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TABÚES DE LA SALUD MENTAL

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EL DEPORTE BLANCO

EL DEPORTE BLANCO

AÚN EN LA ACTUALIDAD EXISTEN MUCHOS PREJUICIOS PARA ASISTIR A TERAPIA Y CUIDAR DE NUESTRA MENTE Y EMOCIONES

POR AILEDD MENDUET

AILEDD.MENDUET @ELHERALDODEMEXICO.COM

FOTO: CORTESÍA

En entrevista con la psiquiatra Mariana Chávez Cervantes, directora del Sanatorio Psiquiátrico del Carmen, encontramos que uno de los grandes factores por lo que las personas no asisten a terapia es que no hay un método diagnóstico, “¿a qué me refiero? Si tú quieres saber si eres hipertenso, te toman la presión, pero no existe nada de radiología, de laboratorios, con lo que te puedan diagnosticar depresión o ansiedad, o cualquier enfermedad mental. Sabemos que existe porque hay estudios mucho más elaborados en donde hemos ido aprendiendo que la causa de la enfermedad mental está a nivel molecular, tan pequeñito que ni siquiera se

TOMA EN CUENTA l Los hombres acuden menos a terapia. "Falta mucho la normalización de las emociones". l Más personas de las que te imaginas tienen un tratamiento fármaco y no se nota.

MARIANA CHÁVEZ PSIQUIATRA

MICHELLE FERRARI

MICHELLE.FERRARI @GREATCULTURETOINNOVATE.NET

La Feminizaci N De La Ia

Reflejos y paradojas en el panorama digital global puede ver en un corte de cerebro, y lo que no se ve no se cree. Las personas piensan que es una cuestión de voluntad, de ganas o de fortaleza”, comentó Mariana. Asimismo, otro estigma que continúa presente es el pensar que quien acude a terapia es porque está loco, “afortunadamente ha ido cambiando, cada vez es menor, pero se tiene la idea de que es loco o es débil o no tiene voluntad, no que tiene realmente un problema. No está normalizada todavía la atención mental”, compartió la especialista, y nos comentó que muchos de sus pacientes tienen la percepción de que ir a terapia es sólo hablar de tus problemas. “Un buen psicólogo o psiquiatra tiene una estructura terapéutica que, si tú pudieras ver un estudio del cerebro antes de iniciar la terapia y uno a los tres meses, aumenta el funcionamiento cerebral, científicamente hay mejoría sólo de hablar, porque la dinámica que se da en una entrevista psiquiátrica o psicológica no se da en ningún otro momento”, aseguró.

En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado la forma en la que interactuamos con la tecnología ha cambiado de manera radical en las últimas décadas. Con ello, ha surgido una serie de ayudantes virtuales que se han integrado en la rutina diaria de millones de personas. Siri, Alexa y Cortana, entre otros, han tomado un papel prominente, pero una peculiaridad sobresale: la mayoría de estos asistentes tienen voces y características que asociamos con lo femenino.

Que se pueda entender como una enfermedad y no se quede en el comentario de ‘échale ganas, tú puedes’".

Otro de los grandes tabúes es el tomar medicamentos. "Hay muchos mitos porque ‘no quiero dejar de ser yo’, eso me lo dicen muy seguido. El de enfrente no eres tú, porque tú no respondías así cuando estabas sano. El medicamento no genera adicción. Estoy hablando de antidepresivos, hay otro grupo de fármacos que sí 'No quiero volverme zombie o lento', si te está durmiendo, algo le está fallando a tu psiquiatra"

La pregunta es, ¿por qué esta elección? ¿Por qué la feminización de la tecnología? No es un fenómeno accidental. Según diversas investigaciones, las personas tienden a encontrar las voces femeninas más cálidas, confiables y reconfortantes. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Indiana descubrió que las voces femeninas son generalmente percibidas como más agradables que las masculinas.

Además, en una revisión histórica, desde la época de los operadores telefónicos hasta las voces de los sistemas de navegación, las voces femeninas han sido frecuentemente asociadas con roles de servicio y asistencia. Esta no es una coincidencia; es un reflejo de cómo se han estructurado socialmente los roles de género a lo largo de los años.

MENOS DEL 30% DE LOS PROFESIONALES EN TECNOLOGÍA

SON MUJERES

Mientras asistimos a la emergencia de robots humanoides como Sophia, desarrollada por Hanson Robotics, que no sólo tiene una apariencia femenina, sino una personalidad programada a juego, es necesario interrogarse sobre las implicaciones de estas elecciones. La realidad de la representación de las mujeres en la industria tecnológica es desalentadora. Según datos de la UNESCO, menos del 30% de los profesionales en ciencia y tecnología en el mundo son mujeres.

En Silicon Valley, considerado el epicentro de la tecnología, las mujeres ocupan sólo el 25% de los puestos en empresas tecnológicas, y ese porcentaje disminuye aún más en puestos de liderazgo y desarrollo.

La paradoja es evidente. Aunque estamos dispuestos a dotar a nuestras máquinas de características femeninas, no estamos creando suficientes espacios para que las mujeres participen activamente en su diseño, desarrollo e implementación. Esta discrepancia no sólo perpetúa estereotipos de género, sino que también limita la diversidad y riqueza de perspectivas en la creación de tecnologías.

Además, al no contar con suficientes voces femeninas en la mesa de decisiones, corremos el riesgo de diseñar soluciones que no aborden las necesidades y preocupaciones de toda la población. La diversidad no es sólo una cuestión de equidad, es también una cuestión de innovación.

Mientras empresas como Apple y Amazon comienzan a diversificar las voces de sus asistentes, es fundamental que se intensifiquen los esfuerzos para cerrar la brecha de género en el mundo tecnológico. Es esencial crear un entorno en el que las mujeres no sólo sean las “voces” de la tecnología, sino también los cerebros detrás de ella.

El reto está sobre la mesa: para alcanzar un panorama tecnológico verdaderamente igualitario y diverso, es imperativo que se dé prioridad a la inclusión y representación de las mujeres en todos los niveles de la industria.

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