ESPACIO urbano Montevideo. 19 de Septiembre de 2019
APPCU
ASOCIACIÓN DE PROMOTORES PRIVADOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL URUGUAY
SOMOS APPCU
Palacios Montevideanos Primeros edificios de apartamentos en la ciudad
Estimados lectores les damos la bienvenida a este nuevo Espacio Urbano. Se trata de una publicación creada por la Asociación de Promotores Privados de la Construcción que desde hace ya casi 3 años me honra presidir. Brevemente les diré que APPCU fue fundada en 1990 para nuclear inicialmente a todos los Desarrolladores que con capital propio, construían para luego vender a terceros propietarios finales. Es el Developer clásico que actúa en casi todo el mundo. También integran nuestra Institución socios constructores que lo hacen para terceros, fundamentalmente para los propios desarrolladores. Y los tan importantes Estudios de Arquitectos, Ingenieros, y también nada menos que la mayoría de las empresas proveedoras de materiales y equipamientos para la construcción.Hoy Appcu nuclea a más de 300 socios, proveyéndoles todo el asesoramiento en materia de seguridad, novedades constructivas, normas jurídicas, etc, y fundamentalmente luchando para obtener los mejores beneficios posibles para los socios que desempeñan tan noble actividad y dan trabajo inmediato a tanta gente. ESPACIO URBANO es una publicación que tratará de llevar a sus hogares y familias todas las novedades de la construcción, así como la historia de la misma y el futuro al que aspiramos y del cual formamos parte de manera considerable. Nada menos que la evolución del hábitat de las ciudades y centros poblados. Esperamos que la disfruten. DR. DANIEL ZULAMIÁN
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LA INICIATIVA DE LA FRANJA Y LA RUTA
¿El siglo XXI será el siglo de China Popular?
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CARLOS LUPPI esde la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial en 1945 (que dio comienzo a la “Era Dorada del Capitalismo” que finalizó en 1973), superando la “Guerra Fría” con la URSS, los Estados Unidos de América son la primer superpotencia política, económica, militar y cultural del mundo. Ese predominio duró intacto hasta que en enero de 2017 Donald Trump inició su demolición, retirando a EEUU de los grandes tratados de comercio mundiales, combatiendo a sus aliados históricos del G 7, destruyendo la alianza EEUU - China sobre la que se asentaba la estabilidad global, aliándose a Rusia, hundiendo la economía con un megaajuste fiscal que más temprano que tarde nos llevará a una nueva gran recesión, y, sobre todo, vulnerando los valores de los Padres Fundadores y sumiendo en el ridículo a la Unión.
Coincidentemente, la República Popular China (tras una larga etapa de “crecimiento hacia adentro”) inició en 2013, bajo el mandato del presidente Xi Jinping, la construcción de una instancia de predominio mundial, seguramente estimulada por el retiro de EEUU del juego geoestratrégico de dominio global, gracias al presidente Trump. Con una superficie de 9.596.960 km2, una población estimada de 1.385 millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) estimado de US$ 24,5 billones (y aunque conviven en ella centros tecnológicos de punta e industriales de última generación, junto con muchas características de una sociedad subdesarrollada), China es la segunda potencia política y la tercera militar del mundo, siendo discutible su lugar en el ranking económico mundial, que debe analizarse a la luz de los megabloques que las superpotencias lideran. De lo que no cabe duda es que “el Imperio del Centro”
(como siempre se llamó China a sí misma) que fue por siglos el mayor centro económico, social y cultural del mundo, sin estridencias y sin ocuparse del resto, pasó a avanzar sobre el globo. Hace ya varios años que China es el principal socio comercial y de inversiones de vastas áreas del mundo (como África y América Latina, obviamente en Asia, e incluso de varias naciones europeas), su diplomacia avanza; y ha concebido instrumentos como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (Asian Infrastructure Investment Bank, con 87 países asociados, que competirá con el FMI y el Banco Mundial en el mediano plazo); una institución de cooperación asiática multilateral como la poderosa Organización de Shanghái, y la gigantesca (ver mapa) iniciativa global de comercio, infraestructuras e inversiones llamada Belt and Road Initiative (BRI, “la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, o “Nueva Ruta de la Seda”),
Es una publicación perteneciente a APPCU, cuya salida será bimestral, previendo su aparición, en el mes de setiembre y los próximos meses de noviembre y enero.
con la que Beijing busca organizar las inversiones, comunicaciones y el comercio global según una inspiración que inscribe a su país como centro del mundo, mientras sus universidades y empresas tecnológicas buscan disputar con Estados Unidos el liderazgo de la Cuarta Revolución Tecnológica en curso. Algunos observadores señalan que el megaproyecto apunta a crear un nuevo orden mundial chino, que desplace al estadounidense nacido en 1945. El siglo XX asistió al ocaso de la Pax Britannica y al ascenso de la República Imperial (Raymond Aron dixit) de los Estados Unidos. ¿Estamos asistiendo al nacimiento de un Nuevo Orden Mundial centrado en China Popular? Si ello ocurriera estaríamos ante un nuevo paradigma global y un nuevo sistema universal de valores. Si es así, debemos prepararnos adecuadamente para ello.
Presidente:
Dr. Daniel Zulamián Vice Presidente:
Tec. Constr. Ignacio González Conde Secretario General:
Arq. Carolina Escamez Tesorero:
Arq. Gabriel Mazzucchelli Pro Secretario:
Ing. Álvaro Piñeyrúa Pro Tesorero:
Arq. Luis Eduardo Casaretto Comisión Fiscal:
Cr. Alfredo Kaplan Sr. Mario Bellizzi Sra. Analía Wainberg Vocales:
Tec. Const. Estevan Regueira Arq. Elena Svirsky Arq. Santiago Cagnoli Arq. Matías Coll Dr. Javier Lestido Arq. Pablo Gejer Arq. Alejandro Parolin Arq. Fernando Rodríguez Arq. Álvaro Piña Gerente Ejecutivo:
Esc. Aníbal Durán
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Desde la entrada en escena de los edificios de apartamentos en altura, estos modernos “palacios” contribuyeron a moldear la imagen de una Montevideo que soñó con la calma del barrio y el vértigo del rascacielos.
Primeros EDIFICIOS d apartament en la ciudad CARLOS BALDOIRA MIRIAM HOJMAN TATIANA RIMBAUD DANIELA FERNÁNDEZ finales del siglo XIX, cobró impulso en Montevideo el desarrollo de un nuevo tipo de construcciones: el edificio de apartamentos en altura para renta. Una serie de adelantos tecnológicos hicieron posible sobrepasar los dos o tres pisos de las casas que por entonces ya era habitual ver en la Ciudad Vieja. La incorporación de la estructura de perfiles de acero, primero, y de hormigón armado después, permitió construir edificios más altos sin necesidad de engrosar en
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demasía los muros. Al mismo tiempo, la difusión del uso del ascensor permitió superar la “barrera” de los cuatro pisos de altura que imponía el ascenso por escaleras. El nuevo tipo arquitectónico rápidamente adquirió su estructura característica, consistente en la repetición en vertical de una misma planta, sobre una planta baja diferenciada, generalmente destinada a locales comerciales. Durante las primeras décadas, la disposición interior de los apartamentos reproducía la estructura de la casa de altos, construida a su vez a semejanza de la tradicional casa de patios o de claraboya. Las habitaciones se alineaban junto a un corredorgalería vidriado, sobre el patio
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1) Palacio Salvo en construcción Foto: Archivo IHA 2) Palacio Rex. Año 1930. Foto: CDF.IMO.UY, S.d./IMO 3) Palacio Montero y Columna de la Paz, Plaza Cagancha. Año 1929. Foto: CDF.IMO.UY, S.d./IMO
de os d de la planta baja, y se unían entre sí por puertas que, alineadas, generaban una segunda circulación, más íntima que la anterior. Sólo las “salas” de recepción disponían de ventanas al exterior; el resto, incluidos los dormitorios, no poseían ventanas, recibiendo aire y luz a través de la puerta desde el corredor-galería. Lentamente, de la mano de nuevos conceptos de higiene, las habitaciones comenzaron a abrirse a patios de aire y luz, a menudo de dimensiones mínimas, manteniendo no obstante la doble circulación. A comienzos de los años treinta, la distribución de los apartamentos se hizo más compacta y extrovertida, con mayor presencia de luz natural al interior
de las habitaciones y mejores condiciones de aireación. En planta baja predominaban los locales comerciales, en general de planta libre. El acceso al edificio solía presentar características similares a las de los tradicionales zaguanes de las casas montevideanas: un largo corredor, más bien angosto, comunicaba la puerta de entrada al edificio con el núcleo de circulaciones verticales; una puerta cancel interponía un filtro entre el mundo exterior y el interior. Fueron escasos, casi una rareza, los grandes halls y paliers, hasta mediados de siglo. El nuevo tipo estaba llamado a ocupar un lugar importante en la configuración de las principales calles y avenidas de una Montevideo que comenzaba a soñar en convertirse en una gran capital. Torretas y cupulines rematando los edificios, rivalizaron entre sí por la conquista del cielo. Buscando atraer a los sectores medios y altos, muchos de estos edificios adquirieron el señorial nombre de “Palacio”, aún los más sencillos. Muchos de estos palacios, fueron construidos con una calidad arquitectónica y constructiva digna de resaltar. Ubicados en sitios privilegiados de la ciudad, numerosos edificios de apartamentos se constituyeron desde su inicio en ver-
daderos puntos de referencia en el sky-line de la ciudad, como el Edificio Rex, frente a la plaza Fabini (1927, Arq. A. Jones Brown), el Palacio Montero (1925, Ing. A. Trigo) y el Palacio Chiarino (1928, Arqs. A. Chiarino y B. Triay), ambos sobre la plaza Cagancha, el Palacio Díaz, uno de los más altos (1929, Arqs. G. Vázquez Barrière y R. Ruano), el Palacio Lapido (1929-33, Arqs. J. Aubriot y R. Valabrega), y el Palacio Salvo, dueño de los cielos montevideanos por casi un siglo.
PALACIO SALVO
En 1922 los hermanos Salvo, laboriosa y exitosa familia de inmigrantes, convocaron a un concurso de proyectos para la construcción de un rascacielos en un gran predio frente a la Plaza Independencia, la más emblemática de la ciudad de Montevideo. Con esta iniciativa buscaban dejar su marca a través de la inversión inmobiliaria y dotar a la ciudad de un edificio suntuoso. Aunque el certamen culminó con el primer premio desierto, la sociedad Salvo Hermanos encargó el proyecto a uno de los concursantes, el arquitecto italiano Mario Palanti. El proceso de construcción comenzó en 1925 y el Palacio Salvo se inauguró en 1928, convir-
tiéndose en el edificio más alto de Sudamérica. Originalmente el rascacielos fue proyectado para albergar un hotel de lujo con locales asociados -confitería, bar, comedor, salones de fiestas y teatro- y un sector de oficinas. Los acontecimientos que se desarrollaron en el edificio desde su inauguración -funciones de teatro, bailes, radioteatros y tertulias- permitieron al edificio ser testigo de la visita de innumerables y destacados personajes del arte y la cultura nacional e internacional. Con el correr de los años el programa se modificó y las habitaciones del hotel se transformaron en apartamentos para la renta. Finalmente, en la década del sesenta el edificio dejó de ser propiedad de la familia Salvo y se convirtió en sociedad anónima conformada por accionistas y regida por un directorio hasta la actualidad cuyo uso incluye viviendas, oficinas y locales comerciales. El Palacio Salvo ha sido ampliamente reseñado por múltiples autores a lo largo del tiempo. Estas variadas críticas y reseñas -producto de su propio tiempo y contexto- desdeñaron de manera sistemática el edificio y moldearon negativamente su percepción. En la última década se han desarrollado estudios y ensayos que posicio-
nan el Palacio Salvo en un nuevo lugar dentro del relato historiográfico. A partir del reconocimiento de su valor patrimonial se inició un lento proceso de valorización como hecho arquitectónico trascendente en la historiografía de la arquitectura uruguaya. El proceso creciente de valoración llevó a su declaratoria como Monumento Histórico Nacional en el año 1996. También, hubo un cambio de apreciación a nivel popular sobre este edificio. Por ejemplo, de una manera franca y frontal, Carlos Maggi en La Tertulia del Espectador (2003) expresaba su cambio de mirada hacia la obra: “La verdad es que, cuando se construyó, era ‘el postre más alto del mundo’; todo decorado, todo confitado como decían, me parecía un mamarracho arquitectónico espantoso. Pero el tiempo va ennobleciendo las cosas, las va cambiando…” En La Tregua de Mario Benedetti, se lo alude de modo similar: “He aprendido a querer ese monstruo folklórico que es el Palacio Salvo. Por algo figura en todas las postales para turistas Es casi una representación del carácter nacional: guarango, soso, recargado, simpático. Es tan, pero tan feo, que lo pone a uno de buen humor.” El Palacio Salvo se ha convertido en la imagen icónica de la ciudad de Montevideo para uruguayos y extranjeros. El edificio es un testimonio de la expresión de una época muy relevante en la historia del país. Es la manifestación del desarrollo tecnológico, del orgullo del esfuerzo de los inmigrantes, de la sociedad cosmopolita, del país de las oportunidades y del imaginario nacional que ha sido caracterizado como el del Uruguay Centenario. El rascacielos que nació rompiendo records ha sido testigo atento, por casi un siglo, de la cotidianeidad montevideana. Sus atributos urbanos, arquitectónicos, históricos y testimoniales hacen que ocupe un muy caro lugar en el patrimonio de todos. Gentileza: Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, UdelaR
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“En homenaje a Julio Villamide, inspirador de la Ley de Vivienda de Interés Social”
Vivienda para más de 50.000 uruguayos ARQ. HEBERT ARIEL CAGNOLI La génesis. La crisis económica y la consecuente caída del Banco Hipotecario del 2002, generó, por varios años, desde el Estado, un vacío en las necesidades de vivienda de las familias de ingresos medios y medios bajos. Situación contrapuesta a la que se registraba en el mercado inmobiliario de nivel superior, en la franja costera de Montevideo, como así también en las áreas turísticas. A nuestro juicio, este tiempo, lleno de contradicciones, fue la génesis, desde nuestro ámbito de los Promotores Privados, que nos llevó a participar, junto al reconocido estudioso de los mercados inmobiliarios, Julio Villamide, fallecido recientemente, con la participación de las autoridades del Ministerio y de la Agencia Nacional de Vivienda, en la conceptualización de lo que debería ser una nueva ley de “Vivienda de Interés Social” El diagnóstico. Varios y variados fueron los aspectos considerados: • El mercado inmobiliario estaba siendo un factor más de división en nuestra sociedad, entre aquellos con mayores posibilidades de acceder a una vivienda digna y aquellos que, por su costo, les era vedado. • Esa división, a su vez, se manifestaba en el desarrollo de nuestras ciudades, fundamentalmente en Montevideo, entre un crecimiento desmedido en la franja costera y la obsolescencia de los barrios centrales, incluido el propio Centro de Montevideo. • Un mercado de alquileres, para estos sectores de la población, con una relación oferta – demanda muy baja, que venía siendo desde hace años un factor de expulsión hacia la informalidad. • Comenzamos a preguntarnos qué iba a ser de las empresas y sus trabajadores, cuando el nivel superior se saturara? Situación que rápidamente llegó. • Apreciamos también la dicotomía de un mercado de capitales orientado a los Bienes Raíces, fundamentalmente de argentinos y
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Deseamos manifestar nuestro orgullo de haber integrado el equipo que generó esta Ley, de características excepcionales, que ha logrado atraer al sector privado para invertir en viviendas para familias con ingresos medios y medio – bajos.
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uruguayos, a la vez de un Banco Hipotecario descapitalizado para cumplir su rol. Los objetivos.• Atraer la inversión privada para alternativas habitacionales para las familias con ingresos bajos, medio-bajos y medios. Es decir, para la gran mayoría de la clase media de nuestra población. • Incrementar la formalidad urbana plena, reduciendo la creciente informalidad, inaceptable en una sociedad que aspira a ser solidaria e igualitaria. • Crear los instrumentos para incrementar la oferta de alquiler para este público objetivo. • A su vez, esta ley debería ser un instrumento idóneo para generar una renovación urbana en las áreas deprimidas de nuestras ciudades. Las herramientas.• Renuncia fiscal para estos emprendimientos de interés social, lo que no implica una nueva erogación del Estado, ya que los mismos provendrían del mismo emprendimiento, que, de no existir, tampoco los percibiría. • Abaratamiento de costos de materiales, mediante exoneración del IVA. • Menor costo de la tierra, ya que estas obras no podrán ubicarse en áreas suntuarias próximas a la costa o a las áreas específicamente balnearias, obviamente de mayor costo. • Estimular la desdolarización del mercado inmobiliario. • Promover dentro del sistema financiero, público y privado, el uso de la moneda nacional debidamente indexada, como así también generar condiciones para un financiamiento promocional a quienes califiquen para ello. • Generar los instrumentos adecuados para ampliar el mercado de capitales. El trabajo en equipo.- LA LEY.Estimulados por la buena receptividad de nuestros planteos, integramos un grupo de trabajo con el Ministerio de Vivienda, la Agencia Nacional de Vivienda, y la Intendencia de Montevideo, donde,
todos,con entusiasmo y espíritu constructivo, generamos los principios y lineamientos de lo que fuera luego, muy rápidamente, la nueva “Ley de vivienda de Interés social”, aprobada por el parlamento, por unanimidad en sus dos cámaras, el 17 de agosto de 2011. Principales cualidades de esta nueva ley de vivienda.• Nuevamente se atiende, con igual o mayor intensidad, las necesidades de vivienda, a las familias con ingresos medios y medio bajos. • El Estado no puede disponer de recursos económicos, retaceándoselos a otros sectores intransferibles de su propio rol. • Los diversos actores del sistema, cumplen con su fin específico, idóneos y experientes en su metier, sin subsidios ocultos. • Los Desarrolladores Inmobiliarios realizan los proyectos de inversión y su gestión, asumiendo todos los riesgos del emprendimiento comercial, al igual lo hacen en las otras ramas de su actividad. • El rol del Estado se limita al contralor general del emprendimiento y a exonerar, previa aprobación del mismo, de la carga tributaria correspondiente. • Por último, y no es un tema menor, la aplicación del sistema dentro de las ciudades, específicamente de Montevideo, está coordinado con los Planes de Desarrollo Urbano de las mismas, de tal modo que, además de viviendas, también construímos Ciudad. Nuestro balance.• 17200 viviendas construídas en 7 años • Promedio: 2460 / anual. • 1200 millones de dólares invertido por el sector privado • 320 millones en pago de jornales y 220 millones al BPS • Aproximadamente 90.000 jornales trabajados por mes. • Aproximadamente 4500 a 5000 trabajadores directos ocupados, más los correspondientes a los subcontratistas. • Es notorio el cambio habido en varios barrios de Montevideo, principalmente, Cordón, Centro, Aguada, Reducto… • Menos viviendas ruinosas, menos inseguridad, más vida ciudadana.
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