Los grandes depredadores marinos como el tiburón y el atún son esenciales para la preservación del delicado equilibrio de los ecosistemas marinos, pero la pesca intensiva, la destrucción de hábitats y la contaminación han provocado la disminución de la población en todo el mundo. Las medidas preconizadas por los científicos para revertir esta disminución incluyen la creación de grandes áreas marinas protegidas en mar abierto para preservar los lugares de alimentación y cría. Identificar los emplazamientos ideales pa-
Barbara Block
Ganadora de los Premios Rolex
rastrea a grandes depredadores marinos para proteger los océanos
ra estos santuarios ha representado un gran reto, puesto que estas especies son altamente migratorias y difíciles de seguir. Barbara Block, profesora de biología marina, ha desarrollado innovadoras técnicas electrónicas para etiquetar que permiten rastrear a los peces bajo el agua. A finales de los años 1990, ayudó a desarrollar la primera etiqueta para seguimiento por satélite con almacenamiento de datos y liberación automática, un dispositivo que se desprende del pez en una fecha programada y flota hacia la superficie, desde donde transmite los datos almacenados vía satélite. De 2000 a 2010, Barbara Block fue codirectora científica de Etiquetado de Depredadores del Pacífico (Tagging of Pacific Predators, TOPP), un programa que forma parte del Censo de la Vida Marina, un esfuerzo que agrupa a 80 países para evaluar la diversidad y abundancia de vida en los océanos. Mediante el desarrollo de más de 4.000 etiquetas electrónicas, 23 especies de grandes depredadores pertenecientes a seis grupos (atunes, tiburones, tortugas, ballenas, focas y aves marinas) pudieron ser estudiadas en las aguas del Pacífico Norte. Los científicos del TOPP identificaron tres “puntos calientes” marinos donde las aguas ricas en nutrientes crean lugares de caza atractivos para los depredadores, que acuden a ellos para darse un banquete de sardinas, anchoas, salmón y calamares. La abundancia de presas naturales en estos puntos calientes garantiza la presencia anual prolongada de tiburones blancos, cailones salmoneros, tiburones mako de aleta corta y algunos atunes, y su retorno tras cada migración. Block aspira a crear la tecnología que permitirá la supervisión de estos puntos calientes en los océanos, y a crear una conciencia pública respecto a la difícil situación de los depredadores marinos que recorren las aguas de la costa oeste de Norteamérica, un primer paso indispensable para su conservación. Su equipo se dedica a la “oceanografía conservacionista”, incorporando los últimos avances en tecnología de sensores, sistemas de observación de los océanos y métodos computacionales para facilitar a los gestores de recursos y a los legisladores datos relativos a la
sostenibilidad de los depredadores marinos, tanto explota-
ción de una red de “cafeterías para depredadores” mari-
dos como protegidos.
nos, u observatorios biológicos oceánicos, a lo largo del
Barbara Block considera que los programas de alcan-
litoral de California para observar a estos animales y trans-
ce público son una parte fundamental de su trabajo y está
mitir datos relativos a sus movimientos a un satélite o red de
comprometida a facilitar apoyo con bases científicas a pes-
celdas que a su vez los retransmitirá al laboratorio.
querías sostenibles ante la legislación nacional e interna-
El equipo de Barbara Block equipará a tiburones y atu-
cional, y ante los medios. Barbara Block dirigió la campaña
nes con etiquetas acústicas duraderas y relativamente eco-
Tag A Giant (Etiqueta a un gigante), una iniciativa para do-
nómicas que se comunicarán con estaciones de escucha
tar a más de 1.000 atunes rojos gigantes del Atlántico con
móviles y estáticas. Crear la capacidad de escuchar lo que
etiquetas electrónicas con el fin de lograr el reconocimien-
sucede en los puntos calientes del océano permitirá a Bar-
to de la difícil situación de esta especie explotada intensi-
bara Block realizar un censo permanente de los tiburones
vamente. El objetivo final de Barbara Block en el Pacífico
y atunes a medida que estos se desplazan en sus ciclos mi-
es la creación de una gran zona de Patrimonio Marino de
gratorios anuales, logrando así el seguimiento de estas po-
la Humanidad reconocida por la UNESCO en la costa de
blaciones año tras año. Una página web y una aplicación
California para proteger la fauna marina de mar abierto
móvil permitirán al público involucrarse con estas impor-
descubierta por el equipo de TOPP. Las investigaciones
tantes especies a través de los “cafés para depredadores”.
llevadas a cabo por el equipo de Barbara Block revelan
Hasta la fecha, la mayoría de las iniciativas conserva-
vecindarios, rutas migratorias, puntos calientes y lugares
cionistas y de defensa se han concentrado en ecosistemas
de encuentro, un verdadero “Serengueti azul”, muy cerca
terrestres. La pasión de Barbara Block por combinar la in-
de la densamente poblada costa oeste de Norteamérica.
vestigación científica con las tecnologías modernas permi-
Con su Premio Rolex, Barbara Block podrá adelantar en sus esfuerzos para preservar esta zona mediante la crea-
tirá a todo el que desee involucrase contribuir a preservar las vidas de los depredadores marinos.
El trabajo Evolución en cuatro tiempos Coordinador: Luis Lauriño Las relaciones sociales de trabajo, es decir, aquellas relaciones que suceden en el marco de la producción y el comercio, cuyos actores iniciales fueron el patrono y el trabajador y a los que más adelante se incorporará el Estado, suelen asociarse a la actividad de explotación petrolera. Sin embargo, las mismas han transitado desde los tiempos prehispánicos y las labores de caza y recolección, hasta los siglos recientes y las actividades mineras, agrícolas e industriales. En este transitar se han sucedido acontecimientos de gran significación para explicar la evolución económica del país. Así, hemos identificado cuatro tiempos que ayudan a caracterizar el mundo del trabajo en Venezuela: la actividad minera del siglo XVI, tras la llegada de los españoles, ya que las relaciones sociales de trabajo se dilatan sólo a partir del período colonial; la introducción de la máquina y su rechazo en el marco de la producción manufacturera, un conato de “ludismo” en el siglo XIX, pues es en este período cuando comienzan a introducirse cambios que transforman las formas de producción, dándoles un carácter protoindustrial; la industria ferrocarrilera del siglo XIX, marco del primer contrato colectivo del país, en la que puede comenzar a identificarse un punto de quiebre normativo en dichas relaciones, y la salida de Venezuela de la OIT durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, como una demostración de fuerza del trabajador organizado y su papel como actor social. Son estos algunos de esos momentos que ayudan a comprender el desarrollo de unas relaciones sociales de trabajo que devienen en industriales de manera tardía en el siglo XX. 32
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LAS RELACIONES SOCIALES DE TRABAJO y las primeras actividades de descubrimiento y explotación minera en el siglo xvi Luis Lauriño
Los primeros contactos de los españoles con los indígenas en tierras venezolanas ya permitían a los primeros soñar con una riqueza material de grandes dimensiones. Oviedo y Baños afirma que al concretarse uno de estos intercambios un indígena recibió un cascabel a cambio de oro y tras considerar el trueque poco justo corrió despavorido: ejemplo muy ilustrativo de la relatividad del concepto del valor para ambas partes. Las pequeñas muestras de riqueza comenzaron a alimentar una leyenda que fue creciendo con el tiempo hasta convertirse en algo más que la ya mencionada leyenda de El Dorado, en un anhelo que motorizó no pocos esfuerzos humanos y materiales.
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• “De cómo moldean los guayanos sus imágenes de oro”, grabado de Theodore de Bry.
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• “Envían a los negros de tierras moras a las minas”, grabado de Theodore de Bry.
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La minería se convertirá en una de las actividades económicas que “se hace sentir en el siglo xvi, aunque sin llegar a adquirir la importancia que tuvo en otras colonias hispanoamericanas” (F. Brito). Esta actividad minera pasaba por el descubrimiento de minas como la de San Felipe de Buría, desde el año 1551, por Pedro Damián del Barrio en el Valle de Nirgua. Aproximadamente, por los años sesenta del siglo xvi también Francisco Fajardo descubre una mina muy cerca de la villa de San Sebastián de los Reyes, que el gobernador Collado hace explotar por Pedro Miranda. Por el año 1584, indica Francisco Depons que Sebastián Díaz Alfaro descubrirá, entre Apa y Carapa, dos minas de oro. “Desgraciadamente para los autores del descubrimiento y felizmente para la generación actual, el terreno era tan insalubre que todo el mundo caía enfermo y muchas personas perdieron la vida” (F. Brito). En este mismo año fueron fundadas las minas de oro de San Juan de la Paz, que aunque “de efímera existencia, produjeron 40.000 castellanos de oro de 23 quilates en los dos primeros meses de beneficio” (A. Arellano). En una carta escrita desde Cumaná y fechada el 18 de abril de 1596 se hacía referencia a una mina de plata descubierta en el Valle de Cotúa. De esta mina no obtuvimos más noticias, por lo que suponemos que no tuvo mayor impacto sobre la actividad económica del siglo xvi. La región de Guayana, objeto de búsquedas obstinadas del legendario Dorado, tendrá un volumen importante de noticias de actividad minera, sólo a partir del siglo xviii.
De manera que el siglo xvi se caracteriza, en materia minera, por lo que los españoles llamaron el “rescate”, que no era otra cosa que la recolección y envío a tierras españolas de todo el oro y objetos de valor que habían obtenido de los indios o simplemente les habían sustraído, y por supuesto de la explotación de las minas de oro, pues la producción de cobre se realizó principalmente a partir del siglo xvii. Si bien las minas no tenían el impacto esperado, constituían el marco de unas primeras relaciones sociales de trabajo, en donde los indígenas venezolanos se convertirían en mano de obra esclava fundamental, por lo menos en los primeros años de la mencionada actividad. También las minas generaron pronto actividades paralelas, pues a la explotación directa de las mismas debía sumarse el hecho de que ahora se creaban fundiciones propias, en Borburata, Santiago de León y Nueva Segovia, dejando atrás la dependencia de Santo Domingo. De manera que la incipiente actividad minera de la colonia comienza a demandar una mano de obra que pudiera satisfacer las necesidades directas e indirectas de la misma.
La mano de obra
Desde los primeros momentos de la explotación minera por parte de los colonos españoles, la mano de obra se convirtió en el principal obstáculo a superar. Las particularidades de la actividad demandaban un esfuerzo físico extremo, las condiciones insalubres y las enfermedades propias de las minas hacían mella en los obreros que en EL DESAFÍO DE LA
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estas laboraban, incrementando así la demanda de mano de obra. Adicionalmente, Francisco Depons señalaba que el aislamiento propio de esta actividad devenía en el desarrollo de valores paralelos a los de la sociedad, a lo que añadía el impacto personal y social que generaba la situación “postlaboral” de aquellos trabajadores desocupados. La primera mano de obra de las minas del siglo XVI fue la indígena, sin embargo, “la economía de las Indias occidentales reclamó, desde los primeros días de la conquista, mano de obra perseverante y resistente. Ni los españoles ni los indios reunían estas condiciones fundamentales para organizar un orden económico de alguna significación histórica” (A. Arellano). Así que, desde los inicios de esta actividad minera se pensó en la importación de negros para acompañar o substituir la mano de obra indígena. El impacto de la importación de esa mano de obra negra no sólo tendría consecuencias económicas directas, sino también otras de tipo económico-social. “Con la importación de negros, no sólo se estaba contratando la mano de obra para superar la economía del Nuevo Continente y contribuyendo a la creación de un nuevo tipo de hombre con rasgos específicos: el mulato y el zambo, este último petulante e impulsivo, sino que se estaba colocando la tesis, o sea el punto de partida, para una verdadera lucha de castas, lucha de tipo económico, que se expresó muy pronto entre nosotros en diversas formas. En algunas ocasiones huían de sus amos y se reunían en grupos que asaltaban y robaban para conseguir 38
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alimentos o formaban pueblos y designaban autoridades políticas y religiosas” (A. Arellano). A través de algunos documentos hoy conocemos las características de los trabajadores mineros del siglo xvi. Por ejemplo, sabemos que su edad oscilaba en un rango comprendido entre los 15 y los 60 años de edad. De igual forma eran contemplados en la importación negros de ambos sexos. Sabemos que eran importados de Cabo Verde y de las naciones específicas de Urafaras, Branes, Branoles, Mandinga y Zapes. Tal vez estas razones puedan estar vinculadas a las facilidades para capturar a estos negros en dichas zonas, a los costos, e inclusive a la calidad de la mano de obra. De igual forma, también podemos conocer el valor que les podían dar a estos esclavos, pues se señala “de cien ducados castellanos de a trescientos y setenta y cinco maravedíes” (E. Troconis).
Las particularidades de la actividad demandaban un esfuerzo físico extremo, las condiciones insalubres y las enfermedades propias de las minas hacían mella en los obreros que en estas laboraban, incrementando así la demanda de mano de obra
Tenemos noticias de las primeras divisiones del trabajo hechas particularmente para la actividad minera en el futuro territorio de la Provincia de Venezuela. Se contemplaron labores de explorador, descubridor, fundidor y cargador; a las cuales deben sumarse las de arrieros, cargadores de cobre, boyero, camarero, carpintero, carretero, conuquero, curtidor, fabricante de casa, fundidor de metal, fundidor de vaciado, hornero y minero de la veta, entre otros. Los cargos desempeñados por españoles o criollos eran los siguientes: administrador y justicia mayor, alférez, ayudante de las faenas y capellán, entre otros. También se pueden identificar los cargos que correspondían generalmente a los indígenas que laboraban en las minas. Entre ellos se encuentran el de arriero, boyero, cargador de cobre, canoero y vaquero, entre otros. Este último cargo va a ser de gran importancia en la ocupación de los indígenas en el siglo XVIII en los hatos desarrollados por los capuchinos catalanes en la zona de Guayana. Finalmente, podemos agregar que los trabajadores de las minas a principios del siglo XVI ya estaban organizados por quadrillas que eran dirigidas por los mismos mineros encargados. Vale recordar que estas quadrillas debían contemplar, para recibir dicho nombre, “al menos seis labradores y servicio bastante para darles de comer y sustentarlas” (Actas del Cabildo de Caracas, 1606-1611). Poseemos también noticias, aunque vagas, de las formas de compensación del trabajo en la explotación minera del siglo XVI. Sabemos que los negros en su condición de escla-
• Misiones capuchinas catalanas en la provincia de Guayana (croquis), 1772. Archivo de los Capuchinos.
vos no recibían ningún tipo de pago en dinero, razón por la cual desde los inicios de esta actividad se decidió su incorporación como mano de obra complementaria por las razones físicas ya esgrimidas. Sabemos, sí, que era obligación de cada señor de quadrilla dar raciones de carne y maíz en forma abundante a los trabajadores, al menos a los indígenas de las minas, lo cual podía variar según la condición de cada trabajador (soltero, casado, con hijos, etc.); adicionalmente se les daba cada seis meses “una camisota y unos saraguelle, y a su mujer si la tuviere, una manta de lienzo de la tierra o de brín o cañamazo” (Actas del Cabildo de Caracas, 1606-1611). Pero
a pesar de ello, existieron algunos casos excepcionales en los cuales se consideró ofrecerles algún tipo de compensación adicional a cambio de un mayor rendimiento laboral. Sabemos pues, de los casos en los que se ofreció oro a algún negro, así como la libertad plena a cambio de algún beneficio vinculado a la actividad. No toda compensación contemplaba oro o libertad, también algunos negros, expertos en minería, podían obtener unas garantías que les permitían igualarse, en ese sentido, a los mineros españoles. Sin embargo, estas compensaciones por la optimización de los resultados del trabajo minero de los negros no eran lo común.
Marco normativo sobre la actividad minera del siglo xvi
Por los años setenta del siglo xvi el Cabildo de Caracas emitía un documento denominado Ordenanzas de las cosas de minas a través del cual se pretendía regular la actividad minera de la ciudad de Santiago de León. Se creó la figura de alcalde de minas. A través de ésta se obligaba a los mineros a contribuir con la estructura o edificación para la explotación apropiada de las minas. Se considera el beneficio que corresponde al descubridor de lo que se denominaba nacimiento o veta, conjuntamente con las dimensiones de la mina que le pudiesen corresponder. EL DESAFÍO DE LA
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Las siguientes ordenanzas que pretenden regular la actividad se hacen públicas el 7 de octubre de 1606 y se contempla en ellas la existencia de un sacerdote, a fin de adoctrinar tanto a los indígenas como a los negros que laboran en las minas. Las quadrillas, que era la forma como se organizaban los trabajadores de las minas y los mineros responsables de estas, estaban obligadas a mantenerse armados. Cada señor de quadrilla debía garantizar la comida de los indios que laboraban en las minas: si era casado y con hijos le correspondía una ración mayor. De igual forma se debía dar periódicamente (cada seis meses) vestido, así como una manta a la mujer, en caso de ser casado. También se contemplaba en esta ordenanza la situación, en términos modernos, de monopolio, pues se limitaba la posesión de las minas. Finalmente, esta regulaba aspectos generales, como los jornales obligados a dar al que descubría oro, las mejoras en las estacas de minas ya medidas, la extracción de oro por parte de los responsables de quadrilla, el empleo del agua de las acequias, así como de los ríos, entre otros. La Real Cédula del 31 de mayo de 1789, se refería al descanso semanal de los trabajadores negros, que debía cumplirse los domingos y los días feriados. No podían mezclarse en el trabajo hombres con mujeres, de igual forma en las diversiones de los domingos y días de fiesta. Según este mismo documento, las casas habitadas por los esclavos negros debían ser amplias y cómodas, por supuesto con separación de sexos. Asimismo, se contemplaba una 40
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regulación sobre castigos, según la cual el amo podía dar prisión, grillete, maza o cepo, siempre y cuando no se pusiese al esclavo de cabeza. Los azotes no debían pasar de veinticinco y debía ser realizado con medios que no causaran daño o sangramiento. Otra Cédula, esta vez de Felipe II, contemplaba regulaciones para las ausencias de los negros a la jornada. Así, cuatro días de falta podían ser castigados con cincuenta azotes en el rollo y que el negro en cuestión se mantuviese atado hasta la puesta del sol. Las ausencias mayores podían ser castigadas con la horca y en casos de delito se aplicaban las penas comunes. También en esta Real Cédula se contempló el castigo para los amos que se excedieran en el cumplimiento de las ordenanzas sobre los castigos. El avance “teórico” en este sentido fue tal, que inclusive con respecto a la mano de obra se hicieron consideraciones y ordenanzas en el siglo xvii, tales como el llamado Código Negro, una Real Cédula de mayo de 1789 según la cual se pretendía regular el trato que debían dar los amos a sus esclavos negros. Se contemplaron aspectos tales como la educación, los alimentos y el vestuario, ocupación de los esclavos, diversiones, habitaciones y enfermería, cuidado de viejos y enfermos habituales, la imposición de las penas mayores, defectos y excesos de los dueños y mayordomos, la injuria a los esclavos y la caja de multas. Estas normas, aunque fueron de poca aplicación práctica, sientan los pilares de lo que posteriormente será la base económica
de Venezuela, la actividad minera, desarrollando nuevos pueblos, villas y ciudades, formando una mano de obra, si se quiere, más calificada, y dejando un importante legado en cuanto a organización, estructura y marco regulatorio del trabajo.
• “De las ovejas que traen el metal de las montañas”, grabado de Theodore de Bry.
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Solicitud de esclavos
La resistencia de Guicaipuro
En el siglo xvi, Francisco Fajardo descubre una mina muy cerca de la villa de San Sebastián de los Reyes. El gobernador Collado la hace explotar por Pedro Miranda, quien será atacado por el cacique Guaicaipuro, obligándole a abandonarla y retirarse a Borburata. Más adelante, el teniente general Juan Rodríguez Suárez, vence en varias contiendas a Guaicaipuro, reactivando la explotación de las minas. Sin embargo, no tardaría mucho Guaicaipuro en volver a levantarse en armas, matar a todos cuantos trabajaban en las minas y así mismo obligar a Suárez a refugiarse en una villa en la que Fajardo ya había fundado un hato, dándole el nombre de San Francisco, llegando así a su fin, por lo menos por aquellos tiempos, la explotación de esta mina. 42
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Explotación de oro, principio y fin
En el siglo xvi, la actividad minera se basaba en la explotación del oro, por lo que su recolección “creció a partir del establecimiento de los españoles en el valle de Caracas, haciéndose la primera fundición en esta ciudad el 8 de febrero de 1576, que produjo más de 13.000 pesos; la del siguiente año pasó de 17.247 pesos y en 1582 alcanzó a casi 22.000 pesos, la mayor después de la de 1533. A partir de 1586, la producción comenzó a declinar, y aunque en 1592 llegó a 6.564 pesos, en los años siguientes se acentuó violentamente la caída, situándose al cierre del siglo en sólo 814 pesos, extinguiéndose totalmente en la segunda década del siglo xvii”.
En diversos documentos pueden leerse pasajes como el siguiente del año 1573: “En este dicho cabildo pareció [Agus]tín de Ancona, vecino de esta dicha c[iudad, y pre] sentó un escrito e petic[ión por del cual] pidió […] sean sus mercedes servidos de darle licencia para que traiga por minero con su gente a un negro suyo llamado Francisco. Y los dichos señores proveyeron y mandaron que, atentos a que en esta ciudad no hay [abundan]cia de gente para todos poder traer miner[os], por tanto que le daban y dieron licencia para que el dicho negro Francisco pueda andar por su minero en las minas que al presente se abran en [esta tierra] y pueda gozar de las lib[ertades que lo]s demás mineros gozan”. Otro testimonio que apunta en el mismo sentido es el que se presenta a continuación: “Conviene mucho […] que se labren las dichas minas con negros con los cuales se podrá sacar mucha cantidad de oro […] y esto tendrá efecto mandando Su Majestad a los contratadotes de negros que metan en la ciudad de Santiago de León dentro de dos años seiscientos negros que los vecinos han menester y los compraran haciéndoles merced […] de fiarles por dos años lo que valieren con los negros”.
Algunos cargos típicos de una mina del siglo xvii En los centros mineros coloniales se contemplaron labores de explorador, descubridor, fundidor y cargador, a las cuales deben sumarse las que se presentan en documentos del siglo xvii vinculados a las minas de Cocorote. En 1650 había 114 esclavos en Cocorote, cuyas ocupaciones, que conocemos con certeza, se distribuía de la siguiente manera: Arrieros Boyero Camarero Carboneros Cargadores de cobre Carpinteros Carreteros Conuquero Curtidores Fabricantes de casas Fundidores de metal Fundidores de vaciado Horneros Mineros de la veta Sacristán Servidores Vaqueros
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Sistema antiguo de incentivos laborales
Sabemos pues, de los casos en los que se ofreció oro a algún negro, así como la libertad plena a cambio de algún beneficio vinculado a la actividad. Leamos el siguiente testimonio ofrecido por Miguel Acosta Saignes: “Juan de Villegas tuvo un técnico famoso en el descubrimiento de minas. Se llamaba Francisco y había sido esclavo de Juan de Carvajal. Lo recibió Villegas, en su condición de tesorero real y, para que el negro trabajara con la mayor eficacia, le ofreció darle oro”. De igual manera le prometería “escritura de perpetua libertad si descubría algún yacimiento”. La eficacia se convertía entonces en el motivador de aquel negro para obtener la libertad, aunque el asunto no terminaba allí, pues también la decisión podía ser reversible. Leamos: “Otro esclavo de Villegas, llamado Cristóbal, llegó a adquirir cierta notoriedad, pero prevalido del predicamento en que su amo le tenía, llegó a abusar de su condición. En Chirgua llegó a azotar a una india y se le trasladó a Borburata, donde se le condenó severamente”.
Real Cédula del 31 de mayo de 1789
Según este mismo documento, las casas habitadas por los esclavos negros debían ser amplias y cómodas y, por supuesto, con separación de sexos: “camas con cobertores, cuartos independientes y prohibición de dormir dos en un mismo cuarto, salvo casos urgentes; que las tareas del trabajo diario se arreglen de sol a sol y que se les deje dos horas diarias para que las puedan emplear en su ‘personal beneficio y utilidad’; que los amos costeen el hospital y los entierros; que se mantenga a los niños y ancianos; que se dé peculio suficiente a quien se liberte, etc.” (A. Arellano). Lecturas recomendadas Arellano, A. Orígenes de la economía venezolana. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, 1982. Brito, F. Historia económica y social de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1966. Troconis, E. Documentos para el estudio de los esclavos negros en Venezuela. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1987. Urquijo, J. El movimiento obrero en Venezuela. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 2004.
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EL PRIMER
contrato colectivo en Venezuela
La compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela fue una de las más serias establecidas en la Venezuela del siglo XIX. Más allá de la estructura y de las condiciones de trabajo, ya de por sí bastante avanzadas para la época, en 1919 la empresa firmaría un acuerdo con sus trabajadores que resultaría enormemente innovador. El acuerdo se supone de gran trascendencia, pues estamos ante la presencia del primer contrato colectivo de Venezuela. 44
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Teodoro Miguel Campos López
Todo comienza en el año de 1882, cuando el gobierno de Guzmán Blanco, inspirado en la dinámica de países puntales en el desarrollo tecnológico y ferrocarrilero, tales como Inglaterra y Alemania, firma un contrato con los señores Rivas & Henríquez para la construcción de las vías férreas que enlazarían a Caracas con los pueblos de El Valle, Sabana Grande, Chacao, Petare y Antímano. Este contrato no se cumplió y, el 19 de noviembre de 1886, el propio Gobierno decide llevar a cabo los trabajos contemplados, encargando la administración de la obra a la Junta de Fomento. Será entonces en el año de 1887 cuando se daría el primer paso para la construcción de la que, a decir de Urquijo, “era considerado como una de las mejores líneas férreas del país y una empresa modelo”. Se trataba, pues, de la firma del contrato para la construcción del Gran Ferrocarril de Venezuela o Ferrocarril Alemán, que uniría las ciudades de Caracas y Valencia. El mismo fue otorgado al señor Fried Krupp, de Essen, Alemania, quien enviaría a Venezuela y para los efectos de la rúbrica del contrato, al Ingeniero L.A. Müller, quien hizo los estudios preliminares y levantó el plano general de la línea proyectada. Sin embargo, no estaría en manos del señor Krupp, sino por espacio aproximado de un año, pues éste traspasaría la concesión en 1888 a la compañía, también de origen alemán, denominada Grosse Venezuela Eisenbahn Gesellshaft cuyo propósito sería la comercialización de material ferroviario. • Oficina del Gran Ferrocarril de Venezuela (postal). Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
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El primer tren llegó a Las Adjuntas el 15 de febrero de 1890. La sección entre Caracas y Los Teques fue inaugurada por el presidente de la República el 7 de junio de 1891, y a partir del siguiente día comenzó su tráfico regular a razón de un tren diario de ida y otro de regreso. El Gran Ferrocarril de Venezuela inicia sus trayectos el día 1° de febrero de 1894, a lo largo de una extensión de 178 kilómetros, la más larga extensión de vía férrea alguna construida en Venezuela. La construcción del ferrocarril se tomó más de un lustro, pues inició sus obras con el presidente Antonio Guzmán Blanco y culminó con el segundo período de Joaquín Crespo.
Los trabajadores que en estos talleres desarrollaban sus actividades se encontraban amparados por algunas políticas laborales propias de la empresa, que la legislación nacional contemplaría años más tarde con la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos decretada el 25 de junio de 1917 Antes de entrar en servicio, la compañía implantó talleres de conservación y reparación de locomotoras y vagones, lo cual nos da una idea de la responsabilidad con la que asumieron el desarrollo y administración del ferrocarril. Uno de los talleres comenzó a funcionar en Caracas en 1893, contiguo a la estación de Palo Grande y otro similar se abre en Valencia, anexo a la estación de San Blas. Otros dos talleres funcionarán en Maracay y La Victoria, respectivamente. Los trabajadores que en estos talleres desarrollaban sus actividades se encontraban amparados por algunas políticas laborales propias de la empresa, que la legislación nacional contemplaría 46 • EL DESAFÍO DE LA historia
años más tarde con la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos decretada el 25 de junio de 1917. Las estaciones que comprendía el Gran Ferrocarril de Venezuela, en el tendido Caracas-Valencia, eran las siguientes: Palo Grande, Antímano, Las Adjuntas, Los Teques, El Encanto, Las Mostazas, La Begonia, Tejerías, Santo Domingo, Trapiche del Medio, El Consejo, La Victoria, San Mateo, Cagua, La Julia (en Turmero), Ronzalito, Maracay, La Cabrera (con un embarcadero sobre el Lago de Valencia), Mariara, San Joaquín, Guacara, Los Guayos y San Blas (en Valencia). Bueno es advertir que el Gran Ferrocarril de Venezuela solía usar, en Caracas, la estación de Caño Amarillo, que como se sabe era el principal terminal del ferrocarril inglés Caracas-La Guaira. En Valencia, por la estación de Camoruco (de la vía férrea Puerto Cabello-Valencia) solían entroncarse también los flujos de pasajeros y carga, respectivamente llegados en ambos trenes. El Gran Ferrocarril tuvo 32 carros para pasajeros, 131 para carga, 30 transporte de ganado, 6 velocípedos de vía, 6 bicicletas de vía, 30 trolies y 3 grúas. Había 86 túneles, más de cinco kilómetros y 182 viaductos (lo que representó más de uno por kilómetro de recorrido). El valor del boleto era costoso: hasta Valencia Bs. 44,75 en primera clase y Bs. 36,00 en segunda. Con el tiempo fue bajando de precio debido a la competencia que le tenían los autobuses y los carritos por puesto. El Gran Ferrocarril Alemán, para el año de 1914, no lograba superar el 2% de utilidades, lo que aunado al decreto del año 1910, que incidía de forma importante en la construcción de carreteras y el auge del automóvil, estimulado por la industria petrolera, veía sus sueños de permanencia desvanecerse lentamente, dejando tras de sí una estela de sinsabores. A finales de la década de los sesenta, el ferrocarril corrió por última vez entre la estación Palo Grande y Valencia.
Estructura y condiciones de trabajo en el Gran Ferrocarril Alemán
El personal técnico que laboraba en las obras del Ferrocarril Alemán lo constituían 52 ingenieros, de los cuales 19 eran alemanes, 28 venezolanos y 5 de otras
• Viaducto Las Palmas del Ferrocarril de Puerto Cabello a Valencia (postal).
nacionalidades, lo cual sumaba un elemento de complejidad importante a la obra. Si bien había, entre el personal, un número significativo de ingenieros, no era menos importante el número de obreros que formaban parte de la obra. Los directivos de la empresa alemana, L. Schiricke y L.A. Müller, en misiva dirigida al ministro de Obras Públicas del presidente Andueza Palacios, el 15 de mayo de 1891, señalan que la tercera sección, que va de los kilómetros 30 a 45, “está contratada por una empresa alemana, la cual tiene ocupados a más de 1.200 hombres entre ellos la quinta parte son italianos, mineros de oficio”. En un tramo de tan sólo 15 kilómetros de obra, la participación de 1.200 hombres puede dar una idea de la envergadura de la empresa. Ya finalizadas las obras de construcción del Ferrocarril Alemán, en el año de 1911, la nómina de empleados contratados por dicha compañía variaba en cuanto a sus características de personal y estructura de cargos. Más de dos centenares se ocupaban del cuidado y man-
La compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela era una compañía de avanzada en materia laboral, pues entre sus políticas contempló, ya en aquellos tiempos, la realización de hospitales y sanatorios para sus obreros, programas de reconocimiento al mérito y la procura de mejoras constantes de las condiciones de trabajo EL DESAFÍO DE LA
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• Viaducto El Encanto del Gran Ferrocarril de Venezuela. En : El Cojo Ilustrado, 1° de julio de 1892. Colección de Libros R aros y Manuscritos, Biblioteca Nacional, Caracas.
tenimiento de las líneas y el telégrafo, 133 formaban el personal encargado del servicio en los trenes, 52 trabajaban como oficiales y aprendices en los talleres y un grupo selecto de 25 personas llevaba la dirección técnica y administrativa. Los cargos de la compañía, en orden de importancia, se jerarquizaban de la siguiente manera: en un primer nivel, se agrupaban los puestos mas importantes y mejor remunerados, a saber: directivos, administradores, contables, ingenieros, inspectores y jefes de Taller o de Estación; a nivel operativo, en un segundo nivel, se ubicaban aquellos cargos operativos que correspondían al mismo tren (conductores, maquinistas, fogoneros, freneros e inspectores), cargos operativos que correspondían a las estaciones (telegrafistas, cajeros, guardabarreras y vigilantes), y los cargos operativos que correspondían a los talleres (carpinteros, herreros y aprendices). En un tercer nivel se 48
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ubicaban aquellos cargos que correspondían a la construcción y el mantenimiento, esto es, caporales, peones y muchachos. Las condiciones de trabajo en la compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela eran, en líneas generales, agradables aunque severamente reglamentadas. Sin embargo, esto también dependía del tipo de cargo y de las características que le eran propias. Por ejemplo, el trabajo de los peones debía realizarse en las más duras condiciones, a la intemperie, quedando las brigadas de trabajo, con frecuencia, diezmadas por la malaria y la fiebre tifoidea. Por al contrario, el cargo de jefe de Estación era uno de los más apetecibles, entre otras cosas, por las condiciones físicas en las que se debía realizar las tareas: “Muy fuerte. Lo que más te exigía era responsabilidad. Si tenías que despachar un tren a las seis de la mañana, tenías que estar allí, puntual, y si llegaba
• Vale del Ferrocarril del Centro a nombre del General Antonio Guzmán Blanco. Colección Fundación John Boulton, Caracas.
a las tres o cuatro de la mañana, había que estar antes para recibir la carga o a los pasajeros. Trabajando en el ferrocarril no prestabas servicio militar, pero era como estar en el cuartel porque a la hora que te llamaran tenías que estar allí”, nos narra Jesús Nieto, quien llegara a desempeñar este cargo en la Estación Caracas. La administración del Gran Ferrocarril de Venezuela organizaba a los trabajadores en dos grupos: el grupo de los jornaleros, llamados así por recibir a diario el pago de la jornada y en el que se incluyen los cargos de más bajo nivel de la estructura de la compañía, y el grupo de los empleados, en donde se ubicaban los trabajadores que recibían una paga mensual por sus labores, estableciendo así un sistema de double pay. Estos últimos, ya con sentido gremialista, se agruparon en una corporación para exigir mejoras y reivindicaciones por su trabajo: la Corporación Obrera del Gran Ferrocarril de Venezuela.
Acuerdo entre los directivos del Ferrocarril Alemán y sus trabajadores
La compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela era una compañía de avanzada en materia laboral, pues entre sus políticas contempló, ya en aquellos tiempos, la realización de hospitales y sanatorios para sus obreros, programas de reconocimiento al mérito y la procura de mejoras constantes de las condiciones de trabajo, adelantándose en muchos casos a la posterior legislación laboral. De hecho algunas de sus prácticas fueron consideradas en leyes tales como la Ley del Trabajo de 1928 −que como señala Fernando Parra Aranguren, “contuvo importantes disposiciones de principio sobre higiene y seguridad industrial, sobre días hábiles para el trabajo, sobre el trabajo de las mujeres y los menores y sobre riesgos profesionales. Asimismo disposiciones fundamentales sobre la propia legislación del trabajo” −, así como la ley de 1936. EL DESAFÍO DE LA
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• Ferrocarril Alemán de Caracas a Valencia (postal). Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
El 18 de julio de 1919 se firmó, entre la Compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela y sus trabajadores, el primer contrato colectivo de la historia laboral venezolana, marcando un hito dado lo avanzado de sus propuestas. La compañía del Gran Ferrocarril de Venezuela negociaría con sus empleados el incremento de sus salarios, así como beneficios relacionados con las condiciones de trabajo, como se desprende del documento “El Ferrocarril Alemán, bases del acuerdo entre la Dirección y los empleados y jornaleros”, resultante de dichas negociaciones. Este acuerdo presenta las condiciones de un verdadero contrato colectivo, dadas las características tipificadoras que se desprenden de su análisis. En primer lugar, son los trabajadores quienes han hecho la solicitud en forma colectiva; en segundo lugar, la Dirección del Gran Ferrocarril accede a tratar con los trabajadores; tercero, el contenido de los asuntos negociados se atiene a los que han tipificado desde sus inicios una negociación colectiva: sueldos y salarios, horarios y condiciones de trabajo; cuarto, su forma jurídica se ajusta al estilo marcado por el derecho en estos casos: copias del documento (“hechas dos a un mismo tenor”), fecha y publicación del documento en la prensa local para darle carácter público.
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Ante las dudas que genera en no pocos especialistas la consideración de este documento como un auténtico contrato colectivo, dada la ausencia del Gobierno, es preciso recordar que ello se enmarca dentro del estilo de negociación típico de la época, una época dominada por un liberalismo económico in extremis que no permitía a este asumir posiciones intervencionistas como las que hoy tiene y ejerce. Son de resaltar aspectos tales como el privilegio a la antigüedad de los trabajadores, la obligatoriedad del descanso vacacional anual, el mecanismo sui géneris de la pre-jubilación, así como el estudio de la fundación de una Caja de Pensión. Otro aspecto importante es el ya mencionado sistema de double pay. En cuanto a la jornada de trabajo, la misma se establecía de 8½ horas diarias, y la semana completa, contemplado como dobles los días feriados. En los casos de enfermedad y accidente, resaltan los bonos contemplados de 2.500 y 5.000 bolívares respectivamente. Por vía de hecho, y con mucha antelación a su transformación en una institución consagrada en la legislación laboral venezolana, los trabajadores y directivos del Gran Ferrocarril de Venezuela sentaron las bases formales de un contrato colectivo.
Bases del acuerdo entre la Dirección, los empleados y jornaleros del Ferrocarril Alemán La Dirección del Gran Ferrocarril de Venezuela ha accedido a petición de sus empleados en mejorar las condiciones de trabajo en la forma siguiente: 1° 2° 3°
Aumento de sueldos y jornales en un 25% siendo el mínimum Bs. 40 y el máximum de Bs. 50. Todo empleado de oficina con más de 5 años de servicio tendrá sueldo mensual. Todos los jornaleros de más de 2 años de servicio recibirán el pago de sus jornales completos durante un mes en caso de enfermedad comprobada y los de menos tiempo medio jornal por un mes. 4° A todos los jornaleros se les fija el día de 8 horas y media, exceso de trabajo se pagará como sobretiempo en proporción al jornal que devengan. Los días feriados debe pagarse el doble del jornal. 5° Se aumentan los emolumentos en los kilómetros recorridos en 10 %. 6° En caso de accidente se asegurará una remuneración de Bs. 2.500 a 5.000, tomando en consideración las condiciones de tiempo y sueldo del empleado. A tales empleados que fueren víctimas de accidentes que los imposibiliten de seguir en el desempeño de sus deberes, y en caso de muerte se le entregará la misma suma a su viuda, hijos o herederos. 7° Todo jornalero deberá trabajar su semana completa. 8° Se dará un descanso obligatorio de 15 días cada año a todo empleado a sueldo. 9° A los empleados de más de veinticinco años de servicio se les dará un puesto de más descanso, siempre que así lo exija el interesado y esto mientras se estudia la fundación de una caja de pensión. En caso de muerte se le dará a su familia por una sola vez la cantidad de Bs. 2.500 para los empleados hasta de 5 años y de ahí en adelante Bs. 5.000. 10° La Empresa contribuirá con Bs. 300 para los gastos de entierro de sus empleados o jornaleros. 11° Los empleados mensuales en caso de enfermedad, recibirán el sueldo de 4 meses, siempre que la enfermedad fuere comprobada. Caracas, 18 de julio de 1919 Hechos dos a un mismo tenor, fecha ut supra. Fuente: “El Ferrocarril Alemán. Bases del acuerdo entre la Dirección y los empleados y jornaleros. Caracas, 18 de julio de 1919.” En: Parra, F. Antecedentes del derecho del trabajo en Venezuela (1916-1928). Caracas: UCAB, 1980, pp. 185- 186. EL DESAFÍO DE LA
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Rechazo del maquinismo
en la industria cigarrera de Venezuela y conato de “ludismo” José Ignacio Urquijo S.J.
• Una marca de cigarrillos cubanos usaba la imagen del Libertador. Colección Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
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El rechazo más radical a la introducción de las máquinas de vapor se registró en Inglaterra, a principios del siglo XIX, y se conoció con el nombre de “ludismo”. Algunos trabajadores, siguiendo las prácticas del obrero Ned Lud, se dedicaron a la destrucción de las mismas, hasta que el gobierno inglés intervino en forma enérgica. En Venezuela, hay algunos casos de rechazo a la introducción de las máquinas a fines del siglo XIX, como el que se dio en la industria cigarrera. Otras soluciones que llegaron a practicarse fueron el boycott de los productos elaborados con máquinas importadas por industriales venezolanos o la creación de fábricas de producción de cigarrillos a mano, en forma cooperativa.
La prensa decimonónica es testigo del rechazo a la mecanización en la industria cigarrera de Venezuela. Así, La Unión Social, una publicación ocasional, independiente y doctrinaria, cuyo primer número salió el 2 de junio de 1898, sentenciaba: “Ha muerto en Caracas el gremio de cigarrilleros; y la mayoría de los obreros, especialmente los pulperos sufren las terribles consecuencias de tal desgracia, cuya causa criminal es la tiranía del capital, representada por La Cubana, La Intimidad, Flor de Cuba, La América, La Hidalguía y La Igualdad. Fábricas estas que el noble pueblo venezolano no seguirá protegiendo si continúan elaborando cigarrillos con máquinas, o lo que es lo mismo contribuyendo con esos azotes de las clases trabajadoras en las naciones atrasadas, a que las masas populares mueran de hambre”. A través de esta publicación se llevó a cabo una defensa vehemente del trabajo artesanal de los cigarrilleros, y se llegó a solicitar del público no fumar los cigarrillos producidos en talleres mecanizados, una práctica que en Norteamérica se conoce como boycott, de la que apenas tenemos testimonios en Venezuela, ni en el presente ni en el pasado.
Adversarios de la mecanización cigarrillera
El 24 de octubre de 1898, El Ciudadano, en su número 55, publica el siguiente artículo: “En guerra abierta el capital con el obrero, algunas fábricas de cigarrillos (las capitalistas), comenzaron a importar máquinas para la elaboración de cigarrillos, y poco a poco, quedaron sin trabajar centenares de obreros […]. Sin negar el derecho
que tenga cada cual de mejorar su negocio con detrimento de las clases trabajadoras, opinamos porque se establezca un impuesto regulador”. Por su parte, Ramón Villanueva, director y redactor del periódico El Ciudadano, conjuntamente con R. Terrero (administrador) y Pedro Elías Rojas (corredactor), afirmarán que “señalar los abusos que se vienen cometiendo de cierto tiempo a esta parte para aumentar pingües ganancias, con detrimento y grave perjuicio de los infelices obreros, a quienes se les redujo el salario a la más mínima expresión, y luego, por la importación de las máquinas se les ha despedido bruscamente de los talleres, es nuestro propósito del momento”. De esta forma, los editorialistas de El Ciudadano, publican en el número 118, del 12 de enero de 1899, el tema “Máquinas perjudiciales”, en los siguientes términos: “el problema se reduce simple y llanamente a escogitar los medios que, sin vulnerar derechos adquiridos, resuelvan el conflicto económico surgido de la competencia entre el capital y el obrero […]. El primer medio que salta a la vista es el de la supresión inmediata de las maladadas [sic] máquinas, que arrancaría de cuajo el odioso monopolio; pero no somos partidarios de las medidas violentas ni de procedimientos arbitrarios, y desde luego desechamos semejante idea, que envolvería por otra parte un ataque a la propiedad y el desconocimiento de un derecho legalmente adquirido […]. También relegamos por inconducente la idea de establecer la competencia por medio de las mismas máquinas, traídas por el esfuerzo común de los cigarreros, porque esto no satisfaría nuestro propósito […]. No queda, pues, EL DESAFÍO DE LA
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• Máquina para hacer cigarrillos, por Frank James Ludington. En: José Luis Bifano. Inventos, inventores e invenciones del siglo XIX venezolano. Caracas : Fundación Polar, 2001.
otro medio para extirpar este grave error de las leyes económicas, sino la participación directa, enérgica y resuelta del Poder Municipal […]. En nuestro concepto, lo más adecuado sería que el Municipio gravase con una patente las máquinas de elaborar cigarrillo […]. Si lo heroico de este remedio asusta a nuestros munícipes, entonces les recomendamos que adopten el sistema de comprar las máquinas hoy existentes y pedir al próximo Congreso una ley que garantice el trabajo manual de los venezolanos”. Pero la contraparte, expresada por la fábrica La Hidalguía se presenta en los siguientes términos: “El progreso se impone. La civilización moderna ha encontrado en la mecánica un factor importantísimo y una poderosa ayuda en el noble fin de aliviar al hombre en sus trabajos, ahorrándole gastos en sus fuerzas físicas […]. Implantada ya en Venezuela y establecida ya por varios centros manufactureros la maquinaria para la elaboración de cigarrillos, por tener entre otras ventajas, la de ser mucho más higiénica y más barata, pudiéndose ofrecer por consiguiente un producto mejor al consumidor”. En la misma línea que los dueños de La Hidalguía se colocan los propietarios de El He54
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raldo Industrial de Puerto Cabello, considerando algo “alarmante” la posición de los redactores de El Ciudadano en su editorial del 10 de enero de 1899 (haciendo referencia al Heraldo): “Fíjase el colega en la industria cigarrera y asegura que hay mil obreros sin trabajo por la introducción de maquinaria en las grandes fábricas de Caracas: esto es muy lamentable; ¿pero, qué sería del progreso, qué del desarrollo de las industrias, tan necesarias al país, si éstas tuvieran que estar estancadas, sin poderles aplicar los métodos de modernos adelantos, por temor de que se encuentren sin trabajo momentáneo un determinado número de obreros? […] ¿Acaso en un país como el nuestro, donde los campos están desiertos, donde se impone como gran necesidad inmigración que los cultiven, es el ramo industrial el único del cual puede derivar su sustento el hombre de trabajo? […] ¿No es vergonzoso que una nación rica y productora como es Venezuela, indolentemente introduzca del extranjero, harina, arroz, papas, cebollas y otra infinidad de artículos que podríamos producir con exceso para nuestro consumo? […] ¿Y todo por qué? Porque no queremos meternos en el monte; porque queremos fácil trabajo en las ciudades limitándonos al logro del pan de cada día, porque trabajamos por rutina y así cuando nos falta una ocupación, nos declaramos incompetentes para dedicarnos a otra […]. Sentimos no participar de las ideas de nuestro ilustrado correo en la campaña que emprende contra las máquinas aplicadas a las industrias: venga al país todo lo que imprima progreso a estas; aplíquenseles cuantos medios sean convenientes a su desarrollo y perfeccionamiento que, los obreros que queden sin trabajo, irán a fomentar a dar vida a otras, o a arrancar a la naturaleza, con el cultivo de nuestros campos, el inmenso tesoro que ella ofrece, no apreciado por nuestro carácter indolente y holgazán”.
• Álbum de Cigarrillos La Hidalguía. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
• Cigarrillos producidos por una fábrica cubana. Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
Enfrentamientos verbales y vandalismo
Este rechazo a la introducción de las nuevas máquinas para elaborar cigarrillos, al parecer no fue más allá de un enfrentamiento verbal y de llamados al boycott o “a la preferencia del consumo de los cigarrillos hechos a mano”, así como a la solicitud de medidas económicas y judiciales, a diferencia de lo ocurrido en Inglaterra que llevó a destrozos físicos de las máquinas. No obstante, también se dieron en Venezuela indicios de un tipo de 56
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rechazo radical al desarrollo de los ferrocarriles. José Ángel Rodríguez, en un breve estudio sobre los opositores y defensores del ferrocarril trujillano, menciona de pasada (en una nota) uno de los primeros conflictos en torno a los caminos de hierro, en 1870, que tuvo por escenario el puerto de La Guaira. El historiador Amílcar Fonseca señala también que algunos se llevaban los durmientes de madera para su bohío.
No necesariamente estos hechos revelan un rechazo a las locomotoras y las vías de hierro, podrían ser interpretados como simples maldades. Pero a ellos acompañó una polémica verbal que se hacía sentir en los periódicos de la región y otros actos más difíciles de explicar, como el incendio de los puentes de madera, etc. La oposición provenía principalmente de tres grupos bien definidos: los muleros trujillanos, dueños de los trenes de bestias más importantes de la región, que veían en peligro la existencia de su negocio; los arrieros, que si bien no gozaban de buenos salarios, contaban al menos con un empleo seguro y que conocían bien, y, finalmente, personas que vivían de este tipo de tráfico, ofreciendo a lo largo de la ruta, sus servicios de posada, cuadra, y ventas al detal. Resulta importante señalar que los responsables del periódico El Ciudadano, cuando enfrentan el problema de la introducción de máquinas en los procesos manufactureros de la industria cigarrillera lo hacen con gran madurez, indicando varias soluciones, según los casos. Si se tratase de las máquinas para hacer bobinas, proponen se establezca un impuesto regulador de los inmoderados proventos que obtienen, y, si se compran elaboradas en el exterior, gravar estas importaciones con un impuesto adicional. Otras de las soluciones propuestas consisten en promover fábricas de producción a mano de los cigarrillos y el boycott de las fábricas maquinizadas. Parece importante señalar que, desde los inicios de la producción industrial, a máquina, de los cigarrillos, muchos consumidores preferían seguir elaborando ellos mismos sus pitillos mediante el uso de un librillo de papeles de fumar y un paquete de picadura de tabaco. Colocaban el papel de fumar entre sus dedos y depositaban cuidadosamente el tabaco picado, de derecha a izquierda, liándolo con un movimiento circular del índice y el pulgar. Como muchos fumadores persistieron en su deseo de liar sus propios cigarrillos, pronto (al menos para la década de los años treinta) se inventó una máquina manual de bobinar cigarrillos, que luego se guardaban en una especie de cajetilla de cuero. Hago estos comentarios porque, si los tenemos en cuenta, la idea de los opositores a las máquinas de hacer cigarros, desarrollando fábricas de elaboración a mano, en forma de cooperativas, no resultaba tan peregrina. Resulta importante señalar que, en la industria del tabaco, las máquinas a vapor se introdujeron también
• Planta del tabaco.
para cumplir una función auxiliar como lo era la impresión de las etiquetas de las cajas de puros (tabacos) y de las cajetillas (de cigarrillos), razón por la cual llegaron a contar con periódicos propios, utilizando la maquinaria como modernas imprentas a vapor. A finales del siglo XIX y principios del XX, se experimentó una “transición” del gremialismo obrero artesanal al sindicalismo obrero industrial, que fue más bien una evolución, pues en industrias como la del calzado también se dio un cierto nivel de rechazo a aceptar los zapatos hechos a máquina, perdurando por bastante tiempo la coexistencia en el mercado con los hechos a mano. Esas industrias (cigarrera, del calzado y de la imprenta, junto con las de licores, bebidas, gas, electricidad, las de los vapores fluviales y marítimos, las de los ferrocarriles y los tranvías), formaron parte de la nueva estructuración laboral y funcional del país, en forma lenta, pero firme y progresiva. Del obrerismo gremial se pasó, evolutivamente, al sindicalismo de principios del siglo XX. EL DESAFÍO DE LA
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Venezuela y su relación con la OIT en momentos difíciles Héctor Lucena
• Desfile de los trabajadores de la CTV el 1° de mayo de 1967. Colección José Agustín Catalá, Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
Como todos los años este junio se celebró la Conferencia anual (la 101ª) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y Venezuela estuvo presente con una nutrida representación tripartita: gubernamental, gremial empresarial y sindical. Sorprende al retorno de la Conferencia que voceros sindicales anuncien que solicitarán al gobierno hacer las diligencias para que Venezuela se retire de la OIT. ¿Se trata de un hecho inédito? Repasemos, a través de las próximas páginas, la historia de las dificultades que han afectado las relaciones entre Venezuela y este organismo internacional.
Los voceros representan la recién creada Central Bolivariana Socialista de los Trabajadores. Los argumentos anunciados mencionan que esta “organización no es nada democrática” (Osvaldo Vera, diputado y sindicalista). Todo parece relacionarse con el hecho de que esta organización ha solicitado enviar una misión el próximo mes de Octubre para conocer la situación laboral del país, a propósito de denuncias de entes empresariales y sindicales críticos del gobierno nacional. Para ubicar la relación de Venezuela con la OIT, es importante mencionar algunos hechos que en los 92 años de existencia de esta organización internacional se han presentado en relación con nuestro país. La OIT fue creada apenas concluida la Primera Guerra Mundial, en 1919, en el marco del Tratado de Versalles. Este tratado dio origen a la Sociedad de las Naciones, institución antecesora de la actual Organización de las Naciones Unidas. La OIT sobrevivió a la crisis mundial que significó la Segunda Guerra Mundial, no obstante que la Sociedad de las Naciones dejó de existir. Hay que destacar que Venezuela fue uno de los países fundadores de la OIT. Hoy esta organización cuenta con la afiliación de 193 países, es decir todo el orbe del planeta tierra. La OIT es una organización gobernada de manera tripartita, y es la única con tal carácter en el sistema de instituciones de las Naciones Unidas. Todas, salvo la OIT, son gobernadas por los representantes de los Estados miembros, pero en esta institución, su gobierno es ejercido además de los representantes de los 60
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• Conferencia de trabajadores metalúrgicos en la CTV, 1966. Colección José Agustín Catalá, Archivo Audiovisual, Biblioteca Nacional, Caracas.
Estados miembros, por los representantes de los gremios empresariales y de las organizaciones sindicales de los trabajadores. Su Consejo de Administración está compuesto por un 50% de representantes de los Estados, y 25% de los representantes empresariales y 25% de los trabajadores. Es un escenario donde la vocería de los actores sociales se deja sentir como ninguna otra entidad internacional en el sistema de Naciones Unidas.
Un incómodo informe de 1950
Dos hechos relevantes en la relación de Venezuela con la OIT tienen importante significación histórica. El primero refiere a la misión de encuesta de OIT que visitó el país entre julio y agosto de 1949, y resultado de la misma elaboró el informe “Libertad de asociación y condiciones de trabajo”, publicado en 1950. El informe recoge los testimonios, entrevistas y análisis de documentos por parte de la misión encabezada por Jef Rens, subdirector general de la OIT y cuatro expertos de esta entidad. Esta misión es el resultado de comunicaciones que señalaban violaciones de la libertad sindical en Venezuela, enviadas con motivo de la cuarta Conferencia de los Estados de América Miembros de la OIT que tuvo lugar en Montevideo del 25 de abril al 8 de Mayo de 1949. Hay que destacar que el golpe contra el gobierno constitucional presidido por Rómulo Gallegos había ocurrido el 24 de noviembre de 1948, y a partir de entonces se había desatado una persecución contra dirigentes políticos y sindicales identificados con el anterior gobierno conducido por Gallegos y su partido Acción Democrática. Ante el golpe de estado las reacciones sindicales no se hicieron esperar, por lo que inmediatamente hubo un llamado a huelga general realizado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), pero en apenas dos días fue sofocada por el régimen militar. La CTV y sus organismos afiliados pudieron continuar funcionando, pero en un ambiente represivo, y gradualmente el régimen fue tomando control por vía de la fuerza y la represión de la vida sindical. Hasta que en febrero de 1949 el gobierno militar decreta la disolución
de la CTV y de todas sus federaciones. Los sindicatos de base no son disueltos pero se les obliga a hacer elecciones y se prohíbe que participen quienes hayan sido directivos anteriormente.
El régimen militar hizo objeciones al informe y tuvo la oportunidad de que se publicaran con el mismo título y agregándose “Observaciones del Gobierno de Venezuela al informe de la misión de la OIT” que salió a la luz pública en 1951 La narrativa pormenorizada de estos acontecimientos se puede conocer en el Informe de OIT mencionado en el primer párrafo. El régimen militar hizo objeciones al informe y tuvo la oportunidad de que se publicaran con el mismo título y agregándose “Observaciones del Gobierno de Venezuela al informe de la misión de la OIT” que salió a la luz pública en 1951. La situación laboral de esos momentos difíciles inmediatos al derrocamiento del gobierno de Gallegos y la instauración de una Junta Militar, ha sido poco estudiada, pero afortunadamente esa misión de la OIT y la publicación del Informe dejó asentada amplia información de valor histórico. Se trata, desde nuestra apreciación, de otro valor que respalda la relación de la nación venezolana con la OIT.
La expulsión de un delegado
El otro hecho relevante que queremos destacar, es el que presenta a Venezuela como miembro, de manera ininterrumpida, de la OIT desde su nacimiento hasta nuestros días, salvo en un breve período en que el país se retiró. Ocurrió con motivo de la 5ª reunión de la Comisión de Petróleo celebrada en Caracas en 1955. El miembro sindical del Consejo de Administración, Adrianus Vermeulen fue el encargado del discurso de inauguración, y se refirió a serias denuncias que el organismo había recibido en su sede en Ginebra. Hizo referencia a los
dirigentes sindicales presos, otros criminalizados por el sólo hecho de realizar actividades sindicales, pidiendo su libertad y el fomento y estímulo de una genuina libertad sindical con medidas legislativas, todo de acuerdo con los postulados de convenios de esta organización, a la cual estaba afiliada la nación venezolana. La reacción del régimen militar venezolano de aquel entonces fue inmediata, Vermeulen fue llevado al aeropuerto de Maiquetía y expulsado del país. Ante esa medida, los 119 delegados deciden suspender la reunión. Entonces el Gobierno de Venezuela se retira, el 3 de mayo de 1955, de la OIT, acusándola de “ser un instrumento de maniobras políticas que la convierten en tribuna demagógica” de acuerdo a la nota oficial de la Cancillería venezolana enviada a la Organización.
La reacción del régimen militar venezolano de aquel entonces fue inmediata, Vermeulen fue llevado al aeropuerto de Maiquetía y expulsado del país. Ante esa medida, los 119 delegados deciden suspender la reunión Caída la dictadura militar en enero de 1958, una de las primeras medidas del gobierno de transición que encabezó el vicealmirante Wolfgang Larrazábal fue solicitar la reincorporación a la OIT, así como restituir las libertades sindicales. Aquel infortunado retiro de la OIT, no tiene equivalente en la historia de los países latinoamericanos, los cuales tradicionalmente han tenido una activa participación en esta organización. Esta iniciativa del sindicalismo gubernamental venezolano, nos hace recordar que los Estados Unidos también se retiraron de la OIT en 1977, a propósito de la presión de los sindicatos (AFL-CIO), cuyo malestar se relacionaba con la admisión en la OIT, con carácter de observadores, a una representación del Frente de Liberación de Palestina y una resolución que condenaba al gobierno de Israel.
El gobierno de los Estados Unidos a través de su Secretario de Estado, Henry Kissinger, presentó la solicitud en un extenso documento en el que calificaba a la OIT como escenario de una “creciente e inadmisible politización”. Es por tanto llamativo que justamente ahora se haya planteado desde esferas sindicales oficialistas que la nación venezolana se retire de la OIT, cuando es una extraordinaria oportunidad para que la situación laboral en sus aspectos individuales y colectivos sean observados y analizados por un ente especializado, ajeno a las diatribas y polarizaciones que por los últimos lustros afectan el desenvolvimiento y el análisis de quienes aquí vivimos.
Así lo vieron
La minería y sus males
Los males anejos a las explotaciones de las minas de oro y de plata, las cuales mientras duran, son la tumba de la mayor parte de los que en ellas trabajan; debilitan, extenúan y condenan a una vida lánguida a aquellos que no han sido ahogados en su seno; destruyen el germen de todas las virtudes sociales y domésticas; proscriben todo espíritu de orden y de economía; mantienen la disolución y el vicio que les son propios y cuando se agotan sustituyen la miseria a la prodigalidad, la vagancia al trabajo y lanzan en la sociedad a los obreros que ellas ocupaban, a los cuales no les queda más recurso que la mendicidad o el robo. Depons, Francisco. Viaje a la parte oriental de Tierra Firme. Caracas: Tipografía Americana, 1930, pp. 32 y 518.
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Hombro con hombro con los trabajadores y campesinos de Venezuela
El señor O.A. Knight, director de la AFL-CIO y presidente de la Unión Internacional de Trabajadores de la Industria Petrolera, Química y Atómica, en un banquete ofrecido a Rómulo Betancourt en el Carnegie Internacional Center de Nueva York señalará, a propósito de los mencionados acontecimientos, lo siguiente: “Los sucesos de abril de 1955, cuando boicoteamos la reunión celebrada en Venezuela por el Comité de la Industria Petrolera de la OIT, están todavía frescas en la memoria de la mayoría de los asistentes a esta reunión. Un miembro del cuerpo directivo de la OIT, señor Adrian Vermeulen, fue expulsado del país por la fuerza después de haber hecho una solicitud en la ceremonia inaugural, a favor de la libertad de los dirigentes sindicales presos, particularmente de los trabajadores petroleros. En protesta por este ultraje, la conferencia suspendió sus sesiones y se aplazó. A continuación de este acto de repudio, el gobierno venezolano se retiró de la OIT. El manejo de este asunto por la dictadura de Pérez Jiménez constituyó un claro insulto a todos los gobiernos participantes en la Conferencia, y así lo expresé en telegrama que dirigí al presidente Eisenhower, en mi condición de director del Comité Latinoamericano de la CIO y presidente de la Federación Internacional de Trabajadores Petroleros […]. Por primera vez desde que fue creada en 1950, la Comisión de Investigación y de Conciliación de la OIT, compuesta por nueve prominentes juristas de fama mundial, se reunirá para examinar y juzgar los cargos que han sido formulados contra el gobierno de Venezuela […]. Aseguro a usted, señor Betancourt, que los sindicatos de los Estados Unidos, conjuntamente con los sindicatos libres de otras partes, que se agrupan bajo las banderas de la ORIT y de la Confederación de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), y hombro con hombro con los trabajadores y campesinos de Venezuela, y con sus estudiantes, intelectuales, dirigentes civiles y religiosos −todos representantes de las fuerzas vitales de la Sociedad− solemnemente nos comprometemos a continuar la lucha hasta que la libertad sea restablecida en la república hermana de Venezuela.
El sindicalismo español en el germen del primer contrato colectivo en Venezuela
Durante la primera década y gran parte de la segunda [del siglo xx], señala Ángel Alcides Semprum, no había, por causa del subdesarrollo general y por circunstancias opresoras en el orden político, ni la idea sindical ni la posibilidad de sindicalización. Para 1916 y los años siguientes, sin embargo, apunta el mismo Semprum, anduvieron por el país algunos exiliados políticos españoles socialistas y otros anarcosindicalistas que se dieron a la tarea de ir sembrando la idea de la organización sindical entre algunos núcleos de trabajadores. [Así], el diario El Universal, edición correspondiente al 18 de julio de 1919, publicó las bases del acuerdo celebrado entre la dirección del Gran Ferrocarril de Venezuela y sus empleados y jornaleros, mediante las cuales, a petición de éstos, se mejoraron las condiciones de trabajo en la forma allí mencionada. Parra Aranguren, Fernando. Antecedentes de la Ley del Trabajo de 1928. Maracaibo: Universidad del Zulia, 1975, pp. 52, 58 y 163.
Elogio del maquinismo
Ojalá que para la prosperidad de Venezuela no estén distantes los días, necesariamente obligatorios, de importar maquinarias e instrumentos que ayuden al hombre en sus fatigas; porque esos días anhelados por todos los que oficiamos en los venerandos altares del trabajo, con el culto de la patria en el corazón y libres de toda sospecha de innobles egoísmos, en esos días, repetimos, contemplaremos nuestras radas cubiertas de innumerables bajeles, a cuyo borde se espera la preciosa carga de nuestros productos nacionales. El Heraldo Industrial (Puerto Cabello, editorial del 10 de enero de 1899). En: Sobre
Knight, O.A. En: Acción Democrática. La resistencia
Relaciones Industriales y Laborales. Enero-
del partido del pueblo en el exilio 1948-1958. Caracas:
diciembre de 2010, n° 46. Caracas: IIES-UCAB, 2011,
Acción Democrática, 2003. pp. 42-43.
pp. 248 y 288.
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• Portada del libro Our Friend the Atom, usado como material educativo en escuelas de los Estados Unidos.
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LA ENERGÍA NUCLEAR Máyerling Zapata López
en Venezuela La energía nuclear puede considerarse como uno de los grandes descubrimientos del siglo XX. Desarrollada en principio para usos militares, probó su poderío como arma de destrucción masiva en agosto de 1945, cuando las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas por fuerzas estadounidenses. Una vez que el poder de las armas atómicas fue probado, se convirtieron en un arma política de importancia. Para 1950, las amenazas basadas en el posible uso de armamento atómico contra el enemigo eran comunes entre las naciones poseedoras del “secreto nuclear”. Pero pronto se comenzó a explorar la posibilidad de usar esta fuente de energía para el bien de la humanidad y no para su destrucción. ¿Qué tal si, en lugar de arrasar con poblados enteros, la energía atómica podría usarse para mejorar la calidad de vida de la humanidad o incluso, salvar vidas?
• Dwight D. Eisenhower (en la imagen) realizó, durante su gobierno, una exitosa campaña en pro del uso de la energía nuclear con fines pacíficos, a partir de la cual se fundaría el Organismo Internacional de Energía Atómica.
ÁTOMOS PARA LA PAZ Todos los temores y expectativas que se habían formado en torno a la energía nuclear bien podrían haberse resumido en un discurso: Átomos para la paz. Pronunciado el 8 de diciembre de 1953 por Dwight D. Eisenhower, entonces presidente de los Estados Unidos, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, este discurso sentó las bases de una nueva política internacional en materia nuclear. Átomos para la paz se centraba en dos importantes cuestiones: una, el peligro que representaban las armas nucleares, y dos, la importancia de usar la energía nuclear para el bien de la humanidad. El texto de este discurso fue distribuido rápidamente a través del Servicio de Prensa de la Agencia de Información de los Estados Unidos por todo el mundo, “antes de que los comunistas pudieran distorsionar y 70 •
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mal interpretar la propuesta americana”. Pronto se lanzó la campaña “Átomos para la Paz” que mostraba a través de artículos, películas, material gráfico y exposiciones itinerantes en varias ciudades del mundo los beneficios que la energía nuclear podía traer a la humanidad. La campaña influyó enormemente en la imagen que el mundo tenía de este tipo de energía, llevando a la mente de las personas que la tan deseada utopía atómica podía convertirse en realidad más pronto de lo que se pensaba. También ayudó a la imagen de los Estados Unidos ante el mundo, que pasó de verse como un país “empeñado en el holocausto nuclear” a una potencia interesada en el progreso tecnológico y la cooperación internacional. • El reactor nuclear del IVNIC recibió como nombre Átomos para la paz, tal como se había llamado la conferencia dictada por Eisenhower el 8 de diciembre de 1953 en las Naciones Unidas (en la imagen) y la campaña en la cual ésta estuvo enmarcada.
• Humberto Fernández-Morán se había graduado Suma Cum Laude en la Universidad de Múnich y desempeñado como investigador del Instituto Nobel de Física Nuclear y del Instituto Karolinska en Estocolmo, antes de volver al país para dedicarse a la docencia y a la dirección del IVNIC.
En el marco de esta campaña, Estados Unidos comenzó a firmar tratados con varios países alrededor del mundo con la finalidad de construir reactores destinados a la investigación nuclear. El 21 de julio de 1955 llegó el turno de Venezuela: firmó un convenio por el cual se establecía que Estados Unidos daría asesoría al gobierno venezolano en el diseño, construcción y operación de un reactor nuclear que se edificaría en el recién creado Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), institución que contaba con amplio apoyo del gobierno de Marcos Pérez Jiménez y que estaba dirigida por Humberto FernándezMorán, eminente científico nacido en Maracaibo.
VENEZUELA SE PREPARA Si bien es cierto que para entonces Venezuela no contaba con el personal científico-técnico calificado para sostener un proyecto de tal envergadura (no existían en el país físicos nucleares), esto no pareció importar demasiado al gobierno nacional, que se mostraba decidido a que Venezuela fuera considerada como centro regional de estudios nucleares. Poco tiempo después de la firma del convenio con Estados Unidos, una comisión conformada los doctores Francisco J. Duarte, Humberto Fernández-Morán, Carlos Luis Carmona, Marcel Granier y Marcel Roche, participó en la Conferencia Internacional sobre la utilización de la energía atómica con fines pacífi-
cos, celebrada en Ginebra, en agosto de 1955. Mientras se concretaba la construcción del reactor, varios estudiantes fueron enviados al exterior a realizar cursos de adiestramiento patrocinados por la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos. El 1° de abril de 1956, Pérez Jiménez inauguró la exposición “Átomos para la Paz” en la Plaza Cubierta de la Universidad Central de Venezuela, donde miles de personas conocieron a través de exposiciones, películas y charlas, los últimos avances de la energía nuclear. Venezuela parecía entrar a pasos agigantados en la era nuclear, pero con la caída del régimen perezjimenista la situación del IVNIC y su reactor pendían de un hilo. El Instituto no era visto favorablemente EL DESAFÍO DE LA
historia • 71
• Tal como lo relató Fernández-Morán, “el sitio de Pipe se descubrió con un avión […], fue a diez kilómetros de altura que se vio la bondad de lo que es hoy Pipe […]. Eso era un nido de culebras, puro monte, nadie lo transitaba”. A la izquierda: El IVNIC durante su construcción en 1954, en los Altos de Pipe, Edo. Miranda. Al centro: Instituto de Física, IVIC, Altos de Pipe, Edo. Miranda.
• Con respecto a las suspicacias levantadas por la fabricación de un reactor nuclear en Venezuela, Fernández-Morán (a la derecha) declararía: “A nadie se le ocurre que va a hace un reactor pensando en una bomba atómica. El uso del reactor era exclusivamente para las investigaciones en el campo médico y así está consignado en los trabajos que fueron publicados”.
por buena parte de la comunidad científica venezolana, que consideraba innecesaria la creación de una institución con tan limitado campo de acción y que acusaba a su director, Humberto FernándezMorán, de ser un déspota que menospreciaba el trabajo científico venezolano. Una Comisión Asesora fue nombrada para que analizara la situación del IVNIC y proyectara la nueva organización que tendría desde ese momento. La comisión asesora reconoció el problema de la falta de personal especializado para tomar las riendas del reactor, señalando que “el país se va a encontrar por ahora con un aparato espléndido y caro, sin hombres para utilizarlo”. Sin embargo, consideraron que el proyecto debía ser concluido, ya que la mayor parte de las obligaciones económicas que 72 •
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conllevaban su construcción ya habían sido canceladas y, aunque no consideraban el proyecto necesario, lo estimaban como útil para el entrenamiento de personal y para la producción de isótopos. También estimaban como razón de peso el desprestigio que conllevaría al país si se interrumpía el proyecto. Finalmente, el IVNIC fue reorganizado y convertido en el IVIC: Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, uno de los pilares fundamentales del desarrollo científico nacional. La construcción del reactor concluyó en 1960, y luego de un corto período de inactividad (1961-1965) operó con fines investigativos hasta 1991. Una década después fue transformado en una planta industrial de esterilización por rayos gamma, función que cumple hasta ahora.
• La foto en la historia • Sheila Salazar
• Fotografía: José Cohen (El Universal)
Un diciembre negro El 19 de diciembre de 1989, apenas entraban las primeras
apersonaron en el lugar de los hechos. Los vecinos del sec-
luces de la mañana en las casas de la población de Tacoa en
tor fueron conminados a desalojar sus hogares y trasladarse
el estado Vargas, cuando un estruendo interrumpió la tran-
a la playa de Tacoa. Poco a poco se acercaron personas para
quilidad de sus habitantes. La explosión que acababa de
verificar lo que acontecía. Tras varias horas de luchar con las
producirse provenía de la planta de generación eléctrica Ri-
llamas se les notificó a los habitantes, periodistas y curiosos
cardo Zuluoaga de la Electricidad de Caracas, ubicada a
que el peligro había sido controlado.
pocos metros del lugar. Había tenido lugar en momentos en
La mayoría de los lugareños habían regresado a sus ho-
que el barco petrolero Murachí, perteneciente a una de las
gares cuando a las 11:45 am se generó una segunda explo-
filiales de PDVSA, se disponía a descargar 16.000 litros de
sión, esta vez en el tanque nueve, cobrando la vida de
fueloil, combustible que se requería para mantener la planta
manera instantánea de los bomberos que estaban aún en
en funcionamiento. Tres obreros de guardia atendían el pro-
labores. Los que presenciaron de lejos la pavorosa tragedia
cedimiento cuando advirtieron una irregularidad en el tan-
aseguraron ver cuerpos aventados al aire por la onda de
que ocho, donde debía descargarse el combustible. Al abrir
choque. El fuego se extendió rápidamente. El combustible
la escotilla se produjo una explosión; dos de los obreros se
cubrió al pueblo entero de Tacoa como un negro manto
quemaron en el acto, mientras que el tercero pudo escapar y
que se extendió hasta la orilla de la playa. Casas, calles,
dar la voz de alarma. Al lugar acudieron los bomberos desta-
árboles y vehículos quedaron incinerados. El saldo de víc-
cados en la zona, pero el incendio era tan voraz, que pronto
timas alcanzó a más de 150 personas, entre vecinos, bom-
se requirió del trabajo de cientos de funcionarios bomberi-
beros, periodistas y personal de la planta eléctrica. Hasta
les, de defensa civil y voluntarios. Tanto las autoridades
hoy no hay una investigación concluyente sobre las causas
competentes como los medios de comunicación pronto se
de la tragedia.
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EL DESAFÍO DE LA
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• Vida cotidiana • Rosalba Di Miele Milano
Misa
y buena conducta En las visitas pastorales que realiza el obispo Mariano Martí recorriendo el país entre 1771 y 1784 hace variadas denuncias. Entre las tantas cosas que notifica, refiere el desdén de algunos feligreses con las inasistencias a la misa y su mal proceder en la comunidad. Está establecido que las normas de la Iglesia en la sociedad colonial venezolana son pilar del comportamiento de los fieles. Vivir en buena ley y en armonía con los designios de la colectividad implica cumplir con los patrones de la institución eclesiástica. Es esta la razón por la que el obispo tiene licencia para hacer un inventario de quienes se ausentan de los santos oficios y los vecinos asumen la obligación de denunciar a los católicos reticentes. En 1774, en Maracaibo, dos viudas, Xaviera Ferraguz y Ana Gabilonda, son acusadas de no escuchar misa los días de precepto, y en otra denuncia se insiste en que doña Xaviera, “blanca, viuda, no oye misa en todo el año”. Sin duda las señoras desobedecen lo establecido por la Iglesia y señalado en el Sínodo de Santiago de León de Caracas de 1687: “El único sacrificio de la ley de gracia, es aquel en que dejó Cristo nuestro Señor cifrados todos los bienes, significados por los varios sacrificios, víctimas y holocaustos de la ley escrita, y es el que vulgarmente llama el pueblo cristiano el santo sacrificio de la misa, siendo hostia viva, infinita, perfecta y de inmenso valor, el mismo hijo de Dios que ofrecemos en ella para conseguir gracia y perdón de nuestras culpas, y alivio de nuestras tribulaciones y trabajo”. Cualquier cosa debe procurarse para respetar este mandato porque, según indican las sinodales, “Los curas rectores de nuestra santa iglesia Catedral y los de las demás parroquiales y curas doctrineros, tienen obligación de decir la misa conventual todos los domingos y fiestas de guardar, por el rey nuestro señor y por el pue76 •
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blo, que debe asistir a ella, no sólo para cumplir con el precepto de oír misa sino para entender las obligaciones que en tales días les intiman sus párrocos”. Mariano Martí insiste en que se cumpla con este rito y alerta a sus subalternos, según sucede en su paso por Maracaibo en 1774: “Los que viven en los hatos muchos no oyen misa sino cuando van a confesarse por la cuaresma. Queda prevenido este vicario de averiguar las familias de los hatos que no oyen misa y obligarlos a que la oigan”. Insiste en que los curas estén atentos a los feligreses para que acaten la disposición, ya que de ello depende también el orden de los parroquianos. Así lo advierte en su paso por Perijá en 1775, al saber del caso de: “Rita de la Cruz, blanca, casada, que comete algunos hurtillos y no oye misa los días de fiesta; vive en el campo. Queda prevenido este cura de corregir a la dicha Rita en sus excesos”. No es este un caso aislado. Otros dos sucesos se notifican en 1774, se trata de vecinos de Maracaibo y son señalados por Martí como sigue: “Vicente Machado, casado, se embriaga, y no va a misa sino cuando va a cumplir con los preceptos anuales. Otros dos sujetos denuncian lo mismo. Queda enmendado”. Mientras que: “Francisca Camargo no oye misa los días de fiesta y es renegadora”. Queda claro que para nuestros antepasados es cierto el axioma que existe entre la buena conducta ciudadana y el escuchar misa cada vez que lo indique el mandato eclesiástico. Por esta razón, ante una acusación de posible adulterio, el obispo Martí reseña lo siguiente durante su estadía en Coro en 1773: “don Andrés Talavera, blanco, casado, vive mal con Marciana, morena, esclava de doña Rosa Colina. Se presume falso este denuncio, porque dicho Andrés y su mujer confiesan a menudo”. La asistencia a misa no solo conviene a los mandatos del prelado, debido a que se considera como una prueba de buena conducta. En la cabeza de don Mariano no cabe el hecho de que un fiel arrodillado ante el altar sea capaz de cometer pecado.
• Margarita viniendo de la iglesia, 1880, por Emilio J. Mauri. Colección Fundación Museos Nacionales, Galería de Arte Nacional. EL DESAFÍO DE LA
historia • 77
• Gastronomía
¡Aunque sea una sola res! Mucho se ha escrito sobre la gesta emancipadora y las hazañas llevadas a cabo por los próceres y el contingente de hombres que combatían a sus órdenes. Pero no se hace suficiente énfasis en las dificultades y penurias que debieron afrontar para llevar a cabo esta empresa, entre ellas, las del abastecimiento de la tropa. Esta era una tarea que no podía recaer sino en alguien de mucha confianza y con suficiente carácter y autoridad para vencer los obstáculos que se presentaran a la hora de cumplir con su cometido. Tal fue el caso de Antonio José de Sucre quien, el 17 de diciembre de 1819, escribía al general Carlos Soublette desde Santa Cruz: “Para el mantenimiento de las tropas que V.S. conduce he contratado con el comandante de este punto cien pesos de cazabe y algún dulce… Yo sigo hoy para arriba y en todos los pueblos procuraré que se acopie pan cuanto se pueda y de Parmana bajará toda la carne salada que haya”. Casi un año más tarde escribía desde Trujillo al coronel Gómez: “Creía el Libertador que V.S. hubiese mandado buscar el ganado y las bestias que se resolvieron a Barbacoas y previene que si no se hubiese hecho se mande al momento a procurarlas, porque aunque sea una sola res, hace falta al ejército”. Más adelante le advierte acerca de la economía del ganado: “que las reses que se consuman sean las más estropeadas, pequeñas y flacas, para que queden las buenas de marchar”. Como bien sabemos, el ganado traído por los españoles a estas tierras desde los inicios de la colonización propició que se convirtiera en un alimento primordial en la dieta de los venezolanos, de allí la preocupación porque no le faltara al ejército. Pese a los esfuerzos, a medida que recrudeció la guerra debió ser cada vez más escasa en la ración de la tropa.
• Poco antes de la anécdota referida en esta página, en agosto de 1819, Antonio José de Sucre había sido ascendido a general de brigada por el vicepresidente venezolano Francisco Antonio Zea, ascenso que sería ratificado por Simón Bolívar en febrero del año siguiente. En la imagen superior: Antonio José de Sucre según una miniatura perteneciente al Museo 20 de Julio, Bogotá. Sobre estas líneas: Joven pastor con vacas (detalle), hacia 16551660, por Albert Jacob Cuyp. Museo Metropolitano, Nueva York.
• Deportes • Carlos Irazábal Arreaza
Armando Capriles
• Armando Capriles (en la imagen), declararía en una entrevista: “Yo empecé a correr a los 26 años, ya era tarde, esto debe comenzarse joven, creo que debería ser algo así como a los 12 años Go Kart y a los 18 años entrarle a carros completos, y a la F1 máximo llegar a los 21”.
Actualmente brillan en el firmamento del automovilismo mundial los venezolanos Enzo Potolicchio, ganador en su categoría (LMP2) en el prestigioso circuito de Lemans en Francia de la carrera de las veinticuatro horas, celebrada en junio de este año; Johnny Amadeus Cecotto, quien obtuvo el primer lugar en el gran premio del circuito de Mónaco en su categoría (GP2); Pastor Maldonado, quien se ha distinguido recientemente al incursionar con éxito en los circuitos de la Fórmula Uno, así como Ernesto Viso y Milka Duno, que compiten en otros eventos. Pero vamos a situarnos en la década de los años sesenta del siglo pasado y allí encontraremos a un gran volante: Armando Capriles, mejor conocido como “El Pelón”. Nacido en Caracas en 1937, se inició en el karting −que por los años sesenta era muy popular en la capital venezolana− en los circuitos de Sabana Grande y Chuao, donde quedan actualmente el Hotel Meliá y el Cubo Negro. Luego, con su Porsche 904, ingresó en las competencias nacionales y obtuvo en 1966 su primer título, y un año después, conduciendo su nuevo Porshe 906, bautizado como El Tigre por sus rayas negras y amarillas, se llevó un nuevo campeonato nacional. En el ámbito internacional, “El Pelón” fue campeón bolivariano en 1966 al ganar las prue80 •
EL DESAFÍO DE LA
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bas que se realizaron en Lima, Quito, Bogotá y Caracas, premio que también conquistó en 1967. En los años 1968 y 1969, haciendo dupla con otro venezolano, Alfredo Atencio, compitió en las doce horas de Sebring que se realizaban en los Estados Unidos, en el estado de Florida. El primer año fueron descalificados por haber colisionado Capriles con otro vehículo, pero el año siguiente clasificaron en segundo lugar en la categoría de Dos Litros conduciendo un Porsche y turnándose cada dos horas. Armando declaró lo siguiente para la colección de fascículos que publicó el diario El Nacional en el año 1999, denominada Héroes del deporte Venezolano: “Los títulos del Campeonato Bolivariano son inolvidables, pero el correr a más de 300 kilómetros por hora en una pista produce una sensación incomparable. Sentir que el trazado se angosta y que las cosas parecen venirse hacia uno volando, es algo extraordinario. También el tener el respaldo del público y una hermosa novia en cada ciudad donde corríamos, son parte de esos grandes momentos, porque al igual que los toreros, nos llevaban a casas de personas de riquezas inconmensurables a disfrutar de las cosas buenas de la vida”. Retirado, Armando se dedica en la actualidad a atender negocios particulares y familiares.
• Breves internacionales
Las bandeiras
Dudum siquidem
El siglo XVI fue la época de la gran ex-
pansión paulista hacia el Brasil interior. La expansión estuvo facilitada por la
ubicación de São Paulo. Separado de la
costa atlántica, descendía hacia la selva a través de los ríos interiores. Desde São Paulo se iniciaron expediciones
llamadas entradas, cuyo propulsor fue el
Poco citada por los investigadores, Dudum siquidem es una bula del papa
Alejandro VI (en la imagen) fechada en 25 de septiembre de 1493, mediante la cual refuerza los derechos de conquista concedidos a los Reyes Católicos en la anterior bula Inter caetera. Aumenta los términos de la donación
hecha en el pasado reciente, pues ahora concede a los monarcas de Castilla y Aragón las islas y tierras que descubrieren en la navegación hacia el
occidente y el mediodía. Además, limita las concesiones que se hubieren hecho con anterioridad a otros príncipes, a las solas partes, mares, islas o tierras de las que se hubiera efectuado posesión real y concreta.
gobernador general Francisco de Souza, a quien se considera como patriarca
del bandeirantismo. La entrada, con su
La hora del obrero boliviano
organización táctica de “bandera”, fue el sistema que hizo posible la penetración
A principios de la década de 1880, debido a la influencia del Partido Liberal,
de los paulistas en el continente. Hasta
en Bolivia se multiplica una campaña sobre las virtudes de la clase obrera y
sobre cómo la han manipulado los oligarcas. En La Voz del Pueblo, periódico
el siglo XVIII, se denominó “bandeira” a la formación bélica empleada durante la Edad Media en la península ibérica.
Fue una organización táctica empleada por las tropas mercenarias de Suiza, que aprendieron los italianos y los
españoles en las campañas de Nápoles en 1546. De Nápoles pasaron a Portugal, y de allí a sus colonias del Brasil.
de La Paz que circula hasta 1904 y que proviene de las luchas del siglo XIX, dicha campaña se refleja en afirmaciones como las siguientes: “Nuestro
obrero es inteligente, pero la escuela que le proporcionamos es relativamente deficiente. Los que tratan de encumbrarse a los primeros puestos echan
mano de él, lo acarician y halagan, y después que han logrado el colmo de sus deseos, sarcásticamente los designan con el nombre de chusma. Es llegado el momento que la honrada clase artesana debe pensar en su porvenir y en el de sus hijos, designando, depositando con conciencia recta en las urnas electorales su voto a favor del que pueda hacer su felicidad”.
La obsesión de Sara Delano
¿Q uién fue el abuelo paterno del Führer?
Marlis Steiner, autor de una voluminosa
biografía de Adolfo Hitler (en la imagen), responde la pregunta de la siguiente
manera: “La gran incógnita es el abuelo El periodista Ted Morgan escribió una notable biografía del presidente
estadounidense Franklin Delano Rooselvet. De sus páginas se extrae el siguiente fragmento, sobre los vínculos que la madre pretendió establecer con su famoso vástago: “El único logro en la vida de Sara [en la imagen, junto a su hijo] fue
dar a luz. Hizo a Franklin y luego, como el Creador, descansó, porque supo que lo que había hecho era bueno. No quería más niños y, por cierto, no tuvo más
relaciones físicas con su marido en los siguientes dieciocho años de matrimonio. Era una buena esposa en todo sentido excepto en aquél, devota y buena
compañera, atenta a sus deseos, pero su pasión estaba reservada para su hijo.
Por el resto de sus días, libró una velada pero intensa batalla por retener el poder sobre su hijo. Esta era su obsesión, el propósito de su vida, su razón de ser”.
paterno; se trata de una de esas ironías de la historia: el hombre que más tarde exi-
giría a cada alemán que pudiese certificar que sus padres eran arios, ¡nunca estuvo en condiciones de presentar esa prueba!
Semejante carencia no dejó de despertar
curiosidades, de alentar especulaciones y
maledicencias. Los adversarios políticos, los
historiadores y hasta los allegados al Führer (él mismo se preocupó por ello) trataron de dilucidar el misterio. Pese a las profundas
investigaciones efectuadas, carecemos en la actualidad de toda certeza al respecto”.
Confesión elocuente Copiamos de seguidas un texto del general de división Smedley Butler (en la
imagen), escrito en noviembre de 1935. Dice: “Yo pasé treinta años y cuatro meses en el servicio activo como miembro de la fuerza militar más ágil de nuestro país
(Estados Unidos de América), el Cuerpo de Infantería de Marina. Yo serví en todos los grados, desde teniente segundo a general de división. Durante aquel período
pasé la mayor parte de mi tiempo siendo un hombre musculoso de alto nivel para los grandes negocios, para Wall Street y para los banqueros. En suma, yo era un
intimidador al servicio del capitalismo. Así ayudé a hacer a México y especialmente Tampico, seguro para los intereses petroleros americanos en 1914. Ayudé a hacer a Haití y Cuba un lugar decente para los muchachos del National City Bank”.
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historia • 85
Comprometidos con la educación
El Grupo Editorial Macpecri se llena de orgullo al continuar
charla a cargo de Crisanto Antonio Bello, quien trató de una
llevando a las escuelas y colegios el conocimiento y la re-
variedad de temas y personajes históricos tales como la Negra
flexión sobre la historia de Venezuela. En esta oportunidad,
Matea y Francisco de Miranda, así como sobre los primeros
en conjunto con la compañía Toyota de Venezuela, llevamos
automóviles que llegaron al país. También en este caso, los
a cabo un conjunto de charlas y otras actividades en el Cole-
niños pudieron participar en concursos de preguntas y rifas.
gio Caracas.
Por su parte, los alumnos de secundaria, de 7° grado a 5° año,
Un primer grupo integrado por niños de 1° a 3° grado dis-
recibieron una charla histórica referente a diversos aspectos
frutó de una actividad de “cuentacuentos” en torno a persona-
de la época colonial, entre ellos la carimba y el trato a los es-
jes importantes de la historia de Venezuela, tales como Teresa
clavos, así como la situación de las mujeres.
Carreño, Simón Bolívar y Andrés Bello. Asimismo, la compa-
A través de la realización de este tipo de eventos, mediante
ñía Toyota de Venezuela realizó para ellos rifas y concursos de
los cuales se incentiva el interés por el conocimiento de nues-
preguntas relativas a los cuentos, así como entrega de obse-
tro pasado, el Grupo Editorial Macpecri ratifica su compromi-
quios y premios. Para los niños de 4° a 6° grado se ofreció una
so educativo y cultural con el país.
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EL DESAFÍO DE LA
historia
Responsabilidad social
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Guillermo Morón. El proceso de integración de Venezuela 1776-1793. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 2012. El proceso de integración de Venezuela no puede ser visto como un hecho aislado, sino como parte de las políticas diseñadas por la Corona española durante el siglo XVIII y que se extendieron a todas las regiones que formaban parte de la monarquía. A partir del reinado de Felipe v se pone en práctica una nueva política de centralización del poder, la cual se consolida con los reyes Fernando vi, Carlos iii y Carlos iv. En el caso de las provincias de ultramar, entre los años 1760 y 1810 tiene lugar una reestructuración administrativa con la creación de nuevas instituciones y la desaparición paulatina de otras. Mientras ocurre una centralización en el área político-administrativa, se produce más bien una liberalización en lo económico y lo social. Pocas décadas antes de desencadenarse los sucesos del 19 de abril de 1810, ya habitaba en el pensamiento de las autoridades españolas la idea de constituir en estas provincias reinos independientes, regidos por príncipes de la dinastía en el trono. En escrito que Carlos iv somete a consulta a sus consejeros inmediatos, se lee: “Habiendo visto por la experiencia que las Américas estarán sumamente expuestas, y aun en algunos puntos imposible de defenderse por ser una inmensidad de costa, he reflexionado que sería muy político y casi seguro establecer en diferentes puntos de ellas a mis dos hijos menores, a mi hermano, a mi sobrino el infante don Pedro y al Príncipe de la Paz, en una soberanía feudal de la España, con títulos de Virreyes”. 88 •
EL DESAFÍO DE LA
historia
Joaquín Marta Sosa (selección e introducción). Mensaje con destino. Antología de Mario Briceño Irragorry. Caracas: Fundación Bancaribe, 2011.
Mario Briceño Iragorri es uno de nuestros “pensadores y escritores mayores”. La variedad de temas tratados en sus ensayos dan cuenta de su preocupación por su entorno, por su país. Tenía una visión particular de la historia: “Buscar mejor basamento de la venezolanidad, he aquí el solo móvil de mis estudios de historia. Creo en la historia como en una de las fuerzas más efectivas para la formación de los pueblos. No miro los anales antiguos como historia de muertos o como recuento de anécdotas más o menos brillantes. La historia tiene por función explicar el ser de la sociedad presente y preparar los caminos del futuro. Mientras más penetrante sea ella en el tiempo, mayor vigor tendrán los valores experimentales que de su examen podamos extraer”. En este trabajo encontramos una selección no solo de aquellos de sus ensayos más conocidos, también de los menos publicitados. Una cronología antecede los escritos de Mario Briceño Iragorry, que han sido organizados por temas. La primera parte está dedicada a ensayos biográficos; la segunda parte nos ofrece su visión de la historia; en la tercera encontramos reflexiones sobre el nacionalismo y la política; siguen luego sus consideraciones sobre la moral y la ética, propuestas para la acción. Completa esta obra, el “Breve diccionario de Mario Briceño Iragorry” por Rafael Peña Álvarez.
Hamburgo, de Altagracia a Salas. Correspondencia de Federico Brandt 1890-1893. Caracas: Fundación Polar, 1998.
El pintor Federico Brandt era apenas un adolescente cuando llega a Hamburgo junto a su hermano mayor. En esta población alemana permanecerá durante tres años separado de sus padres y hermanos. Durante ese lapso mantuvo comunicación epistolar con sus padres. Son precisamente estas cartas, rescatadas por su nieto, las que están reunidas en este libro. A través de ellas podemos saber las impresiones del futuro artista plástico sobre un país y una cultura, tan ajena y diferente a la que dejaba en Venezuela. Las incidencias en la escuela ocupan espacio dentro de su relato, las materias en las cuales se destacaba, los compañeros de clases, etc. Registra también observaciones sobre el clima y cómo lo impresionó la primera nevada, cómo lo afectaba el frío, su primera navidad y los regalos que recibió, la soledad que sintió el día de su santo, que no pudo mitigar con los compañeros de estudios porque no había clases ese día. Las costumbres de los alemanes, los modales en la mesa, la comida, los platillos que tan mala impresión la causaban, como la cabeza de cerdo y el repollo. Los lugares que visitaba. Su preocupación por seguir las incidencias de su país a través de los periódicos que recibía de Venezuela. Finalmente, una selección de postales, dibujos y fotografías acompañan este hermoso trabajo.
Carolina Balza
Autorretrato
• CD Luis Humberto Salgado (1903-1977) Intérpretes: Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, director: Jorge Oviedo; Orquesta de Cámara Amadeus, director: Freddy Cadena. Centro Cultural Benjamín Carrión y Banco Central del Ecuador, Quito, 2003-2004.
Armando Zayas. 10 compositores mexicanos Intérpretes: Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, director: Armando Z ayas; Daniel Noeli, piano y Omar Henríquez, viola. Consecuencias Discográficas, México, sin fecha.
Luis Humberto Salgado (1903-1977) es uno de los compositores ecuatorianos más importantes de la primera mitad del siglo XX y uno de los exponentes más conspicuos del nacionalismo en ese país. Estudió música con su padre, Francisco Salgado Ayala, maestro de capilla en Cayambé. Ingresó luego al Conservatorio Nacional de Música para estudiar piano y composición. Este instrumento le sirvió para ganarse la vida acompañando películas silentes y a solistas que visitaban la capital. Su interés por la música autóctona se evidenció en las frecuentes visitas realizadas a poblaciones campesinas, que le nutrieron con una gran cantidad de material que utilizaría en sus composiciones. Es el caso de la Suite Atahualpa o El ocaso de un Imperio, creada originalmente para banda militar en 1933, cuando se celebró el cuarto centenario de la muerte del héroe. En ella, Salgado describe algunos fragmentos de la vida de Atahualpa y el fatal desenlace después de su encuentro con los conquistadores españoles. A pesar de que le considera un compositor nacionalista, su música de cámara, compuesta principalmente entre 1960 y 1970, muestra un lenguaje de avanzada, llegando incluso al atonalismo. Su Sonata para violín y piano y su Quinteto para cuerdas y piano, incluidos en este disco, así lo evidencian.
Este disco compacto doble reúne obras de diez compositores mexicanos. La escogencia de los mismos y de las composiciones estuvo a cargo del director de orquesta Armando Zayas, director mexicano que a lo largo de su carrera ha tenido como norte impulsar y difundir la música de compositores mexicanos. “Elegí obras de compositores que, aún siendo músicos de alta calidad y con una importante trayectoria, no han obtenido el debido reconocimiento en el ambiente musical actual”, escribe en la presentación de este trabajo. En esta oportunidad está al frente de la Orquesta del Instituto Politécnico Nacional, agrupación de la que es director titular desde 1996. Leonardo Velásquez, Mario KuriAldana, Joaquín Beristain, Raúl Cosio, Leonardo Coral, Ulises Gómez Pinzón, Jaime Ruiz Lobera, Salvador Contreras, Enrique Santos y Sergio Ekstein son los autores cuyas obras se incluyen en esta antología. Una especie de caleidoscopio que sirve de vitrina para mostrar las diferentes tendencias estéticas presentes en el panorama musical mexicano actual.
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EL DESAFÍO DE LA
historia
El siglo de oro en la Puebla de los Ángeles Intérpretes: Ars Longa de Cuba; Ars Nova de Guatemala; Camerata Renacentista de Caracas; Capilla del Valle de la Asunción de la Ciudad de Guatemala; Capilla Virreinal de la Nueva España de México; Coro de Cámara de la Universidad de las A méricas; Coro de Cámara de Puebla; Ensamble Vocal e Instrumental De Profundis de Uruguay; Grupo Vocal Gregor de España; Grupo Coral de Argentina; Northwestern University Early Music Ensamble; Northwestern University Choir of Students. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Secretaría de Cultura, México, 2010. Este doble disco compacto pertenece a la serie “Compositores Poblanos” y contiene la obra de los maestros de capilla catedralicios que hicieron vida en Puebla de los Ángeles (México) entre 1603 y 1705: Pedro Bermúdez, Gaspar Fernandes, Juan Gutiérrez de Padilla, Juan García de Céspedes, Antonio de Salazar y Miguel Matheo de Dallo y Lana. A la cabeza del proyecto está el maestro Aurelio Tello, insigne investigador responsable del rescate y difusión de una enorme cantidad de obras del Barroco latinoamericano. Esta compilación de cantos gregorianos y villancicos se logró a partir de grabaciones publicadas por distintas agrupaciones, lo cual evidencia el interés que ha despertado la interpretación de este repertorio latinoamericano en las últimas décadas. Comentarios de Aurelio Tello sobre los compositores acompañan esta magnífica colección y contextualizan las obras, paseándonos desde la magnífica poesía de Sor Juana Inés de la Cruz hasta las jocosas negrillas de Gaspar Fernandes, Gutiérrez de Padilla y Antonio de Salazar.
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