PERIODISMO CATÓLICO; FE QUE SE HACE CULTURA No. 1363 / $13.00
22 de agosto de 2021 / AÑO 27
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PENSAR Y AGRADECER
TEMA DE LA SEMANA
JAIME SEPTIÉN
Pistas para soñar juntos
Lo que sí podemos hacer para cuidar a los otros y al mundo Págs. 2-4
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E
n el libro Soñemos juntos el camino a un futuro mejor, que reúne conversaciones del Papa Francisco con el periodista inglés Austen Ivereigh, hay muchísimas pistas para quienes estén, en esto largos meses de pandemia, aspirando a no quedarse estáticos y a salir de los días oscuros con una nueva esperanza. Espigo algunas frases en las que el pontífice argentino nos indica por dónde podemos caminar (en comunidad) para que el arca de este “momento Noé” que estamos atravesando ni se nos hunda ni se nos pierda en la inmensidad del desaliento: “Para salir mejores de esta crisis, necesitamos ver claro, elegir bien y actuar en consecuencia. Hablemos del cómo. Atrevámonos a soñar” “¿Cuál es el fruto más grande de una crisis personal? Diría que la paciencia, condimentada con un sano sentido del humor, que nos permite aguantar y crear espacio para el cambio” “Para ayudarnos a visualizar este futuro mejor, podemos pensar en esas tres T que los movimientos populares promueven. Si ponemos la tierra, el techo y el trabajo dignos para todos en el centro de nuestras acciones, podemos crear un círculo virtuoso que, con el tiempo, nos ayude a restaurar la dignidad” “Nuestro mayor poder no es el respeto que los otros nos tienen, sino el servicio que podemos ofrecer a los demás” “Lo que tenemos que evitar es la tentación de girar sobre nosotros mismos” Buenos consejos para combinar un ambicioso plan de navegación con un modesto, pero efectivo, muelle donde echar amarras. OPINIÓN / PUNTO DE VISTA
CUSTODIOS DE LA TRADICIÓN POR MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN OBISPO EMÉRITO
P. 14
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tema de la semana
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DIRECtorio Jaime Septién Crespo Fundador y Director General Maité Urquiza Guzzy Fundadora y Directora General Adjunta Francisco Septién Urquiza Proyectos especiales
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El destino universal de los bienes y la virtud de la esperanza Audiencia General de Francisco, miércoles 26 de agosto de 2020, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico. Cuarta catequesis de una serie de nueve, titulada “Curar al mundo”
Rogelio Hernández Murillo Gerente de ediciones Diana R. García Bayardo Rubicela Muñiz Patiño Editoras Rosa María López Martínez Diseño Octavio Espinosa Murillo Diseño publicidad María del Carmen Velasco Zamudio Gerente de administración Fernando Maya Solano Teresita Solano Barrera Auxiliares administrativos Óscar Uresti Serrano Gerente de ventas Patricia V. Flores Mosqueda Publicidad y suscripciones Agustín Morales Cabello Carmelo Aguillón Sánchez Salvador González Núñez Circulación Verónica Landaverde León Asistente de dirección Mariano Azuela Güitrón, Francisco Prieto Echaso, Pbro. Tomás de Hijar Ornelas, Felipe de Jesús Monroy González, Juan Carlos Moreno Romo Consejo Editorial “El Observador de la actualidad” es una publicación semanal de Clip Art de Querétaro, S.A. de C.V. Querétaro, Qro. México Tels. 442-214-1842 y 442-214-5475 Correo electrónico: mensaje@elobservadorenlinea.com Editor responsable: Jaime Ignacio Septién Crespo Número de Certificado de Reserva de Derechos por INDAUTOR: 04-2001-101011080200-101 Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido por SEGOB: 17287 Los artículos firmados son responsabilidad del autor.
Biblioteca del Palacio Apostólico, actual lugar de las audiencias generales. / Foto: Captura de pantalla de un video de Vatican News.
Q
ueridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Ante de la pandemia y sus consecuencias sociales, muchos corren el riesgo de perder la esperanza.
En este tiempo de incertidumbre y de angustia, invito a todos a acoger el don de la esperanza que viene de Cristo. Él nos ayuda a navegar en las aguas turbulentas de la enfermedad, de la muerte y de la injusticia, que no tienen la última palabra sobre nuestro destino final. La pandemia ha puesto de relieve y agravado problemas sociales,
sobre todo la desigualdad. Algunos pueden trabajar desde casa, mientras que para muchos otros esto es imposible. Ciertos niños, a pesar de las dificultades, pueden seguir recibiendo una educación escolar, mientras que para muchísimos otros esta se ha interrumpido bruscamente. Algunas naciones poderosas pueden emitir moneda para afrontar la emergencia, mientras que para otras esto significaría hipotecar el futuro. Estos síntomas de desigualdad revelan una enfermedad social; es un virus que viene de una economía enferma. Tenemos que decirlo sencillamente: la economía está enferma. Se ha enfermado. Es el fruto de un crecimiento económico injusto —esta es la enfermedad: el fruto de un crecimiento económico injusto— que prescinde de los valores humanos
fundamentales. En el mundo de hoy, unos pocos muy ricos poseen más que todo el resto de la humanidad. Repito esto porque nos hará pensar: pocos muy ricos, un grupito, poseen más que todo el resto de la humanidad. Esto es estadística pura. ¡Es una injusticia que clama al cielo! Al mismo tiempo, este modelo económico es indiferente a los daños infligidos a la casa común. No cuida de la casa común. Estamos cerca de superar muchos de los límites de nuestro maravilloso planeta, con consecuencias graves e irreversibles: de la pérdida de biodiversidad y del cambio climático hasta el aumento del nivel de los mares y a la destrucción de los bosques tropicales.
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a desigualdad social y el degrado ambiental van de la mano y tienen la misma raíz (cfr. Enc. Laudato si’, 101): la del pecado de querer poseer, de querer dominar a los hermanos y las hermanas, de querer poseer y dominar la naturaleza y al mismo Dios. Pero este no es el diseño de la creación. «Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la humanidad para que tuviera cuidado de ellos» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2402). Dios nos ha pedido dominar la tierra en su nombre (cfr. Gén 1, 28), cultivándola y cuidándola como un jardín, el jardín de todos (cfr. Gen 2,15). «Mientras “labrar” significa cultivar, arar o trabajar [...], “cuidar” significa proteger, custodiar, preservar» (LS, 67). Pero cuidado con no interpretar esto como carta blanca para hacer de la tierra lo que uno quiere. No. Existe «una relación de reciprocidad responsable» (ibid.) entre nosotros y la naturaleza. Una relación de reciprocidad responsable entre nosotros y la naturaleza. Recibimos de la creación y damos a nuestra vez. «Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla» (ibid.). Ambas partes. De hecho, la tierra «nos precede y nos ha sido dada» (ibid.), ha sido dada por Dios «a toda la humanidad» (CIC, 2402). Y por tanto es nuestro deber hacer que sus frutos lleguen a todos, no solo a algunos. Y este es un elemento clave de nuestra relación con los bienes terrenos. Como recordaban los padres del concilio Vaticano II «el hombre, al usarlos, no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás» (Const. past.
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Gaudium et spes, 69). De hecho, «la propiedad de un bien hace de su dueño un administrador de la providencia para hacerlo fructificar y comunicar sus beneficios a otros» (CIC, 2404). Nosotros somos administradores de los bienes, no dueños. Administradores. “Sí, pero el bien es mío”. Es verdad, es tuyo, pero para administrarlo, no para tenerlo egoístamente para ti. Para asegurar que lo que poseemos lleve valor a la comunidad, «la autoridad política tiene el derecho y el deber de regular en función del bien común el ejercicio legítimo del derecho de propiedad» (ibid., 2406). La «subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes [...] es una “regla de oro” del comportamiento social y el primer principio de todo el ordenamiento ético-social» ( LS, 93). Las propiedades, el dinero son instrumentos que pueden servir a la misión. Pero los transformamos fácilmente en fines, individuales o colectivos. Y cuando esto sucede, se socavan los valores humanos esenciales. El Homo sapiens se deforma y se convierte en una especie de homo œconomicus —en un sentido peor— individualista, calculador y dominador. Nos ol-
vidamos de que, siendo creados a imagen y semejanza de Dios, somos seres sociales, creativos y solidarios, con una inmensa capacidad de amar. Nos olvidamos a menudo de esto. De hecho, somos los seres más cooperativos entre todas las especies, y florecemos en comunidad, como se ve bien en la experiencia de los santos. Hay un dicho español que me ha inspirado esta frase, y dice así: florecemos en racimo como los santos.
Florecemos en comunidad como se ve en la experiencia de los santos. Cuando la obsesión por poseer y dominar excluye a millones de personas de los bienes primarios; cuando la desigualdad económica y tecnológica es tal que lacera el tejido social; y cuando la dependencia de un progreso material ilimitado amenaza la casa común, entonces no podemos quedarnos mirando. No, esto es desolador. ¡No podemos quedarnos mirando! Con la mirada fija en Jesús (cfr. Heb 12, 2) y con la certeza de que su amor obra mediante la comunidad de sus discípulos, debemos actuar todos juntos, en la esperanza de generar algo diferente y mejor.
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La esperanza cristiana, enraizada en Dios, es nuestra ancla. Ella sostiene la voluntad de compartir, reforzando nuestra misión como discípulos de Cristo, que ha compartido todo con nosotros. Y esto lo entendieron las primeras comunidades cristianas, que como nosotros vivieron tiempos difíciles. Conscientes de formar un solo corazón y una sola alma, ponían todos sus bienes en común, testimoniando la gracia abundante de Cristo sobre ellos (cfr. Hch 4, 32-35). Nosotros estamos viviendo una crisis. La pandemia nos ha puesto a todos en crisis. Pero recordad: de una crisis no se puede salir iguales, o salimos mejores, o salimos peores. Ésta es nuestra opción. Después de la crisis, ¿seguiremos con este sistema económico de injusticia social y de desprecio por el cuidado del ambiente, de la creación, de la casa común? Pensémoslo. Que las comunidades cristianas del siglo XXI puedan recuperar esta realidad —el cuidado de la creación y la justicia social: van juntas—, dando así testimonio de la Resurrección del Señor. Si cuidamos los bienes que el Creador nos dona, si ponemos en común lo que poseemos de forma que a nadie le falte, entonces realmente podremos inspirar esperanza para regenerar un mundo más sano y más justo. Y para finalizar, pensemos en los niños. Leed las estadísticas: cuántos niños, hoy, mueren de hambre por una no buena distribución de las riquezas, por un sistema económico como he dicho antes; y cuántos niños, hoy, no tienen derecho a la escuela, por el mismo motivo. Que esta imagen, de los niños necesitados por hambre y por falta de educación, nos ayude a entender que después de esta crisis debemos salir mejores. Gracias.
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Sanar al mundo con la mirada del otro contigo” porque es así, como podrás sentir y gustar las maravillas de Dios en cada uno de los regalos que Él te otorga a partir de su creación.
Por Angelo De Simone
U
na de las mayores crisis que nos ha tocado afrontar como cristianos es la de la pandemia y las consecuencias que ha ido arrojando para cada uno de nosotros. En estos tiempos, la famosa frase que dirige Dios a Caín: “¿Dónde está tu hermano?” impacta sobre cada uno de nuestros corazones cuando somos indiferentes ante la miseria del otro. Muchas veces, en medio del egoísmo y la soberbia podemos hacer resonar la respuesta de Caín a Dios “¿acaso soy yo guardián de mi hermano?” negándole la mano a un semejante por su condición social, creencia, tendencia política, entre otros. Hoy, en medio de esta ceguera espiritual, donde la desigualdad social nos crea cataratas de división, se hace cada vez más necesaria la consulta oftalmológica de la fe, donde un colirio dilate las pupilas de nuestros ojos para descubrir el “plus” de realidad que “está al otro lado” y nos permita reconocerlo en medio de la enfermedad. Esta es la receta espiritual otorgada por Jesús ante la pandemia de la desigualdad: La educación de la mirada. Efectivamente cuando nos dilatan la pupila, podemos tener la percepción de ver bastante distorsionadas las cosas y vernos encandilados por la luz, pero esa sensación abrumadora, ¿muchas veces no la ocasiona también el palpar la realidad del mundo? ¿Acaso la solución no será confrontar esa miseria para luego tener un diagnóstico más preciso de nuestro visión en el espíritu?
2 CONTEMPLA LA CREACIÓN Y PRESÉRVALA:
Descubre la presencia de Dios en la creación contemplando cada detalle de la misma, orando con cada sonido y sensación experimentada. Disponte a comunicar tu experiencia para que muchos otros puedan reconocer que nuestra casa común es como una hermana, con la cual compartimos la existencia y la gracia del amor de Dios.
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Hoy, nuestro mundo, abatido por la soberbia humana, reclama la educación de la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron. Se trata de educar una mirada que devele la mentira de la realidad y nos ayude a que el tránsito por los escenarios humanos se haga con los ojos abiertos, ofreciendo una nueva fuente de conocimiento que brota de la indignación conmocionada por tanto sufrimiento inocente e injusto que nos hiere. Esta desigualdad e indiferencia social, no solo está cegando a nuestros hermanos espiritualmente, sino que ha repercutido perjudicialmente en nuestra relación con la casa común. La indiferencia del hombre ha llegado al punto de ocasionar la pérdida del sentido de pertenencia de aquel lugar creado por Dios para alcanzar el fin último del hombre: dar gloria a aquel que nos ha amado primero. Lamentablemente, no hemos descubierto que en esa creación, po-
demos palpar de manera importante el amor que Dios ha tenido para con nosotros, sintiendo cada caricia en una brisa de verano, o una lluvia que limpia nuestra cara, tantas manifestaciones de su amor que solo lograremos descubrir si sentimos y gustamos las cosas en Él. Por ello es importante reflexionar y poner en práctica estas 3 claves para educar la mirada y combatir esta enfermedad social que tanto daño le ha hecho al mundo: 1 CONTEMPLA LA REALIDAD Y TRANSFÓRMALA:
Interpela cuantas veces sea necesario la realidad, buscando hacer nuevas todas las cosas en Cristo, incluyendo, la meritoria tarea de cuidar nuestra casa común. Es importante que pongas en práctica esta oración ignaciana antes de empezar el día: “Señor, que todos mis deseos, pensamientos y sentimientos, estén orientados a encontrarme
3 CONTEMPLA Y DÉJATE CONTEMPLAR POR EL OTRO:
Muchos santos han puesto en práctica esta educación de la mirada, porque con tan solo contemplar al otro, reconociendo en ellos la presencia de Dios, han experimentado una auténtica revolución epistemológica que les invita a la acción dentro de la contemplación. Da los buenos días, pide disculpas cuando te equivoques, agradece las buenas acciones, envía un mensaje a alguien que se encuentra solo. Estas pequeñas acciones, nos ayudan a caminar en unión al otro, porque este último nos singulariza cuando nos da la responsabilidad de socorrerle, arrancándonos del individualismo que muchas veces nos ciega y nos aleja de Dios. Que este virus social, de la indiferencia y la desigualdad, sea erradicado por la inmunidad de rebaño que nos dio Jesús con su muerte y resurrección, a través de la vacuna por excelencia de la gracia: el amor a Dios desde el amor al prójimo y a la casa común.
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La mirada del laico en san Juan Diego La espiritualidad laical está atenta a la presencia y la acción de Dios en la vida de las personas. Por Sergio Estrada
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el 31 de julio al 6 de agosto se realizó de manera virtual el Congreso Internacional por el 19° Aniversario de la Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. En el evento de conferencias y cultura se presentaron temas sobre “El laico Juan Diego”, “La música en la imagen guadalupana”, “Las estrellas en el manto”, entre otras más. En el congreso virtual, que fue organizado por el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos a cargo del monseñor Eduardo Chávez, tuvo lugar la conferencia de Mons. Enrique Glennie Grauer, quien es doctor en teología espiritual y canónigo de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, con el título “Desde la mirada del laico, san Juan Diego enseña a ver a la Virgen en este mundo y la manera de ser santo”. Mons. Glennie explicó que para entender la importancia de la espiritualidad laical de nuestro santo y el influjo que puede tener en nuestra vida cristiana, es necesario tener en cuenta algunos conceptos sobre el laicado y su acción en la Iglesia y el mundo, manteniendo al mismo tiempo la visión de la vida y el ejemplo de vida del humilde vidente: “san Juan Diego ofrece una rica gama de realidades y valores espirituales cristianos que son perennes, para encontrar una motivación a vivir en inspiración de santa María de Guadalupe”. El Papa san Juan Pablo II decía, parafraseando el Evangelio:
Foto: Cathopic.com
Congreso completo » YouTube: Instituto Superior de Estudios Guadalupanos ISEG “Yo te alabo Padre porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla”. Estas palabras son una invitación para alabar y dar gracias a Dios por el primer santo indígena del continente americano: “Durante muchos años este laicado estuvo en segundo lugar de la vida de la Iglesia, generándose una relación contrapuesta entre monjes, sacerdotes y laicos”, comentó Mons. Glennie.
“Sin embargo, para el Concilio Vaticano II la misión de la Iglesia consiste en propagar el Reino de Dios ordenando todo el mundo hacia Cristo y, entrando en este momento la participación del laicado, señalando algunas peculiaridades de sus condicionamientos para que su estilo de vida brille con el testimonio de fe, esperanza y caridad. Se trata de impregnar el mundo con los valores evangélicos y de cooperar en la edificación de la Iglesia a través del servicio específico a ejemplo de san Juan Diego”, señalo el Canónigo de la Basílica de Guadalupe. San Juan Diego, como laico, contribuyó en nuestra patria a través del mensaje de la Virgen de Guadalupe para la edificación de la
Iglesia en nuestro continente, convirtiéndose en un elemento clave de evangelización. En la acción de los laicos en la Iglesia las diversas formas de asociación, resultan de ordinario muy efectivas, pero el testimonio individual como el del santo, implica una irradiación de persona a persona y la constancia en testimoniar la fuerza del evangelio en la vida cotidiana de los hombres, propiciando cambios sociales y religiosos. El investigador explicó que la Iglesia tiene dos signos de identidad: La misión y la comunión, esta última como una fuerza vinculante muy grande. Por ella, el pastor sacerdote debe discernir autorizadamente, tanto la doctrina como la práctica pastoral, en la aportación específica de los laicos, como testimonio de fidelidad y compromiso con el Evangelio y de correspondencia con los pastores de la Iglesia.
SAN JUAN DIEGO AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN
El canónigo de la Basílica mariana señaló que el hombre, que recibe y lleva el carisma de San Juan Diego, es un servidor suyo y en esta encomienda el iluminador no es la persona sino su misión y ya no entiende su existencia sino en función de su misión. A partir del encuentro con la Virgen, san Juan Diego dedica su vida a servir a Dios en el humilde servicio del cuidado de la ermita de la Señora del Cielo. La espiritualidad laical, pues, está atenta a la presencia y la acción de Dios en la vida de las personas comunes que responden en las situaciones ordinarias de su vida.
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TRIPAS DE FRAILE Tomás de Híjar Ornelas
El clamor de los haitianos: una oportunidad a la vista La tarea de la Iglesia es hacer accesible el Reino, no usurparlo. Fratelli tutti 54-55
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os 1.300 muertos y cinco mil heridos graves de los que se tiene noticia al cabo de dos días del temblor que sacudió Saint-Louis du Sud, a 160 kilómetros de la capital de Haití, Puerto Príncipe, anticipan un drama mayúsculo ahora mismo por el paso de una tormenta tropical que casi imposibilita las labores de rescate, en uno de los países más empobrecidos del mundo y destapa recuerdos dolorosos y recientes respecto al movimiento telúrico que en el 2010 dejó 200.000 muertos y más de 300.000 lesionados en la nación caribeña, ya de suyo postrada por los efectos de la crisis pandémica del covid-19 y el magnicidio asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio del año en curso.
En ese marco el episcopado mexicano divulga su mensaje ‘Llamado a la solidaridad con Haití’, este domingo 15 de agosto de 2021. Lo firman don Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM y don Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán y Presidente de Cáritas Mexicana, y ofrecen, por conducto de esta instancia, a los católicos de esta nacionalidad ocasión para sumarnos al apoyo en las necesidades más inmediatas de los haitianos, a través de una colecta especial con ese propósito, y luego de implorar “la protección maternal de Santa María de Guadalupe, Emperatriz de América”, recuerdan “que todas las acciones solidarias a favor del cuidado y protección de la vida hu-
mana” son la “expresión de la más alta caridad, que solo proviene del amor de Cristo, Señor y Maestro”. Desde esta perspectiva y desde la del Evangelio, ¿qué viene a ser el pueblo de Haití en estos momentos, sino “el hoyo negro de una cultura individualista de la libertad y el progreso abiertamente ligada con un materialismo comprometido con las cosas y el consumo”? Pero también ocasión para que la forma fidei recobre su cercanía e inmediatez con la vida ordinaria y no otra cosa viene a ser el colapso humanitario de los haitianos, ya tan probados por la criba de la violencia, la impunidad, la corrupción policial y la pobreza extrema. Haití fue en su tiempo el caldo de cultivo del colonialismo europeo en su fase más predadora y corro-
siva. Sólo en tiempos del dominio francés (que comenzó en 1697), los esclavos llegaron a ser hasta 300.000 frente a 12.000 personas libres; su revolución, casi paralela a la de Francia, un modelo de posturas erráticas y perversas en las que el odio atizó el rencor acumulado hasta convertirlo en una carga explosiva que nada jamás, hasta la fecha, ha desactivado. Estéril resulta lamentar el precario legado de la civilización cristiano occidental en la porción isleña ocupada por Haití, no, en cambio, hacer hacer un balance honesto de lo que a quienes formamos parte de esa cultura nos toca remediar. El odio acumulado por el capitalismo predador tiene un sesgo que en su tiempo bendijo la Iglesia, la mancuerna altar – trono del antiguo régimen. Ahora nos toca saldarla con la única medida honrosa para casos como este: la solidaridad subsidiaria, cuya premisa es capitalizar “el esfuerzo de uno o de toda la Comunidad por reponer a aquel o aquellos que se vean afectados en su dignidad de persona para que, una vez recuperada tal dignidad, se puedan reincorporar al esfuerzo que supone la solidaridad contributiva”. Que nada nos impida ya sumarnos al rescate integral del pueblo haitiano y como de paso poner a remojar nuestras barbas…
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SER JOVEN
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Inteligencia emocional en tiempos de redes sociales Hoy tenemos que aprender a interactuar de forma inteligente con las emociones, con la motivación y el entusiasmo personal para tener activa cualquier red social en la que compartimos fotografías, historias o los famosos reel. En esta edición de El Observador de la Actualidad daremos algunos consejos para ser exitoso emocionalmente en tiempos de redes sociales Por Mary Velázquez Dorantes
PLANTEATE LA REALIDAD DE LAS CIRCUNSTANCIAS
Algunos experimentos sobre el autocontrol, la empatía, la motivación en las personas que tienen activa una cuenta en redes sociales, específicamente en Instagram o Facebook, revelan una baja emocional en los usuarios, convirtiéndose en casos de depresión, frustración, ansiedad, desconsuelo e incluso pensamientos suicidas. Ante ello la inteligencia emocional tiene que ser activada de manera urgente para que al tener una cuenta en el mundo social, te puedas posicionar en la realidad que te rodea y evitar compararte con otros usuarios en redes; además de compartir contenido lleno de credibilidad y que favorezca a tu propio entusiasmo. Tu contenido debe estar alejado del conflicto interior que puedas experimentar y te debe ayudar a superar tus barreras sobre preguntas como: quién eres, cuál es tu misión en la vida, qué te interesa. Actualmente es muy común la pérdida de identidad, la baja autoestima o incluso la creación de un mundo socialmente falso, y es gracias a la falsa realidad que las redes sociales ofrecen.
CREA Y BUSCA CONTENIDO QUE TE FORTALEZCA Entre los billones de contenidos que se suben cada minuto, es necesario que como usuarios creemos y compartamos contenidos que fortalezcan nuestras emociones positivas, para que activen la zona creativa de nuestro cerebro, alerten la curiosidad, pero sobretodo contenidos que eviten que nuestros pensamientos, actos y sensaciones se vean atacados por mensajes que debiliten nuestra esencia como seres humanos. Recordemos que el 50% de nuestra inteligencia emocional está relacionada con los sentimientos de aquello que vemos,
y el otro 50% está relacionada con las intenciones y motivaciones que otras personas tienen al compartir determinados contenidos audiovisuales en las redes sociales.
APRENDER A SER SOCIABLES
Tenemos seguidores, seguimos a personas, le ponemos valor a los números y estadísticas que las redes sociales representan, pero dichos números no tienen nada que ver con las habilidades de aprender a ser sociales de forma inteligente; las relaciones digitales se pueden convertir en un problema que genere caos y desestabilidad.
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Las redes sociales nos deben ayudar a construir puentes con nuestras relaciones físicas, y no únicamente virtuales. Debemos reflexionar que en las redes sociales tenemos quizás una personalidad un poco diferente al mundo real, pero que también nos ayuda a complementarnos. El hecho de aprender a ser sociables en las redes implica ser conscientes de quiénes somos, quiénes son las personas con las que tratamos, cómo nos relacionamos con ellas, e incluso quiénes son simplemente seguidores y quiénes son los verdaderos amigos. La inteligencia emocional es una capacidad que debemos desarrollar de forma continua, aprendiendo a identificar la información asertiva que nos llega por medio de las redes sociales, así como los períodos de desconexión que nos ayudarán a reflexionar sobre otros asuntos de nuestra vida. Recordemos que todo aquello que vemos o consumimos en redes sociales, nos produce una emoción, por lo tanto tenemos que distinguir entre lo que produce efectos positivos o negativos. Cada vez que entres a tus redes sociales, recuerda los tres pasos que te mencionamos, y estabiliza tus emociones.
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La mirada del laico en san Juan Diego La espiritualidad laical está atenta a la presencia y la acción de Dios en la vida de las personas. Por Sergio Estrada
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el 31 de julio al 6 de agosto se realizó de manera virtual el Congreso Internacional por el 19° Aniversario de la Canonización de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. En el evento de conferencias y cultura se presentaron temas sobre “El laico Juan Diego”, “La música en la imagen guadalupana”, “Las estrellas en el manto”, entre otras más. En el congreso virtual, que fue organizado por el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos a cargo del monseñor Eduardo Chávez, tuvo lugar la conferencia de Mons. Enrique Glennie Grauer, quien es doctor en teología espiritual y canónigo de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, con el título “Desde la mirada del laico, san Juan Diego enseña a ver a la Virgen en este mundo y la manera de ser santo”. Mons. Glennie explicó que para entender la importancia de la espiritualidad laical de nuestro santo y el influjo que puede tener en nuestra vida cristiana, es necesario tener en cuenta algunos conceptos sobre el laicado y su acción en la Iglesia y el mundo, manteniendo al mismo tiempo la visión de la vida y el ejemplo de vida del humilde vidente: “san Juan Diego ofrece una rica gama de realidades y valores espirituales cristianos que son perennes, para encontrar una motivación a vivir en inspiración de santa María de Guadalupe”. El Papa san Juan Pablo II decía, parafraseando el Evangelio:
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“Sin embargo, para el Concilio Vaticano II la misión de la Iglesia consiste en propagar el Reino de Dios ordenando todo el mundo hacia Cristo y, entrando en este momento la participación del laicado, señalando algunas peculiaridades de sus condicionamientos para que su estilo de vida brille con el testimonio de fe, esperanza y caridad. Se trata de impregnar el mundo con los valores evangélicos y de cooperar en la edificación de la Iglesia a través del servicio específico a ejemplo de san Juan Diego”, señalo el Canónigo de la Basílica de Guadalupe. San Juan Diego, como laico, contribuyó en nuestra patria a través del mensaje de la Virgen de Guadalupe para la edificación de la
Iglesia en nuestro continente, convirtiéndose en un elemento clave de evangelización. En la acción de los laicos en la Iglesia las diversas formas de asociación, resultan de ordinario muy efectivas, pero el testimonio individual como el del santo, implica una irradiación de persona a persona y la constancia en testimoniar la fuerza del evangelio en la vida cotidiana de los hombres, propiciando cambios sociales y religiosos. El investigador explicó que la Iglesia tiene dos signos de identidad: La misión y la comunión, esta última como una fuerza vinculante muy grande. Por ella, el pastor sacerdote debe discernir autorizadamente, tanto la doctrina como la práctica pastoral, en la aportación específica de los laicos, como testimonio de fidelidad y compromiso con el Evangelio y de correspondencia con los pastores de la Iglesia.
SAN JUAN DIEGO AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN
El canónigo de la Basílica mariana señaló que el hombre, que recibe y lleva el carisma de San Juan Diego, es un servidor suyo y en esta encomienda el iluminador no es la persona sino su misión y ya no entiende su existencia sino en función de su misión. A partir del encuentro con la Virgen, san Juan Diego dedica su vida a servir a Dios en el humilde servicio del cuidado de la ermita de la Señora del Cielo. La espiritualidad laical, pues, está atenta a la presencia y la acción de Dios en la vida de las personas comunes que responden en las situaciones ordinarias de su vida.
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Una Iglesia con voz y esperanza
de lo bién!”.
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“Los hombres son mejores de lo que pensamos... ¡Dios también!”. P. Werenfried van Straaten
Mensajes del corazón orante de la Iglesia
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ue atendieron el llamado de la Fundación ración para pedir por la salud del mundo, los gunos de sus mensajes:
ración diaria permanente para todos. El llamado s como un grito desde el fondo de nuestros e en este momento especial de la pandemia, que por el sufrimiento y la muerte, deberíamos incluir intercesión. Desde el comienzo de este flagelo, ferentes. Recordamos que es nuestro llamado glesia y al mundo. Oramos para pedir la miseris y poner n a la pandemia".
SOSHpor Haití
asta el momento son 35 congregaciones religiosas contemplativas, las que atendieron el llamado de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, para unirse en una campaña de oración para pedir por la salud del mundo, los enfermos, sus familias y el término de la pandemia del COVID-19. Aquí algunos de sus mensajes:
"Oh sí! Levantamos nuestras oraciones. ¡Estamos juntos para estar en esperanza. La vida es más fuerte que la muerte". Hermanas Carmelitas, Bosnia-Herzgobina: Hermanas Carmelitas, Morondava, Madagascar:
amos nuestras oraciones. ¡Estamos juntos para anza. La vida es más fuerte que la muerte".
“Sí, en estos tiempos difíciles de prueba global, nunca dejamos de pedirle al Señor que ayude a su pueblo, como lo hizo por su gente en el desierto. Estamos pensando en todos los que están enfermos por este COVID-19. SÍ, con todo nuestro corazón, participamos en esta campaña de oración, porque nuestro país Madagascar también se ve afectado. Estamos en contención también. En la esperanza de salvación traída por Nuestro Redentor a través de su Pasión, muerte y Resurrección, nos mantenemos unidos a todos ustedes para hacer una cadena de oraciones para detener esta pandemia. ¡Unión de oraciones!”.
armelitas, Bosnia-Herzgobina:
Necesitada (ACN)
espués del terremoto de 7.2 de magnitud del 14 de agosto en el que perdieron la vida, hasta el cierre de esta edición, más de 1300 personas y ha dejado al menos 5.700 heridos, Ayuda a la Iglesia Necesitada recibió mensajes desgarradores desde las diócesis afectadas por el sismo, cuyo epicentro fue a 160 kilómetros de la capital. El terremoto dañó sobre todo el sur del país, especialmente las diócesis de Les Cayes, de Anse-á-Veau y la de Jeremie. La única via de acceso a Jeremie está aislada, por eso hay menos información de esta parte de la isla, pero se sabe que también está muy dañada.
“La oración de la Iglesia dice: "Dios Todopoderoso Eterno, en tu mano están tanto la inmensidad del universo como los corazones de los hombres. Escucha las oraciones de tu pueblo y da paz a nuestro tiempo". ¡Sí, la inmensidad del mundo y los corazones de los hombres están en manos de Dios! Todos nuestros esfuerzos para ayudar a todos los afectados por esta grave pandemia están en sus manos, y el Señor seguramente bendecirá y dará paz a nuestro tiempo, ¡paz de amor y bondad! Por lo tanto, recemos juntos para que los signos del Reino de Dios se extiendan cada vez más en los corazones de las personas y que la mano de Dios detenga todos nuestros sufrimientos”.
Hermanas Carmelitas, Tanger, Morocco: “Nuestro corazón orante, se une al Corazón de Cristo que ora, intercede y está siempre vivo ante el Padre por cada uno de sus hermanos. Estamos viviendo este tiempo de prueba como un momento de mayor silencio, de mayor oración de mayor ofrenda, pidiendo a la Virgen que nos ayude para ser hermanas de todos los hombres y mujeres que de una manera u otra están sufriendo en este momento. Atendemos el llamado especial a la oración ante esta pandemia, pedimos intensaMoïse,mente fueporasesinado. medio de los enfermos y porEn los que sufren la enfermedad y de sus seres queridos. Pedimos especialmente por los la ola muerte de violencia y secuestros que pobres, los que están sufriendo ya debido a toda esta situación la escasez, el hambre, la necesidad. cada uno oramos”. está arrasando el país, hayPorfalta de
lluvia Carmelitas y aguaKiev, que ha sumergido a Ucrania: la población rural en la pobreza; “Los saludo calurosamente y quiero asegurarles nuestra después de todo esto, el terremoto TARJETA DE CRÉDITO, CARGO ÚNICO O PAYPAL del sábado anega a miles de familias aRECURRENTE www.acn-mexico.org/donativo-paypal www.acn-mexico.org/quiero-donar OXXO BANCOMER una situación terrible como ninguna Deposita dando estos 16 dígitos: CUENTA 0196372457 4658 2858 0031 1056 CLABE 012180001963724576 www.acn-mexico.org INBURSA otra. Además, las noticias sobre/ CLABE el036180500282650219 CUENTA 50028265021 / REFERENCIA 11111114 info@acn-mexico.org (55)41613331 a nombre de Ayuda a la Iglesia que Sufre A.C. huracánTel.: que se acerca Contáctanos a Todo ladepósito costa WhatsApp: 55 39279875 para darte tu referencia personalizada e identificar tu donativo llena de consternación. El escenario es insostenible. La población está en shock. Dona
e la Iglesia dice: "Dios Todopoderoso Eterno, en tu anto la inmensidad del universo como los os hombres. Escucha las oraciones de tu pueblo y tro tiempo". ¡Sí, la inmensidad del mundo y los os hombres están en manos de Dios! Todos erzos para ayudar a todos los afectados por esta mia están en sus manos, y el Señor seguramente ará paz a nuestro tiempo, ¡paz de amor y bondad! ecemos juntos para que los signos del Reino de dan cada vez más en los corazones de las e la mano de Dios detenga todos Pontificia nuestros Ayuda a la Iglesia Por: Fundación
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memoria de oración diaria permanente para todos. El llamado a la oración es como un grito desde el fondo de nuestros corazones que en este momento especial de la pandemia, que está marcado por el sufrimiento y la muerte, deberíamos incluir aún más en la intercesión. Desde el comienzo de este flagelo, no somos indiferentes. Recordamos que es nuestro llamado defender a la Iglesia y al mundo. Oramos para pedir la misericordia de Dios y poner n a la pandemia". Hermanas Carmelitas de Figuil, Camerún
armelitas de Figuil, Camerún
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Representantes de la Iglesia local desmintieron que el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, esté gravemente herido y que haya quedado bajo los escombros, ya que aseguran, pudo escapar a tiempo.
La Iglesia está dando un esfuerzo sin límite para dar esperanza a la gente en una situación de desesperación, después de tantas catástrofes naturales, en medio de la violencia y la pobreza extrema. En estos momentos difíciles, no podemos dejar abandonada a esa Iglesia que lucha por su gente.
seres queridos, por los heridos y por los que se ven privados de todo. Ayuda a la Iglesia Necesitada enviará ayuda de emergencia al pueblo que sufre en Haití. Si está en tus manos, únete en oración y solidaridad para seguir apoyando las labores de emergencia en Haití. Entra a:
El país sufre conflictos políticos desde 2019 y hace apenas un mes, a principios de julio, el presidente de la República, Jovenel
Desde ACN queremos pedir oraciones por el país, pidamos por todos aquellos que han perdido a
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona y protectora de Haití, les de amparo y consuelo.
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UN ROSARIO POR LA VIDA
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Cuando no oyen razones Sólo por Él nuestra vida, aun en el sufrimiento, puede tener plenitud y sentido. La alegría de contar siempre con Dios tanto en buenos como en malos momentos se aprecia. Eso convence más que un millón de argumentos. Por supuesto, participemos esa alegría a los demás, que obras son amores, no buenas razones.
Por Arturo Zárate Ruiz
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arece inútil razonar sobre la verdad del Cristianismo con no pocos incrédulos, o peor, apóstatas pertinaces. No aceptan escuchar argumentos, más aun cuando ya están habituados a vivir como si no existieran ni Dios ni lo sobrenatural. Aunque no sean indecentes según los estándares mundanos, se niegan a abrazar tanto la ciencia como la fe, como nosotros lo hacemos ventajosamente. Que les basta la ciencia, es más, que no pierden el tiempo en imaginarse, por ejemplo, diabluras tras las enfermedades, pues su tarea es averiguar sólo las causas naturales, y los remedios médicos. Consideran no sólo la fe sino aun el conocimiento filosófico como mera imaginación, por no ser verificables como la verruga de su nariz. Y aunque, de ser así, no tendrían más base que sus volubles sentimientos para indignarse, como presumen, por las injusticias (éstas no tienen largo, ni ancho ni espesor), persisten en considerar lo sobrenatural e incluso el conocimiento verdaderamente filosófico con no más fundamento que la creencia en la kriptonita. Así, dicen, sólo se preocupan por investigar las propiedades visibles del uranio. Ahora bien, que no oigan razones no es excusa para dejar de anunciar el Evangelio: que Dios murió por nosotros, fue sepultado, y resucitó al tercer día, ganándonos así la salvación. Este anuncio no es argumentativo sino informativo. Muchos no distinguen una religión de otra y reducen todas a
No renunciemos, sin embargo, a la tarea argumentativa. Cantamos en la Iglesia, según nos inspira Juan Evangelista, “la señal de los cristianos es amarse como hermanos”.
Foto: Misioneras Clarisas Monterrey / Cathopic.com
celebrar hitos sociales como las bodas y las quinceañeras. Debe quedar claro que el Cristianismo no es cualquier religión. Además, y es lo más importante, este anuncio debe darse porque así nos lo manda el Señor. De hecho, como Él está directamente detrás de este anuncio, su proclamación es más efectiva que todas nuestras argumentaciones juntas. Aunque los renegados no oigan razones, quizá sí podamos convencerlos con el ejemplo de nuestras vidas muy superiores en
sentido y en plenitud, no por el éxito económico (aunque muchas veces lo hay), no por los ratos de contento (aunque abunden), no porque seamos gente muy generosa (a veces son más eficientes muchas organizaciones no gubernamentales en ayudar a los necesitados), no porque seamos de conducta intachable (de hecho, nos reconocemos pecadores y urgidos de conversión), sí porque nuestra vida resplandece, enriquecida por la fe, la esperanza y el amor que nos infunde el mismo Dios.
Pero en un católico el amor no es caramelo. Tan así que Antoine de Saint-Exupéry precisó que debemos poner nuestra inteligencia al servicio del amor. Aunque los incrédulos no acepten nuestros argumentos, no podrán negar que, además de amar, razonamos. Otras religiones sólo creen. En fin, plasmemos también en las bellas artes nuestra vida llena de plenitud y de sentido. Es un hecho que las ciudades preferidas por el turismo mundial son aquellas donde ha florecido el Cristianismo. Allí la huella de nuestra religión inspira aun a los ateos, no así los centros puramente mercantiles o de diversión que sólo se visitan para relajarse. Y las películas que más se ven y libros que más se aprecian son aquellos en que se retrata la complejidad de la vida humana sin perder claridad en lo que es el bien y lo que es el mal, según la divina instrucción; no así las películas y libros que sin dicha inspiración sólo ofrecen amargura, vacío, sin sentido.
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POR MARIO DE GASPERÍN GASPERÍN OBISPO EMÉRITO DE QUERÉTARO
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“Custodios de la tradición”
os cambios en la celebración de la santa misa fue el hecho más visible y sensible para los fieles católicos a propósito de las reformas del Concilio Vaticano II. El uso autorizado de las lenguas vulgares en el culto divino fue uno de los temas más debatidos. Tantos siglos del uso litúrgico del latín explica en parte el que todavía siga generando añoranzas, pero nadie puede dudar de la sabiduría de los Padres conciliares bajo la guía del Espíritu Santo. Las votaciones y las actas del Concilio lo demuestran con creces. La figura de monseñor Marcel Lefebvre vino a catalizar las múltiples críticas y acusaciones virulentas contra el Papa y el Concilio. Éstas se han extendido al papado en general, y ahora toca al Papa Francisco, como él dice, con pena y dolor pero con firmeza, velar por la integridad de la fe y la unidad de la Iglesia católica, porque en el campo de la liturgia se juega la identidad plena y la pertenencia a la Iglesia de Jesucristo. Ce-
Foto: Camilo Ríos Sáez / Cathopic.com
lebramos lo que creemos y creemos lo que celebramos, es la regla. No hay pierde. Sólo se pierde el que lo busca, pues la fe “se proclama con la lengua pero se cree con el corazón”. Algunos grupos del movimiento lefebvriano persisten en el uso del misal preconciliar, editado en latín. Pretenden ampararse en la concesión benévola del papa Benedicto XVI a ciertos grupos y en determinadas situaciones, atendiendo a su sensibilidad religiosa y personal. Sabemos que un idioma conforma no sólo la mente sino el corazón, tanto el pensamiento como el sentimiento de individuos y pueblos. Un cambio lingüístico im-
plica una mutación cultural, lenta pero segura. Lutero se hizo protestante con la Biblia católica. Esta concesión papal fue un acto de benevolencia bajo determinadas condiciones. Y así perdura. Por tanto, no es correcto usarla contra el mismo magisterio pontificio, haciendo a un lado el misal romano publicado por encargo del papa san Pablo VI en obediencia al Concilio Ecuménico Vaticano II. No es aquí lugar para entrar en mayores explicaciones sobre esta reforma conciliar, pero no debemos olvidar que tocar la liturgia, el culto divino, es internarse en el corazón de la Iglesia y en el Misterio redentor de Jesucris-
to. En la liturgia “se ejerce la obra de nuestra redención”, no nuestros gustos. El Papa, junto con los obispos, son los responsables ante Dios de la autenticidad y verdad del culto que rindió Jesucristo al Padre, y que encomendó a su Esposa, la Iglesia: “Hagan esto en memoria mía”, no según el gusto de cada uno. Para eso nos dejó al Espíritu Santo, el cual va embelleciendo y haciendo crecer a la Iglesia hasta que llegue a la plenitud de la belleza de Cristo, y el Padre sea glorificado como merece. Querer detener o bloquear la obra del Espíritu Santo, es temeridad; querer imponer y sacralizar los propios gustos, es autocomplacencia; pensar la iglesia como reunión de amigos, despreciando a la familia de hermanos, los cuales no se eligen sino que se aceptan como regalo de Dios, es sectarismo; condicionar la fe y el culto a Dios a un idioma o a una cultura, es desconocer el misterio de la Encarnación y el destino universal de la salvación. Como nos advierte el papa Francisco, todos debemos cuidar las celebraciones litúrgicas, que sean dignas y piadosamente celebradas; esto no se puede lograr sin la oración, la fe ardiente y la cultura cristiana. El concilio también enseñó que el lenguaje bíblico es “fuente pura y límpida de vida espiritual, sustento y vigor de la Iglesia”. De él se nutre la liturgia. No podemos sacarle la vuelta ni al Concilio ni a Dios.
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¿A quién iremos? XXI DEL TIEMPO ORDINARIO
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Por P. Antonio Escobedo C.M.
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ontinuamos con el discurso del Pan de Vida que hemos estado leyendo los últimos domingos. El día de hoy se presentan las reacciones de algunos seguidores de Jesús. En primer lugar están las palabras de rechazo: “Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?”. No son los judíos los que se quejan, sino los discípulos. Les ofende el lenguaje de Jesús, sus imágenes, sus metáforas. Su resistencia nos hace pensar en Pablo, quien habló del escándalo de la cruz (Gal 5,11) y que también señaló que “la cruz es locura para los que se pierden” (1 Cor 1,18). Los discípulos entran en el grupo de los que murmuran. Recordemos que la murmuración nos remite a los israelitas en el desierto que no confiaban que el Señor proveería por sus necesidades. Ahora son los discípulos quienes desconfían. En este punto necesitamos tener presente que ninguno de nosotros está exento de las dificultades de la vida y, frecuentemente, encontramos obstáculos incluso dentro de la misma Iglesia. ¡Cuántas incoherencias existen! Siempre estaremos tentados a imaginar que Dios nos ha abandonado, que Dios no es de fiar. Jesús responde diciendo: “¿Esto los escandaliza?”. En griego, la palabra escandalizar es si-
Foto: Jmaruiz / Cathopic.com
nónimo de tropezar. Desconcierta que el Evangelio sea causa de que la gente pueda tropezar. Pero es una realidad que no podemos negar. Tal vez sea porque las formas de actuar de Dios no son como las nuestras. Por ejemplo, no salvaríamos el mundo por medio de debilidad, sino por fuerza; no dejaríamos que el Hijo de Dios naciera en un pesebre, sino en un palacio; no to-
maríamos una cruz, sino una espada, o un laboratorio médico, o una rica fundación caritativa, o algún otro instrumento que nos diese la oportunidad de usar fuerza. El Evangelio también causa que gente tropiece porque viene con un precio costoso: cuando Cristo nos llama a comer su carne y beber su sangre, nos está invitando a participar en su muerte.
Eso no es nada agradable. Aquí conviene rememorar a los primeros cristianos que leyeron el Evangelio y experimentaron persecución; conocían a otros cristianos martirizados y sufrían bajo la amenaza del martirio. Muchos se quejaron; otros muchos alabaron al Señor. “Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él”. Los discípulos que dejaron a Jesús claramente esperaban algo diferente de lo que les ofrecía. Esperaban un mesías como David, un gran líder que restableciera sus días de gloria. ¡Lástima! No lograron reconocer o no tuvieron valor de seguir a Jesús por un camino inesperado. No supieron adaptarse a la manera de actuar de Dios. “¿También ustedes quieren dejarme?”. Jesús dirige la pregunta a los doce. No sabemos cuántos discípulos renunciaron, pero permanecieron los doce. Como sucede frecuentemente, Pedro sale como el portavoz de los discípulos: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. No se trata de permanecer con Jesús por falta de otras opciones. Se trata de reconocer que el Señor es lo mejor que nos puede pasar, es lo mejor que podemos elegir delante de muchas alternativas. Para ello es indispensable admitir que Jesús es “el Hijo de Dios viviente”, tal como lo hace Pedro. Y tú, ¿sabes a dónde vas? ¿Sabes a quién estás siguiendo?
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La “zona Dios” de los JJOO, algunos momentos para recordar Cuando aquello de dar lo mejor de uno mismo en el deporte también se mezcla con lo trascendente y el resultado es conmovedor
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“Esta medalla es gracias a Dios”, enfatizó esta ecuatoriana, cuyo camino no estuvo exento de constancia y sacrificio.
Por Pablo Cesio
os Juegos Olímpicos de Tokio, marcados por la incertidumbre de la pandemia del coronavirus, llegaron a su fin el domingo 8 de agosto. Fueron clausurados luego de una serie de jornadas marcadas por el buen desempeño deportivo, siendo Estados Unidos el país que se quedara con más medallas (113) y hasta con algunos papeles históricos como el de Brasil (21 medallas). También estuvo presente a lo largo de estos días el tan mentado “espíritu olímpico”, con algunos gestos que dieron la vuelta al mundo, desde el compartir medalla de oro hasta lo emotivo de llegar a la meta a pesar de las dificultades. Pero lo mismo sucedió con lo trascendente y aquello que podría hasta mencionarse como la “zona Dios” en los Juegos Olímpicos, algunos ejemplos de momentos únicos e inspiradores que vale la pena recordar:
LA MEDALLA MILAGROSA
Aquí uno de los momentos más llamativos de los Juegos Olímpicos de Tokio. La celebración de la atleta filipina Hidilyn Díaz en el podio con su Medalla Milagrosa de la Virgen María tras obtener el primer oro para su país. “No esperaba levantar eso ayer. Supongo que fue gracias a Dios y a todas las personas que rezaron por mí ayer. Estoy agradecida a todos los
ÍTALO FERREIRA Y AQUELLO DE QUE DIOS MUEVE MONTAÑAS (Y OLAS)
que rezaron e hicieron la novena. Luego yo también hice una novena. Fue una señal de oraciones y fe en Mamá María y Jesucristo”.
a Colombia a su madre, Miladys Zambrano, dedicarle el subcampeonato por su próximo cumpleaños y hablar sobre su fe.
“¡GRACIAS, DIOS, POR TODO!”
NEISI DAJOMES: ENTRE EL ORO, LAS LÁGRIMAS Y EL AGRADECIMIENTO A DIOS
Poco después de ganar la medalla de plata en la prueba de los 400 metros planos, Anthony Zambrano, colombiano de 23 años, alabó al Señor y contó cómo su madre influyó en su vida espiritual. Tan pronto terminó la exigente prueba en la que solo fue superado por el bahameño Steven Gardiner, Anthony se arrodilló en la pista atlética del Estadio Olímpico de la capital japonesa, se persignó y buscó el camerino para llamar
La pesista ecuatoriana hizo historia al hacerse con la segunda medalla de oro para el país sudamericano en Tokio, pero también dejó mensajes emotivos cargados de agradecimiento y amor. “Mamá y hermano”. Eso es lo que se leía en la palma de la mano de Neisi Dajomes (23), la pesista ecuatoriana que se transformó en la campeona olímpica de halterofilia en Tokio 2020.
El brasileño se transformó en el primer campeón olímpico en la historia del surf, un acontecimiento que también celebra América Latina. “Gracias mi Dios, gloria a ti”. Con este mensaje el surfista brasileño Ítalo Ferreira publicó en sus redes sociales el momento en que se ubicó en el podio de Tokio 2020 con la medalla de oro. Ferreira se transformó este martes en el primer campeón olímpico de la historia del surf durante los Juegos Olímpicos de Tokio.
EL GRAN PODER EN TOKIO
Francisco Gaviño, atlético hípico sevillano (España), ha sido protagonista de una foto bastante especial publicada al comienzo de los Juegos Olímpicos a fines de julio. «Son las 5 a.m. en Tokio y lo primero que hago antes de empezar el día es encomendarme al Señor del Gran Poder. Muchas gracias @ HdadGranPoder por ayudarme a sentir al Señor tan cerca incluso en la otra parte del mundo. ¿Si Dios conmigo, quién contra mí?» Otra muestra de devoción en medio del fragor olímpico.
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Mexicano al otro lado del mundo, sin miedo al martirio Entrevistamos al nuevo nuncio de Papúa-Nueva Guinea, monseñor Fermín Sosa, segundo embajador mexicano de la Santa Sede en la historia de la Iglesia rio, nosotros no sabemos. Jamás me imaginé, siendo seminarista, que iba a estar en esos países donde he estado y con la dignidad de arzobispo. ¡Nunca! ¡Nunca me imaginé esto! Si Él me va a llevar al martirio, no lo sé, no sabemos cómo vamos a terminar la vida. Pero Él me está llevando ahorita a Papúa Nueva Guinea. Y ahí voy con todo el corazón y con mis manos puestas en el corazón para hacer la voluntad de Dios.
Por Jesús V. Picón
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onseñor Fermín Sosa, mexicano del estado de Yucatán, ha viajo por todo el mundo enviado por la Santa Sede. Es poliglota, ciclista y es el segundo nuncio apostólico mexicano nombrado por un Papa. Dice no tener miedo al martirio toda vez que fue enviado a los confines del mundo a cumplir una misión apostólica y misionera.
Monseñor, ¿a dónde lo ha enviado Francisco?
▶ R Después de que terminé mis estudios en la Academia, mi primer nombramiento fue precisamente Papúa Nueva Guinea, un país de misiones hablando a nivel eclesiástico, un país de misiones completamente, donde hay una estructura muy amplia de la Iglesia católica. Es un país que he amado mucho, me ha gustado; tienen una realidad completamente diferente a la que vivimos aquí en México; ciertamente es un país, como el nuestro, plural en culturas. Tiene más de 800 tribus con más de 800 lenguas, y creo que al ser de origen mexicano, donde hemos vivido también esa pluralidad de culturas, pues me ha ayudado a amarlo mucho, porque uno va amando también las culturas en las cuales va viviendo. Cuando yo llegué había tres realidades: iglesia anglicana, iglesia luterana y la Iglesia católica. Y una de las experiencias bonitas que tuve fue ver esa convivencia que tenían esas tres realidades entre ellas: respeto mutuo, ayuda y convivencia. Para mí fue mi primer “choque eclesiástico”, podemos llamarlo así, al haber vivido antes en un país donde algunas religiones se están dando de “batazos” unos con otros.
Ver que se puede convivir, respetando a los demás, para mí fue la primera realidad positiva que tuve a nivel eclesial. Y a nivel civil es un país que está avanzando poco a poco, que tiene carencias también, a nivel de estructuras, como otros países, y que se va formando, que se va forjando en el camino. Hace 14 o 15 años que me salí de ahí, así que ya no conozco la realidad, ha cambiado. Son 15 años, ha evolucionado en muchas cosas tecnológicas y de estructura. Yo puedo juzgar el Papúa Nueva Guinea del pasado, de hace 15 años, pero sería injusto juzgarlo ahora porque la realidad puede haber ya cambiado. Pero a nivel eclesial puedo decir que todavía hay muchas carencias.
¿Cómo son los católicos en Papúa Nueva Guinea?
▶ R Ahí una celebración eucarística puede durar 2 horas; mientras nosotros estamos aquí quejándonos y fijándonos en que dura 45 minutos la misa, allí gozan y viven la celebración eucarística. Eso es muy rico, hay muchos elementos culturales que se meten dentro de la Misa, y eso hace que también sea más larga; pero eso hace que ellos sientan que es su Misa. Cada celebración eucarística tiene elementos propios de los lugares donde se incultura la religión. Y Papúa Nueva Guinea no es la excepción. Por eso, cuando llega
un misionero le digo: “Tú no puedes criticar la cultura; tienes que meterte a la cultura para conocerla, para vivirla y para comprenderla. Tú no puedes comprender la cultura desde afuera; tienes que vivirla para comprender por qué hacen eso”. Esa es la riqueza de la misión, que cuando uno va a un país no va de espectador sino va como actor.
¿Usted no le tiene miedo al martirio?
▶ R No, porque hay dos cosas que he amado en mi vida sacerdotal y que digo que debemos amar también los que estamos en el servicio diplomático, en esta misión diplomática y también a nivel sacerdotal: una de ellas es amar las misiones. Y la otra cosa que he amado mucho es la aventura. Si nosotros no somos hombres de aventura, pues vamos a sufrir mucho, vamos a ser gente frustrada. ¿Cuál es el hombre aventurero? El que se tira ya a lo que venga. No sé lo que voy a encontrar allá, pero eso no me interesa, porque ya estoy preparado para lo que venga. Lo mismo pasa con el sacerdocio y con nuestra misión: debemos estar abiertos a la aventura porque no sabemos lo que hay enfrente. Lo único que sabemos es que enfrente está Cristo, y entonces Cristo es el que nos va a dar la fortaleza y las herramientas para poder sortear esos obstáculos que nos van a llegar enfrente. Entonces, si nos llega el marti-
Monseñor, ¿qué se va a llevar en sus maletas?
Me llevo todo el cariño, la estima y las oraciones de la gente. En estos días he sentido la presencia del Espíritu Santo, y cada vez que lo digo me emociono porque he sentido la presencia de toda la gente que me quiere, y aun de gente que no me conoce. Estoy haciendo las maletas y salgo a comprar unas cosas que me tengo que llevar, y me encuentro gente que no me conoce pero que me reconoce, y me dice: “Padre, estamos rezando por usted y por su ministerio”. ¡Eso ni con Master Card se puede pagar! Eso es lo que me estoy llevando y lo que me llevo.
¿Cuál es su mensaje final para sus hermanos mexicanos?
▶ R Que vivamos plenamente nuestra vocación cristiana, que no tengamos miedo a vivirla, que no tengamos miedo sino, al contrario, que le pidamos la fortaleza al Espíritu Santo para vivirla en las situaciones en las que nos encontremos. Algunas situaciones felices, algunas situaciones difíciles; pero la plenitud de la vocación, del llamado de vivir en Cristo, se vive en cada momento. No se vive aislado, no se vive dentro de la iglesia; se vive fuera. Es allá donde damos testimonio, de que somos seguidores de Cristo, de que somos cristianos. Es allá donde damos testimonio de que Dios vive.
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FAMILIA
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Cómo estoy acompañando a mi hija en su adolescencia Estar cerca no es suficiente, los adolescentes necesitan orientación y una presencia activa en la que puedan resolver dudas con una buena conversación Por Betty Perks www.elarbolmenta.com
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ientras los padres de familia nos preocupamos por traer el pan a la mesa, mantener a nuestra familia sana y salva, nuestros hijos solitos, aprendieron a adaptarse a éste cambio enorme que empezó hace año y medio cuando les dijimos: “Hijo/ hija, hay pandemia y ahora la escuela será desde casa, nos tenemos que quedar guardaditos para que el virus no nos encuentre”. En mi familia, ha sido un año de cambios, especialmente para mi pre-adolescente: entró a la secundaria en una nueva escuela, aprendió a hacer nuevas amigas, tuvo clases diferentes, empezaron a ir a la escuela en forma presencial y la presión social se hizo presente, así que las preguntas comenzaron a llegar. Preguntas que, como padres, nunca estamos cien por ciento preparados para contestar o que no hallamos la manera correcta de contestar: de los cambios que ocurren en su cuerpo, en su mente y de los porqués y cómos de la vida. Yo sólo he pedido al Espíritu Santo que me ilumine y a Mamita María que me guíe con su corazón de madre para responderle lo mejor que pudiera. Y creo que hasta ahora lo he hecho bien…
Foto: Exe Lobaiza
Hay que orar todos los días para que el Espíritu Santo guíe a nuestros pre-adolescentes y adolescentes que están buscando su identidad, para que no se desvíen del camino de Jesús. Ahí entra el acompañamiento de los padres. Entiendo que a veces estamos cansados, que creemos que ya son independientes, pero aún no lo son. Hay que guiarlos, dándoles su espacio, pero sin descuidar la fe. Orar en el auto antes de llegar a la escuela, darles nuestra bendición con agua bendita antes de salir de casa y platicar con ellos, sin que parezca interrogatorio, han sido clave para nosotros. Me ha funcionado hablarle a mi hija y preguntarle acerca de estos temas mientras hacemos otra cosa: manejando, arreglándonos para salir, estando en el parque,
siento que si llamamos de repente a los chavos para tener una conversación frente a frente, ellos lo ven como si hubiera un problema, o como si los fuéramos a regañar. Tengo la alegría de ser parte de una comunidad de madres e hijas católicas maravillosa y me dieron unos materiales que pueden serles útiles en ésta etapa y que te quiero compartir: 1 Videos en YouTube basados en la Teología del Cuerpo, son 3 partes y están en español. El canal se llama Proyecto Emaús. Éste es el título para el primero de la serie: ¿Por qué Dios inventó el sexo? / Teología del cuerpo (Parte 1 de 3) 2 Justo antes de que empezara la secundaria leímos juntas unos libros que no son católicos, pero hablan de cómo empezar a cuidar su cuerpo y de los cambios que irán llegando. Estos son de una serie de
American Girl y se llaman The Keep and Caring of You 1 y 2. Muy básicos y no tienen imágenes impropias, todo es en dibujitos. 3 Desde luego, la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II. 4 El libro de Mercedes Arzu Wilson Love and Family: Raising a Traditional Family in a Secular World y la Guía Práctica de Educación y Sexualidad. 5 Para contestar preguntas difíciles del mundo secular, el libro Made this Way de Leila Miller y Trent Horn. 6 Y para leer juntas y saborear cada capítulo, el libro: The Joyful Mysteries of Life de Catherine & Bernard Scherrer. Para cerrar, les comparto una frase que me encantó, se las dio una amiga a las niñas más grandecitas del grupo de mi hija: “Dios no se equivoca y cada una de las partes de nuestro cuerpo tiene una función específica y llena de gracia a los ojos de nuestro Señor: los ojos son para ver la belleza de su creación, la boca para comunicar la Buena Noticia de su Resurrección, los brazos para abrazar a nuestras familias y amigos cuando lo necesitan…” y así fue mencionando cada parte del cuerpo, hasta que llegó al útero y les dijo: “su función es ser la casita que Dios nos dio a todas las mamás para alojar a los más vulnerables, los bebés”. Sigamos defendiendo a los que no pueden defenderse por sí mismos.
22 de agosto de 2021 / No. 1363
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Unidos contra la desinformación
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Carta pastoral de un obispo sobre la vacunación contra COVID-19 Monseñor Vincent Long Van Nguyen OFM Conv les habla a los fieles de la Diócesis de Parramatta (Australia) sobre la vacuna COVID-19.
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ueridos hermanos y hermanas. Dado que la variante Delta del C OV I D - 1 9 s e e s t á extendiendo por Australia, especialmente en el oeste de Sydney, con consecuencias mortales, les escribo para reiterar la importancia de la vacunación como medio para protegerse a sí mismos y a los demás.
Es evidente que el virus se está propagando en gran medida entre la población no vacunada. Por lo tanto, estar completamente vacunado es un paso importante no solo para mantenernos a salvo, sino también a nuestras familias y a otras personas de la comunidad en general, y para permitirnos volver a algún tipo de normalidad. Entiendo que a algunas personas les preocupa el origen ético de algunas vacunas. La Iglesia católica, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha declarado que el uso de dichas
Su oposición a las vacunas y a las órdenes de la sanidad pública no está de acuerdo con la Iglesia católica. La pandemia ha causado mucha incertidumbre, dolor y sufrimiento al mundo entero. Recemos, sin embargo, para que pueda ser una oportunidad de renovación y transformación para la familia humana.
Foto: Damian Scarlassa / Pexels.com
vacunas no constituye una cooperación formal con el aborto. Por tanto, todas las vacunas reconocidas como clínicamente seguras y eficaces pueden ser tomadas por los católicos en conciencia. El propio Papa Francisco ha animado a los católicos a vacunarse diciendo en una entrevista a principios de este año: “Creo que moralmente todos deben vacunarse. Es la opción moral porque se trata de tu vida pero también de la de los demás.”
De hecho, el Papa Francisco, el Papa Benedicto XVI y muchos cardenales y obispos ya han recibido sus vacunas COVID-19. Por mi parte, estoy totalmente vacunado desde finales de julio. Les pido que tengan en cuenta este mensaje claro y contundente del Papa. También les alerto sobre el movimiento antivacunas y los que difunden información errónea en las redes sociales, entre quienes se encuentran lamentablemente algunos clérigos.
Que crezcamos en el espíritu de solidaridad y compasión por todos los que son vulnerables, aquí y más allá. Que podamos salir de esta crisis como personas mejores para un mundo mejor. La diócesis y sus instituciones están trabajando con las autoridades sanitarias para facilitar la distribución de la vacuna a los miembros de la comunidad en las zonas más vulnerables. Hagamos nuestra parte por el bien común y trabajemos juntos para acabar con la pandemia. En Cristo, Monseñor Vincent Long Van Nguyen OFM Conv, Obispo de Parramatta
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“¿TAMBIÉN USTEDES QUIEREN DEJARME?”. SOPITA DE LETRAS
ADIVINANZAS Una mano te conduce, cortando camino vas, con el pico por delante y los ojos por detrás.
RESPUESTA: La llave.
Negro fui, rojo seré; convertido en ceniza me veré. RESPUESTA: El carbón.
Este banco está ocupado por el padre y por el hijo; el padre se llama Juan, y el hijo... ya te lo he dicho.
CHISPITAS
En las letras sobrantes podrás leer una frase del Evangelio (escríbela abajo).
VENIR PADRE ATRÁS DOCE
HIJO SUBIR ESPÍRITU PAN
COMIDA SANGRE BEBIDA INTOLERABLE
JESÚS JUDÍOS CARNE VERDADERA
RESPUESTA: Las tijeras.
Con los dientes hacia arriba o los dientes hacia abajo, abrir puertas y candados es mi único trabajo.
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— Mi amor, ¿puedes cambiar al bebé? — Creí que nunca me lo pedirías. ¿Tú crees que nos puedan dar por él un auto último modelo?
— ¿Tiene pastillas para la pereza? — Sí. — ¿Me pone una en la boca, por favor?
— Iniciaste un proceso bioquímico en mi hipotálamo, causando segregación de dopamina. — ¿Que qué? — ¡Que estoy enamorado de ti!
RESPUESTA: Esteban.