Espíritu CUENTO

No es lo mismo contar una historia de fantasmas que una historia de espíritus. La palabra “fantasma” nos hace temblar siempre, pero “espíritu”, depende del contexto.

Hay un espíritu donde vivo. No estoy loco, lo aseguro. No lo siento solo yo, por eso puedo decirlo. Lo sienten todos los que pasan, los que vienen y se quedan, los que se van y también, siempre, algo dejan. Lo sienten los turistas y los vecinos. Hay un espíritu sin dudas. Basta con caminar sobre los adoquines, ver los frentes de los edificios, respirar la historia de sus calles y pasajes o escuchar las murgas recorrer calle Defensa los domingos.

Para participar en los cuentos colaborativos pueden hacerlo a través Instagram en: @gabrielgodano. En la página web (www.gabrielgodano.com) hay una sección de comentarios para interactuar y recibir mensajes en todo momento.

Edición especial “San Telmo”: Como ofrecimiento especial y en agradecimiento al periódico y a todos los vecinos que lean esta nota, los personajes de las primeras veinte personas que le escriban serán parte de los próximos cuentos colaborativos. Para sumarse tienen que hacer una story arrobando a Gabriel (@gabrielgodano) y al periódico (@ elsoldesantelmo), poniendo el nombre del personaje y sus rasgos distintivos, sobre todo de carácter.

Mi barrio tiene, mi barrio es un espíritu.

No importa cuánto levanten calles y las vuelvan a reconstruir, su espíritu se mantiene firme y desafiante.

El mercado lavó su alma, pero sigue ahí, siendo el mismo por el que antes, de muy chico, caminaba con mi abuelo de la mano, entre tantos negocios hoy perdidos. El mismo que él caminó, mucho antes, de la mano de su padre.

Mi barrio tiene el espíritu de cientos de almas y memorias. Es ruidoso de noche y de día, está vivo, late. Arte, tango y firuletes, vienen a morir a mi barrio si se han portado bien en vida.

No sé si mañana seguiré vivo, si mañana tendré que irme, pero pase lo que pase, el espíritu de mi barrio, de nuestro barrio, siempre vive conmigo.

Gabriel Godano