domingo 23 de octubre del 2011 → Nº N: 000 001
cartóNPiedra Un espacio suscitador para pensar en voz alta
Ecuador indaga el devenir de su cultura →Los
proyectos en ese ámbito se concretan en plazos cortos. Las industrias culturales entran a debate. Más de Carrera Andrade
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cartóNPiedra
Editorial
La cultura de hacer cultura in difusión y sin circulación, prácticamente no hay desarrollo cultural. Si no se exhibe, expone, publica o registra, no hay memoria. Y tradicionalmente los medios de comunicación se encargaron de registrar la llamada vida cultural, el desarrollo de las artes y de la gestión cultural en todas sus expresiones. De hecho, los medios dieron un sentido a la cultura cuando registraban, de un modo u otro, la memoria cultural. Ahora hay otros soportes y registros para grabar, archivar y hasta para poner en circulación la producción cultural. Sin embargo, los medios tienen un rol que cumplir. Lamentablemente, cada vez son más pequeños los espacios, los tiempos y la atención. Se confunde espectáculo y farándula con producción cultural. Tanto es así que las secciones de los diarios y medios audiovisuales separan cultura de espectáculo y en cualquiera de estas secciones cabe lo que sea. Por lo mismo, este diario, como un medio público, ha trabajado en el diseño conceptual y periodístico del primer suplemento cultural para crear un espacio para el debate, la reflexión y también el registro de la actividad cultural, cada día más compleja, extensa y diversa. Y al mismo tiempo, propone ser un canal para la difusión de lo más significativo, pero sin caer en el clientelismo, en el favoritismo y menos en el paternalismo editorial. Nos interesa la mayor difusión, pero con la mejor discusión. A este proyecto editorial quizá le falten muchos recursos y financiamiento, pero aspiramos a que se convierta en un medio para provocar el debate y la inclusión de muchos pensamientos generadores de nuevas propuestas, partiendo de un espíritu crítico y dejando atrás el criticismo. cartóNPiedra nace para crecer en aportes y expectativas. Será un proceso de construcción en la misma medida en que se alimente de los mejores aportes y sensibilidades. No será el depósito de todas las actividades ni será un instrumento para encandilar y encumbrar a nadie, sino un espacio suscitador para pensar en voz alta.
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Índice 8/9
TEMA PRINCIPAL Las industrias culturales como sector productivo se insertan en el debate sobre la gestión en ese ámbito en el Ecuador. ¿Cómo enfrentar el divorcio entre la actividad cultural y la economía?
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CREACIÓN El quiteño Jorge Carrera Andrade, considerado uno de los más importantes escritores del Ecuador, siempre merece ser releído. En su primer número, cartóNPiedra comparte dos de sus más representativos textos.
4/5 ENTREVISTA
La ministra de Cultura, Érika Sylva Charvet, habla acerca del trabajo de esta cartera de Estado en respaldo a la creatividad, las proyecciones de la institución y la oposición de ciertos sectores a la gestión emprendida. AGENDA ¿Qué hacer? ¿Qué ver? Las principales actividades culturales que se ofrecen en varias ciudades del país durante esta semana. Cine, fotografía documental, teatro, música, literatura...
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Para pensar: “La cultura es un saber del que no tiene uno que acordarse... fluye espontáneamente” Diógenes Laercio
Las costas ecuatorianas son un “mar” de encuentros con ciertas imágenes que el ojo humano no alcanza a descubrir en un primer vistazo. Alejandro Reinoso sobrevoló la provincia de Manabí, la más extensa de nuestro litoral, y observó las formas y los juegos cromáticos que las piscinas salineras de San Jacinto recrean en el paisaje. Esos “díálogos” entre el océano y la arena son captados en esta instantánea para que ustedes, amables lectores, también los puedan apreciar.
cartóNPiedra lo hacen: Editor: Orlando Pérez. Periodistas: Diego Cazar, Fabián Mosquera, Bernarda Cazón. Diseño: Telégrafo. Fotografía: Francisco Ipanaqué, Eduardo León, Alejandro Reinoso, Carlos Pozo. Arte: Carlos Proaño.
El suplemento cartóNPiedra es una producción editorial de El Telégrafo y cuenta con el apoyo y auspicio del Ministerio de Cultura del Ecuador.
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ENTREVISTA
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a gestión cultural entró a debate en el Ecuador en una dimensión poco conocida: cuál es el rol del Estado en ella y cómo lo asume como ente regulador y promotor de procesos culturales a partir de políticas públicas. Por ejemplo: en diciembre de 2009 se declaró en emergencia al patrimonio cultural, mediante decreto ejecutivo; y en 2008 la Asamblea Nacional Constituyente incluyó la creación del Sistema Nacional de Cultura en el articulado de la nueva Carta Magna y dispuso que su rectoría estuviera bajo el Ministerio de Cultura. Sin embargo, todo ese proceso no ha estado exento de críticas y consideraciones conceptuales, definiciones y acciones institucionales, sin descontar la aplicación de políticas y acciones. Mirar este período bajo la óptica de quienes están conduciendo el proceso es una oportunidad para enriquecer el debate. Luego de cuatro años de la creación del Ministerio de Cultura, ¿hay avances, cambios trascendentes o solo reformas? Existe todavía una dispersión y un caos en el campo cultural. Hemos identificado alrededor de 66 instituciones culturales que dependen del Estado central, aparte de las direcciones municipales de cultura y de todas las entidades privadas culturales. Más o menos implica un presupuesto de 66 millones de dólares anuales, cada cual trabajando por su cuenta. Y hemos identificado alrededor de 25 normas que legitiman el caos en este campo. Sin embargo, al ser trasladada exitosamente el área cultural del Banco Central a nuestras manos, ya hemos iniciado la organización del Sistema Nacional de Cultura. ¿Qué engloba el área cultural del Banco Central? Hablamos de 21 espacios entre museos, bibliotecas y archivos, que estaban bajo la competencia de una institución financiera. ¿Y pasan con recursos? Sí. Las competencias siempre pasan con recursos. ¿Qué va a pasar con esas 66 instituciones? Tienen que alinearse dentro del Sistema Nacional de Cultura. ¿La Casa de la Cultura Ecuatoriana también? También, es una entidad pública que tiene que alinearse. ¿Eso implica que compartirá responsabilidades o mantendrá las actuales?
“Ahora garantizamos el ejercicio de los derechos culturales y uno de ellos es la libre creatividad” →Érika
Sylva Charvet, ministra de Cultura del Ecuador, explica cómo se construye el Sistema Nacional de Cultura y cómo éste se expresa en las nuevas cinco subsecretarías
TEXTO: ORLANDO PÉREZ/DIEGO CAZAR FOTOS: CARLOS POZO
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ENTREVISTA Implica que se constituya en un espacio de ejecución de las políticas públicas culturales. ¿Cómo institucionalizar este caos cuando la cultura es diversidad, pluralidad, iniciativas individuales? La sociedad civil es el espacio de la dispersión, de la diversidad, del conflicto, de la lucha y también del consenso, y el Estado representa ese interés colectivo. Cuando se creó el Ministerio se estableció la posibilidad de que haya una política pública para todos los sectores culturales. Nosotros estamos haciendo una política para todos esos sectores. ¿Sean de izquierda o de derecha? ¡Pero claro! Nosotros no preguntamos cuál es la posición ideológica y política de los actores. Pero, obviamente, tenemos políticas de ruptura y en ese marco establecemos las líneas de acción de los proyectos. Yo jamás pregunto cómo alguien piensa para dar apoyo. ¡Jamás! Esa no es nuestra política. El Estado, de alguna forma, da coherencia a todo ese caos, pero orientado por políticas que no son tradicionales ni conservadoras. Son políticas de ruptura, bajo nuestros cuatro ejes que plantean la descolonización, los derechos culturales, las industrias culturales y la nueva identidad ecuatoriana contemporánea. Y tienen un fundamento en el pensamiento más contemporáneo y más crítico. Es decir, estamos recogiendo la voz crítica de la sociedad civil que ha reclamado por décadas un Ministerio de Cultura consistente. ¿Existe incomprensión por parte de la sociedad civil hacia el Ministerio? Hay una oposición clara de la derecha a la política de ruptura que este Ministerio está impulsando, que se evidencia en el silenciamiento de lo bueno y en desacreditar nuestra acción, tergiversarla o descontextualizarla, en el marco de la oposición a la política del Gobierno, que es también de ruptura. Un segundo campo de oposición puede provenir de sectores que no quieren que nada cambie. Algunos pueden identificarse con la cartera, pero no están informados sobre lo que estamos haciendo. Debo decir que el Ministerio ha tenido una enorme inestabilidad institucional a lo largo de estos cuatro años: ha tenido cuatro ministros, mientras que nosotros (la administración actual) hemos alcanzado niveles históricos de alto desempeño institucional, ahora tenemos un alto posicionamiento en el grupo de mi-
nisterios en cuanto a ejecución presupuestaria. ¿Por qué entonces bajaron el presupuesto de 2010? Porque el Gobierno establece sus prioridades. ¿No tiene que ver con la calidad de la gestión? Hubo problemas de gestión antes, pero en 2010 fue cuesta arriba el tema: logramos terminar con el 81% de ejecución (a diciembre) presupuestaria, pero hoy ya hemos alcanzado el 58% (a julio). Entonces me resulta complicado entender por qué cuestionan al Ministerio sin averiguar. Ahora, eso no quiere decir que estemos satisfechos, en absoluto. Nosotros somos supercríticos con nuestra labor y no somos nada autocomplacientes, creemos que hay mucho que mejorar, pero lo importante es que estamos trabajando en esa dirección y en el segundo semestre desarrollamos con bastante eficacia la implementación del nuevo modelo de gestión del Ministerio de Cultura. ¿Cuál es el sello de ese nuevo modelo? Es un sello inspirado en la nueva Constitución de 2008, que establece cuáles son los ámbitos de competencia del Ministerio cuando crea el Sistema Nacional de Cultura, establece los derechos culturales y sus principios, porque hay un concepto nuevo de cultura. Entonces, este nuevo modelo de gestión está basado en un Ministerio de Cultura fortalecido y que se constituye en el organismo rector del sistema nacional. ¿Fortalecido, en qué sentido? Que sus campos de competencia van a estar organizados de manera coherente y lógica para ejercer la rectoría sobre el Sistema Nacional de Cultura. Vamos a tener cinco subsecretarías: la de Artes y Creatividad, que tendrá unidades especializadas en Artes Musicales, Artes Plásticas, Artes Literarias, Artes Escénicas y Artes Gráficas. La segunda subsecretaría es la de Memoria Social, que va a tener unidades especializadas en los contenedores de memoria, que son archivos, museos y bibliotecas. Una tercera subsecretaría, la de Patrimonio Cultural, con unidades especializadas en los procesos de inventario, registro, investigación y control del patrimonio cultural tangible e intangible. La cuarta es la Subsecretaría de Emprendimientos Culturales, con unidades especializadas en el campo editorial, de la discografía y fonografía, en cine, audiovisuales y multimedia. Y la quinta, de Identidades Culturales Contemporá-
neas, que va a tener unidades especializadas en pueblos y nacionalidades, culturas urbanas y culturas en transición. Con estas subsecretarías estamos abarcando todo el complejo campo cultural. Nuestras políticas orientan eso y diseñamos políticas para cada una de estas unidades. Cada una tendrá un equipo de investigación que permita la retroalimentación de esas políticas y la acción del Ministerio. Vamos a desplegarlas en el territorio nacional, a través de un proceso desconcentrado que reproducirá estas unidades. ¿Pero no da la impresión de que todo viene desde arriba? ¿Y los actores culturales en qué momento entran? ¡No, no, no! Cuando se hizo el proyecto de Ley de Cultura que el Ejecutivo planteó, se hicieron los “100 Días por la Cultura”. Ahí los actores culturales hicieron seminarios, congresos y talleres, participaron centenares de artistas y gestores culturales que plantearon sus demandas y sus visiones sobre lo que se debía hacer. Es sobre esa base y en el espíritu de la Constitución que se desarrolla esto. ¿Cómo participan los actores culturales en el proceso de cambio en el campo de la cultura? En el diseño de las políticas sectoriales. Por ejemplo, ya hemos diseñado políticas de las músicas, de bibliotecas, de museos y de archivos, con participación de los actores, y estamos abocándonos a una política de artes escénicas a través de una consultoría en la que participarán también los actores, igualmente en el fondo editorial. ¿Cómo se asegura la sostenibilidad de los concursos para que quede en manos de los actores culturales el seguir gestionando cultura? Por ejemplo, los proyectos de festivales tienen que ser cofinanciados. Nosotros no financiamos el 100% de un festival. Este mecanismo de incentivos no puede ni debe generar dependencia del Ministerio de Cultura. ¿Existen los recursos necesarios para la gestión ministerial? Siempre los recursos van a ser escasos, nunca suficientes. No es el presupuesto que quisiéramos, pero es el que tenemos y debemos maximizar la acción. Estamos obligados a ser buenos ejecutores para poder demandar más recursos. ¿Cuál es la marca de la Revolución Ciudadana en el campo de la cultura? La Revolución Ciudadana no pasa solo por el Ministerio de Cultura.
Implica un cambio en los conceptos de cultura, nación e identidad, que emana de este Ministerio, pero también de los discursos del Presidente. Se evidencia un discurso desde el poder que nunca antes se ha dicho y eso es un cambio cultural importantísimo en la construcción de la identidad, de la autoestima y del empoderamiento cultural. ¿Es dejar de ser la nación pequeña de Benjamín Carrión? Significa que en la sociedad civil ha habido un proceso de resignificación de lo que somos, empezando por la nueva presencia política de indígenas, afrodescendientes, montubios y cholos que dicen: “¡Aquí estamos y estamos orgullosos!”. Ese orgullo está siendo recogido por el Estado y eso es histórico. Ahora estamos frente al desafío de construir un nuevo tipo de nación de la diversidad de pueblos, nacionalidades y culturas que nos componen. ¿La sociedad del buen vivir? La sociedad del buen vivir debe ser eso: una sociedad con la cual nos podamos identificar como un nosotros desde todos los componentes que nos conforman. La idea de la nación pequeña, de Benjamín Carrión, está siendo superada, porque nos estamos proyectando como una potencia megadiversa. ¿Cómo los artistas revitalizan, potencian y resignifican su creación en medio de este proceso? Bueno, eso es parte de la experiencia subjetiva con la que cada artista vive el proceso. Indudablemente, también el movimiento de los años veinte y treinta fue hijo de la Revolución Liberal y de esa sociedad que trataba de salir del clericalismo y de esa cultura tradicional… ¿Pero se busca potenciar una marca PAIS o una marca Ecuador? ¡No! Nosotros, como Estado, tenemos que garantizar la libertad de creación artística, no estamos para decir a nadie por dónde tiene que ir. Si los artistas de determinada tendencia política quieren manifestarse, son libres de hacerlo como parte de esa tendencia. ¿Aunque sean críticos del Gobierno? La libre creatividad es algo tan íntimo que cómo podríamos decirle a un artista que piense o que sienta de determinada manera. Al contrario, el Ministerio de Cultura tiene que garantizar el ejercicio de los derechos culturales, y uno de ellos es el derecho a la libre creatividad.
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ENSAYO
Prácticas musicales y dinámicas culturales:
La actual música popular urbana de Brasil CARLOS BONFIM Docente del Programa de Posgrado en Cultura y Sociedad, Universidade Federal da Bahia, Brasil E-mail: latitudea@gmail.com
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eunidas en uno de los más importantes festivales de rock del país están algunas de las bandas que se destacan en la escena musical contemporánea. Empieza el concierto, la primera banda se sube al escenario y descarga su potente repertorio que mezcla instrumentos y ritmos de las más diversas procedencias. Los primeros compases, ejecutados al unísono por guitarra, bajo y batería, sugieren que lo que vamos a escuchar es un rock’n’roll. Segundos más tarde, se escuchan sucesivamente en el mismo tema compases que evocan un frevo ejecutado con una guitarra baiana y una polka, que luego cede paso al ritmo del ska. En el siguiente tema lo que se escucha en la introducción es una melodía oriental, a la que se suma, segundos después, una sesión de vientos e instrumentos de percusión que ejecutan ritmos de la tradición musical balcánica mientras una voz femenina recita una letra que hace referencia al panteón sagrado del candomblé. Y en los dos casos, como en muchos otros temas de esta banda, se escuchan también samples diversos que incluyen toda suerte de informaciones sonoras. ¿De qué bandas, de qué festival, de qué país estamos hablando? Lo que se describe aquí es -o podría ser- el concierto de una de las bandas que integran la escena musical contemporánea de Brasil. Pero, por supuesto, podría referirse también al trabajo de bandas situadas en las más diversas latitudes del planeta. Estamos ante canciones que se caracterizan por la pluralidad de referencias, por las ambivalencias y
por el espíritu lúdico. En otros términos, estamos ante prácticas musicales en las que son recurrentes los tránsitos entre géneros, ritmos y estilos musicales, idiomas y culturas. Si por un lado se podría recordar que no se trata de prácticas musicales novedosas -e indagar por lo “novedoso” no está entre los propósitos de este trabajo-, por otro cabría señalar que se trata de procedimientos que coinciden con la intensificación de las interacciones transnacionales que se ha observado en las últimas décadas. Se sabe que todo hecho de cultura es resultado de una serie de préstamos, rearreglos y adaptaciones, y la música integra y refleja de modo ejemplar tales dinámicas. Interesa, sin embargo, indagar sobre el sentido que tiene esta producción musical en un espacio geográfico-cultural que cuenta con más de un siglo de intensas indagaciones sobre la diferencia cultural, sobre los modos como se maneja la multiplicidad de saberes que lo constituyen. El movimiento de globalización de lo local y de localización de lo global, en los términos propuestos por Boaventura de Souza Santos, se describe en el ámbito del arte -de la música en particular- a partir de lo que algunos llaman hibridismo o antropofagia cultural y un sinfín de metáforas que subrayan los préstamos, las apropiaciones, la mezcla de elementos heteróclitos, la ductibilidad, el tránsito. No es casual que bootleg, glitch, sampling, mash up, entre otros, figuren entre los términos frecuentemente empleados en estos últimos años para referirse a la música popular contemporánea. Se trata de un pro-
cedimiento que, por decirlo con Quintero Rivera (1998), se identifica más con unas prácticas (maneras de hacer música) que con unas formas establecidas dadas (géneros). Pero dichas prácticas no interesan tan solo por lo que nos plantean en cuanto a los procedimientos composicionales o estrictamente musicales. Si bien es cierto que uno de los aportes relevantes de ese repertorio reside en el modo como pone en jaque las clasificaciones estrictas de género musical, (1) interesa aquí indagar sobre los posibles sentidos de estas prácticas
MPB puede contemplar hoy géneros y estilos tan diversos como el pop, el funk, el rock, la samba, el reggae, la bossa nova, el forró y un largo etcétera musicales en un contexto como el latinoamericano y en particular el brasileño. De este modo, las composiciones que se describen a manera de ejemplo al inicio de este texto, a la vez que nos plantean fecundas interrogantes relacionadas a lo estético -lo que incluye las definiciones acabadas de género musical, la noción de autoría, etc.- plantean también cuestiones relacionadas a los contextos socioculturales en los que se inscriben. Es decir, pese al hecho de
que comparten características similares con trabajos elaborados en otras latitudes, estas composiciones requieren un acercamiento que las considere también -tal vez sobre todo- a partir de su contexto inmediato. Se trata, por obvio, de un necesario recorte dentro de un universo musical que se caracteriza por su diversidad. La música popular que se produce y se consume en Brasil en estos años recientes se destaca, sobre todo, por la acentuada debilitación que promueve de las tradicionales separaciones entre géneros, estilos, públicos, territorios, etc. De las fiestas locales en los barrios periféricos de las ciudades, movimientos como el hip hop, el funk carioca, o el tecnobrega, por ejemplo, rápidamente trascendieron los límites estrictos de una región, se consolidaron como una compleja trama cultural y cobraron un más que merecido protagonismo al poner en jaque no solo las percepciones estigmatizadoras sobre dicha producción musical, sino la comprensión misma que se tiene sobre las culturas y las sociedades contemporáneas. (2) Sin embargo, hablar de la escena musical contemporánea en Brasil supondría un ambicioso ejercicio abarcador que correría fácilmente el riesgo de resultar excesivamente panorámico, con un catálogo de nombres y de estilos musicales que poco espacio dejarían a la reflexión que se pretende esbozar aquí. De esta manera, no se desconoce la relevancia que tienen hoy las diferentes vertientes de lo que se produce actualmente en Brasil. Pero las limitaciones de espacio requieren un necesario y, lo sabemos, arbitrario recorte. Recorte que a su vez opta por destacar un segmento de la producción musical que estaría asociado al universo de rock y del pop, pese a -como dicho anteriormentelo resbaloso de dichas clasificaciones. Tal como procuraré evidenciar a continuación, la opción por dicho recorte se da por una estrecha relación que vislumbro entre el trabajo de los artistas abordados aquí y una tradición artística y crítica que hace ya algunas décadas busca pensar, desde la producción simbólica, las dinámicas culturales, políticas y sociales del país. En este sentido, dentro del recorte que propongo, tomaré como referencia un conjunto de trabajos lanzados a lo largo de las dos últimas décadas. Parto de los 90 porque se trata de una década que permite reconocer en la producción musical/artística los resultados de la aceleración de contactos, de la facilidad de acceso a los medios tecnológicos, del flujo de informaciones que han caracterizado esos años. Y también porque, consideradas en conjunto, permiten advertir los modos como
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ENSAYO se han ido reconfigurando las dinámicas anteriormente aludidas. De esta forma, ¿desde qué perspectiva nos acercamos al trabajo de bandas y de artistas como Lenine, Chico Science & Nação Zumbi, Chico César, Zeca Baleiro, Móveis Coloniais de Acaju, Cidadão Instigado, Macaco Bong, Mombojó, Retrofoguetes, entre otros, que se destacan en la actual escena musical pop/rockera, brasileña? ¿Qué aspectos habría que tener en cuenta al momento de hacer consideraciones sobre su trabajo y su relación con el contexto histórico, social, político, cultural de Brasil? En primer lugar, considero oportuno situar el trabajo de estos artistas dentro de un contexto sociocultural específico -el brasileñoy, de este modo, dentro de la historia de la música popular brasileña. Como afirmé hace un momento, si bien es cierto que las prácticas musicales en foco aquí no constituyen una particularidad exclusiva de estos artistas, interesa indagar al respecto de la estrecha relación que guardan con su entorno inmediato. Y esto nos exige pensarlas en el marco amplio de la llamada MPB. Forjada en los años 60 a partir de una inquietud a la vez estética y política, la categoría MPB (Música Popular Brasileña) ha estado a lo largo de las décadas sucesivas en el centro de un debate que pone en jaque cada uno de los elementos del sintagma. Pero sobre todo el que se refiere a lo “popular”. Pensada inicialmente por contraste con lo que se definía como música “erudita”, (3) la música popular a la que se refiere la sigla ha institucionalizado una suerte de canon bajo el cual se agruparon sucesivamente muy diversas tendencias y estéticas musicales. De este modo, la MPB puede contemplar hoy géneros y estilos tan diversos como el pop, el funk, el rock, la samba, el reggae, la bossa nova, el forró y un largo etcétera. Históricamente, sin embargo, están fundamentalmente asociados a la llamada MPB artistas como Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Maria Bethania, Gal Costa, Milton Nascimento, Elis Regina, Djavan, además de una serie de otros nombres surgidos en los últimos años y que constituirían una suerte de “nueva generación” de la MPB. Y aquí estarían, por ejemplo, artistas como Vanessa da Mata, Maria Gadu, Céu, Marcelo Camelo, Paulinho Moska, Chico César, Zeca Baleiro, (4) etc. De este modo, al decir MPB estaríamos haciendo referencia a una producción que, pese a su alcance de público -es decir, pese a su popularidad- no se compara al alcance que experimentan fenómenos masivos como las bandas Calypso, Chiclete com Banana y Zezé di Camargo & Luciano, por poner unos pocos ejemplos.
NOTA AL PIE 1 Tal como he discutido en otro momento (Bonfim, 2009), pese al acentuado debilitamiento de la noción de género que se evidencia en estos trabajos, el género sigue funcionando todavía como un elemento convencionalizado de organización para el público y para las diversas esferas de la producción musical.
2 Temas como empoderamiento, economía creativa, derechos de autor, open business, formas innovadoras de producción y difusión de su trabajo, políticas públicas, entre tantos otros, pasaron a integrar de manera más explícita la compleja trama a que me refiero aquí.
3 Pero también dentro del marco de los debates sobre lo nacional-popular en la cultura, y sobre las complejas relaciones con la cultura del consumo. Para más detalles sobre estos temas, véase Ulloa (2002), Napolitano (2001) y Wisnik (2001).
4 Cabe destacar, sin embargo, que dichas afiliaciones son muchas veces rechazadas por varios de estos artistas. Son, pese a ello, considerados integrantes de la MPB por los medios de comunicación y, en consecuencia, por el público.
5 Estéril, porque los argumentos no se sostienen y porque no aporta a una efectiva comprensión de estas producciones, aunque refleja disputas simbólicas que, a su vez, evidencian juegos de poder.
6 Aunque se trata de un capítulo ampliamente conocido, vale la pena recordar que integraron lo que luego se llamó “movimiento” tropicalista, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Tom Zé, Os Mutantes, Rogerio Duprat y los poetas concretistas Haroldo y Augusto de Campos.
7 Un proceso que, si bien ha operado como un fecundo instrumento heurístico, también ha dado lugar a apresurados y acríticos procedimientos: parte de la crítica cultural -pero también de investigadores- parece satisfacerse con pegar el rótulo de antropofagia a cualquier trabajo que explore en su elaboración las apropiaciones, los préstamos, las mixturas. Destino similar han experimentado nociones como hibridación cultural, canibalismo, etc.
Sin embargo, la siempre aludida sofisticación formal de letras y arreglos de parte del repertorio de los artistas de la llamada MPB difícilmente podría entenderse por oposición a lo “erudito”. Por otra parte, y sintomáticamente, la sigla deja afuera a artistas cuyo repertorio -tildado de “puramente comercial”, de “éxitos de verano”- se prestaría tan solo al consumo inmediato, a la fruición descomprometida. De esta forma, aunque parte considerable del repertorio que integra la llamada MPB se sitúe igualmente en la esfera del entretenimiento, se considera que la MPB contempla un universo algo más sofisticado, un universo en el que las letras de las canciones dejan entrever un depurado trabajo poético y complejos juegos armónicos. Estamos, como se podrá advertir, ante una polémica que es, además de trasnochada, estéril. (5) Una polémica que -impulsada sobre todo por periodistas, críticos y productores- no cuenta, como se sabe, con la plena adhesión de los artistas ni de su público. No por casualidad, bandas que protagonizaron la emergencia de la escena pop rock brasileña de los 80 llegaron a los años 2000 participando de encuentros improbables, si pensados desde la perspectiva de las oposiciones aludidas anteriormente. Paradigmáticas en este sentido son las sesiones conjuntas que realizaron hace un par de años Los Paralamas con Calypso y las grabaciones que hicieron los Titãs de canciones de artistas como Odair José y Roberto Carlos, por ejemplo. Estas rupturas de tabiques entre géneros y estilos musicales, entre universos simbólicos, entre públicos y sectores sociales, las sucesivas apropiaciones, la problematización de las jerarquizaciones entre lo que se consideraría “buena” o “mala” música cuenta ya con una larga tradición en Brasil. En el ámbito específico del arte -y de la música en particular- se suele destacar casi que de un modo “default” tanto los aportes de los artistas que integraron en los 60 la Tropicalia, como los que integraron las vanguardias artísticas de principios del siglo XX. Momento clave para entender parte significativa de lo que se ha producido en el ámbito musical y artístico brasileño de las últimas décadas, la Tropicalia constituyó de hecho un aporte crucial para la reciente historia de la cultura y para el proceso de revisión de lo que se llamaba en ese entonces de “línea evolutiva” de la música popular brasileña. Pero sus aportes no pueden desvincularse de lo que se ha gestado en las décadas anteriores, en particular las primeras décadas del siglo XX. Al acelerado proceso de modernización que se experimentaba en
algunas regiones del país en ese entonces, se sumaron iniciativas artísticas diversas que ambicionaban constituirse en el mito fundador de la cultura nacional. Es en este contexto que entra en escena una metáfora que terminaría por convertirse en una recurrente referencia al momento de discutir las dinámicas culturales en el país: la antropofagia. Presentada por primera vez en el Manifiesto Antropófago, publicado en 1928 por Oswald de Andrade, la antropofagia allí preconizada proponía radicalizar lo que había de preocupación estética en el Manifiesto de la Poesía Pau Brasil, publicado cuatro años antes. Oswald “transforma al buen salvaje rousseauniano en un mal salvaje, devorador del europeo, capaz de asimilar al otro para invertir la tradicional relación colonizador / colonizado” (Schwartz, 1995:140). La propuesta básica de la antropofagia residía, tal como se lee en el Manifiesto Antropófago, en una radical revisión de la historia de Brasil. Articulando autores como Marx, Breton, Freud, Montaigne y Rousseau, además de parodiar a los cronistas europeos, Oswald enfatizaba un embate geopolítico, estético y cultural. Operando a partir de aforismos y de un procedimiento lúdico que se establecería como un precedente axial en nuestra historia cultural, Oswald esboza una suerte de programa, de actitud estética que marcaría diversas generaciones artísticas en el país. Ante los embates sobre cultura e identidad que marcaron las primeras décadas del siglo XX en Brasil, Oswald concibe la antropofagia como un procedimiento de “devoración cultural” que consistía fundamentalmente en la apropiación crítica de todas las referencias adventicias que eran asimiladas a las referencias locales. Tributarios de estos procedimientos de “devoración cultural”, los tropicalistas actualizarían la cuestión con las canciones que compusieron en la segunda mitad de los años 1960 en Brasil. (6) Citando literalmente pasajes del Manifiesto Antropófago en algunas de sus emblemáticas canciones-manifiesto, los tropicalistas buscaban recolocar los términos de las discusiones sobre los diversos embates culturales, incluidas allí las polémicas sobre la relación de estos trabajos con el mercado. La metáfora de la antropofagia -en los moldes formulados por Oswald de Andrade- ha asumido de esta forma el estatus de categoría desde la cual se piensa y se crea, sea en el ámbito musical, sea en la literatura, en las artes visuales, etc. (El ensayo completo consta en el portal de diario El Telégrafo: www.telegrafo.com.ec)
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TEMA CENTRAL
¿Industrias culturales o industrias creativas? →El
nexo entre economía y cultura adquiere otra significación a la hora de evaluar las políticas públicas
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urante décadas, el modelo económico y de mercado condicionó las interrelaciones como sujetos sociales a través de los productos culturales. Muchos de ellos provienen de las llamadas industrias culturales. Sin embargo, el debate alrededor del cual es posible configurar políticas públicas y orientarlas hacia la comprensión, al manejo de esas industrias culturales y a su socialización en beneficio del gran colectivo de gestores culturales y de nuestras sociedades, es relativamente reciente. Según la socióloga y catedrática argentina Stella Puente, una de las pioneras en el diseño y la ejecución de políticas públicas sistematizadas hacia las industrias culturales en Argentina, comprender a las industrias culturales y a la cultura misma como sector productivo es una visión que en Latinoamérica está muy poco desarrollada, salvo en Argentina, México, Brasil o Colombia, justamente debido al volumen de mercado que registran estos países en relación con sus vecinos. Puente, quien entre 2003 y 2007 fue Subsecretaria de Indus-
trias Culturales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde diseñó y ejecutó programas específicos para cada una de las industrias culturales de la ciudad, cree que “instalar el tema de industrias culturales en la cultura, (entendiéndolas) como sector productivo no es fácil y cuesta mucho tener interlocutores que entiendan el concepto, pues prevalece la lógica del concepto de bellas artes y del evento”. De ahí que estos sectores se hayan visto involucrados en procesos de transnacionalización y concentración, y “empiecen a perder presencia en el comercio mundial de los bienes culturales, lo cual tiene que ver con un sistema de distribución y circulación”. Hablar de industrias culturales es hablar de economía y de cultura, “dos campos que históricamente se miraron con mucha desconfianza”, aclara Puente, y por eso plantea que la interrogante que surge es si en verdad el enfrentamiento entre la economía y la cultura ha sido superado. ¿Las nuevas tecnologías están arrasando con las industrias culturales? ¿Qué son las llamadas industrias creativas? “Veo mucho entusiasmo en Ecuador, pero un
Estamos en un momento de mucha inflexión, en un cambio de paradigmas... Ministerio nuevo, con cuatro ministros, no hace bien, porque la continuidad es fundamental”, sentencia la argentina. Según Gabriela Montalvo, directora de Fomento a la Economía de la Cultura, del Ministerio de Cultura del Ecuador, esta entidad incluye entre sus ejes de acción el de Industrias y Emprendimientos Culturales para promover “la generación, sistematización y publicación de información oficial que visibilice los intercambios y las relaciones económicas que implican las actividades culturales”. Este Ministerio ha previsto la creación de la Subsecretaría de Industrias Culturales, desde la cual “se atenderán las necesidades de las diferentes áreas de la cultura en su dimensión económica, con la finalidad de diseñar políticas pú-
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TEMA CENTRAL
Los medios son parte de la industria y de los conglomerados, y ahí hay una pelea blicas tendientes a la generación y al fomento de industrias correspondientes a cada una de dichas áreas”, dice Montalvo. La realidad que nos enrostra la cotidianidad nos dice que los gestores que promueven emprendimientos culturales locales, las pequeñas y medianas empresas que generan cultura desde sus muy particulares perspectivas, es decir, los gestores culturales en su conjunto, están innegablemente ligados a la lógica del mercado, lo cual contradice la visión tradicional del concepto de cultura, que lo vincula con las ideas de ‘bellas artes’, ‘patrimonio’, ‘eventismo’ y un no poco frecuente apego a la espectacularización de las expresiones humanas. “Pensar en términos productivos es un proceso revolucionario en la concepción histórica que se tiene de la cultura -destaca Puente-, y cuando digo revolucionario quiero decir que revoluciona un sistema de pensamiento que tiene efectos en lo académico, en lo productivo y en la gestión del Estado”. Por eso, con la intención de inaugurar por fin los tan necesarios espacios que nos permitan construir políticas públicas en base a un proyecto participativo, incluyente e intercultural, surgen nuevas interrogantes: ¿Cuáles son los nuevos sectores y los nuevos actores culturales, en un contexto atravesado por la irrupción de nuevas tecnologías? ¿Cómo se debe o se puede propiciar la atención a un sector aún no consolidado y que constantemente se amplía y se transforma? “Creo que estamos en un momento complicado, de mucha inflexión, en un cambio de paradigmas a nivel mundial”, sentencia Puente, y va más allá, cuando incluye entre los actores involucrados a los medios de comunicación. “Son parte de la industria, de los conglomerados y de las concentraciones -afirma- y hay también ahí una pelea y un mercado concentrado, pues son parte del sistema”. Así y todo, las industrias culturales como parte de las políticas de gestión pública en la región son, de todas maneras, una novedad (con las citadas excepciones), pues hablamos de grupos no consolidados y de una casi absoluta carencia de políticas de acciones desde los diferentes esta-
dos, en años anteriores. Hace muy poco se acepta (o se discute) que deban ser tratadas desde dos perspectivas paralelas: la del campo económico y la del campo cultural, y que sean fenómenos productivos de su competencia. El concepto de industrias culturales está ya posicionado en la opinión pública; sin embargo, en materia de políticas públicas surgen conflictos nuevos, pues, como dice Puente, el tema ha generado mucha confusión y ha ampliado un espectro que no estaba consolidado y que enfrenta muchas re-
sistencias. “A esto se añaden (la irrupción de) las nuevas tecnologías (…) porque han modificado el modelo de negocios, pues lo que funcionó hasta ahora y que estaba basado en el derecho de autor, está en crisis”, dice, haciendo referencia a nuevos mecanismos de registro de autoría que surgen como producto de la entrada aplastante de la tecnología digital. “Lo digital permite producir más fácilmente y surge la necesidad de flexibilizar el copyright a través de modelos nuevos como Creativecommons y Copyleft”, cuya mayor
permisividad lleva a la flexibilización legal, la liberación de derechos y el masivo acceso a la producción cultural. El Ministerio de Cultura trabaja en la construcción del Sistema de Información Cultural, que se integrará al Sistema Nacional de Información e incluirá datos sobre infraestructura y actores culturales para el levantamiento de las primeras encuestas sobre consumo, participación y producción cultural, con el fin de caracterizar la demanda y la oferta de bienes y servicios culturales en el país y la
construcción de la Cuenta Satélite de Cultura, herramienta que permitiría determinar el aporte de este sector a la economía nacional. “Las actividades culturales generan una aportación mayor al PIB colombiano que las exportaciones de café”, destaca Montalvo, como ejemplo. En el caso ecuatoriano, dice que “se ha establecido un trabajo conjunto con el SRI, el Ministerio Coordinador de la Producción, el Ministerio de Industrias, el IEPI y el Comex, entre otras instituciones, a través del Ministerio Coordinador de Patrimonio, y se ha conformado una comisión interinstitucional que trabajará en el fomento a las industrias culturales”. Un tema prioritario de discusión es, justamente, el de propiedad intelectual y derecho de autor. La finalidad es lograr, a partir del 2012, una reducción importante en la comercialización de CD y DVD piratas en el país e incrementar la circulación de productos originales y de bajo costo”. Otros frentes de acción serán: la transferencia de tecnología, la revisión de los aranceles para la importación de bienes de capital y materias primas, la revisión de la Ley de Propiedad Intelectual vigente, etcétera. En este sentido, existe una propuesta de Convenio de Cooperación Internacional en temas Culturales y Patrimoniales con Argentina, para recibir apoyo en la elaboración del Plan de Fomento a las Industrias Culturales Nacionales. El Ecuador recogerá parte de la experiencia argentina en los campos editorial, fonográfico, audiovisual, artes escénicas, diseño y organización de mercados de industrias culturales. Por otro lado, la CAN ha diseñado el Plan Andino de Industrias Culturales, en el que se mencionan aspectos de cooperación e intercambio en temas como el campo audiovisual, las artesanías y los sistemas de información. El Ministerio de Cultura del Ecuador es también parte del Sicsur (Sistema de Información Cultural del Mercosur), que genera información cultural en diversos campos; y esta cooperación internacional también se evidencia en la construcción de la Cuenta Satélite de Cultura, que se está desarrollando con el apoyo de expertos colombianos que fueron parte de un proceso similar en el Ministerio de Cultura y en el DANE (equivalente al INEC) de Colombia, entre 2000 y 2010. Este proceso es considerado pionero en la región y uno de los primeros del mundo. En América del Sur, Argentina y Chile también trabajan en la construcción de esta herramienta.
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VENTANA
LA POSIBILIDAD DE OTRA APUESTA POR LA VIDA La última novela de Michel Houellebecq genera diversos debates ara muchos, Michel Houellebecq sigue siendo ese escritor contestario, irreverente y hasta impetuoso. Y si ellos leen “El mapa y el territorio” descubrirán que el propio autor entierra esos adjetivos, coloca nuevas etiquetas a su propia mirada y escritura, sin quererlo, quizá, para situarse como un observador incisivo de esta contemporaneidad. Esta nueva novela, mucho más “narrada”, sin dejar de ser profundamente reflexiva y hasta ensayística, también pone en cuestión el abordaje individual sobre el arte, las relaciones personales enajenadas por, aparentemente, los conflictos de siempre; ironiza sobre la soledad más allá de las características individuales y Portada de “El mapa y el hasta patológicas que puedan describirla; y, con mucho oficio territorio”. y estricto sentido de la escritura, traza los límites en eso que para muchos es una di- samiento y sus “arrebatos” en ferencia enorme y para pocos público quizá entrañan un meun atisbo de poder: “el mapa es jor acercamiento a esas ideas más interesante que el terri- que navegan desde sus primeras torio”. novelas. Por eso también tienen Por supuesto: Houellebecq un sentido filosófico las caraces un seductor desde el pen- terizaciones de sus personajes.
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Ahora con Jed Martin (un fotógrafo que se hace famoso y hasta rico fotografiando los mapas de la Guía Michelin) hace esa indagación íntima. Pasar de la fotografía a la pintura al óleo, retratando a personas de oficios que van a desaparecer, revela una transformación interna que acompaña también esa otra que está ocurriendo en el mundo, pero al revés: del vértigo de la cotidianidad de este siglo a la serenidad y contemplación del mismo paisaje, pero con otras temporalidades y miradas. Y la apuesta, quizá política, que denota la novela es si efectivamente podemos habitar este siglo y estos territorios sin someternos a la invasión y posiblemente al rechazo del “acuerdo social” impuesto desde el mercado. ¿Un pintor, ex fotógrafo, parecería preguntarse el autor, puede serlo sin depender del comercio y toda su maquinaria perversa? Y con ello también deja sentada la inquietud: ¿Puede la humanidad vivir otras formas de realización individual sin comprometer sus convicciones más íntimas? (OP)
RECOMENDADOS
EN DEFENSA DE LAS CAUSAS PERDIDAS De Slavoj Zizek no solo se esperan sorpresas, también “arrebatos”. Su obra, ya prolífica y profunda, ahora se intensifica cuando aborda si efectivamente los humanos hemos abandonado esas luchas, aparentemente innecesarias, porque el mundo está en otro momento. Quizá sea la ocasión propicia para recuperar el valor de las palabras revolución y cambio.
MANUELA SÁENZ De la mujer más destacada de la historia ecuatoriana parecería que se ha dicho de todo y al mismo tiempo poco. Hernán Rodríguez Castelo hace un acto de reivindicación sabia al devolvernos y hasta revelarnos la intensidad de su vida, por encima de los afectos y amores con Simón Bolívar. Un libro para trasladarnos más allá de lo que parecía una “cuestión de faldas”.
VAMOS A PORTARNOS MAL ¿La protesta social en América ya no es lo que era? La diferencia la hacen los contenidos y también con mucho énfasis las formas. Por eso este libro, una serie de crónicas de prensa, coordinado por Omar Rincón, exhibe una realidad y una complejidad: el movimiento social del continente está en crisis y las respuestas todavía navegan entre tomarse el poder y ejercer oposiciones permanentes.
LO ÚLTIMO DE DURGA VASSAGO APUNTA AL EXPERIMENTO Y HABLA DE UNA NUEVA ÉPOCA EN NUESTRA MÚSICA POPULAR CONTEMPORÁNEA HERNÁN GUERRERO INVESTIGADOR MUSICAL
as nuevas propuestas musicales en Ecuador se han venido cocinando arrolladoramente desde la década del noventa. El abanico musical que se oferta es muy extenso y colorido, la variedad de estilos, las fusiones de géneros hacen que en el país sean visibles muchos nuevos rostros. El cambio generacional en la música es evidente, una riquísima producción musical independiente que hasta hoy en día se ha mantenido al margen de la industria discográfica internacional. De esta extensa producción encontramos los más diversos géneros y estilos de música. Una propuesta reciente es la de Durga Vassago, cuyo sonido resulta muy difícil de clasificar y compararlo con los sonidos ya existentes es un reto mayor. Se trata de sonidos experimentales que se funden con instrumentos tradicionales y voces creadas a partir de la búsqueda personal de sus integrantes. Llama la atención también la puesta en escena que presentan los músicos y el discurso político-social de esta art-band, que además ha puesto su rúbrica para la creación de este, su primer compacto titulado “Diente de muerto”. Los integrantes de Durga Vassago son Pablo Yépez, en la voz; Efraín Granizo, en la guitarra, el sintetizador, los ruidos y los samplers; Juan José Sáenz, en el bajo; Andrés Nájera, en la batería, y Milton Galarza, en sintetizador y en las voces.
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VENTANA
CON MI CORAZÓN EN YAMBO El documental de María Fernanda Restrepo se proyecta en las salas de cine de Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato sus 10 años, María Fernanda Restrepo, hija de padres colombianos decididos a instalarse en una ‘isla de paz’, correteaba por los patios de su escuela, en Quito. Pero el 8 de enero de 1988 la vida de su familia dio un vuelco que alteró la supuesta tranquilidad de todo un país. Los hermanos Pedro Andrés y Carlos Santiago Restrepo Arismendi, de 14 y 17 años, que días antes pateaban un balón de fútbol en esos mismos patios de escuela, desaparecieron en manos de miembros de la Policía Nacional del Ecuador, bajo el gobierno de León Febres Cordero. Tras un año de lucha por reclamar información sobre su paradero, las esperanzas de hallarlos vivos se esfumaron, pero la lucha de una sola familia recibió adhesiones de todo el pueblo ecuatoriano. “Con mi corazón en Yambo” es el testimonio de una niña que creció deprisa entre el mayor ejemplo de entrega y amor que pudo recibir, el de sus padres, Luz Elena Arismendi y Pedro Restrepo; y la más ne-
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Efraín Granizo, guitarrista.
RECOMENDADOS DE LA MISMA SANGRE Los músicos afro Guillermo Ayoví (Papá Roncón), de Ecuador, y Susana Baca, de Perú, flamante ministra de Cultura de su país, unen sus voces con las de decenas de músicos, en esta producción binacional que recupera las tradiciones de nuestros pueblos afrodescendientes.
NOCTURNAL Pasillos, albazos, andareles y yaravíes suenan en la voz de María José Tejada en este CD que incorpora en nuestros ritmos elementos del blues y del jazz, del fado portugués y del flamenco. El resultado es un conjunto musical de alta calidad instrumental y vocal.
YANGANA El pianista y compositor Daniel Mancero, acompañado de Rodrigo Becerra y Sergio Reggiani, luego de investigar los ritmos tradicionales del Ecuador ofrece este trabajo al que ha bautizado con el título de ‘música postcolonial’ para piano, contrabajo y batería, con obras para cuartetos y dúos.
La directora María Fernanda Restrepo y su padre, Pedro, en su casa.
fasta muestra de terror que puede infligir un Estado represor y violento a su pueblo. León Febres Cordero, el ministro Luis Robles Plaza, los agentes de Policía Doris Morán, Guillermo Llerena, Hugo España, Guillermo Badillo, el ex presidente Sixto Durán Ballén y otros, son nombres que reaparecen en este filme, 23 años después, enfrentados por la mirada inteligente de esa
RECOMENDADA
POR ESTRENAR
EN EL NOMBRE DE LA HIJA, de Tania Hermida Manuela es hija de padre socialista y ateo y su abuela insiste en llamarla Dolores. La historia transcurre en una casa conventual, donde comparte las vacaciones con sus primos. El encuentro inesperado con un tío loco la obliga a enfrentarse a sí misma, a cambiar su relación con el lenguaje y con los nombres, incluido el de ella.
PESCADOR, de Sebastián Cordero Blanquito, de treinta años, vive con su madre en el Matal, un pequeño pueblo pesquero; pero él de pesca no sabe ni quiere aprender, cree que su destino es otro. Una mañana, en la orilla aparecen paquetes de cocaína que los pobladores deciden vender a los narcos. Ellos nunca habían visto tanto dinero junto. La película se estrena en diciembre.
niña adulta que decidió contar su propia historia para mantener vivo el recuerdo de la lucha más emblemática por los Derechos Humanos que se ha gestado en el Ecuador. “Con mi corazón en Yambo” compite en el festival IDFA, International Documentary Film Festival Amsterdam, por el premio First Appereance (ópera prima) y por el Premio del Público. (DCB)
EL FACILITADOR, de Víctor Arregui Aborda la historia de un grupo de empresarios que quieren construir en las montañas ecuatorianas, a la altura de Quito, una central hidroeléctrica. El hecho genera la oposición de los lugareños. El filme, una coproducción de Ecuador y Chile, ha recibido el apoyo económico del Consejo Nacional de Cinematografía, del Ministerio de Educación y del Programa Ibermedia. Su estreno será en 2012.
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CREACIÓN
JORGE CARRERA ANDRADE Es el hombre que pasó de ser el canal a través del cual se expresaba su individualidad, durante su primera etapa creativa, a ser el portavoz de una entidad planetaria. Es también el vocero de su centro natal, ese rincón andino y americano que lo ubica entre los grandes nombres que sacrificaron el modernismo tardío ecuatoriano para inscribirse en la legión vanguardista con Alfredo Gangotena, Hugo
Biografía para uso de los pájaros
Mayo, César Dávila Andrade o Gonzalo Escudero. El despunte se llamó “Estanque inefable”, su primera publicación, en 1922, el mismo año en que vio la luz “Trilce”, del vanguardista peruano César Vallejo. Carrera Andrade cumplía los 20. “Biografía para uso de los pájaros” (1937), publicado en París, es el relato de su nacimiento y de su reconocimiento del drama del hombre en el
Nací en el siglo de la defunción de la rosa cuando el motor ya había ahuyentado a los ángeles. Quito veía andar la última diligencia y a su paso corrían en buen orden los árboles, las cercas y las casas de las nuevas parroquias en el umbral del campo donde las lentas vacas rumiaban el silencio y el viento espoleaba sus ligeros caballos. Mi madre revestida de poniente guardó su juventud en una honda guitarra y solo algunas tardes la mostraba a sus hijos envuelta entre la música, la luz y las palabras. Yo amaba la hidrografía de la lluvia, las amarillas pulgas del manzano y los sapos que hacían sonar dos o tres veces su gordo cascabel de palo. Sin cesar maniobraba la gran vela del aire. Era la cordillera un litoral del cielo. La tempestad venía, y al batir del tambor cargaban sus mojados regimientos; mas luego el sol con sus patrullas de oro restauraba la paz agraria y transparente. Yo veía a los hombres abrazar la cebada, sumergirse en el cielo unos jinetes y bajar a la costa olorosa de mangos los vagones cargados de mugidores bueyes. El valle estaba allá con sus haciendas donde prendía el alba su reguero de gallos y al oeste la tierra donde ondeaba la caña de azúcar su pacífico banderín, y el cacao guardaba en un estuche su fortuna secreta, y ceñían, la piña su coraza de olor, la banana desnuda su túnica de seda. Todo ha pasado ya en sucesivo oleaje como las vanas cifras de espuma. Los años van de prisa enredando sus líquenes y el recuerdo apenas un nenúfar que asoma entre dos aguas su rostro de ahogado. La guitarra es tan solo ataúd de canciones y se lamenta herido en la cabeza el gallo. Han emigrado todos los ángeles terrestres, hasta el ángel moreno del cacao.
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CREACIÓN
mundo, en la cotidianidad, es el producto de sus más definitorios instantes contemplativos, donde se madura el viaje como el impulso último de su habitar el cosmos. Las cacerolas, el “vagón inmóvil” dentro del cual se deja trasladar por la imaginación, la costumbre o los límites como detonantes de la fuga, refuerzan el conjunto de imágenes. “País secreto” (1939), en cambio, libro del cual proviene el poema “Nada nos pertenece”, podría inscribirse en el centro divisor de la
obra completa del vate quiteño. En este conjunto poético parecería evaluarse el contingente de elementos usados en la obra hasta entonces publicada, para en adelante proceder a la consolidación de esa madurez con visiones finalmente universales y develadoras de la soledad humana, como el descubrimiento final y desesperanzador. Este cisma se refleja también en su “Registro del mundo: antología poética (1922-1939)”. Vanguardista y precursor, Carrera Andrade es nuestro gran poeta universal.
Nada nos pertenece
Cada día el mismo árbol rodeado de su verde familia rumorosa. Cada día el latir de un tiempo niño que el péndulo mece en la sombra. El río da sin prisa su naipe transparente. El silencio camina a un inminente ruido. Con sus deditos tiernos la semilla desgarra sus pañales de limo. Nadie sabe por qué existen los pájaros ni tu tonel de vino, luna llena, ni la amapola que se quema viva, ni la mujer del arpa, dichosa prisionera. Y hay que vestirse de agua, de dóciles tejidos, de cosas invisibles y cordiales y afeitarse con leves despojos de palomas, de arcoíris y de ángeles. Y lavar el escaso oro del día contando sus pepitas cuando el poniente herido quema todas sus naves y se acerca la noche capitaneando sus oscuras tribus. Entonces hablas, cielo: Tu alta ciudad nocturna se ilumina. Tu muchedumbre con antorchas pasa y en silencio nos mira. Todas las formas vanas y terrestres: El joven que cultiva una estatua en su lecho, la mujer con dos corazones de pájaro, la muerte clandestina disfrazada de insecto. Cubres toda la tierra, hombre muerto, caído como una rota jaula o cascarón quebrado o vivienda de cal de una monstruosa araña. Los muertos son los monjes de la Orden de los anacoretas subterráneos. ¿La muerte es la pobreza suma o el reino original reconquistado? Hombre nutrido de años y cuerpos de mujeres: Cuando Dios te espolea te arrodillas y sólo la memoria de las cosas pone un calor ya inútil en tus manos vacías.
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AGENDA
Dom. 23, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Lanzamiento suplemento Cartón Piedra. Publicación del Min. de Cultura y El Telégrafo. Dom. 23, 11:00, Taller A y B: Taller Origami/Desarrollarte. Dom. 23, 15:00, Auditorio Simón Bolívar: Encuentro Internacional de Narrativa: “La novela: forma artística e ideológica” Dom. 23, 15:00, Sala Galo Galecio: Charla/Taller: El origami lúdico en la empresa Cómic Club/Riobamba. Dom. 23, 16:00, Sala Galo Galecio: El libro artesanal y la experiencia cartonera. Víctor Vimos, Byron Muñoz. Dom. 23, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: África dispersa y Esmeraldas. Proyección de video y conversatorio. Dom. 23, 17:00, Sala Galo Galecio: Panel de Poesía: “Las identidades locales vistas por mujeres”. Dom. 23, 18:00, Sala Galo Galecio: Club del Cómic: Lanzamiento de publicaciones nacionales. Dom. 23, 19:00, Sala Galo Galecio: Presentación revista Barranco, Sandra Beraha, Rodolfo Salazar y Karla Pérez. Dom. 23, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: Función Teatral Las Pericas, de Teatro Ensayo Gestus. Lun. 24, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Narración oral: “El Principito” contado por niños del Cerrito de Cuentos. Lun. 24, 15:00, Auditorio Simón Bolívar: Característica del lector infantil y del público consumidor. Lun. 24, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: Homenaje al Grupo de Guayaquil “La proyección internacional del Grupo de los Cinco”. Lun. 24, 17:00, Sala Galo Galecio: Presentación del libro “Amanece en nuestras vidas”, edición Ministerio Coordinador de Patrimonio. Lun. 24, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Lanzamiento novela “La luz difícil”, con el autor Tomás González. Lun. 24, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: Presentación del I Censo Nacional de las Artes Escénicas. Lun. 24, 18:00, Sala Galo Galecio: Poesía de ruptura. Mario Campaña, Juan Secaira, Alexis Naranjo. Lun. 24, 19:00, Sala Galo Galecio: Presentación libro “Cartografía occidental de la novela hispanoamericana”. Lun. 24, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: Lanzamiento del libro de Sheyla Walker, “Conociendo desde adentro a los afroamericanos”. Lun. 24, 20:00, Auditorio Simón Bolívar: Año de los Afrodescendientes, cine “Malcolm X”. Lun. 24, 20:30, Plataforma MAAC: Teatro Fantoche. Mar. 25, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Teatrino a cargo del Sinab. Mar. 25, 11:00, Sala Galo Galecio: Charla: “Leyendo la interculturalidad”, con Joyce Sánchez-Ludoteca. Mar. 25, 15:00, Auditorio Simón Bolívar: Poesía Luisa Futoransky, Alexis Naranjo, Carlos Vallejo, Santiago Vizcaíno, Cristian Avecillas. Mar. 25, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: Escritura en momentos de crisis ¿Hacia dónde va la poesía? Mario Arteca, Argentina. Mar. 25, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Teatro Infantil en Chile y América Latina. Ruth Baltra, Chile. Mar. 25, 18:00, Auditorio Simón Bolívar. Encuentro Narrativa Hispanoamericana. Los caminos de la narrativa hispanoamericana. del siglo XXI Mar. 25, 18:00, Sala Galo Galecio: “La literatura en la práctica del periodismo”, Luisa Futoransky, Argentina. Mar. 25, 19:00, Sala Galo Galecio: Lanzamiento del libro “No es dicha”, de Juan Secaira. Mar. 25, 20:30, Plataforma MAAC: Teatro “A la diestra de Dios”, Kurombos. Miér. 26 11:00, Sala Galo Galecio: Visita guiada “El circuito literario del cementerio de Guayaquil”. Miér. 26, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Cine Ecuatoriano: “Ratas, ratones y rateros”, de Sebastián Cordero.
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AGENDA
Miér. 26, 12:00, Sala Galo Galecio: Taller teatro en aula sobre adolescentes. Para docentes. Miér. 26, 15:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “Los afrodescendientes en la historia del Ecuador”, por Jorge Núñez. Miér. 26, 16:00, Taller A y B: El humor gráfico, Paco Pincay. Miér. 26, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: La identidad global y local en la narrativa del tercer milenio. Charla magistral. Miér. 26, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “Eloy Alfaro y Guayaquil, el preludio de la traición”. Tatiana Hidrovo. Miér. 26, 17:00, Sala Galo Galecio: Presentación del libro “Mía”, de Margarita Barriga de Baquerizo. Miér. 26, 18:00, Sala Galo Galecio: Encuentro Internacional de revistas culturales “La revista cultural en la actualidad”. Revista Anaconda Miér. 26, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: II FIP Mesa 4 “Antipoesía y poesía de la experiencia, en el mundo hispanoamericano”. Miér. 26, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “La modernidad y el discurso crítico de las poetas hispanoamericanas” Jue. 27, 11:00, Sala Galo Galecio: Taller “Narrativa creativa, escribe tu propio cuento”, Joyce Sanchez - Ludoteca. Jue. 27, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Cine ecuatoriano: “Dos para el camino”, de Jaime Cuesta y Alfonso Naranjo. Jue. 27, 15:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “Razas, colonialismo y transformación social en A. Latina y el Caribe”. Jue. 27, 15:00, Sala Galo Galecio: Charla con dramaturgos, con Ruth Baltra, de Chile. Jue. 27, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: Conf. Magistral “Una visión cultural de la época de Eloy Alfaro”, Carlos Calderón Chico. Jue. 27, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Conversatorio sobre la oscura tentación del amor en las novelas de Eduardo Varas. Jue. 27, 17:00, Sala Galo Galecio: Recursos pedagógicos de la poesía, Carmen Ollé, Mario Campaña y Jorge Dávila. Jue. 27, 18:00, Sala Galo Galecio: Presentación libro “Héroes menores: neorrealismo cotidiano y cine latinoamericano contemporáneo” Jue. 27, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: Lanzamiento colección Cine Ecuatoriano Clásico. Ministerio de Cultura y CNCine. Jue. 27, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “Estado actual del tema Yasuní”, por Ivonne Baki. Jue. 27, 20:30, Plataforma MAAC: Teatro Costumbrista “Los compadres”. Vie. 28, 11:00, Sala Galo Galecio: Cuentacuentos, Andrea Brito Cruz, de Mr. Books. Vie. 28, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Cine ecuatoriano: “Fuera de juego”, de Víctor Arregui. Vie. 28, 14:00, Auditorio Simón Bolívar: “Año de los Afrodescendientes”. Cine, proyección de la película. Vie. 28, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: La importancia en la cátedra de la literatura en secundaria y universidades. Vie. 28, 16:00, Sala Galo Galecio: Relanzamiento de 2ª Antología Trinacional del 9º arte “Visión de los Incas” Vie. 28, 17:00, Sala Galo Galecio: Encuentro Editoriales Mesa 2: ¿Qué se prefiere leer en nuestros países? Vie. 28, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Conferencia “La figura de E. Alfaro y su huella en cantos y narrativas indígenas del Ecuador” Vie. 28, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: Panel “Figura de Neruda, 40 años después del Nobel”. Vie. 28, 18:00, Sala Galo Galecio: Lectura de “Los octámbulos”, Palabra Lab. Vie. 28, 19:00, Sala Galo Galecio: Presentación del libro “La otra, la misma de Dios”, de Aleyda Quevedo, por Jesús Curbelo (Cuba). Vie. 28, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: Reflexiones a la hora de traducir la obra de Alicia Yánez. Sáb. 29, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Presentación de la Guía Patrimonial de la provincia del Guayas. Sáb. 29, 11:00, Sala Galo Galecio: Cuentacuentos, Andrea Brito Cruz, Mr. Books. Sáb. 29, 14:00, Auditorio Simón Bolívar: Concurso de microcuentos, con Rosario Abedrau. Sáb. 29, 15:00, Sala Galo Galecio: Taller de dibujo de personajes infantiles, Iván Guevara, Cómic Club. Sáb. 29, 16:00, Sala Galo Galecio: Presentación del libro “Currículum para interculturalidad del Ecuador”. Sáb. 29, 16:00, Auditorio Simón Bolívar: La juridicidad del país antes y después de la muerte de Alfaro. Sáb. 29, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: II FIP Mesa: “La identidad en los mundos”, de José Lezama Lima. Sáb. 29, 17:00, Sala Galo Galecio: Encuentro editoriales Mesa: Técnicas de publicación y difusión de libros. Sáb. 29 18:00, Sala Galo Galecio: Presentación del libro “Relatos del aprendiz”, de Bruno Sáenz. Sáb. 29, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: Debate, arte y libertad de creación. Sáb. 29, 19:00, Auditorio Simón Bolívar: “Historia de microscopios”, Adelaida Jaramillo, Solange Rodríguez, Jorge Dávila. Sáb. 29, 20:30, Plataforma MAAC: Concierto musical con el grupo Taki. Dom. 30, 11:00, Auditorio Simón Bolívar: Cine ecuatpriano “La Tigra”, dirigida por Camilo Luzuriaga. Dom. 30, 14:00, Auditorio Simón Bolívar: “Año de los Afrodescendientes”, proyección del filme “Cobra Verde”. Dom. 30, 17:00, Auditorio Simón Bolívar: Presentación literaria “El quirófano”, de Augusto Rodríguez. Dom. 30, 18:00, Auditorio Simón Bolívar: Teatro Clown por el grupo Narices Rojas.