construcciones de recuerdos Por: Manuel Díaz | Manuel.diaz@tres-tercios.com
Desboronar tu cuerpo y construirlo suave. Sin esa agresividad natural que irradia en ti. Moldearlo como siempre he deseado verte. Difuminar tu mirada de hombre, besar tu boca sutil. Tus labios montañosos y fríos como la nieve. Saciar en mí esta fija y perenne excitación. Por la piel culpable, ladina, morena y perversa, que en la oscuridad deja morir el último orgasmo, y me lo hace saber sin siquiera darse cuenta. Así es el cuadro, seco, febril, así es como lo amo. Eres una obra contrastante, destructora del futuro. Que contemplo acobardado como contemplo la nada, que siento entre mis manos como siento el vacio. Que huelo asombrosamente como huelo el agua. Que observo sutilmente como ahora lo hago de nuevo.
ÁRIDO CANDOR
Pienso en eso y luego en cómo eres en la cotidianidad. Como has sido, como no dejaras de ser; un cuadro árido. De tacto rasposo, piel cubierta de cemento, mirada fría, cabellos espinosos, labios de arena, falso encanto. Indiferencia para el espectador que te ha contemplado. Tontamente espero verte derrumbado en mi cama. Tocar tus curvas con mi lengua rosarlas con mis labios. Oír el susurro que me llame para amarte con vastedad. Obedeciendo al llamado secreto de tu sexo erguido. Sin limitaciones, sin ese constante navajazo al placer. Pienso en la remota ocasión en que te tenga entero. Mi mente crea al cien por ciento la posibilidad. Quiero que esa sea y no la de asesinarte por completo. Me exijo el pintarte de otro modo para soportar. Para seguir contemplándote delirante y hermoso. Quiero concentrar mi pasividad y tu destrucción. Pintar un cuadro real, templado, húmedo y realizable. Enmarcar lo fantasioso y lo real, tenerte en mi completo. Sin inexactos amores, con mi burdo candor inaccesible. Sin todo lo tuyo y con todo lo que como hombre quiero:
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Saciar esta fija y perenne excitación; Desboronando tu cuerpo y construyéndolo suave. homos la vida por igual