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Sumario
Docencia y Obstetricia en Buenos Aires
Norma Isabel Sánchez 1
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Resumen Tiempo ha pasado desde esas épocas en que las mujeres eran asistidas, en el momento del alumbramiento, por unas simples “prácticas” hasta la actualidad, cuando, por lo menos, un sector social vive la gestación y el parto con una responsabilidad compartida entre la madre y un par de profesionales muy idóneos. Estos cambios, además, estuvieron acompañados por distintos tipos de preocupaciones por parte del médico: en una época la principal era la sobrevida del binomio madre-hijo, venciendo los peligros de las infecciones. Después las cesáreas (como una práctica quirúrgica de riesgo) se hicieron más frecuentes y solo las realizaban unos pocos. Más tarde, se buscó que las grávidas asumieran solidarios e intensos cuidados pre y postparto, fundamentales para un momento crucial, de riesgos controlados, y los iniciales meses postnacimiento, de buenaventura tanto para la madre como el pequeño. Llegaron los años de la reproducción asistida, variadas tecnologías, con profesionales defensores y detractores, que movilizaron (y aun hoy persisten) debates bioéticos fuertes, donde entran consideraciones antropológicas, morales, religiosas, legales, etc. En esta minihistoria que ofrecemos, los principales referentes obstetras y obstétricas de nuestro medio han corrido parejos a lo arriba indicado.
Palabras claves: obstetras, cátedras, Escuela de Parteras, Licenciatura en Obstetricia
Teaching and Gynecology in Buenos Aires
Abstract Time has passed since those times when women were assisted, at the time of childbirth by a simple “practice” until today, when, at least, one social sector lives pregnancy and childbirth with a shared responsibility between the mother and a pair of highly qualified professionals. These changes, also, were accompanied by different types of concerns by the doctor: in a time when the main was the survival of mother and child, overcoming the dangers of infection. After cesarean section (as a risk surgical practice) became more frequent and performed only the few. Later, he sought to assume that pregnant and intensive supportive care before and after parturition, fundamental to a crucial time, risk controlled, and the initial months post parturition, of fortunes for both mother and child. Came the years of assisted reproduction, various technologies, professional advocates and detractors, who mobilized (and even today remain) strong bioethical debates, where they enter anthropological, moral, religious, legal, etc. This minihistory we offer, the main reference obstetricians and midwives in our area have run hand in hand with the above instructions.
Keywords: obstetrics, chairs, School of Midwifery, Bachelor of Obstetrics
Introducción
Mucho tiempo ha pasado desde la época en la que unas “prácticas” (a veces, denominadas “comadronas” 2 ), con meros conocimientos empíricos y con frecuencia desnaturalizados, ayudaban a las mujeres blancas en el parto, y, también, desde la inexistencia de lugares específicos para que allí se realizara el alumbramiento. Algo semejante, pero con peores condiciones, padecían las indígenas y negras africanas. Para todas, se trataba de un acontecimiento familiar, casero, de intramuros. En nuestro siglo XXI, la situación es diferente. Sin embargo, no aceptamos un reduccionismo peligroso, ya que las diferencias suelen estar marcadas por las condiciones socio-económicas de las madres y, muy especialmente, por sus niveles de instrucción. Para las de estamentos altos y medio-altos, existen, si así lo solicitan, clínicas y sanatorios casi de régimen hotelero de primera línea y quirófanos de alta complejidad. Todo el embarazo es seguido por profesionales tutores, que brindan cuidados especiales. En tanto, en las líneas sociales más bajas, la situación es diferente: a veces no hay camas para la internación en los hospitales públicos, faltan insumos y las embarazadas arriban con muy diferentes situaciones personales. Todos los médicos y las obstétricas están formados casi por equivalentes maestros pero, cuando llega la hora del desempeño laboral, afloran las diferencias. Intentaremos hacer una reseña sobre los más destacados profesionales de esta especialidad, con ejercicio en Buenos Aires, y cómo su actividad acompañó o fue acompañada de mutaciones notables en los hábitos poblaciones. Prestaremos atención a la legislación 3 , a la recepción de nuevas tecnologías y habilidades (no siempre de origen extranjero sino, a veces, de procedencia local). La realidad fue y es más compleja que esta versión simplificada que acá presentamos.
La región rioplatense colonial
Donde el ejercicio lugareño de la medicina (y demás ramas del arte de curar) fue auténticamente caótico; solo en parte explicable por la carencia de profesionales y por la gran distancia que existía hasta Lima, sede del Protomedicato, reglado según las Leyes de Indias, único autorizado para imponer algo de orden en tan desquiciada situación. Corría 1759 cuando se inauguró en la ciudad de Buenos Aires el precario Hospital de Mujeres (HM) o de San Miguel, por estar
2 Nos dice Ivonne Bordelois (en: A la escucha del cuerpo. Puentes entre la
salud y las palabras. Bs As, Libros del Zorzal, 2009, p 37-8), que hay en esa palabra una connotación despectiva (en su origen: perfectamente digna) que muestra “a las claras la marginalidad en que el mundo ´profesional´ o ´culto´ suele tener a las mujeres encargadas nada menos que de rodear de cuidados imprescindibles a la madre que da a luz”. Continúa: “Una excepción brillante es el francés donde a la partera se le dice sage-femme, es decir, mujer experimentada, sabia. Esta expresión no tiene contraparte masculina”.
contiguo a esa iglesia, al que solo concurrían desahuciadas e indigentes y, además, no atendía partos pues era tradición (y lo será por largo tiempo) que el acto de parir permanezca en el reducto privado y doméstico. Recién hacia 1779/80, ya instalado el Virreinato del Río de la Plata, se verá el nacimiento del Protomedicato (de confirmación posterior), con sede en la capital de la nueva jurisdicción político-administrativa, resultado de una muy particular intervención del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, que dará inicio a una medicina un poco más rigurosa y controladora de la labor de los profesionales y “habilitados”. Pasó un tiempo y el primer tribunal del Protomedicato quedó constituido por Miguel Gorman, José Alberto Capdevila y Agustín Eusebio Fabre. En 1798 se concretó en forma definitiva su establecimiento (ya que todo lo anterior fue poco riguroso) y se dispuso la creación de las cátedras de medicina y cirugía dando inicio a la labor docente docente, aun sin la existencia de un claro reglamento; funcionó sin interrupción hasta 1820. * En 1800 se “instala” la Escuela de Medicina (EM), dato que implica la iniciación de los estudios homónimos y tres facultativos serán los responsables de los cursos: A E Fabre, Cosme M Argerich 4 y M Gorman; los estudios durarían seis años y, en el quinto de la carrera, se cursaba una asignatura que comprendía algo equivalente a operaciones y partos. Se dictó un inicial curso de partos bajo la responsabilidad del licenciado Fabre, de tal modo que puede valorárselo como el primer profesor de Obstetricia 5 de Buenos Aires. Durante las invasiones inglesas, que azotaron la ciudad capital, por 1806 y 1807, los pocos médicos residentes y los socorristas que tenían ciertas pericias ayudaron a los heridos; también lo hicieron algunos de los “estudiantes de medicina”, quienes cursaban en situaciones bastante anómalas. Esta disposición se va a mantener en todas las posteriores guerras
4 La familia de Argerich se inicia con la llegada a estos territorios de un
coronel y médico español: Francisco. Uno de sus hijos fue Cosme Mariano Argerich (Bs As, 1758-1820) se graduó de médico en España y, a su regreso, tuvo una intensa vida profesional. Un hospital lo recuerda con su nombre. Entre sus descendientes, ubicamos a: Francisco Cosme Argerich (¿1785?-1846), colaborador con los ejércitos de la independencia y graduado, en 1821, entre los primeros médicos que lo hicieron en estas tierras (junto a Juan Madera, Francisco de Paula Rivero y Pedro Rojas), profesor en el Instituto Médico militar y luego en el Departamento de Medicina. Murió en el exilio, por oponerse a la política de Rosas.
Ver: Massini Ezcurra, José M. Los Argerich. Dos vidas consagradas a la patria y a la ciencia médica. Bs As, Instituto Amigos del Libro Argentino, 1955. También: Beltrán, Juan Ramón. Historia del Protomedicato de Bs As. Bs As, El Ateneo, 1937 (preferentemente p 187).
5 Si continuamos con las explicaciones de Bordelois (arriba citada), obs
tetricia se vincula a la palabra ob-stretix que, en latín, designa a la mujer que, de pie frente a la parturienta, se prepara a recibir el niño. Ob: significa adelante y stet deriva del verbo sto, stare, que es el antecedente de nuestro estar y la terminación trix, es propia de los femenino También existió el verbo obstetrico; además, obstetra, acuñado modernamente, zanja la dificultad genérica, designando a hombres y mujeres que asisten a las madres (ver preferentemente p 42 y ss)
En síntesis: el primer docente de partos de la EM de la época colonial fue Agustín E Fabre.
Durante los tiempos de la Independencia y después
Pasados los momentos turbulentos propios de los sucesos de 1810: * Se instaló, en 1813, el Instituto Médico Militar (IMM), donde se desempeñaron C M Argerich (para la cátedra de Clínica Médica) y Fabre, a quienes se sumó Cristóbal Martín de Montufar 6 . Si bien no había un buen clima para pensar en enseñar “medicina”; casi con seguridad que Silvio Gaffarot, a cargo de la Anatomía, dio el curso de partos. Eran los tiempos de las campañas militares libertadoras y de enfrentamiento al poder realista, de múltiples inconvenientes, poco propicios para un eficaz avance en los estudios superiores. Se acepta que para 1820 está concluida la guerra de la independencia; pero, sobrevendrá la anarquía político-económica rioplatense. Es posible que solo la provincia de Buenos Aires esté en condiciones de “pensar” en los estudios universitarios, que finalmente concretará por el empuje de una elite ilustrada que busca superar el oscurantismo del ciclo que se cerraba. * Y, así, en 1821 fue creada la Universidad de (la provincia de) Buenos Aires, que al año siguiente instala el Departamento de Medicina (DM) y la Academia de Medicina (AM), responsable, a partir de 1823, de edita el primer número de una publicación que se denominó Anales. Se estableció un plan de estudios de 5 años y fueron designados los docentes Juan Antonio Fernández, Francisco de Paula Rivero y Francisco Cosme Argerich. Ante situaciones tan confusas, de inmediato, se publicó un decreto sobre “Arreglo de la Medicina”; resultaba imperioso poner alguna disciplina ante tal desquicio en las (supuestas) asistencias médicas y frenar las supersticiones, el curanderismo y todo tipo de irracionalidades vinculadas a la enfermedad, el dolor, la muerte. Se intentó exigir una mínima idoneidad y el citado documento incluyó un apartado sobre el “médico de policía” y las parteras, que determinaba: “El médico de policía dará anualmente un curso de partos y enseñará la práctica de este arte en el Hospital de Mujeres” 7 . Para la tarea fue designado el médico de policía Carlos Durand (corría el año 1822) y más de un historiador considera que allí está la cuna de la escuela de partos o parteras. La suya fue una tarea de formación exclusiva de “comadronas”; después sobrevino un reglamento y la disposición de la reserva de tres camas, en
6 Completar con: Beltrán, Juan Ramón. Historia del Protomedicato …
Nota: Montufar, a partir de 1822, es designado “prefecto” (a cargo de la rama de Medicina), de tal modo que se lo puede considerar el “primer decano” del Departamento de Medicina.
el Hospital de Mujeres, para realizar las prácticas 8 . No olvidemos que, en esos tiempos, Bernardino Rivadavia, a cargo de un ministerio, introduce reformas de alta repercusión (que abarcan el cambio de jurisdicción, por ejemplo, de la Casa de Expósitos y otras entidades) e instala la Sociedad de Beneficencia, mermando la ingerencia, en las cuestiones de salud, de la Iglesia Católica (que lo hacía a través de los/las religiosos/as) y el Hospital de Mujeres dejó de pertenecer a la Hermandad de la Santa Caridad. En 1826 hay una modificación de los planes de estudios de medicina, se dividieron o agruparon ciertas cátedras y entra en escena una nueva figura: Francisco Javier Muñiz, recientemente graduado. Para él fue la cátedra de Partos, Enfermedades de Niños y Recién Paridas y Medicina Legal, que se cursaba en el quinto año de estudios 9 ; si bien nunca la asumió (entre otras razones porque residía en la campaña bonaerense). Al complejo cuadro de enfrentamientos ideológicos y de poder entre federales y unitarios, se suma el inicio de la guerra contra el Imperio del Brasil, motivada por contrapuestos intereses de ocupación y defensa de territorios de escasa definición de dominio. Se reitera una situación anterior: los pocos médicos se reparten entre los que se quedan al cuidado de los habitantes de “esta orilla del Plata” y los que parten a consolar a los soldados y civiles heridos y enfermos. Prácticamente “mueren” los estudios médicos e igual situación se vivirá durante el largo gobierno de Juan M de Rosas.
En síntesis: el primer docente de partos del DM de etapa independiente fue Francisco J Muñiz.
El Estado de Buenos Aires
Sobrevino la batalla de Caseros y Buenos Aires, por breve tiempo, estará bajo la conducción de Vicente López y Planes, quien hace esfuerzos por la reinstalación de la Academia de Medicina y los estudios médicos. Todo en un clima muy irregular, como podrá comprenderse. Una vez consolidada la ruptura de la unidad política y jurídica, el nuevo gobernador de la provincia, Pastor Obligado, que lo es en el periodo de la secesión entre Buenos Aires y las provincias de la Confederación, resolvió que una sala del Hospital de Mujeres, conocida como la Maternidad (bajo el patrocinio de San Ramón) fuera destinada al servicio de partos. Resultó, casi, de uso exclusivo de las menesterosas, con la asistencia de “una partera” y con un practicante que, más tarde, sería un distinguido profesional: Manuel Blancas. Todo en medio de una gran precariedad
8 Ampliar con: Llames Massini, Juan Carlos. La partera de Bs As …, p
39-43.
9 En 1827, Mariano Martínez escribe su Operación cesárea. Ver: UBA,
FCM (Biblioteca). Catálogo de la colección de tesis, 1827-1917. Bs As, Talleres Gráficos A Flaiban, 1918. Además: en 1827, Verónica Pascal, de origen francés, hace la primera reválida como partera.
Nota: en 1938, Emilio Corbière expuso, en el Ateneo de Historia de la Medicina, “El proceso a Verónica Pascal”.
y, tomaron fuerza, otra vez, las religiosas que alternaban su tiempo entre labores de consuelo y una frágil enfermería. Además, se instaló el Consejo de Higiene Pública que, con variadas actividades, controlaba, por ejemplo, el desempeño de médicos, boticarios y “parteras” (si bien con estas era relativamente permisivo). Ahora se inicia el ciclo de los liberales y no liberales (y pedimos disculpa por esta simplificación). Se re-habilita la Academia de Medicina y ponen en marcha los estudios médicos, con jerarquía de facultad 10 , aunque independiente de la Universidad, que comprendía medicina, farmacia, odontología, flebotomía y partos 11 y dos nombres concentran la atención, los antes citados Juan A Fernández y Francisco J Muñiz; sin olvidar la alta gravitación que comenzará a ejercer la nueva Sociedad de Beneficencia, en estos tiempos muy próxima a la Iglesia Católica, pues el intento secular ha caducado. Juan A Fernández estudió en Chuquisaca y Lima, donde se graduó, en la Universidad de san Marcos, en 1811; al regreso, participó de las luchas por la independencia, fue docente y director del Instituto Médico Militar, profesor del Departamento de Medicina (anexo a la Universidad), profesional del Hospital de Mujeres y, tras su regreso del exilio, por la militancia antirrosista, primer presidente post-Casero, de la Facultad de Ciencias Médicas (que era independiente de la Universidad), hasta su muerte en 1855 12 . Francisco J Muñiz participó en las invasiones inglesas, se entusiasmó por la causa de Mayo, estudió en el Instituto Médico Militar y se graduó en 1822, cuando ya era Departamento de Medicina, colaboró en la Guerra contra el Brasil, fue docente de Partos en la Escuela de Medicina (reiteramos: cargo que no asumió) y encargado de la vacuna. Más tarde, a sus tareas profesionales, le agregó los viajes de exploración y recolección de fósiles, lo que lo transforma en uno de nuestros iniciadores de la ciencia criolla, como destacado paleontólogo y geólogo. Reinstalado en la ciudad, aceptó la tarea docente que se le asignó: estuvo a cargo de Obstetricia (en realidad Partos, Enfermedades de los Niños y Mujeres), entre 1852 y 1869, con varias discontinuidades por sus problemas de salud. Siempre preocupado por la baja formación escolar que presentaban las inspirantes a estudiar partos colaboró en la redacción de un nuevo reglamento (1856) 13 , de sucesivas modificaciones y ampliaciones, que incluye un plan de enseñanza y, de esa manera, quedó fundada, anexa a la cátedra de partos, la Escuela de Parteras 14 , que, en 1862, vivirá una mo
10 Buzzi, Alfredo y Federico Pérgola. Guía para el estudiante. Facultad de Medicina, UBA. Bs As, Ediciones Médicas del Sur, 2011, p 11 y ss.
11 Serán presidentes (ó decanos) del siglo XIX: Juan Antonio Fernández,
Francisco Javier Muñiz, Juan José Montes de Oca, Manuel Porcel de Peralta, Pedro Antonio Pardo, Cleto Aguirre, Maurico González Catán, Leopoldo Montes de Oca, Enrique E del Arca, Pedro Lagleyze y Juan Ramón Fernández.
12 Nota: un nosocomio (el hoy Hospital General de Agudos) lleva su nombre.
La batalla de Pavón selló la unificación entre las provincias y, tras una reforma a la Constitución aprobada en 1853, se organizó la Nación. El presidente Mitre llamó al médico Guillermo Rawson para ocupar uno de los ministerios (el de Interior) y mantuvo a Muñiz en la cátedra universitaria (decimos esto, pues por entonces la injerencia del Ejecutivo sobre las cátedras era decisiva) y, para asistirlo en la tarea, fueron nombrados, a modo de interinos, Nicanor Albarellos 16 y Pedro Antonio Pardo, quien, posteriormente y autorización de la Sociedad de Beneficencia, pudo actuar como profesional encargado de las enfermedades de mujeres, en aquellos espacios que esta controlaba 17 . Llegaron los años del presidente Sarmiento y una gran epidemia de fiebre amarilla azotó a la población; se vivieron momentos difíciles. Esto complicó, pues al temor que se tenía por los nosocomios, se sumó al rechazo que unos cuantos sentían por la “medicina” de los profesionales. Poco se podía hacer para erradicar un prejuicio difundido. Con el paso de los años se designaron algunos practicantes y/o médicos internos para el Hospital de Mujeres y así llegamos a Samuel A Molina 18 , quien, oportunamente, sería un profesional de primera línea. En 1874 un nuevo decreto determinó que la Facultad de Medicina, volviera a integrar la Universidad y su gobierno quedaba a cargo de la Academia de Medicina. Durante los años del presidente Avellaneda, la Facultad de Ciencias Médicas reacomodó el plan de estudios, ocupándose detenidamente del tema de las parteras. Leemos en un nuevo Reglamento 19 :
Artículo 224º: El curso de obstetricia para parteras durará dos años …, y seguirán además por lo menos dos años el curso de la obstetricia con el profesor de partos.
15 Muñiz murió, en 1871, como víctima de la fiebre amarilla. Un hospital
lleva su nombre.
Nota: Fernández y Muñiz, profesionales de rica cultura, redactaron notas periodísticas e iniciaron la literatura médica de difusión.
16 Estudió en París y, una vez instalado entre nosotros, revalidó su título.
17 Por entonces, en 1868, Ricardo Gutiérrez se doctoraba con la tesis: Su
presión de los dolores del parto por medio del cloroformo.
18 Molina se doctoró, en 1873, con la tesis: La fiebre puerperal y la metro
peritonitis del Hospital General de Mujeres. Una parte de la bibliografía comenta que fue el primero en hacer, con éxito, una operación cesárea en 1892; otros, mencionan a Samuel Gache. De esa época es la tesis de Alfredo Parodi: Estudio estadístico sobre la Maternidad del Hospital General de Mujeres (1878).
Artículo 228º: La partera de la sala Maternidad será nombrada … por la Facultad, a propuesta del profesor de Obstetricia. En consecuencia, ella es jefe de las alumnas parteras … 20 .
Si bien se les exigía mayor capacitación, persistían vicios de tradición y la población de los años de 1870/80, mantenía el “miedo” al parto en “la maternidad”. De ahí que las actividades de los docentes van a resultar fundamentales, para brindar una buena capacitación, en tanto “escuchan” las denuncias y enseñanzas (lejanas) de Ignaz F Semmelweis y (más cercanas) de Louis Pasteur 21 , Joseph Lister, Etienne S Tarnier y otros, en particular intentando bajar la incidencia de la fiebre puerperal. Hacia 1879, se instaló la Junta de Sanidad, denominación que cambió casi de inmediato por Junta Provisional de Higiene, incluida en la partida presupuestaria del Ministerio de Marina, con la idea de hacerla una institución de jurisdicción nacional (sin que se haya cumplido de manera efectiva). En síntesis hay varios organismos en danza: la Sociedad de Beneficencia, la Junta Provisional de Higiene, la Academia de Medicina, la Asociación Médica Bonaerense, la Escuela de Parteras y la Facultad de Medicina. Será necesario que nuevas ideas entren en vigencia, en especial que haga aparición el furor bactericida aplicado por médicos, enfermeras, parteras y todos los que trabajan con convalecientes y parturientas, para que las cosas cambien. Después se logró el equilibrio apropiado 22 . Nos preguntarnos, ahora, si existía alguna institución privada que impartiera este tipo de estudios y la respuesta es afirmativa; pues, el médico José López de Morelle, fundó y dirigió una Escuela Libre de Parteras y, en una casa espaciosa, tenía la escuela y la clínica. Cuando lo estimaba apropiado las hacía rendir examen en la Facultad. Eran una suerte de alumnas libres, que mucho irritaba, por ejemplo, a Pardo e hizo más adelante esfuerzos por obstaculizarlos. Cerrado el viejo Hospital General de Hombres (1879) se habilita el Hospital Buenos Aires, provincial, y ahí trasladó la Facultad todas las clínicas. En 1880 tras la federalización
20 Ver: Llames Massini, Juan C. La partera …, p 166 y ss.
Nota: Placida Figueroa obtiene el “título” de partos (1862), fue una suerte de enfermera de la maternidad y la primera maestra de las parteras.
21 En efecto, en 1879, el sabio francés presentó su estudio sobre el agente
de la fiebre puerperal ante el público reunido en la Academia de Medicina de París. Sus innovadoras ideas acerca de la génesis de las infecciones en los “microbios”, “bacterias” o “gérmenes” fueron rápidamente receptadas, en nuestro medio, por Manuel A Montes de Oca, Ignacio Pirovano, Juan B Justo y algunos más. Así comenzaba “el paradigma microbiano”, para acabar con la “podredumbre de hospital”. Completar con: Trujillo, José M, “La ´revolución pasteuriana´ en Buenos Aires: introducción de la antisepsia y asepsia quirúrgica”; en: Revista del Hospital Italiano de Bs As. Bs As, vol 26, nº 2, agosto 2006, p 40-4.
de la Capital, este nosocomio pasó a ser nacional y en 1883 dependencia de la Facultad, con el nombre de Hospital de Clínicas. Casi de inmediato comenzó a levantarse, para ésta, un nuevo edificio y se creaba una Maternidad.
En síntesis: los dos primeros docentes de partos de la época independiente fueron Francisco J Muñiz y Pedro A Pardo.
Se instala el Departamento Nacional de Higiene (DNH), cuya tarea es ejercer una suerte de control de los asuntos relacionados con la salud pública, cualquiera fuese el lugar de la Nación donde hubieran de aplicarse o ejecutarse. Organizó y reglamentó al cuerpo médico (cuidando “la conservación de las buenas prácticas profesionales o faz ética”), vigiló el ejercicio ilegal de la medicina, inspeccionó a las farmacias y droguerías, controló y fomentó la vacunación. En la Facultad de Ciencias Médicas una nueva ordenanza, de 1881, inspirada por Pardo, modificaba sustancialmente el “capítulo de las parteras”; dice así:
Escuela de Obstetricia Art. 1º: Queda anexa a la Cátedra de Obstetricia y bajo la dirección del profesor, una escuela de partos destinada a suministrar la instrucción necesaria a las señoras que se dedican al arte de los partos. Art. 2º: La enseñanza de los partos será teórica y práctica y comprende el programa que anualmente aprueba la Facultad para el curso completo de los aspirantes al grado de Doctor en Medicina … Art. 4º: La enseñanza práctica y clínica se recibe a la cabecera de la parturienta, de la puérpera y de la mujer embarazada 23 .
Pardo se empeñó en dictar personalmente el curso y, a la manera de Fernández y Muñiz, encaró, además, tareas de gestión 24 . Avanzan las ideas de la asepsia y antisepsia; las estadísticas ó indicadores marcan mermas en las infecciones y los índices de mortalidad/morbilidad. La labor de los “higienistas” es decidida y consiguen el apoyo de los políticos. Buenos ejemplos son los trabajos de Emilio R Coni y de Cecilia Grierson, entre cientos dignos de ser mencionados, cuidadosos cuanto mínimo de
23 Ver: Llames Massini, Juan C. La partera …, p 176 y ss.
24 Pardo se graduó en 1854, colaboró en la Guerra contra el Paraguay. Fue
la pulcritud de la labor médica y de sus asistentes 25 . De todos modos, el nivel de estudios de las alumnas/parteras era muy precario y más de uno consideraba fundamental revertir esta situación y capacitarlas ampliamente para que fuesen buenas asistentes de los médicos y cooperasen en la “campaña” por clausurar la situación dada hasta esos años. Se doctora Juan Ramón Fernández 26 , con la tesis: Contribución al estudio del tratamiento antiséptico en la fiebre puerperal; fácil es advertir cuánto le han afectado las nuevas ideas. Inquieto profesional que decide completar su formación en el Viejo Continente, donde recibe la benéfica influencia del francés Tarnier y, en 1885, enterado de su nombramiento como profesor suplente de la Cátedra de Partos, de la Facultad de Medicina 27 , regresa para hacerse cargo (en reemplazo de Pardo) 28 ; pero, cuando llegue el momento de designar
25 En 1886, Coni publica “Las parteras y la práctica obstétrica” (en la:
Revista Clínica Quirúrgica), con un reglamento de desinfección; idea que reitera en 1891. Por su parte, en 1889, Grierson se doctora con la tesis. Histeroovariotomías ejecutadas en el Hospital de Mujeres; desde 1883 a 1889. Más tarde escribe: “Historia de las obstétrica” (en la: Revista Obstétrica. Bs As, 1903, año 1, tº 1, p 9-30).
26 No confundir con el antes citado Juan Antonio Fernández.
27 En ese mismo año de 1885 se aprueba la Ley nº 1.597, de estudios uni
al nuevo profesor titular, el elegido será Samuel A Molina (1887-1918). Inaugurado el Hospital Rivadavia 29 , en su maternidad harán las prácticas las alumnas/parteras. Ante el diferente nivel de formación, se dispuso habilitar una cátedra paralela solo para estas y, por otro lado, se mantuvo la que se destinaba a los futuros médicos. * En 1891, tras años de prédica múltiple (donde no faltaron las voces de los profesionales de la facultad y la academia), se dispone la creación de una Escuela Nacional de Parteras (ENP). Dice la ordenanza:
“La FCM, …, resuelve solicitar del Consejo Superior Universitario …, la creación de la Escuela Nacional de Parteras” 30 .
Allí se designa a Juan Ramón Fernández profesor titular de
la FCM y ministro de Justicia e Instrucción Pública, durante el período de entre-siglos y en tal desempeño proyectó la construcción de la Escuela Práctica de Medicina y la Morgue. Lleva su nombre el Instituto de Enseñanza Superior de Lenguas Vivas (creado en 1904).
29 En el mismo predio que hoy ocupa. Venía en reemplazo del HM, que
había funcionado en la calle Esmeralda: espacio que, a partir de ese momento, se acondicionó para la Dirección General de la Asistencia Pública (municipal).
Obstetricia y a Alfredo Lagarde a modo de asistente. Unos cuantos se sumaron para formar a estas mujeres y aparecen los nombres de José Ayerza, Enrique Pietranera, José F Molinari, en un primer momento y, luego, Enrique Pardo, Fanor Velarde, Adalgisio Boceti, Miguel Z O´Farrell, Enrique Bazterrica 31 , Jaime Salvador, Juan Carlos Llames Massini, Ubaldo Fernández, Toribio Picardo. Una problemática repetida era hallar un lugar apropiado para que las alumnas realizaran sus prácticas -pues la maternidad del Rivadavia resultaba insuficiente- y la situación mejoró cuando Coni, como director de la Asistencia Pública y Administración Sanitaria, creó otra, municipal, en el Hospital San Roque, con la conducción de Lagarde. A partir de 1897 la Escuela Nacional de Parteras tiene su propio edificio y, de 1906, su maternidad fue denominada “Pedro A Pardo”; se sucedieron renovados reglamentos. Miles de inmigrantes llegaban al país y muchas de las jóvenes parejas tenían en este nuevo asentamiento sus hijos; por ende las demandas aumentaban y antes que terminara el siglo XIX, ya existían cuatro maternidades: la del Hospital Rivadavia (1887), la del San Roque (1892), la del Rawson (1895, creada por Samuel Gache) y la de la ENP (1897) 32 .
En síntesis: en el último tramo del siglo XIX, en la FM se desempeñaron Pedro A Pardo y Samuel A Molina 33 ; en la ENP, Juan R Fernández.
Avanza el siglo XX Durante las presidencia de Roca, Quintana y Sáenz Peña
En 1901, las parteras fundaron la Asociación Obstétrica Nacional con la colaboración de Lagarde y Grierson; poco después, en 1903, apareció el primer número de la Revista Obstétrica. También, desde esa fecha, se habilitan dos cátedras de Partos: una, como ya dijimos, a cargo de Molina y la otra de Eliseo Cantón (quien ejercerá en reemplazo de Lagarde, en la Maternidad del Hospital San Roque, cedida por la Municipalidad de Buenos Aires a la Universidad); era este, un médico de prestigio que puso empeño por modificar las instalaciones, introducir innovaciones e, incluso, organizar un museo (para lo que contó con la colaboración de Juan B González) 34 . Cantón, graduado en 1886, con una tesis sobre el paludismo y durante un tiempo profesor de Historia Natural Médica (o Zoología Médica, que incluía la parasitología), en 1900, al crearse la cátedra de Clínica Obstétrica se inclina por esta especialidad (hasta su retiro en 1912). Formó discípulos y se dio tiempo para hacer escritos histórico-médicos, política universitaria y nacional. Aun más, en 1913, en el Primer Congreso Nacional del Niño, presentó un proyecto seductor sobre las maternidades refugio y todo lo necesario para la protección de los pequeños. Asimismo, fue decano de la Facultad de Ciencias Médicas por dos períodos (1906-12) y le cupo la responsabilidad de poner en vigencia los nuevos estatutos que organizaban el Consejo Directivo (en reemplazo de la Academia de Medicina), que había originado meses de grandes dificultades políticas, docentes, académicas. Escribió, en 1917, un muy afamado y premiado Atlas de Anatomía y Clínica Obstétrica. Por ese entonces, no es menor la importancia que toma la incipiente legislación social y se llegó a la ley nº 5.291 (ó ley Palacios), de 1906, que reglamenta el trabajo de mujeres y niños, con algunos beneficios para las grávidas 35 . Alfredo L Palacios, el primer diputado socialista, como miembro del Parlamento Nacional sostuvo vehementemente reclamos sociales y de reivindicación. La citada ley venía a completar la nº 4.661 (de 1905), sobre descanso dominical. Hubo otros proyectos 36 , para ampliarlas, sin resultados efectivos en el corto plazo. En 1909, un grupo de profesionales organiza la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Bs As (Soyg) para propender al estudio y perfeccionamiento de una y otra rama médica. Formaron parte de la primera comisión directiva: Enrique Zárate, A Lagarde, Arturo E Enríquez, Alberto Peralta Ramos y J F Molinari. Organizó congresos nacionales en 1931, 1934, 1937 y otros posteriores, a los que sumó los latinoamericanos a partir de la década de 1950. Mantuvo un Boletín. No es menor el dato que nos proporcionan las estadísticas sobre la notable presencia de niños sin padre “reconocido”, esto, en parte, está vinculado a la particular situación de hombres trabajadores golondrinas que, al retornar a sus países de origen, dejaban a sus mujeres lugareñas con hijos “naturales”, dando lugar a una particular situación de indefensión que el Estado intentó paliar ya que unas cuantas no podían ser madres de “tiempo completo”. Más aun, no debe olvidarse que por entonces, Buenos Aires era conocida como una ciudad del “mercado de carne”, eufemismo para referirse a las prostitutas, algunas de las cuales cuidaron, pero otras
31 Fue uno de los iniciadores de la cirugía ginecológica por vía abdominal: continuador de Jacobo Tezanos Pinto en la Cátedra de Enfermedades de Mujeres. Fue titular de Clínica Ginecológica y decano de la FM/UBA.
32 Completar con: Llames Massini, Juan C. La partera …, p 233 y ss; p
260 y ss y p 273 y ss.
33 Es decir, Molina es el tercero de la época independiente.
34 Lamentablemente desmantelado (posiblemente parte del material se ha
35 En algunos relatos se rescata el profesionalismo de dos parteras de la
época: Cecilia Vieyra Navarro y Elvira Sosa. Ver: Chamorro, Tomás, “La partera en la maternidad”, en La Semana Médica. Bs As, año XLVI, nº 21, 25 de mayo de 1939, p 1181-8. Conferencia (del 4 de abril de 1939) a pedido de “La Casa de la Partera Argentina”, en la Asociación Científica Argentina (así consta en el escrito; estimamos que se trata de un error, por SCA). Vieyra Navarro trabajaba en el Hospital San Roque (junto a Cantón) y Sosa, en el Hospital Fernández (junto a Llames Massini).
no, a sus pequeños. También acá, hay que relacionarlo con la situación de cobertura estatal. Ha llegado el año del Centenario y se renuevan situaciones complejas: se entrecruzan las cátedras para alumnos de medicina, con las proyectadas para parteras, hay demoras en hallar lugares apropiados para las prácticas. Todo ello, ante una creciente demanda de “profesionales” y la necesidad de abrir maternidades 37 . Una novedad: se promulga la ley del voto nº 8.871 (1912), o General de Elecciones, que brinda oportunidad al sistema republicano imperante de hacerse democrático. En simultáneo, la legislación universal avanzaba dando preeminencia a tres puntos atractivos: protección al alumbramiento, desde el momento que libera a la embarazada del trabajo inmediato anterior y posterior al parto; aseguro de la lactancia más cuidados maternos; y, por último, salvaguarda económica, en la medida que no se la priva (durante su licencia) de los salarios. Estas innovaciones arribarán, algo después, a nuestras latitudes. Jubilado Cantón, asume Enrique Zárate como titular de cátedra (1913-31) 38 ; un auténtico innovador en la práctica de las cesáreas, quien, en 1924, presentó a la Soyg (de la que fue el primer presidente), su técnica que se denomina “sinfisiotomía parcial subcutánea” y, dos años más tarde, hace su primera operación en el exterior: en la Clínica Tarnier de París (siempre, dentro de la etapa pre-penicilina) 39 .
“Fue el más brillante defensor de las operaciones ampliatorias de la pelvis ósea en los casos de desproporción feto-madre … mundialmente conocido … pues constituyó un avance para la época dadas las limitaciones para efectuar operaciones cesáreas con éxito materno” 40 .
Jubilado Molina (en 1918), lo reemplaza Arturo R Enríquez (quien dictará las clases en el Durand). Pero, no olvidemos que, en paralelo, han cambiado los docentes de la Escuela
37 En 1912 se gradúa la médica nº 17: María Teresa Ferrari (de Gaudi
no), quien llegó a profesora adjunta de la cátedra de Obstetricia (en 1927) y, oportunamente, fue designada profesora extraordinaria (1939); ocupó la jefatura de la Maternidad del Hospital Militar Central y se la recuerda como una de las fundadoras de la Famu. Autora de una importante obra escrita, ideó un modelo de vaginoscopio y, durante un viaje por París frecuentó a Maria Curie. Oportunamente se estableció un premio (FM/ UBA) sobre temáticas de obstetricia o ginecología que lleva su nombre.
38 Modificó la técnica de Frank de la sinfisiotomía y publicó su técnica de
la sinfisiotomía subcutánea partialis (junto a Miguel Falsía).
39 Co-autor (Nubiola-Zárate) de Tratado de Obstetricia (Barcelona, Labor,
1951). En 1955 publica Subcutaneous Partial Symphysiotomy o Zárate´s Method. Muchos han ponderado su labor, entre ello Eduardo García Treviño, desde España.
40 Votta, Roberto A, “Breve historia de la evolución de la obstetricia en
Nacional de Parteras y en 1912 se desdobla la cátedra de Obstetricia: una, es la de Obstetricia Patológica con Fanor Velarde y la otra, de Obstetricia Fisiológica, con Miguel Z O´Farrell. Además, en 1914, Bazterrica (largamente vinculado a la Escuela, porque fue su director así como de su maternidad), presentó al Consejo de la Facultad de Ciencias Médicas un proyecto para reorganizarla, buscando “mejorar el gremio de parteras en su concepto científico y moral” 41 . Antes que se cerrara este ciclo, se aprobó la ley nº 9.688, de accidentes de trabajo. De manera lenta, se avanzaba en normativas que beneficiaran a la masa asalariada 42 .
En síntesis: durante los primeros años del siglo XX, dos cátedras de Obstetricia funcionaban en la FM, las de Samuel Molinas/ Arturo R Enríquez y Eliseo Cantón/ Enrique Zárate y dos en la ENP, de Fanor Velarde y Miguel Z O´Farrell.
Comienza el período radical Presidencias de Yrigoyen, Alvear, Yrigoyen
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, rebrotó el arribo significativo de inmigrantes (si bien nunca en los porcentajes previos) y aparecen nuevas demandas, en especial relacionadas con la salud. Miles de jóvenes madres han cambiado sus hábitos y abandonan el parto en el domicilio por la seguridad
41 Ampliar con: Llames Massini, Juan C. La partera …, p 277; p 288 y ss y 298 y ss. Además con: Nölting, David E, “Bosquejo histórico de la Obstetricia en la Argentina” (en: La Semana Médica. Bs As, nº 75, aniversario, 1969, p 153-6) quien dice que los cursos para parteras ahora eran de tres años y se había agregado Puericultura a cargo de Ubaldo Fernández. Este trabajo también apareció en: Medicina Panamericana, 1964, p 33- 40. También lo publicó (bajo el título: “La obstetricia en la Argentina”) en: Actas del Primer Congreso de Historia de la Medicina Argentina. Bs As, 27-30 de noviembre de 1968 (tomo editado por La Semana Médica, en conmemoración de su 75º aniversario).
42 Lejos de nuestro propósito está hacer un registro de las principales leyes
vinculadas de manera directa/indirecta con el parto, postparto y cuidados de los pequeños. Comprenderá el lector que hay acá solo unas pocas menciones que sirven para ilustrar cómo fueron cambiando, ampliándose o mejorándose las disposiciones en este sentido.
que brinda la asistencia médica hospitalaria y, para que se diera este giro no debe haber sido menor la prédica de las instituciones de protección a la primera infancia y la canalización de las grávidas a los servicios públicos de atención médica, en especial el referido a las maternidades, donde encuentran a “verdaderas eminencias”, según los dichos de época. Muchas parejas venían de una Europa que había dado pasos significativos en este sentido y, lentamente, las diferentes clases sociales lugareñas “perdían” el miedo al hospital. En 1920 Alberto Peralta Ramos es nombrado titular de una nueva cátedra e introdujo favorables innovaciones. Su lugar de trabajo era la Maternidad del Hospital Rivadavia y allí creó un Instituto Modelo, sede de un polo de docencia de avanzada; con los mejores instrumentales y materiales de la época, con un lactario, un centro de transfusión sanguínea y un servicio social anexo; además inició los estudios de amniografía. Autor de afamados libros de la especialidad 43 . No eran estos los únicos profesionales que se distinguían. Podemos recordar a otros, al modo de Carlos Heuser, quien en 1924 publicó su método para efectuar una histerosalpingografía, que usa vaselina y lipiodol como medio de contrate e insufla la vejiga con aire; útil para el diagnóstico de embarazo de pocas semanas (se desconocían, por entonces, los efectos deletéreos de la exposición del embrión o feto a los rayos X). Junto a Humberto H Carelli combinó la histerosalpingografía con la insuflación peritoneal, técnica denominada ginecografía. Por su parte, Arturo J Risolía, ligado a este procedimiento, inventa la cánula a tornillos para inyectar el medio de contraste 44 . En tanto, Ángel H Roffo, realizaba sesudas investigaciones sobre el cáncer y, en el Instituto de Medicina Experimental, habilitaba un Pabellón para Mujeres, brindando asistencia mientras continuaba con una eficaz política de difusión de ideas y propagación de recomendaciones, tales como la conveniencia del examen precoz, el rechazo al cigarrillo, el alcohol y otras medidas profilácticas. Defendía el valor de los rayos roentgen. Se aprueba la ley nº 11.317 (1924), sobre el trabajo de mujeres y menores, que tiene un capítulo sobre la protección a la maternidad y aparecerán los organismos del Estado para el control en tal sentido.
43 Aun con todo este prestigio fue desplazado en 1947 (y, más tarde, reemplazado por Manuel Luis Pérez).
44 Risolía fue un destacado profesional. Parte de sus trabajos se relacio
nan, además, con los de Carlos Alberto Castaño, autor del concepto de pseudofibroma, lesión tumoral del útero producida por procesos sifilíticos antiguos, en combinación con la gonococcia. Ideó un método operatorio para el tratamiento del varicocele pelviano, luego reglado y parcialmente modificado por Risolía. También lo fue Humberto Dionisi, quien llevó a cabo el diagnóstico hísterosalpingográfico de la endometritis uterina, con la descripción de un signo que lleva su nombre. Fue profesor emérito de Ginecología, director del Instituto del Cáncer (en la UNCórdoba). Ver su artículo (co-firmado con Francisco P Germano): “Los últimos 50 años de la ginecología argentina”; en: Aznárez, Enrique P (coordinador). Historia general de la medicina argentina (tº II: Los últimos 50 años de la medicina argentina). Córdoba, UNC, FCM, Instituto y Cátedra de Historia de la Medicina, Dirección General de Publicaciones, 1980, p 125-40.
En síntesis: la FM, durante el período radical, dispuso de tres cátedras de Obstetricia, con la titularidad de Enrique Zárate, de Arturo R Enríquez y Alberto Peralta Ramos; la ENP, dos, a cargo de Fanor Velarde y Miguel Z. O´Farrell.
La década de 1930
En la Facultad de Medicina, Zárate será reemplazado por Josué A Beruti (1931-54), un profesional graduado en Friburgo, quien hizo su reválida e ideó instrumentos (como la máquina de parto) y maniobras manuales para las operaciones vaginales obstétricas, los primeros métodos de cardiotelefonía y fonocardiología fetal y empleó, con mesura, los derivados hipofisarios. Promovió la formación de anestesistas especializados 45 . El período de Enríque termina en 1932. Recibidos los fondos necesarios, por donación, la municipalidad de Buenos Aires inaugura el Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá, de próxima alta significación. En la Escuela Nacional de Parteras, Nicanor Palacios Costa y Juan A Gabastou 46 son responsables de las cátedras de Obstetricia. En 1937 se reforma el plan de estudios y solo queda Llames Massini 47 con algunos auxiliares (a su vez reemplazado, en 1935 por Enrique A Boero 48 , que actuó en el Durand); pues, Palacios Costa 49 y Gabastou 50 pasan a Medicina, a cargo de Obstetricia Normal y, los antes citados Peralta Ramos y Beruti, de Obstetricia Patológica. Fueron auténticos formadores de discípulos y un grupo de nuevos profesionales comienzan a distinguirse: Jorge L Ahumada 51 y Roberto A Ferrari 52 , Juan D León, Silvestre Sala, Domingo Ledesma, Alberto Coatz, Roberto A Votta, Gastín Gibelli, Daniel Rojas 53 , Ricardo
45 Ver su artículo: “El ´parto corregido´ a la luz de una moderna nosología obstétrica”: en La Semana Médica. Bs As, 1944, tomo del Cincuentenario, 1º fascículo, p 497-501.
46 Ideó el método del alumbramiento hidráulico de Mojon-Gabastou. Una técnica para el desprendimiento de la placenta retenida, al inyectar líquido estéril por la vena del cordón umbilical.
47 Estaba familiarmente vinculado a la familia Argerich. Se había docto
rado en 1897 con, El curetaje como tratamiento racional del aborto. En el Hospital Juan A Fernández, la maternidad fue bautizada con su nombre. Completar con: Rodríguez Miranda, J V. Juan Carlos Llames Massini. Bs As, El Ateneo, 1948. Se lo valora porque facilitó el mecanismo del parto fisiológico, con una toma alta de fórceps, que denominó ideal, invertida y flexora (1924).
48 Boero. Su método de la inyección intraovular de formol puro, para ser
aplicado en intoxicación gravídica, produce la muerte fetal y facilita la recuperación de la madre (1935).
49 Ejercía en la Maternidad Gache, del Rawson; organizó un Instituto y jerarquizó a la cátedra.
50 Ejercía en la Maternidad Pedro A Pardo.
51 Fundador, en 1954, de la revista Sinopsis Obstétrico Ginecológica.
Schwarcz 54 , Roberto Martín Pinto 55 , Jorge R Firpo, Ubaldo Fernández y, con seguridad, habrá que agregar otros nombres. Para entonces entraban en vigencia las leyes nº 11.933, 12.111 (1935) y 12.341 (1936), y unas pocas más, que, por lo menos, atendían a la retribución indispensable, a la lactancia, al descanso pertinente y a la creación de una Dirección Nacional de Maternidad e Infancia (dependencia del Departamento Nacional de Higiene) y otros beneficios, entre los cuales no es menor el servicio social, con la participación de profesionales competentes 56 . Aun así, leemos:
“el cumplimiento de estas leyes fue, durante décadas, sumamente defectuoso, debido a la confluencia de tres factores; la tenaz resistencia patronal, las deficiencia del control estatal y, lo que probablemente sea lo más importante, la debilidad de la organización sindical, producto en gran medida de la ignorancia y el desinterés de las perjudicadas” 57 .
Será necesario que haga su aparición una embestida decisiva que arrase con estos tres obstáculos.
En síntesis: en la FM hay cuatro cátedras de Obstetricia 58 : de Josué A Beruti, de Alberto Peralta Ramos, de Nicanor Palacios Costa y de Juan A. Gabastou. En tanto, en la ENP, una, responsabilidad de Llames Massini.
La segunda mitad del siglo XX Presidencias de Perón y sucesos posteriores
En 1947, desplazados algunos de los anteriores, asumen dos nuevos titulares. Uno, Julio V Bazán (hasta 1955); el otro, Manuel L Pérez, quien ejercía en el Instituto de la Maternidad del Hospital Torcuato de Alvear 59 . Defensor de los controles pre-natales y poco afecto el parto domiciliario, quien:
“Utilizó por primera vez en nuestro medio para la operación cesárea, la técnica transperitoneal ístmica, con el agregado de sulfamida y penicilina intraperitoneal, en los casos impuros” 60 .
Por su parte, Carlos T Galli Mainini publica un trabajo que da a conocer los resultados de la inyección de orina de embarazada al sapo macho Bufo arenarum: prueba de embarazo que, a partir de entonces, llevaría su nombre 61 . Fue por entonces cuando se reunió el Primer Congreso Argentino de Medicina del Trabajo (1948) y, próximamente, se aprobó la Constitución de 1949, que incluye el derecho a la seguridad social, a la protección de la familia, que en un apartado dice: “La atención y asistencia de la madre y del niño gozarán de la especial y privilegiada consideración del Estado” 62 . En 1953 y 1954, son designados Ricardo Dubrovsky 63 (profesional del Rawson) y Juan D León 64 (que lleva la cátedra al Argerich). En tanto, en la ENP, Miguel V Falsía asume como titular.
En síntesis: en la mitad del siglo XX, hay una etapa con cuatro cátedras de Obstetricia en la FM, a cargo de: Julio V Bazán, Manuel L Pérez, Ricardo Dubrovsky y Juan D León. En tanto, en la ENP, una, a cargo de Miguel V Falsía (desde 1947).
Los años del gobierno peronista fueron muy difíciles para al
el parto de presentación pelviana (1930).
54 Publicó, en 1960, Obstetricia (con otros colegas).
55 Fue colaborador de Bernardo A Houssay, quien lo introdujo en la fisiolo
gía obstétrica. Creó y organizó la Clínica Eliseo Cantón (un departamento de Investigaciones Clínicas), del Hospital Ramos Mejía.
56 Ampliar con: Lascano, J C. Aspecto social de la asistencia obstétrica. Rese
ña histórica y legislación argentina. Córdoba, Imprenta de la Universidad, 1942 (folleto). También con: Pereira, Julio C, “Historia de la Obstetricia en la Argentina en los últimos 50 años”, en: Aznárez, Enrique P (coordinador). Historia general de la medicina argentina (tº II: Los últimos 50 años …), p 141-55. Además, tener presente el escrito de: Rodríguez, Ana M T, “Los médicos católicos argentinos en los años treinta”; en: Sociedad y religión. Universidad Nacional de La Pampa, Facultad de Ciencias Humanas, vol XX, nº 30/31, 2008, p 137-70 archivo pdf).
57 Recalde, Héctor. Mujer, condiciones de vida, de trabajo y salud/2. Bs As, Ceal, 1989, p 145.
58 Ver: UBA, FCM. Cuerpo docente, junio 1946. Bs As, Imprenta de la Uni
versidad, 1946 (folleto). Nota: se menciona como profesora extraordinaria María Teresa F de Gaudino (desde 1934). Ampliar con: Monteverde, Victorio, “La obstetricia y su ejercicio en los últimos cincuenta años”; en: La Semana Médica. Bs As, 1944, tomo Cincuentenario, 1º fascículo, p 489-96.
59 Pérez fue autor de un Tratado de Obstetricia (Bs As, Aniceto Pérez, 1932;
por entonces profesor suplente de Clínica Obstétrica); además, de: Compendio de Clínica Obstétrica (firmado con Baldi y Firpo, 1956). Fundador, asimismo, de la Revista Obstetricia y Ginecología Latinoamericanas (en 1942, junto a Peralta Ramos y Ahumada). Como secretaria de redacción de ésta, aparece el nombre de la médica Mercedes Rodríguez de Ginocchio (junto a otros compañeros varones). Pérez y Ramón Echeverría introdujeron la sulfamida intraperitoneal profiláctica en la cesárea segmentaria transperitoneal (1942).
60 Votta, R A. Breve historia de la evolución de la obstetricia …, p 226.
61 Carlos Tulio Galli Maninini (Bs As, 1914-1961) publicó, en 1948, El
diagnóstico del embarazo en los batracios machos. En cierta oportunidad se intentó cuestionarle la autoría de este hallazgo, sin resultado efectivo; tuvo difusión mundial y sus trabajos están enmarcados con la profesionalidad de la escuela de Bernardo A Houssay. Ver: Lardies González, Julio, “Importancia de la obra de Carlos Galli Mainini, en la Obstetricia internacional”; en: Archivos de Historia de la Medicina Argentina. Bs As, año V, nº 13, mayo-agosto 1975, p 10-1.
62 Por supuesto, dejada sin efecto a partir del golpe de Estado de 1955.
gunos profesores, hubo purgas, desplazados y escaso entendimiento entre el nuevo modelo de gestión y los universitarios; sí un claro intento de cambiar la política de salud, que se acompasó con el nuevo modelo de Estado de bienestar que se impuso. Se creó (primero una secretaría y luego) un ministerio específico, en reemplazo del viejo Departamento Nacional de Higiene y alta ingerencia tuvo la Fundación Eva Perón, que vino a reemplazar a la caduca Sociedad de Beneficencia.
En síntesis 65 : en la FM funcionaban varias cátedras, la 1ª con Roberto M Pinto (Maternidad Cantón, del Ramos Mejía), la 2ª con Ricardo Dubrovsky (Maternidad Samuel Gaché, del Rawson), la 3ª con David E Nölting (Maternidad del Alvear) y la 4ª con Julio V Bazán (Instituto de la Maternidad 66 ). En la ENP, permaneció Miguel V Falsía.
Con la aposta de la Revolución Libertadora y la posterior recuperación republicana se restablecieron los llamados a concursos de profesores y la re-estructuración de las cátedras. Se emplazaron las Unidades Docentes Hospitalarias y se benefició la relación docente-alumno (1961). Eran momentos que propiciaban la mística de la maternidad, con campañas de defensa del amamantamiento natural, exclusivo y durante largo tiempo, a modo de un imperativo categórico, del que solo se sustraían las “madres desnaturalizadas”. Al poco tiempo, una vez más se cortó la vida republicanademocrática y autoridades de rigor tomaron la conducción el país. Una situación muy mentada es propia de estos años: la “noche de los bastones largos”, que, en general, marca un declive de la calidad universitaria argentina, por motivos ajenos a los docentes. A finales de la década, se crea el Ministerio de Bienestar Social (amén de otras re-estructuraciones) y la Caja de Subsidios y Asignaciones Familiares, por la ley nº 18.017, que beneficia a las madres y pequeños. Asimismo, entra en vigencia la ley nº 18.610 sobre obras sociales (verdadero monopolio del sindicalismo argentino, concedido bajo un gobierno no constitucional). También llegó la novedad de la “píldora” 67 .
En síntesis: en la FM hubo tres cátedras, la 1ª, de Daniel Rojas (1956-62) y de Roberto M Pinto (los dos de la Maternidad Eliseo Cantón); la 2ª de Francisco A Uranga Imaz (de la Maternidad Sardá, con un Instituto de Investigaciones Clínicas) y la 3ª, de David E Nölting (en el Instituto de la Maternidad Peralta Ramos).
65 Ver: UBA, FCM. Cuerpo docente de la FCM, 1954. Bs As, Imprenta de la Universidad, 1954.
66 Más tarde, acá actuó, como director, Julio C Pereira (profesor titular de
Clínica Obstétrica).
En la ENP quedó Ricardo Schwarcz; reemplazado en 1966 por Juan L Martín. Esta se cerró por nueve años (1968-77).
Unas palabras sobre las parteras. En enero de 1967, por la ley nº 17.132 (que se refiere al régimen legal del ejercicio de la medicina, odontología y actividades auxiliares) queda reservado el ejercicio de la obstetricia “a las personas de sexo femenino que posean el título universitario de obstétrica o partera …” (art 49). Aparecía, ahora, una restricción de género, que discriminaba a los varones (situación que en la actualidad está superada) 68 .
Década de 1970 y un poco más
La Facultad de Medicina, en 1970, restablece las 4 cátedras. Se sancionaron las leyes 19.587 (de higiene y seguridad en el trabajo, 1972) y nº 20.744 (de contrato de trabajo, 1976), siempre en un afán de auxilio y beneficio, que serán completadas con otras.
“Esta disposición, de alto contenido social, incorpora nuevos beneficios para la mujer trabajadora, a los que podía optar en situación de post-parto, así como en ocasión de tener un hijo enfermo menor de edad a su cargo” 69 .
Como suele ser frecuente con la legislación del trabajo, la pomposidad del enunciado no siempre se correspondió con la realidad. El país no transitaba momentos de tranquilidad. Corrieron los años del segundo peronismo (tercera presidencia de Perón, acompañado en la vicepresidencia por su esposa); la “primavera” fue corta pues sobrevino, en 1976, un nuevo golpe de Estado, que duró 7 años, y, en el medio, pasaron muchas cosas, no necesariamente gratas: la Guerra de las Malvinas, los desaparecidos, la “guerra civil encubierta”, el maltrato de las relaciones sociales, el malestar generalizado, el deterioro económico, los exiliados, etc. Líneas arriba, adelantamos que, en 1968, cerró la Escuela de Parteras. Llegó 1976 y una resolución del Decanato (de la FM) propicia su reapertura con una modificación del diseño curricular (donde no se ignoran sugerencias de la Federación de Obstetricia de la República Argentina, Fora). Las alumnas que ingresaron en 1977 cursaron los cuatro años que en ese momento duraba la carrera en el Hospital Argerich (es decir, se aumentó en un año la extensión de los estudios).
En síntesis: las cuatro cátedras de la FM fueron las de Eduardo M Balbi (en la Maternidad Par
68 La actual directora de la carrera de Obstetricia nos comentó que hay
do), Roberto A Votta 70 (en el Hospital Argerich), Jorge R Firpo (en el Hospital Alvear) y Alberto O Curci (en el Hospital Fiorito). En 1977 se abre la Licenciatura en Obstetricia (parte integrante de la FM/UBA).
Estamos en la década de 1980 y cambia el cuerpo docente 71 . Son cuatro cátedras, la de: Florencio Casavilla (de la Maternidad del Hospital Escuela General José de San Martín); Miguel Margulies (del Hospital Fernández); Pedro Guglielmone (del Penna) y Ricardo Eulogio Gadea (del Hospital Alvear y la Maternidad Sardá).
Retorna la democracia
Avanzó el año 1983 y, tras elecciones democráticas, en diciembre Raúl Alfonsín asumió como presidente de la Nación. Poco después, se promulga la ley nº 23.056, que faculta al Ejecutivo Nacional para llevar adelante un programa destinado a enfrentar la crítica situación de deficiencia alimentaria aguda en la población más vulnerable y de pobreza extrema. Este (conocido como PAN), protegía a madres embarazadas y menores y acompañaba a buenos programas que buscaban sensatos cuidados perinatales. Son nombrados por concurso, en 1989: Francisco A Uranga Imaz (h) 72 y Eugenio Koremblit 73 ; en 1994, Osvaldo H Parada y Héctor M Bianconi (del Durand) 74 . Por su parte, en 1986 se habían incorporado algunas modificaciones en los planes de la carrera en Obstetricia: se llevó a delante una complementación curricular y el plan de estudios mantiene un Ciclo Básico Común (de seis materias) y cuatro años de estudios (34 materias, más Práctica Hospitalaria I y II y dos inglés opcionales). Entre las incumbencias y funciones del graduado, se señalan: “actuar en el área de promoción de salud,
70 Votta se doctoró en 1945, con Gonadotrofina coriónica. Su valoración
en el último mes del embarazo y en el puerperio en condiciones fisiológicas de acuerdo al preparado tipo internacional. Un hombre de profunda fe católica que se opuso a toda forma de fecundación asistida. Ampliar con: Grimberg, Viviana y Norma I Sánchez, “Un maestro de la obstetricia argentina: Roberto Antonio Votta” en publicación online: Revista de Historia de la Medicina y Epistemología Médica, www.fmv-uba.org.ar/histomedicina/ index (Cátedra e Instituto de Historia de la Medicina. Departamento de Humanidades Médicas. Bs As, 5º época, vol I, nº 1, 1º semestre 2011, FM/UBA).
71 Secretaría Académica. FM (UBA). Cuerpo Docente y Reglamentaciones,
1982.
72 Los Uranga Imaz, padre e hijo, escribieron: Obstetricia práctica.
73 Destacado en investigación clínica de la reproducción humana; profesional de la Sardá y autor, entre otros, del libro La mujer y su sexo.
74 Cfr: Votta, Roberto A y colaboradores. Obstetricia. Bs As, López Librero
Editores, 1979 (ver allí: Apéndice, 1: “Breve historia de la Obstetricia en la RA”. También: Votta, Roberto A, “Breve historia de la evolución de la …”, p 219-33. Además, cotejar: Antonio A Guerrino, en su Bibliografía histórica de la medicina argentina (Bs As, Dunken, 2001), apartados: Ginecología y Obstetricia.
profilaxis y asistencia a embarazos y partos normales …; (la) docencia y la investigación son otros de los campos de acción de los egresados” 75 .
En síntesis: las cátedras de la FM fueron las de Francisco A Uranga Imaz (h) y Eugenio Koremblit; de Osvaldo H Parada y Héctor M Bianconi.
No es un dato menor que la Academia Nacional de Medicina (aquella que nació en 1822), haya tenido, a lo largo de su historia, cinco presidentes obstetras: Pedro A Pardo, Juan R Fernández, Eliseo Cantón, Alberto Peralta Ramos, David E Nölting.
Finaliza un siglo y viene el XXI
Se desempeñarán como profesores regulares titulares: Enrique Curt Gadow, Liliana Susana Voto y Avelino Daniel Barata. Como adjuntos: Ernesto Ricardo Jordán, Raúl Héctor Winograd, Eduardo Juan Baldi, Jorge Luis Firpo, Oscar Casale, Diana Mabel Galimberti. Juan Carlos Nassif, Mario Salvador F Palermo, Eric Alberto Maria Jose Ulens.
Algunos profesionales del presente
En 2012 los profesores titulares son: Liliana S Voto (del Hospital Fernández), Juan Carlos Nassif (del Durand) y Mario S F Palermo (del Posadas). Los adjuntos: Diana Mabel Galimberti, Ricardo Horacio Illia, Roberto Votta (h), Lucas Otaño, Carlos Alberto Becker y Eduardo Alberto Valento. En tanto, la conducción de la carrera de Licenciatura en Obstetricia ha sido y es responsabilidad de tres profesionales mujeres: en un primer momento, la coordinadora Juana Napolitano (de La Plata); luego la coordinadora-directora: Mirta Rodríguez; después las directoras Rosa Vartabedian y, la actual, Claudia Viviana Negri (profesora titular por concurso de Clínica Obstétrica).
En síntesis las cátedras, en la FM, en los últimos años, como titulares, han sido o son de Enrique Curt Gadow, Liliana Susana Voto, Avelino Daniel Barata; Juan Carlos Nassif y Mario S F Palermo. Continúa la Licenciatura en Obstetricia 76 .
Datos de la realidad
En los últimos tiempos, se: ^ Han difundido las ecografías y los medios de comunicación intensificaron las campañas de protección a las embarazadas. Se han sucedido o coexisten mensajes que ponen énfasis en la conveniencia de los controles médicos periódicos, los cuidados alimenticios y el repudio por el consumo de sustancias tóxicas. ^ Lograron notables avances en la reproducción asistida 77 , mientras algunos obstetras y ginecólogos presentaron batallas de oposición. Se dijo que se estaba en presencia de una medicina de “poderío” y, a la vez, de “perplejidad”. Se habla de “niños legales de progenitores ilegales”, de vientres “alquilados”, de gestación subrogada, de gestación sustitutoria. Es la Obstetricia una especialidad que abre espacio a la objeción de conciencia: existen y existieron profesionales que, por sus convicciones religiosas o morales, se oponen u opusieron a ciertos tratamientos o procedimientos relacionados con la salud reproductiva. Y. más de uno, se negó a impartir clases relacionadas a tales técnicas. Y, hasta algunas feministas duras se opusieron a estas prácticas. ^ Acometió sobre nuevos procedimientos: embriones crioconservados, clonación, identidad genética. Unos cuantos pusieron en debate la niñez “suprimida o exiliada”, con postulados que cuestionan que se brinde tanto margen de decisión de los padres para disponer sobre sus hijos. ^ Replantearon viejas y nuevas temáticas, nunca indiferentes y siempre ácidas, al modo del aborto, donde no faltan argumentaciones de género y situaciones sociales, laborales, de anticoncepción. ^ Dio existencia a una marcada preocupación por disminuir la mortalidad de los prematuros y potenciar la propuesta de maternidad segura. En ocasiones emergen dos situaciones, en parte, antagónicas: las mujeres profesionales suelen postergar la edad de la maternidad y, por otro, aumentan los embarazos adolescentes. ^ Estudia, en 2012, un anteproyecto de reforma del Código Civil, que intenta incorporar nuevas ideas de familia, de adopción de niños y deja espacio para un diferente marco legal a la reproducción asistida y otras innovaciones.
Comentarios finales
1.- Nos llegan noticias que, en una parte de Europa, se estudia ampliar la licencia por maternidad de 14 a 20 semanas. ¿Es un avance para el empleo femenino -se preguntan muchos- o será contraproducente? Algunos ven que tanta protección penalizaría el empleo de las mujeres y según otros las animará a permanecer en el mercado laboral tras ser madres, en lugar de abandonarlo; no faltan quienes hablan de la conveniencia de licencias compartidas con los padres. La razón de este comentario está en la toma de conciencia de cuánto varían las problemáticas a resolver en esa búsqueda por poner a las mujeres en igualdad de derechos, de género y de conciliación, ya que el parir es una actividad femenina que se mantiene así desde la noche de los tiempos. Solo ellas (¿por ahora?) pueden llevar adelante este menester, que les ha causado y les causa malestar/dolor físico, moral, laboral, etc. Aun hoy, según el estrato social y de instrucción que representan, hay grandes diferencias (por encima de las semejanzas) 2.- Otro gran tema es el aborto. Instituciones y profesionales se han expresado de diferentes maneras; es una temática de incidencia mundial y las respuestas son múltiples. Unos se inclinan por la obligación de proteger la vida de la mujer y el niño, como un problema de salud pública reclamando a las autoridades medidas preventivas y curativas sin vulnerar derechos. Otros defienden la objeción de conciencia, respetando las convicciones éticas y religiosas de la solicitante y del profesional. De igual modo se podría ampliar el espectro de situaciones y no faltan quienes insisten en que es menos grave que otro “crimen de Estado”, que se expresa en la muerte por desnutrición y desatención. 3.- Si la historia nos dice que, para 1900 la Capital Federal disponía entre 4 o 5 maternidades (y en tiempos anteriores el número era cero), la posible existencia presente de cerca de 711 78 , para todo el país, es un dato auspicioso y si bien el ideal sería que todas cumpliesen con las correctas condiciones obstétricas y neonatales (varias recomendadas por la OMS y Unicef), ejemplificadas en los buenos quirófanos, la anestesia competente, la sangre disponible, la reanimación apropiada, las pertinentes ambulancias y unas cuantas más, no siempre así acontece. ¿Razones?, para algunos es la insuficiente capacitación y actuación profesional, falta de un enfermería especializada, poca regionalización de los servicios especializados, aletargamiento en la renovación del material y los trebejos necesarios y, nunca debe olvidarse, la responsabilidad de la grávida. Todo sazonado con cuestiones económicas.
76 La otras 6 licenciaturas son las de: Kinesiología, Enfermería, Fonoaudiología, Nutrición, Radiología y en Producción de Bioimágenes.
77 La fertilización in vitro (FIV), es una técnica que parte de Patrick Step
78 Tómese esta cifra con mucha prudencia. No estamos en condiciones de
asegurar que así es. Nuestra fuente de referencia fue una nota periodística, que no brindaba mayor precisión. Nota: dos fotos que acompañan este escrito pertenecen a una colección privada (de NIS) y dos imágenes fueron tomadas de: La Semana Médica. Tomo del Cincuentenario; 1º fascículo). Bs As, 1944.
Buenos Aires colonial Primer docente de partos de la Escuela de Medicina: Agustín E Fabre
Etapa de la independencia y después Primer docente de partos del Departamento de Medicina: Francisco J Muñiz
El Estado de Buenos Aires Nace la Escuela de Parteras, anexa a la Cátedra de Partos
Durante las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda Docentes de partos: Francisco J Muñiz y Pedro A Pardo
Durante las presidencia de Roca, Juárez Célman y Sáenz Peña *En la FM Pedro A Pardo Samuel A Molina *En la Escuela Nacional de Parteras: Juan R Fernández
Durante las presidencia de Roca, Quintana y Sáenz Peña *En la FM, dos cátedras de Obstetricia: Samuel A Molina / Arturo R Enríquez Eliseo Cantón / Enrique Zárate *En la ENP, dos cátedras de Obstetricia: Fanor Velarde Miguel Z O´Farrell
Durante las presidencias de Yrigoyen, Alvear, Yrigoyen *En la FM, tres cátedras de Obstetricia: Enrique Zárate Arturo R Enríquez Alberto Peralta Ramos *En la ENP, dos cátedras de Obstetricia:
Fanor Velarde Miguel Z O´Farrell
La década de 1930 *En la FM, cuatro cátedras de Obstetricia: Josué A Beruti Alberto Peralta Ramos Nicanor Palacios Costa Juan A Gabastou *En la ENP, una cátedra de Obstetricia: Juan C Llames Massini
Durante la presidencia de Perón y sucesos posteriores *En la FM, cuatro cátedras de Obstetricia: Julio V Bazán Manuel L Pérez Ricado Dubrovsky Juan D León *En la ENP, una cátedra de Obstetricia: Miguel V Falsía
Algunos cambios *En la FM, varias cátedras, 1ª, Roberto M Pinto (Maternidad Cantón, del Ramos Mejía) 2ª, Ricardo Dubrovsky (Maternidad Samuel Gaché, del Rawson) 3ª, David E Nölting (Maternidad del Alvear) 4ª, Julio V Bazán (Instituto de la Maternidad) *En la ENP, una cátedra de Obstetricia: Miguel V Falsía
En el postperonismo *En la FM, tres cátedras de Obstetricia: 1ª, de Daniel Rojas y de R M Pinto (los dos de la Maternidad Eliseo Cantón) 2ª, de Francisco A Uranga Imaz (1956 (de la Maternidad Sardá, con un Instituto de Investigaciones Clínicas) 3ª, de David E Nölting (en el Instituto de la Maternidad Cierre de la ENP en 1968 Peralta Ramos) *En la ENP, una cátedra de Obstetricia: Ricardo Schwarcz / Juan L Martini
Década de 1970 y un poco más *En la FM, cuatro cátedras de Obstetricia: Eduardo M Balbi (en la Maternidad Pardo) Roberto A Votta (en el Hospital Argerich) Jorge R Firpo (en el Hospital Alvear) Alberto O Curci (en el Hospital Fiorito)
*1977: Licenciatura en Obstetricia (FM/UBA)
Retorna la democracia *En la FM Francisco A Uranga Imaz (h) Eugenio Koremblit Osvaldo H Parada Héctor M Bianconi *En la Licenciatura en Obstetricia *Coordinadora: Juana Napolitano
*Directoras: Mirta Rodríguez Rosa Vartabedian
En los últimos años *En la FM Enrique Curt Gadow Liliana Susana Voto Avelino Daniel Barata Juan Carlos Nassif
Mario S F Palermo *En la Licenciatura en Obstetricia *Directora: Claudia Viviana Negri