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Los escribas Divulgación Literaria, Histórica y Artes Plásticas
Año 1 mes Julio Nº 2
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Director Alberto Calderón P. Jefa de redacción Maricarmen Delfín D. Consejo editorial Enrique Escalona del Moral Gabriela Jiménez Alfonso Pedraza Héctor González Aguilar Kory Hernández Hernández Ángel Rafael Martínez Alarcón
Twitter: @RevEscriba Twitter:RevEl_escriba Facebook: Los escribas correo: rev.elescriba@gmail.com
Editorial Para los que hacemos la revista Los escribas es motivo de satisfacción la respuesta que han tenido sus lectores con el primer número dentro del estado de Veracruz, de varios rincones de la República Mexicana, en Sudamérica, Europa y Australia; en este número aparecen colaboraciones de algunos de ellos. Esta segunda entrega correspondiente al mes de julio está llena de gratas sorpresas, contamos con trabajos de poesía, cuento, ensayo e historia, agradeciendo a cada uno de los participantes la confianza que nos depositan al publicar en Los escribas, asumiendo el compromiso de esforzarnos día con día para brindar una revista de calidad, con el objetivo permanente de aumentar, dentro de nuestras posibilidades, la distribución para que llegue cada vez a un mayor número de lectores. El mes que parte el año en dos nos permite hacer el recuerdo de los Julios que han dejado una huella con su legado literario, así el peruano Julio Ramón Ribeyro, uno de los mejores cuentistas latinos, se hace presente en la memoria literaria de Los escribas; participan en este número de dos escritores contemporáneos de esa región andina. De igual forma recordamos al poeta colombiano Julio Flórez, y tenemos la colaboración de una amiga gran poeta, coterránea del mismo país. Publicamos poesía enviada desde Australia, además décimas y ensayos, sobre el mes de julio, las mujeres artesanas, y la escritura; también gratas lecturas de cuento. Como siempre les envío un fraternal saludo y les recuerdo: Juntos podremos hacer más por la cultura. En la portada: Herta reading (1913). Autor: Alfrēds Plīte - Pleite Latvian National Museum of Art
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Contenido 4. Poemínimos Alfonso Pedraza
5. Lucy en el país de los diamantes Alberto Calderón P.
6. Me ganó la tristeza Gwenn-Aëlle Folange Téry
7. Antología de relatos de Ribeyro Juan José Barrientos
8. Sin título Gloria Domínguez
9. La prueba Rubén García García
9. Décimas Mario Millán
10. Nace un verso Yolanda Bazán
11. Escribir, ¿para qué? Agustín Cadena
13. En una cantina Héctor Campos
14. Pintoescultura Juan Alberto Hernández Ortíz
15. Julio Maricarmen Delfín Delgado
17. Yo sólo vine a enseñar Rodolfo Cisneros Márquez
21. Yo silvestre y Susurro de brisa Gabriela Jiménez
22. Balada de junio Cristina Sánchez López
23. El divino Flórez H.C. Roys
23. Luces y Escribes César Antonio Hurtado L.
25. Heme aquí y Olvido Sergio Alarcón Beltrán
27. Mujeres artesanas: El arte poético de crear Enrique Escalona del Moral
30. Soplo del golfo Eduardo Cerecedo
31. Incertidumbre Elvira Mora Mora
32. Cien años de Metamorfosis José Miguel Naranjo R.
34. Acróstico para Aquilina Manuel Kentore
35. Elaura y su tetraedro Laura Pini
36. Un cuadro y un cenicero vacío Bernardo Cortés Vicencio
37. Julio Zárate Ferrer Ángel Rafael Martínez Alarcón
38. Dennis Rodman Roberto Rosales
39. Sobre ruinas Moisés Vadivieso
40. El Sasaras Emma Villa Arana
41. Estaciones Farah Ennuar Pérez
42. Dormidos párpados Marytere Caracas
43. Poemas José Raúl Silva Rodríguez
44. Por razones de estado e Infidelidad Lilitt Tagle
45. Semblanza de participantes
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Pureza cautiva
Alfonso Pedraza
La inmovilidad que le causa la estrechez en que se encuentra, la oscuridad total y el creciente olor a humedad y polilla le indican que hace mucho tiempo permanece allí. Aquel que le condenó a la perpetuidad en ese sitio, cambió su antigua afición a las novelas de aventuras por lecturas de romance y erotismo y olvidó su inocencia entre las páginas de La isla del tesoro.
Prender Primero su mirada felina y voz melodiosa, después un leve cosquilleo en los dedos al tocar su cintura, firme y rasa. Me dice ella que ocurrieron cosas bellas las horas postreras, no tengo recuerdos cabales, tan sólo su aroma a tilo y frutillas y una imagen que me muestra pisando a centímetros del piso, flotando.
Rescate telefónico a la carta —Con una chingada, señora, así se lo devolveré, ¡capado! Pero ni un peso menos o cuello.
Aciaga reflexión de una liebre madrileña secuestrada Aquí, hay gato encerrado.
Candor La manzana cree aprisionar al gusano
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Alberto Calderón P.
Lucy en el país de los diamantes
Retornaste a la superficie una noche llena de estrellas en este mundo del que nunca te separaste, hombres y mujeres seguían tu pista, la luna se encontraba en todo su esplendor esa noche etíope, el viento seco esparcía melodías de los Beatles en el campamento. Al iniciar Lucy in the sky with diamonds, una brocha retiró la tierra que te cobijaba, primero asomaste uno de tus 52 huesos encontrados, te nombraron “Lucy”. Apenas contabas con veinte años y veintisiete kilos de peso, Nunca se sabrá cuantos hijos tuviste pese a tu escaso metro de estatura. Transitaste este mundo hace tres millones de años. Descansabas placenteramente en el valle del río Awash junto a otros doce de tus familiares, a partir de ese momento perturbaste las mentes ávidas de recrear tu pasado. Aun sin vida para nosotros volviste a nacer. Conocer tu pasado nos intriga, como a ti la curiosidad cuando bajaste de las copas de los árboles y erguida, emprendiste un recorrido con solo dos extremidades y tus pisadas cada vez mas seguras, en esa senda que te trajo hasta aquí.
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Gwenn-Aëlle Folange Téry
Me ganó la tristeza Claro que a veces me gana la tristeza… Si no soy un ángel, no soy de palo. Y aunque ande diciendo por ahí que qué buena que soy, que linda y que tranquila… Pues a veces me gana la tristeza Por una palabra Una mirada, Por la música Por el silencio Sólo por el día de hoy Porque sí y nada más A veces me gana la tristeza… Por las palabras Y las miradas Por él que dice que no le importa Que ni lo incluyan O él que dice que no va Que ni quiere estar O también por él que ni cuenta se dio Por la que mira Y todo entiende Nomas así, de repente, me ganó la pinche tristeza.
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Publica la Universidad Veracruzana una antología de relatos de Ribeyro. Juan José Barrientos
Aunque obtuvo el Premio Rulfo hace veinte años, la obra de Ribeyro no es muy conocida en nuestro país, y la Universidad Veracruzana ha publicado este año una antología titulada La insignia y otros relatos geniales. Con prólogo de Juan José Barrientos. Ribeyro es sobre todo conocido por algunos cuentos que son el reverso de las success stories divulgadas hasta el cansancio por el cine hollywoodense. Los protagonistas de esas películas logran realizar sus sueños, después de superar algunas dificultades, pero en los relatos de Ribeyro no hay final feliz; las cosas empiezan bien y acaban mal o incluso empiezan mal y acaban peor. Sus protagonistas, aporreados por la vida, conservan sin embargo algún anhelo secreto y creen poderlo alcanzar, pero se pegan un chasco y fracasan estrepitosamente. Las success stories resultan engañosas, porque nos animan a soportar las contrariedades con la promesa de una recompensa inalcanzable, en vez de prepararnos para la vida, y en cambio en los cuentos de Ribeyro aprendemos a lidiar con el fracaso y a reírnos de nosotros mismos. Ribeyro, en fin, hizo del fracaso su mayor éxito y en sus cuentos y relatos hay una especie de virtuosismo, por las innumerables variaciones que ensaya.
con la realidad a cada momento, que realmente son de- rrotados”. Personalmente, no se sentís frustrado, según le dijo a un periodista: “No, porque he realizado lo que he querido, contestó. Yo he querido viajar a Europa, publicar libros, casarme con la mujer que quiero, tener un hijo, tener una casa en Barranco (Lima) y otra en Europa, y lo he conseguido. No, no me siento frustrado, aunque no puse en estas cosas el empeño que otros ponen”. Ribeyro vivió la mayor parte de su vida en París, donde trabajó como redactor para la Agence France Presse y luego consiguió un puesto, primero como agregado cultural en la embajada de su país, y luego en la delegación en la UNESCO, donde llegó a ser embajador. Aunque tuvo que someterse a una cirugía devastadora, y los médicos le daban apenas unos meses de vida, vivió 23 años y nunca perdió su vitalidad ni su sentido del humor. La antología es una oportunidad de conocer a este escritor que supo hacerse querer por sus lectores y dejar una imagen imborrable.
“Yo nunca he tratado de crear deliberadamente una atmósfera más o menos coherente u homogénea en todos mis cuentos, para darles, digamos un sello personal”, declaró el escritor, interrogado por un crítico, pero reconoció que en sus obras hay “un mundo de personajes rattés, vencidos, a los que les salen mal las cosas. Ilusos que se dan de tropezones Ribeyro con cigarro, su familia y primo
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SIN TÍTULO
Gloria Domínguez Con la noche sucede la pequeña muerte. Sortilegio, ilusión, apresuramiento, duda, todo el tejido de las horas, viaja en el tren de rápido camino. ¿Acaso soñaste demasiado? ¿Momento tras momento, avizoras el mismo afán inalcanzable? ¿Comías de la mano de una dulce esperanza? ¿Fue posible enlazar tus dedos con los suyos?, mano que sabe tocar la tuya con firmeza y apresurarte a caminar. ¿Tal vez dijiste: "Para mañana, morir será mejor”, para mañana..."? Deletreas esa palabra: “Vivir”, Sílaba que golpea tus sienes, insistente, Como el péndulo del reloj a la pared le grita Y estremece su edad, la piedra, su fijeza en el mundo. Gong, gong, gong. Es hora de caminar, ligeros como el sueño, El sonido asciende, lo mismo que la risa. Cierras los ojos igual que las aves: para percibir, durmiendo, La voz del mundo suspendido. La pequeña noche acontece. La muerte no percibe cómo sucede, a qué sabe el plomo, la mesura, la líquida terneza en la pupila de quien jamás lamenta lo perdido. 8
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Rubén García García
LA PRUEBA Ella estaba en un rincón de la sala orquestando sus manos largas que más que ganchos parecían batutas. Él fumaba y tamborileaba pensamientos; nada le parecía relevante. Intentaba recordar, pero las evocaciones pasaban veloces y livianas. —¿Qué haces? —Tejo. —¿Es una corbata? Ella ignoró el sentido irónico y siguió con la labor. —Sólo practico un punto que resista cualquier embate. Él salió dando un portazo. Respiró hondo; la fina lluvia rápidamente lo cubrió. —¡Tu gabardina! —le gritó. —Eres divina, estás en todo. —Sólo te cuido —Le dijo paciente. Se internó por las callejuelas del barrio. La luz mortecina dejaba ver los grafitis y bajo el dintel de un viejo portón, miró a un ciego que cantaba, percutiendo con sus pies un bote de lata. Entró en el bar, pidió un tequila, después otro. La luz traspasaba indiferente los dobleces del humo que salían de la boca de los escasos parroquianos. Un saxofonista resoplaba el instrumento. No aguantó más y pidió la cuenta. Por la mañana, su esposa lo encontró colgado con el lienzo que ella había tejido. Dijo para sí: “El punto no es tan bueno, tendré que ajustarlo”, y empezó a vestirse de negro.
Décimas de Mario Millán Soto
Julio César en su orgullo Del segundo sexteto, primo, Dijo así mi nombre imprimo Al septiembre destituyo, Perruno calor intuyo Exaltado al calor solar Convidado a Cortacear “El que calor no elija, Tire la primer cobija” Por el Julio canicular.
Dame una nota de amor Para cuidar esta tierra Acaso tu ser no encierra ¿Del planeta su sabor? Te dices el constructor De ciudades y palacios Mas destruyes los espacios Donde acuna la frescura Presumes tener cultura Pero al amarla son reacios
Mario Millán Soto Xalapa Veracruz, 15-06- 15
Mario Millán Soto, 12-06-15 Sayula Veracruz
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Yolanda Bazán
NACE UN VERSO A cada segundo nace un verso de un beso sincero, o una bella flor, del cielo infinito que regala estrellas también de la amargura de un profundo dolor.
Se vuelve triste un verso y una dulce canción por ver tanta muerte, miseria y desamor, cada día crece más y más el horror, que mata niños, mujeres, sin ninguna compasión.
Es un oficio matar, no tienen sangre en la venas, los que aprietan un gatillo, los que creen que es normal, acabar con una vida, eso no les causa pena.
¿Es que se ha vuelto el humano, un ser tan irracional?.
El verso se ha vuelto llanto, y en su profundo dolor, se revela y se levanta, grita con fuerza y valor. Sin miedo, rompe barreras, no tiene que usar las armas, porque el arma que usa el verso, es palabra y es amor.
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ESCRIBIR, ¿PARA QUÉ? Lo sabe el adolescente que se pasa horas texteando en el teléfono. Tal vez sea cierto que los amorosos callan, pero lo hacen a su pesar. Todo amante quisiera gritar su amor a los cuatro vientos, que todos se enteraran, que quedara ahí para la eternidad. Quisiera escribirlo.
Agustín Cadena Varias veces he oído la queja de que hay más escritores que lectores. Lo dicen como si fuera una señal de decadencia cultural, o como si pensaran que los lectores no van a ser suficientes para tanto escritor y que algunos se quedarán sin ser leídos. Yo creo que es al contrario: una sociedad en la que todo el mundo escribiera sería una sociedad maravillosa, donde todos se atreverían a expresarse sin temor a hacer el ridículo ni nada de eso, donde habría más creatividad, imaginación, pensamiento crítico, sensibilidad hacia los demás; donde habría menos temores soterrados, menos secretos de esos que se le pudren dentro a quien los guarda, menos odios inconfesados. Y menos gente olvidada. Por otra parte, puesto que se lee más rápido de como se escribe, es impensable eso de que alguien se quedara sin lectores. Al contrario, en una sociedad libre de prejuicios canónicos, libre de esos críticos sacerdotes que pretenden filtrar lo que llega a la gente, todo el mundo tendría un libro publicado y lectores para éste.
Es más difícil vivir sin escribir que vivir sin leer. Esto lo sabe el preso que cuenta su historia en los muros de su celda, el náufrago que traza palabras para sí mismo en la arena de una playa perdida, el enfermo que decide llevar un diario de su padecimiento, el enamorado que garabatea en el tronco de un árbol las iniciales de la amada, el adúltero que, no pudiendo callar más, deja testimonio de su pasión en la pared del cuarto de hotel.
Será que la necesidad de expresarse es la primera necesidad no biológica que experimentamos al nacer y la última antes de marcharnos. Es que la vida exige ser expresada. El amor exige ser expresado. El deseo. Pero también el dolor, el miedo, el resentimiento.
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He escuchado decir a algunas personas: “Escribir, ¿para qué? Yo no tengo talento”. ¿Quién habla de talento? Todo el mundo es capaz de escribir algo que le guste a otra persona. Tal vez “talento” simplemente significa poder escribir algo que les guste a muchas personas, o a pocas pero muy inteligentes o reputadas como tales. Bueno, ¿y? Todo eso es relativo. Además no todos tenemos que ambicionar lo mismo. Algunos escritos, como las cartas de amor, se satisfacen con lograr un efecto en un solo lector.
Borges decía que él escribía para si mismo y para un grupo selecto de amigos. Cioran, por su parte, usaba la escritura como remedio para el insomnio y para postergar su suicidio una noche más. Gabriel García Márquez escribe para que lo quieran. Hay tantos motivos. Personalmente, cuando empiezo a escribir un libro nuevo me siento como quien arma un rompecabezas de 1500 piezas: sé que me dispongo a hacer algo que me llevará muchas horas y requerirá una paciencia enorme y un cuidado extremo, sé que habrá momentos en que deba desbaratar lo hecho y comenzar otra vez, y que hasta es posible que tengas ganas de abandonar el proyecto y empezar otro. Pero sigo trabajando y la mayoría de las veces lo hago con gusto porque sé que cuando termine me dará una emoción enorme ver el rompecabezas ya armado. Esa satisfacción será mi recompensa, y claro, si alguien viene a la casa, me dará mucho gusto enseñarle lo que hice y que me diga que quedó bonito.
Creo que todos escribimos por motivos semejantes. Escribimos para que un día se nos pueda juzgar con justicia. Para que nos quieran, como García Márquez. Para demostrar nuestro cariño también. Para ganar nuevos amigos que vean la vida un poco como nosotros. Escribimos para dialogar con nosotros mismos y porque no todo está dicho todavía. Hay tantas historias que valdría la pena compartir, historias maravillosas, tristísimas, admirables, horripilantes, inspiradoras, deprimentes, asquerosas, cómicas, locas... eso es la vida. Y la vida es fascinante en todos sus colores: cuando es blanca y cuando es negra, cuando es color de rosa, roja, azul, dorada, gris... Escribir nos salva de olvidar eso.
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Héctor Campos E.
En una cantina
Fue en una cantina de tierra caliente. La luz de las lámparas empezaba a dominar entre el sopor y la claridad vespertina que se extinguía. Estaba al otro extremo, junto al tragamonedas que molía una vieja canción. Nadie más. Los antebrazos sobre la barra, inclinado sobre ella. Serio, rígido y nervudo. El sombrero punteado. Su mirada indefinible, como todo él, protegido de atisbos por una vieja chamarra de cuero. La penumbra del sombrero oscurecía el rostro y la pelambrera del bigote sobre su boca. Alzó la cara y vi el tajo que la atravesaba. El costurón bajaba de su ojo izquierdo, le fruncía la boca y volvía a subir por un lado del mentón. Levantó la copa, saludando. Ladeó la cara. El licor destelló ambarino y lo apuró por un lado del deforme orificio. Golpeó la copa sobre la barra. El cantinero, casi invisible, apareció desde algún lado y la llenó. El hombre, con desgano, caminó hacia mí. Su seriedad la escindía su sonrisa de cicatriz. Un rato después y con unos tragos más, su charla ligera y amena afloró. Era un tipo descomplicado y tranquilo, como si los cortes en su cara, no hubiesen penetrado su alma. Sin preguntarle me contó lo que había sucedido. Recordó la noche abismal en que los vapores del alcohol se treparon por la sangre de los hombres hasta la cúspide de la riña, donde relumbró el filo de la moruna. Lo que siguió debió ser tan natural como lo que sigue a las trifulcas de alcohol. No me dijo quién había sido ni yo le pregunté. Después de trozos de silencio, de vacíos cortados, con pedazos fruncidos de voz, sin un orden, sin una geometría, agregó: -Ya lo maté…y lo olvidé.
La charla aceitada por el vino se prolongó mucho rato, junto con la molienda de viejas canciones. El cantinero avisó que cerraba. Vino a mi mente aquel personaje de Alejandro Dumas, El hombre en la máscara de hierro. Sólo que aquí la careta era de olvido y no era ficción sino una realidad tasajeada. Antes de separarnos le dije: -Esto lo contaré algún día. Me miró y olvidando que era el hombre que no sonríe, lo intentó y en un pliegue retorcido de su boca, relució un diente de oro. Hoy, treinta años después regresé a tierra caliente y entré a esa cantina. El tragamonedas, polvoriento y mustio había enmudecido. No hubo nostálgicas canciones, pero los destellos dorados de mi copa azuzaron al tropel de mis recuerdos y pensando que llegará a leerlo, escribí este relato.
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Juan Alberto Hernández Ortíz. De la serie pintoescultórica “Conciertos Didácticos”. Su elaboración se realizó a base de una técnica mixta con papel maché. “Esta serie surge a partir de unas fotografías que me mostró por el maestro Mateo Oliva conciertos didácticos promovidos por él y la Orquesta Universitaria de Música Popular de la Universidad Veracruzana, a diversas escuelas, asilos, instituciones,entre otros. En esas imágenes –que el maestro atesoraba pero también compartía- se aprecia a cada músico de la UMP mostrando el instrumento que toca a las personas que así lo deseen. El propósito consistía (me explicaba el maestro cuando me mostró esas imágenes) en ir creando nuevos públicos hacia la música, que las niñas y los niños desde muy pequeñitos sintieran curiosidad e interés tanto por los instrumentos como por la buena música”.
“Esta obra corresponde al músico naolinqueño Héctor Miguel, mientras sostiene su violín, y una niña frota las cuerdas con el arco, mientras sonríe. La representación del cuerpo del instrumento como si fuera el del mismo músico, quiere reflejar que al compartir su conocimiento musical, el músico da algo de sí mismo, pues la música es parte de su ser”.
El escritor campechano Héctor Campos al referirse a la obra cometa:
“Transmuta al lienzo y al espacio escultórico el instante que la fotografía capta, esa transfiguración de los niños y sus sonrisas pero dotándolas de la magia que sólo puede dar el arte escultórico y pictórico combinados”
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Julio Nuestro séptimo mes, nombrado así en honor del emperador Julio César (Julius en latín), sus biógrafos refieren que nació un 13 de julio del año 100 a.C.; aunque anteriormente fuera el quinto en el primitivo calendario romano llamándose Quintilis. Julio, voz en la que tenemos un venero de donde brotan cual cristalinas gotas referentes de la literatura, distinguidos en el estilo que como un fino sello de ocre los ha marcado convirtiéndolos en las partículas brillantes del universo de los escritores consagrados. Julio es la nebulosa que dio origen a estas estrellas, las que se parangonan con las que contemplamos cada noche, ellas nunca cambian de lugar, siempre están ahí pero cuando levantamos la vista al infinito nos siguen fascinando con su brillo, las volvemos a descubrir sintiendo que somos parte de esos mundos inalcanzables. La Literatura es el arte de expresar estéticamente los pensamientos que intensifican nuestra realidad desafiando los límites de nuestro propio ser, es la responsable de proporcionarnos una sensación placentera, de ser partícipes y dueños de experiencias extraordinarias que modifiquen la conciencia por medio de la sensibilidad. Nacimiento de los astros pertenecientes a la constelación juliana de las letras Día 1° (1909) el uruguayo Juan Carlos Onetti, Premio Cervantes 1980. Obras: El Pozo, La vida breve, El astillero. Clasificado como existencialista e innovador introduciendo la modernidad en la narrativa latinoamericana. Escribió novela, cuento y ensayo; algunas de sus obras se adaptaron al cine. Día 2 (1877) el germano-suizo Hermann Karl Hesse, quien escribió en sus inicios bajo el seudónimo Emil Sinclair, Premio Nobel de Literatura 1946. Ensayista, poeta, novelista y
Maricarmen Delfín Delgado
pintor de estilo expresionista, con cuarenta obras la mayoría traducidas a más de cuarenta idiomas y dialectos, con una influencia inigualable en la cultura del siglo XX. Las más famosas: El lobo estepario, Siddhartha, Demian. Día 3 (1883) Franz Kafka escritor checo de familia judía que escribió en alemán; su obra es sobresaliente en la literatura alemana, de las más influyentes e innovadoras del siglo XX, caracterizada por su inclinación a la metafísica sintetizando la ironía, la lucidez y lo absurdo. Obras: La Metamorfosis, El Proceso, Un artista del hambre. Día 5 (1889) Jean Cocteau escritor, dramaturgo y cineasta francés, vanguardista de los primeros años del siglo XX, sin un estilo definido su obra es mezcla de varios imperantes en su época, la cual ilustraba pues también se aficionó al dibujo y a la pintura. Algunas de sus obras literarias: La sangre de un poeta, El águila de dos cabezas, Mas. Día 10 (1871) Marcel Proust escritor francés, en sus primeros años se destaca como inteligente y sensible dedicándose a su vocación por las letras; ya en su juventud con una vida despreocupada y mundana desiste de su carrera como diplomático para finalmente dedicarse a la creación literaria con novela y ensayo. Un ejemplo de su producción: Los placeres y los días, En busca del tiempo perdido, Por el camino de Swann. Día 10 (1902) el cubano Nicolás Guillén, periodista y poeta inclinado a la lucha social, reivindicando a la cultura negra dentro del mestizaje y la transculturación. Incansable activista político, máximo representante de la poesía negra centroamericana, posmodernista y vanguardista de la línea realista cubana. Sus obras sobresalientes: Los motivos del son, Sóngoro cosongo, West Indies Limited.
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Día 12 (1904) el chileno Pablo Neruda, considerado el más grande poeta del siglo XX, de abrumadora personalidad, de convicción comunista y viajero incansable; empezó su carrera literaria publicando ensayos en un periódico local cuando tenía 14 años, a los 16 el joven poeta, quien ya firmaba con seudónimo, obtiene el premio de la Fiesta de Primavera de Temuco . Algo de su producción: Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Residencia en la tierra, Los versos del capitán, España en el corazón.
Día 26 (1875) Manuel Machado poeta español representante de la Generación del 98, de estilo modernista y simbolista; doctorado en Filosofía y Letras, miembro de la Real Academia Española. Sus primeros trabajos poéticos se publicaron en revistas modernistas, corriente con la que se sentía plenamente identificado. En su obra posterior expresa su tono melancólico alternando con el humor pero sobre todo pretendía atrapar en el poema al tiempo. Campos de Castilla, Nuevas canciones, Soledades: poesías, son algunas de sus obras.
Día 21 (1899) el escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway, uno de los mejores en el género de la novela y el cuento del siglo XX, con gran influencia en el manejo de la ficción y el retrato de la época; ganador de los premios Pulitzer y Nobel de Literatura, corresponsal en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra Civil Española, de donde tomaría sus experiencias para plasmarlas en sus relatos y novelas. Obra: Un gato bajo la lluvia, Las nieves del Kilimanjaro, El viejo y el mar, Por quién doblan las campanas.
Nos podemos omitir a otras luminarias que ya son estrellas fugaces pues se fueron del firmamento literario dejando su estela de luz como huella del paso por este universo de letras: Julio Cortázar, Julio Verne, Julio Flórez y Julio Riveyro. Así, Julio nos convida a ser navegantes espaciales para flotar como una partícula más en la inmensa galaxia de sentimientos que es la literatura, abandonando por un rato este planeta.
Oleo sin título de la pintora y poeta veracruzana Rocío D`Ledezma
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YO SÓLO VINE A ENSEÑAR
Rodolfo Cisneros Márquez
Mariana era una instructora recién titulada, apenas contaba con 21 años de edad. Entre sus compañeros de trabajo en el despacho de capacitación donde laboraba siempre tuvo fama de ser soñadora, pero sobre todo media despistada. Aquel día se sentía nerviosa e insegura porque, por primera vez, impartiría su curso “Desarrollo humano y manejo del estrés” en un reclusorio. Aquel lunes, Mariana, bien bañadita llegó al penal, se registró, una custodia le practicó una revisión de rutina. Mariana sin ropa, sonrojada, sonreía por el nerviosismo que le producía ser auscultada tan minuciosamente por aquellas manos enfundadas en unos guantes de látex blanco. Quiso salir corriendo pero no pudo, su compromiso profesional por la capacitación no se lo permitió. Siempre imaginativa, en un momento fugaz de un abrir y cerrar de ojos recordó la película El Apando y creyó ser la Meche (personaje interpretado por María Rojo en la cinta de Felipe Cazals, donde le es practicada una revisión vaginal por una custodia perversa con rasgos varoniles interpretada por Ana Ofelia Murguía, con su uniforme, su gorra y su frente emperlada de sudor después de someterla a una lujuriosa revisión vaginal, la custodia libidinosamente excitada y complacida le dijo a Meche: “¡te gustó! ¡bien! … que te gustó!”) Después de la revisión se vistió y caminó por los pasillos fríos e interminables, formados por aquella infraestructura con paredes color gris pálido que acentuaba aquel aislamiento. Mariana se sintió abandonada a su suerte, jamás pensó que en su vida profesional se presentarían sacrificios de este tipo. Pero siempre soñadora se imaginó ser La Maestra Inolvidable (película dirigida por René Cardona e interpretada por María Rivas como la maestra, que con su pierna de palo caminaba por todas partes soportando de todo por su compromiso con la educación de sus alumnos). Al registrarse en la tercera puerta la atendió una custodia que resultó ser más despistada que ella, porque después de ponerle un sello en una de las muñecas de su mano, equivocadamente en lugar de darle un pase para el área administrativa donde se iba a impartir el curso, le entregó un pase para la visita conyugal, el cual Mariana no revisó por los nervios y confiada continuó su recorrido sin percatarse del equívoco. Llegó a la cuarta puerta de lámina, tocó, una ventanita a la altura de su cara se abrió, Mariana enseñó el pase y la custodia enseguida le abrió. La custodia le revisó el sello y sonrió morbosamente al leer el pase y sin más la condujo hacia el pasillo donde se encontraban los cuartos de la visita conyugal mientras le decía: —Tú sí que debes de estar bien palanca para que te dejen entrar los lunes y tan temprano, en lugar de venir los jueves como las demás. Mariana extrañada le contestó:
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—No entiendo lo que me dice —pero recordó su curso de Asertividad donde aprendió a mejorar su comunicación efectiva con los demás y con aplomo respondió—, pero ¡sépase que yo siempre he trabajado en todas partes desde el lunes y bien temprano! —¡Claro!, porque estás polla. —¿¡Polla¡? —¡Sí, polla!, pero ya que tengas mi edad, a ver si aguantas, y por cierto ¿cómo te llamas o te dicen? —Me llamo Mariana y algunos me dicen Mari y a propósito ¿me puede informar si todo esta listo? —¡Por supuesto!, no comas ansias. —Le contestó la custodia. —Oiga, me dijeron que en la primera sesión va estar el director. —¿Cómo? ¡¿Así que te sientes a nivel ejecutivo?! —No es cosa mía, eso me dijeron. La custodia tomó como presunción aquellas respuestas y adoptando la posición de jarrita preguntó ¿y qué más te dijeron si se puede saber? —Pues que si no hay una participación mínima de 10, este evento se puede cancelar. —A cabro…chihuahua 10, ¿podrás? —¡Por qué no voy a poder ¡hasta se me hacen pocos! Contestó Mariana sintiendo que aquella mujer atentaba contra su profesionalismo. Cuando llegaron al último pasillo se fue la luz, la custodia le dio ánimos. —No te preocupes, están soldando alguna reja y de seguro esos tarugos ya fundieron los fusibles. Pero yo conozco a la perfección este lugar y sé cuál es el mejor sitio para que puedas trabajar a gusto. Pero mira, aquí entre nos, no creo que se junten tantos, porque nadie te conoce, nunca se ha escuchado por aquí el nombre de la Mari, pero qué te parece si yo te los junto, tú haces tu chamba y yo me gano mis propinas ¿entiendes? —Pero ¿se podrá, no irá haber problema? —No te preocupes muchacha, estás en México y aquí con dinero se puede todititito. —Pero no se ve nada, y que feo huele, como a Clarasol. —Y eso que no viniste hace 15 días, cuando recién llegué, estaba peor y ahora hasta contamos con uno que otro colchón nuevo. —Qué bueno que me lo menciona, porque voy a necesitar unos cinco en fila para que los participantes se rolen más rápido en las dinámicas de grupo hasta llegar a la relajación total. —¿Dinámicas? A ver, ¿pues cómo lo vas hacer, si no es indiscreción? —Preguntó interesada la custodia. —Mire, primero les voy aplicar un Rompimiento del hielo con Pelota caliente, para entrar en confianza, enseguida una Técnica motivacional, Phillips 66, Entrar y salir, un par de corrillos, cuchicheo y si da tiempo hasta el cinquillo y la reja. —¡Qué bárbara!, tú sí que sabes, eres una expertaza, y yo que creí que ya había hecho de todo. —Usted anímese. —Dijo Mariana tratando de convencerla.
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—¿Yo? —Sí, ¡usted!, lo va a disfrutar mucho, se lo aseguro. —Oye, cómo te atreves a hacerme una proposición así, aunque como lo platicas se me hace muy tentador, pero…. mejor no. No te niego que en el mero fondo bien que me gustaría. Estás simpática, pero a mi edad y ¿contigo? —¿Y que tiene de malo?, se ve que usted necesita mucho el desarrollo humano, lo noto en su mirada y hasta me lo va a agradecer. —¡Sólo eso me faltaba! —exclamo la custodia—, de ningún modo, aunque ya somos socias. ¡No me tientes Satanás! Mejor me voy a convencer a los muchachos de que vengan contigo. Mientras siéntate en esa banca con cuidado pues está tan oscuro, ahorita vengo. Después de unos minutos, cuando la custodia regresó agitada y bañadita en sudor, le dijo a Mariana: —Ya los convencí, se están formando y ahorita llegan. Mientras te comento que los practicantes de la Secretaría de Salud vienen cada seis meses y nos dejan unas cajas de condones y te traje una, tómala y úsalos para tu seguridad. —¡Condones¡ —Gritó Mariana aventando la caja. En ese momento regresó la luz y Mariana, al ver esos cuartos inmundos abiertos de par en par, sorprendida preguntó: —¿De qué se trata esta broma? La custodia, preocupada por la reacción de Mariana, le dijo: —¡Tranquila¡, no es ninguna broma. ¿Pues a qué viniste? —Yo solo vine a enseñar. —Y ¿qué vas a enseñar? —Desarrollo humano y manejo del estrés en 20 horas que durará mi curso. —¿Curso? —Sí, curso. —Pero, ¿ya te diste cuenta que traes un pase de visita conyugal? —¿Cómo? Mariana, desconcertada, leyó el pase sin poder creerlo y en seguida aterrada lo aventó y solo atinó a decir: —¡Condúzcame de inmediato a la Administración!, donde me deben estar esperando para impartir el curso. —¿Quién es usted en realidad? —Yo soy Mariana Gutiérrez Domínguez, licenciada en Psicología de la Universidad Anáhuac, y represento al Despacho “Nuevos Líderes Emprendedores para la Capacitación en las Ciencias Empresariales”. —Pues mire, será usted muy liiiiiicceeeeenciiiada— dijo envalentonada la custodia—, pero después de esta confusión en que se metió y me metió no le va hacer tan fácil liberarse y más ahora como se pusieron las cosas.
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Escúcheme bien, voy a tratar de desactivar esta situación de emergencia y alto riesgo; a partir de ahorita va hacer todo lo que le diga al pie de la letra, porque un movimiento en falso y hasta un motín se puede armar ¿entendido liiiiiicceeeeenciiiada? A Mariana se le heló la sangre y con dificultad movió la cabeza asintiendo —Liiiiiicceeeeenciiiada voy a hablar con los muchachos donde los dejé formados, lamentablemente son como 30 y ya estaban bien pachecos porque hasta me dieron sin protestar un adelanto para apartar su turno. Mire, mientras yo intento retenerlos con ayuda de los refuerzos que voy a pedir, usted sale corriendo y no se detenga por nada y no mire para atrás y si se cansa se pega a la pared a que le regrese el resuello. Después siga hasta que se tope con la siguiente puerta, dígales que encarecidamente por lo que más quieran le abran rápido y la conduzcan a la Administración, que la manda la custodia Ramona, una servidora de usted. Y por cuestión de seguridad no comente con nadie este incidente ¿Meee entiende licenciaaaada?, ¡a nadie! La custodia Ramona pidió por radio los refuerzos, y al grito de “¡liiiiiicceeeeenciiiada córrale!” Mariana salió corriendo, sentía que las piernas se le doblaban, nunca se detuvo y en ese momento imaginó ser la mujer de Lot (personaje bíblico que salió corriendo de Sodoma y Gomorra, al cual se le pidió no voltear a atrás, pero desobedeció y se convirtió en estatua de sal), pero Mariana, jugándose la vida, no volteó para llegar a su destino. Por algo dicen que el ser humano es el único que se tropieza dos veces con la misma piedra, porque años después, cuando Mariana se casó, su esposo, por una demanda de robo, fue enviado al reclusorio. Aquel jueves, cuando Mariana entró recién bañadita en aquellos pasillos, checó bien que esta vez le dieran correctamente su pase de visita conyugal y cuando entró en aquel cuarto le dijo a su esposo, mientras se quitaban la ropa. —Me crees si yo te dijera que hace tiempo estuve por estos sitios… Su esposo extrañado le contestó: —Tú siempre tan imaginativa y soñadora, ¿no me salgas con que esto ya lo viviste en la otra vida? Mariana nerviosa sonrió, suspiró y respondió nostálgica: —No son cosas de la otra vida, simplemente es un pequeño secreto que guardo. En seguida se escucharon unos toquidos, la pareja se sorprendió, Mariana se tapo con el cobertor, abrió la ventanita que le daba en la cara y se quedó sorprendida. —¡Buenos días liiiiiicceeeeenciiiada!, mire quién lo iba a decir usted otra vez por aquí, la vi cuando pasó y me dije ve a ver si se le ofrece algo a la liiiiiicceeeeenciiiada. Mariana aturdida le contestó: —¡Nada Ramona, nada! Y de inmediato cerró la ventanita. La custodia se fue dando vueltas a su macana mientras mascaba .despreocupada su chicle.
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Gabriela Jiménez YO SILVESTRE SUSURRO DE BRISA El viento, en un soplo me transformó en río. De mi piel seca, fluyó abundante líquido, y con el rayo del sol alimentaron mis doloridas raíces. Con misterioso encanto llegaste, buscabas consuelo. Me tomaste entre tus manos, hablaste de tus pesares, de tus vacíos y tus anhelos.
Quise al pronunciar tu nombre, ser insensible a la caricia de tu oleaje, unas veces tranquilo, otras turbulento, y renunciar a ti.
Quise no pensarte, contener las emociones que sumergida en tu profundidad,
Éramos tan similares, me llevaste contigo. Cada mañana tu palabra me alegraba, era augurio de buen día.
exaltan el deseo en cada poro de mi ser. Intenté olvidarte.
Quise cambiar el rumbo al velero, Cada noche, me sumergía con tu beso soñando contigo. ¿Cómo, si soy nacida silvestre, me acogiste en tu alma? Yo, que sobreviví temporales, tu ausencia me marchita. Mientras tú, cautivo en un jardín de bellas flores, poco a poco, me olvidas.
perderme en el horizonte, donde tu susurro de brisa no me inquiete, y no desearte más.
Esfuerzo fallido. La mirada delata a labios silentes, y al espejismo del oasis se aferra sedienta mi piel.
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Cristina Sánchez López Del poemario “Canciones para caer”
Balada de Junio A Daniel Baruc Espinal Cuando, sombra contra sombra, las cosas se trasteen, como pequeñas alas, cazadoras, con su alma propia, hacia otro imperio, que dura sin nosotros, su poema, gozosamente, revuelto con la sustancia del azar y con nuestro ardor pasajero, nos descubrirá en la orilla de lo que siquiera somos a la vida, al presente de todo. Fantasmas de cualquier dulzura, no somos los únicos que mueren, siendo más, contra el otoño: Las rosas crecen, como cenizas, hacia sí mismas, la música se confía al aire sin exteriores, la luz se vulnera y se sigue, y el mar, es ritmo infinito sobreviviendo al silencio diario , al paisaje mental del tiempo. Pero, ¿qué gestos nos llenarán, entonces? ¿calcaremos un misterio de aquellos que el amor avisó o dejó suspensos ?, ¿Los ojos, apenas detenidos, en sus edades propias, estudiarán la ola muy suya que se menea en espacios imaginados? Estaciones dentro de estaciones, sueños dentro de sueños: no nos damos cuenta, que la hierba, nos crece, desde adentro. ¿Qué nombre nos aplasta cuando el mundo que no somos, está la vista, o es una virtualidad respetuosa del invierno ? Ah, el huso de la memoria, nos ofrece la trama del llanto, esa constelación nerviosa que nos alumbra, cuando la noche trabaja, con desmesura, exigiéndonos a respirar entre lenguajes deteriorados por el estío y nuestros corazones en retirada. Colombia, 02 de junio de 2015
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César Antonio Hurtado López H.C. Roys
EL “DIVINO FLÓREZ” Julio Flórez Roa, conocido como “El poeta de Chiquinquirá o “El Divino Flórez”, nació en Chiquinquirá, Colombia un 22 de Mayo de 1867. Fue una de esas personas afortunadas que tenían determinado su destino desde el momento mismo de su concepción: ser poeta. Nacido en el seno de una familia consagrada a la medicina y la poesía, compartió con sus padres y sus tres hermanos la pasión por la literatura en general y por los poemas del vate francés Víctor Hugo, al que un joven Julio Flórez compuso algunas odas y poemas. Aunque inició estudios formales de Literatura en Bogotá, su carácter bohemio y liberal lo hizo abandonar pronto los estudios y concurrir desde muy joven a las tertulias y veladas literarias en las que departía lo más granado del ambiente literario de la capital. Ahí conoció a los grandes poetas y escritores de la época como Rafael Pombo y José Asunción Silva, quienes lo distinguieron con su amistad y cercanía. También en aquellos círculos intelectuales se labró a base de tesón y talento innato el prestigio que le llevaría andando el tiempo a recorrer América Latina y Europa. Es en el año 1886, cuando su nombre aparece por vez primera en una antología poética denominada “La Nueva Lira”. De ahí en adelante no dejaría de estar presente para bién o para mal en los primeros planos del ambiente social e intelectual bogotano. Hasta que sus actividades liberales y nada convencionales, chocaron de frente con la intolerante y conservadora sociedad capitalina que presionó al gobierno colombiano para que exiliase a aquel bardo libertino y molesto, que gustaba de pasearse por los cementerios con una calavera en la mano a manera de un moderno “Hamlet” sudamericano.
Luces
Escribes.
Cuando enciendas la luz, y eclipses tu desnudez.
Cuando irrumpes con tu risa, escribes. Entre lo que susurra tu cielo y tus líneas.
Calzándote una excusa, olvidando el umbral de tu sombra detrás de 9.
Sin saberlo tejes poesía.
La poesía, el café, nos harán suyos. Seremos nuestros, sin pertenecernos. Hiriéndonos sin desclavar la inmadurez mía de tu risa. Pero una vez más dirás que es tarde, que alguien te espera, que ha sido un error agazaparnos entre caricias. Y se oirán tus pasos raudos, temblorosos. Cuando enciendas la luz y dejes caer al suelo mis versos, ¡Lloverá en mi alma y granizará en tu pecho!
Allí me 9enes, guiando al grafito que surca sobre el papel en busca de la hoguera de tus labios. Soy velero, impulsado por el aire que exhalas, navegando en estanque azul, de curvas 9ernas y ojos castaños.
Escribes. Cuando conviertes ósculos en literatura, caricias en guerras, mi pecho en una trinchera. Escribes. A través de otras manos, de otros la9dos
Es entonces que, expulsado de Colombia, inicia su periplo por el mundo: Venezuela, Costa Rica, El Salvador y México, recibieron al “poeta maldito”. Fue en esos países, donde su poesía exaltada y romántica, con tintes necrófilos y blasfemos le granjeó el éxito y la popularidad que el gobierno y la iglesia católica le negaban en Colombia. Después llegó la oportunidad de viajar a Europa. Francia y España acogen 23
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al poeta exiliado y grandes exponentes de la generación del 98…, como la española Emilia Pardo Bazán o el mexicano Amado Nervo que residía en París, lo introducen en la vida literaria europea. Es en el Viejo Continente donde escribe algunas de sus obras más emblemáticas, como “La Araña”, “Gotas de Ajenjo” y “Fronda Literaria”. Pero algo cambió en ésa época dentro del poeta y éste decide volver a Colombia. Hastiado tal vez, de su vida disoluta o por haberle llegado la madurez, decide retirarse a un pequeño pueblo lejos de Bogotá, llamado Usiacurí. Ahí, una fuerza nueva, el amor, le insufla nuevos bríos y ganas de vivir. Petrona, una adolescente apenas, consigue que el poeta resurja como el Ave Fénix de sus cenizas y desate como un huracán en el Caribe, una era de actividad incesante, con presentaciones y recitales en Barranquilla y Bogotá. De ésa vorágine creadora data uno de sus mejores trabajos: “De pie los muertos”, una antología de relatos sobre la Primera Guerra Mundial. Por desgracia es también por esos años que su cuerpo empieza a gestar la enfermedad que lo llevaría a la tumba. Vivió sus últimos años dedicado a la agricultura y la ganadería rodeado por su mujer y sus hijos sin dejar de escribir jamás sus poemas, alternando algunas presentaciones en Bogotá. Liberal empedernido, ateo confeso y rabioso, tuvo que ceder en las postrimerías de su fecunda vida a los dictados del conservadurismo rancio y religioso, accediendo a contraer matrimonio católico con su mujer, Petrona, ya que era un requisito “sine qua non”, sus hijos no serían reconocidos como legítimos y por ende se verían imposibilitados para heredarlo a su muerte que se vislumbraba ya próxima. Una vez cumplida la condición a la que el propio destino que lo había señalado como poeta lo obligaba, el gobierno colombiano lo promocionó a la categoría de “Poeta Nacional”. Finalmente, con el cuerpo enfermo y el espíritu quebrantado por su tardía concesión al régimen conservador, “El Divino Flórez” subió al Olimpo de los más ilustres bardos de América Latina, un 7 de febrero de 1923 en Usiacurí.
Su muerte, hasta cierto punto prematura no hizo sino agigantar su figura y proyectar su obra de manera imparable. Considerado uno de los últimos exponentes del romanticismo, su poesía resulta de una modernidad que sorprende por la sencillez y facilidad con que atrapa al lector, que se ve irremediablemente atraído por la cadencia de las rimas y la explícita rotundidad de lo que expresa. La poesía, como vínculo del ser humano con la realidad que lo rodea, como nexo entre el pensamiento y la acción, encontró en Julio Flórez a uno de sus máximos exponentes. Aunque al término de sus días esa misma realidad lo atrapase y sometiese finalmente sus ansias de libertad.
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Sergio Alarcón Beltrán
HEME AQUÍ
Tributo a Xalapa
Heme aquí… sobre la acera y la atmósfera que sube y baja, el rostro que guiñe seductor la arquitectura y la nomenclatura de Xalapa… es la tarde soleada, la que danza, transpirando, derritiendo mi cuerpo cual cascada, ante la humedad y el sol, que sed instruye, en el horizonte de mis pies o el puerto de mis palabras… hoy la niebla no visita mi mirada, ni acaricia con sus manos níveas, las jades hojas de la imperial araucaria… ni la lluvia escurre, la geometría y el frontispicio de las habitaciones o los pétalos y el paraguas que puebla, el manantial de arena multitudinaria… hoy me cantan las flores, la fragancia de la gastronomía en la mesa del café, o la botella transparente o ámbar, tatuando la amistad en la parroquia,
o en el sonido inmóvil de las copas, que, a toda asta, festejan, la fertilidad de la niebla, el lenguaje de la sangre, la sabia que en el corazón y el cuerpo esbelto de la araucaria y el poema, hará eterno, el latido de este viaje que me abraza.
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OLVIDO He olvidado, detrás de mí, mi cuerpo. Aunque, umbilicalmente me pertenece, como sombra, o como equipaje al forastero. Soy un extranjero en la piel. Mi cuerpo es sombra. Un carruaje que arrastro dolorosamente. Un furgón cargado de angustia, de miedo, un rostro parido para morir. Un túnel de lamentos. Mi cuerpo: hiena, cuervo, serpiente sostenida por cinco extremidades, con hambre de langosta. Atado a la carnada del placer para perpetuar la carne. Vertical río carmesí. Irascible ciervo, asido, preso en la arquitectura de minerales elementos, despeñado en fauces de albedrío y la copa del deseo. Sometido por la dictadura del reloj y el espejo que florea, las arrugas, el perfume putrefacto. Coronado en el olvido. Mi casa es el silencio. La soledad mi habitación, el lenguaje, donde, religa el lápiz, la palabra, el alfabeto, la voz, el salmo, los acordes, la partitura del ser, la sinfonía del movimiento que no marchita el tiempo. He olvidado, detrás de mí, mi cuerpo. El carruaje que arrastro dolorosamente. El cortejo de príncipes miradas en su féretro. La egocéntrica travesía, que avanza, inmóvil, hacia el despeñadero. El olvido es nuestra herencia. La ausencia duele, la duda mata. Nada en el futuro es nuestro. Ni el polvo, ni la sangre, ni el agua, ni el dolor, ni la muerte que enluta la vida. Nada es nuestro. Ni el aire, ni la tierra, ni el fuego.
Por ello, he olvidado, detrás de mí, mi cuerpo. Sí. He olvidado mi cuerpo. Aunque, me duele tanto. Que en tiempo nupcial, se embriaga conmigo, con vino inmarcesible.
Jorge Enrique Escalona del Moral
MUJER ARTESANA: EL ACTO POÉTICO DE CREAR Ser artesano es vivir con la necesidad a cuestas… es un oficio difícil… ser artesana lo es todavía más porque las mujeres cargan la doble jornada a cuestas como si de otro hijo se tratase. Mariela Gil Sánchez
Mujer artesana: don de crear y recrear Se afirma que Dios creó el universo en seis días y en el séptimo descansó; en consecuencia, él fue el primer artesano, como dice el adagio popular: Oficio noble y bizarro, de entre todos el primero, pues en el oficio del barro, Dios fue el primer alfarero y el hombre el primer cacharro. Esta virtud divina de crear y dar vida fue heredada a las mujeres artesanas; lamentablemente este don no fue acompañado del descanso, al contrario, la carencia económica, la marginación y el trabajo continuo son la sombra permanente de la mayoría de las artesanas en México. Ellas, con sus manos crean universos que se convierten en piezas de cerámica, madera, metales, piedra, cartón, piel, fibras vegetales, joyas o textiles. Un mundo que es generado por artesanas de distintas regiones y condiciones socioeconómicas del país, un mundo que es creado desde las mujeres artesanas tradicionales hasta aquellas que cuentan con estudios técnico-profesionales en la actividad artesanal. Cada una recrea los secretos del oficio: le da a cada pieza el soplo divino de la creación y hace de su actividad un acto poético, basta con sentir cada artesanía y dejarse envolver por ella para comprobarlo: “Qué es un acto poético, preguntó el rey. No se sabe mi señor, sólo nos damos cuenta de que existe cuando ha sucedido.”1 Así ocurre con la obra de las mujeres artesanas, el acto poético se ve cuando ha sucedido, aunque se advierte durante el proceso.
Mujer artesana: tradición y marginación La creación artesanal echa raíces en la tradición y en lo divino, así por ejemplo se atribuye la invención del huso y del telar a la diosa Xochiquetzal, entre los aztecas, y a la diosa Ixchel entre los mayas, lo cual es significativo, toda vez que estas dos actividades son propias de las mujeres artesanas. Un primer elemento fundamental en la producción artesanal en general es su apego a la tradición: el oficio y saberes es heredado: “Con el paso lento pero firme Felipe Pedro se adentra en el monte, como lo hizo su padre tantas veces, y el padre de su padre, y el padre de éste ... generaciones enteras de su línea familiar hicieron lo que ahora él hace y que espera pronto lo haga su sobrino; no tuvo hijos y ya es algo viejo, añora poder pasar sus saberes de artesano a alguien de la familia como sucedió con su padre y luego con él y como espera continúe sucediendo cuando él ya no esté… Hace tan sólo algunas vidas atrás sus mismos agüelos y ancestros decoraban jícaras para el señor de Mechoacan, para los dioses y para el petamuti, el gran sacerdote, era un arte sagrado y no todos podían hacerla. Felipe Pedro, p'urhepecha de nación lo sabe, y sabe que no es fácil, no siempre obtiene lo que merece por su trabajo, pero también sabe que no hay tanto dinero como para pagarlo, cada jícara, batea, bule, cruz, plato o lo que sea que decore es único, decorado con una técnica ancestral que sólo un puñado de gente conoce, con la maestría y la habilidad que sólo la experiencia puede dar, la misma que gustaba a los dioses hace tan sólo unas vidas atrás”2 La herencia del oficio pasa de generación en generación: conocimiento que en muchas ocasiones sólo ahí se aprende, con riesgo de desaparecer si nadie retoma el aprendizaje, que en el caso de las mujeres artesanas es un saber bien resguardado y transmitido, pues forma parte de su condición social.
1 José Saramago. El viaje del Elefante. Ed. Alfaguara. México, 2010. 2 Joram Ledezma Zavala “Urani Atari” en Primer Concurso Estatal de Cuento y Relato sobre artesanías. Ed. Casa de las Artesanías de Michoacán y Colectivo Artístico Morelia A.C. México, 2011. p.23
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Gracias a ello, la tradición textil de cada pueblo se mantiene y se porta como una segunda piel que habla por sí misma de la cosmovisión de cada comunidad; cada vestido está lleno de sus símbolos como la luciérnaga y el alacrán nahua o el Xoneculli “gusano de luz”, lucero de la mañana huasteco en vestimentas de San Luis Potosí; el águila bicéfala, símbolo relacionado con el dios del fuego o la flor de “Toto”, símbolo de la lluvia, el maíz o las estrellas entre los huicholes de Nayarit; el mono otomí, símbolo del baile en Puebla; el diamante con mariposas, representando el sol al centro del universo en Chiapas; el “Ilhuitl”, símbolo solar mazahua de Michoacán. Esta magia tradicional y creativa de las mujeres artesanas se plasma en las servilletas y diseño mazahuas en el Estado de México; los ceñidores tarahumaras de Chihuahua, el Quechquemitl y diseño otomíes en Puebla y Querétaro; los trajes, tilma o huipil tzotziles de Chiapas, el traje tacuate de Oaxaca, el cotín o delantal a rayas en Yucatán, el chamanto chileno, el poncho argentino, la pollera panameña, el camino de mesa boliviano, el chinchorro colombiano o la manta de Pitumarca peruana3. Así, cada artesanía hecha por las manos de las artesanas es un recipiente lleno de saberes, costumbres y tradiciones.
Un segundo elemento es la situación de marginalidad y pobreza en que viven miles de familias artesanas, que se acentúa en la mujer: a la carga doméstica se une la labor artesanal como medio de sustento económico. Necesidad y creatividad se unen para dar vida a expresiones culturales que dan identidad al país y la oportunidad, no consolidada, de generar un mayor bienestar de las familias rurales e indígenas que hacen de la artesanía fuente de ingresos; hoy, después de siglos, siguen con necesidades básicas insatisfechas: "Empecé hace muchos años, ya ni me acuerdo cuántos años tenía. Una cuñada trabajaba con las figuras y yo empecé ayudándole y luego yo solita poco a poco... así como hace uno cuando tiene la necesidá encima... y aquí en Ocumicho todos tenemos la misma necesidá... ya somos
muchas artesanas y mucha necesidá …”4, necesidad que a veces rompe el tejido social y las esperanzas para crear personajes como las “atajadoras” que relata Rosario Castellanos en su cuento Modesta Gómez 5. Aunque también es justo reconocer a aquellas mujeres que contra viento y marea han dado vida a las artesanías, a sus hijos y a su comunidad, dando voz a las artesanas, como es el caso de la oaxaqueña Cirila Sánchez Mendoza y la michoacana Doña Juana Alonso. De Cirila Sánchez se escribió “Las modas cambian y hubo épocas en que usar rebozos, blusas de manta o huipiles bordados fueron solo eso: moda. Sin embargo para Cirila es parte del orgullo de su raza, de su etnia, de su identidad indígena. Es chatina de Santa Cruz Tepenixtlahuaca, Oaxaca, y mientras luce oronda su huipil blanco, bordado con hilo morado, afirma segura que lo único bueno de que otras porten estos textiles es que las artesanas vendan sus vestidos… Por eso para Cirila esta vestimenta tiene un significado mayor. Con ella enfrenta la discriminación, una realidad que la ha perseguido siempre — tanto en los círculos sociales como en los políticos— porque esta chatina de la Sierra Madre del Sur ha destacado como líder social, pero también ha llegado a ser diputada local, federal y senadora por su natal Oaxaca”6.
3 Una amplía muestra de lo mejor de la producción artesanal iberoamericana se puede consultar en Cándida Fernández de Calderón (Coordinadora). Grandes
Maestros del Arte Popular de Iberoamérica. Editado por Fomento Cultural Banamex A.C. 571pp. 4 Mariela Gil Sánchez “Felicitas Elías viviendo con el diablo” en Primer Concurso Estatal de Cuento y Relato sobre artesanías. Ed. Casa de las Artesanías de
Michoacán y Colectivo Artístico Morelia A.C. México, 2011. p.33 5 El cuento, que está incluido en el libro Ciudad Real, se puede leer en http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php?
option=com_content&task=view&id=42&Itemid=30&limit=1&limitstart=2
6 SEDESOL. Historias de mujeres en libertad, México, 2004. P.65. !28
Mientras que de Doña Juana se sabe que “La tragedia no la arredró. Como las de Cocucho, su pueblo, Juana Alonso es una mujer con alma de lucha fuerte para salir adelante. Desde chica aprendió el español, pero también a trabajar el barro y a bordar blusas. Viuda, madre de cinco hijos — dos muertos—, abuela de 21 nietos y bisabuela de 11 bisnietos, a sus 68 años pasa todavía la mayor parte del día moldeando ollas de tamaños diversos, su orgullo y su sustento.”7
“Qué es un acto poético, preguntó el rey. No se sabe mi señor, sólo nos damos cuenta de que existe cuando ha sucedido.” Así ocurre con la obra de las mujeres artesanas, el acto poético se ve cuando ha sucedido, aunque se advierte durante el proceso. La memoria colectiva nutre la imaginación y entorno de la vida de las mujeres artesanas, donde la tradición aporta el conocimiento para crear y donde, por desgracia, la marginación y pobreza se ha vuelto tradición y herencia, pues su método de trabajo no tiene cabida en una sociedad posmoderna (ya hipermoderna según Lipovesky) caracterizada por el individualismo, el hedonismo y los valores del mercado reflejados en la producción en serie, el consumo excesivo y el egoísmo: “egoísmo significa que lo deseo todo para mí; que poseer y no compartir me da placer; que debo ser avaro porque mi meta es tener, y que más soy cuanto más tengo; que debo sentir antagonismo a todos mi semejantes, a mis clientes a los que deseo engañar, a mis competidores a los que deseo destruir, a mis obreros a los que deseo explotar”.8
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Mujer artesana: anima mundi
En suma, independientemente de su condición socioeconómica, hablar de la mujer artesana es hablar de creatividad, cosmovisión, tradición, saberes ancestros, mitos, pero sobre todo de aliento creador de universos: “En este huipil llevo grabado todo lo que padecí y gocé en los primeros cuarenta años de mi vida. Estas seis flores rojas son los corazones de mis abuelas, de mi madre y de mis tres hermanas que ya murieron. Estos muñequitos son mis hijos, nueve que he tenido y se distinguen los que no se lograron porque llevan una planta de maíz, es decir, que ya se fueron a alimentar la tierra. Y vea usted esta greca para que se dé cuenta de lo difícil que ha sido mi vida, que hasta remolinos de llanto hay ahí. Este es mi ángel de la guarda, y este otro el demonio que me tienta. Los cocoles son mi marido, que como me abandonó nomás me la paso pensando en él. Este es el árbol de la vida y de la muerte, y yo estoy en su centro porque aquí ando cumpliendo mi destino. Ya voy a labrar otro huipil con más cosas que he vivido, y cuando me muera me vestirán con los dos, uno encima de otro. Cuando suba al cielo, nomás de verlos ya sabrá Dios de que me ha de enjuiciar”9
Una mujer artesana es el alma del mundo.
Ídem. p.73
8 Erich Fromm. ¿tener o ser? Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1985. 5ª reimpresión. Pág. 25 9 Patricia
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Jacobs (Coordinadora). La tejedora de vida. Colección de trajes mexicanos de Banca SERFIN. México, 1989. 2ª edición
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Eduardo Cerecedo SOPLO DEL GOLFO I Se abren los muros, la infancia atraviesa los pechos de la joven y una flecha
IV
tensa el aire al romper el día por sus piernas.
A signo de tiempo, el papalote se hace
Jadeos, son nubes colgando de la tarde
más cielo, es una veleta, desova en aire
su aposento, abertura de tiempo que anima
de palomas al despuntar el viaje.
al cielo su derrumbe.
Espera que el sol haga lo claro de la tarde
II
en su derrame. La altura un acceso más
El día poda mi mano en viento suave,
de los cuerpos que el albedrío soborna.
que marca la ternura de mis dedos, lejanía
V
de bosque acotada por el vuelo de oropéndolas
La luna frondosa contiene a la tierra en temblor
que fincan de presencias las ramas
de río, amarilla el paso de la noche con viento.
para mover el agua que las vence.
Un ligero puente traza la ciudad en luz;
III
las horas se detienen como haciendo breves
El río es una torre que sostiene el vaivén
origamis, un poco de mar se restablece
que se llena de pájaros.
para hacer del tiempo, soplo del golfo
caprichos de marzo por golpear a su paso
en las palmeras.
los brotes de luna cobijados bajo el manto de niebla. Laderas de amarillo temporal encierran las piedras en el horno del día.
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Elvira Mora Mora
INCERTIDUMBRE
Pedazo de cos9lla que duele arrancaron a tus hijos a golpe de mar9llo y plomo
Hoy el poder te sabe a agua de ceniza cirios de muerte sin muertos
Pueblo invadido de ausencias estoy junto a 9 día y noche alerta del aborto provocado
Nadar en el pozo de las dudas perder 43000 ilusiones en un día solo tú en9endes
Atribulada madre, lacerado cuerpo por 9 elevo súplicas Pido paz lloro con9go Ayotzinapa.
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MTRO. JOSÉ MIGUEL NARANJO R.
CIEN AÑOS DE METAMORFOSIS “Verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa.” En el año 1915 se publicó uno de los relatos más famoso de la literatura universal, titulado: La Metamorfosis, escrito por el inmortal escritor checo de origen judío y lengua alemana Franz Kafka (1883-1924). El libro La Metamorfosis, está ubicado dentro del género de novela corta y es una obra clave para los que quieran acercarse al pensamiento y contenido de la obra Kafkiana. Sobre esta magistral novela se ha escrito muchísimo, los críticos literarios señalan que es un relato existencialista, con muchos rasgos autobiográficos, incluyendo en él una fuerte crítica social y económica. Para Jorge Luis Borges: “La Metamorfosis es probablemente la novela más conocida del gran escritor checo Franz Kafka. En ella, más aún que en otras de sus obras, Kafka retrata la condición enajenada del hombre de nuestro tiempo.” Desde mi visión existencialista, compartiré lo percibido y captado de la lectura. El personaje central es Gregorio Samsa, quien es un joven que vive con sus padres y su hermana Grete. Gregorio a través de su trabajo era quien sostenía económicamente a toda la familia, un día ordinario de trabajo, Gregorio tenía que salir de viaje y se quedó dormido, vio la hora y sólo exclamó: “¡Santo Dios! ¿Es que no había sonado el despertador? Desde la cama podía verse que había sido puesto efectivamente en las cuatro; en consecuencia seguro que había sonado.”
La realidad es que Gregorio ya había sufrido La Metamorfosis y se había convertido en un insecto, sin embargo, a pesar de ser insecto, seguía pensando como humano. La señora Samsa, madre de Gregorio, quien es la única que ama y comprende en la historia, como la mayoría de las madres siempre estaba atenta de su hijo: “Gregorio- dijo la voz de su madre-, son las siete menos cuarto. ¿No ibas a salir de viaje? –Sí, sí. Gracias, Madre. Ya me levanto. ¡Que voz tan dulce la de mi madre!” Pasaron los minutos y como era de esperarse, Gregorio no podía levantarse y casi ni moverse, entonces se escuchó la agresiva y tiránica voz del padre: “Llegó el padre a su vez y golpeando la puerta, llamó: Gregorio, ¡Gregorio! Mientras tanto, detrás de la otra hoja, la hermana se lamentaba dulcemente: Gregorio, ¿no estás bien? ¿Necesitas algo?” Todos se extrañaban de la actitud de Gregorio, porque nunca había dejado de ir a trabajar, era un joven responsable, honesto, puntual, quien con sus ingresos sostenía a su familia y, además, pagaba unas deudas del padre, ¡bueno! hasta el Gerente de la empresa se extrañó de tal actitud y fue a casa de los Samsa, para saber que pasaba con Gregorio.
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Una vez que se abrió la puerta de la recámara de Gregorio y todos vieron en lo que estaba convertido, empieza lo fuerte del relato. El Gerente, me imagino, que puso una cara de asco e inmediatamente se fue y hasta el bastón olvidó, lo importante fue que el bastón del Gerente, sirvió para que el señor Samsa empujara a ese insecto, perdón, a su hijo Gregorio a la habitación. La familia Samsa se preguntaba qué hacer con semejante situación, primero había que ocultarla, pues qué vergüenza daría si se supiera, pero ese no era el verdadero problema, el conflicto mayor consistía en que ahora quién llevaría dinero, cómo se pagarían las deudas: “Ahora bien, este dinero no alcanzaba para permitir a la familia vivir con holgura de sus rentas; a lo sumo, tendrían para uno o dos años, pero nada más. En consecuencia, éste era un capital que no se debía tocar, y que convenía conservar para un caso de necesidad. El dinero para vivir no había más remedio que ganarlo. Pero el padre, aunque estaba bien de salud, ya era viejo y llevaba cinco años sin trabajar; por lo tanto, poco podía esperarse de él: en estos cinco años que habían constituidos los primeros ocios de su laboriosa, pero fracasada existencia, había asimilado mucha grasa y se había puesto excesivamente gordo. ¿Acaso le incumbía trabajar a la madre, que sufría de asma, que se fatigaba con el solo andar un poco por la casa, y que un día sí y otro también tenía que tenderse en el sofá, con la ventana abierta de par en par, porque le faltaba la respiración? ¿Le correspondería a la hermana, todavía una niña con sus diez y siete años, y cuya envidiable existencia había consistido, hasta entonces, en emperifollarse, dormir todo lo que pedía el cuerpo, ayudar en los quehaceres domésticos, participar en alguna que otra modesta diversión, y sobre todo, tocar el violín?”
Una vez que Gregorio se convirtió en insecto, éste fue el tema central de la familia, jamás se interesaron por él, e incluso Gregorio era más que un estorbo, es por ello que la hermana un día manifestó: “-Queridos padres- dijo la hermana, dando a modo de introducción, un fuerte puñetazo sobre la mesa-, esto no puede continuar así. Si vosotros no lo comprendéis, yo me doy cuenta. Ante este monstruo, no quiero ni si quiera pronunciar el nombre de mi hermano y por lo tanto, sólo diré esto: es forzoso intentar librarnos de él. – tienes razón dijo el padre.” Mientras todos estos diálogos se daban en la familia Samsa, Gregorio los escuchaba y se preocupaba más, pues no sólo quería sanar para regresar a trabajar y ayudar a la familia, también quería enviar a su hermana al conservatorio para que fuera una gran violinista. Felizmente para la familia Samsa, Gregorio murió, ya podrían viajar tranquilamente y disfrutar la vida, en ese viaje los esposos Samsa, vieron que su hija había desarrollado bonito cuerpo y que ya era tiempo de buscarle un buen marido, el relato concluye con el siguiente párrafo:
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“Y cuando, al llegar al fin del viaje, la hija se levantó y estiró sus formas juveniles, pareció como si confirmase con ellos los nuevos proyectos y las sanas intenciones de sus padres.” Estimado lector, cuando pensé qué epígrafe elegiría para desarrollar la presente columna, me acordé de la letra de un tango titulado: “Yira, Yira”, porque su letra es tan cruda y tan real, como el propio mensaje de La Metamorfosis de Kafka. En mi opinión la familia Samsa, representa a esta sociedad mercantilista de la que somos partes, porque se sabe que mientras tengas dinero, trabajo, salud, mientras representes un bienestar, un apoyo, etc. tendrás aceptación en este mundo, pero cuando estés mal en la vida, cuando no tengas ni fe, como dice el
tango: “La indiferencia del mundo que es sordo y es mudo recién sentirás.” Y finalmente: “Verás
que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa.”
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Elaura y su Tetraedro Laura Pini A Gabriela Torres Cuerva On perd toujours quand on est isolé, Vincent van Gogh
El mundo redondo no funciona, construiré otro. Creí ser normal, pero no encajé: derecho, astronomía, lógica, teatro, ciclismo, ajedrez. De acá me expulsaron por no comprender, de allá por falta de talento. Sin espíritu de servicio, me sacaron del seminario teológico, pese a ser una de las mejores estudiantes. El próximo ciclo haré la sexta tentativa por ingresar al doctorado en ciencias sociales. Pobre y delicada, me decía la abuela. El antiguo espejo me lo sigue repitiendo. Congruente, le contesto, pero en la familia tampoco encontré matemática. Éste dejó la foto de su vieja novia en la funda de la almohada al invitarme a su bruma púrpura. Ése reordenó mi despensa fumando y no pudo respirar aquí. Áquel con su otra en Bolonia. Amo las lluvias de nube y el mar de caracoles. Uso las libretas como portaplatos y lavo los cuchillos tomándolos por la hoja. Escucho «Paranoia» de Osbourne. Qué afortunados son los que hablan de locura, cuando llega no hay consciencia. No celebro nada. Liberé aves cuadrúpedas de sus jaulas. Les chiflo y me contestan los lobos. Helicópteros viajan por mis oídos. Los insectos de mis ojos juegan: ahí están, luego desaparecen. El sol me seduce y me deja viendo un níveo resplandor. ¿Y si la luz es el infierno y el blanco el color de las pesadillas? Puse mi diario en la morada de la gran viuda negra. Siento sus largas patas en la cabeza robándome ideas y palabras. Dibujo figuras geométricas. Crearé mi universo regresando al origen. Forjo un Tetraedro. Gira de forma semejante al planeta pero funcionará. La gente no tendrá desequilibrios debido a los ejes de simetría y al plano de proyección cuadrado. Le puse soportes de bambú y paredes de cristal. Se rompió. Uso titanio en lugar de la planta gramínea. Cada lado tendrá una de las estaciones y un elemento. En tres caras habrá un color primario, en la cuarta libros. Allá está Carroll, me quiere regresar las palabras y Van Gogh los colores. El agua lo inundó. Debo hacer otro con puerta y ventanas. Se me perdió la brújula. Al poliedro convexo le caben tres esferas. Saqué un compás para medir las cerezas, pero no me sirve. Ya no me saben igual. Incluiré sol, luna y Plutón. Existirá el silencio. No habrán tradiciones nuestras llegadas de ningún imperio. Desarraigaré la ignorancia. No quiero ponzoñas ni animales esclavizados. ¿Cuál es la persona ideal? ¿Y la familia? ¿Quién tendrá cabida? ¿Bien, mal, libre albedrío o títeres? ¿Y la redención? ¿La justicia? ¿El color de la piel? ¿El espíritu? ¿El soplo de vida? ¿La gravedad? ¿El reloj? El rostro de Dalí siempre marca las 10:10. El fuego, con esa misma forma poliédrica, destruyó mi sólido platónico. Ya no oigo a Ozzy. El sol me encandiló nuevamente. No veo. Elaura está arrodillada bajo el puente de La Normal, confundida. Sus manos tantean el suelo sin control al tiempo que pregunta una y otra vez con desesperación ¿dónde está mi tetraedro?
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Bernardo Cortés Vicencio
UN CUADRO Y UN CENICERO VACÍO
Sobre un paréntesis ortográfico he visto un paisaje de cuatrocientos años y este obscuro río en medio de mi isla, nadie sabe si la tarde está ocupando este sitio. . .nadie lo sabe, porque cambia de posición, porque su rostro se vuelve una cinta o una cortina en el césped como un trago de niebla y cuatro siglos buscan silencio. Y a la luz le cuesta llegar cuando inclino la cabeza. Hay un poco de vida y de abandono y un ritual profundo dibuja abandonos donde se ahogan tierras lejanas, donde el mundo es un desierto y sangra sobre este Apocalipsis atado al cuello, porque en realidad es otro mundo quiromántico casi imposible al filo de la última sombra. El pintor ha dejado un polvo de madera sobre el risco y una retina vaga atisba en la aurora, y en las dunas hay una parábola de regiones muertas, un adorno en el muro y un clavo presta por desgracia este monumento a mi creencia. Y en esta zona se amontona la soledad donde el tiempo agita la cara y ensucia por accidente este velorio protegido por la insolación. La resina trasmite un llanto corrosivo que camina y cobra vida en esa grieta hundida entre piedras lisas como llevando el dolor torcido, y este mar de vidrio pudre su pestilencia coagulándose en la sequía. Y mi mirada está en todas partes extendida y reluciente como aquel día, apagándose en la pisada en donde por instinto sigo siendo huella. Por eso observo detrás de la colina entre las fauces de la sombra que se quedó atrapada en una puesta de sol, por eso observo este cuadro [. . .puedo mencionar a varios] de olor obscuro mezcla de aliento y una caja de luz en revoltijo, empolvándose en la pared desde el tronco del suelo y un cenicero vacío. Papantla, Ver, México
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Ángel Rafael Martínez Alarcón
Julio Zárate de Ferrer 1844-1917. Historiador xalapeño.
La ciudad de Xalapa, a finales del siglo XVIII y el siglo XIX, fue cuna de importantes personajes para la historia de nuestra nación, siendo la única ciudad del país donde han nacido cuatro presidentes de la República: Antonio López de Santa Anna, José Joaquín de Herrera, José Echevarría y Sebastián Lerdo de Tejeda. Así también de historiadores: José María Roa Barcenas (1827-1909), Manuel Rivera Cambas (1840-1917), Julio Zárate (1844-1917). En el marco del VI Congreso Nacional de Historia, realizado en la ciudad de Xalapa, en la segunda semana del mes de septiembre de 1943, una de sus actividades fue hacer un homenaje a tres destacados historiadores xalapeños: José María Roa Bárcenas, Manuel Rivera Cambas y Julio Zárate ; se colocaron las respectivas placas en las casas donde nacieron tan importantes personajes, con el apoyo del Honorable Ayuntamiento Constitucional de Xalapa, quien aportó las placas de mármol fabricadas en la ciudad de Puebla. Dichas placas contienen una breve reseña biográfica del personaje homenajeado. Julio Zarate, nace en la casa ubicada en la antigua calle de Belén, hoy Rafael Lucio esquina con Benito Juárez, en la ciudad de Xalapa, el 12 de abril de 1844; Eran los años en que México era gobernado por el Presidente de la República Antonio López de Santa Anna,
también nacido en la misma ciudad. Sus primeros estudios los realiza en su natal ciudad, luego se marcha a la ciudad de Puebla para cursar la carrera de Jurisprudencia en el Colegio Carolino de la colonial ciudad. La actividad fue de abogado, político, escritor, periodista e historiador; a los 23 años ya era Diputado Federal vinculado al partido liberal, y en particular a Sebastián Lerdo de Tejada. Senador de la República por el Estado de Campeche, Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores, Secretario General de Gobierno con el gobernador Juan la Luz Enríquez Lara. Así también ejerció la docencia impartiendo clases de Historia de México. Muere en San Ángel en la ciudad de México, el 18 de noviembre de 1917 Su generación estuvo marcada por el sello del Porfiriato y fueron sus contemporáneos: Manuel Acuña, José María Velasco, Genaro Raigosa, Justo Sierra, Bernardo Reyes, Pablo Macedo, Gilberto Crespo y Martínez y Porfirio Parra. Escribió las siguientes obras: Acamapixtli; Axayácatl; Don Luis de Velasco; Don ]osé María Morelos; Compendio de Historia de México (1884), Elementos de Historia General (1894), el Tomo 3 de México a través de los siglos, Los Estados de la Federación Mexicana, Monografía del Estado de Veracruz (1897), Catecismo geográfico del Estado de Puebla (1878), El sitio de Cuautla. Mi primer maestro de historia en la secundaria fue el historiador Vicente Palacios Santilla, egresado de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana e investigador de la misma, quien realizó una antología de artículos publicados en el siglo XIX: Palacios Santilla, Vicente. 1987. Julio Zárate (antología) Universidad Veracruzana, México. 197 pp.
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Roberto Rosales
Dennis Rodman El espejo espera, Jaime está sentado sobre la cama, cada dos minutos escupe sobre el piso, dos minutos es el tiempo que tarda en acumular saliva, un minuto tarda en que esta se vuelva veneno, medio minuto y se transforma en el nombre de su mujer. El nombre de su mujer se volvió impronunciable, aún así lo dice en sus pensamientos aunque solo sea para mentarle la madre. Recuerda, mejora los momentos y avanza un poco más saltando el adiós que lo tiene despedazado, construye una vida donde están juntos y de pronto aparece otro hombre, el ladrón, el maldito que la sedujo , el cabrón que la convenció de irse con él.
un artículo que leyó en una revista y señalaba el color que favorecía para que sus glúteos lucieran perfectos según el signo zodiacal. Jaime aprendió a amar el color azul, cuando levantaba la cara y miraba el cielo, solo veía medio cielo, medio azul, era tan grande su enamoramiento que no puso atención a este mediomirar, medio cielo era suficiente si sabía que su amada sacaba a orear su otro ojo. Y éste lograba percibir la otra mitad. Quizá esa tarde de viernes en diciembre tuvo la culpa, llegó a su casa y no encontró a su amada, sintió nostalgia de no poder abrazarla, sintió celos, sintió una mirada en la espalda que lo hizo voltear, era su ojo que lo veía fijamente desde la superficie del tocador, sintió nostalgia, sintió furia, sintió unas ganas enormes de ponerse el ojo y hacerlo reproducir todas las imágenes que guardó en el tiempo en que no lo tuvo, desechó ese pensamiento, no podía traicionar el juramento de confianza que le hizo a ella, se puso a llorar, lágrimas mojaban su mejilla izquierda mientras el ojo derecho lloraba dentro del alhajero.
Jaime cumplió su fantasía de entrar a la tienda de ropa, internarse en el departamento de damas, darse un festín visual antes de decidir que color de lencería comprar y estrenarla en una sesión amorosa con su mujer. Llegó como la lluvia y golpeó y golpeó el techumbre que resistió hasta que una sonrisa abrió un agujero por donde entró gustoso, se transformó en río y se dejó navegar, removió piedras, alegró el canto de su caudal, se dejó reflejar en el pecho corriente el rostro de su amada y después... "si resulta que sí, si podrás entender, lo que me pasa a mí esta noche; ella no va a volver y la pena me empieza a crecer (adentro), la moneda calló por el lado de la soledad y el dolor; La canción de Calamaro le duele pero no apaga el reproductor de discos. Quizá esa tarde de jueves en septiembre tuvo la culpa, él desprendió toda imagen de sus ojos y le entregó a ella el derecho, con un solo ojo aprendió a mirar su nombre, nunca se sintió un hombre incompleto, al contrario, ahora estaba lleno del color de sus blusas, sus pantalones siempre eran de color azul por una extraña fijación sobre
Jaime está sentado sobre la cama, cada dos minutos escupe sobre el piso, la espera no termina porque los recuerdos llegan como autobuses a la estación, se levanta y saca el vestido de novia del ropero, lo extiende sobre la cama, le tiembla el cuerpo aún así se despoja de la ropa y a base de jalones se mete en el vestido con el que desposó a su amada, el cierre no soporta la presión del cuerpo y se rompe, un sentimiento morboso lo hace caminar hacia el espejo, la imagen que éste le devuelve lo hace pensar, "me parezco a Denis Rodman".
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Moisés Valdivieso
Sobre ruinas Tus ojos trazaron el eco de mis pupilas palpitaron palpando paredes de arena. Fue la tierna osadía de mis noches tranquilas la triste y lejana bandera que oscilas al cicatrizar mi torpe congoja serena. Existe voz en el lago de fuego y licor en mis ojos cóncavos existe reverbero. Iracundo relámpago de opaco color, sus frías palabras desobedecen mi rencor y este albedrío es un sellado sendero. Dieron vida solo las flores de horizonte a la ciega y fúnebre sequía en mis manos. Dieron grises cuerpos y monedas a Caronte, débiles suspiros al poderío del torrente y fuegos a los resecos pastos de los llanos. Cuando amanecí dueño de mis ruinas no hubo anestesia para el arrebato. Hubo fantasmas escondidos tras las cortinas, sangre en todas las añoranzas vespertinas, sables de pasado perforando el olfato. Porque te encontré matinal e incorpórea entre los recuerdos encerrados en mis siglos. Te encontré en las fronteras de la memoria en un pantano de felicidad ilusoria y de noche, lúgubre cosecha de mis nublos. Dieron sueños solo las esquirlas del ocaso a mis lentos pasos atascados en tus playas y el corazón se siente libre cuando traspaso, la cruel dimensión de cadenas de tu regazo, para morir en guerras sin glorias ni batallas. Sin héroe ni victorias, sin recuerdos salinos, sin óxido evocando nuestras costumbres, sin recorrer con nuestros ecos los caminos, sin sepultar con nuestra sombra estos trinos que desconocen el lamento de nuestras cumbres.
Cuando amanezcas siendo dueña de tus velos me arrancarás tu tierna sombra de la boca caminaremos por esos insípidos cielos con nuestras suaves voces pobladas de desvelos, y con la pasión del alma que se equivoca. Sólo entonces sabrás que no te pertenezco, me eres ajena cual corona de espinas. Soy solo dueño de la piel en que amanezco un féretro de ilusiones y no merezco hacer el amor con fantasmas sobre mis ruinas.
Emma Villa Arana -‐ Ya entrando en confianza al fin que ya vamos a ser compadres... Aquella voz era tan extraña, como si retumbara en un bote, como si viniera de muy lejos, como si chocara con el viento.
EL SASARAS
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Como cada noche en la misma can9na del pueblo, se encontraba aquel hombre llamado Samuel y apodado “el sasaras", el hombre bebía y bebía con tal desesperación como si ese fuera el úl9mo día de su vida. Esta vez una idea se había apoderado de su mente, tenía que encontrar un amigo que quisiera acompadrarse con él. Toda la noche pidió a uno y a otro de los parroquianos, quería que alguien llevara su pequeño hijo recién nacido a bau9zar, y por más que lo intentó, finalmente nadie aceptó. Sabía que nadie lo tomaba en serio, que nadie lo quería, que muchas veces las personas lo ignoraban y también sabía que por su manera de beber nadie quería ser su compadre. El hombre bastante molesto, tomó su sombrero y salió de la can9na. Con voz alta dijo: -‐ Esta noche tengo que encontrar un compadre, no importa que sea el mismo diablo, lo voy a hacer mi compadre!! Pero apenas y hubo caminado algunas calles, se le acercó un hombre muy extraño, ataviado con un jorongo, lucía unas botas negras y brillantes espuelas, se cubría la cabeza con un sombrero, que apenas y dejaba ver su horrible cara, montado en un brioso caballo negro azabache, las crines y pelo brillaban con la luz de la luna. Aquel hombre recién llegado, se dirigió al “sasaras" y con voz grave le dijo: -‐ Oiga amigo así que usted, ¿anda buscando un compadre? -‐ Pos mire ya no busque más, ¡yo mero voy a ser su compadre! -‐ Samuel “el sasaras” levantó la cara, miró aquel hombre y dijo: -‐ ¿De veras acepta ser mi compadre? El hombre respondió al instante: -‐ Pues claro tú mismo acabas de llamarme, ¿o no? -‐ Ahora dime qué más quieres que haga yo por 9
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Samuel “el sasaras", que no daba crédito a lo que estaba escuchando, y viendo. El extraño hombre seguía montado sobre aquel animal, destellos salían de sus enormes ojos, mientras el caballo relinchaba y dejaba ver sus enormes dientes. Samuel “el sasaras" retrocedió unos cuantos pasos. El hombre sobre el caballo comenzó a reír a carcajadas. La carne de Samuel “el sasaras" se enfrío como un témpano de hielo. -‐ Dios mío, qué es esto?? Dijo “el sasaras"… Al mismo 9empo aquel hombre hacía relinchar su caballo, que parado en sus patas traseras, amenazaba con abalanzarse sobre Samuel “el sasaras". De pronto el cielo se estremeció, amenazaba una tormenta, estruendosos relámpagos iluminaron la figura del jinete. Samuel “el sasaras" echó a correr, no supo en qué momento el alcohol se evaporó de su cuerpo, el terror y la angus9a lo hacían correr más rápido que el caballo. Samuel “el sasaras" apenas y pudo llegar a la puerta principal de la iglesia del pueblo, el corazón le lafa tan fuerte que casi se salía de su pecho. Nuevamente el caballo relinchaba y se abalanzaba sobre él, las carcajadas del jinete rompían el aire. “El sasaras" se san9guó tantas veces como pudo, ya incapaz de soportar esa visión se cubrió la cara con sus manos. Samuel “el sasaras" con una débil voz comenzó a rezar, con dificultad recordó la única oración que sabía. -‐ Padre nuestro qué estás en el cielo etc… Por fin el caballo junto con el jinete se alejaron. Samuel “el sasaras" se dejó caer sobre las escaleras de la iglesia y lloró con desesperación. La intensa lluvia se confundía con sus lágrimas, mientras se alejaban caballo y hombre, Samuel “el sasaras" vio en la distancia cómo la cabeza del jinete se prendía como una caja de cerillos, después como un ocote, como un carbón que el viento sopla, caballo y hombre, como un sol con lenguas de fuego iluminaron la noche, colores amarillos, naranjas, rojos, aviva barón el fogón. Después todo se consumió hasta conver9rse en cenizas… Al día siguiente, la puerta de la iglesia se llenó de gente, el pobre Samuel “el sasaras" se encontraba ahí 9rado, con el cuerpo 9eso, los ojos desorbitados, la cara desencajada y con la lengua colgándole como una corbata…
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Farah Ennuar Pérez
la que todos participamos y en la que sentimos una cierta orientación. Es como dejarse llevar por ese viento, que en un principio es como un soplo al que vamos siguiendo, hasta que por
Primavera: Siento haber despertado de un sueño tan largo y profundo que poco a poco voy comprendiendo. Luego, en ese instante abro mis ojos y observo el astro resplandeciente. Todo es paz, armonía y tranquilidad. Los campos se llenan de flores y de alegría. Aquí estoy yo sintiendo la melodía del universo entero con la sintonía de mi corazón que vibra ante la llegada de la primavera. Verano: La felicidad se aproxima pronto, ha llegado rápidamente y, ¿no sé qué hacer? ¡Me asombro!, ¡me maravillo!,veo más allá de lo posible, me pregunto ¿Es está la sinfonía de la vida?, ¡Sí!, esta es la sinfonía de la vida. Otoño: La primavera ha terminado, solo me queda la melancolía de aquel recuerdo… Llegan a mi mente recuerdos o chispazos de sabiduría. Reflexiono, y me doy cuenta del proceso por el que he pasado y la vida por la cual he transcurrido. Miro las hojas caer lentamente, veo también ese tiempo en el que construimos y en el que vivimos nuestras vidas. Años, horas, personas, lugares y cosas… La vida me indica que estoy viviendo pero yo lo dudo; no sé lo que quiero, me apresuro, no vivo… Retrocedo y avanzo, solo sé que la vida es eso que tomamos. Ante mis ojos tengo una luz fuerte que se manifestaba como algo turbulento, difuso, poco creíble y que me inquieta. Hoy esa luz se ha manifestado y me ha dejado ver todo lo que tenía, pero que no conocía… ¡Hoy ya nada es igual Que absurdo es no hacer caso de tus deseos e intuiciones más profundas, privarte de ello, condenarte y perderte de lo más bello que puede existir. ¡Irrenunciable e indescriptible! En este camino voy encontrando todo. Y, sin darme cuenta una cosa me lleva a otra, no hay reglas, todo se manifiesta, quien ama es amado, ayudamos y en otro momento alguien más ya nos ayudó, una bella melodía en
fin nos lleva al lugar donde habíamos querido llegar. En ese momento, es como si la vida nos diera otra oportunidad y en ese nuevo inicio volviéramos a nacer y amar con más fuerza e intensidad de lo que lo hemos hecho antes. Invierno: Ha llegado el tiempo en donde todo se ha acabado, o al menos, eso parece. Siento cada nota que transcurre en silencio. Rápidamente abro los ojos; ¡Mi vida se ha terminado! Ideas, pensamientos y vivencias… Por la alegría de haber vivido, suelto en llanto… Aquí estoy de nuevo, despidiéndome de todo lo que me acompañó a lo largo de mi vida. Mi mente no se quiere ir, pero mi alma, anhela partir y encontrar a Dios. En ese viaje voy a los lugares que frecuentaba ir, y veo a las personas con la que estuve y lo importante que fueron para mí. ¡Ay mi vida caprichosa de pasiones y tormentos!... ¡Cómo no lo vislumbré antes!... El arrepentimiento ya no sirve de nada, solo la esperanza y la fe de que estaré en un mejor lugar. Me voy físicamente, pero espiritualmente siempre regreso a mí.
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Marytere Caracas
Dormidos Párpados
Veo dormir tu rostro en esos párpados que hablan edades convertidas en piedra; mis oídos se desnudan en tu aliento como veleta de tu campanario.
Tu luz, no se de>iende, solo ataca y se rinde ante esos huesos que unen con el lecho de los sueños.
Podría navegar en el océano perpetuo de tu éxtasis, y rodar como gaviota en la playa de tu cuerpo, y al perderme en las palmeras de tus huellas me convertiría en rosada arena, donde nuestro horizonte solo tendría una sola cara.
No ates murallas que detengan las olas que se guardan en el faro de tu estancia, no destruyas los arrecifes del coral de nuestra isla; solo comulga con los lirios que son hoy la sortija de nuestros cuerpos.
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José Raúl Silva Rodríguez Mujer, diriges mi destino. Tu boca me lleva al cielo cuando estás conmigo. Y tus colinas, inexorablemente me llevan al infierno.
Siempre nos decimos palabras fuertes en el rito frecuente del nudo sublime. No hay ofensa si me dices sucio no te molestas si te digo perversa al final del éxtasis y juntos de nuevo en la regadera nos lavamos esos adjetivos
Anteayer, ayer y hoy me dijiste que eras una irredenta adicta mi preocupación fue evidente aclaraste que, adicta a mi cuerpo como yo lo soy del tuyo se despejaron mis miedos,
Los curas dicen
siempre conocimos sin negarnos
que nuestras almas
nuestras imperfecciones,
arderán en el averno
pero nada hacemos
si damos vuelo a nuestras
por quitarnos nuestras adicciones.
legítimas ansiedades se me hace injusto porque de nada sirve tanto febril empeño, nuestros cuerpos ya han ardido en nuestro lecho y siempre hemos llegado al cielo.
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POR RAZONES DE ESTADO
Lilitt Tagle Desde lo alto, como el rayo, pinto luces en la noche con crayolas de diamante.
Desde lo alto miro al sol
INFIDELIDAD
secuestrar las sombras,
Y así comenzó ese banquete de cordero asado
las calles, los ánimos anónimos
y frutas en almíbar. Vinieron los vecinos
de mi ciudad natal.
y el día se alargó como hay que alargar las quincenas en los barrios como el mío.
Los caseríos,
Las naranjas caían de los árboles
mariposas moribundas,
como azahares al final de la boda.
agitan puertas y cobijas.
El agasajo nadie supo por qué fue
Las buganvilias trepan
o quién era su dueño.
a los tejados
Entraron y salieron.
para atrapar la luna.
Tú, te fuiste temprano. Debería decir que no me corresponde
Lo recuerdo porque ese día
decir cómo se ven las cosas
comencé a ser infiel con la memoria.
desde lo alto
Luego…
porque hace ya mucho tiempo
sucedió tal y como había pensado.
que no subo más de dos peldaños.
No debería decir que mi sonámbula voz se escucha hasta la cima.
Eso dicen quienes han subido más allá de los dos peldaños que me están permitidos por razones de estado.
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Ficha informativa de los participantes de la Revista Los escribas del mes de julio 2015
Alfonso Pedraza. Creó la Marina Taller de Minificciones en el portal www.ficticia.com. En 10 años de vida del taller han participado en él cientos de jurados, talleristas y entusiastas escritores de minificción, por lo que a inicios del 2011, el Doc. Pedraza, se dio a la tarea de difundir sus archivos y creó para ello el sitio Arca Ficticia. Cuenta con varios libros y antologías publicadas. Alberto Calderón P. Columnista cultural en medios impresos y digitales en el Estado de Veracruz, productor y conductor del programa de TV y radio en línea “Manantial entre Arenas”, autor de los libros El salto y El frágil Paraíso de reciente aparición, antologado en varias publicaciones, colaborador y gestor cultural, investigador, editor y director de la Revista Literaria Digital Los escribas. Gwenn-Aëlle Folange Téry, Nacida en México el 7 de agosto de 1964, de ascendencia bretona (Francia).Publicaciones: Revista “Le petit Briacin”, Francia. Revista “Letrina”, México, óleos y cuento, cinco publicaciones en total. “Días de sol, Les jours heureux”, novela por episodios en “Le petit Journal de Mexico” Libros: “Quand papa est mort, Cuando se murió mi papá”, publicado en Francia. “No-diario de una mujer aburrida, Pasjournal d’unefmme.s’ennuie”, Editorial Canapé, México. “Soles de medianoche” Antología “Raíces de luz” Ed. Sepia. Juan José Barrientos. Nació en Xalapa, Veracruz. Estudió Letras en la Universidad Veracruzana. Doctorado en El Colegio de México con una tesis sobre Borges. Maestro de Literatura en Francia, primero en la Universidad de Toulouse II-Le Mirail, luego en La Sorbona. Premio “José Revueltas” de Ensayo Literario INBA 1985.Obra Borges y la imaginación, 1986 Versiones, 2000, reeditado 2013. Ficción-historia, 2001, reeditado 2006 La gata revolcada, 2009. Gloria Domínguez. Originaria de Martínez de la Torre, Ver. Autora de prólogos, obras clásicas, adaptación literaria, para editoriales y revistas. Realiza crítica teatral, anteriormente en los periódicos El Financiero y la Revista Mexicana de Cultura de El Nacional. Mención extraordinaria en el XXX Premio Mundial de Poesía Nósside 2014 de la UNESCO; y una mención en el certamen número XXIX del mismo Premio Nósside 2013, en Calabria, Italia. Coautora de la antología de minirrelatos ¡Basta! Cien mujeres contra la violencia de género, edición mexicana. Libros inéditos de poesía: La ira del cíclope, Desfiladero y Osario en llamas. Actualmente labora como editora del libro Vivir en la Roma. Paisaje y testimonio de una colonia centenaria, dirigido por la Universidad de Londres. Gabriela Jiménez. Nació en México, D.F. Licenciada en Psicología por la UNAM y tanatóloga. Miembro distinguido de la Academia de Extensión Universitaria y Difusión de la Cultura de la UNAM. Miembro fundador de la Academia Literaria de la Ciudad de México. Miembro del consejo editorial de Sepia Ediciones, de la Cd. de México y de la revista de divulgación literaria Los escribas, de Xalapa, Veracruz. Antologada en Narrativa en Miscelánea VII, Tomo II (2013), I Encuentro de Cultura y Ecología México-Chile, en 1er. Encuentro Internacional de las Artes (2014) y en Eros Libido Neza (2015). Publicada en la revista La llama Azul y en el Diario de Chiapas y La Jiribilla, de Xalapa, Ver. Autora del poemario Huellas que el viento disuelve en palabras. Primer lugar en el concurso internacional de poesía Versos entre Manglares. Conductora del programa de TV en línea “Espejo de Letras” y participante en los programas de Talleres Comunitarios Gratuitos en Neza Radio, y en Radio Chapingo de la UACH Chapingo. Rubén García García. Nació en Álamo, Veracruz, en 1946, vive en la ciudad de Poza Rica. Egresado de la UNAM y trabaja en la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana. Ha sido antologado en Cien fictimínimos (Ed. Ficticia), Alebrije de la palabra (Universidad Autónoma de Puebla), Minibichiario (Ed. Ficticia), Lectura de locos ( Ed. GH). Textos en libros de primaria de la editorial Sm de Puerto Rico y en revistas impresas y electrónicas. Mario Millán. Miembro de la asociación de Cronistas, Narradores e Historiadores de Veracruz, escritor en lengua Náhuatl, locutor y decimista. Ex consejero nacional en la INALI. Conferencista sobre la cultura mexica. Cuentista y promotor cultural. Yolanda de la Caridad Aguilera Zayas Bazán, nació en Cuba 1963, y escribe desde los 14 años, emigró para Australia en el año 2010. Integrante del Grupo Literario Palabras. Ha participado en varios concursos literarios, ganadora de tres premios en el género poesía, sus trabajos son publicados en el Semanario El Español, también se publican poemas en la antología Libro Poetas y Narradores del 2013 del Instituto de Cultura Peruana en Miami, en Antología Por la Paz del Mundo, Antología Ecos del Grito y Mujeres Poetas Internacional, en noviembre del año pasado publicó su primer libro de poesía: DEL AMOR A LA PALABRA. Escribe poesía para niños.
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Agustín Cadena, de Ixmiquilpan, Estado de Hidalgo, México. Narrador, poeta, autor de libros para niños y jóvenes, ensayista y traductor.Poesía Orgía de palomas. México, UNAM Primera sangre. México, UAM Cacería de brujas. México, Bonobos La ofrenda debida (Premio de Poesía Efrén Rebolledo 2011) CONACULTA Relatos.Astillas y fragmentos. México, UNAM, 1997. Fábulas del crepúsculo. México, Ficticia. 2003. Los pobres de espíritu. México, Nueva Imagen (Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí, 2005). Las tentaciones de la dicha Ed. Jus 2010. Novelas Cadáver a solas, Editorial Joaquín Mortiz,1996. Tan oscura. México, Editorial Joaquín Mortiz 1999. Héctor Ricardo Campos. Estrada Ganador del concurso de cuento en 2004 convocado por el Club de escritoras de Xalapa, su narrativa ha sido publicada en diversas revistas y medios impresos en el Estado. En 2012 es invitado especial en Campeche durante la celebración del Día mundial del Libro. Desde 2013 narra sus cuentos en Radio Universidad en el programa “La revista” y también participa en el programa “Manantial entre Arenas” en www.mundo40.com.mx Traduce del Inglés al escritor Liu Jiangpin, En marzo del 2015 presentó el libro de cuentos “De andurriales” que editó el IVEC, con el apoyo de CONACULTA. Maricarmen Delfín D. Oriunda de la ciudad de Xalapa, Ver. Colaboradora en los diarios: Mundo de Xalapa, Gráfico de Xalapa, en la revista virtual Mundo de Mujeres y en el suplemento cultural “La Jiribilla” de Gráfico de Xalapa. Participa en el programa de TV virtual “Manantial entre Arenas”, transmitido por mundo40.com.mx, del grupo Rizzo Multimedios. Colaboró en el mismo programa, transmitido por radiover.com. Participante en encuentros literarios con obra propia y comentando trabajos de otros escritores. Jefe de Redacción de la Revista Literaria digital Los escribas. Trabaja en la promoción y organización de eventos culturales como integrante del grupo “Manantial entre Arenas”. Rodolfo Cisneros Márquez. Lic en Economía. IPN. Ex Director de la Escuela de Artesanías del INBA. Posgrado en Instituciones Administrativas, UNAM. Miembro tanto de la Academia de Extensión Universitaria y Difusión de la Cultura, en la FES Zaragoza, UNAM, como del Jardín del Arte del DF. Ha participado en múltiples exposiciones de artes plásticas. Coautor en las antologías Narrativa en Miscelánea II y IV, UNAM 2008 y 2010, y Voceo de sombra, UNAM, 2010. Cristina Sánchez López. (COLOMBIA). Sociologa por la Universidad de Antioquia. Sus poemas han aparecido en el Suplemento Cultural “La Jiribilla”, del Diario Gráfico de Xalapa, Veracruz, México, y en la Revista Colombiana, Urcunina Literaria. Fue incluida en la Antología “A Mar Abierto” (SEPIA Ediciones, 2014), que compila la obra del escritor Sergio Alarcón Beltrán, y, donde se ofrece una síntesis de su proyecto de colaboración literaria con él, de próxima aparición bajo el título “Atlas de nubes” y, en la Antología de Poesía Iberoamericana “Esta ternura y estas manos libres” (Editorial Piedra de Toque, 2014). Es miembro del Comité Editorial de SEPIA Ediciones. Sus ensayos y reseñas han acompañado la obra de artistas españoles, franceses y mexicanos. Es autora de tres poemarios inéditos, a saber: “Arqueología del otoño”, “Canciones para caer” y “Sinfonía del abandono”. César Antonio Hurtado López. 17 años. Joven escritor de Lima, Perú. Sergio Alarcón Beltrán, de Tianguistengo, Edo. de Hidalgo, México, (1967).Cursó estudios profesionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. Es autor de: PIEDRA DE TODAS LAS EDADES, IMPERIO DE MIRADAS, FLOR DE CÁNCER, CANCIÓN DE LLUVIA, LA OTRA CARA DEL GATO, SALTARINA, PIEDRAS PRECIOSAS, BLANCA RESURRECCIÓN, obra a dos voces, ATLAS DE NUBES, obra a dos voces AZUL NOCTURNO y la antología A MAR ABIERTO. Su obra ha sido en antologías, suplementos culturales, revistas impresas, revistas digitales. Ha sido incluido en Círculo de poesía, revista de escritores latinoamericanos. Ha sido publicado en España, en la antología: Poetas siglo XXI, poetas del mundo, editada por Fernando Sabido Sánchez. H.C Roys. Rogelio Hernández, nació en Martínez de la Torre en el Estado de Veracruz, de familia cercana a las letras, su abuelo pescador y poeta. Es entrenador profesional equilibrando la literatura y el deporte. Escribe artículos y ensayos en varios medios, comenta libros, participa en encuentros literarios. Autor de dos novelas publicadas en España: El valle Nacional y El narco. Enrique Escalona del Moral. Nació en la ciudad de México en 1962. Narrador y poeta, licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM. Fue director de la revista Voces de la Primera Imprenta. Ha participado en las artes escénicas como actor y director de teatro desde 1977 y en talleres de creación literaria desde 1997. Colaborador de Excélsior, La Jornada, Reforma, y diversas revistas literarias de México, Cuba y España. Premio Nacional Literario José Revueltas 2003. Publicaciones Cuento: Laberinto de mujeres, UNAM2008. Poesía: Desfile de espejos, Ediciones Michoacanas, 2006. Su más reciente obra: Sin Código Postal cuentos y relatos (2015) . Es miembro del consejo editorial de la Revista Los escribas Roberto Rosales, Nació en Poza Rica, Ver. Estudió en la Universidad de Costa Rica. Participa en encuentros literarios, y con textos en diversos medios digitales y electrónicos. Escribe cuento y poesía.
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Eduardo Cerecedo. Tecolutla, Veracruz, México, 1962. Poeta, narrador y editor. Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, tiene Maestría en Letras. Sus poemas y notas críticas, se han publicado en los principales diarios del país y en revistas especialidades en literatura: Alhucema, (España), La Casa Grande (Colombia). Ha publicado los libros: Cuando el agua respira, 1992; Temblor mediterráneo, 1993; Marea del alba, 1995; Atrás del viento,1995; La dispersión de la noche,1998; Luz de trueno, 2000; Agua nueva, 2004; Hoja de cuaderno, 2005; Nombrar la luz, 2007; Festejar la ruina, 2011; La misma moneda, 2011 y Condición de nube, 2012. Ganó el Premio Internacional de Poesía “Bernardo Ruiz” 2010 Nezahualcóyotl, Estado de México, el Premio Nacional de Poesía Alí Chumacero 2011, Toluca, Estado de México y el Premio Nacional de Poesía “Lázara Meldiú” 2012 en Papantla, Veracruz. Elvira Mora Mora, de Ignacio de la Llave, Veracruz. México. Poeta, coordinadora del encuentro internacional de mujeres poetas en la Cuenca del Papaloapan. Colaboradora en la sección de Arte del periódico Noticias Voz e Imagen de la Cuenca. Poemario: Boceto de mis Raíces (CONACULTA), Canto de búho, Peces nocturnos (Odisea Cultural). Participa con voz y obra en el CD Poetas por Ayotzinapa y en la exposición del proyecto 7LUNE en Venecia con un poema traducido al italiano. Ha publicado en antologías de: México, Chile, Nicaragua, Perú y Argentina. Es miembro de Escritores del Golfo de México, preside la Unión Internacional de Poetas Artistas y Escritores en la Cuenca del Papaloapan (UIPAEC). José Miguel Naranjo Ramírez. Licenciado en Derecho, catedrático y conferencista escribe columna cultural en diversos periódicos del Estado de Veracruz, desde 2010 tiene la columna Ruta cultural, también participa en el Semanario Punto y Aparte. Sus columnas cuentan con mucha aceptación. Escribe para la revista El Buho de René Avilés Fabila. Correo electrónico: miguel_naranjo@hotmail.com Manuel Kentore. (Perú) Poeta tiene varias obras publicadas. Del amor y sus cosas, Manuscritos del amor y del tiempo, Los dones del amor, Los dones del amor II. Una copa de palabras reflejada en el estanque infinito de la poesía. Cuenta con la publicación literaria @NÉMESIS con 25 años en circulación de forma ininterrumpida. Laura Pini. Historiadora, socióloga, analista política, estudiosa de teología bíblica y filosofía contemporánea. Ha publicado cuentos en El Occidental, la Revista Digital No Te Rajes, la Revista El humo y los libros A la sombra del cuento, Cuentos para picar y Reverberaciones. Cuentos breves. Participa en el Taller de Cuento Letras Tintas. Bernardo Cortés Vicencio, originario de Papantla, Ver. Ha participado en el Taller de estructura de cuento y poesía. Encuentro Regional de Escritores organizado por la UEEV Tlapacoyan, Ver. 1er. Evento Cultural en Papantla, Ver, V Encuentro Internacional de Escritores realizado en Boca del Rio, Veracruz. Participación en el libro colectivo “Voces Papantecas” publicado en abril del 2012. Ha publicado en los periódicos Tuku Lama, Tribuna Papanteca, Noreste de Poza Rica, Ver., Paideia de Villa Hermosa, Tabasco; Folleto Papanteco , Revista Cultural ¿K’atsiyatá? y en el periódico Gráfico de Xalapa. Ángel Rafael Martínez Alarcón. Doctor por la Universidad Complutense de Madrid, maestría en la Universidad Internacional de Andalucía, licenciado en Historia. Publicaciones diversas en revistas especializadas y de interés general como La Revista de la Crónica Xalapeña, antologado en varios libros como El sonido del agua y la arena. Catedrático en varias universidades del Estado y es parte del Consejo editorial de la Revista Los escribas. Marytere Caracas, de la Ciudad de México, ha participado en diversos talleres de creación literaria, cuento y poesía; así como en encuentros literarios en varios Estados de la república mexicana. Publicaciones: Antología Descendientes del Fuego (2013) Antología Soles de Media Noche (2014) Poemario “El Insufrible Vuelo de una Mariposa” Independiente (2013) Antología Poética “I Festival de Cultura y Ecología MéxicoChile” (2014) Poemario “Isla de Mariposas” Sepia Ediciones (2014) José Raúl Silva Rodríguez. Originario de Salvatierra, Guanajuato. Ha participado en talleres de Literatura y Fotografía en la Casa del Lago (UNAM). Está preparando su primer poemario. Emma Villa Arana. Redes Acozac. Edo. De México. Ha publicado los poemario: TOCAR EL CIELO( Tinta Nueva 2004) TEMPLO (Marea, 2004) NUBE EL AGUA (Eterno Femenino 2012) Ganó el tercer lugar en el certamen Nacional de poesía FRANCISCO JAVIER ESTRADA 2007. Becaria del FOCAEM- EDOMEX 2008. Ganó el concurso de texto narrativo PREVENCIÓN DEL DELITO Y SEGURIDAD PUBLICA EDO. MÉXICO 2008. Lilitt Tagle. Columnista del diario El Mundo de Orizaba de 2010 a la fecha. En 2010 recibió dos reconocimientos: por su trayectoria literaria, de la agrupación de Mujeres Comunicadoras y Escritoras Independientes (MUCEI) de Orizaba, Ver., y por su “DEDICACIÓN EN EL ÁMBITO DOCENTE, CULTURAL Y LITERARIO”. En 2009 recibió la Mención Honorífica del Premio Nacional de Poesía Tuxtepec, “Río Papaloapan”, la cual, ya editada, ha sido presentada en la Casa-Museo Zenobia Juan Ramón, Ver. con el poemario: “Tierra de Sol”. Ha publicado en forma individual: Más allá de las alternativas (libro científico de la Editorial ae, 2014), Voluntades cotidianas (Edición de autor, 2015), El alma de la caña (Edición de autor, 2009), La mujer que dividió el tiempo (Edición de autor, 2004), Flores del Cosmos (Letras de Pasto Verde, 2003), Retratos de Aromas (Letras de Pasto Verde, 2000). Pendientes de publicar: Cocotte, cuento para niños y El Solfeo lunar. Contraportada: Detalle del mural de Palacio Nacional, obra de Diego Rivera, fotografía tomada en 2011 por Maricarmen Delfín
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