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Subjetividad y deconstrucción. Narrativas del yo en la escena contemporánea
SUBJETIVIDAD Y
DECONSTRUCCIÓN NARRATIVAS DEL YO EN LA ESCENA CONTEMPORÁNEA
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Laura Andrea Pérgola
El siglo XXI comenzó con una profunda transformación que alteró y seguirá alterando las bases sobre las que se sustentó la modernidad. Dicha transformación, incuestionablemente revolucionaria, se erige sobre la base de la aparición de nuevas tecnologías vinculadas con la informática y la comunicación. En el inicio de este nuevo milenio, la fi losofía y el pensamiento social se enfrentan con un nuevo horizonte conceptual que impone la reconstrucción de la identidad.
La nueva tecnología, Internet, constituye un impulso tecnológico que incrementa las posibilidades humanas de almacenamiento y transmisión de la información.
La red de comunicaciones globales ha revolucionado la tecnología de forma tal, que la informática y la comunicación no juegan un papel central, lo interesante de analizar es la manera en que esta nueva herramienta es utilizada y difundida en diferentes campos.
Uno de los principales objetivos que nos planteamos al abordar la construcción de la identidad cultural a través de medios tecnológicos modernos es su delimitación conceptual y el tratamiento terminológico de las nociones implicadas.
Podemos partir considerando que la cultura asume dos características: la estabilidad y la emergencia. La estabilidad que alude al reconocimiento por parte del grupo de signifi cados dominantes y la emergencia que se refi ere a la reconstrucción cultural que tiene lugar en procesos interactivos. De ahí, la importancia del alcance tecnológico en la culturalización de los grupos sociales.
Para poder comprender las relaciones entre Internet e identidad cultural es preciso delimitar la conceptualización de género y de tecnología. Dentro de esta lógica, la tecnología pasa a ser mucho más que un conjunto de objetos físicos ya que incluye a la cultura. Por ello, Internet se transforma en un espacio para el mantenimiento y la articulación del poder.
Los procesos de interacción que tienen lugar a través de Internet proveen de una serie de roles, valores, pautas y normas preestablecidos por la cultura dominante que le otorgan contenido y valor a aquello que debemos ser. Al mismo tiempo, hay una serie de contextos que poseen legitimidad en la construcción de la identidad y de la afi rmación del sujeto, como son los ámbitos educativos, políticos, laborales y familiares.
Los diferentes contextos y escenarios culturales (familia, grupos sociales, medios de comunicación, etc.) ofrecen herramientas culturales (como el lenguaje) cuyo dominio por parte de los sujetos es un mecanismo importante en el proceso de adaptación social. La noción de lenguaje, por lo tanto, es equiparable con un medio: el de las palabras al servicio de las representaciones.
Una forma sociocultural de acercarnos a la constitución de la identidad comienza con el supuesto de que la acción humana está medida y que no puede ser separada del medio en el que se lleva a cabo. Desde este punto de vista, Internet conformaría una herramienta cultural de mediación entre el sujeto y los patrones sociales. Internet funciona como un instrumento cultural que institucionaliza valores, códigos de acción y discursos. La multitud de signos, ya sean lingüísticos como no lingüísticos, que aparecen en la red son el eje que articula el proceso de mediación y los signos son los que poseen el signifi cado.
Desde la teoría estético literaria, Bajtín plantea la noción de lenguaje social como un discurso propio de un estrato específi co de la sociedad en un sistema social dado en un momento dado. Bajtín alude, como ejemplo de lenguajes sociales, a los dialectos sociales, la conducta característica de un grupo, jergas profesionales, lenguajes genéricos, los dialectos sociales, la conducta característica de un grupo, lenguajes de generaciones y grupos por edad, lenguajes tendenciosos, lenguajes de autoridades de diversos círculos y de modas pasajeras, lenguajes que sirven a propósitos sociopolíticos del momento. Desde esta óptica, los lenguajes multimedia, utilizados y privilegiados en Internet
como medio de comunicación, constituyen un tipo de lenguaje social, es decir, son esencialmente una determinada forma de organización de una lengua. La importancia de los lenguajes sociales planteados por Bajtín subyace en el poder de estos para actuar como modeladores de las ideas que son expresadas por los agentes que intervienen en la red.
Batjín añade el concepto de ventrilocución, como un proceso clave para generar la internalización. Este consiste en la integración en el discurso propio de lo que denomina voces ajenas, voces que resuenan en la mente y que permiten transportarnos a contextos y experiencias pasadas proyectadas en el presente y que, a su vez, facilitan la representación en el futuro. Los lenguajes sociales y la ventrilocución actúan como procesos claves en la confi guración de nuestra identidad cultural de género.
Estamos asistiendo a nuevas formas de participación social, a una cierta solidaridad universal del conocimiento, ya que por ejemplo, habitantes de lugares remotos, o minusválidos, encuentran a través de Internet mayores oportunidades para su formación, calman su soledad, descargan su ansiedad, encuentran nuevos amigos, forman parejas, comparten inquietudes similares, se agrupan con pares, etc. De esta forma, podemos afi rmar que un uso adecuado de las nuevas tecnologías contribuye a hacer partícipe de ella a un mayor número de personas.
El foro de consulta: un nuevo “espacio biográfi co”
El interés de nuestro trabajo es el de refl exionar acerca del foro de consulta del cual participan un grupo seleccionado de personas que intercambian diariamente correos electrónicos con consultas acerca del desarrollo de un embarazo múltiple y sobre la crianza de niños nacidos en un mismo parto.
En los primeros tiempos de Internet, las comunidades virtuales se formaron utilizando herramientas simples como las listas de correo. Posteriormente, aprovechando el auge de la Web y su dominio sobre los restantes protocolos, surgió el concepto de “portal” como sitio Web aglutinador de comunidades virtuales mediante la utilización de estrategias como la renovación periódica de contenidos, herramientas de interactividad, etc.
La Fundación Multifamilias nació de la necesidad de varias familias con mellizos, trillizos y más de compartir sus experiencias, sus ideas, su información con otras familias en la misma situación.
Los embarazos gemelares y las familias con hijos múltiples manifi estan una problemática particular y en ocasiones muy diferentes a las problemáticas presentadas por un embarazo o nacimiento de un bebé único.
En primer lugar, todo embarazo gemelar, desde el punto de vista, médico es un embarazo de riesgo por la alta probabilidad que existe de derivar en un parto prematuro con las complicaciones que esto acarrea.
Por otro lado, el impacto psicológico que trae aparejado un parto múltiple es enorme, con la consiguiente transmisión de sus consecuencias a los bebés.
El e-mail fue la vía de encuentro para poder acceder a la información, educación, soporte y contención que las familias con hijos múltiples necesitan. Es decir, la falta de información precisa y sufi ciente llevó a los padres a reunirse para intercambiar experiencias de vida que les permitiera desenvolverse mejor como padres de múltiples y sentirse respaldados por un par.
Una de las formas en que estos interlocutores se comunican es a través del correo electrónico. Luego de la suscripción y aceptación del moderador, aquel que la solicita pasa automáticamente a integrar el foro de consulta e intercambio de información.
En dicha suscripción, el padre o la madre presenta en pocas líneas su familia y da comienzo al relato de su propia vida, en especial, a todo lo que se refi ere a su experiencia como padres o futuros padres de múltiples. Como bien señala Arfuch 1 , [...] “si el sujeto sólo puede narrar su existencia, ‘engañar’ su soledad tendiendo lazos diversos con el mundo, ¿no podría pensarse que el relato de sí es uno de esos ardides, siempre renovados, a la manera de Scheherazade, que intentan día a día el anclaje con el otro –y la otredad-, una ‘salida’ del aislamiento que es también, una pelea contra la muerte?”. Es decir, cada interlocutor, cada yo da cuenta de su identidad. Refl eja su experiencia con la intención de pertenecer a un grupo y poder ser parte de esa identidad colectiva, que lo transforma en otro, que sin su presencia corpórea puede relatar parte de su vida.
Es por eso, que consideramos que este espacio que se creó con el nacimiento de Multifamilias es un espacio autobiográfi co que forma parte del género con una modalidad tecnológica que la hace diferente de otras formas biográfi cas.
Si bien no podemos restringir al correo electrónico a formar parte del género epistolar, en un comienzo diríamos que se pretendió aproximarlo a esa forma de comunicación pero no se logró ese reemplazo porque “el e-mail ha cambiado radicalmente las relaciones entre las personas y el sentido mismo de las ‘correspondencias’, que han perdido así ‘la instancia de la letra’ y no podrán ser atesoradas con el fetichismo del ‘original’ y de la fi rma”. 2
Saber quién eres, desde dónde hablas y cuándo hablas me permite conocer tu discurso, dice Regine Robin, para quien los sitios autobiográfi cos en la red revalorizan formas canónicas olvidadas tales como diarios, cartas y relatos personales 3 .
Como señalamos anteriormente, el e-mail, tal como es utilizado en un foro, en este caso en el de una fundación que reúne a padres con las mismas inquietudes, es un nuevo espacio biográfi co que puede tener las características del testimonio, la confesión, la historia de vida, etc. Como bien señala Leonor Arfuch, “el nuevo trazado del espacio público ha transformado decisivamente los géneros autobiográfi cos canónicos, aquellos que esbozaran las formas modernas de enunciación del yo. El avance de la mediatización y sus tecnologías del directo han hecho que la palabra biográfi ca íntima, privada, lejos de circunscribirse a los diarios secretos, cartas, borradores, escrituras elípticas, testigos privilegiados, esté disponible hasta la saturación, en formatos
1 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 100-101.
2 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 114.
y soportes a escala global” 4 . Así como la mencionada autora considera que la entrevista “podrá devenir indistintamente biografía, autobiografía, historia de vida, memoria, testimonio” 5 , de la misma forma, notamos que la interacción que se produce a través de los mails de un foro de consulta pueden devenir biografía, autobiografía, testimonio, etc.
Los mails que permanecen almacenados en el foro conforman la historia de vida de cada familia suscrita. Cada participación, cada tema del que se escribe o del que se consulta forma pequeños capítulos de la historia de cada uno de los participantes. En general, son las mujeres las que dan cuenta de su historia personal, que involucra a sus hijos y a su pareja.
Los mails que circulan en el foro, como la entrevista, posee huellas de la conversación. Las madres establecen una conversación virtual y se animan, tal vez a hacer confesiones que no harían en otras ocasiones.
Podríamos decir, asimismo, que estos mails parten de un orden lógico: primero hay una presentación en la que cada familia describe a sus miembros o alude a su embarazo y a las semanas de gestación; luego se entra en el foro donde numerosas familias le dan la bienvenida y, fi nalmente, comienza la participación activa mediante preguntas o dudas que desean despejar o mediante el relato de historias vividas, testimonios, que dan cuenta de una identidad compartida. Cada mail lleva la fi rma de la madre y entre paréntesis la cantidad de hijos que posee.
La conversación, vía email en este caso, tiene las características de la conversación cotidiana, mediada por un moderador que interviene cuando considera que el tema que se trata sobre pasa los límites del interés que reúne a estas familias o cuando un tema no es tratado con la seriedad que merece, incluso algunas veces, en temas puramente médicos ofrece material bibliográfi co para consultar. Aquí no hay una privación de la escucha como en los espacios radiales y televisivos “que intentará proveer, compensatoriamente, el conductor o conductora del programa; del ‘buen consejo’ o de la ‘compañía’ [...] de otro u otra como interlocutor/a, fi gura imprescindible para conjurar la soledad y asumir el ‘sí mismo’, que la entrevista escenifi ca de manera emblemática” 6 . En los mails a los que aludimos, la escucha es selectiva: solamente aquellos que viven esa misma situación son capaces de responder con un buen consejo.
Con respecto a los turnos podríamos decir que si bien podría parecer regulado por la contestación o la aparición de cada mail en el foro, también entran en juego características propias de la conversación tales como cambiar el eje temático, desautorizar, confrontar ideas, desacreditar, hasta incluso gritar (mediante el uso de las letras mayúsculas, código claramente cibernético).
4 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 117.
5 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 117.
El foro de consulta con su modalidad de comunicación a través de correos electrónicos conforma una biografía hipertextual o cybersoi, como señala Regine Robin.
Esta nueva forma de comunicación, que como dijimos al principio revolucionó la historia de la humanidad y conlleva la conformación de nuevas identidades colectivas se convierte en “lo que podríamos llamar el espacio biográfi co/tecnológico contemporáneo”. 7
Esta nueva forma de comunicación que brinda el uso de Internet abre un nuevo campo de investigación y análisis tanto para el análisis del discurso como para ciencias sociales.
Resulta por demás interés ver como las personas sienten la necesidad de encontrarse, en este caso de forma virtual, con otras personas que comparten un mismo interés sin importar el espacio y el tiempo, sin tener en cuenta la religión, ni el nivel social, ni la nacionalidad. Incluso asociaciones similares de distintas partes del planeta fi rman pactos de hermandad compartiendo, de forma global, un mismo objetivo: reunir a todos aquellos que se sientan identifi cados con un grupo en particular.
Internet es una herramienta tecnológica revolucionara la cual instauró una nueva forma de comunicación que a través de los foros, del chat, de los portales, logró reunir un cúmulo de información que ninguna otra forma de almacenamiento lo había logrado. De esa misma, forma creó “nuevas modalidades de las (viejas) prácticas autobiográfi cas de la gente común, que, sin necesidad de mediación periodística o científi ca puede ahora expresar libremente –y públicamente– los tonos cambiantes de la subjetividad contemporánea”. 8
7 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 130.
8 Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2002. pág. 115.
Bibliografía
-Arfuch, Leonor, El espacio biográfi co. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica, 2002. -Arfuch, Leonor (comp.), Identidades, sujetos y subjetividades, Buenos Aires: Prometeo, 2002. -Bajtín, Mijaíl, Estética de la creación verbal, México:
Siglo XXI, 1999. -Robin Regine; citada por Gilberto Gímenez. “Poder,
Estado y Discurso”. UNAM. México, 1883. pp. 123-151, en: Técnicas y Recursos de Investigación
IV. SEP-UPN. México, 1990. pp. 61-86. -Robin, Regine, Identidad, memoria, relato. La imposible narración de sí mismo, Buenos Aires, serie Cuadernos de Posgrado, Facultad de Ciencias Sociales/ CBC.