El Paso de Riogordo y la Cinematografía Bíblica

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El Paso de Riogordo y la Cinematografía Bíblica

Sala de Exposiciones del Museo Etnográfico Municipal. Del 22 al 31 de Marzo de 2002 De 11:00 a 14:00 h. y de 17:00 a 20:00 h.


C ANTONIO V. GAVILÁN PASCUAL Presidente de la Junta Organizadora de El Paso de Riogordo.

umplíamos ayer, en el 2.001, cincuenta años de la representación de “ EL PASO DE RIOGORDO” y, entre otros eventos, quiero recordar la publicación por el CEDMA de un catálogo conmemorativo en el que tuvieron a bien escribir destacadas personalidades del mundo de la cultura, religión, política... Alguno echó en falta la presencia, entre las firmas, de más mujeres. Y a fe que se lo merecen, pues siempre tuvieron un lugar destacado en nuestra representación, tanto en tareas organizativas, como en las interpretativas. Hoy queremos rendir, a través de este catálogo, un pequeño homenaje a las riogordeñas, de nacimiento o vocación que trabajando codo a codo en la Junta Organizadora, dirección de escena, actuando, etc.. han contribuido al éxito de “ EL PASO DE RIOGORDO”. Dada la temática de la exposición, nos ha parecido oportuno invitar a la “convergencia Pasocine” a las actrices que desde 1951 hasta el día de hoy han dado vida al papel de la Virgen María, como muestra de la importante aportación femenina. Desde María Díaz, quien a decir de los que la vieron actuar “bordaba el papel” a Inmaculada Gavilán –“sentimiento y equilibrio”- doce mujeres nos cuentan, acompañadas de carteles de películas bíblicas y de “EL PASO DE RIOGORDO”, algunos de sus recuerdos impresiones o vivencias. El teatro nos muestra la verdad desnuda de algo que ha acontecido en la realidad o en la imaginación de quien la narró o escribió. Y allí tienes al actor, sus gestos, su palabra...solos ante el espectador. El cine con sus recursos “más dados al trucaje”, a través de la cámara capta los detalles o plenos que le interesan y desecha los que no. Es otro lenguaje. Pero, en ambos casos, el espectador ve pasar ante sus ojos una historia creíble, gracias a la creatividad de escritores, guionistas, actores, directores, tramoyistas, etc. Es pura magia creativa. Y nuestro “PASO” que es teatro, se viste de cine y sus actores y actrices, como lo hicieron Kirk Douglas, Jean Simmmons, Charlton Heston, Anne Baxter, Deborah Kedrr, Robert Tayklor, Ana Gardner, Claudia Cardinale y tantos otros, transformados ante el público nos muestran cada año la película de lo que algunos llamaron “la historia más grande jamás contada”.

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L JUAN FRAILE CANTÓN Presidente de la Diputación Provicial de Málaga

a Semana de Pasión, la conmemoración de la muerte y resurrección del Señor es para muchas personas más que una muestra puntual, una forma de vida a lo largo de todo el año. De ahí que existan muchas formas de transmitir unos acontecimientos que no vivimos pero que todos conocemos. Me consta que para los habitantes de Riogordo la representación de vuestro paso, “El Paso de Riogordo” es una experiencia única en la que se muestra, con la más estricta realidad, como ocurrieron aquellos momentos de la vida de Jesús, no en vano esta figuración está declarada de interés turístico nacional. Pero, hay muchas formas de acercarnos a la pasión de Cristo y una de ellas la representa el cine, de ahí que conozcamos multitud de películas que han querido mostrarnos diferentes perspectivas y momentos: Jesús de Nazaret, El gran Pescador, La Biblia, Quo Vadis, Espartaco, La Túnica Sagrada, Ben Hur, entre otras. Películas que, a través de los años, han mostrado a las diferentes generaciones hechos de nuestra historia. De esta forma, desde la junta organizadora del Paso de Riogordo han querido aunar ideas y mostrar a todos los malagueños un nuevo concepto con esta exposición que recoge los carteles de su propia representación, así como la cartelería que en su momento anunció las diferentes películas bíblicas de la época. Un repaso de más de sesenta años de cine que a buen seguro transportará a otras fechas a muchos de los que visiten esta interesante muestra. ¿Quién no ha vibrado o mostrado sus sentimientos más internos al contemplar algunas de estas muestras del celuloide? De ahí que quiera mostrar mi apoyo y expresaros mi felicitación por la idea que hoy ponéis en marcha.

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Q ALICIA ORTEGA CAÑAMERO Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Riogordo

uien haya oído hablar de Riogordo seguramente conozca algo de nuestra Semana Santa y más concretamente de “El Paso de Riogordo”. Cuando se le pregunta a algún paisano mío por su lugar de nacimiento o residencia y responde - “pues yo soy de Riogordo”, no es raro que si el interlocutor conoce nuestro pueblo conteste - ¡ah, de donde “El Paso¡ y es que los dos van cogidos de la mano desde hace ya unos pocos años. En la historia de Riogordo el nombre de “El Paso” esta escrito en letras de oro. Desde sus comienzos hasta nuestros días se han producido algunos cambios, pero la ilusión y la entrega de los que hacen posible que todo salga a la perfección no ha variado. Desde estas líneas me gustaría reconocer el esfuerzo de esas personas que se entregan por completo durante todo el año, sacando tiempo de donde no lo hay, para que la representación sea un éxito. Hablo de la Junta Directiva de “El Paso”, el motor de todo este tinglado. Cuando termina una Semana Santa ya tienen puestas sus miras en la del año siguiente. También hay que mencionar la entrega de los actores, que sin ser profesionales dan la impresión de haber estado toda la vida encima de un escenario. Es emocionante verlos desfilar por varias calles del pueblo camino de “El Calvario” antes de comenzar la representación. Verlos actuar es aún mejor. Falta poco para la representación de este año, se ultiman preparativos, reuniones ensayos..., no puede quedar ningún cabo sin atar. El ser una de las representaciones de la vida y muerte de Jesucristo más conocidas nacional e internacionalmente así lo exige. Desde aquí os invito a presenciar un espectáculo que seguro os emocionará. El escenario natural, el colorido, la música y sobre todo el buen hacer de unos actores ocasionales que viven sus personajes, seguramente os harán levantar de vuestros asientos.

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U ENRIQUE GODÍNEZ LUQUE Comisario de la Exposición

“na representación perfecta en un maravilloso escenario”, este es el titular de la página dedicada a El paso de Riogordo por el diario LA TARDE del 3 de Abril de 1952. Nos ofrece este artículo las impresiones de un oyente, que al presenciar un ensayo del Paso quedó “sorprendido agradablemente” y dice así: “... un contingente numerosísimo de actores, más de cien, fue lo primero que se ofreció a nuestra vista. Por otro lado, y en una nave de la iglesia, un pelotón de jóvenes con banda de cornetas y tambores. Ante nuestros ojos fueron desfilando las escenas de la Pasión, representados magistralmente...”. En esta hoja se describe con emoción la escenografía del Paso: “En el magnífico escenario natural del Calvario de Riogordo, bellamente adaptado para esta representación, el espectador vivirá con intensidad y realismo insuperables el sublime drama del gólgota”. Desde los años cincuenta El Paso de Riogordo se escenifica en un escenario natural, delimitado por el horizonte de los montes, su techo es el cielo iluminado por el sol de la tarde. Los actores se cuentan por centenares, más de medio millar. En el Paso desfilan caballos, asnos, ovejas y cabras; hay huertas y palacios. La ambientación es real y directa, creo que cumple las ambiciones de su primer director y autor del libreto actual de “El Paso”, Don Tiburcio Martín Toledo, que nos recuerda sus inquietudes siendo el responsable artístico del Paso. “Anhelábamos algo más, digno de ser contemplado por todas los públicos; con atavio adecuado a la época y a los personajes; en lugar acondicionado y que llenase todas las ambiciones de un escenario cinematográfico. Y todo lo teníamos aquí en el pueblo.” Desde esta concepción El Paso de Riogordo coincide, converge, con las cinematografías bíblica en la realización de sus cuadros, y establece un paralelismo escénico con los films como la película de largometraje; "La Historia de Cristo", de la casa Pathé Freres de París, que se veía en los cines malagueños en 1914. En la contemplación de la representación de Riogordo subyace esta expresión cinematográfica, manifestándose a veces en la crítica del Paso. “... Las sentidas lágrimas se deslizan por las mejillas de los más viejos, que aplauden a rabiar las escenas destacadas como si de la última producción de Spielberg Spielberg se tratará”. (Diario 16 de Andalucía. 24 de Marzo de 1997). Así se describen las compresiones del público en un ensayo general del Paso de Riogordo en Marzo de 1997.

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EL PASO DE RIOGORDO Sus carteles 1951-2001

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Publicaci贸n 1951

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Cartel 1968 Autor: An贸nimo

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Publicaci贸n 1976

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Cartel a帽os 70 Autor: An贸nimo

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Años 70 Autor: Gaudencio Frías

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Años 70 Autor: Gaudencio Frías

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1988 Autor: An贸nimo 31x44,5 cm.

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1986 Autor: José Díaz Oliva 31x44.5 cm.

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1987 Autor: An贸nimo 43x57 cm.

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1990 Autor: Rosa Martín y J. M. Alés 50x68 cm

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1995 Autor: Miguel Ramos 42x55,5 cm

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1996 Autor: テ]gel Horcajada 40,5x70 cm

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1997 Autor: Alumnos Artes Gráficas 42x59,5 cm (fotos Rosa Martín)

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1998 Autor: Francisco Trigueros 48x68 cm (óleo sobre lienzo: Elí, Elí, lemá Sabhtani 195x130 cm)

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Cartel Exposici贸n 1998

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1999 Autor: Rafeal Palomo 48x68 cm

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2000 Autor: Francisco Trigueros 48x68 cm (Ă“leo sobre lienzo: En tus manos encomiendo mi espĂ­ritu 195x130 cm)

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2001 Autor: Francisco Hernández 45x68 cm. (Óleo sobre lienzo: La Verónica 90x70 cm)

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2001 Autor: Antonio Montiel 47,5x68 cm. (Óleo sobre lienzo: Rey de los Judíos 92x65 cm.) Representación Especial Nocturna con motivo de la conmenoración del 50 Aniviersario de EL PASO DE RIOGORDO.

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E IGNACIO MEGINA Historiador Cinematográfico

n esta muestra de carteles, Riogordo invita a los espectadores a contemplar como a partir de los años 50 (su origen se remonta al siglo XVII) El Paso se va enriqueciendo en suntuosidad, colorido y grandiosidad casi de forma paralela al cine de la época. Cada primavera el pueblo se convierte en un inmenso plató donde participan sus habitantes, con gran sentido de profesiona-lidad y fervor para una vez más transmitir la palabra y el drama del calvario. Las escenas se van sucediendo, subrayadas a veces por las partituras musicales adecuadas, cánticos religiosos, énfasis en los momentos cumbres que realmente hacen del Paso de Riogordo un espectáculo inolvidable, ¡hay que verlo!


CINEMATOGRÁFIA BÍBLICA Sus carteles 1914-1978


Quo Vadis (Roma 1914) Cines de Roma. Música: Jean Nougués Reproducción de la obra de Siens-Kiewichz 31,5x21,5 cm

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Espartaco 1914 Edici贸n: "Pascuali Film" Torino 24x15 cm. Tip Segov铆a

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Reina Santa. España 1947 Autor: Francisco Fernández (Jano). Madrid 70x100 cm

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Sans贸n y Dalila. USA 1949 Autor: Estudio MCP (Mart铆, Clav茅, Pic贸) 70x100 cm

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Fabiola. Francia 1949 Autor: A. Peris 68x100 cm

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Quo Vadis. USA 1951 Autor: Ă lvaro 70x100 cm

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La TĂşnica Sagrada. USA 1953 Autor: Hermida 70x100 cm

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Marcelino Pan y Vino. EspaĂąa 1954 Autor: Francisco FernĂĄndez (Jano) Madrid. 70x96 cm

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Los Diez Mandamientos. USA 1956 Autor: MAC (Macario G贸mez). REUS (Tarragona) 70x100 cm

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Ben-Hur. USA 1959 Autor: An贸nimo 68x98 cm

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El Gran Pescador. USA 1960 Autor: Francisco Fernรกndez (Jano). Madrid 100x205 cm

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Espartaco. USA 1960 Autor: An贸nimo 100x205 cm

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La Biblia. USA 1965 Autor: An贸nimo 70x100 cm

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La Biblia. USA 1955 Autor: MAC (Macario G贸mez) REUS (Tarragona) 70x100 cm

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Jesús de Nazaret. Italia - Gran Bretaña 1977 Autor: Anónimo 68x100 cm La última puesta en escena de la Pasión de la mano de Franco Zefirelli.

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Portada catálogo 2000 Autor: Francisco Trigueros (Detalle. Óleo sobre lienzo: En tus manos encomiendo mi espíritu 195x130)


INTÉRPRETES DE LA VIRGEN MARÍA EN EL PASO DE RIOGORDO Sentimientos de Mujer. 1951-2002


R MARÍA DÍAZ SÁNCHEZ Intérprete 1951-1954

ecordar ahora aquellos años cuando entre un grupo de amigos y vecinos del pueblo, bajo la atenta y perfecta dirección de Don Tiburcio, nació EL PASO DE RIOGORDO, supone una mezcla de alegría y nostalgia, de recuerdos que me vienen a la memoria: los ensayos en la Iglesia, nuestras conversaciones, inquietudes del día a día, la incertidumbre de cómo saldría la representación... Interpretar a María, la madre de Jesús, fue para mí una gran alegría y una vivencia personal muy gratificante. Representar a la Virgen María en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, supuso adentrarme en uno de los pilares fundamentales de nuestra vida como creyentes. Aún hoy, recuerdo con emoción la despedida entre Madre e Hijo: ¡Hijo Mío, Hijo del alma! , soy tu Madre, que afligida su postrera despedida, te viene Jesús a dar.

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E ESPERANZA CÓMITRE MARTÍN Intérprete 1954

l entusiasmo del pueblo, la alegría, el colorido del vestuario, la unión entre los vecinos de Riogordo y el impulsor de esta obra, a pesar de mi timidez, me hicieron aceptar el representar a María la Madre de Jesús, en el Paso de Riogordo. ¿Cómo iba a negarme a pesar de mi timidez, a un honor tan grande? ¿Cómo iba a negarme habiéndomelo pedido una persona como Don Tiburcio a quien tanto quiero y que tanto ha hecho por mi Riogordo querido? Estoy feliz de haber aceptado este papel y de que actualmente se continúe representando. El Paso de Riogordo triunfó y actualmente es conocido en toda España y por multitud de extranjeros que nos visitan cada año. Desearía que todos en el pueblo sigamos unidos en este empeño de representar y dar a conocer El Paso, cada año, con esta gran ilusión que se palpa.

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e llamo Mari Carmen Porras y tuve la satisfacción de desempeñar el papel de la Virgen en la función de inauguración de la actual etapa de “El Paso de Riogordo “ que tuvo lugar en 1968. Aunque no nací en Riogordo, por ser el pueblo de mi madre es también el mío y los momentos mas felices de mi infancia y juventud están ligados a los meses de vacaciones que sistemáticamente pasábamos en él . Es por este motivo, por lo que viví desde el principio la puesta en escena del ya famoso “Paso de Riogordo”. Cuando se inició su representación en 1951 yo era todavía una niña, y como casi todas mis amigas me aprendí el papel del “Angel de Abraham” único que estaba a nuestro alcance por la edad, por si había suerte y nos caía la “china” ,pero los ensayos eran muy rigurosos y por vivir en Málaga y no poder asistir a ellos no pude optar a mas papel que el de “Niña de Pueblo”, papel en el que yo creo hemos actuado con gran alegría la mayoría de niños y niñas de Riogordo, aunque en el fondo las niñas en lo que pensábamos era en poder llegar a representar un día el papel de “La Virgen María”.

MARÍA DEL CARMEN PORRAS NARVÁEZ

Intérprete 1968

En mi caso ese día llegó cuando tras un paréntesis sin representaciones, el entonces médico del pueblo D. Ricardo Sánchez Mezcua y un entusiástico grupo de colaboradores, a los que todos los de mi generación recordamos, decidieron volverlo a poner en escena y tuve el privilegio de que me ofrecieran el papel que tanto había soñada, el de la “Virgen”. Como yo trabajaba en Málaga, para mí era una dificultad añadida, ya que en aquella época casi nadie tenía coche ni había “autovías”, y contábamos solo con la “Alsina de Casado” y las casi cuatro horas de viaje por la “Carretera de los Montes”. Pero a pesar de esto, yo esperaba con gran ilusión cada fin de semana para ensayar y poder representar el papel. Por fin llegó el gran día, el Viernes Santo de 1968, y como no, llovía y el cielo amenazaba mas lluvia, todos sabemos que salir Abraham y empezar a llover a cántaros fue algo frecuente en aquellos años. Recuerdo con especial afecto, la ayuda y las palabras tranquilizadoras de Doña Lola Mandly cuando estábamos maquillándonos, Doña Lola, antigua maestra del pueblo, era la esposa de D. Tiburcio Martín promotor original de las representaciones, y había ayudado a su marido en su puesta en escena en la anterior etapa, por lo que su experiencia y consejos creo que nos vinieron a todos de “perilla”, pero no dejaba de llover, y todos temíamos que hubiera que suspender la representación y mirábamos al cielo continuamente rogando y esperando ver un clarillo que permitiese poner en escena la obra. Nuestros ruegos fueron escuchados y con las ropas chorreando y el maquillaje medio corrido pudimos ver hecha realidad la ilusión de representar la Pasión de Jesús, iniciando una etapa que tan dignamente han sabido mantener y acrecentar las nuevas generaciones de habitantes de nuestro pueblo. Desde aquí mi recuerdo muy especial a las personas que tantos esfuerzos dedicaron a la continuidad de esta tradición y que ya no se encuentran entre nosotros, y también a los actualmente trabajan en ella, muchos de los cuales son descendientes de los que empezaron, y que con igual ilusión y esfuerzo contribuyen a mantener y mejorar año a año esta hermosa tradición. Un beso y mi agradecimiento personal a todas ellas.

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S CARMEN MARTÍN DÍAZ Intérprete 1970-1975

iempre deseé hacer un papel en El Paso de Riogordo, para mi era casi un deber, primero por ser riogordeña y después por sentir la tradición que me transmitió mi tía María Díaz; hasta que llegó ese día, me metí dentro poco a poco; el primer año vendí entradas desde la ventana del Ayuntamiento, donde mi padre tenía su despacho. El segundo año ya empecé haciendo de criada de Caifás, al año siguiente; para mi ya fue lo que más había deseado, ser la Virgen, la Madre de Jesús, y así hasta cinco años en que me casé y me marché de Riogordo. Para mi fueron cinco años que nunca olvidaré. Necesitaría mucho papel para describir estos años, y la verdad no quiero cansar a nadie; pero no puedo olvidar los tres meses de ensayos que hacíamos en el cine (que entonces existía), era ésta nuestra única diversión, esperábamos todos con alegría que llegara la época de los ensayos, para poder salir cada noche y no faltábamos ni una. Todos teníamos mucha responsabilidad. Son tantos recuerdos, y algunos tan buenos, que para mí cuando llega Semana Santa y estoy tan lejos de mi tierra, siento que parte de mi corazón está en Riogordo, pero bueno la vida a cada uno nos lleva por distintos caminos. Agradezco a todos que me hayan dado la oportunidad de poder expresar en un poco de papel como llevo dentro de mí El Paso de Riogordo a pesar de estar tantos años fuera. Animo a todos los jóvenes de ahora a que luchen y trabajen para que cada vez El Paso sea mejor.

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S PEPA LUQUE RODRÍGUEZ Intérprete 1973-1976

oy una riogordeña que llevo muchos años fuera de mi pueblo, pero nunca perdí el contacto con mis amigos, mi familia, con el pueblo en definitiva. Hace unos días un paisano me llamó para pedirme si quería colaborar escribiendo, contando mis impresiones, como viví yo, el momento en que siendo todavía una niña representé el papel de María durante varios años consecutivos. Han pasado muchos años y han cambiado muchas cosas, pero mi corazón sigue siendo de Riogordo, por eso acepté encantada, esto me da la oportunidad de revivir bonitos recuerdos. No sé por donde empezar, tal vez por la noche que Don José Clavero me propuso en el Ayuntamiento hacer el papel de la Virgen. Yo llevaba varios años trabajando (desde los doce) como mujer de pueblo, y la verdad, no tenía intención de hacer otra cosa, por eso cuando me lo dijeron, al principio dije que no. Pensé que no sería capaz de vencer la vergüenza de hablar en público. Mis amigas me animaban ¡tienes que intentarlo!, ¡seguro que puedes hacerlo bien! Yo no estaba muy convencida, pero acepté con una condición: los primeros ensayos serían a solas con él en la biblioteca de la escuela para ver qué pasaba. Al principio no fue muy bien, pero poco a poco fui cogiendo algo más de confianza y después de unos días creí que ya estaba lista para ensayar con los demás. Los ensayos eran en el cine. Un cine ya viejo, con unas escaleras estrechas y desvencijadas, llenas de clavos en los que me enganché y rompí los leotardos al subir al escenario. La verdad, no recuerdo si lo hice bien aquella noche, pero sí recuerdo que lloré, más por los nervios que por la emoción del papel, pero la gente estaba encantada con tanto realismo. Ensayábamos durante varios meses. Las noches de los ensayos eran un poquito especiales, era una forma de romper la rutina de un invierno largo y aburrido. Los amigos eran lo mejor y casi lo único que teníamos para divertirnos, aún así lo recuerdo como una época llena de encanto. Éramos un poco rebeldes, como todos los jóvenes, pero estábamos convencidos que EL PASO era algo bueno para Riogordo y había que preservarlo. Y por fin el día de la representación. El pueblo estaba abarrotado de gente y de coches, no había donde aparcar, ni siquiera en las afueras. Todo el mundo andaba nervioso y contento al mismo tiempo. El pueblo cobraba vida aunque fuese por unos días. A las cuatro en punto empezaba la representación. Los actores colocados en fila hacíamos una entrada solemne y nos dirigíamos a nuestro sitio. Con el sacrificio de Isaac empezaba una actuación por espacio de tres horas, durante las cuales veíamos transcurrir la vida de Jesús. Con unos textos llenos de poesía, la gente poco a poco se iba identificando con los personajes para culminar con la crucifixión de Cristo. La emoción subía de tono y la gente aplaudía entusiasmada gritando ¡ bravo!, ¡bravo!.... Una sensación difícil de olvidar. Siempre ocurrían anécdotas curiosas, muchas veces causadas por la lluvia, casi siempre presente en EL PASO. Desde los calambrazos que daban los micros, hasta no poder caminar a causa del barro, ocurría de todo. El día en que actué por primera vez cayó un buen chaparrón. El escenario era un puro barrizal donde a duras penas manteníamos el equilibrio, con aquellas sandalias de tiras. Resbalé y me rompí las dos sandalias, apenas podía moverme, gracias a la ayuda del compañero que interpretaba al apóstol San Pedro, no caí al suelo. Esta situación que hubiese provocado risa en otro momento, a mí me produjo angustia y deseos de llorar. Después de la lluvia, salió el sol. Las lágrimas, el sol y los flases me impedían ver a Cristo, al que tenía frente a mí. Nos habían maquillado y con las lágrimas el rimel se corrió. Aquello escocía un montón, así que más lloraba y unos hermosos churretones negros corrían cara abajo. No me encontraba muy cómoda que se diga, pero la gente aplaudía y aplaudía. Respiré aliviada cuando terminé aquella primera parte. El resto transcurrió con bastante normalidad, al menos en lo que a mí se refiere. No estaba yo para fijarme en nadie. Si se cometían algunos errores, no creo que el público se diese cuenta. Cuando terminábamos la representación, nos volvíamos a colocar para el desfile. La gente esperaba para vernos de cerca y nos tocaba, y nos decía cosas simpáticas y agradables. Recuerdo de manera especial a un grupo de monjas que se acercaron a mí y me besaban y felicitaban. Se quedaron muy sorprendidas cuando vieron que era tan joven ¡pero si eres una niña!, decían. Me gustó hacer de Virgen María. Fue una hermosa experiencia que repetí varios años, luego me vine a Madrid donde resido desde entonces y ya no tuve más la ocasión de hacerlo, pero no me importaría repetirla si tuviese la oportunidad.

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ace unos días, recibí una llamada de Juan Gavilán de la que quedé sorprendida y un poco cohibida, pues me propuso escribir un texto sobre el tiempo en que interpreté el papel de Virgen en El Paso. En ese momento no sabía qué pensar y más cuando me dijo el corto plazo de que disponía; pero heme aquí delante del papel y tratando de escribir algo, pues incluso en la distancia, siento el deseo de colaborar con mi pueblo y El Paso que tanta fama le ha dado. Hace algunos años, allá por la década de los setenta comencé a trabajar en El Paso, es decir, empecé a ser una de tantos actores y actrices, porque como todo riogordeño/a ya colaboraba desde antes. Yo quería hacer de mujer de pueblo, pero D. José Clavero (director de escena) me puso a leer el papel de Criada de Pilatos y me lo adjudicó; lo estuve haciendo unos años, luego hice también de Herodías.

OBDULIA SÁNCHEZ PASCUAL Intérprete 1979-1980

Un año, no recuerdo si el setenta y cinco o el setenta y seis, fui a los ensayos y me dijo el director de escena que me fuera con él y con José Antonio Moreno a leer el papel de la Vírgen. En un principio me sentí reacia, pues pensaba que era una gran responsabilidad, un papel importante, y no me creía capacitada; pero lo leí y me dijo que me lo estudiase, que era para mí. Así pues, iba a ensayar las noches que podía, ya que estaba estudiando fuera y entonces no íbamos todos los fines de semana al pueblo. Luego, a partir del Domingo de Ramos, ya eran ensayos diarios en El Calvario y los ojos puestos en el cielo, puesto que no pocas veces nos mojamos y se tuvo que suspender la Representación. Entonces las casetas no tenían techo ni eran de obra como ahora, con lo cual se estropeaba todo, incluidos los actores. Recuerdo un Viernes Santo que me maquillaron de forma exagerada, pues el maquillador que venía decía que era así como había que ir para salir bien en las fotos. Pues bien, ese día llovió a cántaros y me caían los chorros de maquillaje por la cara; íbamos todos a refugiarnos en las casas donde podíamos. A pesar de todo, nos sentíamos compensados y emocionados cuando al entrar por las Tres Cruces veíamos todo lleno y comenzaba el reparto de personajes, con la música de la banda de cornetas y tambores de fondo. No pocas veces nos temblaban las piernas al hablar, por los nervios contenidos y el miedo a equivocarnos o a que en un momento dado se nos olvidara el papel. Otro momento emocionante era el desfile después de la Representación para ir a La Tractora a cambiarnos, y veíamos a la gente aplaudir nuestro trabajo y esfuerzo. Creo que estuve interpretando el papel hasta el ochenta. En fin, éste es un resumen de mi participación en este famoso acto, pero antes de acabar me vais a permitir dar las gracias a todos los actores y actrices, organizadores y organizadoras de antes y a los de ahora, pues sin ellos, su trabajo y su tesón no hubiera sido posible llevar El Paso y Riogordo a donde están ahora mismo. Un cordial saludo.

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arece que fue ayer cuando Don José Clavero y Don Juan Cañadas, que en aquel entonces eran directores de escena, me propusieron interpretar el papel de Madre de Jesús (Virgen). Me cogió tan de sorpresa que no supe que decir en ese momento.

PEPI GARCÍA CABRILLANA Intérprete 1979-1981

Aunque en la representación del Paso yo había interpretado otro papel el de “Ángel“ y todas las representaciones tienen su dificultad, ésta que me proponían ahora la veía de más responsabilidad. Los ensayos los hacíamos en lo que era antes el cine y allí semana tras semana bajo la dirección de Don José Clavero y Don Juan Cañadas nos preparamos para el gran día de la Representación. La Semana Santa llegó y la Representación del Viernes Santo empezó. No se puede explicar con palabras lo que se siente cuando entra toda la comitiva formada por más de trescientos actores, el colorido del vestuario y los sones de la banda de cornetas y tambores, es algo muy especial. Hacer este personaje me produjo mucha satisfacción, a la vez que miedo y muchos nervios. Pero una vez que salía y me ponía a hablar me metía tanto en el papel que las lágrimas afloraban a mis ojos, porque hay escenas que conmueven (despedida de madre e hijo, crucificación). Me siento orgullosa y honrada de haber formado o mejor dicho de estar formando parte de esta gran obra que es el “ Paso de Riogordo “

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os años durante los cuales interpreté el papel de Virgen Maria fueron unos años muy bonitos e intensos. Para mí como cristiana evangélica que era, y soy, fue muy importante interpretar a la madre de Jesús, meterme en su situación e intentar vivir y sentir lo que esa mujer vivió en esos momentos. Obviamente no pude ni acercarme al dolor tan inmenso que ella debió sufrir al ver a un hijo crucificado en un madero. También pude valorar el sacrificio tan grande que Jesús hizo en la cruz por mí y por todo aquel que en Él cree. Ver como un ser sin pecado y sin falta alguna era castigado por nuestros pecados son momentos muy tristes, que cuando los interpretas los vives muy intensamente. Algo que no hemos llegado nunca a interpretar quizá por falta de tiempo, pues la representación de ‘EL PASO’ se alargaría demasiado supongo, es sin embargo la más importante de toda la representación, pues ni la vida de María ni la de Jesús significarían nada si Jesús no hubiese resucitado al tercer día, y así cumplido la promesa de redimirnos, de nada hubiese servido una vida de sacrificio si esa resurrección no hubiese tenido lugar, pues El vino al mundo sólo por eso, para que a través de Él podamos llegar al Padre, Jesus dijo ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida nadie viene al Padre sino es por mí’.San Juan cap.14 vers.6.

ROSA CORDERO PALOMO Intérprete 1982-1984

De ahí que yo viviese esos años intensamente. Porque cada vez que interpretaba el papel de virgen Maria intentaba vivir esa situación y recordar la vida de ésta mujer que no le importó lo que pensaba la gente y siguió adelante con el mandato de Dios en su vida (cosa que a nosotros parece importarnos demasiado ‘el que dirán’). Y fue una mujer valiente y obediente a Dios por encima de todo, incluso de su felicidad y lo arriesgó todo para ver ese hijo nacer, crecer y hacer la voluntad de El padre que fue quien lo envió. Puedo deciros que para mi el poder vivir más de cerca quizás, el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por mi, aunque fue una experiencia que ya tuve cuando decidí seguir al Señor hace 22 años, y nací de nuevo como le dijo Jesús a Nicodemo en San Juan cap.3, cuando éste le preguntó que tenía que hacer para ser salvo, y estar con Él en el Reino de los Cielos. Es una experiencia tan viva y real que Jesús forma parte de tu vida hasta el resto de tus días, por lo que para mi fue todo un privilegio interpretar este papel. Doy gracias a mis compañeros de reparto por su apoyo y compañerismo y a la directiva de aquellos momentos, entre ellos D. José Clavero por haberme brindado esa preciosa oportunidad de participar en la vida y pasión de Jesús, interpretando el papel de María, porque fui yo quién le pedí poder hacerlo, aunque creo recordar que tuvo sus dudas al respecto, pues yo era muy joven y pensó que era un papel que aún no estaba a mi altura, además de que faltaba poco tiempo para la representación. A pesar de ello confió en mis dotes interpretativas, y me retó, pues me dijo algo así como que, “si te lo sabes para el próximo ensayo y le das una entonación que no parezca poesía me lo pensaré” lo tomé como un verdadero reto personal, me gustan los retos, y puse todo mi empeño repitiendo una y otra vez todo aquello, intentando que no sonase a poesía, cosa que era bastante difícil por la manera en la que los textos estaban escritos, pasé horas y horas delante del espejo de mi armario, hasta que llegó el día, aquel fatídico momento en el que tendría que enfrentarme a decirlo delante de Don José Clavero, para mí toda una autoridad en el tema, aparte de que había sido mi profesor de literatura y eso imponía. La verdad es que debí de gustarle bastante, pues ese mismo año interpreté dicho papel, algo que dejé de hacer años después porque me fui fuera de España y nunca tuve oportunidad de retomar por falta de tiempo y no de ganas. Tampoco faltaron las anécdotas, jamás olvidaré el día en el que más me costó actuar en el papel de la virgen, fue en la última escena delante de la cruz . Habían venido unos japoneses a filmar el paso y nosotros que jamás habíamos visto un equipo de filmación tan avanzado, donde las cámaras y los micrófonos te los pegaban delante de la cara, y como decía mi amigo Molina, que en esos momentos era el apóstol san Juan, y se suponía que estaba allí para consolarme, no para hacerme reir, ¿” niña que eh ezo tan grande y con tantos pelos” ? por supuesto eso tan grande y con tanto pelo era un micrófono de exteriores, de estos que usan para filmar las películas y que hasta años después no empecé a ver en algunos reportajes televisivos, jamás olvidaré esa situación donde tenía que llorar y lo único que quería era reir. La verdad es que fueron años inolvidables, tanto que a veces pensándolo me gustaría volver atrás para seguir viviendo esos momentos que ahí quedaron en la memoria para siempre, y que espero jamás se borren. Un saludo a todos

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S NURIA RODRÍGUEZ LAVADO Intérprete 1997-2000

upongo que mis recuerdos de infancia de El Paso son distintos a los que puedan tener la mayoría de los vecinos de Riogordo, y justo por eso, por ser “más vecina”. Recuerdo que llegaba Semana Santa y el sitio en el que pasaba los días jugando y corriendo con los demás niños del barrio se transformaba. Ya no éramos nosotros los únicos que correteábamos por allí, estaban los del Cerrillo, los del Camino de Vélez, los de la plaza... todos. Y no sólo eso, venían también mayores y gente de fuera. El Llano, como nosotros lo llamábamos y aún se sigue haciendo, se llenaba de sillas, altavoces y cables, y el Viernes y Sábado santos, también de gente de fuera. El Calvario se transformaba, aquel recinto, todavía sin asfaltar, dejaba de ser “nuestro” Calvario para ser el de todos. ¡Cómo han cambiado las cosas! Tanto, que en aquellos tiempos, no había servicios, ni estaba la fuente, sí el pilar, ni existía un indicio de lo que hace poco fue la polémica muralla, sólo era un balate. Ni siquiera había un sitio en el que una persona que se encontrase mal pudiera acudir, miento, sí lo había, pero nada que ver con lo de ahora, el médico venía con su cartelito con la cruz roja y lo colgaba de una de nuestras ventanas y allí esperaba el hombre por si venía algún espectador indispuesto, y venían, ya lo creo que venían, mareos, gastritis y malestares varios (creo que esta no es la parte más agradable). ¡Qué ilusión vivir por unos días entre el bullicio y la algarabía! Yo no tenía que trabajar en El Paso, si lo tenía en la puerta de casa, ¿qué más podía pedir? Se sucedían las Semanas Santas y los niños seguían viniendo al Calvario. ¿Tendría El Paso algo más de lo que yo veía y me lo estaría perdiendo? No sé que edad tendría pero tuve que averiguarlo, así que me busqué una “madre”, una túnica y un trapito para la cabeza. Allí estaba yo dispuesta a vivir El Paso desde dentro. Años después con la misma ilusión con la que participé por primera vez en El Paso me preparé el papel de Virgen. Esto supuso más dedicación, más ensayos y más nervios. Merecieron la pena. De ver El Paso desde el balcón pasé a participar en él “de relleno” y posteriormente a tener un papel de actriz principal. Si para algo me sirvieron estos años es para aprender que yo, como el resto, sólo he aportado un granito más.

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E

xponer en unas líneas lo que EL PASO representa para mí es a la vez tarea fácil y compleja. Resulta por una parte sencillo hablar de lo que se conoce, y máxime cuando se ha vivido “ desde siempre”, colaborando desde dentro y fuera del escenario y encarnando a distintos personajes en esta obra. Lo más complicado para mí es hablar de sentimientos. Todavía no concibo una Semana Santa sin EL PASO, sin los preparativos, ensayos, nerviosismo, sin la interesada mirada a los partes meteorológicos,....

INMACULADA GAVILÁN PASCUAL Intérprete actual (desde 1984)

Recuerdo aquellos años en que acompañaba a mi padre a los ensayos en la antigua discoteca ¡era todo un acontecimiento!. Todos los tomaban muy en serio y acudían en masa a ensayar. En el ambiente se palpaban las ganas y el entusiasmo que se ponía en la tarea. Un tiempo después cogimos el testigo otro grupo de jóvenes que invariablemente seguimos entusiasmados con EL PASO , con su organización y puesta en escena. Fue en 1984 cuando por primera vez interpreté el personaje de María, y este hecho fue ( y aún hoy sigue siendo) un reto para mí: superar la timidez, aprender el texto y recitarlo dándole según el momento la fuerza, la dulzura, la tristezas, el amor, el coraje, el dolor,... que una madre siente por el hijo que sabe va a perder. Era sumamente difícil. Con los años, aunque la timidez está superada y el texto aprendido, aún resulta complicado manifestar todos los sentimientos que la situación requiere, en especial en el momento en que María se despide de su hijo. Las escenas más dramáticas: Calle de la amargura y Crucifixión, tienen tanta carga emotiva y están tan bien ambientadas, que una se ve envuelta en ellas y sólo hay que dejarse llevar. Resulta prácticamente imposible no emocionarse bajo la cruz, viendo como agoniza un Cristo maltratado y vilipendiado. Personalmente estoy contenta y orgullosa de aportar mi granito de arena para que esta gran obra, que es EL PASO DE RIOGORDO, siga adelante. Varias generaciones en mi propia familia lo han hecho: mis padres participaron en la primera etapa de EL PASO; pude ver a mi padre actuando ya en la segunda etapa; sigo viendo a mis hermanos en esta representación; y desde que tenían unos pocos meses, mis sobrinos e hijas también actúan como niños de pueblo: Ellos mantendrán la llama encendida.

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Despedida de la Virgen MarĂ­a 1985

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P

aso de Riogordo y la Cinematografía Bíblica

ANTONIO V. GAVILÁN PASCUAL Presidente de la Junta Organizadora de El Paso de Riogordo JUAN FRAILE CANTÓN Presidente de la Diputación Provincial de Málaga DÁMASO MÁRQUEZ CAMPAÑA Diputado FEDERICO MIRÓ VÁZQUEZ Gerente ALICIA ORTEGA CAÑAMERO Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Riogordo ENRIQUE GODÍNEZ LUQUE Comisario de la Exposición IGNACIO MEGINA Historiador Cinematográfico MARÍA DÍAZ SÁNCHEZ ESPERANZA CÓMITRE MARTÍN MARÍA DEL CARMEN PORRAS NARVÁEZ CARMEN MARTÍN DÍAZ

JUNTA ORGANIZADORA DE EL PASO DE RIOGORDO

PEPA LUQUE RODRÍGUEZ

Presidente:

Antonivo V. Gavilán Pascual

JOSEFA CUEVAS FERNÁNDEZ

Secretarios:

José Miguel Morales Pérez Juan Miguel Godínez Campos

OBDULIA SÁNCHEZ PASCUAL PEPI GARCÍA CABRILLANA

Tesorero:

Emilio Sánchez Pascual

ROSA MARI CORDERO PALOMO

Vocales:

Eufrasio Cantero Gutiérrez Rafael Morales Cerezo Celia Luque Palomo Pepi Serón Cañadas Juan Ortiz Márquez Sagrario Molina García Miguel Gómez Molina Rafael Ruiz Narváez Celia Gavilán Pascual Antonio Navarro Santamaría

NURIA RODRÍGUEZ LAVADO

Director de Escena: José Enrique López de Vinuesa Vida

INMACULADA GAVILÁN PASCUAL SERVICIOS OPERATIVOS AYUNTAMIENTO DE RIOGORDO Rafael Godínez Mata Rafael Ruiz Narváez CATÁLOGO Edita: Diputación Provincial de Málaga Área de Cultura y Educación DISEÑO Y MAQUETACIÓN José Miguel Morales Pérez IMPRIME CEDMA (Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga). DEPÓSITO LEGAL

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Este catálogo, se editó por el Área de Cultura y Educación de la Diputación Provincial de Málaga con motivo de la exposición de El Paso de Riogordo y la Cinematografía Bíblica en la Semana Santa de 2002. Málaga, 2002

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