Historias para pensar en ayer Historias completas
Índice
El sótano ………………………………………………………………………………………………………… 3 Aullido ……………………………………………………………………………………………………………… 4 Una carta de tu anónimo favorito ……………………………………………… 5 Sueño ……………………………………………………………………………………………………………………… 8
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El sótano Por Hallen El miedo recorría mi piel cada vez que me preguntaban "Escuchas eso?" mientras el ruido venía del sótano, es horrible vivir en un lugar en el que sabes que habita algo aparte de ti, el miedo de escuchar cómo tocaban la puerta cada noche y el sentirme observado detrás de estos pedazos de madera vieja, los días eran más cortos de lo normal y ya no había más sol desde hace mucho, lo olvidé por completo. El calor, la luz, el aire, ya no eran parte de mí desde hace días atrás, desde que ese maldito sótano ha estado sonando todos los días cambiaron.Solo esperaba el día en el que dejara de sonar pero no lo hacía, todos los días escuchaba cómo tocaban la puerta del sótano una y otra vez. Hasta que un día me harté y decidí abrir la puerta un día que estaba sonando, no había nada detrás simplemente unas escaleras que llevaban hacia abajo... Busqué una lámpara y decidí bajar para darle fin a esto, miré en la habitación y solo había tierra y telarañas, aparte de un pasillo cubierto completamente de telarañas, me asomé y no había nada, simplemente oscuridad... Escuché cómo la puerta se azotó de manera repentina y la lluvia comenzó de nuevo, caminé un poco hacia adelante hasta que escuché en mi oído una voz fría sin emoción alguna "Escuchas eso?"
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Aullido Por Lua Yo perdí no a una sino a dos personas muy importantes para mí: mis padres. Esas personas que me aseguraron un futuro y me comprendieron cuando les dije que no lo quería, los perdí por no prestar atención por fijarme más en mis problemas y no en que ellos estaban contra la espada y la pared y que en un momento dicha espada los atravesó…literalmente. La infancia está llena de juegos y alegrías, pero para mí, mis momentos de felicidad terminaron cuando apenas tenía 6 años, la noche en la que llegaron por nosotros. Una armada completa derribó la puerta y se infiltró en nuestro refugio improvisado. Yo no podía ver nada, pero escuchaba como las botas chapoteaban en el agua, se escuchaban cerca, muy cerca. 1---8---3---5 contaba el soldado, 1---8---3---5 repetían todos, mi boca se movía sola, estaba inculcado en mi cerebro no había forma de que lo retuviera, se deslizaba por mi boca como viento entre las ramas de los árboles que suenan a mi alrededor 1---8---3---5, “Bienvenidos al resto de su existencia”. Dejé de prestar atención con la esperanza de que todo terminara y haya sido solo una pesadilla “jamás volverán hasta que me demuestren que sirven para algo en esta sociedad” no lo escuché, jamás lo he hecho es la misma frase de siempre “repitan conmigo 1---8---3---5---1---8--3---5---1---8---3---5---1---8---3---5, háganlo hasta que su mente se retuerza en un bucle del que jamás saldrán, 1--8---3---5.
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Una carta de tu anónimo favorito Por Nai Mi historia comienza con una vida normal, una niña aun en su época de estudiante. Sin embargo no era la mejor hija, mi padre siempre estaba en viajes de negocios y mi madre siempre terminaba gritando o incluso pegándome cuando no me comportaba como una señorita educada, yo no podía contradecir a mi madre o llorar mientras ella me gritaba, si no las cosas se podían poner peores. Yo pertenecía a la clase alta, y venía de una familia con honores en su apellido. La familia Rosen era conocida en todo el reino, en especial el Duque de Rosen, mi padre. Pero yo creo que ya es mucha introducción, así que mejor les cuento el comienzo de este relato. Todo ocurrió un miércoles cuando terminaron mis clases de modales, yo tenía la costumbre de abrir una cajita escondida debajo de mi cama, yo conocía perfectamente el contenido de la cajita, adentro había un montón de dibujos y escritos que hacía cuando mis padres no veían lo que hacía. Pero ese día encontré algo nuevo, una carta escrita a mano. En el sobre solo decía: Para: Lady Emily de Rosen. No decía nada más, abrí el sobre y me dispuse a leer el contenido:
Miércoles xx de 1945? Buenas tardes lady Emily, sé que el día de hoy no fue un buen día para usted, pero no se preocupe, seguramente mañana lo será. Eso sí , nunca se olvide de su personalidad ya que es lo más valioso que tenemos aparte del hecho de poder vivir. Siga siendo única y no se preocupe por lo que diga su madre, todo va a estar bien. P.D: no le diga a nadie sobre esta carta y las cartas futuras que podría enviarle. La carta era corta pero me hizo sentir mejor, sin embargo no entendía por qué al costado del año ponía un signo de interrogación, en ese momento no le di importancia, tal vez se había equivocado. Al día siguiente hice lo mismo que todos los días: me levanté y justo al costado estaba mi dama de compañía con mi ropa lista, luego me fui al comedor para desayunar con mi madre, recibí un grito por no recoger de manera correcta el cuchillo, hasta por eso se enoja, ¡dioses!. Luego de eso empezaron mis clases, la primera fue Literatura. Esa es una de mis clases favoritas. Seguimos con los conocimientos intermedios del uso de los cubiertos (o tonterías que debo aprender), sin embargo mi madre me terminó jalando el pelo porque no reconocí uno de los cubiertos que mencionó. La última clase que tuve fue danza, mi madre me gritó que era una inservible y que no hacía nada bien(solo me equivoqué 2 veces, pero bueno). Cuando volví a mi cuarto me dio curiosidad ver si había otra carta. Spoiler, si había otra. Cuando recogí el sobre de dentro de la cajita vi que era igual al de ayer,
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solo decía: Para: Lady Emily de Rosen. Abrí la carta y me dispuse a leerla, esta vez la carta decía:
jueves xx de 1945? Un placer volver a conversar con usted Lady Emily, por lo que sé su madre hoy le jaló el pelo y la gritó 2 veces. Recuerde que es bueno desahogarse de vez en cuando y que usted no tiene la culpa de nada, tampoco es inservible y hace las cosas lo mejor que puede. Otra vez una carta corta pero con un mensaje de esperanza, pero esta ocasión había 2 cosas que me preocupaban, la primera era ese signo de interrogación al final de la fecha y lo segundo era el cómo esta persona sabía cosas tan privadas como que me gritaban y pegaban. Tenía los pelos de punta, no sabía qué hacer. Me quedé pensando cómo podía saber quién era esta persona, hasta que por fin se me ocurrió una idea, pensé que si fingía estar dormida podría ver quién me dejaba las cartas. Cuando llegó la noche hice exactamente lo que había planeado, en ningún momento vi entrar a alguien a mi habitación. Después de clases abrí la cajita, pero esta vez no había ninguna carta. Así fue el día siguiente y el siguiente a ese, estuve 3 días tratando de encontrar a la persona que escribía las cartas, al 4to día decidí que dejaría mi investigación. Para el quinto día volví a recibir una carta de la persona desconocida, esta vez decía:
martes xx de 1945? Buenas tardes Lady Emily, hoy le quiero comentar que pronto me conocerá, pero que cuando lo haga estas cartas dejarán de enviarse. Me despido La carta como siempre fue corta y tenía el signo de interrogación al final de la fecha (el cual me sigue dando intriga), pero por alguna extraña razón ya no quería saber quién era esta persona. Pasaron 2 semanas y las cartas seguían llegando. El viernes x de 1945 por la madrugada me desperté en el piso de mi habitación con una pluma en la mano y una hoja en frente de mí. -
ERA LA MISMA LETRA QUE LA DE LAS ANTERIORES CARTAS!!! POR QUÉ PONÍA UN SIGNO DE INTERROGACIÓN AL FI-FINAL DE LA FECHA!?!?! NO!! NO!! NOOOOOO!!! N-NO PUEDO SER YO LA QUE ES-ESCRIBA LAS CARTAS!!!!- Grité mientras lloraba.
Esa noche estuve leyendo mientras seguía llorando todas y cada una de las cartas que parecía que me enviaba a mí misma, por alguna razón tenía esperanza de que yo no era quien escribía las cartas. Me quedé dormida mientras lloraba, a la mañana siguiente revisé la caja, lo único que quería ver allí era una nueva carta sin embargo no encontré ninguna, con cada día que pasaba se iba perdiendo poco a poco mi esperanza.
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Sin darme cuenta ya habían pasado 2 semanas, tenía más moretones que de costumbre y mi padre había llegado hace una semana, supongo que debería estar feliz, pero mi madre estaba más estricta de lo usual, pero lo que más cambió en mi vida fue que… YA NO LLEGABAN ESAS BENDITAS CARTAS!!! La verdad sigo sin superar eso (como ya se habrán dado cuenta). A veces pensaba que sería mejor morir, sin embargo siempre había una razón por la cual no acababa con mi sufrimiento. Pero saben algo, pasó algo muy raro otra vez un miércoles, como siempre me fui a revisar si había una carta y adivinen qué, sí había una carta, HAHABÍA UNA CARTA!!! la abrí enseguida y leí el contenido:
miércoles xx de 1957? Buenas tardes Lady Emily por lo que he visto estaba sufriendo mucho por no recibir cartas de una persona que ni siquiera conoce, o tal vez cartas que usted misma se escribía, pero tranquila, esté segura de que va a recibir nuevamente cartas. Se despide su anónimo favorito 1957!!! COMO QUÉ 1957!!! Cálmate me dije a mi misma, el anónimo cumplió su palabra y siguió escribiendo, siempre decía algo que me motivaba, pero había siempre una parte de las cartas que me volvía loca: 1957?1940?-1965?-1943?-1988?-1956? porque jamás pone la fecha correcta? creo que me voy a volver loca. Un lunes me llegó otra carta, la última carta que recibí y que recibiré.
lunes xx de 1945? Un placer como siempre Lady Emily. Sé que se debe sentir horrible, por lo que su cuerpo está lleno de moretones que no solo le hizo su madre, pero tranquila que hoy su sufrimiento puede desaparecer, solo tiene que escribir en este mismo papel la respuesta a esta pregunta ¿quiere abandonar su sufrimiento? -
Yo, Lady Emily quiero abandonar mi sufrimiento para siempre.
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Su deseo será concedido…
Se despide su anónimo favorito Saskia Jug-eum… Y ¿tú también quieres abandonar tu sufrimiento?
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Sueño Por Vale Sé lo que viene. He pasado por este infierno, pero nada se compara. He visto gente morir, suicidarse y ser torturadas múltiples veces, pero sé que lo que viene va a ser peor. Lo supe cuando llegué aquí, supe que tenía que pasar todos estos obstáculos para conseguir mi objetivo, pero sabía que hasta este punto llegaría, sé que este día lo recordaré hasta el día de mi muerte. Todo este tiempo lo he estado ignorando, sé que uno de los 2 morirá y será por la decisión del otro. Sé que durante todo el viaje debería haber pensado en mi decisión, pero simplemente era imposible soportarlo. Debo enfrentarlo, aunque con culpa y decepción de mí mismo debo enfrentarlo. Leo las grandes y doradas letras arriba de una puerta de metal oxidada que dice “sala de decisión”. Solo quedamos cinco personas, sin decir ni una palabra solo atormentadas por la oscuridad. Mi turno, como siempre, es el segundo. Veo las dos personas entrar apenas ponen sus pasos, la puerta se cierra con un sonido de dolor y óxido, como si estuviera pidiendo que acaben con su sufrimiento. Los guardias como siempre están parados al lado de nosotros con sus robustas armas, con una mirada que hace que sus ojos ya no sean humanos, simplemente es oscuridad y perturbación. Al cabo de unos minutos, la puerta se abre otra vez. Mi corazón empieza a latir. Sé que esto es demasiado, mis manos empiezan a mover mis uñas como si quisieran romperlas, mis piernas tiemblan. No puedo con esto. No puedo verlo, no puedo siquiera percibirlo sé que lo que viene hará que me pasen las peores cosas. Sé que tendré que decidir la vida al frente mío. Sin pensar me doy cuenta de que ya estoy sentado en el cuarto con la cápsula envolviéndome y su cápsula envolviéndolo. Aparece un mensaje que dice “20 minutos para el cielo”. Ninguno de nosotros se atreve a decir ni una palabra. Lo puedo ver, pero con los ojos cerrados. Sé que tengo que decir algo, sé que debo pensar.
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Tenemos que decidir, ninguno de nosotros llegará. No he podido pensar, pero igual tenemos un tiempo. Él no me responde, solo mira al piso con la cabeza triste. Por favor respóndeme, lo harás tú o yo, tenemos que hacer algo. Me mira y dice yo puedo hacerlo, tú ganarás, tú llegarás. No tengo motivo para continuar, sé que una vez que llegue ya no hay nadie que me ayudará, sé que no hay nadie que me apoyará solo me sentaré hasta el día de mi muerte. Eso creo que dijo. No puedo pensarlo, debo hacer algo. Alzo poco a poco mi dedo, tengo que presionarlo, no valemos la pena, somos unos cobardes. Cuando estoy a punto de presionarlo no me doy cuenta de que él ya lo ha hecho. Estoy sudando, puedo sentir el agua cayendo por mi espalda, está caliente pero no lo suficiente para hacerme sentir dolor. Sé que puedo salir y lo hago, veo que está mi madre diciendo “ya es hora de dormir”. Todo es poco a poco oscuro, yo me hice esto. Yo me hice este daño, no quiero preocupar a nadie, pero sé que ya sucedió. Empiezo a gritar, puedo verme en la cápsula. Mis ojos están en negro y poco apoco mis gritos son más ahogados hasta quedarse sin capacidad de gritar. Mi dolor es música, yo soy música.
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