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DO Tierras de León
DO LEÓN
León
Palencia
39 bodegas
Origen. La DO Tierra de León nació en 2007 y una década más tarde, en el año 2017, cambió su nombre por DO León.
Municipios. 88 entre las provincias de León y Valladolid.
Variedades de uva. Tintas: prieto picudo, tempranillo, mencía y garnacha tinta. Blancas: albarín blanco, verdejo y godello.
Tipos de vinos. Tintos, rosados y blancos.
Hectáreas. 1.232.
Número de viticultores. 229.
La prieto picudo preside su singularidad. Un nombre que remite al significado de negro de la primera de esas dos palabras y también a lo apretado del racimo. El picudo responde a la forma ovalada de la baya, que termina en pico. Esa variedad de uva es, sin duda, la seña de identidad que marca la diferencia en la Denominación de Origen León. También la albarín, el fruto blanco, casi patrimonio exclusivo de la zona y con una producción muy limitada.
Esas dos enseñas actuales de la marca son el fiel reflejo del arraigo vitivinícola de un territorio donde la vinculación al viñedo se remonta al siglo X. Fueron muchos los monasterios que hicieron posible el nuevo resurgir de la viticultura de esa comarca, tal y como constatan los documentos de la comunidad de monjes del convento de Santa María y Santiago de Valdevimbre. Dan fe y atestiguan la propiedad de terrenos dedicados al cultivo de la vid, en aquella época tan remota.
Tiempo después, la zona se convirtió en el centro de abastecimiento de prácticamente toda la zona norte de la Península Ibérica. Esos cimientos sujetan lo que, desde el año 2007, es la Denominación de Origen León. Viticultores y bodegueros que velan por la calidad y por una marcada diferenciación de su producto.
En cada rincón del marchamo de calidad se siente esa estrecha relación con la cultura del vino. Por ejemplo, en las bodegas subterráneas de Valdevimbre en las que cada familia, hace décadas, tradicionalmente solía fabricar su propio vino. Muchas de esas construcciones de la arquitectura popular son ahora cuevas-restaurantes en los que se puede disfrutar de la gastronomía tradicional leonesa ensamblada a la perfección con los vinos. En una de esas cuevas, con más de 300 años de antigüedad, también es posible profundizar en el arte del cultivo de la estrella de la zona, la prieto picudo, en el Centro de Interpretación del Vino.
Otro ejemplo de la belleza paisajística de esas tierras leonesas sitúa al amante del vino en Gordoncillo, donde también se erige un Centro de Interpretación de la Viña y el Vino que ilustra de forma interactiva la tan extensa tradición vitivinícola de esta zona. Otra interesante cita cultural, en una vertiente alejada del mundo del vino, es el Museo de la Industria Harinera de Castilla y León, que salvaguarda en sus diferentes espacios el patrimonio de la molinería.
Dentro de sus maridajes paisajísticos toman fuerza las dos grandes rutas que atraviesan la comarca leonesa, la Vía de la Plata y el Camino de Santiago, que transcurren junto a paisajes salpicados de viñedos, bodegas tradicionales excavadas en la tierra, senderos y las riberas de los ríos Esla y Cela.
Patrimonio, paisaje e historia abrazan a las 39 bodegas y a las más de 1.200 hectáreas de cepas de la DO León. Una zona de calidad que trabaja en la puesta en el mapa de sus vinos, también fuera de las fronteras españolas. En la actualidad la denominación alcanza un nivel de exportaciones del 10% de su producción a países como México, Estados Unidos o el Norte de Europa.
Cepas en espaldera amparadas por la Denominación de Origen León en Mayorga (Valladolid). CARLOS ESPESO