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Año No. 33 • eDición 10286
LUNES 26
DE AGOSTO DE 2013 / SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA
JCE dará RD$67 MM a los partidos políticos A partir de este lunes; para financiar sus actividades
ACUERDAN MOVILIZACIONES.-
(P/4)
Representantes de grupos, corrientes políticas y organizaciones sociales y populares
acordaron ayer, durante un acto, desarrollar un proceso de coordinación de acciones, movilizaciones y oposición frente al gobierno, jornada que denominan “Convergencia por un mejor país”. (Foto: Daniel Duvergé)
ECONOMICAS (P/8)
DM dispone RD$9.0 MM para productores Elías Piña
TOGA
(P/10)
Procurador exige a fiscales pedir penas máximas para criminales
INTERNACIONALES
(P/20)
Siria autoriza ONU investigar supuesto ataque químico
NOVEDADES
(P/16)
Lograron popularidad apoyados en un solo tema musical
editorial Desafío de la delincuencia La delincuencia nos sigue desafiando frontalmente. Y lo hace sin importar los esfuerzos que se han estado haciendo desde el Gobierno, el que ha incorporado a miembros de las Fuerzas Armadas al patrullaje y la vigilancia. Los militares han estado vigilando puntos específicos en una disposición para reforzar la labor de la Policía Nacional. Sin embargo, han sido muchos los hechos cometidos por quienes se dedican a realizar actos ilícitos como forma de vida. Y esto pudiéramos verlo de dos maneras, pues por un lado bien se pensaría que sin esos militares en las calles reforzando la vigilancia policial la situación fuera aún peor que como la estamos viviendo. Y la otra sería creer que todas las cosas que hemos estado haciendo han sido insuficientes para garantizar la seguridad ciudadana. También se puede considerar que las cosas que se han estado haciendo no han sido todas correctas, y que por tanto debemos revisarlas. Y en realidad es posible que haya de todo un poco. Es decir, que en cada una de las conclusiones a las que se pueda arribar con respecto a este tema pudiera tener algo de verdad. Quizás sea hora de revisar las cosas para poder ser más efectivos en la lucha contra la delincuencia y darle al país seguridad. Algunos se conforman con creer que ya es imposible vivir sin cierto grado de delincuencia. Asumir eso conlleva un alto riesgo, pues nunca se sabe cuál es el límite razonable para que la paz no sea alterada seriamente. Quizás algo que debemos revisar seriamente es nuestro sistema judicial, el que en medio de estos esfuerzos contra la delincuencia no sólo se ha mostrado indiferente, si no que ha estado siendo excesivo en su inclinación de echar delincuentes a las calles.