FORESTACIÓN Crece para liderar las exportaciones
SUPLEMENTOS ESPECIALES
ENTREVISTA
“Apuntamos a hacer un manejo forestal sostenible”
Es propósito de la Dirección General Forestal alcanzar un aumento cuantitativo y cualitativo de la masa forestal, que incluya un intenso proceso de industralización de la madera con la creación de empleos.
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l frente de la Dirección General de Forestación (DGF) desde julio de 2010, el ingeniero agrónomo Pedro Soust, es un amplio conocedor de la realidad del sector forestal. La dependencia estatal que dirige está abocada no sólo al desarrollo de las plantaciones forestales sino de la industria en su conjunto con un enfoque integral. De allí que el objetivo macro sea realizar un “manejo sustentable de la forestación”, señaló Soust. A continuación un resumen de la entrevista con Soust. —¿Cuáles son los objetivos de la Dirección General Forestal para el actual período de gobierno? —Tradicionalmente, la dirección se ha ajustado a los mandatos y a los dos objetivos que tiene la ley forestal (Nº 15.939): generar las condiciones para que aumente la oferta de madera a los efectos de crear industrias forestales y la prohibición de la tala del bosque nativo. Hemos venido mirando como ha hecho esto la dirección forestal con mucho acierto durante años y hemos tratado de continuar aquellas políticas y acciones positivas y exitosas. Así, estamos abocados a colaborar en la preservación del medio ambiente y eso está muy relacionado con la conservación, control de la deforestación y de la degradación de nuestros bosques nativos. Le recuerdo que tenemos el privilegio de ser uno de los tres países de América que tiene crecimiento del área del bosque nativo. Entonces, uno de los objetivos en cuanto a la preservación del bosque nativo es poder generar estructuras de red con otras instituciones del Ministe-
rio (de Ganadería, Agricultura y Pesca) y de otros ministerios de modo de hacer más eficiente ese control y poder llevarlo adelante. Creo que estamos encaminados hacia ello. Por ejemplo, estamos haciendo un proyecto con el gobierno alemán que se desarrolla conjuntamente con el Ministerio de Educación y Cultura referido a la relación del bosque con las otras vegetaciones que lo rodean y están inmersas en él. Tenemos un proyecto que consiste en hacer un estudio del manejo forestal sostenible del bosque nativo en el que participan técnicos alemanes. También ingresamos en el proyecto REDD+, que es el proceso de reducción de emisiones por deforestación y degradación. Otro tema que estamos desarrollando es el inventario gene-
preocupados, queremos que la gente se entere qué es la forestación, cuáles son sus beneficios y sus eventuales incomodidades. —¿Cuál es la situación de la industria forestal hoy? —Nosotros siempre hemos manifestado que no es un objetivo para este gobierno hacer un crecimiento del sector forestal si no se produce un desarrollo del mismo. Hay una diferencia entre crecimiento y desarrollo: crecimiento es un aumento de la masa forestal. Pero eso no alcanza, queremos un crecimiento cuantitativo y cualitativo. Esto incluye la industrialización de la madera y la inclusión de la gente en esa industrialización. Por eso pretendemos que las masas forestales se exploten al máximo dando productos para ir hacia lo que se llama la explotación de la madera sólida (ha-
“El suelo de prioridad forestal es de un millón de hectáreas plantadas y tendría posibilidad de llegar a cuatro millones”. ral forestal, que consiste en estudiar en todo el país cómo evoluciona el bosque. Además, tenemos como estrategia seguir desarrollando el consejo sectorial de la madera, una institución que preside la Dirección General Forestal pero que la integran los trabajadores, los productores y el Estado. Para nosotros es una gran herramienta porque tenemos de primera mano la visión y la discusión de los problemas con gente que está íntimamente relacionada al sector. Hay un tema que estamos tratando de cultivar aún más como es la relación interinstitucional y lograr la comunicación de todos los aspectos del sector forestal. En eso estamos muy
cer industria con esas materias primas de primera transformación) sin perjuicio de que entendemos que es correcto que existan plantas de celulosa porque hay partes del árbol que solo se pueden aprovechar en celulosa. Nosotros estamos apoyándolos a todos y creemos que por ahí va a venir el gran despegue de la forestación en Uruguay. Entendemos que debe ser un gran sector industrial de la forestación; la madera debe tener aporte tecnológico para ser mejor aprovechada, en su cosecha, maduración, secado y procesamiento, se deben también buscar nuevas especies y variedades a los efectos de establecer en el sitio de plantación un equilibrio biológico y ecológico.
—¿Qué posibilidades hay de instalar una nueva planta de celulosa? —Si partimos de la base de lo que es el suelo de prioridad forestal (suelo donde el Estado va a apoyar las forestaciones), el país tiene hoy aproximadamente un millón de hectáreas plantadas y tendría la posibilidad de llegar a los cuatro millones. Hay un saldo de tres millones de hectáreas que son suelos pobres, suelos de cerro o que no tienen otra utilidad que hoy se pueda vislumbrar, que si se plantaran pueden dar cabida a varias plantas más. Pero hay que tener en cuenta que no sólo tenemos madera, tierras, un clima apropiado, condiciones, y que el Estado quiere que se plante: hay que tener una infraestructura que hoy estamos peleando. Estamos llegando tarde quizás a solucionar algunos problemas logísticos que no permitieron al país, en el curso de los años ‘90 hasta hoy, hacer grandes desembolsos para poner en la forma que se desearía las vías de comunicación, la caminería, las rutas, todo eso que creo que se va a ir desarrollando y en lo que también van a tener que colaborar quienes están en este momento sacando un beneficio de nuestra tierra. Las plantas de ce-
Inspecciones que a veces culminan en decomisos
tal sostenible. ¿Y qué implica esto? No son tres palabras juntas sin relación. Tiene que haber una atención a lo que es la producción, a lo económico, pero también a lo que está relacionado al medio ambiente y a lo social. Son las tres patas del manejo forestal sostenible. A nosotros fundamentalmente lo que nos preocupa más —sin descuidar los otras aspectos— es lo mediombiental y lo social, porque lo económico está en manos de empresas particulares que son las que observan eso y a las que están regulando los servicios de certificación que vienen con agencias del exterior de modo de que en ese aspecto se desarrolle correctamente el sector. Sobre las cifras de exportación habíamos estimado que si se seguía cortando se llegaría a esa cifra. Pero esto es algo que también depende de los mercados, porque por ejemplo había una empresa acá que exportó a razón de 12 barcos por año en 2010 y 2011 y luego tuvo un año en el que colocó solo tres embarcaciones. Eso cambia un poco, no el negocio a largo plazo porque las empresas tienen un horizonte a 20, 30 y 40 años, pero sí el balance de un año. Entonces creemos que sí, que las exportaciones se van a apro-
ximar a los US$ 2.000 millones pero no nos preocupa decir “somos los que exportamos más”. Nos preocuparía que no fuéramos los que cuidamos más el medio ambiente y lo social. Ahí sí queremos ser los primeros. —¿Qué acciones está desarrollando la dirección para preservar el bosque nativo? —El monte nativo en Uruguay tiene en promedio unas 800.000 hectáreas de extensión. Está generalmente distribuido en bosques de sierra, de galería y bosques ribereños (circundan los ríos Negro, Uruguay, Santa Lucía, Queguay, San José y Tacuarembó). El problema más importante en relación al bosque nativo es el tema de las invasoras. Son esas especies que han llegado al Uruguay —como ligustro, fresno, tojo— y que por un hábito biológico de pájaros y otros animales, se han diseminado de modo de que donde viene la planta, ocupa, crece y mata lo que está en la vuelta, entonces ataca al bosque nativo y eso es difícil (de controlar) porque se da en montes de particulares. Estamos buscando la forma de que cada productor combata eso, pero muchos dicen “la sombra es la misma si es extranjero o nativo, entonces qué me voy a
poner a gastar en eso, mejor hago un alambrado”. Es difícil entonces motivar, incentivar, quizás habrá que reglamentar en este sentido. El segundo problema es la tala indiscriminada y ahí hay dos tipos: una es la que hacen los pequeños carritos con el fin de darle de comer a su familia. Creemos que eso debe atacarse desde varios ámbitos. Si al responsable del terreno le están robando, debería dar cuenta a la Policía y ésta actuar en consecuencia. Pero como eso no se da, se están haciendo asociaciones con la Brigada Especial para la Prevención y Represión del Abigeato (Bepra) y las intendencias para establecer planes que vayan corrigiendo esto. El otro tipo es cuando vienen los productores y talan decenas de hectáreas para hacer agricultura porque esa tierra es muy fértil. Ahí tenemos experiencias de multas muy fuertes. Estas pueden llegar a ser de 100, 200 o 300 mil dólares, porque se estableció en la Rendición de Cuentas del año 2010 un incremento de US$ 400 a US$ 12.500 por hectárea talada. En este tiempo, hubieron multas que se han ido atenuando pero que han superado el medio millón de dólares.
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lulosa están teniendo un beneficio, sé que están colaborando y van a seguir haciéndolo, su espíritu siempre se nos ha mostrado con el propósito de que el país pueda tener canales de salida de madera, comunicaciones. También es necesario para la instalación de una planta, llevar al interior del país algunas cosas que se están llevando y en las que ha habido grandes avances en materia de servicios para la gente, como la electrificación rural, los centros de enseñanza, de salud, entre otros. Eso es básico, hay que preverlo desde ya. Ahí juega un rol importantísimo el inventario forestal que nos dice, según las recorridas que hacemos cada cinco años, que en 2032 y en tal zona va a haber un núcleo importante de madera. Entonces hay que considerar que para ese momento esté previsto que haya una comunidad con todos los servicios. —A fin del año pasado se estimó que las exportaciones de la industria forestal llegarían a los US$ 2.000 millones. ¿Qué variables inciden sobre ese número? —Quiero comentarle algo primero. Tenemos como premisa número uno de nuestra actividad hacer un manejo forestal sostenible y un desarrollo fores-
tros inspeccionamos ese proyecto y vamos allí al campo y vemos que es realmente viable, es conveniente, se le autoriza y se le venden guías para poder trasladar esa leña. Si va en el camión con esa guía no tiene problemas, llega a la barraca, la vende y el barraquero luego la comercializa. Sin esa guía el camión queda detenido”, explicó el jerarca. Entre 70 y 80 multas se aplican en todo el país en el correr de un año. También hubo decomisos de camiones, camionetas, motosierras, casillas rodantes, tractores y aviones. “Muchas veces la gente alerta con desconocimiento porque cuando entra a una parrillada y ve leña de monte puede pensar en alguna irregularidad y quizás esa leña salió de un lugar que tiene autorización porque el monte avanzó sobre un terreno que no debía invadir …y está la guía”, precisó Soust.
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▲ “Hay inspecciones en todos lados, hay muchísimas motosierras decomisadas, se inspeccionan las barracas, se les pide la guía de dónde proviene esa leña porque nosotros siempre estamos bajo la égida, el precepto de hacer un manejo forestal sostenible”, dijo el director de la DGF. Soust indicó que el manejo forestal sostenible no significa prohibir totalmente la corta. “Hay que manejar el monte responsablemente, entresacando árboles, limpiando, tratando de mejorar las especies que están; eso es una forma y eso genera leña”, indicó. Muchas veces el bosque nativo invade los campos que tienen otro destino y ahí se autoriza la corta. “Primero se tiene que hacer una declaración del bosque, lo patentamos, lo registramos; luego se presenta un permiso de corta con un proyecto de manejo. Si noso-
Bosques nativos se expanden en el país
▲ Los bosques nativos en Uru-
guay tienen una presencia creciente, al punto que actualmente abarcan unas 800.000 hectáreas en todo el territorio nacional, según informó la Dirección General Forestal. El alcance del área que actualmente ocupa este tipo de vegetación es significativamente más extensa que las casi 670.000 hectáreas que ocupaba el monte
nativo en el año 1980. El primer inventario forestal del país —en base a fotografía aérea— data de 1967 y relevó unas 600.000 hectáreas de bosques naturales. El bosque nativo en nuestro país se distribuye en varias categorías (como ribereño, de sierra y de galería) y se encuentra en tres grandes áreas geográficas: Centro-Norte (Artigas, Rivera, Tacuarembó, Durazno, Cerro Largo, y
Treinta y Tres) en la que ocupa 378.000 hás; Sur-Este (Colonia, Flores, San José, Florida, Canelones, Montevideo, Lavalleja, Maldonado, y Rocha) donde concentra 304.000 has, y Litoral-Oeste (Salto, Paysandú, Río Negro, y Soriano) en la que se extiende a 169.000 has, de acuerdo con el informe sectorial del año pasado del Instituto Uruguay XXI.
Eucalipto y pino copan plantaciones Plantaciones artificiales proveen de materias primas a plantas de celulosa, aserraderos y carpinterías; empresas forestales deben certificar sus bosques para colocar sus productos.
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ucaliptus y pino son las dos especies que predominan en los bosques plantados en Uruguay, los cuales abarcan una extensión de 1,4 millón de hectáreas (has) y se concentran mayoritariamente en el centro y norte del país. Sin contar el bosque nativo, el 60% del total del área forestada corresponde al género Eucalipto mientras que el pino representa el 25% del área forestada, según datos del Instituto Uruguay XXI. “Hay una masa importante de pinos con buen manejo que está esperando que los vengan a cortar, que vengan industrias y se encarguen de ellos; son como 200.000 hectáreas que están fundamentalmente en el norte con los pinos”, comentó Pedro Soust, director general de Forestación. En cuanto al eucalipto, se encuentra en plantaciones que se localizan mayoritariamente en el norte, el litoral, la parte sureste. Además, “ahora se está formando un buen polo en el este de Durazno, Cerro Largo, Treinta y Tres, que es donde se habilitaron más suelos para plantar por la parte de cerrillada”, abundó. Mientras las plantaciones del sur y este del país sirven para proveer de pulpa a las plantas de celulosa y a las empresas exportadores de chips, las del centro y norte —las zonas del país más densamente forestadas— destinan sus extracciones a pro-
Se estima que los bosques plantados ocupan 1,4 millón de hectáreas en todo el país.
El 60% del área forestada (sin contar bosques nativos) está plantada con eucaliptos.
ZONA. Se consolida un gran polo forestal en el este.
ductos de madera elaborada (rolliza tratada, aserrada, tableros, carpintería de obra, muebles, molduras). Con este mismo fin se utiliza la madera proveniente de los bosques plantados en la zona oeste, además de utilizarse para la producción de pasta de celulosa, informa Uruguay XXI.
Certificación
Un aspecto clave para las empresas del sector forestal es la certificación de bosques, a cargo básicamente de empresas internacionales. La tarea de estas compañías es inspeccionar a las empresas dedicadas a la actividad forestal de modo de constatar que cumpla con las normas del país donde opera, así como las reglamentaciones y estándares a nivel internacional. Para Soust, las certificadoras son un “gran socio del Estado” en la fiscalización de las empresas forestales. Para ejecutar el contralor, las certificadoras realizan un intercambio de información y consultan a las autoridades estatales en la materia. Contar con la certificación o no es una diferencia que vale millones de dólares. Es que los grandes mercados internacionales exigen la certificación para hacer negocios con las empresas exportadoras como una forma de garantizar la excelencia del producto y la seriedad de la compañía. “Si a una empresa se le cae la certificación porque encontraron que estaba usando un producto que no correspondía, por ejemplo, se le cae por lo menos un 30% de los mercados”, graficó Soust.
Los montes y el medio ambiente
Varios desafíos presenta el desarrollo sustentable de los recursos naturales. La acción de la Dirección General Forestal está en sintonía con las buenas prácticas que impulsa la FAO.
CLAVE. Gestión del medio ambiente.
2006. Por otro lado, en los últimos años se confirma un proceso de recuperación de los bosques nativos, del 2,7 % al 4,2%, destaca el documento académico. Para lograr una integración adecuada del Uruguay Sustentable, Uruguay Productivo y el Uruguay Natural, el informe acadé-
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l año internacional del cuidado de los suelos, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), convoca a reflexionar sobre el manejo responsable de los recursos naturales. Una adecuada gestión de los bosques debe apoyar la producción sustentable de una gran variedad de productos de la madera, además de contemplar el desarrollo social y la protección del medio ambiente. Un informe sobre biodiversidad elaborado por la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR) destaca el notable desarrollo de la forestación, que se multiplicó por diez en quince años, entre 1991 y
ecosistemas terrestres, revela un informe de la FAO. Los suelos forestales también guardan un volumen de carbono igual al de la biomasa forestal mundial, esto es, alrededor del 45% cada uno. Otro 10% se encuentra en la madera muerta y la hojarasca de los bosques. En total, los bosques almacenan tanto carbono como la atmósfera, agrega el organismos internacional. Desde una perspectiva general, el Año Internacional de los Suelos (AIS) 2015 tiene como objetivo “aumentar la concientización y la comprensión de la importancia del suelo para la seguridad alimentaria y las funciones ecosistémicas esenciales”. Más de 120 proyectos relacionados con el suelo ha implementado la FAO, que además ha elaborado junto a la Unesco el Mapa Mundial de Suelos. Una de sus prioridades consiste en establecer un sistema mundial de información sobre los suelos.
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mico establece que es “indispensable” una sólida estrategia nacional de biodiversidad bajo el impulso de políticas de Estado. En esa línea de trabajo, la Dirección General Forestal (DGF) tiene entre sus cometidos colaborar en la preservación del medio ambiente a través de la conservación, control de la deforestación y de la degradación de los bosques nativos. Estos aspectos se vinculan con lo que la FAO ha definido globalmente como “la gestión sostenible de los suelos”. Los bosques y los suelos forestales son, precisamente, actores fundamentales en el combate a los efectos del cambio climático. Las emisiones de carbono son un importante factor que contribuye al cambio climático. Los bosques del mundo, entre sus muchas funciones, actúan como un importante depósito de carbono. Los montes capturan 650.000 millones de toneladas de carbono, o casi un tercio del total de los
Aumenta la exportación de productos forestales
▲ La celulosa y los productos
derivados de la madera tienen un peso cada vez mayor dentro de la corriente exportadora de Uruguay. Durante el primer semestre del año, las ventas uruguayas al exterior sumaron US$ 4.710 millones, de los cuales el 12% correspondieron a la celulosa, de acuerdo con el Informe de Comercio Exterior del Instituto Uruguay XXI. Según el documento,
las ventas de celulosa alcanzaron 1,1 millones de toneladas en el semestre, movilizando unos US$ 585 millones. Así se ubicó como el tercer ítem en importancia para las exportaciones uruguayas, luego de la soja y la carne. Sin embargo, los productores forestales y las autoridades de gobierno comparten la visión sobre el desarrollo futuro de la industria forestal, que en su conjunto
logrará liderar las exportaciones de bienes uruguayos, a partir de la creciente actividad de las plantas de celulosa tanto de Montes del Plata como de UPM, alcanzando una cifra estimada en US$ 2.000 millones para este año. Mientras tanto, el año pasado, los productos forestales representaron el 10% de las ventas externas totales de bienes uruguayos, que totalizaron US$ 9.178 millones.
La competitividad como prioridad
Las empresas forestales creen que el volumen de madera en el país crecerá, pero ven con cautela la instalación de nuevos emprendimientos industriales al menos en el corto plazo.
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ejorar la infraestructura y ajustar el costo país encabezan las preocupaciones del sector empresarial en la industria forestal. Así lo expuso Carlos Faroppa, presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), gremial que nuclea a firmas privadas y productores independientes. Para Faroppa, un problema que enfrenta esta industria es “la estructura del costo país en logística, energía, combustibles, (que) juegan en detrimento de la competitividad de nuestro país hacia afuera”. A esto se suma un encarecimiento generado por la falta de infraestructura —Faroppa lamentó que el tren haya decaído en importancia—, aún cuando tanto el Estado como las empresas privadas han contribuido con obras de infraestructura y en la generación de energías limpias. Más allá de los desafíos para potenciar el sector, la industria forestal (madera, celulosa y papel) es actualmente uno de los motores de la economía uruguaya. El año pasado representó el 10% de las exportaciones uruguayas, que llegaron a US$ 9.100 millones y, según un reporte del Instituto Uruguay XXI, el sector aportaría el 4,5% del PIB del país, una vez la planta de Montes del Plata comience a funcionar a tope. Faroppa se mostró optimista sobre las posibilidades a futuro de “crecer en volumen” de madera, como forma de promover nuevos emprendimientos y con ello, un aumento de las exportaciones. La celulosa lidera este rubro
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FONDOS. Uruguay triplicó en los últimos seis años la inversión extranjera relacionada a la industria forestal.
dentro de la industria forestal (US$ 604 millones en 2013), seguida por tableros (US$ 85 millones), chips (unos US$ 80 millones), papel y cartón (unos US$ 75 millones), madera aserrada (US$ 63 millones) y rolos (unos US$ 30 millones). De todos modos, el titular de la SPF fue cauto respecto a la instalación de nuevas megaempresas en el sector. “Es de esperar que hayan desarrollos industriales, no creo que en el corto plazo, salvo algunos puntuales”. Esta proyección no se debe a una merma en la producción de madera; por el contrario, Uruguay pasó de movilizar unos tres millones de metros cúbicos anuales a unos 13 millones de metros cúbicos en la última década.
La celulosa lidera las exportaciones del sector forestal, que aporta el 4,5% del PIB.
Faroppa explicó que por las características de esta industria, la mirada es de largo plazo y que hay que ver que “se den las condiciones logísticas y económicas del país, y económicas también a nivel global” para la llegada de inversiones, más aún ante la competencia de otros países de la región, como Chile o Brasil. Uruguay había triplicado en los últimos seis años (a 2013) la inversión extranjera directa (IED) relacionada a la industria forestal. En 2013, la IED alcanzó su máximo histórico: US$ 2.796 millones. En estos años, se instalaron dos gigantes como la empresa UPM (2007) y Montes del Plata (2009), de capitales chilenos y sueco-finlandeses.
Esta publicación fue realizada por la Gerencia Comercial de EL PAIS S.A. en coordinación con la Dirección General Forestal. Por consultas a Suplementos Especiales comunicarse al teléfono 29020115, internos 137 y 138.- COORDINACIÓN PERIODÍSTICA: Raúl Soares Netto.- TEXTOS: Diego Ferreira- DEPTO. DE DISEÑO: Ezequiel Pérez Medeiros (Editor) Raquel Rodríguez (Jefa), Noemí Koyounian (Diseño).- TRATAMIENTO DE IMÁGENES: Fernando Mesa.- CORRECCIÓN: Mario Jauregui, Jacqueline Orellana.- FOTOGRAFÍA: Diario EL PAIS y Archivo Digital de EL PAIS. Se imprimió en la Planta Industrial de EL PAIS S.A. Ruta 1 y Camino Cibils. Tel: 2 901 71 15.- Montevideo, Uruguay - Agosto 2015 - Depósito Legal N° 333.011
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a cadena industrial forestal maderera emplea a entre 16.000 y 20.000 trabajadores en forma directa, y de cara a la próxima negociación del Consejos de Salarios, los obreros tienen en el salario a una de sus principales reivindicaciones. La actividad asociada a la forestación ocupa a 16.500 personas, según datos de 2013 publicados por el Instituto Uruguay XXI. SOIMA. Plantean una actualización de las categorías de trabajo. Sin embargo, de acuerdo a los gremios la ocupación es algo más alta. Actualmente, la cartón y celulosa, según la Fe- res perciben unos $ 10.000 mano de obra que ocupa esta deración de Obreros, Papele- como salario líquido, por lo cadena industrial ronda los ros, Cartoneros del Uruguay que la idea es elevarlo al menos a unos $ 15.000, en sintonía 20.000 trabajadores, según el (Fopcu). La mejora salarial es una de con la plataforma del Pit-Cnt Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera (Soima): las preocupaciones centrales que propone un Salario Mínilos aserraderos y carpinterías de ambos sindicatos de cara a mo Nacional en ese valor. Oyeconcentran unos 7.000 emplea- la ronda salarial que comenza- narte admitió que ante los lidos, mientras que la rama fo- rá a partir de septiembre, aún neamientos salariales del gorestal —que incluye a quienes cuando los convenios colecti- bierno, ese objetivo será difícil de cumplir. Para la Fopcu, en se desempeñan en los viveros vos vencen en diciembre. “Es una preocupación cómo tanto, la meta es llegar a un míy plantaciones que nutren de madera a las plantas de celulo- levantamos el salario”, resumió nimo de $ 15.000 en el período, sa— ocupa a unos 13.000. A Fernando Oyenarte, secretario así como eliminar inequidades ellos se suman otros 1.300 ope- general del Soima. En el sector salariales, dijo el secretario gerarios de las fábricas de papel, forestal, unos 10.000 trabajado- neral, Julio Mancebo.
▲ La alta calidad de la madera
producida en las plantaciones de Uruguay no sólo es para la obtención de pulpa de celulosa, sino también para la fabricación de productos de madera sólida. Los reconocidos niveles de calidad de la madera medidos a través de las propiedades mecánicas módulo de elasticidad (rigidez) y de rotura, son superiores a los presentados por la madera producida en los países de la región. Una ventana de oportunidades para Uruguay puede estar asociada a un mayor desarrollo de la construcción en madera para obra civil, particularmente edificios industriales, comerciales y deportivos, revela un informe del instituto Uruguay XXI. En este sentido, se plantea como un desafío para el sector todo la necesidad de incorporar normativa de fabricación, control de calidad y cálculo de madera estructural para promover la venta local e internacional de productos de mayor valor agregado. En particular y dado que las especies cultivadas en nuestro país son de baja durabilidad natural, se recomienda la introducción y el desarrollo de nuevas tecnologías orientadas a aumentar la durabilidad de la madera (secado, protección por diseño, impregnación en profundidad y modificación), señala el reporte de Uruguay XXI.
Un camión MAN diseñado para la industria forestal ▲ La empresa Julio Cesar Lesti-
do SA, que cumple 65 años comercializando vehículos en Uruguay, ha lanzado un camión diseñado específicamente para la industria forestal: el MAN 28.400 TGS WW 6x2 BL. Este camión MAN es de origen 100% alemán, galardonado como la marca Nº 1 en camiones de Europa en varios años. Posee el ranking de menores fallas presentadas en camiones de diferentes marcas en 5 años de trabajo, realizada por la TUV. Es el camión más liviano y de menor consumo, su motor de
10.518 cm3, de 1900 Nm, tiene en forma exclusiva un sistema de inyección cammon rail a 1800 psi de presión (las otras marcas solo a 1200 psi) que generan un pulverización del combustible, favoreciendo la ignición y memorizando la emisión de gases a la atmosfera. Posee sistema de frenos MAN EasyStar Tipmatic, sistema antibloqueo ABS y antideslizante ASR. Un freno de válvulas exclusivo que minimiza el desgaste de zapatillas y campanas de freno. Cuenta con volante de regulación en altura y profundidad.
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La cadena forestal nuclea a unos 20.000 trabajadores; sindicatos preparan demandas para la negociación con los empresarios.
Promueven las obras en madera
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Una industria dinámica que multiplica los empleos
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