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SALUD
La crisis de opioides en Estados Unidos
Cada día, más de 90 estadounidenses mueren por sobredosis de opioides. El abuso y la adicción a los opioides, incluidos los analgésicos recetados, la heroína y los opioides sintéticos como el fentanilo, constituyen una crisis nacional grave que afecta tanto la salud pública como el bienestar económico. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) estiman que en ese país la carga económica total derivada del abuso de opioides recetados solamente es de $78,500 millones por año; esto incluye los costos de atención médica, la pérdida de productividad, el tratamiento de la adicción y los costos de intervención de la justicia penal.
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¿Cómo se llegó a esto?
Hacia fines de la década de 1990, las compañías farmacéuticas tranquilizaron a la comunidad médica y volvieron a asegurar que los analgésicos opioides recetados no crearían adicción en los pacientes. Los profesionales médicos, entonces, comenzaron a recetarlos más. Ello a su vez llevó a una amplia desviación en el uso y el abuso de estos medicamentos antes de que se hiciera evidente que, efectivamente, podían ser sumamente adictivos. Las sobredosis de opioides comenzaron a aumentar. En el 2015, más de 33,000 estadounidenses murieron como resultado de una sobredosis de opioides, incluidos los opioides recetados, la heroína y el fentanilo de fabricación ilegal (un poderoso opioide sintético). Ese mismo año, aproximadamente dos millones de personas en Estados Unidos sufrieron trastornos por consumo de sustancias relacionados con los analgésicos opioides recetados, y 591,000 experimentaron el trastorno por consumo de heroína (estas cifras no son mutuamente excluyentes).
esto es lo que sabemos sobre la Crisis de opioides:
Aproximadamente entre el 21% y el 29% de los pacientes a quienes se les recetan opioides para tratar el dolor crónico los usan en forma inapropiada.
Entre el 8 y el 12% de las personas que usan algún opioide para el dolor crónico desarrollan un trastorno por consumo de opioides.
Se estima que entre el 4% y el 6% de quienes usan los opioides recetados en forma inapropiada pasan a consumir heroína.
Alrededor del 80% de las personas que consumen heroína abusaron antes de los opioides recetados.
La probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de opioides depende de muchos factores, entre ellos la duración del tratamiento de opioides recetado para el dolor agudo y el tiempo durante el cual las personas continúan tomando opioides (ya sea tal como fueron recetados o en forma indebida).
El tema se ha convertido en una crisis de salud pública con consecuencias devastadoras, entre ellas el aumento del mal uso de los opioides y las sobredosis asociadas, así como también la incidencia creciente del síndrome de abstinencia neonatal debido al consumo y mal uso de opioides durante el embarazo. El aumento del consumo de drogas inyectables también ha contribuido a la propagación de enfermedades infecciosas tales como el VIH y la hepatitis C. Según se ha visto en el transcurso de la historia de la medicina, la ciencia puede ser un componente importante de la solución a esta crisis de la salud pública.
¿qué están haCiendo al respeCto el hhs y el nih?
El Departamento de la Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (U.S. Department of Health and Human Services, HHS) ha desarrollado una estrategia definida para manejar la crisis, la cual tiene cinco prioridades básicas: · Mejorar el acceso a los servicios de tratamiento y recuperación. · Promover el uso de medicamentos para contrarrestar una sobredosis. · Profundizar nuestro conocimiento de la epidemia a través de una mejor vigilancia de la salud pública. ·Brindar apoyo para investigaciones avanzadas sobre el dolor y la adicción.
· Fomentar mejores prácticas para controlar el dolor.
Los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH)— que forman parte del HHS—son el organismo que encabeza la investigación médica y asiste en la resolución de la crisis de opioides a través del descubrimiento de nuevas y mejores maneras de evitar el uso inapropiado de opioides, tratar los trastornos por consumo de opioides y controlar el dolor. Para alcanzar más rápidamente los objetivos, el NIH ha comenzado a explorar una asociación formal con compañías farmacéuticas y centros de investigación académica para desarrollar: ·Estrategias seguras, efectivas y no adictivas para controlar el dolor crónico. ·Tecnologías y medicamentos nuevos e innovadores para el tratamiento de los trastornos por consumo de opioides. ·Mejoramiento de la intervención para prevenir y revertir la sobredosis a fin de salvar vidas y apoyar la recuperación.
En una presentación plenaria en la Cumbre Nacional sobre la Heroína y el Abuso de Drogas Recetadas, el director del NIH, Francis Collins, describió la iniciativa de investigación sobre los opioides que está llevando a cabo el NIH, la cual está encabezada por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los Estados Unidos (National Institute on Drug Abuse, NIDA). En un informe especial del New England Journal of Medicine, la directora del NIDA, Dra. Nora Volkow, y el Dr. Collins explicaron cómo la ciencia puede aportar soluciones para la crisis de opioides y describieron el enfoque concentrado en tres frentes que ofrecen para la investigación conjunta.