COVID: tres años de dura prueba

El 14 de marzo de 2020 se detectó a un primer paciente con coronavirus en Cuenca. Fue una mujer que llegó desde Europa. Wilson López, médico, quien fue jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital del IESS, ve a la COVID-19 como “una patología ya parte de nuestra sociedad”.

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DATOS DE LA DINAPEN demuestran que, desde la pandemia, el número de delitos a través de la virtualidad ha experimentado un incremento preocupante.

Una denuncia reciente por secuestro y violación a una menor en Cuenca generó preocupación y alertas. Los sistemas de investigación se activaron para dar con los presuntos autores del delito. Este no es el primer caso que se registra en la ciudad.

Si bien el proceso de investigación continúa, “es preocupante la facilidad con la que personas desconocidas se acercan a los adolescentes”, sostuvo Jorge Ortíz, jefe provincial de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) en Azuay.

Sobre el reciente suceso ocurrido en la parroquia Nulti, en donde una menor habría sido raptada y violada por desconocidos, Ortíz mencionó que las primeras indagaciones descartan a una organización delictiva como protagonista de los hechos.

En 2022 se denunciaron tres casos similares y el de Nulti es el primero de 2023.

El agente puntualizó que la virtualidad es el método más utilizado actualmente para captar a las potenciales víctimas de este y otros ilícitos.

Causas

Con la pandemia surgió la necesidad de buscar otras formas de educar. Es así que la enseñanza se respaldó en la virtualidad, sentenció el oficial de la Dinapen.

Con esto, los adolescentes tienen mayor acceso a las tecnologías y aunque ofrece muchas oportunidades, también presenta riesgos. Entre estos están hablar con desconocidos, encontrar pareja sin nunca verla y hacer citas para salir de casa.

Esto, en ocasiones, ha terminado en delitos como violaciones, secuestros y robos.

Pero ¿por qué se facilita a los adolescentes relacionarse con extraños? Uno de los factores actuales es la ausencia de los padres en casa para guiar en el uso de las nuevas tecnologías, agregó Ortíz

Durante una indagación en centros educativos de la ciudad, confirmó esta hipótesis cuando escuchó a padres de familia argumentar que el trabajo les ocupa mucho tiempo y que se complica su presencia en casa por varias horas.

En estos casos recomienda diálogo horizontal y permanente entre los padres y los hijos.