Personajes - revista El Rollo ed. 17

Noviembre de 2015 * Edici贸n 17 * ISSN 2027 - 3096

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Para la edición número 17 de la revista El Rollo decidimos abordar el tema “personajes” con un enfoque en aquellas personas que a pesar de sus vidas aparentemente sencillas, sin lujos, ostentación o reconocimiento público enriquecen su entorno con quehaceres, oficios y artes que construyen una sociedad más viva.

Hace falta alejarnos un poco de los medios masivos que nos presentan prototipos de personas ideales, con valores centrados en un consumismo desbordado, con paradigmas de belleza y conocimiento que a la postre terminan siendo falsos y salir a la calle, buscar en el barrio, en el parque, en la esquina de nuestras casas, para desenterrar aquellos personajes que vestidos de realidad tienen historias loables, muchas veces enmarcadas en el dolor, la indiferencia y el abandono pero que sobrepasan la mediocridad y la uniformidad espantosa en la que el mundo está cayendo.

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ESPECIAL FOTOGRÁFICO IBAGUÉ CIUDAD ROCK Pedro Nel Zuloaga TORTUGAZO: ¿GOLPE EN LA CABEZA CON UNA TORTUGA? Jorge Mendoza ENTRE TRAZO Y TRAZO María Helena Sandoval EL ROLLITO María Helena Sandoval XXX FESTIVAL DE TAMBORES Y EXPRESIONES CULTURALES DE PALENQUE Jhon Aider Dávila CINCO HORAS DE ADRENALINA GAY Nathalia Baena

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Edición Jorge Mendoza María Helena Sandoval

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Diagramación y diseño Jose Rodríguez Torres Ilustración César Téllez

LOS VERSOS DE MARGARITA Julian Vivas

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JEREMÍAS, EL LLORÓN Agostino Abate Pbro

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Detrás de las historias del Rollo 17 se encuentran escritores y reporteros gráficos que se han sacudido la pereza y desidia reinantes por estos tiempos con el firme propósito de mostrar al mundo los verdaderos personajes. Esto no es fácil, hay que untarse, entrar en contacto con las personas y sus mundos, dejar atrás condicionamientos y prejuicios con el fin de plasmar la esencia de aquellos seres con habilidades extraordinarias, a estos verdaderos comunicadores un reconocimiento a tan excelente trabajo.

BALCONES PERDIDOS Nathalia Baena

Con esta edición se completan siete años de trabajo continuo de la revista, abrimos El Rollo, póngase cómodo y disfrute con los verdaderos “personajes”.

PORTADA En el día ella es una palenquera de vestido blanco, recorre todas las calles vendiendo dulces en su cabeza. En la noche es la voz líder de Las Alegres Ambulancias, grupo representativo de San Basilio de Palenque. Emelia Reyes Salgado.

*Las opiniones emitidas en los textos aquí publicados son responsabilidad única y exclusiva de los autores.

PROVIDENCIA 2000

Fotografía Jhon Aider Dávila Pedro Nel Zuloaga Nathalia Baena

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Portada Jhon Aider Dávila

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Agostino Abate Director Ejecutivo Fundación Providencia 2000 Edición número 17 Noviembre 2015 ISSN 2027 - 3096 Para más información, colaboraciones y comentarios revistaelrollo@gmail.com Impreso en Litografía Luz Armenia, Colombia

Revista El Rollo

expresión cultural

DE LA FUNDACIÓN

Director Pedro Zuloaga

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Personas del común, que viven las mismas realidades que cualquiera de nosotros, que han sabido trabajar por sus sueños, desarrollar sus habilidades y atreverse a hacer cosas diferentes, por eso son especiales, gracias a sus talentos nos alegran la vida, nos enriquecen y nos permiten seguir creyendo en esta humanidad.

IDUS DE MARZO Luis Restrepo

ED16

FUNDACIÓN

PROVIDENCIA 2000

@RevistaElRollo

E S P E C I A L

F O T O G R Á F I C O

HIGHWAY

HIGHWAY

CHITE

CINCO SENTIDOS

EXTINGER

MADE FOR MIDNIGHT

EXTINGER

NEPENTES

TORTUGAZO

Daniel Giraldo Moreno tiene 28 años, comunicador social y periodista egresado de la Universidad de Ibagué. Aunque nació en San Sebastián de Mariquita se siente ibaguereño como el que más. Algo que lo llevó a desarrollar el primer medio hiperlocal de la ciudad. ¿Y eso qué es?

Ibagué es una ciudad pequeña y los medios de comunicación son locales pero sus contenidos no, su agenda se copia de las agendas nacionales, por lo que hablan y por como lo hablan. El Tortugazo es hiperlocal porque habla de cosas que sólo un ibaguereño puede entender, cuando va a tal barrio se encuentra con esto, un barrio que sólo un ibaguereño sabe dónde está, una panadería donde pasó algo específico que sólo un ibaguereño puede saber, y porque hablamos como habla un ibaguereño, con las palabras que usa y la forma en que diría las cosas.

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El Tortugazo enfrentó el problema de mantener un flujo de contenidos constante o al menos periódico. A Peter Parker lo picó una araña radioactiva, a Daniel Giraldo la providencia le sonrió mirando por la ventana de un vehículo, “recuerdo que dándole la vuelta a una glorieta se me ocurrió que la mejor forma de tener alimentado el medio era hacer curaduría de cosas que estaban pasando, a partir de ahí nació la base de

como funcionaría el medio”. ¿Y qué encontramos en El Tortugazo?

Dos tipos de contenidos. Las curadurías, reseñas de cosas creativas que está haciendo la gente en Ibagué, chicas que están haciendo tutoriales de maquillaje, un pelao que está haciendo sketch humorísticos, un man que está haciendo fan doblajes de animaciones gringas, que tiene una audiencia en YouTube muy amplia. La idea es que la curaduría se amplíe a tatuadores, ilustradores, a vídeos musicales de bandas y artistas de Ibagué, para que la gente encuentre a los creativos de la ciudad en un sólo lugar. La segunda línea de contenidos son los Tortugazos, los contenidos propios, artículos, ilustraciones, caricaturas de cosas que pasan en la ciudad.

Escribir que pasaría si Superman viviera en Ibagué, cuál es el alcalde ideal para la ciudad, dónde se come la mejor empanada en Ibagué…

Andrés Murillo

Podría creerse que alguien que tiene tortugas en la cabeza es lento para pensar. “Fanático” de las Tortugas Ninja, se identifica con Miguel Ángel (el del antifaz naranja) por ser el bromista del grupo y por ver la vida de manera más relajada que sus compañeros de aventuras. No sufrió con la muerte de Donatello porque cree que en los cómics los héroes siempre regresan. Las chicas dicen que se parece a Tony Stark, aunque él prefiere a Spiderman, yo no le veo el parecido y menos si hablamos de su chequera, pero esa es otra historia.

Al parecer es una tortuga grande con la habilidad de tejer redes. ¿Cuáles son las características de El Tortugazo?

“No es un medio sino varios, para nosotros Facebook es una plataforma, Twitter es otra, Instagram es otra y la página web es otra, Facebook tiene un movimiento diferente al de la página web, los memes están solamente en Facebook. Esperamos que Twitter lo podamos convertir en una plataforma de conversación diferente, para que cada columna tenga una razón de ser distinta y la gente encuentre cosas diversas. Esperamos llegar ser muy fuertes en transmedia que podamos empezar una historia en Twitter seguirla en Facebook y terminarla en la página web.

Aparte de las tortugas y las arañas, en la cabeza le ronda un extraño y poco común sentido de pertenencia por Ibagué, algo que se plasma en el fin último de El Tortugazo. “Un proyecto que puede parecer light o de entretenimiento, está buscando generar un movimiento cultural de sentido de pertenencia y de apropiación de lo que es ser ibaguereño, y cómo esto tiene una validez y una forma de ser específica”.

No descubrieron el agua tibia ni mucho menos, pero si le dieron un sentido y un objetivo. Además les ha servido para dar a conocer su marca. Crear memes puede ser el don que Dios les dio para defenderse en este mundo. “Nació porque éramos buenos en eso, después le empezamos a dar sentido como estrategia. Algunos ilustrados de la comunicación aún no ven en un meme una forma de comunicar válida, aunque sí lo es, son contenidos que tienen una razón de ser, que están cargados de opinión. Cumplen con lo que más se mueve en internet, simples, que comuniquen algo específico, que tengan la opción de ser compar-

bobada si usted puede’, y efectivamente he logrado hacer las cosas” señala Johana. Andrea por su parte cree que ha sido una buena influencia para Andrés, “Daniel siempre lo ha guiado y ha sido un tutor para él en su proceso de aprendizaje, lo ha enriquecido con todo ese conocimiento que le brinda, ha sido un apoyo para que él crezca como persona y se desarrolle en su campo”.

Daniel ve la figura del maestro Splinter representada en sus padres, José Reinaldo y Dilsa, quienes siempre lo han apoyado. Su obsesión por las tortugas empezó estando en el colegio. Cuando vi el Canal Caracol me puse a pensar que alguien le puso caracol a un medio, algún día voy a tener uno y le voy a poner tortuga que es la competencia del caracol, de ahí nació la idea básica. Tratando de ponerle nombre me acordé de eso, un nombre que fuera fácil jugar con él, que no estuviera repetido en redes sociales, que fuera contundente y llamativo y quedó El Tortugazo.

Andrés Murillo y Minna López son sus compañeros de aventuras, aunque reconoce que existen muchas personas enamoradas del proyecto que colaboran de manera constante. Para Murillo todo empezó de manera relajada, “pensaba que era una página para hacer memes y reírnos entre nosotros pero con el tiempo ha ido creciendo bastante, la gente ya nos reconoce, creamos una comunidad en línea alrededor de El Tortugazo”. Sus alcances lo han sorprendido, “hace poquito en una protesta alguien, no sabemos quién, imprimió un meme de El Tortugazo y lo llevaron como pancarta, nos parece muy importante pasar de la virtualidad a la realidad. No nos vinculamos a la política pero nos vinculamos a los temas que le interesan a toda la gente”. Por su parte Daniel señala, “los tres creemos en los valores del periodismo y por eso tenemos ese tipo de reglas, tratamos de no ofender a nadie, hablamos de la gestión pero no de la persona”.

Para Johana Osorio, colaboradora de El Tortugazo, al igual que para Andrea Castillo, novia de Andrés, la experiencia de compartir con Daniel es enriquecedora porque impacta directamente en las personas a su alrededor. “Yo le he aprendido mucho, en lo personal a creer en mi misma, yo me subestimaba mucho en algunas cosas y él me decía ‘cuál es la

Entre sus defectos más destacables se encuentran su mala memoria, nada que ver con las tortugas marinas, y ser en exceso buena gente, al punto que le cuesta prescindir de los servicios de aquellos que no son competentes en el trabajo. Aun así pretende generar un medio que se relacione con la ciudad. “La idea es que El Tortugazo sea una marca muy fuerte de la ciudad, que se asocie con Ibagué, que cualquiera quiera irse con una camiseta de El Tortugazo para Bogotá, y que allá no sepan qué es, y él pueda decir esto es una página que habla de mi ciudad de una forma chéveDaniel Giraldo

tidos y reproducidos infinitamente.

Además les damos nuestro toque, los colores, el logo, que la gente sepa que ese meme es de El Tortugazo.

re. Una guía completa de lo que pasa en la ciudad para la vida cotidiana y la cultura popular; innovar en los contenidos, infografías, videos interactivos, no un súper especial multimedia sobre el conflicto en Colombia sino un súper especial multimedia de la empanada en Ibagué o del tamal.

Sabe que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, en algunas tertulias los periodistas señalan que si no se tienen problemas con un político es porque el trabajo no se está haciendo.

Empezaron bien, fueron demandados por el futuro exalcalde de Ibagué Luis H. Rodríguez, autor de frases célebres como “ni yo me voy a morir ni la ciudad se va a acabar” (nada que ver con el tío Ben), refiriéndose a la pérdida de disciplinas de Juegos Nacionales para la ciudad. “Las campañas políticas crearon páginas para atacarse, una de esas para atacar al alcalde y a su candidato, lo acusaron de robarse una plata para comprar una casa, y una vez hizo la denuncia nos metió en esa colada a nosotros porque tenemos memes del man. Una vez la autoridad correspondiente haga la revisión se dará cuenta que es un medio de comunicación como tal, y que estamos protegidos por la libertad de expresión. Fue una buena oportunidad para publicidad gratis, en una editorial le respondimos, es el tercer artículo más leído de la página.

Pero no todo es color de rosa, hasta en el paraíso hubo problemas, “me molesta que mi novio comparta más tiempo con Daniel que conmigo”, Andrea no le perdona a Murillo que haya preferido asistir con Daniel al estreno de Avengers, pero, él lo invitó primero. http://www.eltortugazo.com/ https://twitter.com/ElTortugazo https://www.facebook.com/ElTortugazo

Jorge Mendoza Editor Revista El Rollo

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La figura lánguida de un hombre, llevado por los años, recorriendo la colina de asfalto que lo lleva a su casa, con sencillas vestiduras y que diera la impresión de andar dialogando con el tiempo, su cabeza gacha y andar lento, en silencio observa detenidamente las calles, la gente y una lista de loterías a ver si la suerte le sonrió esta vez.

Más tarde frente a una vieja mesa de

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dibujo, rodeado de libros, papeles y plumas, comienza el relato del hombre que a través de su vida ha logrado subsistir con la destreza y precisión de sus manos, “la caligrafía es el arte de dibujar letras bonitas y hacer un texto elegante; hay que coordinar las dos cosas” dice don Baudelino Torres Martínez, uno de los pocos calígrafos que quedan en el Quindío.

En 1944 en la vereda El Brasil en Cajamarca Tolima, nace don Baudelino, el segundo de 11 hermanos en medio de una familia llena de amor, muy unida y dedicada, y que al igual que muchas familias tolimenses tuvieron que desplazarse al Quindío por esas cosas incomprensibles de la violencia.

En medio de las labores del campo, el entusiasmo por hacer decoradas letras nace a sus cinco años con su padre, Jorge Torres, un hombre campesino, dedicado a labrar la tierra y al cuidado de los animales, que con una navaja o con cualquier palito siempre estaba escribiendo nombres, fechas o letras en las pencas de fique y hasta en el cemento fresco, “mi papá nunca explotó la caligrafía aunque tenía muy bonita letra, a él lo contrataban para escribir cartas o redactar documentos, excusas y sobretodo cartas de amor, él

era muy bueno para eso”.

Prontamente Baudelino es buscado por sus compañeros de escuela para marcar los cuadernos, ya que era un requisito “el escribir elegante”, de esta manera empieza el gusto por las letras, y sin que pasara mucho tiempo fue descubierto por Israel Bernal, su profesor de arte en bachillerato, a quién admira con devoción y considera un genio como artista.

Hacia el año 1954, como afirma Baudelino, era la época de oro para la caligrafía, Israel, comprueba la capacidad del muchacho, “usted no necesita las clases de aquí - le dice– yo le voy a dar unas clases extras, dedíquele tiempo al dibujo, a la pintura porque usted va a ser bueno” palabras que como un trampolín lo impulsaron a enamorarse aún más de este arte. Con sonrisa en su recuerdo también menciona que el dibujo lo perfeccionó junto a su madre, pues para bordar las sábanas en su casa le decía “mijo ‘císneme’ aquí unas flores bien bonitas…significaba que le dibujara lo que iba a bordar, pues como no había papel carbón usábamos carbón de la cocina para calcar, entonces yo le hacía los dibujos” comenta. Y con un suspiro cuenta que hoy día lo que más le gusta pintar son los paisajes en acuarela y plumilla.

Las revistas, la prensa y algunos libros le sirvieron de soporte para especializarse en lo que pronto se convertió en su sustento, y con lo cual sostuvo por años a su familia, su esposa Amanda Quintero con quien lleva un matrimonio de 43 años y a quien considera una mujer muy inteligente, pues dice que “para que el matrimonio funcione es porque la mujer es más inteligente que uno”, y tres hijos: Alexandra, Clarena y David Fernando. Baudelino afirma que aunque ya no se usa tanto la caligrafía, por años logró mantener su hogar con el arte que lo apasiona tanto.

“Escribir cartas era la única forma de comunicación que había entre los jóvenes, existía el romanticismo que ahora se ha perdido, había mucho respeto y era muy elegante mandar una carta bien escrita con un sobre bien marcado”. Por los años 70 donde todo se hacía a mano marcar un diploma tenía un gran valor, por lo cual podría cobrar entre 300 y 500 pesos, era por ese entonces un negocio rentable, pues aunque era una temporada corta, lo que se ganaba en ella le alcanzaba para varios meses, “…paralelo a esto yo me inventé la fábrica de tarjetas para el resto del año, tarjetas para toda ocasión hasta producir a diario mil 500 tarjetas” afirma, y con la nostalgia que producen los recuerdos asegura que fue hasta 1980 cuando llegaron las ‘credenciales’ que la gente dejó de

interesarse por mandar tarjetas y cartas.

Con sus ojos perdidos en la melancolía, “la pluma de oro” como le llaman, afirma que: “los artistas nos enamoramos mucho de lo que hacemos, le ponemos todo el cariño y la gente reconoce, nos felicita pero no retribuye en dinero lo que realmente vale un trabajo de estos”.

Pinceles gruesos y delgados, acuarelas, óleo, tintas, plumones, rápido-grafos, son algunos de los elementos que un buen calígrafo debe tener para hacer bien su trabajo, pero entre todos la pluma es la más esencial, puesto que “la caligrafía fina debe hacerse con pluma porque es la que permite los trazos finos y conservar la arquitectura de la letra, toda la letra tiene su arquitectura” dice con orgullo don Baudelino.

A través de los años el hombre de las letras ha coleccionado sus plumas, asegurando con tristeza que ya casi no se consiguen, algunas en su colección le han acompañado durante 50 años, pero que le han servido en el delineo de la caligrafía gótica, alemana, bastardilla, inglesa, palmer entre muchas otras.

En su vida ha recogido muchas anécdotas, que como dice, le han servido para inventar trucos y fortalecer la experiencia, como cierto día que haciendo un pergamino derramó por

accidente un café, y al tratar de limpiarlo se dio cuenta que “el mejor pincel son las manos”, y que él mismo podría darles aspecto de envejecido usando óleo.

A sus 71 años ha intentado, en varias ocasiones, pasar su conocimiento a una nueva generación, con un emotivo deseo que el precioso arte de la caligrafía continúe vivo, porque cuenta que ya quedan muy pocos calígrafos en el país, y siente que se ve como un arte en desuso, sin embargo no hay quienes le pongan la disciplina y la pasión necesarias para este trabajo. “La tecnología acabó con el arte, con los fotógrafos, los pintores de avisos, los dibujantes”; nuevamente pasa fugaz la melancolía al mencionarlo; “se rebajó el trabajo en los últimos diez años en un ochenta por ciento”.

Aún mantiene presente el sueño de formar una academia, pero dice que la lucha es difícil, que incluso hace falta que los colegios promuevan nuevamente la escritura, “esto ya se perdió totalmente”, comenta que ahora los jóvenes incluso tienen mensajes grabados y un lenguaje entrecortado, así que ahí no hay nada.

“Yo le he intentado enseñar a muchas personas”, dice, y sólo uno de sus nietos trata de seguir sus pasos pero inclinado más hacia el dibujo que a la letra, aunque guardando un poco de esperanza siente algo de orgullo por lo que él hace, y con profundo quebranto replica: “yo le digo a él: usted me tiene que reemplazar no sólo por herencia sino por honor”, inclina su cabeza y llora.

María Helena Sandoval Comunicadora Social - Periodista

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XXX Festival de Tambores y Expresiones culturales de Palenque 8 al 12 de octubre de 2015.

Tierra de ritmos y colores Por: Jhon Aider Dรกvila Fernรกndez

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Una noche en CINCO la calle 22 de HORAS DE Armenia Quindío ADRENALINA GAY

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Llueve y a ellos no les importa. Es sábado, el reloj marca las 10:30 de la noche y los que de día son unos, a ésta hora se convierten en otros. No son hombres, tampoco mujeres. No son ladrones, tampoco santos. Quizá eso tampoco importe. En su mundo pareciera ser que no hay nada prohibido, nada malo, nada negado. Les dicen locas, travestis, cacorros, maricas, mariposos, gays -unos más ciertos

que otros- pero con algo en común: la homosexualidad.

Discotecas, bares, ventanillas, restaurantes, puestos de comida, prostíbulos, prostitutas, vendedores de droga, gays, lesbianas, indigentes, perros callejeros y ladrones son, entre otras cosas, lo que se ve a diario en la calle 22, sector centro de Armenia, una nueva Zona Rosa, pero con los

peligros de una hoya. A ellos no les importa. El gay respeta y se hace respetar. Para ellos este sector es, cada fin de semana, su otro mundo, el casi real, pero ilegal.

No es fácil ser gay, ni mucho menos “salir del closet”. Las noches de sábado en la calle 22 son un show, un completo espectáculo lleno de penes envueltos en vestidos de lentejuelas y

pelucas con labios pintados y tacones temblando. No es fácil ser señalado por todos, juzgado y criticado -como si vivir con esa anti-naturalidad fuera tan natural como burlarse de una pareja gay-. Nunca será fácil aceptar la mentira o aún más, la homosexualidad.

Quizá sus padres o esposas no lo sepan, quizá sí. Lo que quizá no es tan fácil de creer es que la mayoría de gays que convergen en esta zona sean niños entre 14 y 18 años. De ahí para adelante qué importa la edad y el tamaño. Desde obreros y comerciantes hasta abogados y médicos entran y salen cada viernes y sábado de la nueva zona rosa de la ciudad. Son dos las discotecas gais: Bacos Pris (calle 22 con 14) y La Fragata (calle 23 con 15 y 16 esquina). Son dos los estratos: seis y dos. No son iguales, no. A Bacos no entra cualquiera; es una discoteca de estrato 5 y 6, polarizada por fuera, doble seguridad y cover a diez mil pesos. A La Fragata, en cambio, entra el que sea; es de estrato 1 y 2, simple seguridad y no cover. Aunque son dos mundos distintos, todos se conocen con

todos.

11:00 pm El encuentro Mientras Jéssica vende carnes en la esquina de la calle 22 y las prostitutas (más conocidas como ‘garzas’) esperan por el cliente de la noche, mi papá atiende en su ventanilla ‘Chana’, ubicada en esa misma esquina, a dos gais, ambos con jeans y esqueletos ceñidos al cuerpo, gel en su cabello, un suave maquillaje en la cara y ganas de fumar Marlboro Ice, “porque gay que se respecte, fuma”, dice mi padre. Al salir, se dirigen a Bacos, saludan sin mucho afán y de beso en la mejilla a los otros, mientras esperan unos veinte minutos a que lleguen más de los suyos. Al mismo tiempo, en la otra calle, una fila de gais espera ansiosos su turno en La Fragata para entrar a bailar y fumar y tomar y tocar. Es su noche, es su fiesta.

00:00 am

la noche es joven

A esta hora el aire se condensa, la mente se dispersa y la noche sabe a fiesta. Como ya es costumbre, antes de entrar a la discoteca, uno que otro gay se mete una pepa o un cacho, se fuma un cigarrillo y se toma una media de aguardiente. Esperan

toda la semana para este momento.

Cuando entran a la discoteca es como entrar al cielo, el tiempo se detiene y el coqueteo aparece. Inspeccionan el lugar, piden una cerveza o, si es un grupo grande, una botella de aguardiente o de ron, miran qué hay, quién está y salen a bailar. Si están de buenas, hay show de media noche: strippers, casi siempre. Después de dos o tres canciones la mayoría ya están emparejados, bailando y besándose, dejándose llevar por la música, por la traba, por el trago. Puede ser sólo sexo, o quizá una noche, o varias, quién sabe. Sin embargo, para ellos no existe nada más que ese presente, ese momento, esa noche.

01:00 am

propuesta indecente

Para nadie es un secreto que bailar calienta, sobre todo cuando es reggaetón. Mientras unos siguen la fiesta, otros van buscando cama. Es por eso que existe Sónica, un prostíbulo homosexual en la calle 22, con algo en particular: una sala x, especial para ver películas porno, pagan y entra la pareja, ven media hora, se terminan de calentar y buscan un cuarto -por una o dos horas-. No todos terminan ahí, el lugar es lo de menos, pero de que terminan lo iniciado, lo terminan.

No es mucho tiempo, la fiesta debe continuar. No esperan seis días a la semana para entrarse a las dos, no. Si es posible, que haya remate hasta el siguiente día.

02:00 am dos es uno El desespero comienza a salirse por los poros. Tanto en Bacos como en La Fragata esperan la hora loca, el momento indicado para salir en busca de lo que en su discoteca no encontraron. Si no es ahí, es allá. Ya lo saben, lo tienen calculado. Son las dos más diez minutos de la mañana y el mundo bajo más el alto convergen en uno solo. Salen de su sitio para encontrarse en la esquina de la calle 22, comprar más trago si todavía resisten y coincidir unos con otros. Para los habitantes de ese sector ya es normal, es cuestión de costumbre, dicen. Cada

uno de los dueños de los locales se sienten de su mundo y lo viven cada fin de semana, de forma ajena, pero lo viven. No quisieran que se fueran de aquí, pues los gais son los mayores mecenas de la economía de este sector. Ningún comprador como ellos, ninguno.

03:00 am

¿nos vemos en ocho días?

Faltan diez para las tres y ya no queda nadie en las discotecas, todos, y cada uno, están dispersos por la calle 22, buscando comida o que se los coman, trago o pepas, no es suficiente, quieren más, se piden el número entre ellos y se citan de nuevo, no quieren irse pero qué más se puede hacer, ya se acabó la libertad, la felicidad, el éxtasis de poder ser ellos por una noche, por unas horas. Algunos se quedan por ahí, bebiendo hasta que no se acuerden ni del nombre; otros, en cambio, vuelven a su casa, a su calvario, a su infierno y, seguramente, a esperar que sea sábado para volver a ser feliz de nuevo.

Tal vez la naturaleza humana no es tan perfecta, tal vez ellos ni lo sabían y apenas se dieron cuenta cuando ya no había mucho por hacer. Tal vez falte poco para que ya no sean ilegales ante los ojos de los demás, o tal vez mucho.

Ellos no se preocupan, viven y dejan vivir. Ya no son tabú. Ya no tienen miedo, ni vergüenza, ni desasosiego.

Ya no. Ya no es secreto para nadie que ellos existen, que hacen parte de nuestro mundo, aunque aún los miren raro. Ese es su mundo, uno distinto al nuestro, libre, alegre, lleno de morbo pero florido. En cambio, este es nuestro mundo, quizá peor que el de ellos y, seguramente, muy lejos del suyo.

Nathalia Baena Giraldo Estudiante de Comunicación Social - Periodismo Universidad del Quindío Ilustración por César Téllez

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Los versos de

“Uno toca la marimba.

Otro que lleva el bordón Cununos que gritan, gritan Y el bombo llevando el son.

Los negros al frente están Las negras al otro lado Ellas vienen y ellos van Ya está hecho un currulao”.

Fragmento de Así se forma un Currulao, por Margarita Hurtado Ojalá fuera así de sencillo, un verdadero currulao se ciñe en la piel como el musgo a la palma de chontaduro, se saborea como a la pepa del tangaré, y se explora como al cuerpo de un hombre desconocido al que terminarás entregándole tu vida.

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Cuando Parmenio me presentó al hombre pálido que venía de lo más lejano, al igual que el resto de Guapí, quedé estupefacta. Nunca había conocido a alguien parecido a él por esta tierra. Decían que viajó desde lo lejos solo para verme. Su piel era bañada en leche, blanca como cielo de la mañana y estrepitosa como el sol en la madru-

gada, su boca era igual de escondida, a como lo sería nuestro secreto, y sus ojos se asemejaban a la belleza del alba.

Pero no todos creían lo mismo, en su ignorancia muchos pensaron que era un enviado de belcebú. Tanislada, vieja de arrugas hasta en las piernas, con más años en el otro mundo que en este, concedía cualquier suceso a la magia negra. Pero como no, su hermano murió a los cuatro años por una maldición de una tabaquera a la que su madre le quedó debiendo unos gramos de oro.

Lo amé en secreto hasta el día en que con su extraño acento, casi incomprensible, lo confesó todo. Me dijo que me amaba mí y a mis versos, que mi sonrisa era la luz que iluminaba sus días, y que deseaba sumergirse en mi cuerpo como la niebla en los bosques esperando la madrugada. El terror que me causó escucharlo solo pudo detenerse con sus labios: suaves como el pancoger y tímidos como la marea al atardecer.

Nuestro amor era más que eso, sentía que lo conocía de toda la vida. El simple hecho de que amara mis versos me hacía adorarlo, y que mi refugio en

sus brazos quisiera prolongarse como la aurora en el atardecer o la luna en el despertar del día. Él convirtió mis ojos en faros que alumbran a nada, a mi lengua incapaz de pronunciar su nombre, enmudeció mis oídos y los ubicó en sintonía con los astros. Puso un nidal secreto en cada bosque de mi cuerpo, por él los lirios cayeron de rodillas, y una barca ligera se arriesgó a profundidades marinas.

Los humanos acostumbramos a desear lo que no poseemos por simple placer, ese placer que se vuelve tormentoso cuando el destino en su desgracia nos arrebata lo que nos dio con una patada en la cara. Me había casado con Parmenio desde hacía dos años, cuando lo conocí era más desconsuelo que mujer: mis padres acaban de partir hacia el olvido que solo da la muerte, y en mi soledad, él fue quien me tendió la mano. Pero los hombres, como las ramas del floral en invierno, se hielan para convertirse en los hacedores de tu desgracia, y más cuando diariamente lo que te propinan son caricias moradas.

Fui a buscar ayuda con Madam, una vieja más sabia que el tiempo, quería que el hombre de leche fuera mío por completo y que nuestro amor no se ocultara como el sol en las montañas; quería alejarme del demonio y de sus dolorosas caricias, quería olvidar mi pasado y volver a la vida.

La opacidad en sus ojos me hizo comprender lo estupefacta que estaba cuando le conté mi historia. Me detuvo cuando le mencioné a Parmenio, como si un flechazo del pasado se hubiera depositado en su puro, me exigió que se lo describiera por completo, y luego prosiguió: - ¡Ay mujer, a ver qué te dice Changó!

Miró su puro. Luego añadió de forma sorpresiva -¡Veneno! ¡Veneno! ¡Cómo no se me ocurrió antes! Te tengo la solución, el elixir de rana dorada siempre funciona en estos casos, ponle tres gotas y todo estará arreglado.

Madam me acompañó hasta el rancho para ultimar detalles, estaba atenta, como si tuviera una venganza por cobrar. Pero la duda de Parmenio ya se había despejado. Ahí estaban, como el caimán a punto de aniquilar a su

presa. El hombre que se convirtió en mi pesadilla había apuntado su machete afilado hacia el único ser al que he amado y estaba a un suspiro de matarlo.

Grité como si liberara a cien gaviotas de mi cuerpo. Madam era una sombra tras de mí auspiciando el encuentro, pero cuando lo vio su rostro palideció como un crepúsculo al anochecer.

-¡Alabados sean los espíritus! ¡Venerado seas tú, Changó! Ese es el hombre que causó mi perdición -y esbozando humo por la boca, añadiócuando apenas era una niña, él me profanó.

Mientras escuchábamos abrumados sus palabras, el machete se acercaba más a la blanca garganta de aquel hombre pálido, hasta que Madam, escupiendo veneno por sus ojos, se enfrentó a él, y ante el escándalo de todos, dos tambores con una historia llevada por el viento, se apagaron, sometiendo a Parmenio a la justicia de los espíritus, y a Madam a la desgracia del olvido.

Y ahí quedé yo, ensimismada en la tragedia, limpiando la sangre del padre de mi hija, aborreciendo el amor, y refugiándome en una depresión que solo las letras pueden sanar, mientras mi rostro mira hacia el sur, donde las aguas se escurren a morir y los pájaros caen como ceniza; al sur, donde vivo solamente si me dueles, y si ardes como antorcha entre mi carne. Hacia el sur, donde braman los ríos y se esconden historias destinadas al olvido, hacia allá es a donde ahora miro.

“Porque si acaso se ha olvidado Cómo es que me llamo yo Soy la Margarita Hurtado, Que digo copla por dos”

*Basado en la vida y obra de Margarita Hurtado, poeta, cuentera, y versadora del pacífico colombiano.

Fotografía por John Aider Dávila.

Julián Vivas Banguera Estudiante de Comunicación Social - Periodismo Universidad del Quindío

Jeremías, el llorón La mayoría de los profetas se ocultan a sí mismos y mantienen un carácter de anonimato. Es decir, no se proyectan a sí mismos en las páginas de sus profecías, mientras con Jeremías tenemos a un profeta cuya profecía es, en gran parte, autobiográfica. El nos ha dejado mucho de su propia historia personal. Podemos repasar su vida a través de una lista de hechos que tienen que ver con él, para conocerlo mejor.

1. En primer lugar, el nació sacerdote, en la ciudad de Anatot, al norte de Jerusalén.

2. Fue elegido para ser profeta antes de haber nacido.

3. Fue llamado a profetizar cuando era muy joven.

4. Dios le encomendó la misión de ser profeta.

6. Se le prohibió casarse a causa de la época tan terrible en la que vivió.

7. No logró nunca convertir a alguien.

Fue rechazado por su pueblo. Fue odiado, puesto en la cárcel y acusado de traición a la patria.

8. Su mensaje quebrantó su propio corazón.

9. Quiso dimitir de su cargo, pero Dios no se lo permitió.

10. Vio la destrucción de Jerusalén y el cautiverio en Babilonia.

Con estos datos podemos comprobar que fue un hombre singular. Se le ha llamado "el profeta llorón", pero no en sentido despectivo. Pasó la mayor parte de su vida derramando lágrimas. Dios eligió a este hombre que tenía un corazón maternal, una voz temblorosa y ojos llenos de lágrimas, para comunicar un mensaje severo, de juicio. El mensaje que tuvo que proclamar quebrantó su propio corazón.

Humanamente hablando, nadie hubiese elegido a esta tipología de hombre para comunicar un mensaje tan severo, todos hubieran escogido a alguna persona de carácter recio para transmitir esa clase de mensajes tan duros.

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A Jeremías le tocó profetizar en una época cuando todas las cosas en Judea se estaban precipitando hacia una catástrofe. Cuando la conmoción política se encontraba en su punto culminante,

cuando las peores pasiones dominaban a las diferentes partes y los consejos más funestos eran los que prevalecían, le correspondió interponerse en el camino por el cual su nación estaba precipitando hacia la destrucción. Hizo un esfuerzo heroico para detener ese fin y revertir el proceso. Fracasó en su intento y fue obligado a hacerse a un lado y ver a su propio pueblo, a quien él amaba con ternura de mujer, lanzarse al precipicio, hacia una ruina total y sin posibilidad de regreso.

Tal vez nuestra época se parezca a la de Jeremías. Vemos a grandes naciones que han logrado enormes avances tecnológicos y al hombre que ha emprendido la conquista del espacio y ha creado armas de gran poder destructivo. Sin embargo dentro de esas grandes potencias reina la corrupción, que posiblemente las conducirá al desmembramiento y al desastre.

Sabemos que lo que estamos diciendo no es muy popular, no tiene buena prensa.

Los medios de comunicación, de forma creciente, están poniendo al descubierto la corrupción, destacan su incremento en todos los órdenes, pero no saben, o no quieren sacar conclusiones en cuanto a las consecuencias que este proceso irreversible tendrá para la humanidad.

Cada vez se oye hablar menos de cómo evitar la corrupción y de cómo resolver ese grave problema para mejorar la sociedad. Es por tal motivo, y lo hemos dicho anteriormente, que nos encontramos en gran medida en la misma situación en la que se encontró Jeremías. Por todo lo anterior, tenemos la convicción que Jeremías nos comunica su mensaje, apropiado también para nuestro tiempo.

Alguien ha escrito lo siguiente sobre Jeremías: "No era poderoso como Elías, elocuente como Isaías, pobre y humilde como Ezequiel, sino un hombre tímido, vergonzoso, consciente de su impotencia, ansioso por recibir compasión y amor que nunca experimentó: tal fue el instrumento por medio del cual la Palabra del Señor llegó en esa época tan corrupta y degenerada".

Una vez se dirigió al Señor diciéndole:

"No puedo continuar, este asunto me está destrozando, estoy a punto de sufrir una crisis nerviosa, sería mejor que recurrieras a otra persona". Y el Señor, en cierta forma fue como si le hubiera dicho: "Muy bien, pero mantendré tus dimisiones sobre mi escritorio porque creo que volverás". Y Jeremías regresó y nos comunicó en su libro-diario que en su corazón y en sus huesos había un fuego ardiente que le impedía hacer marcha atrás. Trató de resistirlo, pero no pudo. Y continuó comunicando el mensaje, pero ello quebrantó su corazón.

Fue él, quien predijo los 70 años de cautiverio en Babilonia. Él también vio, más allá de la oscuridad del cautiverio, la luz.

Ningún otro profeta habló tan brillantemente y con tanto entusiasmo sobre el futuro.

El mensaje de Jeremías fue el más desagradable que jamás se haya comunicado a un pueblo, y fue rechazado. Fue considerado un traidor de su país porque decía que había que rendirse a Babilonia.

Sabemos que cuando el reino de Judá fue llevado al cautiverio, el rey Nabucodonosor le permitió a Jeremías quedarse en la tierra de Judá. Sin embargo, unos fugitivos que salieron de la tierra de Judá y se dirigían a Egipto se lo llevaron a la fuerza con ellos. En Egipto, Jeremías continuó comunicando fielmente la Palabra de Dios hasta la muerte.

Mirando a la totalidad de su existencia, podemos destacar dos cosas que caracterizaron la vida de Jeremías: sus lágrimas y su soledad. Y esas son señales de su ministerio profético independiente de todo poder político, social y religioso.

Esas son las características que poseen las personas libres que solamente honran a la verdad sin dejarse influenciar de las estadísticas, de la opinión de las mayorías o de la verdad que impone el poder político o el de los medios.

Agostino Abate Pbro.

Docente Universidad del Quindío

Idus de Marzo Su esposo siempre bromeaba con el lugar de nacimiento de ella. Él decía, que ella tenía como lugar natal un pequeño pueblo que no salía ubicado ni en los registros del Agustín Codazzi.

Ahora, en Casabianca, ubicado en el departamento del Tolima, sus calles se recorren empedradas y bordeando las laderas del Nevado del Ruiz.

Nacida en el Tolima, su infancia en Cartago y el resto de su infinitud en Armenia, ella fue testimonio de vida y la quinta de entre seis hijos disímiles.

La abuela engendró al enamorado, al estricto, a la disciplinada, a la pícara, al futbolista, y a ella, la apasionada por la existencia divina, por las letras y por la naturaleza.

Y así llegó a sus sesenta junios. Rodeada de plantas y flores, de árboles y campo, de esposo, hijo y perro. Tuvo la satisfacción eterna de hacerle cumplimiento a un sueño lleno de verdes

ilusiones, que marcaría la existencia de quienes la rodearon. Brisas del Café, fue la culminación de arduos meses de trabajo y de apasionamiento por sus begonias, novios, orquídeas, cuernos de alce, veraneras, cactus, cartuchos, balazos, y demás vegetación de finos colores que alimentan la esencia del vivero que aún existe en su memoria.

Prepararse para la muerte es prepararse para la vida. Desde el norte, el Trópico de Cáncer quiso ser Capricornio, haciendo que la muerte acechara impetuosa ante el más mínimo descuido de vida. Ella se fue, Mariela Aristizábal Gómez, mi madre, murió el 15 de marzo, miles de años después de que el emperador romano Julio Cesar decretara con su muerte la ineficacia de los buenos augurios del Idus de Marzo.

Nos dejó a mi padre y a mí, abandonados ante el caos de lo finito, pero abanderados ante el cielo, porque sin creer

en cuentos angelicales, sé que ella es ahora polvo de estrella para la eternidad…

Dedicado a la memoria de Mariela Aristizábal Gómez junio de 1953 – marzo de 2015.

Una historia que apenas empieza a ser contada.

Luis Restrepo Aristizábal luisrestrepoa@gmail.com

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El amor en los tiempos del cólera

Amanda

Flor

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BALCONES

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Salento, Quindío Nathalia Baena Giraldo Estudiante de Comunicación Social - Periodismo Universidad del Quindío

Esperanza

Lucía

Gabriel y Gabriela

Esmeralda

Cecilia