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LEO SAAVEDRA Un chileno que vive la comedia
Por Jeanette Sánchez
A sus 38 años Leonel Saavedra lleva al escenario sus cómicas reflexiones e interpretaciones sobre la vida cotidiana y desde ahí genera esa chispa que hace encender el humor y las risas del público.
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Pero ganarse un nombre en el mundo de la comedia en vivo no fue fácil.
Leo, como le conocen su público y sus amistades, llegó a Estados Unidos hace 16 años.
“Llegué a Las Vegas y hace unos 8 años me vine a San Diego. Hoy mi vida transcurre entre mi trabajo como mesero en un restaurante de desayunos, luego atender a la familia por ahí del mediodía, soy padre de dos hijos así que toca ver todos sus asuntos junto con mi esposa; ya para la noche me preparo para mi show de comedia, y atiendo el negocio de capacitar a los nuevos comediantes”.
Leo lleva cinco años haciendo comedia y ya se ha presentado en Rusia, México y Estados Unidos. Ha sido seleccionado como comediante para el Festival de Comedia de San Diego y el Festival de Comedia Subterránea de Nueva York.
También es un comediante registrado para la Serie Mundial de Comedia y tiene un récord de 7-2 en Roast Battle en The Comedy Store en Los Ángeles.
“Fue hace cinco años que empecé a dedicarme a buscar cómo poder iniciarme, así que busqué en internet y encontré algunos lugares donde hacen lo que se le llama Open Mic, uno va y se registra en una larga lista y esperas unas dos o tres horas para tener tu turno de unos 3 minutos en el escenario”.
“Ahí hay desde comediantes profesionales y nuevos, como era yo, así iba todas las semanas y puedes com- prar bebidas para que te den más minutos, al principio por decirlo así, pues pagas por presentarte”.
Motivado por la amistad y el amor El talento de Leo para la comedia en vivo siempre ha estado con él, pero fue un amigo y luego su esposa quienes lo motivaron a prepararse para hacerlo profesionalmente, para subir a los escenarios y plantar su nombre. “Siempre me ha gustado hacer reír a la gente, tengo una personalidad abierta, me gusta la convivencia y ser centro de la plática, convivir sanamente”.
“Desde joven tuve la inquietud de hacer alguna actividad escénica, teatro tal vez, no sabía de la comedia como tal, entonces, un amigo, que desafortunadamente ya falleció, Juanito, él fue quien me motivaba y me decía que si esto de la comedia no nos resultaba aquí, me llevaría a Chile y sería mi manager”.
“Él fue el primero que vio este talento en mí, luego mi esposa también me empezó a animar. Ella me empujó, todo se juntó y empecé a hacer comedia”.
“Yo trabajaba en un restaurante por la noche y cuando salía me iba al Open Mic y esperaba, a veces me subía al escenario hasta la 1 o 2 de la mañana y tenía 3 minutos para mi show, recuerdo que a veces me tocaba actuar sólo para los mismos comediantes que estaban esperando su turno, ya cansados, ni se reían; pero uno va por el hambre de salir adelante, por las ganas de mejorar y de hacerse de un nombre, de buscar tu oportunidad y practicar para enfrentarme a cualquier público”.
“No hay una escuela para esto, así se va uno preparando, desde el escenario. El público escucha de todo, puede haber chistes horrorosos o puede tocar gente muy talentosa, con mucha chispa”.
Por buen camino
Entusiasmado porque los frutos de su trabajo empiezan a surgir ya de una forma constante y con un rumbo más definido, Leo expresa su emoción por los proyectos que vienen a corto y mediano plazo.