Montevideo, viernes 22 de setiembre de 2017. Suplemento de 12 pรกginas
Sigamos juntos construyendo el futuro
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EL OBSERVA DOR • BARR AC A CENT R AL
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Luis Alberto Ghemi, integrante de la Sociedad de Barraca Central Ltda.
“Paciencia, tenacidad, esfuerzo y suerte fue la única receta para llegar” Fundador de la empresa en 1973, invirtió muchas horas para alimentar el sueño y construir una gran empresa, que actualmente es líder del mercado; con gran visión y particularmente con buenas decisiones sortearon sin sobresaltos las crisis que azotaron a los uruguayos
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sta historia comenzó en el año 1973, cuando éramos bastante más jóvenes que ahora, y todo avanzó a partir de esfuerzos titánicos. De una lucha diaria que nos trajo alegrías y sinsabores. No obstante, el aspecto más importante es que varias décadas después se transformó en una empresa muy importante, referente en el rubro y que está identificada con los uruguayos”, comenzó reflexionando Luis Alberto Ghemi, Socio de Barraca Central Ltda., fundador de la empresa hace 44 años y quien durante años la condujo con singular éxito. En diálogo con El Observador repasó la historia de la barraca, los momentos que marcaron época y cómo fue la evolución del rubro. ¿Por qué algunas publicaciones históricas de la barraca establecen que el año de nacimiento fue 1968, cuando en realidad surgió en 1973? Porque en 1968, en el mismo local de la Avenida Centenario casi Jaime Cibils, existía una barraca propiedad del Arquitecto Vicente Piume y su socio -quien cinco años después me vendería su parte- y en la qué funcionaba una calera y se fabricaban baldosas, bloques y se producía mezcla. A partir de 1973, que es cuando me incorporo a la sociedad y se crea Barraca Central Ltda., abandonamos ese rubro y pasamos a ser una empresa de comercialización de productos y una barraca de materiales gruesos, pedregullo, hierros, arena, portland. Ya no se procesaron más bloques ni baldosas y seguimos produciendo mezcla hasta 1977 o 1978, cuando pasamos a comprar la mezcla. ¿Cómo continuó ese proceso? Fue una etapa de crecimiento, de aprendizaje. El Arquitecto Vicente Piume estuvo hasta los años 1980, cuando se integraron Julio Besozzi y Miguel Ferreiro como socios de la barraca. Al respecto de Ferreiro, debo decir que se incorporó en el año 1989 y falleció en el 2004. Él aportó su gran capacidad de trabajo, conocimiento y experiencia. Todavía lo extrañamos ¿A qué se dedicaba antes de iniciar sus actividades como socio en la empresa? Trabajaba en un banco y dejé la actividad para incorporarme a este rubro. Fueron años difíciles, hablamos de 1973, en una sociedad convulsionada, había que buscar otros horizontes y allí decidí dar DEPARTA MENTO DE PRODUCCIONES ESPECIALES
Fachada de Barraca Central, ubicada en Emilio Raña y José Batlle y Ordónez
“Las crisis siempre nos agarraron bien parados” “La crisis más grande que abordamos fue la de 1982, la de la tablita, y la sobrellevamos sin grandes problemas por la forma en que nos manejábamos en la administración. Siempre nos agarró, por suerte, bien parados. Lo mismo sucedió en 2002”, explicó Ghemi sobre los momentos más difíciles que tuvo que atravesar Barraca Central en sus 44 años. Consultado acerca de si su familia se integró a la empre-
sa, explicó: “Solo mi hija Isabel, que es accionista y es la contadora. Mis otros hijos tomaron su propio camino, en la medicina y en la odontología. A Isabel le gustaba la administración, los números, fue buena estudiante de Ciencias Económicas y el día que se recibió, ingresó a la empresa”. Sobre la forma en que cambió el negocio a lo largo de casi medio siglo, manifestó: “De pasar a vender en la década de 1970 y 1980 cobrando al
contado y con pocos clientes de crédito, hoy tenemos una buena cartera de clientes con crédito, con empresas que vamos seleccionando. Hay clientes que vienen desde fines de la década de 1970. Por ejemplo le menciono a Aulide SA, una firma muy importante de plaza que construye edificios, con la que estamos vinculados desde 1977 o 1978 y es el más antiguo que mantenemos”.
el paso. El 1° de mayo me inicié en la barraca tras dejar el banco. En nuestra empresa, yo venía del rubro de la administración y aporté mi experiencia, y el Arquitecto Puime sus conocimientos y su espíritu comercial.
ra, nada más. En 1982, como le comenté, establecimos ese primer mojón. A esos 2.500 metros de terreno arrendado que teníamos, le construimos un salón de ventas de 500 metros cuadrados. Eso nos acercó un gran número de clientes, pasamos a tener seis o siete vendedores, dos cajeras y a partir de ese momento comenzamos a manejar otro volumen. El siguiente salto importante fue el de la mudanza de 2006 al predio actual. ¿Cómo nace la idea de mudarse en 2006? La Intendencia nos apuró un poco. Durante 32 años gestionamos la habilitación municipal del predio de Avenida Centenario para poder funcionar como comercio allí, y recién la logramos cuando compramos el predio de Emilio Raña. La habilitación de la nueva sede la recibimos inmediatamente.
Veníamos todos los días a la sucursal del Banco República de Avenida Centenario, y veíamos un cartel que anunciaba la venta del terreno en el que estamos. Todo sucedió a la salida de la crisis de 2002, en la que estuvimos bien posicionados porque no teníamos deudas y la barraca dio la mejor utilidad de la época. Fue entonces cuando nos decidimos. Este local se inauguró a fines de 2006, se construyó en 2005 y el predio se compró en 2004. No nos costó tomar la decisión de adquirir este predio, porque lo queríamos y, fundamentalmente, porque la tierra que pisábamos en el local de Avenida Centenario no era nuestra, entonces sabíamos que eso podía generar cierta inestabilidad. Por esa razón, a partir de 2006 comenzamos aquí a ver otros horizontes, como por ejemplo concretar la primera importación de cerámicas, de Brasil.
¿Por qué compraron el predio en Emilio Raña?
¿Cómo y por qué considera que se consolidó Barraca Central?
¿Cuáles fueron los mojones que marcaron el crecimiento de la empresa? Creo que hay que señalar dos particularmente: el primero, cuando en 1982 se construyó el edificio de ventas en el local que teníamos en Avenida Centenario; el segundo, cuando nos mudamos para Emilio Raña. Durante los nueve años que transcurrieron entre 1973 y 1982 funcionamos en el predio de Avenida Centenario casi Jaime Cibilis, pero en un pequeño local donde estaban las oficinas.Se trataba de una construcción que no llegaba a 100 metros cuadrados. Era un local de bloques en el que había un mostrador y un escritorio, con dos o tres vendedores y una caje-
Con paciencia, tenacidad, esfuerzo y suerte, agregaría, se llega a los objetivos que se plantea. Esa fue la única receta. También porque siempre seguimos impulsando aquellos productos que consideramos que eran buenos y que tenían posibilidades de expansión. Por esa razón en 2006 nos mudamos al predio actual, hicimos el local de ventas y pensamos que nos iba a dar, pero sabe qué nos sucedió: que también nos quedó chico. Por esa, poco tiempo después tuvimos que salir a buscar más terrenos y arrendamos uno al lado de la barraca y otro en la calle de enfrente, por Centenario. De esa forma hoy tenemos un predio de 2.500 metros propio y 1.000 metros arrendados en dos locales, uno por Emilio Raña y otro por Centenario. Los espacios arrendados solo funcionan como depósitos. El salón de ventas tiene 600 metros cuadrados. Barraca Central cuenta hoy con
“Una de nuestras fortalezas es la capacidad de entrega” una plantilla de 50 funcionarios, cuatro camiones propios, además de dos camiones y una camioneta tercerizada. ¿Cuáles son las fortalezas que tiene la barraca hoy? Su capacidad de entrega y el valor de nuestros vendedores, personas capacitadas y muy preparadas para realizar la tarea más importante. Ellos tienen desde 20 y poco de años de edad hasta 60 años, tienen mucha experiencia, están bien preparados y los ayudamos mucho en sus primeros años de trabajo para que tomen confianza, conozcan el producto y a partir de eso realicen su tarea con valor agregado. Porque si tu no conoces bien el producto no vas a tener las herramientas para poder ofrecerlo y venderlo de forma apropiada. Los vendedores de Barraca Central no son despachadores, son vendedores. ¿Cuál es la diferencia? La atención. Cuando el cliente viene a la barraca, generalmente sabe lo que quiere comprar, pero también en otras ocasiones requiere asesoramiento, hay que explicarlo, ayudarlo, por eso los vendedores deben estar capacitados.
BARRACA CENTRAL (Suplemento Especial de El Observador) • Producción comercial: Julio César Denegri • Producción periodística: Luis Eduardo Inzaurralde • Maquetación: Fernando Cortés • Impresión: Imprimex D.L. 11.186 - Edición amparada Decreto 218/96
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El exclusivo proveedor italiano Seves lo fabrica en República Checa
El ladrillo de vidrio está en el ADN Luego de un trabajo lento que comenzó en la década de 1980, la barraca lo impuso en el mercado; actualmente tiene 18 modelos
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l ladrillo de vidrio en Uruguay es sinónimo de Barraca Central. El producto y la empresa son asociados por los clientes como el proveedor de las mejores ofertas y calidad en este rubro. Atrás hay una historia que se construyó durante más de tres décadas, que se remonta a los años 1980 cuando comenzaron a comercializar los primeros ladrillos de vidrio. Fue una idea del Arquitecto Vicente Puime, uno de los socios fundadores de Barraca Central. El ladrillo de vidrio había sido comercializado en Uruguay en los años 1960, recuerda Luis Alberto Ghemi, pero con el tiempo lo habían dejado de importar por lo que en ese momento no existía en plaza. Fue entonces cuando Puime sugirió a su socio Ghemi empezar a importarlo. “Fue un proceso lento, porque estos productos no se imponen de un día para el otro”, explicó Ghemi sobre el camino que recorrieron hasta imponerlo como un producto que parece estar en el ADN de Barraca Central. “Establecer la costumbre de algo requiere de mucho esfuerzo y mucha paciencia, porque no se consigue imponer un producto de
luz; antifuegos, y antibalas. Estos productos los traen sobre pedidos.
Las características
Barraca Central marcó el camino con los ladrillos de vidrio
un día para otro, mucho menos en Uruguay donde todo transcurre más lento y para imponer algo se necesitan más años”, agregó Ghemi. Los ladrillos de vidrio de la empresa italiana Seves, que comercializa Barraca Central, son fabricados en República Checa. Es considerado el mejor producto del mundo en su rubro y la barraca lo impuso en el mercado. “No es un ladrillo de vidrio común. Podemos traer líneas de diseño italiano, porque la casa matriz es italiana y tiene diseñadores como Renzo Piano
o Mendini, que son de primer nivel”, explica otro de los accionistas, Damián Vasko. ¿Por qué los clientes prefieren el ladrillo de vidrio? Por la luminosidad que entrega y el diseño, además de su fácil colocación. Barraca Central tiene 18 modelos distintos en stock, entre los que se destacan piezas especiales con distintos diseños y colores. También tiene ventanas para ladrillos de vidrio y accesorios. La creciente demanda de este producto y su auge en Uruguay, promovió que se incrementara la
cantidad de modelos. Una de las fortalezas de Barraca Central es que, como en todos los rubros, trabaja con stock. A sus clientes les puede ofrecer cualquier de los 18 diseños de la marca italiana que están en plaza y el resto los importa. Por esa razón los clientes se acercan a Barraca Central también para adquirir ladrillos de vidrio de alta tecnología como el fotovoltaico –que emite luz en la noche después que se cargan sus baterías–; los de vidrio térmico –permiten brindar esa prestación–; los de refracción de
La gran transmisión lumínica de los ladrillos de vidrio, según el modelo empleado, alcanza a 75%. En función de esta característica su utilización está especialmente indicada en la construcción de grandes superficies, especialmente en aquellos ambientes donde se requiere una gran penetración de luz natural o artificial. Por su cierre al vacío el producto tiene una excelente capacidad de aislamiento contra el frío y el calor, al punto de que sus propiedades térmicas sean comparables al vidrio doble o a un muro de 25 centímetros de espesor. El ladrillo de vidrio también proporciona óptimos niveles de atenuación acústica según los modelos empleados, ya que su espesor y densidad con cámara al vacío le otorgan estas características. Las construcciones realizadas con este material manifiestan una resistencia mecánica tal que le permiten soportar grandes cargas, como en pisos, claraboyas y contra el viento en las grandes fachadas.
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Julio Besozzi, integrante de la Sociedad
“Siempre intentamos ser sinónimo de exclusividad y de innovación” El socio que se integró a la empresa en la década de 1980, nunca pensó que pudiera terminar en la barraca y sobre el gran salto al local de Emilio R aña, comentó: “Nos decían que íbamos a perder un porcentaje de la clientela, y lo que sucedió fue al revés”
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enía una estación de servicio con mi socio Miguel Ferreiro, y la barraca era cliente nuestro. Hasta allá iba casi todos los días el Arquitecto Puime, quien siempre me decía que el día que vendiéramos la estación nos íbamos a trabajar a la barraca con él y con Ghemi. ¿Sabe lo que le decía yo? ‘Ni loco’. ¿Qué pasó? Un día vendimos la estación y a mi socio le gustó la barraca, se enamoró de esta empresa, sin haber estado ni trabajado nunca en un emprendimiento de esas características… y acá estamos 30 años después”, comienza explicando a El Observador, Julio Besozzi, integrante de la Sociedad de Barraca Central Ltda. y otro de los puntales para hacer de la empresa un referente del mercado. En su relato, Besozzi continúa explicando sobre su etapa previa a incursionar en la barraca: “Miguel fue una institución. Comenzamos juntos en Carrau y Cía. y a partir de allí comenzamos a recorrer el
Venga por el servicio, por la calidad de los productos que se venden. En la barraca solo se venden productos de primera línea y tratamos de comprar dentro de plaza lo mejor y, al mismo tiempo, tratamos de buscar los mejores precios. ¿Cómo vivió la mudanza de Centenario a Emilio Raña? Fue traumático. Trasladar una barraca de un lugar a otro es muy duro. Nosotros lo hicimos en una semana y nunca dejamos de funcionar. Nunca paramos. También fue tremendo. Valió la pena el esfuerzo, porque en una semana nos mudamos y no sentimos el cambio.
La atención en Barraca Central es una fortaleza de la empresa
¿Cómo sortearon la crisis de 2002? Fue duro para todas las empresas. Afortunadamente a nosotros nos tomó bien parados. Cuando estás manejando una empresa te la ves venir, empezás a observar los cambios. En mis anteriores
“Mudar una barraca es traumático, pero nosotros lo hicimos en una semana”
“Barracas hay montones, la diferencia se hace en el servicio”
camino. Yo me había iniciado antes como visitador médico, pasé a Carrau y Cía. como vendedor, donde estuve durante 10 años, luego permanecí 10 años en Funsa, también como vendedor y con Ferreiro. Un día, cuando Funsa empezó con sus problemas, decidimos comprar un negocio propio e invertimos en la estación de servicios de 8 de Octubre y Jaime Cibils. Allí surgió el vínculo con Barraca Central y tiempo después nos integramos como accionistas. Lamentablemente en el camino sufrimos la enfermedad de Ferreiro, que le costó la vida”.
trabajos visualizaba los cambios. Por ejemplo, lo de Funsa lo vi venir, veía que no caminaba y decidí buscar otra cosa. Fue entonces cuando terminamos en la estación de servicio. En este caso, en 2002 se veía que había algo y que había que apretar. Y sorteamos bien la situación. Por ejemplo, la barraca no se podía quedar sin portland, porque hubiera sido como una estación de servicio sin nafta.
¿Cómo fue integrarse al negocio de las barracas? Veníamos con mucho entrenamiento en venta en diferentes rubros y a distintas escalas. Obviamente la barraca era un asunto diferente, pero comercialmente todo sigue más o menos una lógica, tienen puntos en común. Ferreiro se encargaba de compras y personal, y yo me encargaba de los clientes y de los créditos. Y nos complementamos bien. Lo fundamental en todas las empresas, en todos los grupos no importante qué tan grande
La barraca tiene un amplio y cómodo salón de ventas
o pequeño sea, es formar un equipo, y en ese sentido siempre funcionamos. Siempre con horas y horas de trabajo. ¿Cuánto cambió la barraca desde los años 1980 a la actualidad? Bastante, cambió bastante. Por lo pronto en el local, porque donde estábamos alquilábamos y recuerdo que era un problema para la entrada de camiones. Cuando decidimos buscar un local, Ferreiro ubicó este local que está en el corazón de Montevideo, muy bien ubicado para ir a cualquier punto de la ciudad. Hicimos una obra que nos costó un gran esfuerzo y logramos dar este paso. ¿Qué recuerda de aquel cambio de local? Que nos decían que íbamos a perder un porcentaje de la clientela, y
fue al revés: a partir de la mudanza crecimos.
en estos tiempos en donde se perdió el estilo del vendedor de antes.
¿Como modelo de negocio cuánto cambió en 30 años? Muchos fueron los cambios. Tal vez nosotros, mientras estábamos todo el día aquí, no nos dábamos cuenta, pero cambió mucho. Continuamente tratamos de innovar en lo que es la atención al público en el salón, la exhibición. Hoy la gente busca sentirse cómoda en el lugar y es lo que tratamos de hacer nosotros para que quienes vienen estén a gusto. Estamos brindando un servicio y partimos de un razonamiento: barracas hay montones, entonces dónde hacés la diferencia, en la calidad del servicio y cómo se soluciona estando arriba de cualquier problema que pueda surgir. Siempre ponemos la cara y eso le brinda confianza al cliente, especialmente
¿Cómo fue recorrer el camino de las importaciones? Las primeras fueron con los ladrillos de vidrio, luego empezamos a incursionar en otros productos como cerámicas y porcelanato. Eso se produjo por la misma demanda del público, que te exige innovar. Y tratamos de traer novedades, productos que no traen otros. Buscamos y tratamos siempre que la barraca sea sinónimo de exclusividad e innovación. Los mismos cambios de la construcción te van llevando a variar el negocio. Si le pido que me diga por qué recomendaría a un amigo que fuera a Barraca Central, comentaría que…
¿Se quedaron sin portland en ese momento? No, siempre tuvimos. Nunca nos faltó. Siempre hubo stock. ¿Una fortaleza de Barraca Central? Hay muchas, el servicio, la entrega, la atención al cliente, la calidad, pero una en particular que marca su éxito: el espacio que tiene la barraca para operar es fundamental. A lo largo de tantos años aprendí que se necesita mucho espacio. Admiro las barracas que tienen lugar. Nosotros tenemos espacio para cargar, para estibar. Tenemos dos auto elevadores y una pala Bobcat que carga material al camión.
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La gran noticia de 2017
En una apuesta al crecimiento, lanzó marca propia de impermeabilizantes Barraca Central llega a sus clientes con su propio producto en este rubro, en una iniciativa que apunta a reforzar el prestigio que a lo largo de 44 años acumuló la empresa y la confianza de los clientes desde hace tres meses
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anto prestigio ameritaba ponerlo a prueba con un salto de calidad. Hace tres meses, Barraca Central decidió lanzar al mercado su propia marca de impermeabilizante, en una etapa de crecimiento que comienzan a descubrir con singular éxito y con el reconocimiento de los clientes que siguen confiando en los productos de la empresa que ya cumplió 44 años. “Al tener una barraca con cierto prestigio intentamos poner un nombre a algunos productos. Así fue que después de analizarlo en
Barraca Central tiene dos membranas líquidas y ambas están respaldadas profundidad, por lo que implicaba el paso que íbamos a dar, nació la idea del impermeabilizante propio. Es la gran innovación que ofrecimos en 2017”, explicó Julio Besozzi, uno de los integrantes de la Sociedad de Barraca Central.. En tantos años de crecimiento y expansión, desde la barraca siempre manejaron la idea de desarrollar su propio producto, y el momento de desarrollarlo finalmente se concretó a fines del año pasado. Entre la idea de generar un producto con la marca de Barraca Central y llevarlo al mercado, recorrieron un largo camino que incluyó estar en los pequeños
grandes detalles, como por ejemplo: qué producto presentar, en qué envase, definir los aspectos de la presentación, encontrar etiquetas que impactaran. Todos estos aspectos fueron planteados con un solo objetivo, llevar al público el mejor producto, a la altura de lo que debía ofrecer una empresa con tanto prestigio en el mercado. “El hecho de pensar en salir a la plaza con marca propia generaba una responsabilidad muy grande. En cierta forma estás haciendo una gran apuesta, pero la hacés porque sabés que el producto es bueno”, puntualizó Besozzi, quien subrayó: “Esto no es una aventura, es un paso pensado. No lo hicimos con cualquier fabricante que trae agua con color, sino que apostamos a la calidad. Si hay algo que cuidamos mucho es nuestro prestigio”. Barraca Central puso en el mercado dos membranas líquidas, una muy buena membrana, que está respaldada, y otra en un escalón superior, en categoría premium. Los Socios de la empresa reconocieron a El Observador que fue buena la respuesta de los clientes, quienes valoraron las membranas líquidas que la barraca ofrece.
marca y no es necesario distraerse en eso: entonces le vendemos un producto de muy buena calidad y a un muy buen precio”.
Las importaciones Otro de los aspectos que marcó el crecimiento de la barraca fueron las importaciones, un camino que comenzaron a recorrer hace una década. Por la necesidad de seguir creciendo y brindar un mejor precio, dieron un paso más. Las importaciones fueron para la empresa
“Si lo vamos a vender y lo vamos a respaldar, tiene que ser bueno”
Se beneficia el cliente Damián Vasko, Socio Administrador de Barraca Central, comentó respecto a la iniciativa que adoptó la empresa este año y que marcó un punto de quiebre: “Surgió porque entendemos que tenemos una marca propia que es Barraca Central, siempre fuimos un referente del producto membrana en precios y volúmenes de
Se lanzó al mercado con su propio impermeabilzante
venta en plaza y entendimos que era un momento para tirarse con lista propia. Buscamos tener un producto, una membrana líquida básica con muy buenas prestaciones. Y volvemos al eslogan que nos identifica, porque volvemos a tener ventas con respaldo. Si lo vamos
a vender y lo vamos a respaldar, tiene que ser bueno”. Un plus que tiene Barraca Central, según explicó Vasko, es que mientras muchas marcas “deben invertir en publicidad y promoción, nosotros trasladamos eso al público, porque ya conocen la
una etapa de descubrimientos, de crecimiento, de maduración. “Tuvimos que aprender mucho. Sabíamos comprar en plaza desde hacía más de 30 años, porque fue lo que hicimos siempre, pero no sabíamos importar. Tuvimos que aprender a importar, aprender a hacer las negociaciones en el exterior, manejar los tiempos, calcular los stock para tener cerrado el circuito y que nunca falte”, explicaron los integrantes de la Sociedad. “También hay imponderables porque no solamente dependemos de la fábrica, también de las navieras, del puerto, de muchas instancias que nos generan cierto estrés”, puntualizaron.
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El Socio Administrador Damián Vasko analizó las fortalezas de la empresa
“En Barraca Central, el cliente es el capital más importante que tenemos” Enfocado en cuidar al cliente y brindarle el mejor servicio, explicó: “Podemos expresar con orgullo nuestro eslogan, ‘Ventas con respaldo’, porque es real, es auténtico; la gente sabe que viene a la barraca y aquí tiene respaldo”
U
n joven Damián Vasko ingresó a la empresa en 1992 como nuevo integrante del equipo de expedición, en Barraca Central. Aquello que en ese momento fue percibido simplemente como la incorporación de un nuevo funcionario a la plantilla de trabajadores, un cuarto de siglo después se transformó en uno de los puntales de la empresa, hasta transformarse en socio accionista. Vasko ingresó en expedición, donde se desempeñó durante los primeros años. Luego trabajó en ventas, en ventas y en compras, y a fines de 2006 asumió como gerente con la inauguración del nuevo local. Una década después de ocupar el puesto más alto en la escala jerárquica de la empresa, en 2016 se transformó en accionista. Recorrer el camino para alcanzar un lugar en la Sociedad fue una tarea que exigió tiempo, dedicación y, particularmente, mucho trabajo. Así lo define el propio protagonista. “¿Cómo se realizó
Damián Vasko subió toda la escalera hasta llegar a integrar la Sociedad de la empresa
gente” y sus aspiraciones sobre el servicio se profundizan en este rubro, entiende. “Es muy exigente con los tiempos, con la calidad de la mercadería. Y eso es lo que nos ha mantenido a nosotros a lo largo de estos 44 años. Atendemos la calidad con suma atención y por esa razón podemos expresar con orgullo nuestro eslogan: ‘Ventas con respaldo’. Porque es real, es auténtico. La gente sabe que viene a Barraca Central y tiene respaldo. Sabe que si se le rompe algo o le llega con falla, porque puede pasar aunque no sea común que suceda, Barraca Central lo va a respaldar. Porque entendemos que primero está el cliente y luego está el problema nuestro con el proveedor si nos falló. Pero siempre partimos de una premisa: el cliente es nuestro capital más importante”, explicó Vasko respecto al tema. Entre las fortalezas de la empresa, el integrante de la Sociedad
Vasko ingresó en 1992 en expedición y desde 2016 es accionista
“El de la barraca es un negocio sumamente complejo”
ese proceso? Con mucho trabajo, que es lo que podía aportar desde mi lugar, pero también con un gran apoyo de los socios accionistas, que desde un primer momento me apoyaron y les respondí con lo mejor que tenía a mi alcance”. Al Socio Administrador se lo ve a diario en todos los detalles del funcionamiento de la barraca, con particular atención en la logística, un aspecto que Vasko considera esencial para mantener la calidad del servicio de Barraca Central y que valora como una de las grandes fortalezas de la empresa.
también subrayó la importancia de pretender estar a la vanguardia siempre, un detalle que los clientes valoran. “Algo que siempre nos caracterizó y que no queremos perder es que buscamos permanentemente estar a la vanguardia de los productos. Fuimos los pioneros en vender sanitaria de PVC, los pioneros en termofusión, también en ladrillo de vidrio, en yeso y placas de yeso, y ahora incorporamos la línea de steel framing. Es un mercado nuevo, con ciertas exigencias en el cuidado de la mercadería y los espacios. Por esa razón realizamos remodelaciones en los depósitos para atender esos aspectos y mantener nuestra tendencia de tener stock. Por esa razón hoy podemos decir que tenemos stock para vender steel framing”. Finalmente, Vasko explicó que steel framing es un producto que comenzaron a comercializar en los últimos tiempos y que acercó a la barraca al consumidor final, y que la empresa tiene capacidad para abastecer y atender desde “los más exigentes requerimientos de un constructor grande o de un consumidor final”.
Una historia de compromiso Consultado acerca de si la transición del lugar del empleado al del patrón implicó un cambio profundo en su trabajo, expresó: “El punto de partida en mi historia en la barraca es que el compromiso siempre existió y fue el mismo desde el primer día, quizás la diferencia está en la responsabilidad que me tocó asumir desde el año pasado, al pasar a ser socio administrador. De todas formas, fue un proceso que maduró lentamente”. Al integrante de la Sociedad
Vista del salón de ventas de la Barraca y algunos de los asesores especializados
de Barraca Central, no le sorprendió alcanzar un lugar entre los accionistas de la empresa. “Al principio, en mis primeros años en la empresa, no lo imaginé, pero luego fue tomando forma esta idea, porque a pesar de que era muy joven, quería dar ese paso. Por esa razón en un momento hice mis planteamientos y propuse a los directores las ilusiones que tenía dentro de la empresa”. “Tenía la convicción de que podía ser accionista, pero finalmente descubrí o me hicieron ver que no tenía aún la madurez mental para alcanzar ese lugar”, explicó Vasko, quien aportó más detalles sobre el momento en el que se presentó ante los dueños de la barraca y expresó su deseo de crecer. “Esto ocurrió en 2002 o 2003, cuando había algunos socios más todavía. En ese momento les comenté sobre mis aspiraciones y escucharon mi planteamiento porque les dije que, si había opor-
tunidad alguna vez, me gustaría forma parte de la sociedad. Me escucharon con total seriedad, atendieron mis planteamientos, pero me dijeron que todavía no era el momento para mí. Lo que quiero rescatar de eso es que ellos me escucharon, y en cierta medida me brindaron la confianza para seguir atrás de mis aspiraciones. Finalmente, 10 años después se terminó concretando”, subrayó.
Cómo funciona la barraca El negocio de la barraca parece simple a primera vista, pero requiere de un conocimiento y un recorrido que solamente se aprende a partir de la experiencia, algo que Barraca Central acumula desde hace 44 años. Consultado acerca de cómo funciona una barraca, Vasko dijo: “Es un negocio sumamente complejo, porque tiene la atención al cliente que es lo primordial. En
Barraca Central todo gira en torno al cliente. ¿Por qué? Porque somos una empresa en la que nuestro capital es el cliente y estamos enfocados para brindar el mejor servicio posible cuidando todos los detalles y atendiendo las necesidades. El esfuerzo se concentra allí y transcurre, por ejemplo, desde tener un buen salón, una buena atención del vendedor y cumplir con la logística, para llegar a todos lados con una cantidad enorme de pedidos. Pero no se agota cuando se entrega la mercadería, porque si surge un reclamo o una rotura, también estamos allí para atender al cliente, para brindarle una solución y para intentar dejarlo conforme. Los 50 empleados que tenemos están enfocados en brindar el mejor servicio al cliente”.
“El uruguayo es exigente” Para el Socio Administrador de la barraca, “el uruguayo es exi-
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Otro de los diferenciales de Barraca Central
Servicio de entrega de primer nivel L a empresa hace singular hincapié en una de sus fortalezas: entregas rápidas, en 24 horas, en cualquier punto de la ciudad
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arraca Central cuenta con la más amplia gama de productos que se ofrecen en el mercado y exclusividades importadas muy particulares, lo que le permite transformarse en un líder en su rubro. Pero hay más: uno de sus grandes diferenciales, que es orgullo para todos quienes integran la empresa, es el servicio de entrega. Las entregas rápidas también son sinónimo del servicio que brinda la barraca. “Nuestras entregas normalmente son en 24 horas, incluso a veces contemplamos a un cliente cuando tiene alguna urgencia”, explicó Damián Vasko sobre una de las fortalezas de Barraca Central. El servicio de logística lo desarrollan con seis camiones, cuatro de los cuales pertenecen a la empresa -dos son arrendados- y una camioneta. Entregan un promedio de 60 pedidos por día, y llegan todos los días a cada rincón de la ciudad. La hoja de rutas no establece abastecer un día una zona, al siguiente otra y así sucesivamente. El ambicioso plan de Barraca Central es ir todos los días al lugar que el
cliente les pide. Un requerimiento que plantea muchas exigencias para mantenerlo con eficiencia. ¿Cómo se coordinan las entregas? Un vendedor toma el pedido y lo deriva al sector de logística, que se encarga de hacer llegar el pedido al cliente. ¿Dónde funciona la logística? En el mismo predio de Emilio Raña 3185 esquina Bulevar Batlle y Ordóñez. En ese lugar la barraca tiene un terreno propio de 2.500 metros cuadrados, en el que se encuentra su salón de venta de 600 metros cuadrados y todas sus oficinas, y dos predios linderos, arrendados, de 1.000 metros cuadrados en total, que utilizan como depósitos. ¿Cuántas personas trabajan en el reparto de las mercaderías? Desde los coordinadores de la logística, choferes y peones, son más de 20 personas. Logística comprende desde la persona que arma el reparto al que deja el material en el lugar que pidió el cliente. ¿Dónde se realiza toda esa tarea? En la oficina y en la cancha. La cancha se conoce en la barraca como el lugar en el que cargan los camiones. “El servicio de entregas nuestro
Eso nos obliga a tener una gran logística y muy bien ordenada”, subrayó Vasko.
Hace camino al andar
La logística es uno de los pilares de Barraca Central
es de una logística intensa por la cantidad de clientes y porque llegamos a una amplia zona: vamos a todos los lugares dentro de Montevideo hasta El Pinar, todo el día. Abastecemos a un cliente
pequeño que necesita cinco kilos de portland y un tacho de arena hasta a un edificio entero que pide toneladas de hierro y miles de bolsas de portland, y a todos les brindamos el mismo servicio.
La empresa siempre se caracterizó por ser pionera en la comercialización de materiales y sistemas de última generación para la construcción y decoración, lo que le permite ser elegida por los principales fabricantes e importadores para el lanzamiento y promoción de sus productos. Por todo esto es que los camiones pueden estar entregando mecadería en: obras particulares, barrios privados, institutos, colegios, centros comerciales, fábricas y obras públicas y privadas. Desde un litro de pintura en una casa, cerámicas y porcelantos para una obra, griferías y mobiliario para una reforma o el hierro para la instalación de una fábrica. Con estas características y premisas es que desde Barraca Central apuntan a la atención personalizada apoyados en las nuevas tecnologías para seguirle brindando a todos sus clientes y amigos: “Ventas con respaldo”.
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Isabel Ghemi, Socia Administradora
“La barraca es una empresa muy sólida; no tenemos endeudamiento” Contadora de la empresa desde 2002 y recientemente accionista, vivió la empresa desde adentro, en el día a día con su padre, pero antes de comenzar a trabajar en ella, maduró afuera; “Manejaron el negocio como debe ser y no como una empresa familiar”, dijo
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ejos de hacer de Barraca Central una empresa con claro tinte familiar, como sucede en tantos caso en Uruguay, Luis Alberto Ghemi le dio un corte siempre profesional a la empresa a la que se asoció hace 44 años. Por esa razón, su hija Isabel, la única que recorrió el camino de los números y la administración (sus otros hijos abrazaron la medicina y la odontología como profesión y pasión) desembarcó en la empresa en 2002 después que se recibió como contadora y tras el viaje de Ciencias Económicas que le permitió descubrir otras culturas y costumbres. No obstante, antes de ingresar como funcionaria en la empresa
También le puedo decir que la barraca es una empresa muy sólida, no tenemos endeudamiento, no tomamos grandes riesgos, y siempre estamos innovando, como forma de continuar creciendo.
“Ahora estamos tratando de avanzar a través de la venta por Internet”
“Sin dudas fue muy importante hacer una experiencia laboral fuera de la barraca”
en el año más difícil que atravesó Uruguay por la profunda crisis de su sistema financiero y bancario, a Isabel le esperaba un desafío: crecer y formarse en otros lugares de trabajo. Su padre no quiso que su primer trabajo fuera la barraca, sino que la impulsó a que hiciera su propia experiencia. Así fue que escribió su propia historia. “En 2002, luego de recibirme, renuncié al trabajo en el que estaba para realizar el viaje, y al retornar a Montevideo me integré a la empresa. Cuando viajé sabía que volvía a trabajar aquí. Además, antes de ingresar mi padre y sus socios me hacían consultas aisladas”, explica Isabel. La contadora de Barraca Central desde hace 15 y accionista
Uno de los hitos en materia de administración que marcó la barraca fue la facturación por computadora en 1984. Sí, mi padre siempre me habla de eso, porque fue un hecho que quedó establecido en nuestra historia. En ese momento no existía ni estaba muy desarrollada la facturación por computadora y nosotros innovamos. Esa es una de las características de nuestra empresa. Es una fortaleza, en
Isabel Ghemi es desde 2002 la contadora de barraca central y recientemente se sumó a la Sociedad
recientemente, acumuló experiencias laborales en estudios contables antes de desembarcar en la empresa. “Crecí afuera y al regreso me vinculé. Sin dudas fue muy importante hacer una experiencia afuera de la barraca, fue muy valioso todo lo que viví”, reconoce la contadora y una de las socias administradoras de la empresa. ¿Cómo es el vínculo en un negocio donde de alguna forma se mezcla el trabajo y la familia? En este caso, en el directorio está mi padre, pero hay otros socios, lo que hace que resulte menos familiar. Es muy importante el respeto y se estableció desde el primer día que todo debe ser muy claro. Recuerdo desde siempre, incluso cuando era chica, que mi padre no me permitía venir a buscar algo a la barraca fuera de horario de atención al público, así fuera un clavo o un tornillo. Si estaba
cerrada no podía venir, aunque tuviera la llave para abrir la puerta. El depósito quedaba trancado y no ingresaba nadie. En ese momento no lo entendía, porque la barraca era de mi padre, sin embargo con el tiempo valoré los parámetros que estableció y la forma en que manejó esta empresa, porque es muy importante la confianza. Los directores siempre manejaron el negocio como debe ser y no como una empresa familiar. No se confunden los roles, y allí está otra de las tantas fortalezas que tiene la barraca.
yo. Actualmente me encargo de la parte contable y de la administración. Trabajo a cargo de siete personas.
¿Cómo se ubica usted en la empresa? Como contadora en 2002, como le comenté. Hasta ese momento no había un contador interno, porque en el lapso que estuve de viaje se jubiló el contador que estaba en funciones, entonces una amiga se ocupó durante mi ausencia de esas tareas y a mi regreso me integré
¿Cómo puede cuantificar el crecimiento de la barraca en los últimos años? Creo que lo más tangible es la que se ve: a través del crecimiento edilicio. Para ello alcanza con mencionar el salto de calidad que se dio desde el local de Centenario a este de Emilio Raña, en la mudanza que se concretó en 2006.
¿La barraca es el tema de la familia todo el día? No. Mi padre siempre separó la empresa de la familia y eso ayudó a que todo anduviera bien. Además, para empezar mis hermanos están en áreas completamente diferentes a las comerciales. Por esa razón hay muchos temas, más allá de la barraca que sin dudas es un asunto importante.
definitiva, que valoran nuestros clientes. Además, desde hace dos años comenzamos con la facturación electrónica. También la innovación se ve y observa en todos los productos con los que trabajamos. Los ladrillos de vidrio, la cerámica que traemos de Brasil, China y España. Ahora tratamos de avanzar en la web y de la venta a través de Internet. Estamos haciendo un esfuerzo grande para impulsarlo, porque es un vendedor más que tenemos y es hacia donde va el mundo hoy. El primer paso fue tener una buena página web, y ahora contamos con una persona encargada dentro de la empresa, una diseñadora que nos asesora en la estrategia a seguir. El siguiente paso será vender por la web.
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El mercado de las cerámicas
De aquellos tres diseños de hace ya una década a una amplia variedad Importa mercadería de Brasil, China y, recientemente, sumó el mercado español; durante estos 10 años también llegaron productos de Argentina. ¿Por qué esos mercados? “Porque son los productos de calidad que exige el cliente de la barraca ”, explicaron
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l año 2008 marcó un punto de inflexión en la historia de Barraca Central, hasta ese momento compraban las cerámicas en plaza, pero desde entonces decidieron incursionar en un nivel diferente con la importación, con otro de los buques insignia de la empresa: las cerámicas. La cerámica es un producto tradicional de la barraca y en un momento sintieron qué era el momento de explorar otros mercados. Fue entonces cuando descubrieron que tenían la madurez necesaria para comenzar a importar directamente. Lentamente comenzó un proceso de maduración de la empresa, en el que la intuición y la experiencia en el mercado local buscando la mayor rentabilidad para su negocio, jugaron un papel determinante en esta decisión. Iniciaron contacto con diversas fábricas y poco a poco lograron ganar un lugar. El trabajo dio sus frutos y brindó al cliente los mejores beneficios. Barraca Central solamente trae cerámicas de primera, explicaron desde la empresa. No importan cerámicas de segunda, ni saldos de fábrica. Eso forma parte del manual de estilo de la empresa que busca ofrecer a sus clientes los mejores servicios en todas las áreas, y que también debe reflejarse en este caso, en las cerámicas. Las primeras importaciones de cerámica, hace ya casi una década, las hicieron con Brasil y China. Luego, en el camino se sumó el mercado argentino en el que hace algunos años ya no compran. Más adelante se sumó España.
Central, en Emilio Raña 3185, donde el cliente elije la mercadería y se la lleva. “Lo otro importante es que el cliente viene a Barraca Central y retira la mercadería del mismo lugar, no debe ir a ningún depósito”.
Ventajas de las cerámicas
Las cerámicas brindan una gran terminación a la obra
¿Por qué esos mercados? “Porque son productos con la calidad y variedad qué nos requiere el cliente, es lo qué nos solicita y en base a ese criterio buscamos una opción acorde” explicaron desde la empresa. ¿Cuáles son las características más destacadas de las cerámicas de Barraca Central? “Que sean de primera, que tengan muy buena calidad y que no brinde margen para tener reclamos del cliente. Traemos una mercadería que no se rompa. Que vaya con el gusto del uruguayo y el segmento de mercado que nosotros atendemos”, puntualizaron. La variedad es muy amplia. Comenzaron trayendo tres modelos y actualmente manejan más de 60 diseños distintos. Otra de las fortalezas que tiene para los clientes el rubro cerámicas,
Barraca Central ofrece más de 60 diseños distintos
es que Barraca Central, como en todos sus productos tiene stock permanente y cuando el cliente lo solicita sabemos que podemos responderle de inmediato. ¿Qué significa esto? Que cuando el cliente llega a la barraca se encuentra con que la mercadería está en stock.
“No le vendemos algo que vamos a recibir en 30 o 40 días. Vendemos lo que tenemos en los depósitos y le podemos garantizar a nuestro cliente en el momento de la venta, que esa mercadería está acá”, apuntaron. Las cerámicas se exhiben en el amplio salón de ventas de Barraca
El uruguayo es muy tradicional, más que en los países vecinos en la elección de estos productos, sin embargo, en los últimos tiempos hubo una gran apertura y se comenzaron a aceptar nuevas e innovadoras propuestas en la construcción, según indicaron en la empresa. En ese sentido, las cerámicas marcaron ese marcado crecimiento y cambio en los uruguayos. Las cerámicas son una opción muy ventajosa, cómoda y que brinda una gran terminación a la obra. El baño, la cocina, el comedor, es una alternativa válida, porque están disponibles en una variedad de colores, diseños. Se destaca también porque son fáciles de instalar y de fácil mantenimiento. También las cerámicas pueden soportar años de intenso tráfico, agua y son resistentes a la abrasión. Esto es así gracias a su extensa funcionalidad y a sus espectaculares propiedades y ventajas, a partir de que es un producto natural horneado a fuego y compuesto por arcilla y agua..Debido al crecimiento que tuvo en el mercado, Barraca Central, que ha sido pionero en la mayoría de los rubros, reforzó la apuesta y brinda a sus clientes alternativas para elegir variedad y calidad al mejor precio.
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Un vínculo que nació en la década de 1970
“Inca es más que proveedor, existe un vínculo como si fuera un socio” Los directores de Barraca Central explicaron que la relación entre su empresa y la de pinturas nació hace 40 años, cuando buscaban brindar productos en el rubro pintura a sus clientes; actualmente la barraca comercializa exclusivamente la marca Inca
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lo largo de cuatro décadas, Barraca Central e Inca construyeron una sólida alianza, que los directores de la barraca definen con singular reconocimiento: más que como un proveedor los sentimos como socios en el trabajo diario que desarrollamos. ¿Cuándo nació el vínculo entre las dos empresas? En los primeros años de la barraca, que fue fundada en 1973 y que funcionaba en el local de Avenida Centenario y Jaime Cibils, comenzaron a buscar proveedores para disponer de los productos que pedían los clientes. Entre ellos buscaban una empresa que les brindara pinturas y en Uruguay, recuerda Luis Albero Ghemi, “Inca era la única que había en el país”. En aquellos tiempos, según puntualiza Ghemi, para ser cliente de Inca “debías ganarte su confianza” y para ello las empresas debían comprobar su respaldo. “Hace 40 años Barraca Central
“Los uruguayos están cambiando, porque están pidiendo colores” no se veía como en estos días, era una empresa que recién se iniciaba, que daba sus primeros pasos, que funcionaba en un amplio predio de 2.500 metros cuadrados sobre la Avenida Centenario pero cuyo salón de ventas estaba reducido a un local de menos 100 metros cuadrados y donde solo había un par de vendedores”, puntualiza uno de los fundadores de la empresa. Finalmente, en esos comienzos se vincularon con Colorín, uno de los cuatro distribuidores que Inca tenía en plaza, explicó Ghemi. “Colorín nos vendió durante un tiempo hasta que en determinado momento Inca comprendió que nuestras compras ameritaban que fuéramos clientes directos y así fue como nos relacionamos. Esto sucedió hace más de 40 años porque estamos hablando en esos comienzos a 1975 o 1976”, agrega el histórico integrante de la Sociedad. Para los responsables de Barraca Central, es “un orgullo” recorrer el camino con Inca, porque entienden que de la misma manera que “la barraca creció, se incrementaron también las ventas de pintura”, y por es razón desde Inca, reconoce Ghemi, “siempre
Barraca Central ofrece los productos de pinturas Inca desde hace cuatro décadas
Mejores pinturas que cuidan el medioambiente En INCA se han comprometido a fabricar pinturas mejores para sus clientes y para el planeta, según se describe en la página web de la empresa. En ese sentido, uno de los aspectos claves de este compromiso es el desarrollo de pinturas a base de agua y respetuosas con el medio ambiente, que ofrecen una amplia gama de ventajas para el usuario y para su hogar. Las pinturas a base de agua huelen menos al aplicarlas a las superficies, y no reaccionan con los agentes contaminantes de la atmósfera, que contribuyen al cambio climático. El resultado es un aire fresco y respirable para todos, sin renunciar a la facilidad de aplicación y a los
acabados brillantes y duraderos. Además, ofrece un fácil secado, porque la aplicación de pinturas a base de agua no podría ser más sencilla. Para obtener los mejores resultados, se recomienda utilizar un pincel sintético humedecido sobre una superficie suave y limpia. Los pinceles de cerdas tradicionales pueden dejar marcas y hacer que la pintura se seque demasiado rápido, mientras que los sintéticos garantizan que la humedad de la pintura sea absorbida por la superficie de la pared. En el caso de humedecer el pincel o el rodillo antes de empezar a pintar, el usuario se asegura que la pintura se vaya liberando con mayor facilidad y que fluya mejor. Las superficies lige-
ramente húmedas también facilitan la fluidez al pintar. A la hora de aplicar la pintura, se recomienda agitar bien la lata antes de verter la pintura en una bandeja. Es importante emplear el pincel para pintar los bordes y el rodillo para las zonas más amplias, preferentemente cuando la pintura siga húmeda en los bordes. Otro de los consejos que brinda INCA a sus clientes es evitar extender demasiado la pintura y dar demasiadas pinceladas para que el trabajo tenga un aspecto profesional. Las pinturas a base de agua se secan más rápido que sus equivalentes al solvente. El tiempo de secado suele ser de 4 a 6 horas.
nos dicen que somos una barraca algo atípica, porque vendemos pintura en gran volumen”.
Barraca Central vende en el rubro pinturas exclusivamente los productos de Inca.
“Un gran vínculo”
Apuesta a la tecnología
“Si hay que definirlo de una forma diría que Inca es mucho más que un proveedor de pintura, para nosotros es como si fuera un socio”, resumió el Socio Administrador Damián Vasko tras ser consultado sobre el vínculo entre Barraca Central y la empresa de pinturas con la que trabajan desde hace cuatro décadas. Explicó además que el cliente que llega al local de Emilio Raña sabe que va a llevar productos Inca y que “se irá con lo mejor”. Y subrayó: “El cliente de pinturas Inca viene a pedir calidad y garantía. Eso es lo que buscan”.
Un amplio espacio del salón de ventas es destinado a la pintura y acompañado por infraestructura de primera línea, entorno y tecnología que le brinda a los clientes de Barraca Central un abanico de opciones, que se refuerza con el calificado asesoramiento de los vendedores. “Cuando hace 25 años Inca trajo las primeras máquinas Inca Color Service, fuimos pioneros en invertir en esa tecnología que llegaba desde Italia y que tenía un importante costo, pero que valía la pena. ¡Si habrá valido la inversión que hasta estos días esa
misma máquina sigue brindando el servicio como desde el primer día!”, expresa Vasko para graficar la profundidad del vínculo entre Barraca Central e Inca y la apuesta de la barraca a la tecnología como forma de brindar un mejor servicio para sus clientes, algo que redundará en desarrollo y crecimiento para la empresa. “Inca siempre fue pionera en tecnología y nosotros los acompañamos. En las inversiones que Inca pidió, estuvimos y permanentemente salimos favorecidos porque eso implicó crecimiento”, aportó Vasko. Inca también fue de las primeras empresas en ayudar a sus distribuidores, dijeron. Uno de los ejemplos más claros, recuerda Ghemi, fue cuando en tiempos en que las facturaciones se hacían
a mano y pasaron a realizarlo a través de computadoras personales. Fueron tiempos de cambio y revolución, de transformación en la infraestructura porque dejaron las viejas Olivetti de gran tamaño que utilizaban para facturar a una pequeña computadora personal con impresora. Consultado sobre los colores, uno de los integrantes del directorio de la barraca manifestó: “Nosotros damos todo el servicio de colores que piden los arquitectos y diseñadores en base a la carta de colores que Inca promociona”. La variedad es extensa, y “siempre están innovando y ofreciendo lo mejor”, comentó Vasko. “Recientemente sacaron un producto nuevo ultra lavable y un sistema nuevo de pinturas y colores. Inca siempre es una apuesta segura”, subrayó. Consultado respecto a la forma en que el cliente uruguayo, que definieron como tradicional res-
“Somos una barraca atípica porque vendemos pintura en gran volumen” ponde a la elección de los colores, el integrante de la Sociedad de Barraca Central manifestó: “Los uruguayos están cambiando, así como en un momento expresamos que el uruguayo cambió con respecto al ladrillo de vidrio porque está pidiendo color, también lo hizo con los colores en la pintura. En estos tiempos se vende mucho color, el cliente pide mucho color. De todas formas ese no fue el único cambió, también el cliente ahora pide el producto finalizado, porque aquella época del Incatone que se disolvía en la pintura para lograr el color más próximo a lo que el constructor, el diseñador o el propietario quería para su hogar, ya se acabó. El Incatone está en extinción, hoy se llevan el producto finalizado con el color que cada cliente quiere”. En torno a los colores, en la página web de Inca se destaca que el color del año 2017 es el Gris Humo 90BG 30/073. ¿Por qué? Captura perfectamente el humor del momento, es un gris atemporal y versátil que toma distintas características dependiendo de la luz, la combinación de colores y la situación, pudiendo transformarse y combinarse con los azules.
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Un sistema que permite ahorrar tiempo y dinero
También marca tendencia y se pone a la vanguardia en Steel Framing Acompañando las transformaciones en las que avanza la construcción en el país, Barraca Central se transformó en uno de los principales proveedores de materiales para desarrollar este sistema, de larga historia en el mundo pero no se utilizaba en uruguay
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l steel framing es un sistema constructivo liviano, que es ampliamente utilizado en todo el mundo, compuesto de acero galvanizado que conforman un esqueleto que le da forma y soporte a una construcción. Con esta técnica se pueden desarrollar casas o edificios. Esta forma de construcción era ampliamente desarrollada en el mundo, pero estaba muy lejos de imponerse en Uruguay hasta que en los últimos tiempos, en un giro que operó en las obras, fue elegida
proyecto pensado en sistemas tradicionales puede realizarse con esta tecnología que se empieza a difundir en Uruguay. La estructura está compuesta por un conjunto de perfiles de acero galvanizado de muy bajo espesor, separados entre sí generalmente cada 40 o 60 centímetros. Luego, los interiores como los exteriores son en general resueltos mediante la colocación de distintos tipos de placas sujetas a la estructura metálica con tornillos autoperforantes.
La estructura está compuesta por perfiles galvanizados de bajo espesor
Una de las grandes ventajas del sistema es que se realiza en obra seca Steel Framing es un sistema que nació hace siglos en el mundo y que ahora está de moda en uruguay
por constructores y arquitectos. A partir de eso, Barraca Central se transformó -como a lo largo de sus 44 años- en pionero en la comercialización de estos productos que se impusieron en el mercado. El Steel Framing se trata de perfiles de muy bajo espesor acompañados de aislaciones y terminaciones, que funcionan como un conjunto y sustituyen a los viejos sistemas de construcción de vigas, ladrillo o bloque. Uno de los aspectos fundamentales que destaca el proceso de construcción es que toda la obra se realiza en seco. Esta nueva tecnología de estructuras en acero liviano ofrece la posibilidad de ahorrar en todas las
etapas de la construcción y a la vez permite hacerlo con alta calidad, resistencia y en menor tiempo que los sistemas de construcción tradicionales.
Acero y estructura El nombre proviene de steel, acero en inglés, y framing, estructura o esqueleto, que como surge de la traducción: se compone de un esqueleto en acero conformado por diferentes estructuras individuales que una vez concluido, a través de un simple proceso, funcionan entre sí con una unidad que en conjunto les permite resistir las cargas que solicitan al edificio o la casa, y le dan solidez.
Este sistema no está restringido a la estructura. Como sistema destinado a la construcción de edificios, abarca varios componentes y subsistemas, que incluyen además del estructural, aislación termoacústica, de cerramientos interno y externos y de instalaciones eléctricas o sanitarias.
Más de 200 años Aunque en Uruguay se observa como una tecnología nueva, el nacimiento de este sistema de construcción se remonta en el mundo a comienzos del siglo XIX. Los primeros registros que se tienen son las casas de madera construidas por los colonizadores
en el territorio estadounidense. Surgió por la necesidad de encontrar sistemas más rápidos y productivos de construcción, con materiales que disponían en la zona, como la madera. Así cambiaron el sistema tradicional de construcción con materiales como ladrillos y bloques. Este desarrollo se fue transformando en un nuevo estilo de construcción en Estados Unidos y fue promovido al resto del mundo.
Características No existen restricciones respecto de las características arquitectónicas ni de la situación geográfica de la obra. Prácticamente cualquier
Para las terminaciones en el exterior el sistema admite una gran variedad, incluyendo placas cementicias, revoques elastoplásticos, terminaciones en madera o tradicionales como ladrillo. Este sistema permite un elevado nivel de aislación térmica mediante el uso de materiales aislantes en las cavidades interior de los paneles, lo que genera ahorro de costos por consumo de energía para calefacción o refrigeración. Las instalaciones eléctricas o de agua se realizan a través del interior de la estructura a través de perforaciones que ya están previstas en la perfilería. De esa forma se terminan de ganar los tiempos de instalación.