FACULTAD DE MEDICINA Montevideo, viernes 30 de setiembre de 2016. Suplemento de 12 páginas
140 años de enseñanza, investigación y extensión al servicio de la salud de la población
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El decreto fundacional se instauró el 15 de diciembre de 1875
Facultad de Medicina: un conjunto de metas alcanzadas en tres siglos Un trabajo del Departamento de Historia de la Medicina exhibe los principales sucesos que gestaron la existencia de la actual Facultad de Medicina y su evolución, a la vez que detalla acontecimientos y aportes sobresalientes en su casi medio siglo de existencia
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a Facultad de Medicina, de la Universidad de la República, ha completado ya 140 años de trayectoria (1875-2015). En ese marco, el Departamento de Historia de la Medicina, mediante la gestión del Prof. Dr. Fernando Mañé Garzón, ha recopilado un conjunto de datos que dan cuenta de cómo ha evolucionado este centro educativo de nivel universitario. 1829 Creación de la Junta de Higiene Pública (antecedente del Ministerio de Salud Pública) que luego pasó a denominarse Consejo de Higiene Pública, organismo integrado de cuatro profesores de medicina y cirugía y uno de farmacia. Otorgaba títulos en medicina y ramas anexas y revalida de aquellos profesionales extranjeros. 11 de junio de 1833 Primer antecedente de la Universidad de la República (bajo la presidencia de Fructuoso Rivera): Ley para la creación de la Universidad (Artículo 4º: establecimiento de dos cátedras: Anatomía y Fisiología, con una asignación anual de 1.000 pesos para cada una de ellas). 1849 Instalación de la Universidad de la República. Otras casas de estudio de relevancia, instauradas posteriormente, fueron: el IAVA (1905), la Facultad de Derecho (1906), la Facultad de Agronomía (1907) y la Facultad de Veterinaria (1910). 15 de diciembre de 1875 Decreto fundacional de la Facultad de Medicina, logrado por el rector Dr. Plácido Ellauri. En un documento emitido por el Ministro de Gobierno, el 15 de diciembre de 1875, conteniendo el decreto de fundación de la Facultad de Medicina, se expresa: “el presidente de la República ha dispuesto que se instalen en la Universidad Mayor de la República y en el año próximo las cátedras de Anatomía Descriptiva y Fisiología, a cuyo efecto el Consejo Universitario, de acuerdo con la Junta de Higiene, nombrará al profesor o profesores que deben desempeñarlas; debiendo someter ese nombramiento a la aprobación del Superior Gobierno. Se participará a usted, así mismo, que para el establecimiento de las cátedras referidas se ha dispuesto que se aumente al presupuesto de la Universidad la cantidad de cuatrocientos pesos mensuales desde el próximo mes de enero. DEPARTA MENTO DE PRODUCCIONES ESPECIALES
El gobierno desearía concurrir al establecimiento de la Facultad de Medicina en las condiciones del Reglamento Universitario de 1849 o en más amplias proporciones, pero siente sobremanera no poder llenar necesidad tan sentida por los exiguos recursos que cuenta el Estado. Así que desaparezcan estas causas, el gobierno se dedicará con más atención preferente a llenar como es debido las necesidades de ese establecimiento. Dios guarde al Consejo”. Algunas personalidades clave aquellos años fueron: Dr. Francisco Suñer y Capdevila, emigrado catalán, primer profesor de fisiología y primer decano; Dr. Julio Jourkowsky, emigrado polaco, primer profesor de anatomía y segundo decano; Dr. Pedro Bustamante, rector de la Universidad (1870), tomó las iniciativas en la fundación de la Facultad de Medicina; Dr. Plácido Ellauri, rector de la Universidad (1875), fundador de la Facultad de Medicina. 1876 La denominada “Casa de los ejercicios” se convierte en el primer edificio de la Facultad de Medicina, en Sarandí y Maciel, edificación construida entre 1803 y 1831. El inicio de cursos se efectúa con dos cátedras: anatomía y fisiología. Las clases se inician en junio, con 22 estudiantes. Veinte años después, en 1896, la curia reclama la casa e iglesia de los ejercicios. Pasa a ser el Hospital de Caridad, actualmente Hospital Maciel, con ejercicio allí de medicina, clínica quirúrgica, obstetricia y otorrinolaringología. 1881 Primeros egresados de la Facultad de Medicina: Adela Peretti, partera; Francisco Casullo, dentista; José Scarabini, flebótomo; José María Muñoz y Romarate, primer médico egresado el 3 de julio de 1881, fue encarcelado apenas egresado pues se negó a pagar la multa por ejercer la medicina sin autorización del Consejo de Higiene. 1908 La primera mujer que egresó como médica de la Facultad de Medicina fue la Dra. Paulina Luisi (nació en Colón, Entre Ríos, y falleció en Montevideo), en marzo de 1908, abriendo la brecha para las siguientes, todas uruguayas: 1909, Dra. Tula Rovira de Ricci, María Armand Ugón; 1911, Aurora Curbelo Larrosa, Alice Armand Ugon;
es actualmente el espacio de las facultades de Medicina y Química, existían unos humedales, así como “La Plaza de las Carretas”, donde estaba ubicado el centro de distribución de producción agrícola del interior de país, sobre todo del norte del país. Estos terrenos eran propiedad de Don Manuel Pérez, quien los dona. Para ese entonces, la actual Av. Gral. Flores era conocida como calle Goes, un camino de tierra que era recorrido diariamente por los hermanos Goes, responsables del suministro de agua dulce de esta zona (Aguada) a las casas del urbe.
En 1881 se concretaron los primeros egresos de profesionales
Lista de decanos de 1875 a 2015 Dr. Francisco Suñer y Capdevila 1876-1877, español. Dr. Julio Jurkowski 1877-1878, polaco. Dr. Antonio Serratosa 1878-1879, español. Dr. Eduardo Kemmerich 1879-1880, alemán. Dr. Joaquín Miralpeix (vice Decano) 1880-1881, francés. Dr. Juan A. Crispo Brandis 1880-1881, italiano. Dr. Guillermo Leopold 1881-1882, francés. Dr. José Pugnalini 1882-1883, italiano. Dr. Secundino Fernández Viñas 1883-1884, español. Dr. Máximo Carafi 1884-1887 (primer decano uruguayo, a partir de él todos lo fueron). Dr. Pedro Visca 1887-1888. Dr. Elías Regules 1888-1898. Dr. José Scosería 1898-1904, 1918. Dr. Alfredo Navarro 1904-1907; 1927-1932. Dr. Augusto Turenne 1907-1909. Dr. Manuel Quintela 1909-1912; 1912-1915; 1921-1927. Dr. Américo Ricaldoni 1915-1921. Dr. Juan Pou Orfila 1927. Dr. Héctor Rossello 1933-1935. Dr. Pablo Scremini 1935-1938. Dr. Julio C. García Otero 1939-1942; 1942-1945; 1956-1958. Dr. Juan Carlos del Campo 1946-1948; 1954-1956. Dr. Abel Chifflet 1946-1949. Dr. Mario Cassinoni 1949-1950; 1950-1953. Dr. Juan José Crottogini 1958-1962. Dr. Washington Buño 1963-1966. Dr. Hermógenes Álvarez 1966-1969. Dr. Pablo Carlevaro 1969-1970; 1985-1989; 1992. Dr. Eduardo Touyá 1993-1994; 1994-1998. Dr. Luis Calegari 1998-2002. Dra. Ana María Ferrari 2002-2006. Dr. Felipe Schelotto 2006-2010. Dr. Fernando Tomasina 2010 en adelante.
1917, Inés Luisi; 1921, María Inés Alustiza, Luisa Volonté; 1924, Julia Molinari Calleros, Ana María Gorli, Ema Elsa Tiribochi, Elisa Barros Daguerre.
1901 Por ley, se asigna la plaza Sarandí (“de frutos” o “de carretas”) para el emplazamiento definitivo de la Facultad de Medicina. En lo que
1903 La mencionada ley asignó fondos para la construcción del actual edificio y se dispone llamar a concurso de planos. Se ambienta un concurso internacional para construir el edificio, se informa sobre las bases y se especifica en las instrucciones que “la Facultad de Medicina es una institución de enseñanza y de investigación científica y las obras deben estar en relación con su importancia”. El 22 de febrero de 1903 se divulga el denominado “concurso de planos”. Tras un lapso, se reciben siete proyectos nacionales y dos franceses. Fallo del jurado: 1er. premio desierto; 2º premio (y ganador del concurso) “Gloria a Pasteur” / Jacobo Vásquez Varela; 3er. premio “Vilardebó” / Alejandro Ruiz; 3er. premio “un escudo con atributos de construcción” / Luis Pastoriza y Alfredo Jones Brown. El plano del arquitecto Vásquez Varela (hijo del Dr. Alfredo Vásquez Acevedo y sobrino de José Pedro Varela) explica: “… un edificio importante que dará el carácter de un monumento, como bien merece la sede de las ciencias médicas y quirúrgicas… tendrá la representación de la institución, evidenciando su importancia, lo grande de la idea y el grado de cultura y adelanto de nuestro país… hubiera sido un crimen cortar una avenida de tal importancia”. El proyecto ganador tomó como modelo la Facultad de Medicina de París. Técnicos actuantes: proyecto y dirección artística, Arq. Jacobo Vásquez Varela (estudios de arquitectura: 1891–98, segundo arquitecto graduado en Uruguay, decano de la Facultad de Arquitectura: 1922-28); director técnico: Ing. y Arq. Américo Maini (graduado de arquitecto e ingeniero en 1898, trabajó en la sección arquitectura del Departamento Nacional de Ingenieros y fue el director téc-
FACULTAD DE MEDICINA (Suplemento Especial de El Observador) • Producción comercial: Julio César Denegri • Producción periodística: Juan Samuelle • Maquetación: Fernando Cortés • Impresión: Imprimex D.L. 342.090 - Edición amparada Decreto 218/96
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nico de la Facultad de Derecho); construcción: Arqs. Acosta y Lara y Guerra (ganan la licitación pública para construir el Instituto de Química). 22 de octubre de 1904 El presidente Batlle firma el acta de la colocación de la piedra fundamental de la Facultad de Medicina. 1908 Inauguración del Instituto de Química. 1910 Inauguración edificio principal de Facultad de Medicina. Sobre la obra, se expresó entonces: “… en conjunto puede ostentarse como orgullo del país, pues el edificio de la facultad está considerado como el más amplio y mejor combinado de la América del Sud, para los fines para los que fue proyectado”. 1911 Inicio de cursos en el edificio principal. 1915 Plan de decoración - Decano A. Ricaldoni. 27 de diciembre de 1915 Fundación de la Asociación de Estudiantes de Medicina.
1995 El nuevo presente, la misma dedicación. Uruguay se embarca en la lucha contra la pandemia del tabaquismo. La Facultad de Medicina se convierte en pionera en esta lucha: “aire sin humo de tabaco, es nuestro compromiso ineludible, lo estamos logrando, sumate al esfuerzo”, era lo que se anunciaba.
ción del Hospital Universitario, ganador: Arq. Carlos Surraco. 24 de diciembre de 1930 Colocación de la piedra fundamental del Hospital Universitario. 1945 Creación del Curso de Dietistas. 27 de junio de 1950 Se aprueba la ley que entrega el Hospital de Clínicas a la Facultad de Medicina.
2009 Plataforma EVA: Entorno Virtual de Aprendizaje. Comienza a implementarse el Nuevo Plan de Estudios, sustituyendo al plan anterior aprobado en 1968 que constituyó en su momento la vanguardia pedagógica (“El Plan 68”).
1952 Fundación de la “Escuela Universitaria de Enfermería” y de la “Escuela de Graduados”. 21 de setiembre de 1953 Fecha considerada como la inauguración del Hospital Universitario. 1956 Creación de la Escuela de Nutrición. 1965 Se crea la Escuela de Colaboradores de Médicos (fundada en 1950, como una Sección de Auxiliares de Médico), la hoy denominada Escuela Universitaria de Tecnología Médica.
1918 Sello - Leonardo Bistolfi.
3 de junio de 1961 Se produce un gran incendio en la Facultad de Medicina.
1928 Concurso de planos para la crea-
1973-1985 “A pesar de las graves secuelas
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Modernas instalaciones en el ex edificio de Alpargatas
económicas, intelectuales y el vaciamiento que dejaron los años de la dictadura cívico militar en nuestro país, y especialmente en la educación, la Universidad de la República renace, se fortifica, se expande y aprende del pasado”, se expresa en el conjunto de información que desde la Facultad de Medicina se brinda sobre su historia. Al respecto, se cita una frase de Eduardo Galeano: “La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será”.
1975 En ese año el legendario edificio de la Facultad de Medicina es designado como Monumento Histórico Nacional. “… estos edificios simbolizan el propósito de incorporar el Uruguay al movimiento de la ciencia universal, al esfuerzo común por el progreso y la dicha del hombre… nuestra palabra empieza a llegar a la otrora inaccesible altura de la ciencia europea”, fue lo que expresó en su momento el Dr. Francisco Soca (1856-1922).
2010 En el marco de la obra del reciclaje de la ex fábrica de Alpargatas (ver en la foto adjunta), se establece la creación de espacios para albergar diferentes plataformas de enseñanza e investigación destinadas a los servicios universitarios de la zona Goes (facultades de Medicina y Química). Se trata de obras que está previsto se extiendan hasta el año 2020. Incluyen aulario, laboratorios, oficinas y biblioteca como espacios ya en uso. 19 de noviembre de 2012 La Facultad de Medicina acreditó la carrera de Doctor en Medicina (Mecanismo ARCU-SUR/ Red de Agencias Nacionales de Acreditación).
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Entrevista al Prof. Dr. Fernando Tomasina, decano de la Facultad de Medicina
“Tenemos que generar espacios comunes en las carreras de grado” En tanto se afianza el Nuevo Plan de Estudios, otro desafío mayúsculo se perfila en el horizonte: avanzar hacia una Facultad de Medicina y Ciencias Médicas, con la meta puesta en romper el modelo tubular de formación y sumar para una mejor formación del equipo de salud
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er el decano de la Facultad de Medicina cuando esta institución de la Universidad de la República cumple 140 años es un honor, pero también implica una enorme responsabilidad. El Observador dialogó con el Prof. Dr. Fernando Tomasina sobre eso, pero también de otros temas. Entre ellos, cómo evoluciona el Nuevo Plan de Estudios, creado con un perfil más humanista y centrado en el primer nivel de atención, en consonancia con el nuevo modelo de atención del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS). De eso, del eventual desarrollo de una Facultad de Medicina y Ciencias Médicas, buscando diversos beneficios y entre ellos avanzar hacia un ciclo común para las 20 carreras de grado, y de otros temas expuso Tomasina. ¿Qué significa para usted estar ejerciendo esta responsabilidad, el decanato de la Facultad de Medicina, en un momento histórico dado el 140° aniversario de la institución? “Es un honor, sin dudas, pero también es una alta responsabilidad, entendiendo a la Facultad de Medicina, integrante de la Universidad de la República, como uno de los servicios universitarios que han estado en la construcción de la Universidad en su conjunto y con la responsabilidad tan trascendente de la formación de profesionales del área salud. Nuestra Facultad de Medicina forma 20 carreras de grado propiamente, que son las 18 tecnicaturas y las licenciaturas de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica, la Escuela de Parteras y la Facultad de Medicina propiamente, o sea la carrera de medicina. También comparte dos carreras que son muy importantes, que son nuevas, la de biología humana con varios servicios universitarios y la licenciatura en física médica que es una de las más recientes y que ya tiene los primeros egresados con Facultad de Ciencias. Además tenemos una historia adentro de la Universidad en particular en cuanto a la formación de posgrados: la Escuela de Graduados que data de 1950 tiene en este momento 56 carreras de posgrados, especialidades que tienen tres, cuatro o cinco años de formación, además de maestrías y doctorados, lo que es el programa de investigación biomédica (PROINBIO) que tiene el carácter de posgrado académico. Por todo lo que implica es gran estructura de la Facultad de Medicina es que dije al inicio que sin dudas para mí es un honor ser el decano, pero también ha sido una alta responsabilidad”.
Dr. Fernando Tomasina, decano de la Facultad de Medicina desde 2010
Reelecto en el decanato hasta 2018 Fernando Adrián Tomasina González es padre de cuatro hijos: Mateo, Florencia, Camila y Ramiro, hincha de Racing y vacaciona en Aguas Dulces (Rocha). Es decano de la Facultad de Medicina y profesor director del Departamento de Salud Ocupacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Nacido el 3 de julio de 1960, es oriundo del barrio Peñarol (Montevideo). Si bien ha incursionado en otras áreas de la medicina social, como la Administración de Servicios de Salud, encontró su pasión en el desarrollo de la salud ocupacional en el país. El objeto de estudio de sus diferentes investigaciones ha
sido la relación entre los procesos laborales y su vínculo con la salud de los trabajadores. A partir de estos criterios ha participado en diferentes foros, encuentros, talleres, mesas redondas e investigaciones colaborativas en la discusión y búsqueda de nuevas categorías explicativas, así como de diferentes formas de abordar los problemas de salud en el trabajo, con amplio intercambio en la comunidad científica de la corriente de medicina social latinoamericana y en la red temática del mundo del trabajo de la Universidad de la República. Actividad académica: 1987, título de Doctor en Medicina; 1993, título de especialista en Salud Ocupacional; 1997,
título de especialista en Administración de Servicios de Salud; 1998, título de Master en Dirección y Organización de Hospitales y Servicios de Salud de la Universitat Politécnica de Valencia, España; 2004, título de Especialista en Epidemiología; 2014, Diplomado en Salud Pública. Cumplió funciones en: 2002-2005, sub director de Salud de la Población, MSP; 2005-2010, director general del Centro Hospitalario Pereira Rossell-ASSE; 2009, profesor titular del Departamento de Salud Ocupacional; 2010-2014,decano de la Facultad de Medicina; 2014-2018, reelecto decano de la Facultad de Medicina.
¿Qué características y objetivos tiene el denominado Nuevo Plan de Estudios (NPE), plan que justamente en 2016 está presentando los primeros profesionales egresados como tales, un plan en el que se han priorizado los esfuerzos en estos últimos años? “Ya egresó la primer corte del 2009, el plan es de 2008, sin duda que eso fue gran parte de la tarea en el primero y en lo que va del segundo período del decanato, el asegurar de alguna manera, el garantizar el desarrollo del nuevo plan, hoy Plan de Estudio de Medicina, con los desafíos que significaba además ir administrando simultáneamente la presencia del otro plan, el Plan ‘68. Además, entre el 2010 y el 2011, tuvimos la visita de los pares evaluadores en cuanto a presentarnos voluntariamente a la acreditación
internacional, que es un tema que también la Universidad en su conjunto lo ha tomado como política, implica que en la medida que existan llamados voluntarios, son presentaciones voluntarias, iniciemos procesos de acreditación que garanticen en calidad la propuesta académica. Eso es siempre un desafío, porque hay un proceso de autoevaluación, que fue en parte del 2010 y en parte del 2011, y luego un proceso de evaluación externa por pares evaluadores. Nosotros nos estamos presentando y nos hemos presentado en el marco de lo que es el Mercosur, el Arcu Sur educativo, y por tanto era todo un desafío en la medida que estábamos con un nuevo plan que se iniciaba y se mantenía todavía el Plan ‘68. Se logró en su momento la acreditación por seis años, que es el período máximo, eso fue un
logro, pero que significa que hay que seguir trabajando porque para 2018 nos tenemos que presentar nuevamente y deseamos realmente lograr la re- acreditación, por un lado porque es el reconocimiento de acreditar lo que certifica que la calidad de la formación es acorde con los parámetros regionales, pero por otro lado porque sabemos que los procesos educativos, institucionales, son de mejora permanente, de cambio permanente en nuevos escenarios en contexto, pero a su vez de cambios permanente en conocimiento lo que obliga a estar en movimiento, el concepto ese de mejora continua de los procesos se aplica en el concepto de acreditación”. A propósito, quedan dos años en este período de responsabilidad como decano de la Facultad de
Medicina y, mas allá de lo que se ha logrado, aparece como un nuevo gran reto la apuesta a darle paso a una Facultad de Medicina y Ciencias Médicas… “Nosotros estamos convencidos de que tenemos que ir a generar espacios comunes en las distintas carreras de grado, algo que permita romper el modelo tubular de formación y que en definitiva además contribuya a la formación del equipo de salud y qué mejor que sea en la etapa inicial, cuando se está formando el profesional. En ese sentido, justamente, inclusive el pensarnos no solo como Facultad de Medicina sino también incluyendo a las otras ciencias médicas que están participando hoy en la formación, creo que sería un paso interesante. Las distintas carreras de grados están en ese proceso en la Escuela Universitaria de Tecnología Médica, en un proceso de adecuación también de su currícula, de cambios en la misma, acordes con la
La acreditación, lograda por el lapso máximo, es un logro muy trascendente nueva ordenanza de grado de la Universidad. Nuestra carrera de medicina ya tiene incorporados esos cambios. En los últimos meses se puso en funcionamiento propiamente la dirección de carrera de medicina, y la comisión de carrera, a su vez hay una comisión de carrera de toda la Facultad, con los directores de las escuelas y directores de carreras; yo creo que esas nuevas formas de organización van a facilitar o van a permitir estos cambios que son necesarios en el mundo, donde en ese sentido existen más tramos comunes, sitios comunes, eso forma parte de los desafíos de los próximos años. Ese modelo de malla curricular diferente, con estos espacios comunes, tiene que ir acompañado de transformaciones también en la organización. Recientemente hemos vuelto a discutir en el consejo un documento aprobado en el decanato de la profesora Ana María Ferrari en el que se hablaba, justamente, y que se llegó a aprobar, de la creación de institutos y departamentos como forma de funcionamiento distinta de las clínicas, de las cátedras y de las unidades, logrando espacios
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de articulación, de gestión de los recursos y de participación con las distintas carreras de grado. En el último consejo, justamente, se definió volver a poner en discusión ese documento como motor para estas transformaciones que son necesarias para lograr los otros cambios curriculares”. ¿Qué está sucediendo con el interés de los jóvenes en vincularse a esta casa de la Universidad de la República, a propósito de una oferta educativa que es mucho más amplia que lo que sucedía hace algunas décadas? “El crecimiento de la matrícula ha sido permanente en estos últimos años, el último ingreso fue de 2.100 inscriptos, si bien en lo efectivo no corresponde totalmente a esa cantidad porque siempre hay ajustes posteriores a las otras aperturas de carreras, pero estamos hablando de un crecimiento muy importante de la matricula global. Y en los 2.100 me refería solo a la carrera de medicina, además de eso tenemos 1.215 cupos existentes para la Escuela de Tecnología Médica, entre Montevideo y Paysandú, y la Escuela de Parteras que ha estado con un crecimiento también de su matrícula con entre 350 y 400 inscriptos. Es un número muy importante de estudiantes de grado. Si logramos estas otras transformaciones que hacen los tránsitos horizontales creo que también atendemos otro problema, que es una preocupación, que es que el estudiante pueda lograr sus ob-
Cuidar la relación humana es uno de los máximos objetivos
jetivos iniciales y si no es por la carrera propiamente de medicina sea a través de las otras carreras de ciencias médicas, de tecnología, que están también en la oferta académica. Entendemos que ese es el otro aspecto fundamental, evitar la desvinculación; el logro del estudiante forma también parte del
espíritu docente que tenemos que tener todos y eso nos preocupa”. ¿Qué sucede después que se completa la primera capacitación, la primera formación, luego que hay un primer egreso, con la actitud de continuar estudiando, especializándose? “Hoy se impone el contínuum
como concepto en la enseñanza en todo nivel, el conocimiento es perimido rápidamente y necesita el estudiante ir incorporando parte de los desafíos y el nuevo plan de estudio hace mucho hincapié en técnicas pedagógicas que hacen que la persona sea el sujeto del proceso de enseñanza y no sea solamente el adquirir conocimientos, acá aparece también la necesidad de que adquiera competencia, y una de las competencias que tiene que adquirir, sin dudas, en este cambiante universo de las sociedades de la información y del conocimiento, es que aprendan a aprender. Por eso se hace tanto hincapié, por ejemplo, en la incorporación del método científico en el estudiante, ¿por qué?, porque tiene el desafío de estar permanentemente conociendo, sobre todo en el mundo de la sociedad de la información, donde hay mucha información valiosa pero también hay información que tiene que identificar como justamente de menor valor y ahí importa mucho que tenga un sólido conocimiento en el método científico. El otro aspecto que para nosotros es muy importante en los estudiantes es que sepan comunicarse, porque es un vínculo el que se genera entre el profesional de la salud, el equipo, que sepa comunicarse con sus pares, con aquel usuario que es una persona, y que además incorpore el concepto en que está participando en que el otro, el sujeto, es un sujeto de
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derecho, entonces también hay un tema que a nosotros nos importa mucho que es trabajar sobre la humanización de las relaciones. El profesional de la salud es alguien que tiene que cuidar esos aspectos, los aspectos éticos y evitar a veces por las tecnologías la despersonalización de la atención. Ese es un concepto que a nosotros nos preocupa, porque forma parte de los desafíos también de esta casa de estudios, eso es algo histórico, el tratar de no solamente contribuir con los mejores profesionales, con
El cuidado de los aspectos éticos, clave para el profesional de la salud los mejores científicos, con la mejor calidad técnica que sin duda es la que tienen que tener, sino que además sean buenas personas. Cuidar el aspecto de la relación humana se incorpora entonces en el nuevo plan de estudio, por ejemplo se consideran las habilidades comunicacionales como técnica, no solamente lo que en general ha sido histórico, el maestro como el artesano que tenía su pupilo, su estudiante, sino que además incorporando técnicas de la comunicación, que forman parte también del área disciplinaria”.
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Personalidades a considerar como referentes
Profesionales que cimentaron el prestigio de la medicina nacional La primera médica del Uruguay, un decano de la Facultad con apenas 41 años, un receptor de 300 premios y emisor de 200 conferencias y el primer director uruguayo del Hospital de Clínicas, cuatro casos destacados en 140 años donde muchos más hicieron aportes relevantes
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aulina Luisi, Mario Cassinoni, Roberto Caldeyro Barcia y Hugo Villar son ejemplos de un conjunto de personalidades que, con conocimientos y actitudes, contribuyeron a forjar la imagen de alta calidad en los procedimientos médicos en Uruguay.
Paulina Luisi (1875-1950) Fue la primera médica del Uruguay. Recibió el título de Doctora en Medicina y Cirugía en 1908. Obtuvo previamente el título de maestra, lo que para ciertos profesores “certificaba” sus com-
Paulina Luisi fue la primera mujer en recibir el título de doctora en medicina petencias intelectuales (requisito no necesario entonces para los estudiantes hombres). Posteriormente, soportó la burla y el prejuicio de compañeros, profesores y la sociedad del momento que se alarmaba con una idea: que vería hombres desnudos. “En este país, que sin embargo es el mío, carezco de la autoridad requerida para hablar de asuntos serios, científicos o sociales, porque la pícara naturaleza no me concedió el privilegio de pertenecer al sexo masculino”, ironizó durante una conferencia en el Sindicato Médico. Fue profesora de la Escuela
Dra. Paulina Luisi
Normal de Mujeres y de Enseñanza Secundaria, jefa de la Clínica Ginecológica de la Facultad de Medicina (1909) y profesora de Higiene Social y Educación Profiláctica en la Escuela Normal. Fue también la primera mujer latinoamericana en concurrir en representación de un gobierno a la entonces llamada Liga de las Naciones, y delegada del gobierno en la Comisión de Protección de la Infancia y la Juventud y contra la trata de mujeres y niños (1922-1932). Fue una de las fundadoras del movimiento feminista en el Uruguay, defensora de los derechos de la mujer, entre ellos el derecho al sufragio. Desarrolló una intensa labor sobre la lucha por la trata de blancas, y la defensa de las madres solteras. Desde el año 2006, el Hospital de la Mujer en el Centro Hospitalario Pereira Rossell lleva su nombre.
Mario Cassinoni (1907-1965) Nació en Mercedes, capital de Soriano, en 1907. Se graduó de
Dr. Mario Cassinoni
Dr. Roberto Caldeyro Barcia
Definición de Salud “La salud es una categoría biológica y social en unidad dialéctica con la enfermedad, resultado de la interrelación armónica y dinámica entre el individuo y su medio, permite al individuo el cumplimiento de su rol social, está condicionada al modo de producción y a cada momento histórico del desarrollo de la sociedad, constituye un inestimable bien social y su atención es un derecho humano fundamental”.
la Facultad de Medicina en 1937. Siendo estudiante fue miembro de la directiva de la Asociación de los Estudiantes de Medicina (AEM), secretario general y redactor de “El estudiante libre”, que hasta hoy continúa siendo la publicación de dicho gremio. Pertenece a la generación que fundó la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) en 1929. Comenzó su actividad docente muy joven, de ayudante en la Cátedra de Fisiología. Hizo una excelente carrera docente culminando como profesor titular de Física Médica y Rehabilitación en 1948. Al año siguiente es electo decano de la Facultad de Medicina
con tan solo 41 años. Terminado su período como decano, es electo diputado nacional en representación del Partido Socialista en el año 1954. En el año 1956 renuncia a la banca y es electo como rector de la Universidad de la República, cargo que ocuparía hasta 1964, bajo la concepción de universidad latinoamericana, autónoma cogobernada y de libre acceso. Como decano impulsó el proceso de habilitación del Hospital de Clínicas, que implicó desde la asesoría con la Universidad de San Pablo acerca de administración hospitalaria, hasta el desarrollo e impulso de otras carreras del área de la salud haciendo frente
Dr. Hugo Villar
al desafío asistencial. Se desarrolla entonces la “Sección de Auxiliares del Médico” (hoy Escuela Universitaria de Tecnología Médica), a cargo del Dr. Fulquet, y el surgimiento de la “Escuela Universitaria de Enfermería” en 1950, cuya dirección estuvo a cargo de la Lic. Dora Ibarburu, designada posteriormente profesora emérita, finalizando este proceso con el desarrollo de la “Escuela de Dietistas”. Se desprende de este proceso el ideal de atención en salud desde equipos interdisciplinarios en el que se basaba Mario Cassinoni. Durante su decanato, Cassinoni también crea la Escuela de Graduados, precoz iniciativa a nivel nacional, responsable hasta el día de hoy de la formación de postgrados y educación permanente a egresados. El mismo afán en el desarrollo de la investigación y en generar cargos de dedicación total que impulsó en su decanato lo réplica luego en su rectorado. Y manifestó: “nuestra Universidad
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podrá destacarse en sus aspectos formativos, pero será siempre una universidad de segundo orden si no tiene personas que investiguen con eficiencia, con responsabilidad, que busquen afanosamente el crear la cultura”. Cassinoni fue un gran impulsor de la descentralización de la Universidad de la República, un rector que promovió la inédita realización de la Estación Experimental de la Facultad de Agronomía en Paysandú, primer “ladrillo” del desarrollo universitario en el litoral, estación que hoy lleva su nombre. Durante el rectorado de Mario Cassinoni se consolidó un proceso universitario trascendental que es la aprobación de la Ley Orgánica, en 1958. Dicha ley fue elaborada mediante profundas discusiones en la Asamblea General del Claustro y es la que rige el funcionamiento de la Universidad
reveló un profundo interés en la administración hospitalaria, por la que fue elegido delegado de los estudiantes a la flamante Comisión del Hospital de Clínicas, donde tuvo un magnífico desempeño, primero como delegado y luego como asistente del decano. Se graduó como médico en diciembre de 1959, asumiendo poco después como primer director titular uruguayo la conducción del Hospital de Clínicas “Dr. Manuel Quintela”. Tenía entonces apenas 34 años. En 1971, como director impulsó el primer Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) que hubo en Uruguay. La dirección que integraba en 1972 dio su apoyo al estudio y elaboración del proyecto de creación del Centro Nacional de Quemados, que sería realidad 20 años más tarde. Hizo del hospital su razón de ser, su pasión y su vocación de
Mario Cassinoni fue electo decano de la facultad cuando tenía apenas 41 años
Hugo Villar impulsó el primer Centro de Tratamiento Intensivo en Uruguay
de la República. Sobre la misma, nos gustaría hacer referencia a su artículo 2: Fines de la Universidad, donde se resume en gran medida la esencia de nuestra Universidad: “Fines de la Universidad - La Universidad tendrá a su cargo la enseñanza pública superior en todos los planos de la cultura, la enseñanza artística, la habilitación para el ejercicio de las profesiones científicas y el ejercicio de las demás funciones que la ley le encomiende. Le incumbe asimismo, a través de todos sus órganos, en sus respectivas competencias, acrecentar, difundir y defender la cultura; impulsar y proteger la investigación científica y las actividades artísticas y contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública; defender los valores morales y los principios de justicia, libertad, bienestar social, los derechos de la persona
Instalaciones en el histórico edificio de la Facultad de Medicina
humana y la forma democráticorepublicana de gobierno”.
Roberto Caldeyro Barcia (1921-1996) Nació en Montevideo, el 26 de setiembre de 1921. Investigador y docente, fue creador y director del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba) y pionero de la perinatología en nuestro país. Se graduó como médico y cirujano en diciembre de 1947 y se especializó en fisiología obstétrica, llegando a ser profesor del Departamento de Fisiopatología y del Servicio de Fisiología y Obstetricia. Tuvo activa participación en la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), la Asociación de Estudiantes de Medicina (AEM) y el Sindicato Médico del Uruguay (SMU). Entre otras hazañas científicas, Caldeyro Barcia y Hermógenes Álvarez obtuvieron los primeros registros de presión amniótica intrauterina (1947). Ese mismo
año egresabó de la Facultad de Medicina, a los 26 años. Sus trabajos científicos son reconocidos en el mundo entero. Definió la intensidad y frecuencia de las contracciones, y el tono y la actividad uterina (esta última se mide internacionalmente en unidades Montevideo).
Caldeyro Barcia recibió más de 300 premios y dictó más de 200 conferencias En 1950, realizó el primer registro de la presión intramiometral en varias partes del útero. En 1958 publicó un método original para diagnosticar precozmente la asfixia fetal durante el parto, a través del registro continuo de frecuencia cardiaca fetal. Este método sigue siendo básico en todo
el mundo para evaluar el estudio del feto humano durante el parto y el embarazo. Recibió más de 300 premios: medalla de oro del Instituto Dexeus de Barcelona (1976) y el premio Abraham Horowitz de la Pan American Health and Education Foundation de la OMS (1984), entre otros. Efectuó más de 200 conferencias en las principales universidades de todos los continentes, de las cuales 16 lo han distinguido con el título de Doctor Honoris Causa.
Hugo Villar Hugo Villar nació en Montevideo el 20 de noviembre de 1925. Inició su formación desde estudiante vinculado a la Histología y luego al Departamento de Anatomía Patológica. Pensaba en ser patólogo. Tuvo una intensa militancia estudiantil que lo llevó a ser miembro de la Comisión Directiva y Secretario General de la Asociación de los Estudiantes de Medicina. Desde esa época
vida, haciendo y enseñando. Y de la enseñanza de la Salud Pública y la Administración de Salud el eje principal de su acción pedagógica. Propuso junto al médico salubrista cubano Capote (ver en el recuadro “Definición de Salud”) una de las definiciones de salud que se entiende más completa y abarcativa. Con la dictadura militar y la intervención del Hospital de Clínicas, se fue exiliado durante 11 años, donde ejerció funciones docentes y de dirección de servicios de salud en Cuba y España, y como asesor de OPS/OMS en numerosos países de América. Volvió entonces a dirigir el Hospital entre 1985 y 1991, tratando de restañar las muchas heridas que en el noble edificio y en la formidable organización la dictadura había dejado. En diciembre de 1993 fue designado Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.
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Tres órdenes accionan en la dirección de la Facultad de Medicina
La facultad, ejemplo de gobierno colegiado y de democracia interna Representantes de los órdenes de docentes, egresados y estudiantes se expresaron en el marco de los 140 años de la facultad
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alter Pérez, presidente de la Asociación de Docentes de la UdelaR, ADUR Medicina, consejero por uno de los tres órdenes, consultado sobre cómo se aprecia a la Facultad de Medicina (FM) en el marco de su 140° aniversario, indicó que “actualmente nuestra FM es uno de los 20 servicios que integran la UdelaR y tiene una estructura muy compleja, que integra además de la formación de médicos a la Escuela de Tecnología Médica, la Escuela de Parteras y la Escuela de Graduados. Al igual que el resto de la UdelaR, la FM cumple tareas de docencia, investigación y extensión del conocimiento hacia la comunidad. La profunda reforma de la salud impulsada desde el SNIS es acompañada desde la FM con énfasis en la jerarquización del trabajo en la comunidad, incluyendo la derivación de recursos docentes hacia el primer nivel de atención”. En relación a qué necesidades señalaría como prioritarias a resolver, expresó que “es probable
El incremento de la matrícula constituye un serio problema logístico, a resolver que una de las características más nobles de la carrera docente encierre una de las debilidades estructurales de nuestra facultad. Los docentes de la FM ingresan y avanzan en la carrera docente siempre mediante concursos. Los cargos de iniciación hasta profesor adjunto (Grado 3) son a término por un período de tres a cuatro años aunque pueden ser renovables por un periodo si cumplen con criterios de calidad docente, de acuerdo a una comisión que estudia su rendimiento. Los cargos son de duración variable. Muchos son de 20 o 24 horas semanales, aunque se estimula que sean de mayor volumen horario incluyendo los cargos de dedicación total. Como es notorio y a diferencia de otros cargos que los docentes podrían acceder, la seguridad y la continuidad laboral es una de las mayores debilidades de la carrera docente. A esto se suma que los honorarios docentes son notoriamente más bajos que otros de la misma dedicación. Hay un complemento salarial brindado por ASSE por cumplimiento de tareas asistenciales brindado por docentes en hospitales públicos, aunque esta partida fue
significativamente disminuida en la actual rendición”. Otro aspecto considerado por Pérez fue el del Nuevo Plan de Estudios. “La reestructura del plan comenzó a aplicarse en 2009. La carrera actualmente tiene una duración de siete años, de manera que tenemos una generación de nuevos médicos con el nuevo plan. Los cambios más destacados del plan curricular persiguen la rápida inserción en la comunidad del estudiante, el desarrollo de sus habilidades comunicacionales y la jerarquización de la responsabilidad ética de todas las actividades del futuro médico. El nuevo plan propende además al aprendizaje grupal, que se transforma en un fin educativo en sí mismo ya que prepara al futuro profesional para el trabajo en equipo como afirma el grupo redactor del plan. Un aspecto renovador lo constituye la integración de las ciencias básicas con las clínicas desde los primeros cursos de la carrera lo que adelanta el contacto del estudiante con el paciente real y la comprensión holística de su problemática. La implementación está incompleta todavía y jaqueada por un contexto de numerosidad estudiantil que no tiene adecuadas soluciones por el momento”, expresó. Sobre cómo visualiza a la FM a corto, mediano y largo plazo, comentó que “luego de un período de expansión económica la UdelaR está expuesta a una contracción presupuestaria que la compromete seriamente en su funcionamiento y es improbable que pueda cumplir con sus proyectos en el corto y mediano plazo. La matrícula de la FM está aumentando drásticamente en los últimos años lo que constituye un serio problema logístico dado que los recursos no acompañan este crecimiento. Se prometió un 6% para la educación al comienzo de este período que no se ha cumplido. En las condiciones actuales es imposible incrementar el cuerpo docente y seguramente seguirá disminuyendo dado el gradiente salarial existente en relación al sector privado”. Agregó que “uno de los aspectos más preocupantes constituye la situación del Hospital de Clínicas (depende exclusivamente del presupuesto universitario) que se encuentra en condiciones edilicias casi ruinosas y que requiere una urgente refuncionalización. El Poder Ejecutivo condiciona que la financiación de las obras se realice mediante el mecanismo de la participación pública privada prevista en la ley 18.786 y para lo cual desde el rectorado se ha realizado la solicitud pertinente al Ministerio de Economía y Finanzas. Está pendiente avanzar con el vínculo con ASSE
El edificio principal está en proceso de remodelación
donde entendemos que existe un enorme margen de beneficio mutuo así como con los centros de asistencia colectiva privados donde debemos tender puentes para llevar la docencia y la investigación”.
“La educación: el motor más importante para los países” El Dr. Francisco González, integrante de otro de los órdenes que accionan en el cogobierno de la facultad, el de los egresados, expresó que la FM “integra la UdelaR, una institución sólida luego de su creación, autogobernada y que ha dado respuesta a las necesidades del país: la formación de recursos humanos en salud”. Sobre necesidades a atender, expresó: “las insuficiencias son esencialmente presupuestales, son las que impiden dar solución a las necesidades de ejecución existentes que tienen diagnóstico y tratamiento establecido. En particular son necesarias adecuaciones para enfrentar la numerosidad manteniendo la excelencia en la formación de las personas así como expandir la investigación básica, aplicada y de traslación que contribuyen a consolidar el desarrollo del país”. A propósito de desafíos a resolver, mencionó: “diversificar y abrir el acceso a todas las carreras de nuestra facultad, dado que algunas están limitadas en el número de ingreso por razones presupuestales; la numerosidad ya es un problema que la facultad debe enfrentar, multiplicando las instancias de aprendizaje para lograr grupos pequeños y apoyándose más en el aprendizaje remoto como com-
plemento de lo presencial; equidad en el acceso de los uruguayos, la población que ingresa a facultad es seleccionada, no representa a las clases económicas del país; desarrollo sustentable de carreras y tramos de carreras en el interior; retención de recursos humanos en el plantel de UdelaR, de nuestra facultad y del Hospital de Clínicas; actualización de planta física y equipamiento del Hospital de Clínicas; e inserción del hospital en el Sistema Integrado de Salud”. Finalmente, expresó que “la educación, incluyendo la terciaria, es el motor más importante para los países hoy y en particular para el nuestro con sus recursos naturales limitados y que insiste en el desarrollo de los servicios y el valor agregado. No dudamos que el país seguirá apostando a la educación (dentro de lo que incluimos la adquisición y diseminación de nuevos conocimientos), fortaleciendo la universidad. Así vemos a nuestra facultad pública, gratuita, cogobernada: consolidando su fuerza democratizadora, de formación de recursos humanos y conocimientos. Bregando también por los derechos de las personas, por una educación de máxima calidad, que incluye la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con la sociedad. Tratando de suministrar la educación de máxima calidad y trabajando, desde sus posibilidades, para una mayor equidad en el acceso a ella de todos los uruguayos”.
Autonomía y cogobierno: “garantías” Cecilia Ríos, consejera estudiantil, de la Asociación de Estudiantes
de Medicina (AEM), afirmó que desde ese orden se aprecia a la Facultad de Medicina “como la principal institución formadora de recursos humanos en salud, tanto a nivel de pregrado como de postgrado, cuya autonomía y cogobierno son garantías de su trabajo en función de las necesidades de la población”. Consultada sobre qué necesidades señalaría como prioritarias a resolver para un mejor funcionamiento de este centro educativo, indicó: “visualizamos carencias a nivel de recursos administrativos y de gestión que enlentecen la implementación de los lineamientos políticos, pero sobre las cuales puede trabajarse”. Otro aspecto que consideró Ríos, como los representantes de los otros órdenes, es el del Nuevo Plan de Estudios. “Este plan que lleva ya ocho años y cuenta con una generación de egresados significó un gran avance conceptual sobre el cambio de paradigma en la atención a la salud de las personas. Sin embargo, hay situaciones que dificultan la concreción de lo que en los papeles fue el objetivo del cambio de plan. El trabajo en las comunidades, así como el semestre de ingreso a las prácticas en el ámbito hospitalario y el último año de prácticas son puntos clave a mejorar. En líneas generales, es en cuestiones que hacen al aprendizaje práctico donde pensamos que la institución tiene los mayores desafíos”. Sobre cómo visualizan a la facultad a corto, mediano y largo plazo los estudiantes, destacó que “hay temas centrales en el trabajo de la facultad. Tal es el caso del Hospital de Clínicas, que hasta tanto no se le asigne el dinero acorde la facultad en su labor cotidiana hace lo imposible para funcionar con lo mínimo necesario en las condiciones más dignas posibles. Se definió una nueva ordenanza que cambia el modelo de gestión aggiornándolo a los requerimientos actuales y que en el mediano plazo esperamos se concrete su implementación, así como aspiramos a realizar la remodelación del edificio, punto sobre el cual los estudiantes bregaremos por no ceder ante el avance de políticas de privatización de ningún tipo que van en detrimento del fortalecimiento del sector público de salud, de la autonomía y el cogobierno. Otro asunto, a largo plazo, es una reestructura que implique cambios en la organización de la facultad, sus escuelas y la urgente necesidad de poder cumplir con los requerimientos del país en materia de recursos humanos, optimizando los recursos existentes y solicitando los necesarios”.
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Una actitud presente en toda la vida de la Facultad de Medicina
La investigación científica, un pilar básico en este ámbito universitario Desde los primeros años tras su creación en 1876 la Facultad de Medicina comprendió la importancia de la investigación científica premiando a los estudiantes que presentaban tesis doctorales con datos científicos originales
E
l Profesor Francisco Soca presentó una de la primeras tesis y fue muy especialmente destacada: la preparó durante una larga pasantía de varios años en el Servicio del Profesor Charcot en París y develó las bases morfológicas de la Enfermedad de Friedrich, al correlacionar lo trastornos (motores) de los pacientes con los resultados de la anatomía patológica observados posteriormente en la autopsia. A finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, se instalan institutos especializados que incluyen todos los componentes del tema que atienden. Son ejemplos relevantes el Instituto de Higiene (ver más en el recuadro “Instituto de Higiene Experimental”) para las enfermedades infecciosas y el de Neurología, fundado más tarde por el Profesor Américo Ricaldoni. En ambos casos los diferentes integrantes de esos institutos se ocuparon de la atención a los pacientes, la enseñanza a los estudiantes y la investigación de todas las especialidades que participan en ellos, desde los laboratorio básicos hasta los aspectos clínicos. Complemento importante fue la publicación desde 2016 de la revista científica Anales de la Facultad de Medicina, que después de algunos períodos de ausencia, se publica actualmente. En la década de los 50, se consolida el régimen de “Dedicación Total” (exclusiva) para los docentes que la solicitaban cuando tenían méritos suficientes y dedicaban todas sus horas para trabajar en la Facultad. En esos mismos años, se inauguró el Hospital de Clínicas, dirigido y administrado por
Instituto de Higiene Experimental En 1896 se creó el Instituto de Higiene Experimental, primera institución universitaria y nacional cuyo cometido fue la asistencia (preparación de suero y vacunas), la docencia (higiene y microbiología) y la investigación clínico patológica. “Se trata de un evento feliz, trascendental, que en el orden científico puede considerarse el más grande de la República después de la fundación de la Universidad”, expresó en el discurso inaugural Alfredo Vázquez Acevedo, rector de la Universidad de la República.
El lazareto de la Isla de Flores
El Dr. Radi elogió al plantel de docentes de la Facultad de Medicina
autoridades universitarias, que ofrecía la mejor infraestructura como se requiere para que los servicios clínicos pudieran desarrollar todas las dimensiones de la actividad docente: atención al mejor nivel, junto con enseñanza e investigación. El período de la intervención de la Universidad produjo un retraso en el desarrollo de la investigación, con la salida de muchos investigadores que fueron despedidos o que optaron por vivir en otro país. Con la restauración democrática, a partir de 1985, se retoma el crecimiento científico de la Facultad de Medicina, que tiene ahora el gran desafío de incorporar nuevos conceptos y especialmente nuevas herramientas tecnológicas para continuar con el desarrollo
de la investigación científica de calidad que necesita el país.
“Un espacio de calidad” El Dr. Rafael Radi es el director del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Durante las últimas décadas ejerció diferentes responsabilidades universitarias, impulsó diversas investigaciones, realizó la dirección de varias tesis (doctorales y de maestrías), es profesor en cursos internacionales, miembro de diferentes consejos editoriales e integrante de diferentes comités y profesor visitante universidades y centros extranjeros. Ha recibido múltiples distinciones y reconocimientos. Siendo uno de los principales referentes nacionales
El siglo XIX fue una época de muchas epidemias que exterminaron a grandes poblaciones a nivel mundial. Un recurso habitual en esa época era el aislamiento, eran épocas de cuarentenas y lazaretos, y en Uruguay fue muy famoso el lazareto de la Isla de Flores. En dicho lugar se daban los primeros pasos en la investigación científica que desarrollan los docentes de la Facultad de Medicina, buscando las posibles curas para el cólera y la fiebre Amarilla.
y en el exterior de la investigación en medicina, es relevante conocer su opinión. “Nuestra Facultad de Medicina es un espacio de calidad para formar profesionales de la salud”, afirmó Radi. Añadió que “cuenta con un plantel de excelentes docentes, rigurosamente seleccionados por concursos, que están actualizados y comprometidos con la tarea”. “Tenemos como handicap la limitada y en muchos casos envejecidas infraestructuras, que no dan abasto para el gran número de estudiantes. También necesitamos más docentes de alta dedicación en el área clínica y se siguen buscando soluciones para ello”, reflexionó. El profesional indicó que “más allá de las limitaciones, existen
también espacios de excelencia y de nivel de infraestructura e equipamiento de calidad internacional, tanto en las áreas básicas como clínicas. Sin duda que el presupuesto es muy bajo para todas las actividades que la facultad realiza en enseñanza, investigación y asistencia y eso afecta para lograr en forma consistente los más altos niveles de formación. Y la alta numerosidad de estudiantes en un contexto de recursos escasos es un desafío mayor y permanente”. “Pero el resultado global y mi visión general son positivas y, de hecho, hemos logrado la acreditación por el período más largo posible a nivel Mercosur, luego de un exigente y completo proceso de evaluación externa”, concluyó Radi.
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Pilares fundamentales: asistencia médica, docencia e investigación
La Asociación Española y el aporte a la formación de recursos humanos “Una institución de salud de primer nivel además de prestar asistencia debe abocarse a la investigación y formación de sus recursos humanos, poniendo a disposición su infraestructura y todos sus recursos”, destacó el Dr. Julio Martínez, Gerente General de la Asociación Española
C
omprometida con la formación de nuevos médicos y especialistas, y consciente del valor de aportar a la capacitación, investigación y desarrollo en salud, la Asociación Española trabaja desde hace años en estrecho vínculo con la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, a través de la firma de distintos acuerdos de cooperación. Programa de Residencias Médicas, Prácticas Internas, cursos de Educación Médica Continua acreditados por la Escuela de Graduados, así como un gran número de profesionales médicos de la institución provenientes de la Facultad de Medicina, son algunos de los fuertes vínculos que unen a la Asociación Española con la Facultad de Medicina. Por todo esto es que la institución se ha posicionado como un efector privado sumamente importante para el desarrollo profesional de médicos y especialistas, dando impulso a la herramienta de la Educación Mé-
como parte de un nuevo acuerdo celebrado con la Facultad de Medicina. De esta manera la institución recibe, trimestralmente, a “futuros médicos del país”, en el marco de su política de Educación Médica Continua. Los internos de pregrado son estudiantes del último año de medicina que deben realizar un “internado” con la finalidad de consolidar los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos durante el transcurso de la carrera. Si bien, históricamente, el Internado de Pregrado se realizaba en instituciones públicas, el interés constante y el trabajo impulsado desde la Asociación Española en la materia, la posicionaron como uno de los actores estratégicos para el desarrollo profesional, contribuyendo incluso a los lineamientos de la reforma del sistema de salud. Una institución que suma más de 160 años de aportes a la sociedad
Tutores calificados En el “internado”, los practicantes reciben una tutoría de médicos
Un efector privado para el desarrollo de médicos y especialistas
“Estamos orgullosos de este trabajo conjunto”, dijo el Dr. Martínez
dica Continua (EMC). De hecho, la Asociación Española cuenta con un Comité de Educación Médica, integrado por profesores Grado 5 de la Universidad de la República.
Grado 2, 3, 4 y 5 de la Facultad de Medicina, así como ex docentes (que trabajan en la Asociación Española) cuyo cometido es acompañar el proceso de aprendizaje y la incorporación de conocimientos y competencias. “Esta supervisión que realizan los médicos docentes que trabajan en la institución es vocacional, ya que no reciben remuneración por las tutorías, tanto las que efectúan con los residentes como con los internos. Estamos muy agradecidos a ellos, ya que sin su aporte esto no sería posible. Y estamos orgullosos de este trabajo conjunto, que prestigia a la institución, eleva el nivel científico y devuelve a la sociedad parte de lo que ésta invirtió en sus médicos”, destacó el Gerente General de la Asociación Española. Así las cosas, el Dr. Martínez sostuvo que “la asistencia médica, la docencia y la investigación” conforman los tres pilares fundamentales sobre los que se sostiene una institución pionera como la Asociación Española, con más de 160 de existencia y experiencia.
Compromiso “Estamos convencidos que una institución de salud de primer nivel, como es la Asociación Española, además de prestar asistencia debe abocarse a la investigación y formación de sus recursos humanos, poniendo a disposición su infraestructura y todos sus recursos”, afirmó el Dr. Julio Martínez, Gerente General de la Asociación Española. De esta forma, profundizó el Dr. Martínez, se devuelve a la sociedad parte de lo que ésta invirtió en la formación de los médicos del país, a través de la Facultad de Medicina. “Entendemos que contribuir a la formación de recursos humanos de salud es parte fundamental del rol que deben cumplir las instituciones de salud en la comunidad”, concluyó.
Médicos residentes, autoridades del MSP, de la Facultad de Medicina y de la Asociación Española
Residencias médicas La Asociación Española es la mutualista que recibe la mayor cantidad de médicos residentes de la Escuela de Posgrados de la Facultad de Medicina, a través de su Programa de Residentes que comenzó a implementarse hace ocho años. Desde el año 2009 hasta la fecha, han pasado por la institución un total de 122 médicos que se formaron como especialistas, en las siguientes áreas: anestesiología, cardiología, imagenología, medicina interna, dermatología, medicina intensiva, nefrología, oncología médica, oncología
radioterápica, neonatología, pediatría, psiquiatría infantil, medicina intensiva pediátrica, cirugía general, fisiatría, epidemiología, traumatología, medicina familiar y comunitaria, así como administración de servicios de salud. Muchos de los especialistas recibidos en la institución se encuentran trabajando, actualmente, en la Asociación Española con Cargos de Alta Dedicación (CAD), como es el caso de las pediatras que cursaron la residencia en el año 2009, cuando se inició el programa entre la institución y la Facultad de Medicina. Este año, en tanto, la Asociación Española recibió en su sede a un
total de 14 jóvenes médicos residentes de la Escuela de Posgrados de la Facultad de Medicina, para convertirse en futuros especialistas. La residencia médica tiene una duración de entre tres y cuatro años, según la especialidad. En total, al día de hoy, son más de 60 los médicos que hacen su residencia en la institución, cursando los diferentes años.
Futuros médicos A su vez, desde el año pasado la Asociación Española puso en marcha el Programa de Internado de Pregrado (Prácticas Internas),
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Hospital de Clínicas Dr. Manuel Quintela
Un ámbito vital para la formación y para la asistencia a la población Raquel Balleste destacó que el Hospital de Clínicas es un pilar fundamental en la formación de pregrado de la carrera de doctor en medicina, que brinda asistencia a más de 150.000 usuarios y que forma a la mayor parte de recursos humanos en especialidades médicas
L
a Dra. Raquel Balleste, profesora del Departamento de Laboratorio Clínico, del Hospital de Clínicas - Facultad de Medicina (UdelaR), destacó que “la Facultad de Medicina ha cumplido sus funciones de enseñanza, asistencia e investigación desde sus inicios y hasta la fecha de forma mantenida con elevado nivel académico. Ello a permitido mantener una excelente formación de médicos y postgrados. La relación de esta casa de estudios con el Hospital de Clínicas ha sido fluida y podríamos decir en este sentido que no se concibe el hospital y la formación de recursos sin la actividad conjunta y continúa que realizamos desde hace 63 años, fecha la creación del hospital”. Consultada sobre qué innovaciones se están emprendiendo en el Hospital de Clínicas, indicó que “el hospital se ha propuesto metas inmediatas y metas a mediano y largo plazo. En lo inmediato, en lo asistencial es fundamental dignificar los espacios físicos
y Cátedra de Toxicología, Cirugía de Epilepsia y Medicina Nuclear y Centro de Nefrología”, dijo. Agregó que “la denominación de centro de referencia, además del reconocimiento, generaría una inyección de recursos para el hospital, que fortalecería el desarrollo en la formación de recursos humanos y en investigación, además de lo asistencial”. “Otra meta que nos hemos fijado es trabajar en conjunto con ASSE a los efectos de regional izar la asistencia de usuarios de ASSE en lo que respecta a las especialidades y de acuerdo a las prestaciones de cada unidad ejecutora. Debemos generar convenios específicos que fortalezcan el subsector público evitando la fragmentación y superposición de recursos en salud”, reflexionó. Finalmente, a mediano-largo plazo, “la refuncionalización de toda la planta física del hospital es una necesidad urgente para seguir funcionando, como es de público conocimiento hemos El Hospital de Clínicas brinda asistencia a más de 150.000 personas
La Dra. Balleste destacó la apuesta a refuncionalizar espacios y servicios destinados a hospitalización y áreas ambulatorias, en particular aquellas en las que hace años no se ha invertido. Actualmente hemos comenzado un plan de contingencia que tiene como objetivos mejorar dichas áreas en lo que respecta a estructura edilicia y mobiliario, ello nos ha permitido refuncionalizar 72 camas del hospital en cuidados moderados. En lo mediato (2016 y primer semestre de 2017) nos hemos propuesto continuar con dicho plan y comenzar con el área de ambulatorio con la refuncionalizacion de las áreas de policlínicas”. Añadió que “todo ello tiene objetivos específicos: dignificar las áreas asistenciales; optimizar los espacios físicos tratando de compactar las áreas y generando gradientes de complejidad; y redistribuir los actuales recursos humanos, concentrando de acuerdo a los requerimientos”. “También forma parte de las metas propuestas a corto plazo la apertura de cinco camas de CTI. El hospital cuenta con 10 camas de terapia intensiva, lo que determina que no podamos dar respuesta a nuestras necesidades asistenciales
Una usina de seguridad En 1887 Pedro Visca, fundador de la Clínica Médica en Uruguay y entonces decano de la Facultad de Medicina, fue el primero en plantear la necesidad de crear un Hospital de las Clínicas, exclusivamente universitario. Dicho planteo se fundó en una tendencia internacional al desarrollo de Hospitales Universitarios y a consecuencia de las múltiples dificultades con la Comisión Honoraria del Hospital de Caridad (hoy Hospital Maciel) en el desarrollo de la docencia clínica. En 1910 el parlamento solicitó a la Facultad de Medicina opinión sobre el proyecto de un nuevo hospital. Fue el Dr. Manuel Quintela, decano de la Facultad de Medicina en dos períodos, quien tomó la iniciativa de impulsar la creación de un Hospital de Clínicas. El 14 de octubre de 1926 se aprobó la ley de creación (“Ley Quintela”). Se nombró la comisión honoraria encargada de su construcción, que la presidió Quintela hasta el
17 de diciembre de 1928, fecha de su sorpresivo fallecimiento. “Y allí sobre la colina, su idea hecha realidad, será como un baluarte de la salud pública, como una usina de seguridad, como un oasis espiritual, en medio de la urbe inquieta, para el estudio y la investigación, a fin de que la vida se deslice en una senda menos dolorosa”. Eso expresó en su discurso el Dr. Blanco Acevedo, integrante de la comisión del Hospital de Clínicas, durante el sepelio de Quintela, el 18 de diciembre de 1928. En 1929 se designó “Hospital de Clínicas Dr. Manuel Quintela” al hospital que construiría la Facultad de Medicina. Ese año se seleccionó por concurso el proyecto del Arq. Carlos Surraco, designado director de la obra. Entonces existía una fuerte discusión disciplinar sobre la tipología de la estructura arquitectónica más acorde. El debate se centraba en el hospital por pabellones, característico del siglo XIX (Pereira Rossell y Saint Bois) y el novedoso hospital de “bloque
en altura”, que permitía una mejor distribución del espacio, generando áreas específicas para las distintas prácticas médicas; este último sería el modelo elegido. El 24 de diciembre de 1930 se colocó la piedra fundamental y la construcción demandó obras durante 22 años. En ese lapso hubo un ardoroso litigio entre la Universidad y el Poder Ejecutivo sobre cuál sería su dependencia, cómo se tendría el personal necesario para su funcionamiento, cuál sería su organización y administración. El debate fue de tal magnitud que trascendieron a la calle y a la opinión pública. Luego de intensas movilizaciones estudiantiles, el 27 de junio de 1950 se aprobó la ley que entregó el Hospital de Clínicas a la Facultad de Medicina. La fecha de ingreso de los primeros pacientes, el 21 de setiembre de 1953, es considerada la de la inauguración del Hospital de Clínicas. Ese día se habilitaron 50 camas en el piso 8 para la clínica semiológica del Prof. Pablo Purriel.
si consideramos que tenemos una emergencia que resuelve pacientes complejos. Con frecuencia el hospital se ve obligado a contratar camas de CTI en el subsector privado (ya que las camas en el sector público no cubren la demanda), ello determina costos muy altos para el hospital, por lo que es im-
perioso generar más unidades de terapia intensiva”, explicó. En otro orden, “entre las metas a mediano plazo y relacionadas con la propuesta del MSP de crear centros de referencia, hemos presentado al MSP un proyecto para ser considerados como tal en aquellos servicios que dedican su
actividad a la atención de determinadas patologías que requieren procedimientos preventivos, diagnósticos y terapéuticos de elevado nivel de especialización o aquellas que requieren alta tecnología para su abordaje. Entre los centros propuestos citamos: Centro Cardiovascular Universitario, CIAT
Un ámbito referente en muchas áreas con procedimientos únicos a nivel país presentado un proyecto de desarrollo aprobado por la UdelaR y muy bien visto por el presidente de la República, cuya ejecución actualmente depende de la forma de financiación propuesta por el ejecutivo (PPP)”, explicó. Por último, Balleste dijo que “el Hospital de Clínicas es un pilar fundamental en la formación de pregrado de la carrera de doctor en medicina, diría que es tan importante qué de hecho es difícil visualizar en nuestro país la formación de pregrado sin el Hospital de Clínicas”. “Con respecto a la población, el hospital brinda asistencia a más de 150.000 usuarios, es referente en muchas áreas con procedimientos únicos a nivel país. A ello se suma que forma la mayor parte de recursos humanos en lo que respecta a especialidades médicas, todas las tecnicaturas y licenciaturas médicas y colabora en la formación de otras carreras en salud, todos quienes luego hacen posible que funcione el sistema de salud. Finalmente, genera investigadores de elevado nivel que contribuyen al desarrollo e innovación en salud en el país”.