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La edad no es un obstáculo para emprender

La edad no es una limitante para emprender

¿Es compatible los años y poner el negocio de sus sueños?

Por Karla Alcántara,

kaalcantara@eldinero.com.do.

Christel’s Secrets, un proyecto orgánico que deleita el paladar de los comensales.

Empezar un negocio no tiene límite de edad, hay emprendedores que desde muy jóvenes saben que quieren forjar su propia empresa, otros más que estando en la edad adulta logran su sueño de emprender.

Algunas personas dicen que el tiempo es un limitante para iniciar un proyecto, que mientras más años se tiene más rancios se ponen los huesos. ¿Qué hay de cierto en esto? ¡Absolutamente nada! Sin importar la edad crear un negocio desde cero tiene que ver con las ganas de hacer algo bisoño e innovador. Es la necesidad de materializar las ideas, apostar y temer al fracaso, saborear los logros y superar los obstáculos.

Iniciar un negocio es un sendero de luces y tinieblas. Las personas le temen al fracaso, ¿y cómo no temerle? Si es duro, áspero y arrebata las esperanzas; pero la clave está en enfocarse, saber hacia dónde se quiere llegar y tener un objetivo claro.

Todo esto es posible si se tiene un espíritu aventurero, ya que requiere de determinación para renunciar a la estabilidad que tanto se conoce para atreverse a ser original, porque nada es imposible si se trabaja con esfuerzo.

Serendipia

Existen seres humanos que viven una vida plena, conocen distintas culturas y ven el tiempo pasar, les llega el momento de preguntarse “¿Ahora qué? ¡Son 77 años!”. Esa es Christel Ehlert, una mujer que se une al emprendimiento culinario a través de mermeladas e inicia a dar a conocer su gastronomía en su círculo íntimo. Pero no es hasta que alguien le expresa “Ay, que me dé la receta”, que se anima a lanzar Christel’s Secrets, un proyecto orgánico que deleita el paladar de los comensales.

Ehlert es partidaria de que cuando se tiene un producto nuevo se debe acercar a su círculo íntimo como punto de partida y una vez en tu interior surja el deseo de emprender, arriesgarse y hacer algo nuevo. “Cuando una idea se puede hacer, se empieza”, asegura.

Christel Ehlert.

Jasmín Martínez.

Emprender en la tercera edad es un desafío, ya la fémina conoce sus orígenes y sabe qué quiere, es la creencia de Christel, quien asegura que si las personas quieren morir oxidadas se sientan a ver pasar la vida, de lo contrario, deben estar en constante movimiento e ir hacia adelante.

Resiliencia

Para iniciar un negocio solo hay que dar pasos de tortugas que conllevan grandes sacrificios. Una sobreviviente del cáncer muestra resiliencia al tomar la decisión de emprender en el macramé, ya que la idea le aportaba un ambiente de serenidad y conexión con la naturaleza.

Para Jasmín Martínez, creadora de MenKranta, emprender es atreverse a usar una herramienta que tiene en mano para salir adelante y ser independiente. Es partidaria de que capacitarse es una inversión a largo plazo, ya que “si te gusta algo no pierdas tiempo y aprende lo más que puedas sobre ello, porque puede que esa se convierta en tu próxima fuente de ingreso”, explica la fémina de 19 años.

Esto quiere decir que el emprendimiento no se alzará como paloma de la noche a la mañana, tomará tiempo, habrá altas y bajas, pero si se tiene voluntad para cumplir con el objetivo al final saldrá bien. “Algo que podemos usar como motivación, es saber que las personas que hoy en día son exitosas lo intentaron mil veces antes de llegar a donde están”, expresa Martínez.

El emprendedurismo es dar un paso hacia adelante, arriesgarse a salir de su zona de confort y aventurarse por un mundo desconocido. La dueña de MenKranta empezó a tejer las piezas como pasatiempo y una vez vio el resultado, entendió que había encontrado su “negocio de ensueño”.

Apoteosis

Ir hacia adelante debe ir de la mano con la inspiración. Para Ehler, inspirar significa “descubrir algo nuevo”. Para Martínez, significa “conectar con la naturaleza” para ofrecer un proyecto desarrollado con amor y pasión para brindar al público un producto de calidad.

Una vez entregado el producto en la sociedad, Martínez confiesa que tejer piezas de macramé es ver la satisfacción en el rostro de los clientes al final de cada trabajo, ya que la motiva a crear piezas de arte para otras personas. Mientras que para Ehler, su corazón rebosa en regocijo cuando los comensales disfrutan de las chutney.

Sin embargo, emprender es un camino impredecible, trae consigo altibajos, pero genera “satisfacción con uno mismo y nos da independencia económica a largo plazo”, agrega Jasmín Martínez, quien aconseja que “tratar de llevar las cosas con calma, disfrutar el proceso y tomarte un tiempo para aplaudir tu trayecto”.

El camino del emprendedor debe ir de la mano con la capacitación: “leer, investigar y luego iniciar”. Se tendrá satisfacción de saber que se está creando un producto de calidad que gustará a los clientes. El emprendedor siempre debe tener la cabeza en alto “porque cuando una idea se puede hacer, se puede vender”, culminó Christel Ehler.

Como dicen, “más vale tarde que nunca”, y esta parece ser la clave a la hora de emprender a cualquier edad: “el no quedarse con las ganas de haber hecho algo que querías”.

MenKranta pone a disposición una amplia variedad de opciones.

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