PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA No. 1329 / $13.00
27 de diciembre de 2020 / AÑO 26
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DE CAMINO
TEMA DE LA SEMANA
Mientras haya paz, habrá esperanza
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Págs. 2-4
JAIME SEPTIÉN
La tela de la alegría
C
erramos el año con el corazón en un puño. Un dolor triste por los que se han ido. La crisis del coronavirus. La desesperanza de quienes han perdido su trabajo. El porvenir nos llega pleno de nubarrones. ¿Cómo brindar por el 2020 que termina, si todos los pronósticos avisan que el próximo será aún más complicado? Siempre buscando frases que mejoren la vida de los lectores (¿qué otra cosa puede hacer un católico periodista?), me encontré con esta reflexión del teólogo Henri de Lubac en su libro Paradojas y nuevas paradojas: “El dolor es el hilo con el que se teje la tela de la alegría. El optimista no conocerá nunca la alegría”. Contundente golpe al mercado de la publicidad, de los libros y las películas de autoayuda, las que esculpen el ídolo del placer y la deidad del desenfado (el otro me importa un rábano, el que vale la pena soy yo, y nada más que yo) como única opción de vida digna de ser vivida. Hemos pasado un verdadero huracán de dolor e incertidumbre. Es más, estamos dentro del huracán. Sin embargo, lejos de considerarlo un hilo que está tejiendo la finísima tela de la alegría futura, lo sentimos tan inútil como arbitrario. La paz interior no se construye sin cruz. El milagro de la fe consiste en saber mirar más lejos, allí donde no hay obstáculos, en la cima de la montaña: mirar al cielo, nuestro hogar.
SER JOVEN
“PARA VIVIR LA MISERICORDIA NO HAY QUE ESPERAR A SER BUENO” POR RUBICELA MUÑIZ
P. 6
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TEMA DE LA SEMANA
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DIRECTORIO Jaime Septién Crespo Fundador y Director General Maité Urquiza Guzzy Fundadora y Directora General Adjunta Francisco Septién Urquiza Proyectos especiales
Rogelio Hernández Murillo Gerente de ediciones Diana R. García Bayardo Rubicela Muñiz Patiño Editoras Rosa María López Martínez Diseño Octavio Espinosa Murillo Diseño publicidad María del Carmen Velasco Zamudio Gerente de administración Fernando Maya Solano Teresita Solano Barrera Auxiliares administrativos Óscar Uresti Serrano Gerente de ventas Patricia V. Flores Mosqueda Publicidad y suscripciones Agustín Morales Cabello Carmelo Aguillón Sánchez Salvador González Núñez Circulación Verónica Landaverde León Asistente de dirección Mariano Azuela Güitrón, Francisco Prieto Echaso, Pbro. Tomás de Hijar Ornelas, Felipe de Jesús Monroy González, Juan Carlos Moreno Romo Consejo Editorial
“El Observador de la actualidad” es una publicación semanal de Clip Art de Querétaro, S.A. de C.V. Querétaro, Qro. México Tels. 442-214-1842 y 442-214-5475 Correo electrónico: mensaje@elobservadorenlinea.com Editor responsable: Jaime Ignacio Septién Crespo Número de Certificado de Reserva de Derechos por INDAUTOR: 04-2001-101011080200-101 Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido por SEGOB: 17287 Los artículos firmados son responsabilidad del autor.
“Mi paz les dejo, mi paz les doy”. / Foto: Pikist
La paz no es una utopía
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a palabra utopía fue acuñada por el santo inglés Tomás Moro —esposo, padre de familia, filósofo, teólogo, político, historiador, poeta, estadista, novelista, abogado, juez y diplomático— y con ella tituló su libro de 1516. Dicho término está formado por los componentes griegos οὐ, que significa “no”, y tópos, que quiere decir “lugar”. Por tanto, utopía es “un lugar que no existe”. Este santo mártir imaginó lo que le pareció que podía ser una sociedad plena, feliz y llena de paz. Pero no es el primero ni el único; por ejemplo, cuatro siglos antes de Cristo, el filósofo Platón presentó en su obra “La República” su propio modelo de sociedad ideal; y Karl Marx, en el siglo XIX, creyó que el modelo perfecto de felicidad y concordia no es trascendente, sino totalmente terrenal y finito, por tanto, sin lugar alguno para Dios y la religión. Ahora bien, si se conciben utópicas sociedades es sencillamente porque hasta ahora ninguna ha dado al total de la humanidad la paz, la justicia y la armonía anheladas; y el problema empieza por el hecho de que cada grupo o cada ideología tiene su propia versión de lo que es esa paz, justicia y armonía. Por eso los conflictos bélicos no han faltado desde inicios de la humanidad, si bien en determinados períodos y lugares se llega a asentar por un tiempo la paz, o al
menos la paz aparente, encendiéndose cuando menos se espera la chispa de la guerra, de las invasiones, de las dictaduras, etc. Decía Pablo VI en 1974: “Lo que compromete la solidez de la paz y el favorable desenvolvimiento de la historia es la secreta y escéptica convicción de que es prácticamente irrealizable”. Sin embargo, “no por eso la paz debe considerarse una utopía”.
Juan Pablo II explicó en 1982 que, “para el cristiano, la paz en la Tierra es siempre un desafío, a causa de la presencia del pecado en el corazón del hombre”, y que todas sus iniciativas por la paz “son siempre limitadas en su alcance, precarias en sus resultados y ambiguas en su inspiración”. Y Benedicto XVI, en enero de 2006, enseñó que la verdadera y auténtica paz “es un don celestial y una gracia divina, que exige a todos los niveles el ejercicio de una responsabilidad mayor: la de conformar —en la verdad, en la justicia, en la libertad y en el amor— la historia humana con el orden divino”. En otras palabras, cualquier paz terrena que prescinda de Dios siempre será relativa y frágil.
La paz es de Dios • “Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado... ‘Príncipe de Paz’. Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia” (Isaías 9, 5-6). • “Porque hay simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; Yo daré en posesión al Resto de este pueblo todas estas cosas” (Zacarías 8, 12). • “Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: ‘Gloria a Dios en las alturas, y en la Tierra paz a los hombres en quienes Él se complace” (Lucas 2, 13-14). • “Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo” (Juan 14, 27). • “Porque Él [Cristo]l es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad,... para crear en sí mismo, de los dos, un solo hombre nuevo, haciendo la paz, y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo” (Efesios 2, 14-16).
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Una mirada a las Jornadas Mundiales por la Paz
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a Jornada Mundial por la Paz se estrenó el 1 de enero de 1968, cuando Pablo VI nominó el primer día del año como «El Día de la Paz». Su petición era que cada año se repitiera esta celebración “como presagio y como promesa” de que sea la paz “la que domine el desarrollo de la historia futura”, y que no se considerara como una jornada “exclusivamente nuestra, religiosa, es decir católica; querría encontrar la adhesión de todos los amigos de la paz, como si fuese iniciativa suya propia”. Desde entonces la Jornada Mundial por la Paz no ha dejado de celebrarse cada año, reflexionándose, a través de un mensaje pontificio, en distintos elementos que contribuyen o que obstaculizan la paz. Aquí se señalan algunos:
CON PABLO VI • 1968: “Que la exaltación
del ideal de la paz no favorezca la cobardía de aquellos que temen deber dar la vida al servicio del propio país y de los propios hermanos (...). Paz no es pacifismo, no oculta una concepción vil y negligente de la vida, sino proclama los más altos y universales valores de la vida”.
• 1969: “La necesidad
de la guerra podía tener una justificación sólo en condiciones excepcionales”.
• 1970: “La paz no es propiamente una posición estática que puede adquirirse de una vez para siempre, no es una tranquilidad inmóvil. La paz no se goza; se crea”. • 1972: “Una paz que no sea resultado del verdadero respeto del hombre, no es verdadera paz”. • 1974: “La paz es posible si cada uno de nosotros la quiere; si cada uno de nosotros ama la paz, educa y forma la propia mentali-
“La paz se pierde a causa de la explotación social y económica (...); a causa de las divisiones sociales que conducen a la confrontación de ricos contra pobres (...); cuando el uso de la fuerza produce los amargos frutos del odio y la división”. • 1987: “La solidaridad y el desarrollo son dos claves para la paz”.
• 1991: “Una seria amenaza
para la paz la representa la intolerancia, que se manifiesta en el rechazo de la libertad de conciencia de los demás”.
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dad en la paz, defiende la paz, trabaja por la paz”. • 1975: “No basta una paz impuesta, una paz utilitaria y provisoria; hay que tender a una paz (...) fundada en la reconciliación de los ánimos”. • 1977: “Todo delito contra la vida es un atentado contra la paz, especialmente si hace mella en la conducta del pueblo, tal como está ocurriendo frecuentemente hoy, con horrible y a veces legal facilidad, con la supresión de la vida naciente, con el aborto”. • 1978: “La violencia no es fortaleza. Es la explosión de una energía ciega que degrada al hombre que se abandona a ella, rebajándolo del nivel racional al pasional”,
CON JUAN PABLO II • 1979: “Lo que suscita unos
horizontes de paz, lo que sirve a un lenguaje de paz, debe expresarse en unos gestos de paz. En su ausencia, la convicciones nacientes se evaporan y el lenguaje de paz se convierte en una retórica rápidamente desacreditada”.
• 1980: “La violencia se impregna de mentira y tiene necesidad de la mentira, procurando asegurarse una respetabilidad en la opinión mundial, a través de justificaciones”. • 1982: “El cristiano, incluso cuando se entrega a combatir y prevenir todas las formas de guerra, no duda en recordar, en nombre de una exigencia elemental de justicia, que los pueblos tienen el derecho y aun el deber de proteger, con medios adecuados, su existencia y su libertad contra el injusto agresor”. • 1983: “La experiencia histórica, incluso la más reciente, atestigua (...) que el diálogo es necesario para la verdadera paz”. • 1984: “La paz no es auténtica si no es fruto de la justicia”. • 1986: “La paz no puede
reducirse a la mera ausencia de conflicto; ella es la tranquilidad y la plenitud del orden.
• 1993: “Deseo llamar la atención sobre la amenaza para la paz derivada de la pobreza, sobre todo cuando ésta se convierte en miseria”. • 1995: “La construcción de la paz no puede prescindir del reconocimiento y de la promoción de la dignidad personal de las mujeres, llamadas a desempeñar una misión verdaderamente insustituible en la educación para la paz”. • 1998: “Todos están llamados a vivir en la justicia y a trabajar por la paz: individuos, familias, comunidades y naciones. Nadie puede eximirse de esta responsabilidad”. • 2000: “Es necesaria e improrrogable una renovación del derecho internacional y de las instituciones internacionales que tenga su punto de partida en la supremacía del bien de la humanidad y de la persona humana sobre todas las otras cosas”. • 2005: “No se supera el mal con el mal (...). La paz es un bien que se promueve con el bien: es un bien para las personas, las familias, las naciones de la tierra y para toda la humanidad; pero es un bien que se ha de custodiar y fomentar mediante iniciativas y obras buenas”. CONTINÚA EN LA PÁGINA 4
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Reina de la Paz
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CON BENEDICTO XVI • 2006: “Las autoridades
que, en lugar de hacer lo que está en sus manos para promover eficazmente la paz, fomentan en los ciudadanos sentimientos de hostilidad hacia otras naciones, asumen una gravísima responsabilidad (...) contribuyendo así a hacer más inseguro y sombrío el futuro de la humanidad. ¿Qué decir, además, de los gobiernos que se apoyan en las armas nucleares para garantizar la seguridad de su país?”. • 2007: “La paz es también una tarea que a cada uno exige una respuesta personal coherente con el plan divino”. • 2008: “La familia natural, (...) fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es el lugar primario de ‘‘humanización’’ de la persona y de la sociedad (...).
“En una vida familiar sana se experimentan algunos elementos esenciales de la paz: “La justicia y el amor entre hermanos y hermanas, la función de la autoridad manifestada por los padres, el servicio afectuoso a los miembros más débiles (...), la ayuda mutua en las necesidades de la vida, la disponibilidad para acoger al otro y, si fuera necesario, para perdonarlo. Por eso, la familia es la primera e insustituible educadora de la paz”. • 2013: “Una condición previa para la paz es el desmantelamiento
de la dictadura del relativismo moral (...), que cierra las puertas al reconocimiento de la imprescindible ley moral natural inscrita por Dios en la conciencia de cada hombre. La paz es la construcción de la convivencia en términos racionales y morales, apoyándose sobre un fundamento cuya medida no la crea el hombre, sino Dios”.
CON FRANCISCO • 2014: “Una fraternidad
privada de la referencia a un Padre común, como fundamento último, no logra subsistir. Una verdadera fraternidad entre los hombres supone y requiere una paternidad trascendente. “A partir del reconocimiento de esta paternidad, se consolida la fraternidad entre los hombres (...). la fraternidad es fundamento y camino para la paz”. • 2016: “La indiferencia respecto al otro, a su dignidad, a sus derechos fundamentales y a su libertad, (...) favorece, y a veces justifica, actuaciones y políticas que terminan por constituir amenazas a la paz”. • 2019: “Los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones (...). Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social”. • 2020: “Nunca habrá una paz verdadera a menos que seamos capaces de construir un sistema económico más justo”.
l último de los títulos que se le da a María Santísima en las Letanías Lauretanas es “Reina de la Paz”. ¿Pero desde cuándo y por qué se le relaciona a la Virgen María con la paz? En el año 1085, Alfonso VI, rey de Castilla (España), reconquistó la ciudad de Toledo tomada por los moros (musulmanes), pero en el tratado de paz les cedió la Catedral de la ciudad para que la convirtieran en mezquita. Los cristianos consideraron indigno que la iglesia metropolitana, donde el año 645 la Virgen María descendió del Cielo y conversó con el arzobispo san Ildefonso, se usara como centro de culto de los infieles. Así que intentaron recuperarla con las armas. El rey no estuvo dispuesto a quebrantar su palabra, pero los moros devolvieron la Catedral. Grande fue el regocijo de los cristianos, viendo en aquella solución inesperada una intervención mariana. Desde entonces se venera la imagen de la Virgen de la Catedral como Nuestra Señora de la Paz. Y de Toledo se extendió su devoción a toda España y otras ciudades del mundo; entre ellas: Bruselas, París, Honolulu y Roma. En El Salvador, la devoción se remonta a 1682, cuando unos mercaderes encontraron en la orilla del mar una caja abandonada, tan bien sellada que no lograron abrir; pero, al pasar con la caja frente al templo parroquial, sin esfuerzo pudieron dar apertura a la caja, encontrando dentro una imagen de la Virgen con el Niño. Cuando esto ocurrió, había una lucha entre los habitantes de la región; pero, al correr la voz del hallazgo, todos depusieron las armas y cesaron las hostilidades. Igualmente, durante las luchas fratricidas de 1833, el bando triunfador, en vez de tomar represalias, como se esperaba, hizo colocar la bendita imagen en el atrio de la parroquia y a los pies de
Oración “Venimos hasta ti para rogarte por la paz. La paz que el mundo busca sin encontrar. La paz que tu Hijo Jesucristo vino a traernos. Rogamos que intercedas por nosotros para que nos abramos a la paz que viene de Dios. Acudimos a ti para que esa paz que Jesús, Dios nuestro, nos ofrece, la recibamos, la conservemos y la llevemos al mundo. Nuestra Señora de la Paz, ruega por nosotros”. María se juró solemnemente no guardar rencores para que la paz y la reconciliación fueran posibles; y por ello denominaron la imagen como Nuestra Señora de la Paz. En esta advocación las imágenes de la Virgen suelen representarla cargando al Niño con su brazo izquierdo, y sosteniendo Ella en su mano derecha una rama. Fue el Papa Benedicto XV (1914-1922), a quien le tocó guiar a la Iglesia durante los difíciles tiempos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), quien favoreció la devoción a Nuestra Señora de la Paz, y determinó el 5 de mayo de 1917 que se incluyera en las Letanías Lauretanas la invocación “Reina de la Paz”.
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Ante el discernimiento: entrega y oración Hace cuatro años Jorge Luis Morales creía que su vocación era el sacerdocio e ingresó al seminario. No resultó del todo. Hoy que está fuera, y preparado como especialista en la familia, su misión sigue siendo la misma: la santidad. rente. Necesitamos saber acompañar como familia, comunidad parroquial o como Iglesia en general. Saber dar tiempos y medios necesarios para una adecuada reinserción a la vida cotidiana. Pienso que ayudaría mucho un proyecto o institución (de carácter eclesial o social) que ayude a los exseminaristas en esta labor.
Por Rubicela Muñiz
Jorge, te han tocado dos discernimientos importantes: el ingresar al seminario y el dejarlo. Platícanos sobre ello, ¿cuál tuvo mayor dificultad?
▶ R Cada una tuvo dificultades a su manera. Cuando ingresé al seminario, lo hice con la conciencia de que sería un nuevo proyecto de vida. Hice algunas renuncias a cosas que sabía que ya no viviría y tocaba integrar a esta decisión con amor. Un sacerdote decía: “para discernir si es verdadera voluntad de Dios, tienes que entregarte en serio, radicalmente, y en ese camino Él irá dejando descubrir su voluntad”. Quise que mi paso por el seminario fuera de esta manera. Tomar la decisión de salir fue difícil por estas renuncias hechas, y por las ilusiones y sueños que tenía para futuro; sin embargo, tal como al entrar, significó tomarme de la mano de Jesús y María y, simplemente, dar el paso, con todo y el miedo.
Una vez que estuviste fuera, ¿cuáles fueron tus primeros sentimientos? ¿Tuviste dudas?
▶ R Incertidumbre. Le pedía mucho a Dios saber si era su voluntad o interés personal. Temía equivocarme. Recuerdo una oración crucial para la decisión: estaba en misa, las lecturas hablaban sobre la confianza en Dios, así que miré el crucifijo junto a mí, y dije: “Señor, tengo miedo; confío en ti, pero temo que mis egoísmos me hagan tomar una mala decisión, alejándome de Tu proyecto”. Bajé la cabeza en actitud de oración, y su respuesta fue muy sencilla: “¿Y no crees que yo sería capaz de salvarte aun cuando tu decisión no sea la adecuada?”. Creo que fue ese momento específico cuando “di el salto”. No estaba seguro de su voluntad pero sí de su
¿Qué aspectos de tu vida te estás centrando en mejorar?
Foto: Crtesía
misericordia, y sabía que nada malo pasaría mientras fuera de su mano.
Sales con muchas herramientas para ponerlas al servicio de la comunidad. Te gusta enfocarte en la familia, y muy en concreto en el matrimonio, ¿por qué esta área?
▶ R Dios me ha regalado la gracia de crecer en una hermosa familia. Todo este ambiente me llevó a valorar la importancia de la familia y convertirme en familiólogo. Hasta la fecha he estado profundamente enamorado y orgulloso de mi carrera. Aun como seminarista deseaba ser “un sacerdote consagrado al proyecto del matrimonio y la familia”. ¿Por qué el matrimonio? Estoy convencido que, si la familia es la base firme de la sociedad, el matrimonio es la base firme de la familia. Creo que trabajando por una buena formación para el amor puedo aportar un grano de arena interesante para la sociedad y la Iglesia.
¿Cuál es la misión de un exseminarista?
▶ R La misma del cristiano: buscar la santidad siendo testigos alegres por seguir a aquél que nos ha creado y amado desde la eternidad.
Todo esto es camino y proceso. El paso por el seminario me ha ayudado a reconocer la presencia de Dios en mi vida, y eso lleva a decir: “a donde Tú quieras, Señor”, aun cuando mi pequeño y limitado corazón a veces olvide o tema sostener esta frase. Después de todo, es a lo que nuestro cristianismo nos invita: vivir el fiat de María. Por eso es ella la mejor intercesora y modelo en la vida de fe. La misión del exseminarista, como todo cristiano, es no apartarse de la escucha del Maestro, en la vocación a la cual nos llame.
¿Cuál debe ser la expresión de un exseminarista: de gratitud, de testimonio?
▶ R Cada proceso es diferente, así como la decisión de salir. En mi experiencia reconozco que, al mirar al seminario como llamada, surge la gratitud, pues se reconoce a Dios como compañero y guía del camino. Pienso en Job que, después de pasar por pruebas y tormentos a pesar de su fidelidad a Dios, dice: “yo te conocía de oídas, mas ahora te han visto mis ojos” (cfr. Job 42, 5). Sé que existen exseminaristas resentidos con la institución del seminario o la Iglesia misma. Insisto, cada proceso es dife-
▶ R Toda la vida es crecimiento y yo sigo en mi proceso. Ahora ha comenzado el reto de reintegrarme a la vida laboral, con sus luchas y cansancios (como todos). Aprender una espiritualidad de laico, que también exige una intimidad con Jesús y María; conocer y dejarme conocer por mi novia, entre otras cosas. Creo que el secreto es, no creerse “terminados” sino seguir caminando.
¿Por qué merece la pena vivir la experiencia del seminario?
▶ R Primero, el seminario brinda una formación integral que ayuda en cualquier vocación. En segundo lugar, creo que la soledad con el Señor que se vive dentro del seminario (cfr. Mc 3, 13) ayuda a descubrir la vida misma como un llamado que Dios hace de manera gratuita y por amor, y eso llena la vida; se transforma en el tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo, se vende todo para adquirirlo. Finalmente, la vida del seminario me ayudó a valorar las demás vocaciones, como algo que también se debe “pensar bien” y ser conscientes del “sí” para toda la vida; después de todo, es un sí al llamado de Dios. Como dice la carta a los tesalonicenses: “vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, (pues) el que los ha llamado es fiel, y cumplirá su promesa” (cfr. 1Te 5, 16-24).
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“Para vivir la misericordia no hay que esperar a ser bueno” Ese es el pensamiento y experiencia de Ramón de Chateauvieux, un francés que descubrió en Brasil la misericordia, el amor y la mirada de Dios en los más necesitados, para después convertirse, junto a su esposa e hijos, en misioneros al servicio de los pobres y al anuncio del Evangelio. rezando; el segundo, la sencillez de vida, vivir siempre entre los más pobres; y el tercero, ser misioneros hasta la eternidad.
Por Rubicela Muñiz
R
omán de Chateauvieux actualmente es director de la Fundación Misericordia. Está casado con Reina, una mujer brasileña con quien tiene cinco hijos. De joven, eligió la carrera de arquitectura como profesión y comenzó a estudiar en Francia. En el tercer año fue de intercambio a la Pontificia Universidad Católica de Chile y durante ese tiempo visitó a un amigo sacerdote que estaba de misionero en Brasil, en una favela de Salvador de Bahía. Ahí vivió una experiencia muy personal y sin duda, según cuenta, la más fuerte su vida, la que cambió su vida.
LA FAVELA
Román llegó a Brasil sin saber hablar portugués, en busca de su amigo sacerdote, y con tan solo un papel con la dirección de la parroquia donde vivía. Esa parroquia era especial porque el Papa Juan Pablo II estuvo ahí en 1980 durante su visita a Brasil. Román llegó a la iglesia en un taxi, un poco asustado. Las primeras semanas fueron especiales porque todo era nuevo: el idioma, la comida, la cultura y sobre todo el impacto de enfrentarse a una realidad de favela, de pobreza. Su visita coincidió con el tiempo de Cuaresma. El Jueves Santo vivió una linda vigilia, aunque él no era muy cercano a la Iglesia. Al final de la vigilia se le acercó la encargada de la pastoral de los jóvenes y le dijo: “Mira Román, tenemos un tremendo problema porque mañana tenemos el Viacrucis y tenemos todo listo, menos a Jesús”. Le pidió a Román que interpretara el papel, porque él tenía la barba y el cabello largo.
LA AVENTURA MISIONERA
Foto: Misionerosdigitales.com
EL MILAGRO
Al siguiente día, Román cargaba una cruz por las calles de la favela. Ese viacrucis fue para él una experiencia que preparó su corazón para recibir el mayor regalo que el Señor le quería dar. Al final del viacrucis se le acercaron dos hermanas Misioneras de la Caridad de la madre Teresa de Calcuta y le dijeron: “Román, te queremos pedir un favor. Queremos que entregues este medicamento a una persona que vive al final de la favela, está postrada y no puede venir”. Román aceptó y fue con Ricardo, que vivía en una pequeña casita postrado en su cama. Cuando entró, Ricardo lo invitó a sentarse y le contó su vida, una vida entera en la favela. Y al llegar a la pérdida de su hijo, que había fallecido por una bala perdida en el tráfico de drogas, Ricardo empezó a llorar como un niño, con un llanto muy profundo. Román, a su lado, sólo pensó en limpiar sus lágrimas. Al limpiar las lágrimas de ese viejo brasileño, ocurrió el milagro que hoy tiene a Román en Fundación Misericordia y compartiendo testimonio. Sintió que el rostro que
limpiaba no era el de Ricardo, sino el rostro de Jesús. Vio a Jesús con la corona de espinas. Vio a Jesús con la sangre. Y lo que más le marcó fue la mirada de Ricardo, pues parecía la de Jesús. Sintió un amor y una misericordia que nunca había sentido. Y al mismo tiempo, escuchó una frase que hoy es el lema de su vida y que ardía en su corazón: “Román, la felicidad que buscas, al servicio de los pobres la encontrarás”. Salió de esa casa asombrado por la experiencia que acababa de vivir y entendió que su vida tenía sentido si la entregaba. Y ese mismo día le dijo al Señor: “Mi vida es tuya, para tu Iglesia y para los más pobres”. Mientras caminaba por la favela pensó que el Señor lo haría un sacerdote, y al final, en esa pequeña favela, conoció a la mujer que, para él, es la más hermosa del mundo y que hoy en día es su esposa; juntos forman una familia misionera al servicio de los más abandonados. Cuando se casaron, le pidieron al Señor tres regalos de matrimonio: El primero, la oración, porque creen que la mejor manera de cambiar el mundo es
Después de su matrimonio fueron enviados por un organismo, por dos años, al norte de Atlanta, Estados Unidos, junto a un grupo de migrantes. Y después de esos dos años nace el Centro Misionero Juan Pablo II, cuya vocación se centra en el trabajo social y pastoral. Al ver su trabajo, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) los envía por tres años a recorrer todo el continente, con la misión de hacer el mismo trabajo: un trabajo social y pastoral. Junto con su esposa adquieren un camión amarillo que remodelan para convertirlo en casa rodante. Y en ese camión recorrieron, por tres años, desde Estados Unidos hasta Brasil. Después de tres años de vivir una fuerte misión, en nueve países del continente, la Conferencia Episcopal de Chile los llamó para establecerse en una población de Santiago. Aceptaron, y hoy tienen en función la Fundación Misericordia que realiza trabajos sociales, en relación a la educación y la salud, y trabajo pastoral con la misión de recibir y reflejar la misericordia de Dios para los demás. Para Román la misericordia significa tres cosas: Primero, se trata de una experiencia de dejarse mirar por Dios; segundo, es una actitud interior que tiene consecuencias exteriores. Para vivir la misericordia no hay que esperar a ser bueno o perfecto; y tercero, porque “la misericordia cambia al mundo, lo hace más justo y menos frío”, como dice el Papa Francisco.
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El gran don de la fe Por Mary Velázquez Dorantes
Tips para aumentar nuestra fe
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in duda este año ha sido complicado y complejo en muchos sentidos: hemos perdido vidas, hemos sido testigos del dolor, la angustia. Nos tomó por sorpresa, y el miedo se arrinconó dentro de nosotros, de nuestros hogares y de nuestras familias. Hemos vivido la desestabilidad y la falta de equilibrio. La economía se vio golpeada, y tras ella muchos problemas enseñaron su rostro; sin embargo no podemos renunciar, cansarnos o desesperarnos; cerraremos este año con una vida diferente, pero tomados del don más grande: la fe. ¿Qué sería de la humanidad si la fe se escabullera prontamente? ¿Cómo podría el mundo recobrar el futuro si una fe sostenida en el Dios que todo lo puede? Nuestra misión en la tierra es anunciar con testimonio vivo el don de la fe, un testimonio que hace camino y que implica directamente al cristiano convencido. No podemos dudar, no podemos rendirnos, hoy estamos haciendo sentido con nuestra acción de fe, convencidos que nuestras vidas retomarán su cauce y que avanzaremos con la fuerza de la fe, bajo la buena voluntad de Dios.
DE LA OSCURIDAD A LA LUZ
Nuestros corazones deben arder en la fe y el conocimiento de Dios, por lo tanto, no podemos sucumbir nuestra existencia al miedo, a la angustia o a la terrible desesperación que el caos provoca. Es importante cerrar el año dando pasos certeros, caminar de la oscuridad a la luz, con la firme convicción de que Dios actúa en el mundo, y vivir la fe como una experiencia que llena a los espíritus más inquietos, que posibilita nuevas formas de vida, que reconcilia y sobretodo que inspira a los seres humanos. El pensamiento cristiano ca-
» Reflexiona sobre todo aquello que Dios te ha dado. » Entrega tus problemas y preocupaciones a la misericordia de Dios. » Lee la Biblia y experimenta la voz de su escritor. » Convive con personas que te motiven a ser positivo. » Busca ser inspirado por personajes que han vivido su fe al máximo » Encuentra un espacio diario para ella en tú corazón. » Acércate al sacramento de la reconciliación. » Guarda silencio y medita las bondades de la vida.
LA FE COMO UN ESTILO DE VIDA
Foto: Cathopic
mina en la fe y permanece en ella, porque si no fuera así dónde quedaría la gracia de Dios y cómo es que experimentaríamos la comunicación con Él. Tenemos la indeclinable tarea de vivir la fe y de renovarla constantemente frente a las pruebas. Nuestra vida diaria requiere esa renovación puesto que las noticias del mundo son en muchos sentidos negativas. Los escenarios pintan difíciles pero la insistencia de la fe hace posible el mundo con luz. Es como una necesidad de sabernos amados y protegidos.
UN SENDERO SEGURO
En casi doce meses hemos sido testigos de muchos cambios: nos ha atemorizado la muerte, nos ha dolido el alma, nos hemos acrisolado con la enfermedad, y la mayoría de
la población en el mundo ha sentido que camina en fangos. No obstante, muchos han experimentado el camino seguro de Dios, han sido tiempos de volver a Él bajo la oración, la misericordia, el arrepentimiento y hemos tocado nuevamente a la puerta divina, reconociendo que sólo es Dios quien nos puede llevar por caminos seguros. ¿Cómo podríamos perder la fe cuando las respuestas de Dios son claras? ¿Cómo es que el hombre quisiera renunciar a la posibilidad de existencia humana cuando la fe es la que sostiene dicha existencia? La fe nos acerca a la realidad, la fe es el puente entre Dios y el hombre y la fe es la respuesta a todas nuestras inquietudes de diálogo con el Creador, por lo tanto, estamos en el camino sólido y seguro.
Actualmente se habla de vivir bajo estilos de vida, de ser parte de una vida de bienestar y estabilidad; entonces, por qué no hacer de la fe un estilo de vida que nos guíe, que nos ayude a creer y que nos indique el camino. Cuando experimentamos el don de la fe también conocemos la certeza, la lealtad; nos convertimos en personas que confiamos, que afrontamos los cambios; en personas que vivimos la esperanza y la caridad. Recordando que la fe es un acto personal, único, que nace del interior de nuestro corazón, la fe sucede sin discusiones lógicas o racionales y es necesario aprender a conservarla con el silencio, la oración y la meditación; sostenerla en nuestro corazón como una llama viva, y una herramienta de apoyo para todo lo venidero. Quizás a veces la descuidamos o la hacemos invisible; sin embargo, podemos retomarla en actos pequeños, viendo la generosidad de Dios en todo momento.
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PUNTO DE VISTA
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POR MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN OBISPO EMÉRITO DE QUERÉTARO
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¿Qué queda del decálogo?
a respuesta es sencilla: Queda todo. Queda la humanidad que gracias al Decálogo ha podido subsistir. Conocemos las peripecias por las que hemos tenido que pasar los humanos. La historia universal se enseña contando lo peorcito que hemos hecho, las guerras. Pero lo bueno ha sido más y mayor, porque cuando el mal es noticia, quiere decir que no andamos tan mal. Los mandamientos de Dios, por muy maltratados que los tengamos, han sido una bendición.
Podemos decir con verdad que los mandamientos son vida y fuente de vida, como lo enseñó Jesús a ese joven que le preguntó qué debía hacer para conseguir la “vida eterna”: “Cumple los mandamientos”, le respondió Jesús. Ya antes Jesús había resumido el decálogo en un mandamiento doble: Amar a Dios y amar al prójimo. El sendero que conduce a la vida consiste en observar los mandamientos, le dice Jesús a su interlocutor, pero le añade una nota comprometedora: “Ven y sígueme”. Los mandamientos de Dios se deben cumplir como “discípulo” de Jesús, como él los explicó en el sermón de la montaña. La vida y la persona de Jesús son el modelo concreto cómo debemos conducirnos para tener vida en plenitud. Así los mandamientos
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son fuente de vida, un camino obligado para el discípulo. El catecismo nos ofrece una redacción concisa y autorizada: “Los diez mandamientos constituyen un todo orgánico e indisociable, porque cada mandamiento remite a los demás y a todo el decálogo. Por tanto, transgredir un mandamiento es quebrantar toda la Ley” (n. 429). El decálogo es la fuente donde se nutre la humanidad para subsistir y lograr su realización completa,
aunque ahora se prefiera hablar de “valores”. ¿Quién no desea contar con una serie de valores que unan a los pueblos y a las culturas de manera que reinen la concordia y paz universales? Estos valores son los que después suelen concretarse en normas jurídicas llamadas “constituciones” de los estados. Pretenden ser como el fundamento que da solidez a la normativa para lograr la convivencia social.
El hombre se perfecciona -vale y se hace valer-, según la calidad de las relaciones que establece en su vida y el decálogo nos ofrece las referencias esenciales para el buen vivir. Son de dos clases, inseparables: las relaciones con Dios y las relaciones con las personas y su entorno natural. Se suelen llamar “verticales” a las primeras y “horizontales” a las segundas, formando una cruz. Entre las relaciones “verticales” que nos señala el Decálogo tenemos el dar a Dios el culto y reconocimiento debido en justicia, por ser nuestro Creador; respetar esa presencia de Dios en el mundo, en particular su relación con el hombre; saber integrar estas relaciones en las coordenadas de tiempo y espacio en que nos movemos: tiempos y lugares sagrados. Entre las relaciones “horizontales” el decálogo nos manda respetar y dignificar los lazos familiares, su integridad y finalidad específica; promover el respeto a la vida y a la dignidad de la persona, respetando la unión estable de la pareja humana, varón y mujer; conservar y promover la propia libertad y la ajena; cuidar la buena fama del prójimo y su derecho a poseer los bienes y medios necesarios para su desarrollo humano integral: tierra techo trabajo y cultura. Es el decálogo la cartilla moral obligatoria para toda la humanidad. La observancia e integración armónica de estos “valores” fundamentales posibilita al hombre un crecimiento en humanidad que genera bienestar y realiza la misión para la que se le permitió venir a ocupar un sitio en este mundo.
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El COVID 19 y algunas virtudes Por Antonio Maza Pereda
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o, no piense que estoy hablando de religión. Tristemente, cuando se habla de virtudes, se piensa en religión. Como si solo las religiones hablaran de virtudes, lo cual no es el caso. Hay virtudes humanas, cívicas, sociales, patrióticas, familiares, y hasta políticas. Aunque estas últimas muchas veces son difíciles de encontrar en la mayoría de los políticos. Ni con lupa. Vamos, ni con el microscopio electrónico. Pero es cierto que hay virtudes en prácticamente todos los campos, porque las virtudes son hábitos buenos. La pandemia que está azotando una buena parte de la humanidad, ha dado origen a una serie de hábitos buenos, es decir, virtudes. Hábitos que se han desarrollado en estos largos meses de reclusión o, por lo menos, con la necesidad de tomar medidas extraordinarias. Sin tratar de ser exhaustivos, trataré de reflexionar sobre las virtudes que veo que la sociedad está reforzando y a veces desarrollando por primera vez. Claramente, la virtud de la paciencia. En nuestra cultura moderna todo lo queremos rápido, todo lo queremos instantáneo, como aparece en la televisión. Estamos acostumbrados a las historietas en las cuales un gravísimo problema sanitario se resuelve en un par de horas o, cuando mucho, en una miniserie televisiva de diez o doce episodios. Y ahora resulta que venimos hablando del tema desde que se generó al principio del 2020 y que todavía no se ve una solución certera. Así que tenemos que cultivar esa paciencia que a veces nos hace falta. La virtud de la humildad. La humanidad se ha acostumbrado a creer que ya sabemos mucho, que la ciencia ya tiene todas las soluciones. Cuando la realidad es que sabemos bien poco y que la ciencia, si bien avanza rápidamente, todavía
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no tiene todas las respuestas. Y es posiblemente por eso que todavía no encontramos soluciones definitivas para esta pandemia, ni tenemos medidas preventivas suficientemente eficaces. La mejor prueba es el modo como muchos países han enfocado el tema desde perspectivas muy diferentes. Con muchas pruebas, con pocas pruebas, aislamiento rígido con toque de queda y multas severas para quien no lo respete hasta los que han tomado el criterio de no intervenir, alegando que entre más pronto se infecte toda la población, más rápidamente se resolverá el problema. Pasando por los que han tomado un enfoque permitiendo la población aceptar o no, de manera voluntaria, las recomendaciones sanitarias, que son eso: meras recomendaciones. Tenemos que reconocerlo: no sabemos tanto como creemos. La virtud de la solidaridad. Darnos cuenta de que todos vamos en el mismo barco y que no se trata solamente de no contagiarnos ni contagiar a los demás sino de apoyar a todos aquellos que no pueden aislarse ni protegerse de la
enfermedad por su situación social o económica. Así como aquellos a los que la reclusión de una parte importante de la población los ha dejado sin ingresos, sin trabajo y sin esperanza de recuperarse en el corto plazo. Virtud que tendremos que cultivar por un plazo largo, mucho me temo. Entender que no se trata de ver cómo me protejo yo y los míos. Se trata de proteger a la sociedad, se trata de proteger a todos si es que queremos que la mayoría salga adelante. Tendremos que hacernos cargo de ayudar a los que sufran daños: a los huérfanos, a las viudas, a los que queden imposibilitados. Sí, nos va a costar dinero. Sí, tendremos que acostumbrarnos a vivir con menos comodidades. Porque no volverán a ser iguales las cosas. Lo cual no está del todo mal: tal vez se nos había olvidado que una parte importante de la población vivía mucho mejor que otros y que no estábamos siendo suficientemente generosos como para compartir una parte de nuestros ingresos para ayudar a otros a mejorar su situación.
Habría mucho más que reflexionar, pero destaca la virtud de la participación en la administración de nuestra sociedad. Muchos de nosotros todavía estamos acostumbrados a esperar que los gobiernos nos den las soluciones, rápidas, fáciles, sin costo y sin dolor. Y cuando los gobiernos no nos las dan, nos molestamos, los acusamos de ineptos, y nos disponemos a atacarlos a la menor provocación. Ya es hora de que nos demos cuenta de que el bienestar de las naciones depende de sus ciudadanos, no de los gobiernos. Como han dicho muchas veces, los gobiernos pueden hacer mucho mal, pero poco bien. Debemos hacernos responsables de esta situación y de muchas otras. Finalmente, nos queda la virtud de la esperanza. Una virtud que podría considerarse como el fundamento de las religiones, pero que claramente tiene también un aspecto sin duda humano, indudablemente civil. Una esperanza que viene de confiar en la capacidad, la resistencia, la inventiva de la humanidad. No, no lo sabemos todo. Esta pandemia nos lo está demostrando. Pero también hemos visto que la humanidad ha pasado por situaciones tanto o más complejas como esta pandemia y ha encontrado soluciones, ha diseñado salidas. Desgraciadamente, o tal vez afortunadamente, las virtudes no se desarrollan con prédicas, sermones, análisis periodísticos o medidas autoritarias. Se desarrollan como se hace con todos los hábitos: con una comprensión clara del bien que estamos buscando y la respuesta de la voluntad a ese bien que la razón nos muestra. Y con ello la constancia, la repetición de esos actos buenos tantas veces como sea necesario hasta que se vuelvan una segunda naturaleza, hasta que operen como un instinto, que ya no se cuestione. Y eso, por supuesto no es sencillo. Pero, si algo nos demuestra la historia, es que es algo muy posible.
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¡Cuidado con la fe milagrera! José Ernesto Hernández Rodríguez. MSP.
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uchas personas, gracias a Dios, se definen como personas de fe. Sin embargo, afirmar tener fe, no necesariamente es garantía de que se viva de manera correcta. La fe es la primera de las virtudes teologales, y según el catecismo de la Iglesia Católica: “Es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Por la fe “el hombre se entrega entera y libremente a Dios. Por eso el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios”. La carta a los Hebreos dice que la fe es la garantía de lo que se espera, certeza de lo que no se ve (11,1). Lamentablemente, en la práctica reina el sincretismo religioso frente a la falta de evangelización. Esta realidad nos interpela a todos. Uno de los vicios de la fe que puede darse es tener una fe “milagrera”; aquella fe donde solo se busca a Dios para que “nos haga el milagro”, donde pareciera que se pone a prueba el poder de Dios respecto a la propia necesidad. Algunas personas condicionan a Dios o a algún santo, pues, “si se les hace el milagro” entonces sí cumplen alguna manda u ofrecen alguna otra ofrenda, de lo contrario no lo hacen. Ya en tiempos de Jesús había personas así, que solo seguían al Señor por lo que les daba para comer o por los milagros que querían que les hiciera, recordemos el caso de la multiplicación de los panes: “Les aseguro que ustedes solo me buscan porque comieron hasta llenarse y no porque hayan entendido las señales milagrosas” (Jn 6,26). Un caso más se encuentra en el evangelio de
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San Lucas. Jesús se encuentra con diez leprosos que le gritan: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Ellos querían que los curara de la lepra, y sabían que los podía curar. Así lo hizo el Señor, ¡los curó! Una vez curados, solo uno volvió a darle gracias. ¿Y lo otros nueve?, –preguntó el Señor- ¿únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios? (Lc 17,11-19) Los otros nueve leprosos solo buscaron el milagro de Jesús, pero no buscaban a Jesús. Estas realidades están a la orden del día, muchas personas no buscan al Señor para hacer su voluntad, sino para que Él haga la voluntad de ellos. Todavía podemos ir a otros extremos. Hay quienes llegan a renegar de la fe, pues, al no recibir de manera “rápida” el milagro deseado acuden con brujos, con “curanderos”, o a trabajos que so-
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lo agravan sus problemas. Frente a esto hay que tener claro algunas cosas que nos ayudarán a vivir la fe de un mejor modo. El Señor murió en la cruz y resucitó para darnos vida eterna, para que desde esta vida temporal gocemos de su amor, ese es el mayor milagro que ya poseemos; además, nos ha elegido para extender su Reino entre todos los hombres, otro don del que debemos gloriarnos. A Jesús se le busca, y Él se hace el encontradizo, para corresponder al amor que Él nos ha tenido, pues, Él nos amó primero (cf 1Jn 4,19). El creyente, o el que quiera serlo, se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios mediante la escucha de su palabra, la oración, la vivencia de los sacramentos, y así se adhiere a la fe que Dios le ha dado, siempre en comunión con la Iglesia.
Ahora bien, ¿podemos pedirle milagros a Dios? ¡Claro que sí! El señor pasó su vida haciendo el bien (cf Hch 10, 38), lo puede hacer hoy mismo, y de hecho lo hace. Los milagros de Jesús son un sigo de la llegada del Reino a nosotros (cf Mt 11,4-5) Los evangelistas relatan bastantes milagros que el Señor hizo (Mt 8,1-20.28-33; 9, 18-30;15, 29-39; Mc, 6,53-56;7,31-37;Lc 5,12-16;6,6-11; Jn 4, 43-54;5,118). “Pidan, y Dios les dará; busquen y encontrarán; llamen a la puerta y se les abrirá” es la consigna que narra el evangelio de san Mateo (cf Mt 7, 7) queda claro que los milagros son parte del querer de Dios. En la enseñanza de la Iglesia los milagros solo los hace Dios, de manera directa y, en ocasiones, por intercesión de los santos, «son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos», motivos de credibilidad que muestran que «el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu» (156) Por lo tanto, al pedir a Dios algún milagro además de tener fe, que es un requisito indispensable, hará falta tomar en cuenta que no solo se debe pedir el milagro por el milagro, sino que se debe tener la firme voluntad de agradar a Dios con toda nuestra vida, buscar a Jesús y poner las propias necesidades en sus manos con la consigna de que el mejor milagro que podemos tener es saber aceptar su voluntad. Los milagros no son un derecho de nadie, no se le deben exigir a Dios, sino que a través de la oración prepararnos para hacer su voluntad. “Hágase Señor tu voluntad” será siempre la invocación de quien tiene una verdadera fe. Cada día experimentamos muchos milagros de Dios en nuestra vida pero en ocasiones son los que más pasan desapercibidos.
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Certezas y verdades De hecho, nadie llega al escepticismo absoluto, porque cada uno tiene sus pequeñas certezas (sobre sí mismo o sobre otros) con las que baja escaleras, mastica unas galletas compradas en el supermercado, y responde por teléfono a una voz de alguien más o menos conocido.
Por P. Fernando Pascual
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ener certezas es algo normal en la existencia humana. Pero no siempre lo que consideramos como certeza es verdadero. Así, por ejemplo, en el siglo XIX Auguste Comte tenía la certeza (estaba convencido) de que para la ciencia resultaba imposible conocer la composición química del Sol.
Pasaron los años, y hoy algunos consideran que sí resulta posible conocer qué átomos están presentes en la estrella más cercana a nuestro planeta. De modo semejante, lo que hoy los científicos afirman como algo cierto y seguro, mañana puede desvelarse como falso, si se conquistan nuevas informaciones que sean consideradas como verdaderas. También en la vida cotidiana tenemos certezas. Unas más seguras, por ejemplo, que hoy brilla el sol. Otras más inseguras, como suponer que el agua de este arroyo sería venenosa, cuando puede ser potable.
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Lo que ocurre es que algunas certezas que pensamos como verdaderas, pueden guiar nuestras vidas hacia graves errores, incluso a daños para nosotros mismos o para otros. Por eso hay que aprender a analizar las certezas que llevamos en nuestra mente y en nuestro corazón, y reconocer que algunas tienen muy poco fundamento, que
otras merecen ser puestas en discusión, y que incluso lo que parece más evidente no siempre tiene garantías de ser una verdad absoluta. Esto no significa caer en un escepticismo corrosivo, que cerraría las puertas a la búsqueda de verdades y que llevaría a una inseguridad que imposibilitaría desarrollar una vida más o menos normal.
Si se evita el escepticismo en sus formas dañinas, una sana desconfianza en ciertas certezas nos ayuda a prevenir errores, nos abre a seguir en camino hacia nuevas verdades, y nos hace más disponibles al diálogo cuando encontramos a otros con certezas diferentes de las nuestras. En esas situaciones de certezas diferentes, si existe un sano espíritu de escucha y una adecuada relativización de lo que es en sí relativo, el diálogo permitirá distinguir entre lo seguro y lo inseguro, y facilitará un camino compartido hacia verdades que generan certezas sanas y bien fundamentadas.
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ué difícil es estar en la posición de que nos pidan garantizar, con nuestra firma, que otra persona pagará sus deudas, siendo que mucha gente dice que sí cuando no sabe en realidad las obligaciones que adquiere y el riesgo en el que puede poner su patrimonio si la obligación principal no se paga. Comúnmente se trata de amigos o familiares entre quienes se da este tipo de peticiones, a las que a veces es muy complicado decir que no, aunque en ciertos momentos llegamos a desear habernos negado.
No se trata de desalentar a nadie para que sea solidario con una persona que estima o con quien tiene un parentesco, simplemente es importante aclarar las obligaciones que se adquieren y las consecuencias que pudieran derivarse, para que tomemos está decisión conscientes de ello. Se suele utilizar indistintamente el término fiador y aval, sin embargo no son lo mismo. Si bien los dos tienen como objetivo respaldar a un deudor principal en caso de que no pague su obligación, se trata de figuras distintas y con diferentes reglas, en caso de que el deudor principal no pague.
Aval o Fiador
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Una mercantil y otra civil
El fiador es una figura que pertenece al derecho civil, por ejemplo, en un contrato de arrendamiento. En el caso del aval este pertenece al derecho mercantil pudiendo ser un caso aquél tercero que avala el pago de un pagaré.
No es sólo una clasificación
Si de la aclaración pasada te parece que se trata de una cuestión meramente teórica del derecho, esto no es así y vas más allá. Las obligaciones que contraes como fiador o como aval pueden ser ejercidas por la persona a quien se le debe de manera distinta, siendo que, en algunos casos, aunque no seas tu el deudor principal puedan intentar cobrarse primero contigo y con tu patrimonio.
Fiador
En el caso del fiador, que como aclaramos es una figura del derecho civil, se goza del derecho de orden y excusión, lo que quiere decir que primero deberán intentar cobrarse con los bienes del deudor principal y sólo si no pagara o pagara parcialmente podrán exigirte a ti que cubras el adeudo. Aún en este caso lo ideal es ser fiador de una persona que creamos tiene capacidad para cumplir lo pactado en el contrato donde está contenida la fianza.
Aval
Cuando se es aval hay un riesgo adicional en caso de que el deudor principal no pague: que pueden irse en primer lugar contra el aval y no necesariamente contra quien pidió el préstamo. De esta manera podrían
solicitarte el pago a ti aval y si no pagas pueden proceder a embargarte tus bienes. En este caso el aval tiene el derecho de exigir judicialmente el pago al avalado. Como podrás ver aquí corres el riesgo que te exijan el pago a ti directamente, cuando la persona a quien avalaste no paga.
Vigila
En caso que ya seas o vayas a ser fiador o aval es conveniente estar al pendiente de que se vayan cumpliendo los pagos y exijas esa facultad de vigilar desde el principio a quien estas apoyando. Si firmaste un pagaré y te dicen que ya quedó saldada la deuda, corrobora que este haya sido devuelto en original por parte de la persona a la que se le debía y destruido de preferencia en tu presencia.
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SEMANARIO CATÓLICO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN
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En la familia, todos los miembros aceptan realizar un servicio por amor.
El servicio, ¿cómo enseñar este valor a los pequeños?
Entre los valores que podemos enseñar a los niños, el servicio forjará su capacidad de estar en sociedad. Por Sergio Román del Real @desdelafemx
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a Virgen de Guadalupe es para mí una segunda oportunidad, es amor infinito, es una madre que tenemos desde siempre”. Con estas palabras, Giovana Rivera describe su relación con la Morenita del Tepeyac a quien, literalmente, le debe la vida. Se llama Marisa. Cuando era adolescente asistió a una junta en la que se convocó a los jóvenes de la colonia para formar un grupo juvenil. Muy entusiasmados, proporcionaron sus ideas para la realización del amado proyecto y llegó el momento de deslindar responsabilidades. Todos querían participar y lo hacían con generosidad y alegría, pero nos llamó la atención la actitud de Marisa, quien cada
vez que solicitábamos un voluntario para el trabajo, siempre decía: “¡Yo!”. Y lo hacía con entusiasmo, con ganas de servir. Marisa barría el salón, llamaba por teléfono desde su casa para recordar las reuniones, hacía carteles, sacaba copias, ¡se desbarataba sirviendo a los demás! Le pregunté por qué era tan servicial y me contestó con orgullo: “soy guía scout”. Desde entonces me cayeron bien los scouts con su lema de “siempre listos” y su nudo en la pañoleta para recordarles su buena acción de cada día. Se puede contar con ellos. Todo el chiste está en amar. Cuando la fe nos lleva a descubrir que el amor que sentimos a quienes están ligados a nosotros por la sangre, se debe extender a todos los hijos de Dios, entonces comprendemos y tratamos de imitar el testimonio de aquellos que gastan su vida al servicio de los que sufren. Pero no sólo la fe mueve al servicio, pues incluso los no creyentes, cuando descubren la dignidad del ser humano y de toda la creación, aprenden a amar y a servir al prójimo. La armonía familiar supone que cada uno de sus miembros acepta y realiza,
CONÓCELA
Las bases del servicio La armonía familiar supone que cada uno de sus miembros acepta y realiza, por amor, el servicio que le corresponde. Por ello es importante enseñar a nuestros hijos desde pequeños a servir, y ayudar así a todos. La familia es una verdera escuela de valores que nos enseña a servir al prójimo y a la sociedad.
por amor, el servicio que le corresponde; cuando un miembro falla, daña a todos. Cuando ambos padres tienen que trabajar fuera del hogar se hace más
necesario que los hijos aprendan a servirse y a servir a sus hermanos. De este modo, el hogar se convierte en una escuela de hombres y mujeres útiles, llenos de un gran espíritu de servicio. Por ello tomemos en cuenta las siguientes recomendaciones: 1. Aunque es cierto que los padres sirven a sus hijos por obligación, háganles ver que lo hacen más por amor. 2. Eviten pagar a sus hijos por un servicio al hogar porque destruyen la gratuidad del amor. 3. No carguen sobre alguno de sus hijos los servicios que deben repartir equitativamente entre todos. 4. No discriminen a sus hijas dándoles tareas distintas a las de sus hermanos. 5. Enseñen a los hijos mayores a preocuparse por los más chicos y a ayudarlos económicamente cuando ya trabajen. 6. Como familia escojan algún servicio a la sociedad o a la Iglesia y cúmplanlo responsablemente. 7. Si nuestro trabajo consiste en dar algún servicio, transformemos la obligación en amor al prójimo y hagamos más de lo que estamos obligados a hacer. 8. Pertenecer a un grupo de voluntariado en una causa de nuestro interés es una gran oportunidad de servir. 9. Hay personas que nos sirven porque necesitan ganarse la vida. Agradezcamos su servicio y tratemos a esos servidores reconociendo su dignidad. La propina es un signo de agradecimiento por el trabajo que realizan.
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UnaconIglesia conIglesia voz con voz Una Iglesia voz Una y esperanza y esperanza y esperanza
“Los hombres son mejores“Los de lohombres son mejores de lo
“Los hombres son mejores de lo que pensamos... ¡Dios también!”. que pensamos... ¡Dios también!”. que pensamos... ¡Dios también!”. P. Werenfried van Straaten
P. Werenfried van StraatenP. Werenfried van Straaten
Mensajes del corazón orante de la Iglesia
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Mensajes delMensajes corazón orante del corazón de la Iglesia orante de la Iglesia
Navidad: H H Hacerse regalo para todos, convertirse en Don
asta el momento son 35 congregaciones religiosas contemplativas, las que atendieron el llamado de la Fundación Pontificia Ayuda a la asta IglesiaelNecesitada, para unirse una campaña de oración pedir por la salud del religiosas mundo, momento son 35 en congregaciones asta el momento religiosas sonpara 35 congregaciones contemplativas, las quelosatendieron contemplativas, el llamado las que de atendieron la Fundación el llamado de la Fundación enfermos, sus familias y el término de la pandemia del COVID-19. Aquí algunos de sus mensajes:
Pontificia Ayuda a la Iglesia Pontificia Necesitada, Ayuda para a launirse Iglesia enNecesitada, una campaña paradeunirse oración en para una campaña pedir por de la salud oración delpara mundo, pedirlos por la salud del mundo, los memoria de oración diaria permanente para todos. El algunos llamadodelde enfermos, sus familias y elenfermos, término de sus la familias pandemia y el del término COVID-19. de la Aquí pandemia COVID-19. sus mensajes: Aquí algunos de sus mensajes: a la oración es como un grito desde el fondo de nuestros
corazones que en este momento especial de la pandemia, que memoria de oración diariamemoria permanente de oración para todos. diaria El permanente llamado para todos. El llamado está marcado por el sufrimiento y la muerte, deberíamos incluir a la oración es como un grito a ladesde oración el fondo es como de nuestros un grito desde el fondo de nuestros aún más en la intercesión. Desde el comienzo de este flagelo, que en este momento corazones especial que de en la este pandemia, momentoque especial de la pandemia, que no somos indiferentes. Recordamos quecorazones es nuestro llamado defender a la Iglesia y al mundo. Oramos paramarcado pedir la miseriestá por el sufrimiento está marcado y la muerte, por deberíamos el sufrimiento incluir y la muerte, deberíamos incluir cordia de Dios y poner n a la pandemia".aún más en la intercesión. Desde aún más el comienzo en la intercesión. de este flagelo, Desde el comienzo de este flagelo,
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no somos indiferentes. Recordamos no somosque indiferentes. es nuestroRecordamos llamado que es nuestro llamado Hermanas Carmelitas de Figuil, Camerún
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ueridos amigos, benefactores "Ohysí! Levantamos nuestras oraciones.cordia ¡Estamosde juntos Diospara y poner n a la cordia pandemia". de Dios y poner n a la pandemia". colaboradores de ACN-México: estar en esperanza. La vida es más fuerte que la muerte". Hermanas Carmelitas deHermanas Figuil, Camerún Carmelitas de Figuil, Camerún Quiero hacerles llegar a todos un Hermanas Carmelitas, Bosnia-Herzgobina: poco de esta Luz y Bendición que “La oración de la Iglesia dice: "Dios Todopoderoso Eterno, en tu nuestras Hermanas Carmelitas, Morondava, Madagascar: "Oh sí! Levantamos "Oh oraciones. sí! Levantamos ¡Estamos nuestras juntos oraciones. para ¡Estamos juntos para están tanto la inmensidad del universo como los Dios nos ha dado, junto con mano la estar en esperanza. es más en fuerte esperanza. que laLamuerte". vida es más fuerte que la muerte". corazones de los hombres. Escucha las oraciones de tu pueblo y La vidaestar “Sí, en estos tiempos difíciles de prueba global, nunca dejamos dael paz a nuestro tiempo". ¡Sí, la inmensidad del mundo y los Esperanza que nosa suinvita a experimentar de pedirle al Señor que ayude pueblo, como lo hizo por su corazones de los hombres están en manos de Dios! Todos gente en el desierto. Estamos pensando en todos los que están Hermanas Carmelitas, Bosnia-Herzgobina: Hermanas Carmelitas, Bosnia-Herzgobina: Misterio de Belén… especialmente en este nuestros esfuerzos para ayudar a todos los afectados por esta enfermos por este COVID-19. SÍ, con todo nuestro corazón, grave pandemia están en sus manos, y el Señor seguramente participamostan en estaparticular campaña de oración, porque nuestro tiempo que nos hapaístocado “La la Iglesia dice: “La"Dios oración Todopoderoso de la IglesiaEterno, dice: "Dios en tuTodopoderoso Eterno, en tu y dará Morondava, paz a nuestro tiempo, ¡pazoración de amor y de bondad! Hermanas Carmelitas, Morondava, Hermanas bendecirá Carmelitas, Madagascar: Madagascar: Madagascar también se ve afectado. Estamos en contención vivir tan cargado de incertidumbre Poralo tanto, recemos juntos para que los signosestán del Reino de la inmensidad también. En la esperanza de salvación traída por Nuestro frente mano tanto mano están del universo tanto la como inmensidad los del universo como los Dios se extiendan cada vez más en los corazones de las a través dedel su Pasión, muerte y Resurrección, nos laRedentor pandemia corazones de los hombres. corazones Escucha lasdeoraciones los hombres. de tuEscucha pueblo ylas oraciones de tu pueblo y “Sí, enCovid. estos tiempos difíciles “Sí,deenprueba estos personas tiempos global,ynunca difíciles dejamos dedeprueba global, nunca dejamos que la mano Dios detenga todos nuestros mantenemos unidos a todos ustedes para hacer una cadena de pazloahizo nuestro ¡Sí, dalapaz inmensidad a nuestro tiempo". del mundo ¡Sí,ylalos inmensidad del mundo y los de pedirle al Señor que de pedirle a su pueblo, alsufrimientos”. Señor como queloayude hizo por a susupueblo, da como por tiempo". su oraciones para detener esta pandemia. ¡Unión deayude oraciones!”.
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la escasez, el hambre, la necesidad. Por cada uno oramos”. “Nuestro corazón orante, se“Nuestro une al Corazón corazónde orante, Cristose que une ora, al Corazón de Cristo que ora,
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Dona
intercede y está siempre intercede ante el Padre y está por siempre cadavivo unoante de sus el Padre por cada uno de sus Quizás muchos este añovivo no podamos Carmelitas Kiev, Ucrania: hermanos. viviendo hermanos. este tiempo Estamos de prueba viviendo como este untiempo de prueba como un celebrar, como nos Estamos hubiera gustado, este “Los saludo calurosamente y quiero nuestra deasegurarles mayor silencio, momento de mayordeoración mayor de silencio, mayorde mayor oración de mayor momento demomento la Navidad, todos unidos en ofrenda, pidiendo a la Virgen ofrenda, que nos pidiendo ayude para a la Virgen ser hermanas que nos ayude para ser hermanas ¿Tienes alguna intención en especial este mes? TARJETA DE CRÉDITO, CARGO ÚNICO O RECURRENTE PAYPAL torno a la de mesa familiar, intercambio www.acn-mexico.org/donativo-paypal todoswww.acn-mexico.org/quiero-donar los hombres yelmujeres de todos que los de una hombres manera y mujeres u otra que unay almanera ucontribuye otra al Ofrecede una Misa mismo tiempo OXXO BANCOMER caminante para recorrer junto a Es costumbre hacer regalos en navidad. Deposita dando estos dígitos: de regalos, están los sufriendo cantos felicitaciones… CUENTA 0196372457 sostenimiento de un sacerdote en un país necesitado en16yeste momento. están sufriendo Atendemos en este el llamado momento. Atendemos el llamado 4658 2858 0031 1056 CLABE 012180001963724576 www.acn-mexico.org para que pueda ejercer su labormismo pastoral, de la que se INBURSA nosotros nuestro camino, Muchos regalos. Toneladas de papel especial a la oración ante esta especial pandemia, a la oración pedimos ante intensaesta pandemia, pedimos intensasininfo@acn-mexico.org duda, muchosCUENTA recordaremos a seres 50028265021 / CLABE 036180500282650219 / REFERENCIA 11111114 benefician todos sus fieles. Tel.: (55)41613331 Todo depósito a nombre de Ayuda a laque Iglesia que Sufre A.C.la enfermedad mente por los enfermos y por mente los por sufren los enfermos y por los y que sufren la enfermedad y compartiendo nuestras penas pintado, kilómetros de hilo y de lazos www.acn-mexico.org/ofreceunamisa queridos que se Contáctanos han paraido estepersonalizada año, y tu donativo WhatsApp: 55 39279875 darte tu referencia e identificar muerte de sus seres queridos. muerte Pedimos de sus especialmente seres queridos. por Pedimos los especialmente por loslágrimas, dorados, tarjetones enormes que sirven y miserias, nuestras experimentaremos de pobres, esas sillas pobres, losel quevacío están sufriendo ya debido los queaestán todasufriendo esta situación ya debido a toda esta situación angustias esperanzas. vacías… pero esa nostalgia, dar Por paso la escasez, el hambre, ladebe necesidad. la escasez, elcada hambre, unola oramos”. necesidad. Porycada uno oramos”. Un Dios para felicitarnos. Pero esto es muy fácil, y que viene a traernos la salvación. A demasiado cómodo. A un cristiano se le al verdadero sentido de la Navidad, aquella exige mucho más. Tiene la obligación, no todos. Carmelitas Ucrania: Carmelitas Kiev, Ucrania: primera Navidad enKiev, que Dios asumió de hacer regalos, sino de convertirse él en nuestra condición humana, para que hoy “Los saludo calurosamente“Los y quiero saludo asegurarles calurosamente nuestra y quiero asegurarles nuestra Alegría, porque al hombre regalo, de convertirse en don. Hacer de su todos esos familiares nuestros que ya no vida intención una entrega sinalguna reservas. Para todos. se le DEda una nueva posibilidad que comparten nuestra vida terrena, participen ¿Tienes alguna en especial ¿Tienes este mes? intención en especial este mes? TARJETA DE CRÉDITO, CARGO ÚNICO OTARJETA RECURRENTE CRÉDITO, CARGO ÚNICO PAYPAL O RECURRENTE PAYPAL www.acn-mexico.org/quiero-donar www.acn-mexico.org/quiero-donar www.acn-mexico.org/donativo-paypal www.acn-mexico.org/donativo-paypal podría parecer una locura. “Dios se Ofrece una Misa y al mismo tiempo contribuye Ofrece una al Misa y al mismo tiempo contribuye al para siempre de esa otra gran familia en el OXXO OXXO BANCOMER BANCOMER Deposita dando estos 16 dígitos: ha hecho Deposita dando estos 160196372457 dígitos: CUENTA CUENTA 0196372457 sostenimiento de un sacerdote un sostenimiento país necesitado un sacerdote un país necesitado Esto enquiere serdeACN, y enles invita a hombre cielo. 4658 2858 0031 1056 4658 2858 0031 1056 para que el hombre CLABE 012180001963724576 CLABE 012180001963724576 www.acn-mexico.org www.acn-mexico.org para que pueda ejercer su labor pastoral, para que de la pueda que se ejercer su labor pastoral, de la que se INBURSA INBURSA ustedes a unirse a esta causa, convertirnos pueda llegar a ser Dios”. Pensándolo CUENTA 50028265021 / CLABE 036180500282650219 CUENTA 50028265021 / REFERENCIA / CLABE 11111114 036180500282650219 / REFERENCIA 11111114 info@acn-mexico.org info@acn-mexico.org todos sus fieles. benefician todos sus fieles. Tel.: (55)41613331 Tel.: (55)41613331 Todo depósito a nombre de Ayuda a la Iglesia Todoque depósito SufreaA.C. nombre de Ayuda a la Iglesia que Sufre A.C. enbenefician regalo para aquellos que más sufren bien, habría para volverse locos. Nunca olviden que Cristo viene para www.acn-mexico.org/ofreceunamisa www.acn-mexico.org/ofreceunamisa WhatsApp: 55 39279875 WhatsApp: 55 39279875 Contáctanos para darte tu referencia personalizada Contáctanos e identificar para dartetutudonativo referencia personalizada e identificar tu donativo hoy en la tierra, para que todos sepan y ¡Locos de alegría! llenarnos de alegría. El ángel lo anuncia a experimenten la Alegría de la Navidad. los pastores: “No temáis, pues os anuncio Cristo nos trae sus dones. una gran alegría, que lo será para todo el Mejor; no nos trae sus dones: ¡se Feliz Navidad a todos. pueblo”. (Lc 2,10) Alegría, porque sabemos hace don! El don por excelencia. que hay un Dios que piensa en el hombre P. Ángel L. Lorente Por ello yo los invito a que también con amor, que baja hasta el hombre, ¡que Asesor Espiritual de ACN-México nosotros nos convertirnos en don. se hace hombre!. Un Dios que se hace DONA
TARJETA DE CRÉDITO/DÉBITO, CARGO ÚNICO O RECURRENTE www.acn-mexico.org/quiero-donar OXXO Depositando a tarjeta Inbursa 4658 2858 0031 1056
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27 de diciembre de 2020 / No. 1329
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