AGENDA MUJERES JOVENES

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AGENDA POLÍTICA: MUJERES JÓVENES DE LA CIUDAD DE MÉXICO

El desarrollo de las mujeres jóvenes se ha visto determinado por diferentes obstáculos en el acceso a derechos para su desenvolvimiento pleno. Estas limitantes se relacionan por un lado con las condiciones sociales y acceso a distintos servicios públicos, así como condiciones culturales que han mantenido a las mujeres como objeto de discriminación y misoginia que se reflejan en la estructura social y de gobierno. La juventud es un periodo de la vida que ha surgido en a modernidad, transformando el estereotipo de la biografía social. Anteriormente el tránsito de la niñez a la adultez se daba de manera más veloz y dinámica, vinculado principalmente a los procesos de reproducción y formación de parejas y familias. Sin embargo, la extensión de este periodo generó un panorama distinto, lleno de libertades ajenas a los niños, pero en un contexto social y familiar sumamente distinto al de os adultos. Por ello consideramos que las diferencias

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entre jóvenes y adultos son de carácter social y no natural, por ello consideramos que son resultado de un sistema económico, político y social que ha marcado profundas desigualdades entre los grupos de población, como es el caso de las mujeres, y que están basadas en estereotipos y formas de un tipo de poder específico: patriarcal y adultista. Desde los espacios y oportunidades educativas y laborales; hasta el acceso a métodos anticonceptivos y el ejercicio plenos de la sexualidad; las condiciones sociales con que contamos dan un primer margen de las posibilidades de participación de las mujeres jóvenes. La participación se da en la medida en que se tienen condiciones para hacerlo y actualmente las mujeres que cuentan con estas condiciones pertenecen a un pequeño grupo resultado de un sistema de privilegios y los derechos políticos y civiles de la mayoría de las mujeres se encuentran sin ser ejercidos y reconocidos. Es decir, en la mayoría de las veces el reconocimiento del derecho de participación ha sido vinculado a determinados factores estructurales. Consideramos que la resolución de las problemáticas que nos atañen como mujeres jóvenes debe de abordarse desde una perspectiva de género, juventud y derechos,

bajo el

reconocimiento de las mujeres jóvenes como actoras políticas. Por ello, nos parece que es necesario tomar la voz para incidir en estas problemáticas, continuando con la lucha de muchas mujeres por la inclusión efectiva e igualdad en la toma de decisiones a partir de un diagnóstico propio de nuestra situación económica, política y social. Por ello, dirigimos esta agenda política a los distintos actores de gobierno, esperando poder desatar a partir de ella discusiones en el espacio público. Consideramos sumamente importante incluir en estos debates a los partidos políticos, como fuente de la representación política de nuestro país, pero apelamos de igual manera a toda la estructura gubernamental y a los funcionarios que dentro de la administración pública toma decisiones que nos afectan a todas.

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Esta agenda política se presenta bajo un enfoque de Derechos Humanos. De igual manera se retoma la perspectiva de género y de juventud, ya que consideramos indispensables retomar las especificidades que surgen del género y de la condición etárea. Dentro de la definición de política pública de la ciudad de México, ambas perspectivas deben de implementarse y conjuntarse en el caso de las mujeres jóvenes.

DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS. Los Derechos Sexuales y Reproductivos están vinculados al ejercicio de la sexualidad de todas las personas, estableciendo una serie de condiciones necesarias (como información pública de calidad y oportuna, educación sexual, servicios sexuales y reproductivos, etc.) para garantizar el control de todas las personas sobre su cuerpo. En el fondo, los derechos sexuales y reproductivos son la base de la autonomía de las personas, sobre todo de las mujeres jóvenes, quienes hemos sido controladas a través del ejercicio de poder sobre nuestros cuerpos, vinculado a los roles sociales, familiares y de pareja que se han generado a partir de las relaciones sociales diferenciadas por el sexo y la biografía social. Los Derechos Sexuales y Reproductivos son clave para garantizar la participación política de las mujeres. La plena autonomía frente a nuestros cuerpos nos permite tomar decisiones sobre nuestros proyectos de vida, así como de los roles sociales que decidimos asumir más allá de los roles tradicionales determinados por el género. La capacidad de decidir sobre nuestra sexualidad y reproducción es un primer espacio de lucha política ya que es la primera barrera que se presenta, a través del control de nuestros cuerpo, al acceder al espacio público. Los derechos sexuales y reproductivos forman parte del conjunto de los derechos humanos reconocidos, tanto por los tratados internacionales, como por la legislación nacional. Por ello, a pesar de que los derechos sexuales y reproductivos atraviesan el ámbito privado, son compromisos de condiciones, servicios y derechos específicos que deben de ser asequibles 3


para todas las mujeres. Independientemente de que las mujeres jóvenes decidan no hacer uso de ellos. De los 109,014 nacimientos ocurridos y registrados en 2008 en el Distrito Federal 70,076 corresponde a madres jóvenes (el 64.28%), siendo el grupo poblacional con la mayor tasa de nacimientos. De estos nacimientos, dos de cada diez acontece en las que tienen entre 15 y 19 años. Los embarazos que no son planeados y acontecen en esta etapa de la vida, generan un rompimiento de los planes de vida y de las oportunidades tanto laborales como educativas de estas mujeres. Cuatro de cada diez embarazos se dan entre los 20 y los 24 años de edad, repitiéndose la proporción en el sector de 25 a 29.1 De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009, la población femenina joven en el Distrito Federal fue de un millón 96 mil 379, de ellas 57.5% declaró que alguna vez ella o su pareja han hecho algo para evitar el embarazo, a la vez que 42.5% nunca han sido usuarias de métodos anticonceptivos, ya sea porque no han tenido relaciones sexuales o simplemente no han querido usarlos.2 En la Ciudad de México contamos con avances que son excepcionales en nuestro país en lo que refiere a la provisión de servicios amigables de salud sexual y reproductiva, y dentro de estos específicamente la Interrupción Legal del Embarazo hasta las doce semanas de gestación. Sin embargo, la cultura patriarcal imperante en nuestra sociedad continúa colocando a las mujeres en muchas ocasiones como sujetos pasivos, imposibilitando el ejercicio de autonomía sobre nuestros cuerpos. Esto genera que los avances en el ámbito normativo y de provisión de servicios, no necesariamente se refleje en un acceso real a los servicios. Es decir, a pesar de existir la disponibilidad, tanto en términos de infraestructura 1

INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009. http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/Encuestas/Hogares/especiales/enadid/enadid2009/default.a spx 2

Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2010. En http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2010/juventud10.asp?s=ine gi&c=2766&ep=41

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como de marco legislativo, no necesariamente se pueden ejercer los derechos contemplados en dicho entramado legal. Esto se refleja en otros indicadores vinculados a la salud sexual y reproductiva, por ejemplo, las causas obstétricas son la tercer causa del fallecimiento de mujeres jóvenes (5.4%), destacando en el rango de 20 a 24 con 6.5% y en la misma proporción 4.9% en los grupos de 15 a 19 y de 25 a 29 años.3 Recomendaciones: •

Campañas libres de prejuicios y limitaciones para promover el acceso a la salud de manera gratuita, segura y amigable; difundiendo las posibilidades de atención médica existentes en el sector público así como los cuidados recomendados en torno a la salud sexual y reproductiva.

Recursos económicos etiquetados para garantizar el acceso de las y los jóvenes a información oportuna y de calidad acerca de salud sexual y reproductiva.

Impulsar campañas de información en lo referente al proceso legal, médico y emocional de la Interrupción Legal del Embarazo.

Realización de tareas de negociación con el gobierno federal para fortalecer los planes de estudio en todos los niveles educativos con un programa de educación sexual y reproductiva que sea efectiva, y que se proporcione a las y los estudiantes mediante actividades extracurriculares y procesos de educación no formal entre jóvenes.

Capacitación del personal que atiende a las jóvenes dentro del sector público de salud, para brindar acompañamiento y consejería de manera adecuada a los jóvenes, especialmente en lo referente a violencia sexual, doméstica y emocional.

Generación de información salud sexual y reproductiva de calidad y abarcativa, en colaboración con el sector privado y la sociedad civil organizada, sobre las problemáticas en el ámbito de salud que se encuentran en el sector poblacional de

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INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2009. http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/Proyectos/Encuestas/Hogares/especiales/enadid/enadid2009/default.a spx

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mujeres jóvenes; para el adecuado diseño de políticas públicas en materia de salud sexual y reproductiva.

PARTICIPACIÓN POLÍTICA. Las mujeres jóvenes somos un grupo poblacional con características específicas y necesitamos una serie de políticas públicas en atención a problemáticas muy particulares que surgen de una combinación de nuestra condición de género y nuestra condición etárea. Las problemáticas que nos atraviesan como mujeres jóvenes son sumamente amplias, pero consideramos que la falta de reconocimiento e inclusión como actoras políticas es una realidad que nos afecta a todas. Trascender las concepciones de las jóvenes como beneficiarias y como sujetos pasivos en proceso de formación es indispensable para poder generar una integración efectiva dentro de un sistema democrático. Sólo la inclusión dentro de este sistema político como actoras políticas, dará pie a condiciones de igualdad que permitan el avance de las agendas y demandas de todas. Si no tenemos este reconocimiento, no tenemos voz para participar en las discusiones que nos afectan, ni posibilidades de plantear una agenda amplia. Podemos observar que en diversos espacios de participación política hay notables avances alcanzados gracias a la lucha politica que las mujeres han dado por acceder a sus derechos. Esos avances los encontramos en los espacios politicos formales, así como en transformaciones culturales; es decir, en lo legislativo hay cada vez más iniciativas y mecanismos dedicados a garantizar y proteger los derechos específicos de mujeres (Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la despenalización del aborto hasta la semana 12). Así mismo el reconocimiento a los nuevos roles que las mujeres desempeñan en la vida pública y privada ha sido mayor. Estos logros fortalecen e impulsan no sólo la presencia de más mujeres en cada vez mayores espacios, sino que reivindican su labor, capacidades, actividades y su importancia en las distintas esferas de la sociedad. 6


A pesar de esto, la situacion de las mujeres jóvenes parece estar aun relegada en terminos de participación politica y acceso a espacios de toma de desiciones; siendo evidente que mayor nivel educativo no se traduce en mayores oportunidades de desarrollo y crecimiento ni el mayor acceso a espacios de poder significa que este sea efectivo. Las mujeres jóvenes encuentran numerosos obstáculos para que su particpación sea efectiva y para que puedan acceder y desarrollarse en dichos espacios, que surgen de la condición etaria al enfrentarse con el adultocentrismo, y de la condición de género en un contexto dinamizado por cultura patriarcal con la cual aún es necesario romper esquemas y roles determinados a un sexo en particular. Las mujeres jóvenes, así como los hombres jóvenes, de nuestra ciudad han vivido un proceso de alejamiento de las instituciones y del sistema político formal. Los sondeos de opinión que se generaron y difundieron a lo largo de este proceso electoral, 2012, dan muestra del desencanto frente a la representación institucional gestado en nuestra ciudad frente al proceso electoral, los partidos políticos y a las instituciones gubernamentales formales del sistema político4. Los medios tradicionales de participación (partidos políticos, sindicatos, órganos electorales, etc.) se encuentran frente a una crisis de legitimidad y cooptados por dinámicas que masculinizan estos espacios. La cultura política de nuestro país y de nuestra ciudad ha marginado a las mujeres de los espacios de toma de deciciones bajo las premisas infundadas de una falta de interés, capacidad y formación de las mujeres jóvenes. No se ha logrado un acceso real por parte de las mujeres a los espacio de toma de decisiones, no por falta de voluntad sino por cuestiones discriminatorias. Los jóvenes somos un grupo poblacional que se ha, a lo largo del proceso de democratización del país, marcado como alejado de los procesos institucionales frente a los procesos electorales manteniendo un alto porcentaje de abstencionismo. Los datos que 4

Herrera, Claudia y Urrutia, Alonso. El voto juvenil alcanzaría el 30 por ciento del padrón publicado el 28 de mayo del 2012 http://www.jornada.unam.mx/2012/05/28/politica/003n1pol

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surgieron del estudio Apoyo a la democracia en jóvenes de la ciudad de México. Estudio cualitativo sobre desencanto ciudadano juvenil con las instituciones de la democracia mexicana , dan muestra de ello: En el ámbito político el estudio encontró un fuerte desinterés de la juventud por la política: 44 por ciento no se interesa nada, 38 por ciento muestra poco interés y sólo 13.8 aceptó un fuerte interés. Acerca de las razones de este desinterés 38 por ciento respondió un claro y consistente “no me interesa”, 22.3 debido a la deshonestidad de los políticos, 5.8 porque “no entiendo de política” y un 4.2 esgrimió no tener tiempo. A pesar del desinterés, la encuesta encontró que sí evaluaban positivamente el voto: 68 por ciento afirmó que sí vale la pena votar y cuatro de cada diez dijo que sí votaría en las próximas elecciones. Un 46 por ciento declaró no simpatizar con partido político alguno. Otro dato importante es que 54.6 prefiere la democracia como forma de gobierno, 10.6 prefiere un sistema autoritario y a un porcentaje similar le da igual.5

El alejamiento del sistema político formal, así como el abstencionismo, no es únicamente un fenómeno juvenil. En el país a lo largo de las últimas décadas se ha dado un creciente abstencionismo electoral, agudizado a partir de la alternancia en el poder ejecutivo federal. Dicho distanciamiento con los órganos institucionales responde a un rechazo a las formas de representación que en más de una ocasión han probado su ineficacia, por ello no responde a una actitud apática, sino más bien a la elección de otros caminos para hacer valer sus demandas. En 1994, cuando la lista nominal de electores era de 45 millones 729,057 5

UAM, Desencanto con la democracia, lleva a los jóvenes a una visión frustrante de su futuro. Publicado el 9 de abril del 2012 http://www.uamero.uam.mx/UAMeros/insides/newsb.aspx?pid=1738

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personas, votó el 77.16% del electorado, según cifras del Instituto Federal Electoral (IFE). Esos comicios fueron los últimos que ganó el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyo candidato, Ernesto Zedillo, alcanzó el 48.69% de la votación. Seis años después, la lista aumentó a 58 millones 782,737 mexicanos, de los cuales votó el 63.97%. Ese proceso fue ganado por Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN), y representó la alternancia en el poder tras siete décadas de gobiernos del PRI. Para 2006, la lista era ya de 71 millones 374,373 ciudadanos, pero la participación disminuyó al 58.55%. El panista Felipe Calderón venció entonces a Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por apenas el 0.56% de los sufragios emitidos.6 Esta situación hace necesario volver a pensar de qué manera la democracia en nuestro país se acerca y es significativa para la población de nuestro país. La inclusión política no puede partir únicamente de la atención a problemas sociales por parte del Estado, sino del reconocimiento de los diversos actores y de su efectiva participación en los espacios de toma de decisiones y dentro de las discusiones y debates que se dan sobre los asuntos públicos en el país. Los jóvenes no son apáticos hacia la política, el sistema político a mantenido una perspectiva adultista que no permite la participación ni la transición generacional. La desinstitucionalización responde a factores históricos, soiales y políticos, no a características propias de los jóvenes. Recomendaciones

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Torres, Mauricio. El nivel de abstencionismo, “aceptable” pero crece en los últimos comicios publicado el 26 de marzo del 2012 http://mexico.cnn.com/nacional/2012/03/26/el-­‐nivel-­‐de-­‐abstencionismo-­‐

aceptable-­‐pero-­‐crece-­‐en-­‐los-­‐ultimos-­‐comicios

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Investigar, determinar y sancionar todos los caso de uso de violencia sexual como medio de control político. Específicamente ejercido por la policía de Distrito Federal y abarcando cualquier otra institución que cuente con cuerpos de seguridad pública y operen, transiten o realicen cualquier tipo de actividad en la Ciudad de México.

Constituir espacios consultivo juveniles con carácter vinculante en las instancias rectoras de la política de juventud de los distintos niveles de gobierno, dentro del Instituto de la Juventud del Distrito Federal y a nivel federal dentro del Instituto Nacional de la Juventud.

Fomentar y destinar recursos, en colaboración con el sector privado y con la sociedad civil organizada, a programas.

Implementar programas de empleo para jóvenes dentro de los órganos de la administración pública de la Ciudad de México, procurando la distribución en los distintos niveles de gobierno.

Fomentar y apoyar la participación comunitaria y política de las mujeres jóvenes como un elemento para el desarrollo de las comunidades.

Garantizar los derechos políticos de los jóvenes, eliminando las trabas legales que criminalizan la protesta social, así como el artículo 362 del Código Penal del Distrito Federal.

Eliminar políticas no formales de hostigamiento, monitoreo e intimidación a agrupaciones políticas juveniles.

EDUCACIÓN. A pesar de todos los esfuerzos por cumplir con la meta de alcanzar la cobertura universal en educación, este proceso se ha enfrentado a diversos obstáculos a lo largo de su implementación. La ampliación del sistema educativo hasta llegar a la cobertura total no ha

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sido lograda a nivel primaria ni tampoco en los siguientes niveles educativos. Las cifras presentan una clara desigualdad entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a los diferentes niveles educativos. A nivel nacional el 8.1% de las mujeres de 15 años y más no cuentan con ninguna instrucción mientras que en hombres esta cifra es de 6.2%. En el Distrito Federal el 2% de los hombres de 15 años y más no cuentan con ninguna instrucción mientras que en el caso de las mujeres esta cifra asciende al 3.6%. De la población de 15 años y más en el Distrito Federal, en el caso de los hombres el 10.8% cuenta con primaria completa, el 21.6%con secundaria completa el 25.2%con educación media superior y con educación superior el 29.3%; por otro lado, en el caso de las mujeres del mismo rango de edad, el 12.8% cuenta con primaria completa, el 20.5% con secundaria completa, el 25.1% con educación media superior y el 26.6% cuenta con educación superior.7 El caso de las mujeres jóvenes en el ámbito educativo debe de ser atendido de manera específica. Las cifras muestran que en el Distrito Federal, con excepción del grado de escolaridad primario, el acceso de las mujeres es menor que el de los hombres en el mismo rango de edad. Solamente el 59.4% de la población de 3 a 29 años asiste a la escuela en el Distrito Federal. La asistencia escolar en este rango de edad en el caso de hombres es de 60.15% y en el caso de las mujeres es de 58.56%. Otro ejemplo de esto es el porcentaje de población analfabeta mayor de 15 años en el Distrito Federal que en el caso de hombres es de 1.3% del total de hombres en esta edad mientras que la misma cifra en mujeres haciende al 2.8%.8 Esta cifra expone de forma clara las diferencias con respecto a las dificultades de acceso que hay entre hombres y mujeres en el tema educativo, pues la cantidad de mujeres que no

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Características educativas de la población en INEGI en http://www.inegi.org.mx/sistemas/sisept/Default.aspx?t=medu10&s=est&c=26365 8 Tabla sobre analfabetismo en personas mayores a 15 años en el portal del Gobierno del Distrito Federal:

http://www.educacion.df.gob.mx/index.php/numeralias/datosgenerales/analfabetismo

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tienen acceso a la lectoescritura, a pesar de no ser tan elevada en comparación con niveles nacionales e incluso internacionales, es del doble de la cifra que se presenta en el caso de los hombres. Son muchos los factores que pueden explicar esta desigualdad. El tema cultural siempre está presente y en relación al acceso a la educación. El rol que representa la mujer dentro del sistema patriarcal no necesariamente permite que este grupo poblacional tenga acceso a servicios educativos, al tener que desempeñar otros papeles dentro de los diferentes círculos sociales como el familiar. El acceso al grado superior de educación sigue siendo un gran impedimento para la continuidad educativa presente en todo el país. Tan sólo en el 2012 aproximadamente el 85% de los que aplicaron para e las universidades públicas más importantes de la ciudad (Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Politécnico Nacional y Universidad Autónoma Metropolitana) no fueron aceptados, quedando excluidos del sistema educativo superior (al menos del público).9 La educación es uno de las principales fuentes de construcción identitaria. Si bien, se ha intentado incluir una perspectiva de género dentro de los diferentes niveles educativos 10, el acceso al sistema educativo es uno de los puntos fundamentales para la transformación de ciertos roles y para la apertura de oportunidades dentro de la vida de los individuos. En el caso del Distrito Federal, a pesar de haber logrado un avance con respecto a las cifras nacionales, sigue existiendo una clara desigualdad entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a las diferentes etapas educativas. Los agregados de cifras muestran un alto acceso al sistema educativo, sin embargo, no contemplan las desigualdades estructurales dentro de la sociedad de nuestra ciudad, reproduciéndolas en el sistema educativo. Esto dificulta el 9

Gómez Flores, Laura. Bomba de tiempo, el sistema educativo: Coparmex-DF publicado el 19 de julio del 2012 http://www.jornada.unam.mx/2012/07/19/capital/040n2cap 10

Asignatura estatal. Sexualidad y equidad de género en el Distrito Federal en http://basica.sep.gob.mx/reformasecundaria/asignaturaestatal/CATALOGONACIONAL2012/CAMPO3/Educ acionSexual/C3EDUCACIONSEXUALDISTRITOFEDERAL.pdf

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acceso a cierto tipo de empleos, lo cual acrecienta la desigualdad entre hombres y mujeres, dejando fuera a las mujeres y en este caso a las mujeres jóvenes, del sistema educativo que permite ingresar a diferentes círculos de participación e injerencia. La falta de posibilidades para acceder al sistema educativo, no sólo impacta en el futuro laboral de las mujeres jóvenes, sino que también es parte de la formación identitaria para después poder trascender determinados roles que impidan su participación en la toma de decisiones. El sistema educativo no ha sido capaz de formar una sociedad más igualitaria, condición necesaria para generar un desarrollo sostenible a largo plazo. La educación no sólo es factor determinante en el proceso de desarrollo sino que forma parte del mismo al estar íntimamente relacionado con factores sociales, económicos y demográficos. Las condiciones materiales siguen siendo un impedimento para lograr el acceso igualitario a los servicios educativos. Sin embargo, deben de aprovecharse variables como que la tasa de matriculación de las mujeres es más alta que la de los hombres, posibilitando así un mayor desarrollo en aquellas mujeres que han logrado el acceso al sistema educativo. Recomendaciones • •

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Destinar presupuesto específico para garantizar la continuidad de las estudiantes hasta los estudios superiores. Vincular a las universidades y bachilleratos con las instituciones que puedan proporcionar y ampliar el mercado laboral dependiendo de cada disciplina, poniendo especial énfasis en garantizar el acceso de las mujeres jóvenes a empleos de calidad Promover una educación gratuita, laica y de calidad a la cual tengan acceso todos y todas las jóvenes, sin importar su condición socioeconómica, racial, física, religiosa o sexual. Que el nivel de ingreso no signifique un condicionante para ingresar a la educación universitaria. Todo aquél que desee prolongar sus estudios hasta el nivel universitario debe contar con las condiciones materiales para ello. Fomentar, en los planes de estudio a todos los niveles, una educación con perspectiva de género que dé elementos a las mujeres para su desarrollo profesional, pero que también lo haga para su desenvolvimiento en el entorno social. Satisfacer, por medio de capacitación e infraestructura, la demanda educativa hasta el nivel universitario, considerando a los jóvenes como un grupo específico y prioritario para el acceso a la educación.


EMPLEO De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 1er trimestre de 2010, la población económicamente activa (PEA) del Distrito Federal entre los 15 y 29 años, fue de un millón 64 mil 532 personas, estos jóvenes representan 25.5% de la fuerza de trabajo total. Los jóvenes son un pilar fundamental de la economía mexicana, siendo que uno de cada cuatro personas económicamente activas es jóven, incluso frente a la falta de reconocimieto del trabajo doméstico que realizan las mujeres, jóvenes y adultas, y que no se ve reflejado en estas cifras. Sin embargo, estas altas tasas de participación económica de los jóvenes no implican una participación económica realizada en condiciones laborales decentes. El gran porcentaje de informalidad dentro de la economía mexicana, así como la falta de oportunidades laborales a la que nos enfrentamos los jóvenes dan como resultado una participación económica que precariza las condiciones sociales en vez de coadyuvar a un desarrollo integaral de las personas. Estos empleo informales no estan vinculados, como los formales, a sistemas de protección social. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 1er trimestre de 2010, los jóvenes económicamente activos, 942 mil 293 se encuentran ocupados y 122 mil 239 desocupados; de éstos, casi en su totalidad se consideran buscadores de un empleo; lo cual deja ver que los jóvenes en Ciudad de México no trabajan por falta de oportunidades más que por una falta de interés o de expectativas propias sobre su participación en el mercado laboral. De cada 100 jóvenes desocupados buscadores de empleo 44 corresponden al grupo de 25 a 29 años y 41 al rango de 20 a 2411. Resulta alarmante encontrar que el 15 de cada 100 11

INEGI Encuesta Nacional de Ocupación y Desempleo http://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/proyectos/bd/consulta.asp?p=27608&c=27221&s=est&cl=4

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jóvenes que buscan empleo se encuentran en el grupo poblacional de 15 a 19 años, siendo un porcentaje alto al considerar que en este periodo los jóvenes se encuentran aún en condiciones de mantenerse en el sistema de educación formal. La falta de formación educativa es un factor que restringe las posibilidades de integrarse al mercado laboral en un trabajo con condiciones sociales dignas. Encontramos incluso un porcentaje de 5.2% de participación infantil en la economía de nuestra Ciudad, delimitando un grupo altamente vulnerable de niños que se enfrentan a la necesidad de trabajar y limitan sus posibilidades de desarrollo como jóvenes. A pesar de que existen datos de ocupación juvenil e infantil, existe un margen de invisibilidad frente a las niñas y mujeres jóvenes. Aunque existe a nivel nacional una mayor proporción de niños que trabajan frente a las niñas, 67% de los niños ocupados son hombres y 33%

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son mujeres, la carga de tareas domésticas en niñas y jóvenes no se

refleja en estas cifras. Los roles tradicionales de género, dentro de la familia, comunidad, escuela, etc., limitan las posibilidades de muchas mujeres jóvenes tanto de continuar en el sistema educativo como de acceder a un trabajo digno. Por ello, consideramos imprescindible el reconocimiento de estos factores por parte del Gobierno de la Ciudad de México en sus políticas y estrategias en materia laboral. La Ciudad de México ha sido un fuerte punto de migración interna, concentrado en su territorio a personas procedentes de diversos territorio de la República en búsqueda de mejores condiciones de vida se han establecido en la capital del país. Sin embargo, nuestra Ciudad no necesariamente cuenta con las mejores condiciones para los jóvenes. Del porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan el 50% se encuentra concentrado en ocho Estados de la República entre los cuáles se encuentran: Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Puebla y Guanajuato. Podría considerarse que quienes tienen mayores posibilidades de salir adelante 12

INEGI Información para niños; Niños que trabajan http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/ninos.aspx?tema=P

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son quienes viven en las grandes ciudades debido a la infraestructura que les rodea. No obstante, los espacios diferenciados del poder delimitan el alcance de dichas opciones; enfrentan condiciones de exclusión, a pesar de su demanda constante y participación social. 13 En el caso de las mujeres jóvenes la situación de falta de acceso al mercado laboral se ve agravada por el ingreso salarial. Las mujeres ganan menos dinero por los mismos trabajos en todo el mundo, incluso en los países desarrollados, la OCDE señaló que en lo países miembros de esta organización, las mujeres que trabajan ganan en promedio un 16% menos que los hombres, acrecentándose esta diferencia a un 21% en los puestos de nivel superior. Esto implica que las mujeres que se encuentran ya en espacios de injerencia y toma de decisiones en el sistema económico viven aún condiciones de desigualdad14; en nuestro país las mujeres ganan entre 4 y 12% menos que los hombres.15 Las mujeres jóvenes viven un proceso de toma de decisiones sobre su vida y su desarrollo personal que influye en las condiciones de emancipación con que contarán en el futuro. La elección de carrera, profesión u oficio es determinante en el tipo de actividad económica y esta elección se mantiene influenciada por los roles de género; las mujeres jóvenes se concentran en actividades que no se vinculan a actividades valoradas socialmente, como las ciencias duras, si no que “Son oficios y profesiones que la sociedad no valora, porque siempre se han asociado con el espacio doméstico, un lugar donde hay que hacer mucho trabajo, pero no se paga” 16

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Redacción del diario El Universal DF, una de las entidades con menos oportunidades para jóvenes publicado el 12 de agosto del 2012 http://www.eluniversaldf.mx/home/nota49411.html 14 Redacción del diario Excelsior Mujeres ganan menos que los hombres en paises de la OCDE publicado el 22 de mayo del 2012

http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=tendencia%2C+lo+mã¡s+leã%C2%ADd o&cat=412&id_nota=836001 15

Buquet Corleto, Ana. En México las mujeres ganan entre cuatro y doce por ciento menos que los hombres. Publicado el 7 de marzo del 2012 http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_149.html 16 Buquet Corleto, Ana. En México las mujeres ganan entre cuatro y doce por ciento menos que los hombres. Publicado el 7 de marzo del 2012 http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_149.html

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Recomendaciones:

Enfocar la política laboral de la ciudad de México, en coordinación con el sector privado y organizaciones laborales en la creación de empleos formales, vinculados a esquemas de protección social y que fomenten la integración de ámbitos de la economía informal.

Generar esquemas de protección social universales que permitan a las mujeres jóvenes continuar en el mercado laboral aún al ser madres o jefas de familia, como lo son guarderías públicas y gratuitas con horarios de teimpo completo.

Penalizar a empresas e instancias públicas que mantengan salarios menores a para mujeres que para hombres por un mismo trabajo.

Realizar campañas al interior de todas las instancias de la administración pública para sensibilizar a funcionarios de gobierno sobre las condiciones de discriminación y violencia ejercida sobre las mujeres en los ámbitos laborales.

Dar acompañamiento jurídico y psicológico a todas las mujeres de la Ciudad de México que decidan hacer uso de los mecanismos intitucionales y jurídicos de denuncia de violencia y acoso sexual en el ámbito laboral.

Reconocimiento por parte del Gobierno de la Ciudad de México de la problemática del sistema de cuidados Sistemas de cuidados

CONCLUSIONES A lo largo de este documento se han reconocido diferentes problemáticas que afectan el desarrollo y el pleno ejercicio de la ciudadanía de las personas jóvenes y en específico de las mujeres jóvenes. Todos estos problemas se encuentran imbricados y algunos son causales de muchos otros. Sin embargo, creemos fundamental que el tratamiento de estos obstáculos se realice de forma específica, atacándolos uno por uno y de manera integral. Los avances que se han tenido en materia de derechos en la Ciudad de México responden a una continua y fuerte lucha librada por las organizaciones de la sociedad civil y diversos 17


movimientos sociales. Así, se han logrado conquistas que se han traducido en el reconocimiento de derechos que son inherentes a cualquier ser humano. Dentro de esta dinámica de conquista de derechos se ha observado que algunos de los grupos poblacionales se encuentran en desventaja para el ejercicio de todos los derechos humanos, haciéndose necesaria la enunciación de derechos específicos que permitan el acceso a una vida digna. Este es el caso de las mujeres, quienes, resultado de un sistema patriarcal heredado de construcciones sociales por demás antiguas (pero aún presentes), se encuentran en desventaja para el acceso a diferentes servicios y derechos que garantizarían el pleno desarrollo para ejercer su ciudadanía. Con respecto a los jóvenes, se parte de una perspectiva similar, en tanto la construcción histórico-social de la juventud ha despojado de determinados derechos a este grupo poblacional. El avance en la Ciudad de México con respecto a la juventudes radica en el reconocimiento de diferentes derechos fundamentales para que los jóvenes puedan acceder al resto de los derechos a los que todo ser humano debe tener. Sin embargo, las juventudes, como resultado de la construcción social preponderante, han sido criminalizados y discriminados, deviniendo en políticas de distracción y entretenimiento. El resultado de un continuo forcejeo ha llevado a que en la Ciudad de México se hayan, poco a poco, reconocido ciertos derechos específicos de las y los jóvenes que peritan el acceso al resto de los derechos humanos. La posición en la que se puede identificar al grupo de mujeres jóvenes es particularmente vulnerable por lo que el trabajo que se debe hacer para garantizar sus derechos debe de ser específico y resultado de la sinergia entre movimientos feministas y juveniles. Las luchas por la igualdad y la autonomía, así como la batalla en contra de la violencia encontrarán su punto de convergencia en la defensa por los derechos de las mujeres jóvenes. La atención a este grupo poblacional debe de ser prioritario, en tanto representa una oportunidad de desarrollo para la Ciudad de México, la cual tiene (quizás por primera vez en la historia) la capacidad de formar un generación de mujeres jóvenes que reconozcan y aprovechen sus

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derechos para incidir de forma continua en la vida institucional y social de la ciudad, logrando asĂ­ el objetivo de diversas luchas llevadas a cabo desde hace tiempo atrĂĄs.

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