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Año No. 33 • edición 10279
SabadO, 17 de agOSTO de 2013 / SanTO dOmingO
TOGA
(P/10)
Fiscal DN deja entrever Báez Figueroa no merecía libertad
INTERNACIONALES
(P/20)
Egipto vive “Viernes de la Ira” hizo temer una guerra civil
NACIONALES (P/4-6)
Cámaras se instalan e inician nueva legislatura
ECONOMIA (P/9)
Temo Montás ve “muy probable” crecimiento económico de 3%.
DM estaría abocado a convocar reformas RodRíguez MaRchena cita pRioRidades segundo año
EN CONVERSACION.-
(P/5)
El presidente Danilo Medina y la primera dama, Cándida Montilla de Medina, conversan con monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, luego del tedeum efectuado ayer en la Catedral Santiago Apóstol, en ocasión del 150 aniversario de la Restauración de la República.
editorial
Para un buen segundo año En sentido general la República Dominicana está en paz y en estabilidad. Eso significa que no estamos viviendo situaciones de sobresaltos en el orden económico y en los aspectos sociales. Incluso, y frente a la ausencia de una oposición que haga el equilibrio político, el Gobierno ha tenido que actuar haciendo uso de su propia prudencia. Sin embargo, lo ha hecho con humildad y ponderación, mostrando claridad en sus propósitos, aunque confrontando serias dificultades en la propia dinámica del atrofiado aparato estatal. Sin embargo, son muchas las cosas que el presidente Danilo Medina Sánchez tiene que hacer para cambiar profundamente la realidad económica y social del país, pasando obviamente por una especie de reingeniería institucional que haga más eficaces los servicios públicos. Para esas grandes tareas que debemos afrontar, las que además contienen una carga histórica de retrasos que constituye una enorme presión en las demandas de los sectores sociales, no se tiene demasiado tiempo. Ahora iniciamos el segundo año del mandato del actual Gobierno, el que estará sentado en una amplia aceptación de la población al estilo del presidente Medina Sánchez. Siempre se requerirán obras materiales de infraestructura en todo el país, pero nuestra sociedad está requiriendo de un sacudimiento ético e institucional que le vendría muy bien. Tenemos que despertar un amplio sentido de la responsabilidad social desde las posiciones públicas, por simples o encumbradas que ellas sean, como desde la ciudadanía. Necesitamos animar a una nueva voluntad esperanzadora, y el Gobierno encabezado por el presidente Medina Sánchez queda, al cerrar este primer año, en condiciones de dejar su impronta en este sentido.