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Para Ernesto, copiloto de mis vuelos intergalácticos y para mi mamá con su pulsera de elefantes.
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Dirección editorial: Ana Laura Delgado Diseño: Martha Riva Palacio Obón Revisión del texto: Sonia Zenteno Formación: Mariana Castro © 2013, Martha Riva Palacio Obón Primera edición: 2013 Coedición: Ediciones El Naranjo, S. A. de C. V. Consejo Nacional para la Cultura y las ArtesDirección General de Publicaciones D. R. © 2013, Ediciones El Naranjo, S. A. de C. V. Cerrada Nicolás Bravo 21-1, Col. San Jerónimo Lídice, C. P. 10200, México, D. F. +55 (55) 5652 1974 elnaranjo@edicioneselnaranjo.com.mx www.edicioneselnaranjo.com.mx D. R. © 2013, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Dirección General de Publicaciones Avenida Paseo de la Reforma 175, Col. Cuauhtémoc, C. P. 06500, México, D. F. www.conaculta.gob.mx ISBN 978-607-7661-71-9, Ediciones El Naranjo ISBN 978-607-516-284-3, CONACULTA Todos los Derechos Reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los editores. Impreso en México / Printed in Mexico
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Los espíritus cabalgan contigo,
pequeño elefante.
En tu lomo cruzan sin mirar atrás las llanuras de hielo
rables,
que, inconmensu
ondean más allá de Neptuno. Tu corazón es la brújula que te señala en qué rincón del universo,
esperan las almas
de los que acaban de morir.
Esta noche, iluminado por estrellas antiguas,
corres balanceándote por los tendederos.
Saltas
al jardín.
A h í,
disfrazada de mujer maravilla,
Ana se mece bajo el árbol morado. Columpio invisible de niña–fantasma: La ciudad centellea en sus cuerdas.
Tocas tu cascabel de mercurio. Ana sonríe y flota translúcida hacia tu canasta repleta de fantasmas.
El columpio se enrosca,
el árbol se evapora.
Es hora de despegar, pequeño elefante.
Acostada boca arriba,
sueño el universo. Parvada de estrellas en mis pupilas.
Vuelo parabólico
de elefante transneptuniano.
Cubierto de relámpagos diminutos, orbitas con Ana bajo mi cama.
Electrostática de planetas de pelusa. De tu cola a mi cintura, amarro un hilo de neutrinos.
Cometa de niña, fantasma y paquidermo.
Escalando los andamios de las constelaciones,
cabalgamos la noche.
Saltamos sobre Júpiter,
nos comemos un asteroide.
Aerolito de migajas fluorescentes.
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Saturno las atrapa con su lengua.
Aterrizamos en la última esquina de la bóveda celeste. Pastizales de éter, casa de elefantes transparentes. Desde ahí se ve un archipiélago de galaxias.
Abres tu canasta y los fantasmas bajan.
Transformándose en aire, Ana se aleja silbando. Ya no se acuerda del hospital.
Amiga–amazona–maravilla,
vuela fugaz entre hierba de alunita.
Ocho minutos: Es lo que tarda
la luz del sol en asomarse a la Tierra.
Siete minutos:
Acaricio tu trompa, me despido de Ana.
Seis minutos: Sin soltar el hilo que nos une, salto en caída libre.
Cinco minutos:
No volteo hacia arriba.
Si lo hago, el hilo se rompe.
Cuatro minutos: Bajo mis pies,
un planeta tornasol.
Tres minutos: Fricción.
Con las yemas de mis dedos, enciendo la ionósfera.
Aurora boreal de niña astronauta.
Dos minutos: Los rayos del sol me pisan los talones. Quieren llegar antes que yo.
Martha Riva Palacio Obón. Cazadora profesional de cuentos, atrapa-palabras de vocación. Cuando no está intentando conseguir el cuaderno perfecto para el siguiente proyecto, está entrevistando a los grillos que viven en la esquina de su sala o deambulando por la ciudad en busca de sonidos en los que, si los escuchas con más atención, puedes descubrir la entrada a un universo paralelo. Le gusta el café y por eso pasa a veces muchas noches blancas intentando imaginar cómo se vería un cardúmen de peces voladores flotando encima del Periférico. A veces, se le pasa la parada del autobús por venir escuchando la historia de los pasajeros frente a ella. Y después de perderse en las calles grabando mirlos, de noches de cafeína trasnochada, de la interminable búsqueda del cuaderno perfecto y de platicar con los grillos, no le queda de otra salvo sentarse frente a su computadora y escribir.
Otros títulos de la colección: Para niños lectores Diente de león María Baranda Digo de noche un gato y otros poemas María Baranda Haikú. Todo cabe en un poema si lo sabes acomodar Martha Riva Palacio Obón Sol de los amigos María Baranda Trenes Ana Romero Tres veces tres la mar Pedro Villar Sánchez Universo de palabras Eduardo Carrera
Para jóvenes lectores Corazón mío.... Versos que laten Ana Laura Delgado Pessoa. Infancia sin fin. Rodolfo Fonseca, antólogo Suspiros de mar Rodolfo Fonseca, antólogo
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se imprimió en el mes de noviembre de 2013, en los talleres de Offset Rebosán, S. A. de C. V., con domicilio en avenida Acueducto núm. 115, colonia Huipulco Tlalpan, México, D. F. Se utilizó la familia Verlag. El cuidado de la impresión estuvo a cargo de Ana Laura Delgado.
Para jóvenes lectores Pequeño elefante transneptuniano surge de la fascinación que Martha ha sentido desde niña por este universo infinito que nació en un estallido cuya onda expansiva aún continúa. Fascinación por los agujeros negros que no dejan salir ni la luz. Fascinación por las supernovas y los trillones de estrellas, que realmente crecen en viveros dentro de las nebulosas: Los Pilares de la Creación captados por el Hubble. El cosmos se vuelve la metáfora para hablar de esa sensación tornasolada que acompaña a cualquier pérdida, así como de la frustración ante las guerras y la destrucción de la naturaleza. Este poemario es un viaje intergaláctico virtual en el que esta poeta y radioastrónoma imaginaria se pregunta qué sucede después de la muerte y qué podemos encontrar más allá de nuestra galaxia. www.edicioneselnaranjo.com.mx
ISBN 978-607-7661-71-9
9 786077 661719