POESÍAS Y APARTE EL LIBRO Y SU AUTOR
Selección de Betty Goldman y Enrique Epelbon
© CREACIONES LITERARIAS
1
2
POESÍAS Y APARTE EL LIBRO Y SU AUTOR
Selección de Betty Goldman y Enrique Epelbon
© CREACIONES LITERARIAS
3
4
Prólogo
Poesías y aparte es un proyecto mancomunado de escritores en habla castellana de diferentes países, distintas culturas y experiencias de vida que, a través de la palabra escrita, desean compartir con los lectores universales. Es un viaje que se inicia en el deseo de unir las voces del mundo entero, acercarnos mediante la escritura con el fin de conocernos, aunque no de un modo físico, sí con el alma y las letras. A pesar de la diferencia en ciertos aspectos de la lengua – la forma de escritura y los modismos propios de cada país – todos hablan el mismo idioma, el de la sensibilidad, el buen tino y la inacabada imaginación que encuentra su cauce en la amplitud de estas hojas. Las dudas que muchos escritores se plantean frente a sus obras son infinitas: si será posible transmitir las ideas tal cual son descriptas, si las historias que se vuelcan en pocas líneas cobrarán vida cuando comiencen a ser transitados los caminos de la lectura o se perderán en las oscuras capas de la incomprensión, si los mensajes fueron captados, si los escritos aportan, seducen, generan, cuestionan, permiten… Si de algún modo inquietan y causan el efecto que cada uno se impone al comenzar su trabajo. Coincidimos en que sería un error tomar en cuenta dichas apreciaciones que sólo llevan al fracaso, como así también explicar los contenidos por el mero temor de no ser comprendidos. De inmediato se pierde el encanto y el deseo se evapora. Con esta base y el toque mágico, único y personal de quienes lograron captar la idea inicial – una escritura libre de preconceptos seleccionamos los trabajos para la antología. Poesías y aparte expone una variedad de matices en relatos, fruto de la imaginación, el talento y la creación. Su versatilidad en temas y situaciones es justamente el encanto que proporciona esta recopilación. Abrimos las puertas de este proyecto para ofrecer a nuestros lectores la oportunidad de leer los trabajos, para que puedan apreciar y valorar sus contenidos, para intercambiar las múltiples ideas que en ellos se traslucen. Creaciones Literarias extendió su mano al mundo y recibió las voces de quienes nos ayudaron a crear esta antología. Nuestro más profundo agradecimiento a los escritores que participaron en ella. Enrique Epelbon – Betty Goldman 5
6
Arturo Agosto
Entre Sueños
En mis noches de pensarte te he soñado pasión del sentimiento y el destino que trajo tu esencia a mi camino y hasta en sueños me tiene enamorado Hoy rescato, mi amor, lo que has dejado son la tinta y el papel donde te escribo has hallado donde yo creí perdido lo que tanto sin ver, había ganado Me empujaste a poder tomar la pluma y a poder levantarme entre la bruma del camino sinuoso que era incierto Mas en mi alma siento tanto tu presencia son recuerdos lo que guardo de tu ausencia que me invitan a soñarte aún despierto.
7
8
Claudia Armua I Pasó un cortejo pobre detrás de unos pasos invisibles sólo los siguió mi honda condolencia. Pasaste enamorado, con tus dedos entre otras manos, y pretendiste un saludo, una sonrisa de incienso. Me reincorporé del escalofrío, de las lágrimas ajenas del despecho. Sentí hervir mi frente y me pregunté: ¿Por qué echarte flores si no fui yo quien provocó la muerte?
9
II
Tormentos Restauro esqueletos ocultos en el mar sus partes, sus carnes, sus huesos sólo falta el corazón. Angustia los peces llenaron los blancos el aroma infértil los petrificó sólo flotan algunos recuerdos. Impaciente las olas no me conceden su espuma no hay lugar en el fondo loco, fuiste loco, no cambiarás.
10
Antonio Azar
Mi cuerpo vacío
Mi cuerpo se ha quedado contigo casi como un descuidado olvido, así lo han dejado pensamientos que hace tiempo se han ido persiguiendo sus sueños… como si acaso fueran de ellos mendigos. Sólo te ha quedado mi cuerpo vacío en la vaga vigilia a veces dormido, así se ha quedado ausente el alma que también le ha partido esperando que regrese un día... con aquellos de sus amores perdidos.
11
12
Ma. Alejandra Baños Gudiño Ivan de Jesús Tapia Guerrero
Sedúceme
¿Qué son tus manos? Seres alados que recorren presurosos mi piel. Ávidas gaviotas que se sumergen en el cabo estrecho de humedades y perfumes Manos de artista manos de músico, cobras que se deslizan por valles y montañas de mi cuerpo. Quiero tomarte poseer cada rincón de tu reino. Disfrutar el placer que me causa tu perfume. Seducirte lentamente. No te separes, aun no es tiempo. Tomaré de tus labios el dulce tormento que rueda por mi espalda. Rojo de sándalo en flor, perlas torturando mi pecho desnudo, vino espumoso que embriaga y sacia mi sed… sed de tus caricias. Dame oportunidad de llevarte persuadir tu boca y escuchar melodías con pasos lentos, no te detengas. Lleguemos al final terminemos el recorrido entre un mundo que tiembla seducido por el placer.
13
14
Vicente Barberá Alabat
Creación (dos mundos)
Y de la noche temblorosa y vana como unas sombras de castillos viejos lamentos de insatisfacción profunda de los inhóspitos abismos negros, Y de soles de brillos diamantinos en aquel día añil, hermoso y bello estallidos de dulces primaveras como guirnaldas áureas en el viento, salían laterales sombras sucias en la escatológica noche fría como agujas clavadas en la sangre por la pérfida y cruel melancolía. salían los perfumes de lavanda con bellas amapolas a porfía, en el ufano monte amanecidos, con colores de sol y de alegría. Lucifer preparaba sus festines de inevitables irredentas muertes las brujas murmuraban en la sombra y los cuervos graznaban locamente. Las hadas preparaban sus luceros y los cielos se abrían nuevamente como soles en pleno mediodía coloreando los pétalos turgentes.
15
¿Qué hacer, amigo? ¿Dónde estás? ¿Entrando en el averno o tocando las mieles de la gloría? ¿Qué hiciste tú? Mis curvos pensamientos imparables me lanzan al vacío impenitente en busca de un amor sin desenfreno en las vacías charcas de la muerte.
16
Susana Barrios
Futuro incierto
Los recuerdos surgen confusos. Las imágenes revolotean en mi mente, aparecen y se esfuman. El horror persiste, sin embargo. Mis pasos van y vienen alrededor de las ruinas y en las ruinas mismas, como si quisiera a través de un soplido o un milagro encontrar vida donde, tal vez, no hay, entre los escombros, las piedras y hojas, algunos que otros vidrios rotos que aun no fueron recogidos. Intento atrapar las frases sueltas que mis oídos captan con cierta dificultad, por los gritos y el silencio, la amnesia inconsciente, la endeble esperanza que me aferra y me transporta… Me tienta la locura con sus garras; se ofrece pura y dadivosa extendiendo su manto del olvido y los hechos a resguardo, protegidos en un mundo fuera de todo equilibrio. La gravidez de la tierra me sostiene y se afianza; busco el eco de algún llanto bajo las profundidades, un indicio que me alcance, una mano que se extienda y se acurruque entre las mías… La soledad logra invadirme; el espanto de las horas transcurridas no se aleja. Los despojos, infinitos restos de una explosión ardiente ya son huellas que persisten y se afianzan en la tierra, en la vida, en mi mente…
17
18
Ana Basanta Díaz Triste y sola Triste y sola como la escuela vacía que nada enseña, así fue nuestra historia. Jóvenes promesas que nada hicieron noches amargas que no disfrutamos. Fracasé de nuevo, contigo me consumió el dolor, sin ti olías a traición, junto a mi amé y no fui amada pobre de mi. Y que todavía piense en ti. De locos, sí. Después de todo, tramo que no acabe. Derrotada y sin admitir la derrota, qué penosa situación. Cuál animal herido que agoniza y hace de su cojera un ritmo nuevo. No encuentro versos que me calmen ni canciones que me alienten tan solo nudos que me aprietan. ¿Dónde están los poetas felices? ¿A caso existen? El poeta arrastra soledad, el que es feliz, no tiene tiempo para versos.
Existe un lugar
Existe un lugar en el que los amantes conectan al mirarse y muestran sus deseos con solo rozarse.
19
Mejilla con mejilla suspiro con sollozo mordisco con cuello senos con espalda sincero y tierno abrazo. Llegar a ese lugar vivir cada momento lograr que sea único oler cada segundo y retenerlo. Pocos lo alcanzan menos lo reconocen porque caer profundo cuesta porque alejarse tortura porque hablar de ello es incómodo. Busqué ese lugar creí compartirlo contigo recordé las mejillas en la espalda el mordisco y el cuello pero, oh, Tan sólo lo imaginé. Creí llegar contigo pense que era divino soñé que me querías que querías verme, tenerme, sólo yo lo imaginé. Me quedé sin ese lugar quizás para siempre, quizás no, y ahora sólo pregunto si pesa más el dolor o la traición.
20
Ime Biassoni
Tala
El dolor se acuesta en el quebrachal Cuando gimen las maderas por el sueño de lo que fueron… Marrón gris y tierra es el verde más verde que queda Si hasta el cielo llora sin lágrimas el tormento y queja de la tala… Raíces en años, desnudas ahora tristes caminos sin sombras… No hay más cunas para pájaros y la oscuridad no implora fantasmas de hojas, llora fantasmas de silencios sin aromas, sin auroras devueltos en gritos de alerta. ¿Qué responsabilidad le cabe al hachero? ¿Es su pedazo de pan? Y se agiganta el llanto mientras el verde poco a poco… muere…
21
Contranatural
Chimeneas que vomitan el dolor ajeno en la urbe dilatada del pavimento y el progreso El humo se dispersa y no contrae formas, deambulando aires intoxicando edificios. Lejos quedรณ la natura doliendo silencios por un afรกn sucinto insultante y mezquino. Ya la flor no perfuma el agua no se bebe y de los ojos de Dios lรกgrimas penden. Denuncio la falta de amor mientras la naturaleza muere y la ausencia de esperanza seca torrentes.
22
Rodó Blanco - Labardén
A mi R. O. del U. (República Oriental Del Uruguay)
"-Adiós mi Uruguay querido-" te dije ahogándome en llanto y alcé el vuelo titilando como gorrión malherido. El ser mal o bien nacido no es mérito paternal, cómo se vive y se muere es cuestión de cada cual. Por eso ser Uruguayo o da lo mismo Oriental, no basta el haber nacido o ser oriundo de Uruguay Se dice que hay que vivirlo para poderlo sentir y hay quienes, aún sintiendo no pueden "ser" ni "vivir". Hay otros que solo nacen pero no llegan a ser y los que siendo no llegan pues no supieron nacer. Saber, Querer y Poder son hermanados criterios, y con honor, el que quiera sólo puede saber serlo. Uruguayos son los peces remontando el río Uruguay. uruguayas son las flores
23
las aves y el robledal. Pero Uruguayo de Ley Derecho, a carta cabal es aquel que desde el ยกvamos! marcha recto,... a lo Oriental. Parafraseando al poeta que cantรณ a su tierra amada en una copla tan buena que hoy se la pido prestada... "Si al grito ยกViva Uruguay! otro ยกviva! no responde, si es hombre, no es de Uruguay y si es Oriental no es hombre"
24
Carlos Justino Caballero
Éxtasis
Allí donde se juntan la esencia del hombre y su raíz corpórea con la mujer perfecta, se sublima la pasión del ser y de su sangre. Excelsa vivencia de lo trascendente. La felicidad se concreta en el éxtasis. En el punto culminante del amor humano.
25
26
Antonio Calle González Cinco sentidos Desnudo he bajado al abismo de un sueño roto para no encontrar el cielo en la Tierra y en él caminos de ubicuas piedras, gemas, diamantes, cantos rodados, la filosofal, las muchas trabas de mi piedra angular. En ellos he encontrado hombres que se arrancaban el rostro, hombres sin cara vomitando áridas sonrisas. Y en desconsuelo he alzado la vista para pedir la Luna, y entre un manto de nubes secas, en brazos de la luna vieja, frunciéndome el ceño he descubierto a su hijo; él, espurio descendiente de Selene, yo, el bastardo vástago de Erato; él, mácula en la plateada superficie, yo, nigérrima mancilla en el populoso desierto. Y así he escuchado el sonoro silencio, las calladas palabras el mutado grito en el oído, el susurro en la distancia. Sin comulgar de la siempre humana eucaristía, he recibido la elocuencia de apóstoles sin evangelio. He cantado mis cien y una verdades desafinando la nota dominante, pues mis ojos han visto lo nunca visto y lo miraron sin mirarlo nunca; He sentido el amor que no quiere. He olido la fresca flor que no huele. He deseado con manos llenas de vacío. Palpables he hecho las formas del ensueño,
27
tocando mis castillos etéreos, mis inertes quimeras Y en el tardío, azabache, extremo del día, he observado la sorpresa cotidiana de una fuente. Subir y bajar del origen de la vida, diminutos embriones con muecas de cristal. Cuatro dobleces he hecho de mis sentimientos para guardarlos en un bolsillo del alma, para saber que he vivido un día más, para saber que le he ganado un día a mi muerte.
28
Gabriela Campos
Sinceridad
Llega la noche y sólo puedo recordarte… No te tengo al lado mío y siento que volveré a encontrarte Esa mentira es la que me da fuerza… y me miento. Tarde me di cuenta que no ibas a cambiar, en vano fue intentar ayudarte, parece que tu pasado no podés olvidar, yo no puedo esperar y decido alejarte. Tus ojos ya no muestran sinceridad, busca mi interior poder creerte; Más sólo encuentra una intensa crueldad y pienso que hago bien al no querer verte. Siento que perdí mi identidad, no me reconozco frente al espejo, nunca traté a alguien con agresividad, mejor dejarlo así y decir….me alejo. Sólo el tiempo sabio y eterno podrá dilucidar todas mis dudas; sólo el milagro de la vida con su magia, podrá sacarme de éstas horas en penumbras. Guardo un secreto que nadie conoce, lo resguardo, cual enorme pecado cometido, es el amor que mi corazón siente y el enorme rechazo con el que es recibido. Quizás mañana todo sea olvidado, ese mañana incierto que recrea tanta ansiedad, 29
espero te des cuenta alguna vez, ser amado, que sólo intenté brindarte felicidad. Sólo el tiempo sabio y eterno podrá dilucidar todas mis dudas; sólo el milagro de la vida con su magia, podrá sacarme de éstas horas en penumbras.
30
Vanesa Ivana Contreras
Pecados del pensamiento
¡Cuántas solitarias noches! la cabeza pensativa erigió blancos imperios en honor a los narcisos que el humano lleva dentro. ¡Cuántas solitarias noches! la cabeza pensativa pactó con Mefistófeles quitándole el lugar a Fausto Ignorando que aquella sabiduría no es eterna, sino efímera.
¡Cuántas solitarias noches! la cabeza pensativa poseída por Eva buscó a Adán en el silencio para invitarlo a comer del árbol de la vida. ¡Cuántas solitarias noches! la cabeza pensativa profanó las palabras que sólo a Zaratustra, el ateo, se le están permitidas.
¡Cuántas solitarias noches!
31
la cabeza pensativa hundió el pensamiento en un acto de ablución con sus lágrimas suplicando: ¡Perdón, Divinidad Absoluta! ¡Soy humana! ¡Soy mortal!
32
Juan Carlos Coronel Maldonado
El viento en la cara
Aquí la vida golpea desenfundada en la más ardiente caricia. En estas huellas de tiempos asesinos, se acomodan con trancos de gorriones envenenados la profecía de los templos. A favor de mi presbicia, trae el viento la arena de patios desencantados y me envuelven olorosas vendas para el comienzo de la momificación de mi destino. De pronto el invencible viento de todas las edades se yergue y no me deja señales de probabilidades para mi rescate final ante los jueces. El viento fanático, el de las sentencias, el de las superficies, el de los mares, el que reseca la piel y me convierte en miasma. Y en las fotos busco el reverso de la luz. Y asciendo a los infiernos azules por las columnas de sorpresivas enredaderas que me tapian los pasos y soy un huracán de preguntas sobre el espejo que me devuelve al niño ausente en las mañanas de viento. Sé de tardes y aridez como los desiertos patagónicos y escondo entre los notros y calafates dientes de ballenas y costillas de centauros. Bellos cuerpos desgarrados por la mica entre las convulsiones me mantienen de pie. Aúlla por la nariz el lagarto asustadizo y mi piel es honrada con las visitas de las piedras. Acumulo desgarramientos, y en cada mano los proverbios del bien y la locura. En cada intriga la intención de seguir. De mi calavera se disciplinan las fortalezas de la obtusa respiración del viento sobre la cara de bestia mas abandonada.
33
34
Lidia Corcione Crescini
A la espera
La memoria de mis manos te acaricia Mi pensamiento con su aroma llega hasta ti Y mi beso esclavo noble de tu antojo aguarda desnudo en el secreto que se redime para soltar mis palabras presas
35
Prisma ¿Qué es lo que hago o dejo de hacer para ser aprobada o reprobada?
-¡Al ojo de quien lo mira!
Me bañé en el río atravesé los mares viajé a las fronteras para borrar demarcaciones y el vacío me dijo que no existían normas Todo me presiente El aroma de mis lágrimas se evapora el sabor de mi risa se lo bebe el eco el calor de mi abrazo se dibuja en las caricias y mi sueño clandestino reposa en el horizonte
36
Carmen Crespo Ruíz
He Aquí la enfermera espera.
He aquí la enferma espera, los desahucios de un rincón sin razones y un deseo impronunciable. Hemos de estar aquí los condenados al vacío, quienes de tanto aletear nuestro pecho, nos hemos quedado sordos de pensamiento. Han de aquí permanecer los bastos vicios; que encierran la futura sombra de la infinita soledad humana. Hubiesen aquí, podido entonar, las frágiles letras del escritor de páginas en blanco. Más porque la pena aún no es consciente de su brillo intangible, que por la ausencia de tinta bajo su discípula identidad.
37
38
Pamela De Battista
Plegaria
Hasta donde tu cuerpo se envuelve con luces pequeĂąas mi fantasma llega como un grito volcado, como un credo enfurecido me golpea el alma y te llega, me suplica y te suplica el desequilibrio. Siempre las mismas voces te nombran, siempre mis animales caminan sobre tu sombra. Desde las hojas caen los rugidos, los lamidos secos de mi soledad. En la perpetuidad de las bocas que se abren hasta expeler el alma la ceremonia de perder a gritos el trueno, la angustia de la atadura en la noche, la tensa vanidad de querer quebrar los giros, la otredad.
39
40
Susana Della Latta
La mancha
vómitos un golpe al lado izquierdo te despiertas no aceptas la mancha oscura en tu orina. el niño pronto perderá su madre rápido, inesperado mientras que la tierra en el gigante ni siquiera generaba un movimiento.
41
42
Ledy Raúl Díaz González Estaciones
Cuando era tiempo para esperar apareciste blanca la sonrisa luz
voz.
Atrevimientos de fin de tarde complicidad de los teléfonos roce de miradas. Tu olor sobre mi piel llenando tu espacio abrazos que no pude dar. Cuando solo mirar pudiera ser todo cuando la música es para dos cuando ya jugamos a tocarnos cuando la frente espera el beso cuando nos habla el delfín cuando veo calcomanías cuando sueño al revés cuando mis libros siguen raros cuando vuelvo mis manos al teclado cuando comienza el invierno quedo recordando el beso… del que quizás no te hablé.
43
Retrato y muchacha
Mis pasos conocen sus ruidos años de compañía besos de sombra. Pude haberlos contado ignoré todas las metas aún son las mismas debajo no están tus huellas. Caminar no cura la incertidumbre siempre estuviste llena de señales esperando en silencio olvidada de placeres con sabor a libertad. Ahora me acerco pretendiendo borrar tus marcas limpio sintiendo cada mirada sensaciones de eternidad absorbiendo tu olor descuidado sobre la sábana pensando en voces y una mariposa technicolor.
44
Ignacio Oscar Díaz
Te extraño…
Te extraño; Mis mentiras añoran tus verdades, mis abrazos extrañan a tus manos, mi boca para siempre será tu boca, mi camino no es el mismo sin tus pasos. Te extraño; tu renuncia, el quedarnos con la duda, y mis ojos son ajenos sin tus labios rememoran la calma de tus noches, están muertos, son dos puntos solitarios. Te extraño; la sombra de tu ausencia me provoca, siento que muero, no puedo, sigo vivo, me resisto a naufragar en el olvido, mi corazón me reprocha cuando río, y cuando duermo lo único que sueño es contigo.
45
46
Eliana Drajer Pacto y Diábolo “Padre Nuestro que estás en los cielos. Quédate allí”. Jacques Prévert. Pacto I Ayer fui a la virgen a gritarle que me zurcieron el pasado y ella le mordió la inconciencia toda la noche II Hoy fui al diablo a decirle que después del purgatorio lo espere y bailó con la cicatriz metida en su cuerno III Mañana iré a dios a pedirle que mariposas negras tapen su ojo y cojan el rezago de mi piedad
IV Siempre iré a Juan y lo haré virgen 47
V Entonces ya desnuda veré a dios a la virgen y al diablo mientras lo llevan.
Diábolo
Abre la ventana y pide aire o que te tiren la soga Ya sabrás lo del pacto Mientras tanto consuélate con el tedio o con la brisa O si quieres no pidas aire y cierra la ventana.
48
Alcides César Dupuy
Rostros Arcanos
Llora la tierra sobre mis células y las desvanece una a una, sin alivio, sin demora las hechiza y las recubre. Corrompe el alma inquieta y la sostiene entre negros signos y enormes grietas, afilados túneles y oxidados clavos, Y ahí te encontraré, sediento de sexo y de hambrientas vírgenes entre orgasmos y dedos. No dejes que calle no dejes que aturda las absurdas señales ni que me azoten entre espinas y violetas. Penétrame en el borde de la llaga en el ardor del hastío, en la herida hasta le médula. Ya no hay aliento en las guaridas ni tactos, ni rancios miembros que vicien aun más el aire enrarecido, ya no hay oráculos ni antorchas ni savia en las profundidades del abismo que alimente hoy mi voz, que se extingue dividida.
49
50
Cristina Etchegaray
Poema 1
Siempre creo estar en otra escena Y encuentro mi lugar en la que ya he perdido. Es por eso tal vez, que nunca estoy en parte alguna. Me pregunto si alguien, alguna vez, podrá imaginarme, como yo no puedo.
Palabras como objetos numerados que en algún sitio debo armar pero siempre una pieza abre un nuevo laberinto hacia otro centro Tal vez la muerte, un día, suprimirá el espacio en que dialogan las sombras fieles de quienes nunca fuimos.
51
52
Cristina Fernández Argudo
Amanecer
Conquistaste mi nombre lo llenaste de libertad, fantasía del cuerpo sobre la cárcel de tus ojos. Cortos los días de humillación, cuando la eternidad echa promesa huye lentamente sobre las horas de la soledad. Vivir a veces, otras sólo morir, nueve las puertas ante tus pies impar sonrisa, en el incierto despertar del misterio. La tristeza de un concierto vacío corredores del dolor, mientras enloquezco sin ojos, pero lloviendo huesos. Dejándose amar por el viento que nunca te hará esperar.
53
54
Raquel Fernández
Nosotros
A Alejandra Pizarnik Nosotros nos casamos, Alejandra, tenemos un hijo, tenemos un auto, tenemos un perro, y salimos de vacaciones cada verano. Pero un agujero nos perfora el estómago como si una mano negra con garras afiladas nos hubiera profanado las entrañas y nos hubiera arrancado una a una las vísceras humeantes. Y nos pesa el corazón como una piedra. Nosotros, Alejandra, corremos detrás de los relojes, lloramos en silencio cada noche la vacuidad del día y masticamos la rutina hasta la náusea. Y nos duele el poema, nos duelen los espejos, nos duelen las cenizas de la infancia
55
esparcidas sobre unos ojos muertos y el vértigo de las lilas que se deshojan en el dulce abandono del crepúsculo. Nosotros, Alejandra, sabemos que el amor es una ceremonia inútil y que cada emoción desemboca en la lasitud, en la inevitable fatiga. Y nos suicidamos cada día con sobredosis de corazones estropeados, pulmones estrangulados con humo rancio, autopistas jamás saciadas de sangre y células marchitas. Nosotros, Alejandra, somos nuestro propio París errante e iniciático y nuestra propia sala de psicopatología. Y conocemos el miedo. Y también estamos cansados de Dios y de los vasos vacíos.
56
Marianne Gambell
Ser poeta
Entre brumas de cascabeles Sedientos… Entre endiabladas luciérnagas doradas… Entre un sin fin de estrellas tintineantes… Nace un arrullo, crece una flor, vibra un campanario, se estremece un niño en brazos de su madre, o brinda el árbol un lecho de arreboles. Crear – Crecer – Amar. Crear a cada día fantasía, crecer con cada mediodía y amar todas las noches en la espesura del silencio. Vivir en medio de brisas y de vientos. Embriagarse de soles y de mares. Fluctuar entre las olas. Despertar en la playa, sobre la arena tibia, cubierto con el velo de la luz y por música de fondo el canto de los pájaros.
57
El verdadero poeta traspasa toda noción de tiempo y espacio. Es infinito. Es universal. No tiene un punto fijo ni al nacer, ni al morir. No tiene edad. Queda flotando en el aire sin principio, ni fin. Queda impregnado en los recintos y su voz es eterna. Su canto es un canto a la vida; es esperanza, es sufrimiento; lo es a la vez todo o nada. Puede ser etéreo o tan real Como la soledad del alma. Ser poeta es tener el espíritu gitano y las alas de Mercurio en las sandalias. Es recorrer el mundo sin más compañía que su sombra. Es comunicarse con el hombre y con la bestia. Es sentirse inmensamente grande e inmensamente blanco. Ser poeta ¡Es a la vez llanto y alegría!
58
Silvana Gil
Que Es…
Y que es vivir sin tener a quien amar al lado, Que es morir sin una enfermedad, Soñar con algo que no existe, Morir sin libertad. Que los Demás no sepan comprender, No me va a importar. Yo no busco su aprobación, Solo quiero vivir y aprender. Que la vida me pone obstáculos, De esos que pensas que ya no se puede Y no te dejan avanzar Pero yo se que triunfare. Me alimento de su crueldad, De este obstáculo Soy más fuerte con mi verdad, Y más frágil al soñar…
59
60
Isabel Guzmán Naranjo
Despedida
Gotas, perlas, ojos que caen bajo lágrimas lunares, simiente que empaña el sepulcro con el último hálito de vida, cristal de horrores y cantos macabros... ¿Veré tu sombra reflejada en las gotas perladas, suspendidas sobre tu propia tumba? Tiempo que transcurre sobre el cristal y las lágrimas. Nebulosas de rocío tu mirada, universo conjugado en la negrura de tus ojos donde me encuentro perdida vagando entre perlas diáfanas sobre valles boscosos donde trashuman las sombras Vagando entre las lívidas flores del espacio recogiendo hebras doradas que conforman tu sonrisa. Haces luminosos de estrellas lejanas unidos en mis manos, trenzados y etéreos en un nexo inquebrantable con eterna armonía.
61
62
Raúl Oscar Ifrán
Si en este día...
Si en este día indolentemente goteado, crucificado en la madera oscura del otoño que viene a deshojarnos no no no no
nos sentimos un caudal de savia, nos ponemos ramas en las nubes, despedimos cada hoja que rueda le escupimos trementina al viento,
no le ocultamos un nido al pavoroso zarpazo del océano, no le oponemos nombres y saetas al incendio del miedo, si en este día pálido de incienso no hay un columpio en nuestro brazo, ni un temblor asombrado en las raíces, ni una gota tardía de rocío ¿qué haremos por favor en este día? ¿qué le diremos al señor del sueño? ¿con qué alimentaremos la esperanza? Ven para ser conmigo canto y fruto o perderemos todo en este día, ven y luchemos juntos con este vendaval de abriles de oro
63
ven y reza conmigo el salmo original del bosque eterno, siente que en la tormenta tu cintura es un junco. Si en este día no nos sentimos árbol, simplemente, ¡amor! en esta ráfaga de otoño perderemos el alma para siempre.
64
Abelardo Leal Hernández
A grito herido
A grito herido He ido buscando mi rostro, Deformado en el flujo de las calles Y la lluvia de los días. Comprimido en el silencio, Como un túnel, He asaltado el secreto de su esperma Y construido el tiempo con la sed de mis pasos Y bajado aromas de otros rostros Y otros pasos que besan mi suerte - Una tea ardiendo en el almaY apuntalan la soledad o el vértigo. Compañero de los pinos donde pastan los cuervos, Concubino de la noche ambigua - Filosa de recuerdosY del aroma de muchachas frescas y melosas como brevas, Voy hilando el mundo para hilarme, Voy buscando perdidos acentos Que alguna vez tuve Y fueron mi corazón, la música deseada, Y ahora andan Corriendo con el viento, Uniendo bocas, costas y horas desfogadas, Desnudas en su belleza intacta, Pero sólo aprehensibles con su mismo brillo Caro como profundo
65
66
Oscar Legua Ychillumpa
Renacer
Nube sabe a donde va: a perderse entre aires de una ciudad, de luces guía en el día un resplandor quiere acercarse ocultar al interior, callado el retorno volverá desde aquel origen no creado surgirá: un momento hecho se hará; abandonados los cuerpos lamentaran no ser como Nube sabe a donde va intentan volver a despertar; callado el origen surgirá, ¡el cielo maldito que callara! Surge una idea se inicia el dolor, quiere volver a encontrar lo que dejo: cerca un mendigo, lejos ayer Nube intentara nacer, se moverá inquebrantable en despertar; callado el origen no dirá, ¡el cielo maldito que se hará! Deja un espacio el lamento a otro vendrá en un tiempo comenzando las trompetas de noche guían las luces un resplandor, quiere acercarse oculta al interior con brillos conocidos se hará en mundos estará surgiendo Nube a despertar en crisis de un exterior incapaz de ver para juzgar; olvidado momento surgirá, ¡el cielo maldito seguirá!
67
68
Virginia Leiln Piacentini
Zahorí
Sagaz, verosímil, indispensable y, a la vez, imperceptible. Estuviste dependiendo de mí todo este tiempo sin ni siquiera presentirlo. Capaz de descubrir debajo del asfalto tu sonrisa eterna, sin muerte y sin edad. Tan sólo concentrándome en el manantial irreprochable que sucumbe ante mis ojos pero que intuí durante siglos.
69
La vara mágica de mis sueños se posó justo sobre el lugar indicado. De allí brotaron hilos de agua que luego fueron el mar. El mar gélido, fantástico, al pie de la montaña en cuya cima espero verte llegar.
70
Abigail López Torres
Cuando me dormí
Cuando me Dormí, Me susurraste palabras al oído., Me preguntabas: ¿que sueñas? Y otras dudas que se te antojaban en la noche. Acariciabas mis pezones con la yema de tus dedos, Jugueteabas con ellos como un niño, Ilusionado con algún capricho nuevo. Yo estaba completamente dormida La pastilla hizo efecto y tus caricias tan tiernas Anestesiaban ese dolor eterno. Nunca olvidaré esa noche, En la que me dormí acurrucada entre tu cuerpo y tus preguntas. Preguntas que nunca te respondí. -¿Quieres saber con que Sueño?, ¿De veras lo quieres saber? Sueño con tus cabellos enredados en mis manos, Sueño con tu éxtasis desasiéndose en mi Boca,
71
Sueño que te poseo, Que te tengo cuando quiero Y como tenerte quiero siempre Siempre que quiero te tengo. Sueño que me desnudas, Alma, cuerpo y pensamiento, Sueño que me despiertas, Sueño que ya estas dentro, Sueño que me atormentas, Con tus líos, con tus miedos, Sueño que calmas mi llanto, Cubriéndolo con tus Besos.
72
Marisa Martino
Mi vaticinio
No verá tu tortura otro rostro que el mío, ni sabrá tu agonía de otro fruto tardío. No tendrás en tu anhelo el sosiego del día y las noches, cual brujas, fatigarán tu hombría. Y has de llorar doliente los recuerdos perdidos y has de clamar demente por los días vividos. No ha de tornar mi beso a tu labio dormido, ni envolverá tu brazo el cuerpo prometido. Deambularán tus pasos por una calle oscura y buscarás mi imagen con mueca de locura. Y sentirás entonces que el amor que has mentido, se te mete en la sangre
73
y te bebe el sentido. Y vivirás cual trance las penas que no cejan y escucharás las voces que ríen y se alejan. Y has de gritar mi nombre de dolor poseído. ¡Has de gritar mi nombre y nadie te habrá oído!..
74
Silvia Estela Mottes
Desde hoy
Desde esta tarde hasta el fin de mis días Creeré en cada nuevo pensamiento: Como algo tan concreto como el viento Como algo tan efímero como la lluvia Como algo tan caliente como el fuego Como algo tan frió como el hielo Desde esta hermosa tarde, hasta el fin de mis tardes tendré como consuelo el no saber y el enterarme. El aceptar la ignorancia de lo nuevo, el permitir errar y no sufrir por ello. Desde este día, cual otro día más, pero el primero decido que lo importante es lo más ligero. Que lo pesado es lastre y hay que perderlo, que la pregunta tiene valor cuando es a tiempo. Desde esta única noche elegiré por pantalla el cielo, veré cada estrella con nuevo celo y al fin sabré de las constelaciones de aquel pequeño rito su gran secreto.
75
Desde hoy decido que nada puede cambiar los versos, que me propongo dar al mundo con gran recelo. Que cada quien se pueda nutrir de ellos Y que yo satisfecha me sentirĂŠ, por cierto.
76
Ricardo Nani
Gracias por tu mirada
Gracias por tu mirada Fundida en la mía, Sin que nadie lo advirtiese Trajiste alivio a mis días En que, La soledad se hizo dueña, De mi espíritu que sueña, Al menos con una salida. Gracias por tu mirada Fundida en la mía. ¿Por qué mi amor a ti Sabe a fruta prohibida? No importa los tiempos Ni la edad perdida, Ni tus calores, Ni tu cara sombría. Me encuentro con tus penas, Tu mano abierta y partida, Devoto de ti, pienso besarla Para sanar tus heridas, Que no son mías, sino tuyas, No huyas de mis días, Porque beberé tú sangre señora Hasta que seas mía. Gracias por tu mirada Fundida en la mía. Busco más que tu cuerpo Hasta tu alma querría, Porque no tengo nada, Sólo tu mirada, Tu mirada sufrida.
77
78
Raúl Francisco Ojeda
Poesía N 1 Testamento
No tanto por el dolor que experimento al saber que me alejo de esta vida son estas tristes palabras, mis penas hechas rimas ilusión de poeta enajenado.
Busqué la libertad en todo aquello razonable y estos me ahogaron en un cielo imaginario.
Tal vez porque no pude amarte como hubiera querido.
Y aún aquí, con esta envidia a aquellos que aman y lo ostentan me siento tan arrepentido si 79
y además humillado porque pude haberlo logrado porque pude contener más pasión y entusiasmo como hombre alguno ha contenido porque me siento joven
aún frágil y arrugado...
...pero se que ya es tarde,
y veo ahora mis manos mis largos y finos dedos acaricio mis cabellos blancos y ya siento en este lecho que me muero.
Tal vez porque no pude amarte como hubiera querido y porque siento en mí el peso de aquel cruel destino te dejo estas simples letras vida para que cuando ya me haya ido tú junto al silencio de mi cama las leas.
80
Ángel Darío Oliva
Reloj de arena
Un reloj de arena sin arena Suspendido en el espacio infinito Una espada atravesando el cuerpo Sombrío de la rosa El goteo de sangre En el desierto de la no arena La irrompible imagen del vacío Donde el tiempo cae imperceptible Y otra nada de mí que me completa Tal vez la duda a la existencia O la angustia De no ser la espada ni la rosa ni la arena Sino el desierto en el desierto interminable En ese laberinto de la humana conciencia O en la de Dios que descree Del mito de grandeza Y está por encima del reloj de los ojos De lo libre lo más alto Y como yo - sin ser yoEs invisible y es como la sangre Brotando de mi sangre.
81
82
Mercedes Ortega Rubio Tú
Era un ser hambriento, te percibí. Entraste en mi mundo, entraste en mi. Te mezclaste, profundo, mi alimento. Invadiste mi alma, salvaje viento. Aún me seduces, eres mi pasión. Mi gozo, mi fuerza, mi luz, mi riqueza. Océano de dulzura, mágica explosión. Más, más y más es este amor. Fluye, rompe, llora, gota a gota. Quema, inunda poco a poco, ardor loco. Fuego infinito, consume, sacia, satisface. Abrazo que estalla, revienta, se expande. Dolor, grandeza, sabor sublime. Suspira, lamenta, para siempre, eternamente, contracorriente.
83
84
Luciano Pamucio
Lucidez (Poema escrito con pocas luces)
Llegas hasta el día proveniente de la noche. Desde una zona oscura vienes como el recuerdo involuntario de una niña en el vivero con un plantín estrangulado entre sus dedos. Me arrancas groseramente los parpados, me ofrendas un sol virgen danzando para mí. Refugiarme en las actividades del día no servirá de nada. ¡Desvalida labor de mosquiteros y persianas! ¡Ay! Que ganas de gritar, siempre las mismas ganas de gritar, o acudir a la variante de la decantación y el apaciguamiento para contabilizar suspiros (con éste ya van dos partiendo del anterior). Del margen una frase se desprende: Blindado es el cuerpo de un hombre después del deshielo y de escurrir las medias. Para que agregar más. 85
86
Gabriel Pantoja (Nostalgias) Habrá habido un vuelo que no supo dar con su pájaro Y un don que no ha sido entrega en ninguna mano Y habrá habido una palabra que no ha sabido acertar con su aliento Y una soledad que se ha quedado sin descansos Y acaso una historia que se ha contado sin guerras. O es que todo es al revés Y entonces el aliento, el pájaro y la mano, La soledad y la historia esperan otra cosa Que acostarse en esos nombres? ¿Y si hubiera entre la mano y la soledad Otro destino que el de la entrega, Y entre la historia y la palabra Otro don que el del aliento? ¿Y si hubiera entre el pájaro y el descanso Otro juego que la guerra? ¿Y si fuera ésta, la guerra del nombre y las cosas? ¿Cómo dejarlas en paz? ¿Cómo no inquietarlas de una vez y encontrar, Por ejemplo, En la guerra el don de los pájaros, Y en la historia el aliento de la palabra, Y en la palabra la soledad del vuelo? Voy a buscar detrás, hoy. Aunque hoy y detrás tal vez sean el destino de otra guerra. Otra guerra, como otra soledad, que no descanse en su derrota.
87
88
Ricardo José Pérez Segura
Más cerca de la lejanía
Escucho truenos en mi cabeza Los ojos se cierran a este mundo Por las inciertas nauseas Del capricornio galopante Sobre olimpos chichimecas Transfigurando mi estadía A la morada de ensueño Confundiendo locura por cordura En la personal quimera De mi confundida visión
No todo el cielo es azul Ni todo el mar, profundo Pero si así lo piensas Así debe ser Realidad o percepción Nadie sabe la diferencia Lo único reprobable Es callar tu mente Con falsos testimonios De pretextos convenientes
89
90
M. Aranzazu Polo Margareto
VIVIR
Si nos atormenta, el perdido pasado, que vuela ligero, sobre la hoja seca, del árbol de la vida. Si nos desespera, el incierto futuro, que aún no ha nacido, sobre las alas del tiempo. Si dejamos pasar, cada instante mágico, del presente que nos pertenece. Jamás viviremos, la vida que no tenemos y que ansiamos alcanzar, al pensar en el futuro, y que creemos sentir, al recordar el pasado
91
92
Jahziel Ponce Sánchez Recetario
para mis días de asueto paseos sin gente en las calles monumentos abstractos y comida para llevar para mis días de nostalgia fotos viejas fotos con dedicatorias boletos del cine y botellas de tequila para mis días de lágrimas cuartos vacíos recuerdos dolorosos sillas para descansar y compañeros que traten de consolarme para mis días de angustia recibos con números negros esperanzas de vida paseos en colectivos y mochila al hombro para mis días de ilusiones regalos perfectos abrazos de felicitaciones tarjetas con palabras que no son de las que se lleva el viento para mis días de alegría tu presencia en el teléfono tu presencia en todos lados tu sonrisa al verme frente de ti tu perdón al saber que todo lo hice sólo porque te quiero
93
94
Martín Reta Simbiosis urgente Espero, entonces: Te creo. Tus movimientos son lentos, tus manos se hacen pan entre mis dedos: te creo. (Espera...) De pausas y de espacios se alimentan mis horas, todo pasa alrededor, todo; te invento. Creás un ritmo y bailo tu idioma. (Pausa...) En la estación, al lado del teléfono, cerca de las nueve lunas; antes del final: No me decepcionarás... Lo sé, nos une una simbiosis indecible, transparente. (Paz...) Respiro noche, quietud, y aromas de silencio; atento como un búho, espero un azar cómplice de dados salvajes -enemigos perfectos-. (Sin prisa...) Me besaste los pasos, imploraste más tiempo, te escuché atento; Hoy te añoro y grito: ¡No me abandones! (Calma...) Siento; sufro, tolero, una pausa tan pausada, tan eterna. ¿Será que mi destino es una sola espera? Debo confesarte Paciencia: sos mi aliada, mi amante, mi compañera de viaje; pero también mi asesina, y mi ruina.
95
96
Marta Alejandra Roldán
Pueblerino:
Olor a verde recién cortado, todas las casas están de acuerdo con los horarios. Más transparente que puro el aire aromatizado. Lleno de sol y de tiempo, lleno de píos es este día primaveral y pueblerino. Olor a pasto movilizado por el metal que lo limitó. Olor a pasto truncado. Y todo el pueblo se ha perfumado con verde hierba emparejada, con verde árbol podado. El tiempo-aire se puso verde y volvió al pasado.
97
98
José Ruíz del Amor
Sátira de España
Ingrata entre las tierras eres, España, A tu dócil pueblo traicionan y engañan Innumerables próceres, fiera alimañas, Soplándole al sordo oído épicas hazañas Jamás realizadas: reales y grandes patrañas, En tanto siembran el fértil campo de cizaña Sin que tú te apercibas de sus cochinas mañas Mientras en aguas mediterráneas te bañas Y, junto contigo, más de cien mil pirañas Que, como falsos amantes, te acompañan, A los cuales tus gentes les son extrañas, Que alimentan a base del palo y la caña Y visten de mugre, pus, basura y legañas En tanto hurgan en tus profundas entrañas, En mares, ríos, valles, huertas, montañas… Con destructiva e indescriptible saña, Viviendo agazapados entre sutiles telarañas Aguardando la caída de presas en la maraña Para devorarlas con la voracidad de una araña.
99
Estos tales son los que tu rostro empañan, La faz tuya y, también, la de la otra España. ¿Hay dos, o una?... ¡Qué mentira tan tamaña! El que bien la sepa, que ese mismo la taña. Ya que al final la calaña se irá a tomar castaña.
100
María Carolina Ruiz Ortegón
Muero en vida
Quisiera escapar Mi sangre me ahoga Tantas preguntas, tan pocas respuestas Te deje escapar Muero sin encontrarte Mis lágrimas son rojas como la sangre Me ahogan los ojos Entre esta oscuridad eterna del mal Solo escapa un gemido de dolor “lo siento” Aun te sigo amando Hay tantos infiernos por vivir Escapo de tu mal Odio tu amor Si me dejaras ver la luz Tu amor un maravilloso paraíso Tu amor un asfixiante infierno Lo sé. Sólo tu me haces feliz También sé que sólo por ti he llorado Me cegaste Me mataste y no puedo renacer Quisiera morir, no lo logro Quisiera vivir, imposible Tú eras mi vida Solo encuentro tu recuerdo Te marchaste Estoy muerta en vida Tú el culpable Me robaste mis sueños Las ganas de vivir En el sofoco me pierdo sin palabras Muero cada día Quisiera que supieras Aun muero por ti Sigo con este amor eterno
101
102
Sol Santamaría Cid
"Y los sueños, sueños son" Soñar es dejar el alma volar Por oníricos caminos de misterio, Jugar con la luz de luna al azar, Asir del universo un lucero. Ese soñar consciente Que disfruta del antaño, Atrae un momento errante Atrapado en el pasado lejano. Ocurre cuando el alma está oprimida, Ha perdido la esperanza, El aburrimiento anida, Y la rutina danza. Es cerrar los ojos y revivir Una maravillosa luz de alba, Que un día nos hizo percibir El cielo, cuando nos iluminaba.
Mas, ¡ay!, ese soñar inconsciente Que permanece escondido, Retales de pasado y presente
103
Trenzados en pozo profundo. Surge entre brumas pesadas, Rememora instantes perdidos, Sueños de vivencias olvidadas Mezcladas con los vividos. Crece en su real crisol la fantasía, La conciencia se libera a su son, Ilusión que fluye con alegría, Ilusión que fluye con alegría, "pues los sueños, sueños son" (decía Calderón de la Barca)
104
Omar Alberto Santos Balán
A veces los muertos
Los muertos a veces se levantan, entierran sus veladoras, leen sus poemas del jueves. Y entre nubes y horóscopos hurgan cristales o azules de un lejano porvenir. Ya no discuten sobre el tiempo o sobre la luna que lloraron en el pozo. Ignoran la ofensa, no saben más de la incapacidad. Ya ni voltean a ver la piedra de los castigados o la enorme hiedra que cubre la fuente. Conformes se entregan a la libertad de la palabra o al prodigio del polvo. En el solar comparten sus pergaminos acerca de la doncella, el antiguo escapulario de sus hazañas. A veces los muertos creen que el amor es una criatura débil que llegará por su lámpara, a veces los muertos piensan que llegará el aroma, el cascabel inconfundible de la amada, y dormirán tranquilos, y pensarán en la salvación.
105
106
Edgar Solís Guzmán
Con los ojos cerrados
A siete días, después de ti. Todavía, no despierto del letargo que me dejo tu partida; mientras la nostalgia, se mofa de mi tristeza. tu ausencia le dice a mi corazón; que la esperanza en pro de encontrar el verdadero; amor, termino su búsqueda. Todavía, sorprendido, todavía incrédulo; Intento explicar, esta irreal forma de querer, Irreal forma de necesitar de ti, irreal forma de amar; Irreal; por ser tan divino, tan sagrado; cual mas bello sentimiento en el cielo, tan honesto, tan puro. Todavía estoy aquí; contigo. es el perfume de tu piel, que decidió quedarse; quedarse en mi colchón, y recordarme; cada minuto, cada hora, cada día. recordarme; que no estoy solo, que hay alguien ocupando la mitad de cama; pero ocupando todo mi corazón. Todavía estas aquí; conmigo. cada mañana, cada tarde, cada noche, basta recordar, tu dulce sonrisa y saber que soy dueño de tus labios; porque me diste de beber del carmín de los mismos; dueño de tus besos, porque sellaste mis labios y yo los tuyos. Todavía estamos confundidos; confundidos en un abrazo; de esos que se dan con el corazón; con el corazón en la mano, una sonrisa, dos flores; y todo el amor del mundo.
107
Estoy que me muero; me muero del dolor de no tenerte, de no tocarte, de no besarte, de no sentirte; de saber que estas conmigo; sin estarlo. A siete días, después de ti. No quiero abrir los ojos; porque solo así, puedo tenerte, tenerte muy cerca de mi, muy cerca al corazón; donde quiero tenerte.
108
Viviana Tagar La casa
La casa soberbia La casa impactante La casa vestida con las mejores telas La casa pulcra La casa callada ¿Dónde están los niños? ¿Dónde están las risas? La casa en silencio Las mucamas la rondan, la cuidan, la habitan, los patrones la evaden, huyen, se huyen. El silencio se ha instalado. La cálida brisa que manea las largas cortinas trae recuerdos, de días pasados, de fiestas vividas, de amores sentidos. De perfumes y pasiones. La casa espléndida y solitaria, como una mujer abandonada. La casa ya no vivida, pide ser descubierta Pero está cerrada, aunque las puertas permanecen abiertas.
109
110
Pilar Torrijos LĂłpez
Septiembre
Septiembre, mes de proyectos, Mes de nuevos comienzos, De nuevos objetivos ponerse, De nuevas metas imponerse. Nuevos alientos inyectados En la anterior vida agitada. Existe la intenciĂłn De arraigar eternamente En un mundo diferente Y olvidar las anĂŠcdotas pasadas.
111
El reloj
El reloj, contenedor Del tiempo, Un tiempo que huye, Corre, vuela fugaz, Que no se para, sagaz, Mientras el portador Se debate entre la censura Del mundo, inerte figura Y la dulzura De lo que es merecedor.
112
Miuler Vásquez González
Soy
Soy, la parte oscura de las sombras, el vacío que no existe, el viento frío de la noche; soy, esa canción que a lo lejos se pierde entre rumores. Soy el destino inconcluso del fuego que no quema, de esos rayos que congelan, de la esperanza rota. Soy el que fue vencido, el que no soportó el dolor, el que vio su vida esfumarse, el cobarde suicida. Ese soy yo, el que alguna vez en un día soleado se tragó la paz. Soy... no sé lo que soy, talvez no sea nadie, talvez, mi cuerpo ya no esté y mis palabras no existan…
113
114
Juan Carlos Vásquez
Tenderloin (San Francisco)
Muertos moviendo, desnudos crepitando en el desfile del amor, el regreso de las ambulancias sin pistas, cuando estoy al borde celebre y quiero por lo tanto caricias, ayúdame a dormir noche, de seis a 6 han pasado meses entre inciensos sobre sepulturas, ascua astral, Júpiter compacto en pipas, no puede ser mi rostro ese, el rostro del domingo al mediodía. Sino fueran las doce y tuviera algo que hacer estas malditas sirenas de ambulancia no me atormentarían con sus lamentos, como recobrar a puñetazos el silencio de las calles, como destruir con un pico la vena de los recuerdos sin meterme a la bañera y masturbarme. Hay un horrible olor a cerveza, tan romántico y patético, ideas de escape, frases cursis de despedida. Si tuviera un perro el a ladridos me convenciera pero no tengo perro, solo noches que se relamen con desprecio y en vez de protestar todo me causa una terrible y angustiosa risa.
115
116
Rosane Marta Zanini
No te olvides
Hoy no te puedo no te quiero olvidar. Hoy te necesito te extraĂąo te aĂąoro. Hoy me muero de ganas de verte hablarte amarte refugiarme en tus brazos. Hoy no te quiero olvidar solo te puedo querer. Pero solamente hoy ÂĄno te olvides!
117
Lleno de tempestad
Como en una noche de verano mi rostro lleno de tempestad llora como un río. Lleno de tempestad mi rostro llora como un río sus sueños de verano. Como un río lleno de tempestad mi rostro llora sus sueños lejanos. Mi rostro llora sus sueños lejanos de una noche de verano.
118
Índice Agosto Arturo Armúa Claudia Azar Antonio Baños Gudiño, Ma. Alejandro - Tapia Guerrero, Iván de Jesús Barberá Alabat, Vicente Barrios, Susana Basanta Díaz, Ana Biassoni, Ime Blanco Labardén, Rodó Caballero, Carlos Justino Calle González, Antonio Campos, Gabriela Contreras, Vanesa Ivana Coronel Maldonado, Juan Carlos Crescini Corciones, Lidia Crespo Ruíz, Carmen De Battista, Pamela Della Latta, Susana Díaz González, Ledy Raúl Díaz, Ignacio Oscar Drajer, Eliana Dupuy, Alcides César Etchegaray, Cristina Fernández Argudo, Cristina Fernández, Raquel Gambell Marianne Gil, Silvana Guzmán Naranjo, Isabel Ifrán, Raúl Oscar Leal Hernández, Abelardo Legua Ychillumpa, Oscar Leiln Piacentini, Virginia López Torres, Abigail Martino, Marisa Mottes, Silvia Estela Nani, Ricardo Ojeda, Raúl Francisco Oliva, Ángel Darío Ortega Rubio, Mercedes 119
Pamucio, Luciano Pantoja, Gabriel Pérez Segura, Ricardo José Polo Margareto, M Aranzazu Ponce Sánchez, Jahziel Reta, Martín Roldán, Marta Alejandra Ruiz del Amor, José Ruiz Ortegón, María Carolina Santamaría Cid, Sol Santos Balán, Omar Alberto Solis Guzmán, Edgar Tagar, Viviana Torrijos López, Pilar Vásquez González, Miuler Vásquez, Juan Carlos Zanini, Rosane Marta
120
121
122
123
124