Cartón Piedra

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domingo domingo 10 10 de de febrero febrero del del 201 20133 → Nº N: 000 069

cartóNPiedra

Un espacio suscitador para pensar en voz alta

→La

flor azul de Murakami. Interruptus: los masturbadores en las artes. Yo real, yo virtual. Vagón 204. El intelectual-poeta en la obra de Bolaño. El qué del otro ¿Yo qué soy? en Carlos Edmundo de Ory. Luca not dead.



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ínDIce

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Haruki Murakami Ana Cristina Franco ausculta en la obra del escritor japonés Haruki Murakami. Desde “Kafka en la orilla”, pasando por “Sputnik, mi amor”, “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, hasta “1Q84”, Franco advierte a los lectores que antes de abrir un libro de Murakami lo piense dos veces.

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Ventana En nuestras secciones de literatura, música y cine, se presenta un perfil de la vida y obra del poeta Carlos Edmundo de Ory, así como una reseña crítica de la última película de Quentin Tarantino, “Django Unchained”; y de la producción musical de Sumo, liderada por Luca George Prodan.

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13 Arte Interruptus El cuerpo en la tradición judeocristiana ha sido sometido a múltiples discursos que lo han contenido y reprimido. Paul Hermann destapa un tema que, dentro de esta lógica, se asumiría “sensible” y “reprochable”, pero que en las artes, ha sido explorado reflexiva y estéticamente: la masturbación.

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Vagón 204 Estrenamos “Vagón 204”, un espacio que estará habitado permanentemente en nuestras páginas por las letras de Carla Badillo Coronado, quien para este número presenta el texto “Las voces de Surinam”.

El amor: un vínculo que transforma Desde las reflexiones de Ovidio, que señala que el amor no es algo pasajero sino un arte que deviene del aprendizaje, hasta los planteamientos de Zygmunt Bauman sobre el amor líquido, donde lo vincula al mundo globalizado y los cambios radicales que impone a la condición humana, presentamos en este número especial un capítulo sobre dicho tema trabajado por Abdón Ubidia, Premio Eugenio Espejo 2012, extraído de su libro “La aventura amorosa y sus personajes”.

“Porque el amor es, en mi opinión, la invención de la verdad acerca de la diferencia. Naturalmente, es la diferencia entre dos individuos, la diferencia absoluta entre la posición masculina y la femenina. Como dijo una vez Lacan, la relación sexual no existe. Hay una ilusión en la pura libertad sexual: la ilusión de que allí podemos encontrar una experiencia de conexión con el otro.” Alain Badiou

El intelectual-poeta Bolaño Mónica Ojeda realiza una crítica literaria al intelectual-poeta que fue Roberto Bolaño. Ojeda apunta que en “Latinoamérica la noción de intelectual ha sido, desde siempre, intrínsecamente relacionada con la figura del escritor literario. El novelista o el poeta como actor social, pensador (...) es un estereotipo históricamente consolidado”.

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Agenda ¿Qué hacer durante esta semana? ¿Cómo aprovechar nuestro tiempo de ocio para disfrutar de las mejores actividades culturales? Aquí una guía que te ayudará a decidir qué muestras de arte visitar, a qué concierto acudir, qué proyección de cine ver.


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ediTOrial El carnaval como ese espacio y momento para desatar la sensibilidad

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e asume como parte de una tradición religiosa; se la vive más allá y por encima de eso; y, se la “consume” como un momento de “relax”. Marcados como estamos por la dinámica del mercado estas fiestas revelan también cómo se inserta en la tradición, en la recreación y en el esparcimiento. Y por eso hemos pasado de esa sensación de descansar y gozar a la de comprar y gastar, como sinónimo de celebración, con todo su estrés. Hay una carga pesada de consumo en los carnavales que ahora se “disfraza” de esparcimiento. De hecho, la primera evaluación que se hace en los medios es, generalmente, cuánto dejó el carnaval y, de paso, cuántos heridos o muertos produjo el feriado. Si por cualquier razón no se ha ganado plata (lo que implica que otro sector gastó) entonces la celebración fue mala. Y del otro lado, esa mercantilización y has“No se trata solo de “integrar” por ta mediatización ha sinónimo de juntar sino de dialogar para permitido ampliar el intercambiar un sinnúmero de conocimiento de lo que se hace en casi todo el contenidos, argumentos y sentidos que se país. Por ahora, no hay desarrollan y están latentes entre los rincón del Ecuador donde no existan fespueblos”. tejos carnavaleros, plagados la mayoría de ese consumismo, pero también del surgimiento de expresiones artísticas, algunas reiteradas y otras creativas. Lo que hace falta es hacer de estos festejos nuevos motivos para generar espacios y concurrencias. Es decir, el carnaval cuenta con un potencial político, en su más amplia expresión, para generar otros diálogos entre los ciudadanos, entre las culturas y los pueblos. No se trata solo de “integrar” por sinónimo de juntar sino de dialogar para intercambiar un sinnúmero de contenidos, argumentos y sentidos que se desarrollan y están latentes entre los pueblos. El carnaval, con toda su ruptura, irreverencia y con esos elementos de sensualidad que son su esencia, no han calado del todo en la nueva “era” de los festejos de acá. Al parecer se insiste en la “tradición” y pierde su espíritu. Ahora es cuando toca afrontar esta reflexión para intentar resignificar lo que se quiere imponer como marca de mercado.

cartóNPiedra lo hacen: Director: Orlando Pérez Editor: Fausto Rivera Yánez Diseño e ilustraciones: Patricio Mosquera C. y Carlos Almeida Fotografía: Francisco Ipanaqué Arte: Carlos Proaño Colaboran en este número: Ana Cristina Franco Paul Hermann Guido Moreno Carla Badillo Coronado Andón Ubidia Marco Fonz Fernando Escobar Páez Walter Franco Mónica Ojeda

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Correo electrónico: carton.piedra@telegrafo.com.ec

El suplemento cartóNPiedra es una producción editorial de El Telégrafo.


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LA FLOR AZUL DE MURAKAMI... “¿Qué clase de realidad imita una metáfora?” ANA CRISTINA FRANCO


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(al)TErna “Una historia, en algún sentido, no es algo de este mundo. Una verdadera historia requiere un bautismo mágico que conecte este mundo con el otro…” Haruki Murakami (Sputnik mi amor)

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i encuentra un libro de Haruki Murakami, piense dos veces antes de abrirlo. En la contratapa de todas sus publicaciones debería venir adherido un texto que diga: “No se extrañe si después de leer este libro los gatos empiezan a hablarle, o encuentra a la mujer de sus sueños metida en su cama... Si se topa con un pozo, luche contra el sentimiento de atracción y no descienda en él, si lo hace, aténgase a las consecuencias... Si el teléfono suena, no lo conteste: levantar el auricular sería desactivar una bomba. Cuando abra la ventana por la noche no se sorprenda si encuentra dos lunas flotando en el cielo...". Yo no busqué a Murakami, como sucede con las mejores cosas, me llegó. Un amigo me regaló Kafka en la orilla por mi cumpleaños. La verdad, no estaba en mis planes leerlo en ese momento, esos días estaba ocupada y el libro era muy grueso. Sin embargo, apenas abrí la primera página para “ojearlo”, ya no pude detenerme, y cuando me faltaba poco para terminarlo, ya había comprado el siguiente, para evitar el síndrome de abstinencia. No hay nada que hacer: Murakami es adictivo. Pero, ¿qué hay en sus páginas que hace que te encierres a leer, evitando todo contacto con el mundo exterior, para adentrarte en el universo de sus historias? Haruki Murakami nació en Kioto, en 1949, pero vivió gran parte de su vida en Kobe. Desde la juventud, estuvo influenciado por la cultura occidental, en particular, por la música y literatura. Trabajó en una tienda de discos (tal como uno de sus personajes principales, ToruWatanabe de Norwegian Wood). Esta influencia occidental ha llevado a muchos japoneses a tacharlo de escritor pop, sin embargo, dentro de ese realismo que raya en lo light, hay un mundo fantástico en el que seres mitológicos dan cuenta de una tradición japonesa muy antigua. Quizás sea esta mezcla cultural la que hace única a su literatura. Sus historias hablan de un mundo occidental que funciona bajo una lógica oriental. Así, su universo lite-

rario oscila permanentemente entre lo real y lo místico: mientras hay un mundo cotidiano en el que personajes pop deambulan por el gran Tokio, toman copas en las barras de los hoteles, jalan dedo en las autopistas mientras escuchan rock n’ roll, algo germina en alguna parte, quizá muy adentro de la tierra, dentro de un pozo, donde las paredes se abren, las personas desaparecen sin dar explicación y un gato pasa escondiendo en sus ojos el mapa del secreto. ¿Qué hay debajo de las historias pop?, ¿qué es eso que las separa del realismo? Muchos lo tachan de surrealista, yo no concuerdo con esto. El surrealismo se basa en el absurdo, en la ausencia de lógica, y, por ende, de destino; también tiene un lado irreverente al crear un mundo que es claramente opuesto al real. Otros, al leer Murakami, dicen "¡qué ingenioso para inventar!", esta frase suena aún peor. Personalmente creo que todo escritor que tenga una búsqueda comprometida habla de lo que conoce. Entonces, ¿qué es exactamente ese universo ambiguo que no es realista? Para explicarlo, quiero hacer una cita. “En Heinrich von Ofterdingen, Novalis cuenta la historia de un joven que cada noche sueña con una hermosa flor azul. Cuando despierta, la realidad lo aburre, pues no hace otra cosa que recordar su sueño. La flor azul es el símbolo romántico de la belleza y lo imposible. Sin embargo, una mañana, cuando Heinrich von Ofterdingen despierta, encuentra la flor al lado de su almohada. Así, la flor azul se convierte en el símbolo de la unión entre el sueño y la vigilia”. La literatura de Murakami está llena de flores azules, él no hace una distinción entre los dos mundos, sino que los une creando un espacio-tiempo en el que lo onírico y lo real coexiste en una sola realidad. Las tendencias occidentales han asociado al mito con la palabra ficción. Sin embargo, en la cultura japonesa, la palabra mito quiere decir simplemente: “historia oral sobre Dioses”. La cosmovisión japonesa siempre ha estado vinculada al culto de los antepasados en el que se borraba la distinción entre este mundo y el de más allá: “Las tinieblas del mundo exterior han desaparecido, pero las

tinieblas de nuestra alma continúan inalteradas. Una gran parte de lo que llamamos yo o consciencia permanece oculta en el Reino de las tinieblas”. (Kafka en la Orilla, p. 346) En Murakami, los personajes cumplen una función principal del mito: transmitir verdades existenciales. Quiero citar algunos casos en los que Haruki Murakami habla de estos personajes espectrales, duales, mitológicos. Kafka en la orilla (2002) cuenta dos historias paralelas que se vinculan de manera extraña. En la primera, Kafka Tamura, el protagonista, escapa de su casa el día que cumple 15 años; hace un viaje para encontrar a su madre y su hermana, quienes lo abandonaron cuando era niño. Alguna vez, su padre le advierte que un día él cumplirá inevitablemente la profecía de Edipo: matará a su padre y se acostará con su madre. La segunda historia es la de Nakata, un anciano que a los 9 años fue presa de un evento paranormal y perdió ciertas capacidades intelectuales, pero que a cambio recibió el don de hablar con los gatos. Las historias se entrelazan cuando una noche, por razones de fuerza mayor, Nakata asesina en Tokio al padre de Tamura. Esa misma noche, Kafka Tamura, que para ese entonces ya se encuentra lejos de Tokio, despierta en la autopista con las manos llenas de sangre, como si acabara de cometer un crimen. El siniestro vínculo, entre el adolescente de 15 años y el anciano que habla con los gatos, crece a medida que la trama avanza, aunque Murakami jamás deja claro que los dos seres son el mismo, sabemos que Nakata tiene una sombra más liviana, como si la mitad que le faltara perteneciera a Kafka Tamura. En esta misma novela hay otro personaje misterioso: la señora Saeki, una mujer de 45 años que parece ser la madre del adolescente. Kafka Tamura se enamora de ella, y una noche la mujer se aparece en su cuarto, sin embargo, no es precisamente ella, sino la señora Saeki de 16 años; a pesar de ser un espectro, Tamura puede tener relaciones sexuales con ella, y así la profecía se cumple. En Sputnik mi amor (1999), Sumire, la protagonista de 22 años, se enamora de Myu, una mujer mayor que ella. A lo largo de la

trama descubrimos que Myu tuvo una experiencia que transformó su vida: a los 25 años subió a una noria y se quedó varada arriba, sin que nadie pudiera rescatarla; pasó toda la noche allí. Al principio pensó que sería una experiencia más, pero pronto descubrió que no sería así. Desde arriba, Myu pudo ver su apartamento con la luz encendida, poco después vio a una mujer que caminaba de un lado a otro, no tardó en descubrir que se trataba de sí misma. Desde la rueda moscovita, Myu vio como un hombre, de aproximadamente 50 años, tenía relaciones sexuales con su otro yo, en su apartamento. A partir de esa noche, su cabello se tiñó de blanco y su personalidad cambió radicalmente, como si su verdadero yo se hubiera ido a otro mundo, y su sombra se hubiera quedado en este. En Crónica del pájaro que da cuerda al mundo(1994), el protagonista, Toru Okada, recibe llamadas telefónicas de una mujer desconocida. Días después, Kumiko, su esposa, desaparece sin dar explicación. A lo largo de la trama, varias mujeres pasan por la vida de Okada, quien, tras seguir distintas pistas, va a buscar a Kumiko en una habitación de hotel a la que se llega por medio de un profundo pozo. A medida que la historia se desarrolla, sospechamos que la mujer de las llamadas telefónicas tiene un fuerte vínculo con la propia Kumiko. El misterio es como el deseo: se acaba cuando se resuelve. Sabemos que para que exista la magia, nunca se debe abrir la caja... Sin embargo, creo que esta no era precisamente la sensación que tenía al leer el final de estos libros; tal vez mi vena occidental me llevaba a buscar una explicación lógica. Después de seguir las historias con interés para descubrir qué había atrás de ese velo, me daba la sensación de que la incógnita seguía intacta, sin ni siquiera una pista. Como si en los primeros capítulos sembrara una serie de misterios que en las páginas finales jamás se cosechaban. En Kafka en la orilla seguía esperando que Nakata y


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(al)TErna Kafka Tamura se encontrasen, si no es físicamente, de alguna otra manera, pero eso jamás sucede. En Crónica del pájaro que da cuerda al mundo me pasó lo mismo: después de leer casi mil páginas en las que las mujeres de los sueños aparecen encarnadas y los pozos conducen a una dimensión secreta, no se llega a concluir nada... Parece que el misterio que Murakami trata, le supera, es tan grande que llega un punto en el que él mismo no lo puede manejar. Sin embargo, al leer 1Q84, da la sensación de que al fin, el puzzle se completa. En 1Q84 (2009-2010), el destino de Tengo y Aomame se une provocando la existencia de un mundo llamado 1Q84. Fukaeri, una chica de 17 años, escribe ‘La crisálida de aire’, un texto que esconde un profundo misterio. Sin embargo, no reúne las cualidades literarias como para ser publicado. Tengo Kawana es contratado para hacer una reescritura de esta obra y presentarla a un concurso. Al reescribir el texto sucede algo inesperado: la historia contada por Fukaeri, más la fuerza de las palabras de Tengo, hacen que la

“El misterio es como el deseo: se acaba cuando se resuelve. Sabemos que para que exista la magia, nunca se debe abrir la caja...”.

realidad se transforme para siempre. Sin darse cuenta, Aomame habita el mundo que ha nacido como aparente resultado del relato escrito por Fukaeri y Tengo. ‘La crisálida de aire’ cuenta la historia de la propia Fukaeri, quien a los diez años, vivió en una comunidad llamada Vanguardia. En una ocasión la castigaron encerrándola durante días en un cuarto oscuro, acompañada únicamente por una cabra muerta. Una noche, Fukaeri ve cómo la Little People sale de la boca de la cabra. La Little People son seres pequeños que habitan en el corazón del bosque. Aunque Murakami nunca lo dice literalmente, sugiere que estos pequeños seres controlan el destino de los seres humanos. La Little People teje, junto a Fukaeri, una crisálida hecha de filamentos de aire. Cuando la crisálida está lista, algo nace de ella. Fukaeri se acerca con miedo para ver qué hay dentro, entonces, descubre que quien duerme dentro de los tejidos de aire, es ella misma. Si bien en novelas anteriores Murakami ya había tocado este

tema, quizás esta sea la primera vez que con mayor fuerza y precisión habla sobre el origen de los seres míticos, los seres duales. Estos personajes dobles, que comparten su existencia con su gemelo sombrío, habitando mundos a los que se puede llegar por medio de un pozo, adentrándose en el bosque o descendiendo por las escaleras de emergencia de la autopista Metropolitana, pertenecen a la sombra de los personajes "reales". Como si el inconsciente pudiera materializarse creando seres de sombra, que a pesar de vivir en una dimensión diferente, están unidos a los reales de forma real. Aunque para estos misterios es mejor no encontrar explicación, después de leer la historia de las crisálidas de aire, es inevitable hacerse estas preguntas: El otro yo de Myu, ¿nació de otra crisálida de aire construida por la Little People?, la mujer que habla con Okada, ¿nació de otra crisálida también? Hay otro dato interesante, y todos los que hayan leído 1Q84 y Crónica del pájaro… sabrán a lo que me refiero. En 1Q84, aparece de nuevo un personaje de Crónica del pájaro..., se trata de Ushikawa, el misterioso mensajero de las sombras... Aunque Murakami escribió primero Crónica del pájaro... en la lógica de la ficción, este personaje aparecería primero en 1Q84. Este es un guiño de ojo que el escritor japonés nos hace para darnos una pista importante: los personajes de las dos novelas comparten el mismo mundo, son presa de la misma transformación... no es coincidencial que el clímax de 1Q84 se dé en septiembre de ese año, y es en ese mismo mes y en ese mismo año, donde arranca la novela Crónica del pájaro... Obviamente, estas solamente son conjeturas que me permito hacer después de haber sido presa de una fiebre Murakami. Creo que encontrarle un sentido lógico no es lo primordial, pues la magia de este escritor no radica en la fantasía, sino en el misterio de los seres humanos de carne y hueso. Después de leer todos estos libros, y de preguntarme mil veces qué es una crisálida de aire, qué es la Little People y por qué los gatos hablan, me di cuenta de que "el misterio" es mucho más sencillo de lo que parece. Es mucho más sencillo pero, a la vez, complejo y profundo: lo que mueve esa magia no es algo paranor-

mal, sino el deseo. En Murakami la metáfora funciona al revés: "¿qué clase de realidad imita una metáfora?", se pregunta Tengo Kawana, en 1Q84, al descubrir en el cielo las dos lunas que él mismo había descrito en un libro. No es lo supernatural lo que transforma a los personajes, es el deseo que vive en ellos lo que transforma la realidad, provocando desastres naturales, hecatombes, mundos nuevos. "En este mundo no existe nada que no salga de los adentros de uno", dice uno de los personajes de 1Q84, y ese es el secreto en la obra de Murakami, pues, si queremos encontrar una explicación occidental y coherente, nos vamos a dar con la piedra en los dientes, pero si nos damos cuenta de que la magia es algo que sale de adentro para alterar la realidad, vamos a tener más pistas. Sin embargo, esto no quiere decir que las dos lunas no puedan existir de verdad, lo que él plantea es que estas cosas pasan realmente, pero como resultado de un fuerte movimiento interior. La creación se vuelve materia cuando el deseo es tan grande. Al principio de la trilogía 1Q84, hay una cita que dice: “It's a Barnum and Bailey world Just as phony as it can be Butitwouldn't be make-believe Ifyoubelieved in me”. Un mundo falso, absurdo, que de repente adquiere sentido porque un ser humano cree en otro. Es por esto que el misterio más grande en 1Q84 no es la Little People, ni la extraña agrupación, ni siquiera las crisálidas de aire que reproducen a los seres humanos. Todos estos misterios se desatan porque a los 10 años, Tengo y Aomame se dieron la mano muy fuertemente, y mientras lo hacían, Aomame miró la luna. Eso bastó para que un mundo llamado 1Q84 tuviera lugar, para que la Little People saliera del bosque a crear crisálidas de aire.... y, por qué no, para que Kumiko huyera a un lugar lejano y Kafka Tamura fuera en busca de su destino. Murakami es un romántico, un romántico en todo el sentido de la palabra, que, como Heinrich von Ofterdingen, es capaz de traer las flores azules de los sueños a la tierra. Porque cuando se dispara desde el corazón, aunque el revólver sea imaginario, la sangre será real.


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creACión

ARTES INTERRUPTUS PAUL HERMANN

La Biblia dice, rotunda, telúrica y fulminante como la misma voz de Dios: “Y Er, primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Jehová dijo a Onán: llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no habría de ser suya, sucedía que cuando llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó a los ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida”. Puesto que la Biblia cuenta historias como la citada y condena a hombres del talante de Onán, que desperdician sus semillas, los hijos de la civilización occidental y cristiana crecimos creyendo que la masturbación es pecado, y en los colegios religiosos no faltaba el perspicaz que aseguraba que a aquellos que lo hacían les salían pelos en las manos, o que enloquecían, o que se quedaban estériles, o que se volvían eyaculadores precoces, o que desarrollaban tendencias homosexuales, o que, simplemente, perdían el interés por las mujeres. Incluso en estos tiempos, en que es posible casarse con una muñeca inflable e incluso organizarle funerales, la masturbación sigue siendo un tabú, un tema del que es mejor no hablar, algo deshonroso, indigno, una debilidad que nadie debería permitirse, so pena de ser llamado “pajero”, palabreja altisonante en varios países de Latinoamérica y que según cuenta Luis Melnik, en su libro La Máquina, obligó a la marca de automóviles japoneses Mitsubishi, a cambiarle el nombre a una de sus creaciones: “Las marcas de los artefactos rodantes han causado grandes dolores de cabeza a los sesudos diagramadores de futuros, Mitsubishi (Tres diamantes) no titubeó en llamar Pajero a uno de sus rodados 4 X 4, produciendo

”El gran masturbador “, de Salvador Dalí

rubores en los conductores del Río de la Plata. Luego se volvió Montero”. La gente, como dice George Brassens, no gusta que uno tenga su propia fe, y peor aún que alguien se ame demasiado a sí mismo. Ya los griegos, con toda su sabiduría, condenaron la vanidad, pregúntele si no a Narciso, ese que por gustarse terminó ahogado en las aguas de su propio deseo. Sabemos que la sociedad norteamericana es conservadora, pacata y más papista que el Papa, pero sabemos también que a la olla de presión hay que sacarle el vapor de vez en cuando, y que por eso se ha dado, en sus comedias hollywoodenses, por volver a la masturbación tema central. De ahí, por ejemplo, que en American pie, filme de 1999, la gente hacía suyas las desventuras del limitado adolescente que tenía amoríos con un pie de manzana, la fruta del pecado. También Loco por Mary, película que tiene por protagonistas nada más y nada menos que a Cameron Diaz y Ben Stiller, tiene una escena de masturbación. Con profesionales formados en universidades de Estados Unidos, y enamorados de las Har-

ley, los Mustang y, por supuesto, el cine norteamericano, no es extraño que los españoles hayan hecho películas como Amor a lo bestia, una comedia en la que un apasionado de AC/DC y de una universitaria no puede apretarle las riendas a su vicio ni a sus impertinentes e insostenibles eyaculaciones. En estas películas los guionistas hacen del pecado materia de arte y se ríen de las prohibiciones, pero ojo, lo hacen a través de personajes intelectualmente limitados y gobernados por sus hormonas en ebullición. También nuestro inmenso José de la Cuadra transgredió la norma religiosa a través de Chumbote, un adolescente montubio que no es, ni mucho menos, una lumbrera: “…había enterado los doce años, y ya se masturbaba en los lugares ‘sólidos’, como había visto hacer al nió Jacinto, el hijo de sus patrones. Entre la masturbación y los palos se le habían secado las carnes…”. De la Cuadra narra a continuación el resbalón de la patrona castigadora, y remata el cuento anteponiendo ante todo la naturaleza libre de Chumbote y vertiendo fluidos sobre el poder, cuando esta andaba de

cabeza: “Se le habían alzado a doña Feliciana, en el descenso, las polleras, y mostraba al aire los muslos ampulosos, blancoazulados, de un obsceno color de leche con agua. No pudo resistir Chumbote ese espectáculo. Sin quitar la mirada de los muslos de su patrona, sentado ahí al borde del hueco, comenzó una nueva masturbación, que venía a ser la cuarta en ese día…”. Comedia o realismo social, queda claro que para el artista nada es ajeno y que su misión es ofrecer, con talento y sensibilidad, una visión de las cosas que nos atañen a todos. Hablemos, por ejemplo, de Marcel Proust. El más grande novelista de todos los tiempos se hizo construir en la mansión de sus padres una habitación con paredes forradas de corcho en la cual poder realizarse vaporizaciones que mantuvieran a raya su asma, escribir por las noches y masturbarse durante los días. La preferencia de Proust por el onanismo ha sido descrito por uno de sus biógrafos Gwéwnola Aujard Johnson, en los siguientes términos: “Enamorado de la naturaleza, Marcel se excita con imágenes botánicas y salpimentará su novela con tales exaltaciones que sugieren más el placer sensual de Las mil y una noches -uno de sus libros de cabecera- que los meditativos paseos de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): el pequeño retrete huele a lirios en el que el narrador se masturba y piensa que alcanza con su líquido seminal las hojas de las grosellas salvajes; los yuyos vinculados con el deseo de la mujer y la mujer como criatura que emana de la tierra; los espinos que evocan a Gilberte y a la duquesa de Guermantes; las jovencitas en flor de Balbec; el gusto de la rosa en las mejillas de Albertine; la fecundación de la orquídea como imagen de Sodoma”. Dalí es “…surrealista, con luz de impresionista y trazo delirante”, como dice Mecano, y tiene un autorretrato y un poema llamados, ambos de igual forma: El gran masturbador. Agus-


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creACión tín Sánchez Vidal dice en la biografía de Dalí que en la medida en que el hermano mayor del pintor murió a consecuencia de una enfermedad venérea contraída por su padre, este no solo lo sustituyó con un nuevo hijo al que llamó igual que al primero, sino que quiso preservarlo o protegerlo de los efectos de los males de Venus, traumándolo, causándole temor a las relaciones sexuales, poniéndole sobre el piano un libro ilustrado de enfermedades de transmisión sexual. Cumplió su propósito a cabalidad, pues Dalí jamás se atrevió a tocar a una mujer, ni siquiera a su bella Gala, tejido epitelial lampón y lampista, como la llama en un poema, sino que se limitaba a desnudarlas y a masturbarse ante ellas. En la obra pictórica, el artista define a la masturbación como a la relación sexual más pura, mediante un lirio pegado a la mujer cuyo rostro se encuentra cercano a unos genitales masculinos guardados en ceñidos calzoncillos. Revisemos ahora un fragmento del poema: “A pesar de la oscuridad reinante la noche estaba en sus comienzos en los bordes de las grandes escalinatas de ágata donde fatigado por la luz del día que duraba desde la salida del sol el gran Masturbador su inmensa nariz apoyada sobre el piso de ónix sus enormes párpados cerrados la frente corroída por horribles arrugas y el cuello hinchado por el célebre forúnculo que bulle de hormigas se inmoviliza…”. En el camino se constituyó, durante las décadas de los años sesenta y setenta, en el libro fundamental de la literatura estadounidense. En este, Jack Kerouac, el ángel maldito, el dipsómano luminoso de las letras norteamericanas, puso al servicio de la literatura el ritmo del bebop-jazz de Gillespie y Charlie Parker, y planteó, mucho antes que los hippies, un estilo de vida basado en la aventura y en los viajes, la exploración de la sexualidad y el consumo de sustancias psicotrópicas. En este libro que se tomó la cabecera de artistas posteriores como Bob Dylan, aparece, como personaje fundamental, Dean Moriarty, alias

de Neal Cassady, figura central de la generación Beat, pero no ciertamente por su producción literaria, sino por haber inspirado, con su vitalidad, a Kerouac y sus amigos salvajes: Burroughs y Ginsberg. Pues bien, en su reciente ensayo: “Escritores delincuentes”, el español José Ovejero cita a Cassady: “Me masturbo, al menos, tres veces al día y vengo haciéndolo así desde hace años”. En Puntos de fuga, mi primer libro de cuentos, habita Pool Le Blanc, un viejo pescador haitiano que trata de conjurar el dolor que le ha producido el adiós de su joven concubina, masturbándose: “Le Blanc se masturbó imaginando a la mulata, escuchando al viento denso y húmedo de la bahía abofetear las hojas de las palmas”. También en El Danubio azul, este recurre al vicio de Onán, para sosegar el deseo que siente por Anita Mendoza: “Encontrarla saliendo de la regadera del patio envuelta en una toalla, con el cabello destilando agua; verla sentada en las sillas del comedor con los muslos bajo el sol; escucharla hablar con el acento local tan rico en vocales y pobre en consonantes, ponía a Almeida más cachondo que los camarones de la sopa. Anita… Anita… Ah… Se masturbaba, vertía sobre su estómago un hilito de semen tan espeso y blanco como pasta de dientes, y entonces se preguntaba qué mierda hacía, pudriéndose del calor en un pueblo de animales marinos prehistóricos, pudiendo estar en una cancha de tenis de Quito, bebiendo limonada con hielo, luciendo una camiseta Polo de Ralph Laurent”. De nueva data es La Nana, película chilena que cuenta la historia de una sirvienta cuarentona cuya vida ha sido servir en un hogar de clase media alta de Santiago y criar a los tres hijos de la familia, entre ellos a un adolescente que se dedica, por las noches, al vicio solitario, hasta que su nana, solterona, sexualmente insatisfecha, denuncia las manchas que encuentra en las sábanas, no porque se escandalice de ello, sino porque tener que lavarlas, tenderlas y plancharlas a diario representa, para su cansado cuerpo, un trabajo extra que no está dispuesta a realizar.

Y hablando de Chile, ¿cómo creen ustedes que atrapado en una isla, más solo que el último animal de una especie, calmaba sus deseos Mr. Robinson Crusoe?, pues a juzgar por el testimonio de Defoe, con una mujer de arena a la que le hacía un orificio de arena en la entrepierna de arena. En Vidas secretas de grandes escritores, Robert Schnakenberg hace referencia a las cartas que James Joyce, el gran padre de la novela moderna, le enviaba a Nora Barnacles. “…estaban llenas de descripciones explícitas de actos sexuales que había realizado o quería realizar con ella. Entre las gráficas referencias anatómicas que empleaba como estímulo para masturbarse figuran repetidos elogios salaces de las “enormes tetazas” y “el culo lleno de pedos de la mujer”. Se sabe que Jean Paul Sartre era una galán empedernido, pero restaba importancia a sus múltiples infidelidades comparándolas con la masturbación; de hecho, evitaba eyacular con sus amantes para negarles intimidad. También resulta altamente interesante saber que la dramaturga, poeta, crítica y humorista norteamericana Dorothy Parker usó su cáustico ingenio para bautizar a un perico que arrojaba su semilla con el sugestivo nombre de Onán. En el libro de artículos póstumo, El secreto del mal, el genial Roberto Bolaño habla de los cuadros de Moreau, y cita a J. K. Huysmans, quien se refiere a ellos en los siguientes términos: “Las más diversas escenas suscitan siempre la misma impresión: la de un onanismo espiritual que frecuentemente se reproduce en un cuerpo púdico”. Más aún, en “Los sinsabores de un verdadero policía”, Bolaño presenta a padilla, un joven homosexual y violento, que envía sus poemas a Leopoldo María Panero al manicomio de Mondragón, “en uno de ellos describía en perfectos alejandrinos, unas cincuenta formas de masturbarse, cada una más dolorosa y terrible que la anterior, mientras un crepúsculo de ataque nuclear cubría lentamente los barrios suburbiales de la ciudad”. Conociendo de su interés por los macarras y sus eternas ganas de incordiar, es obvio encontrar en la prolífica produc-

ción de Joaquín Sabina una oda al vicio solitario. Coitus interruptus no pertenece a ningún disco, sino al libro de sonetos, “Ciento volando de catorce”, que el músico de Jaén publicó en 2001. Cito los dos tercetos en que Sabina compara la creación poética con un coitus interruptus: “Muchos quieren brindar con los amigos varios desactivar un exabrupto, dos o tres avivar el avispero. Todos, obviando permisos y castigos, duran menos que el coitus interruptus de tantas despedidas de soltero”. En tema de masturbaciones, el cantautor español Ismael Serrano no se queda atrás, y en su canción: Yo quiero ser muy promiscuo, dice: “Yo quiero ser muy promiscuo, como todos mis amigos, ya que de un tiempo a esta parte, no duermo si no me fustigo. (…) Y por eso yo te digo que quiero ser muy promiscuo, y revolverme en el lodo del pecado original, porque estoy un poco harto del pecadillo de Onán”. Luis Eduardo Aute, el trovador de España, el poeta, el cineasta, el amigo de Silvio y Sabina y Xavier Krahe, el escritor de textos metafóricos y simbólicos, le cantó al mar, al condenado a muerte que, pese a su campaña, ajusticiaron al alba, al amor y, por supuesto, a la masturbación: “A veces recuerdo tu imagen desnuda en la noche vacía, tu cuerpo sin peso se abre y abrazo mi propia mentira. Así me reanuda la sangre tensando la canción dormida, mis dedos aprietan, amantes, un hondo compás de caricias. Dentro me quemo por ti, me vierto sin ti y nace un muerto. Mi mano ahuyentó soledades tomando tu forma precisa, la piel que te hice en el aire recibe un temblor de semilla. Un quieto cansancio me esparce, tu imagen se borra enseguida, me llena una ausencia de hambre y un dulce calor de saliva”.


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loSEspacios GUIDO MORENO

I Cuando la imagen nace antes que nosotros: Gaia nació por la noche, en Ecuador, y sus primeras fotos estuvieron en las redes sociales una hora después del festejo, la alegría y regocijo de sus padres y familiares. Esa fotografía (la de una niña recién nacida envuelta en la cobija del hospital) no era la primera que conocía el mundo. A los tres meses de gestación un ecógrafo captó la primera imagen de Gaia en el vientre materno, cuando aún era un pequeño bulto que recién comenzaba a tener forma humana. Luego vinieron las imágenes en sepia del mismo aparato, los videos en tercera dimensión, a color y en los que se escucha el ritmo de los latidos de su corazón, todo se subió a la red. La pequeña ya tenía nombre antes de nacer, gracias al aparato de ultrasonido, que confirmó su sexo en la semana veinte del embarazo de su madre. Sus padres decidieron bautizarla Gaia, como la diosa de la tierra. La tierna Gaia recibió comentarios en el muro de Facebook de su padre, sin saber leerlos; recibió likes, sin entenderlos; su foto fue compartida, sin pedirlo, entre familiares y amigos vía Twitter, Facebook, WhatsApp o por el e-mail que mandó su padre al día siguiente. A la inocente Gaia las imágenes ya la rebasaron y aún no tiene un día de vida. Acaba de nacer Gaia, una nativa digital. Su presencia virtual fue previa a su presencia real en este mundo. II Lo real o lo virtual, nada es suficiente: En Indiana, Estados Unidos, los alumnos de una escuela fueron sorprendidos y suspendidos por ver fotos de su maestra semidesnuda. Los chicos de la escuela Highland jugaban con un iPad, cuando al buzón de entrada llegaron las fotos en topless de la profesora. Se asume que la maestra sincronizó accidentalmente su iPhone personal con el iPad de los jóvenes y las fotos terminaron en los ojos curiosos de los chicos, que fueron suspendidos, mientras la profesora recibió un llamado de atención y sigue dictando clases.

YO VIRTUAL, YO REAL

Los comentarios estallaron en las redes sociales y la noticia se propagó más rápido en Internet que en el mismo pueblo donde ocurrió. La realidad activó la participación virtual en comentarios a favor y en contra de la maestra, a favor y en contra de los alumnos, a favor y en contra de la sanción, y a favor y en contra de las maestras en topless. ¿La realidad activa la opinión virtual, o lo virtual activa la participación real? Cada vez el mundo virtual parece obtener mayor protagonismo y legitimidad que el mundo real. Cada día, miles de personas se comprometen,

consciente o inconscientemente, a que su imagen esté presente y vigente en las redes sociales actualizando fotos, estados de ánimo, o adhiriendo gente como “amigos”, cuando jamás llegarán a conocerlos personalmente. Debido a esa característica, aceptada involuntariamente por los mismos usuarios, las redes sociales como Facebook configuran sus herramientas para que todo sea más público y todo menos privado. Cada vez son más públicos quienes más se conectan a esta dinámica, mientras son estigmatizados los que desean vivir fuera o alejados del mundo vir-

tual. Facebook rebasó los 950 millones de cuentas activas y más de 70 idiomas; en Ecuador, en el año 2011, de enero a julio, Facebook pasó de dos millones a tres millones de usuarios, un crecimiento del 60% en menos de un año y un equivalente de 200 mil usuarios nuevos por mes. Personas reales actuando en mundos virtuales por miles. Aún hay más. Las redes sociales no solo son Facebook, Twitter, WhatsApp, Twenti, Flickr, Tumblr, hay cientos de posibilidades y todas se prueban, todas se utilizan, todas se exploran. Un ejemplo visible de esta dinámica fue la creación de Google Plus, que hizo su aparición en junio de 2011 y


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loSEspacios Sin embargo, como en el mundo virtual nada es suficiente ni nada es excesivo, Google trabaja desde hace unos años en su Project Glass, unas gafas de “realidad aumentada”, que en teoría estarían disponibles al público en 2014 y que permiten combinar la realidad con lo virtual, haciendo posible una realidad mixta, a través de su pantalla, instalada en un lente, que capta la realidad y le adiciona información virtual. Todo se combina, se activa y pasa a formar parte de un archivo de la vida misma con soporte tecnológico que permite controlarse como un smartphone, conectarse a Internet y usar comandos de voz. Si lo real y lo virtual no son suficientes, la realidad mixta está a un paso de hacerse accesible y en tiempo real. III Aquí nadie está de más: No se sabe el número exacto, pero se cree que en Internet existe un billón de páginas web, según un cálculo realizado por Kevin Kelly, el fundador de Wired, quien en su libro What Technology Wants explica que este número multiplica por 10 las neuronas que existen en el cerebro humano, que posee un estimado de 100.000 millones. La sinapsis, un proceso humano de conexión de una neurona con otras miles, se repite en Internet, pues una página hace enlaces en promedio con otras 60. La diferencia entre la sinapsis humana y la tecnológica radica en que el cerebro humano no puede crecer en conexiones, mientras que Internet duplica sus conexiones en pocos años. Con este panorama es imposible pensar que In-

“A los tres meses de gestación un ecógrafo captó la primera imagen de Gaia en el vientre materno, cuando aún era un pequeño bulto que recién comenzaba a tener forma humana” reunió 20 millones de usuarios en 24 días, cifra que Facebook y Twitter solo conquistaron luego de dos años de arduo trabajo. Hoy Google Plus cuenta con más de 170 millones de usuarios. Cada vez más gente ingresa en lo virtual como un estado de relax de lo real.

ternet sea excluyente, que aparte o ignore a cualquier usuario, sea cual fuere su religión, sexo, género, preferencia sexual, nacionalidad, edad, adicción, parafilia o virtud. En la web puede cantar un ángel o bailar un duende, todo está permitido, si en dicotomías sencillas pudié-

semos clasificar todo lo que abarca Internet. Solo por efectos académicos quiero abordar como ejemplo Second Live (SL), para indagar un poco aquel lugar en el que siempre hay una puerta abierta. SL apareció en junio de 2003, es un mundo virtual en 3D donde los usuarios se llaman “residentes” y pueden “disfrutar” de una segunda vida. Second Live no es un juego, para muchos es una realidad ampliada, corregida o aumentada, en la que cualquiera que desee sumergirse puede adquirir gratuitamente un avatar, crearse a sí mismo como un cuerpo nuevo (masculino, femenino, o cualquier otro que desee: animal, robot, vegetal o híbridos, todo es válido), uno que quisiera tener y no tiene; una personalidad nueva que no posee, bautizarse con un nombre que sí le gusta y unas características histriónicas que carece, pero que desea. Paradójicamente, Second Live no se clasifica como juego, realidad virtual o red social, porque aquí no hay ganadores ni perdedores, no tiene objetivos o intenciones y cualquier iniciativa de clasificarlo cae en la irrelevancia. Lo que se desea es crear una segunda vida en la que se puede transitar sin temores, señalamientos o prejuicios. En SL se puede ser lo que se desee ser, nadie critica, nadie teme, nadie excluye (o pocos lo hacen). Todos los días puedes ingresar y caminar por lugares y ciudades, tener relaciones sociales, hacer amigos o tener sexo virtual o incestuoso sin remordimientos. Las compañías como Nissan, Coca Cola, Reebok, Dell, General Motors y otras tantas más también pasaron sus negocios a SL, estableciendo publicidad en una economía virtual en la que se utiliza como moneda al Linden Dólar, que equivale a 250 dólares norteamericanos. Las Maldivas abrió su embajada en SL y luego le siguieron Suecia, Colombia, Estonia, Macedonia y muchas más. La programación es abierta y libre, así que cualquiera puede crear objetos sencillos, como una pelota, hasta complejos, como un edificio, unos zapatos o una pistola. Con estas creaciones se pueden obtener beneficios económicos virtuales, que se pueden transferir a cuentas de PayPal, para transformarlo en dinero real. A partir de toda esta infor-

mación la pregunta general es: ¿Qué tiene el mundo virtual que no tenga el mundo real? La respuesta quizás es demasiado sencilla, y el ismo SL la promociona: las relaciones sociales están garantizadas. Todo el que ingrese se encontrará con alguien afín a sus intereses y gustos, por más raros que parezcan; conocerá más residentes con su nueva apariencia física y generará más interacción que la que quizás tenga en toda su vida real. Podrá ingresar a los sitios exclusivos para adultos y conocerá gente o mejor dicho “residentes”, que puedan cumplir sus fantasías, desde las de convivencia hasta las sexuales. No solamente SL, sino todo el ciberespacio, está lleno de lugares a los cuales acudir; quizás SL es solo el paradigma de lo que se puede esperar o aspirar. En Internet todos son incluidos, desde la página web del centro infantil, hasta la web del extreme porno más exclusivo. Nadie queda afuera, desde el pequeño que juega Angry Birds, hasta el usuario que tiene webcams de sexo con otros internautas o el trastornado amante de los videojuegos que coloca sus motivaciones en su muro personal virtual, antes de disparar balas reales sobre gente real en Estados Unidos. Con esta reflexión solo intento bosquejar un futuro que, como nunca antes, es de una velocidad y fugacidad violentas, pero donde la imagen es la materia prima de nuestras vidas, incluso antes del nacimiento mismo, como en el caso de la nativa digital Gaia. Un mundo en el que lo real o lo virtual no es suficiente para satisfacer las necesidades apremiantes de estar conectado a lo nuevo; y donde lo virtual se vive con mayor intensidad que la vida misma, como en Second Live. Un mundo que trasciende entre lo palpable y lo virtual y salta de un plano al otro sin mayores problemas, aunque el individuo no lo asimile completamente ni lo crea necesario. En esta casa, la del ciberespacio, cabemos todos y sin embargo exigimos más. Más velocidad, más realismo, más conectividad, más de todo y para todos; pero sobre todo, un mundo que abarque a todos los mundos, como lo que pretende el ambicioso emprendimiento de Google con su Project Glass de realidad mixta. Ese mundo nos espera y ese mundo es al que paradójicamente aspiramos.


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espECial CARLA BADILLO CORONADO

UNO. La última semana de 2012 fue una de las más bizarras de mi vida. Luego de una serie de peripecias en Surinam (el estado más pequeño geográficamente de América del Sur), visité un barco de carga cuyo capitán y tripulantes fue lo mejor que me pasó en el viaje. De haberlo embarcado definitivamente habría llegado en poco menos de un mes a Baltimore, donde luego de visitar la tumba de Edgar Allan Poe, lo más probable es que hubiese cruzado a San Francisco. Posibilidades que se barajan a mil por hora sobre la mesa del viajero. Pero luego las cosas se tornaron aún más extrañas en esa lejana tierra del Caribe, propias de una película de Lynch o Tarantino, y sin más, por primera vez, adelanté mi regreso. Así que empecé el año literalmente volando. Con tanto sueño y un sinnúmero de conexiones que acabé por embarcar un avión que no era el mío (pero esa es otra historia). Finalmente en Quito, en mi cama, con mis libros. Nuevamente la calma, y el Silencio necesario para transcribir mis diarios de los últimos viajes. Vuelvo al Sur, como diría Goyeneche. Y soy feliz ahora, porque en las horas más tristes, en la distancia, el beso de mi madre es lo que me hacía falta. Y ahora lo tengo. DOS. Nunca tuve claro por qué viajé a Surinam. Podría remontarme a Barcelona y a un cruce de palabras frente al Palau Güell o, en consecuencia, una despedida definitiva. Pero nada de eso viene al caso. El punto es que nunca antes me sentí tan extranjera. Por primera vez me subí a un avión sin saber casi nada sobre el lugar que me dirigía. Llevaba a cuesta el peso de otro viaje reciente, ocho horas por tierra desde Pasto a Quito, para luego cargarme dieciséis horas más, entre vuelos y esperas. En la última conexión, en Trinidad y Tobago, me retuvieron en una sala de observaciones alegando que no tenía visa para ingresar a Surinam (¡!), así que en ese punto habían dos alternativas: que me deportaran o que buscara mi suerte por las peligrosas calles de Puerto España. Ni la una ni la otra. Por esas cosas de la vida, conseguí la visa al llegar al aeropuerto de Paramaribo, la ca-

Vagón 204

LAS VOCES DE SURINAM

pital de Surinam, llenando un formulario tan largo como imagino será el testamento de Bill Gates, más una tarifa de 45 dólares. Y listo. Welkom bij Suriname, algo que resultaría imposible en cualquier país del primer mundo. TRES. Surinam es la Torre de Babel. Fueron las voces las que marcaron mi viaje. Las voces en idiomas que nunca entendí. Surinam es una de las sociedades más multilingües del mundo. Por ser ex colonia holandesa, el neerlandés es su idioma oficial, pero también se habla, por lo menos, diez lenguas más, entre ellas el mandarín, el hindi, el javanés, y media docena de lenguas criollas, siendo la principal el sranan tongo, un idioma creado por esclavos africanos en el siglo XVII, que toma prestadas palabras del inglés y el portugués. Basta dar un paseo por el centro de Paramaribo para darse cuenta de ese cocktail fonético. Todas las oficinas atienden en holandés, los programas de televisión se transmiten en inglés, y no hay parques ni plazas donde no se escuche el sranan tongo. Los cánticos de todas las religiones están a la orden del día. Hay iglesias católicas (incluyendo la catedral, el edificio de madera más grande de América), varios templos hindúes, y algo insólito en el mundo (sólo comparado

con Sofía, la capital de Bulgaria): una sinagoga erigida justo al lado de una mezquita. Voces y más voces que solo Yahvé, Alá, Buda o Shiva, supongo, entenderán. Los rótulos, desde luego, para alguien que no sabe el idioma, lejos de guiarlo lo confunden aún más. Algo que volvería loco a cualquier extranjero que odia perderse. Pero yo, que suelo hacer de la pérdida un lujo, me dediqué a vagar por las calles de Paramaribo con un claro y único objetivo: escuchar. CUATRO. Sueño con un hombre al que se le hayan olvidado las lenguas de la tierra hasta que en ningún país pueda entender lo que la gente diga. La frase la escribió el escritor búlgaro, de origen sefardita y expresión alemana, Elias Canetti, en su relato “Las voces de los ciegos”, como parte de sus experiencias en la ciudad de Marrakesh, en 1954. Mientras bebía una cerveza al pie del Río Surinam, en la zona del Waterkant, fantaseé con la idea de que todas las lenguas del mundo se me habían olvidado, y por lo tanto me dediqué a la fruición de oír sin comprender. La noche se había instalado definitivamente y las voces de hombres y mujeres que paseaban por el boulevard me llegaban tan nítidas como instrumentos mu-

sicales, abiertas a todos los sentidos. Solo entonces empecé a disfrutar. CINCO. En el mismo relato, Canetti se plantea una serie de preguntas que parecerían trilladas, pero que nunca antes tuvieron tanto sentido: ¿Qué hay en el lenguaje? ¿Qué es lo que oculta? ¿Qué es lo que nos quita? Y a continuación relata: “Durante las semanas que pasé en Marruecos no intenté aprender árabe ni ninguna de las lenguas bereberes. No quería perderme nada de la fuerza de aquellas lenguas foráneas. Quería que los sonidos me llegaran tal y como eran, sin debilitarlos de ningún conocimiento artificioso e insuficiente. No había leído nada sobre el país. Sus costumbres me resultaban tan extrañas como sus habitantes. Lo poco que, en el curso de una vida, llegamos a saber sobre cada país y cada pueblo, se me desvaneció allí en las primeras horas." Sólo una traducción pedí ese día. Fue cuando tropecé con un monumento, y tras observarlo por varios minutos, un vagabundo me dijo en inglés: ¡era poeta! En efecto, se trataba del surinamés Henri Frans de Ziel, más conocido como Trefossa. A su memoria brindé con vodka, al pie de uno de los muros donde estaba inscrito un poema suyo en holandés, del cual el vagabundo tradujo para mí uno de los versos: “penetrar la piel del tiempo”. Entonces me senté a observar el fin del mundo, entre juegos pirotécnicos, olor a pólvora y una luna preñada en la parte más vieja de Paramaribo. SEIS. Fue así como me exilié de mi propio viaje, convirtiéndome en una verdadera extraña. Por primera vez no me interesaba involucrarme en la vida de los habitantes de la ciudad que visitaba, para únicamente gozar de la contemplación fonética, de ese juego de sonidos y voces a los cuales yo atribuía diversos significados de acuerdo a los dictámenes de mi imaginación. Lo que inicialmente me había generado vértigo por no poder entablar un vínculo con los personajes del camino, se convirtió en un nueva aventura. No se equivocó Canetti al afirmar que “cuando viajamos lo aceptamos todo, la indignación la dejamos en casa. Observamos, escuchamos y nos emocionamos por las cosas más terribles, porque son novedosas. Los buenos viajeros son implacables.”


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temACentral

La aventura amorosa y sus personajes ABDĂ“N UBI DIA


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temACentral MATRIMONIO, PASIÓN, AVENTURA AMOROSA Si el un extremo de la Aventura amorosa es la Pasión, el otro es el amor conyugal, el Matrimonio. Las razonas profundas del matrimonio: encarar los grandes momentos, los grandes hitos de la vida humana. Es el rito de paso que ordena a los demás y les garantiza un lugar estable en el devenir humano: hacer la casa, construir el hogar, tener hijos y criarlos: compartir la fortuna, la alegría, y encarar la desdicha, la enfermedad y la muerte. No en vano todas las culturas lo han inventado y preservado. Y no sólo la judeo-cristiana. La familia es la mínima célula social, como saben los antropólogos. Y su núcleo es la pareja. Pero el amor conyugal no es una condición sine qua non del matrimonio. Aún hoy existen sociedades poligámicas, o poliándricas. Y en el viejo Oriente, a veces los novios no se conocen. Y saben que estarán obligados a edificar su amor como si fuese una casa, porque en el fondo lo es. También ocurre en Occidente. Antes, con alianzas políticas que aseguraban la paz o la grandeza de los reinos. Y el enriquecimiento forzado, por cierto. Según Rougemont, quienes defendían, en el s. XII europeo –por oposición a los abusos de los señores feudales-, el amor fiel y fundamental, llegaron a declarar que el amor y el matrimonio no son compatibles. Hoy las formas son más atenuadas. Pero los matrimonios “por conveniencia” y los acordados por las familias son frecuentes. Entonces, los lazos afectivos se entretejen y se van formando al ritmo de la vida real y concreta, con la voluntad previa de que así tiene que ser. Es una sabiduría anticipada, venida de la experiencia de milenios, la que sostiene el matrimonio. AMOR Y PASIÓN El amor conyugal y la pasión se contradicen. Que la pasión devenga en matrimonio, ocurre. Pero entonces, muy pronto, dejará de ser pasión y se volverá amor. Que el amor conyugal termine en pasión solo es dado observar cuando el convivir cotidiano, normal y normado se rompe por una separación intempestiva, una “traición”, una ruptura o la amenaza o realidad de la muerte, que iguala en el

dolor matrimonio o amantazgo. No de otro modo se explican, salvando todas las distancias, desde el Taj Majal hasta La Amada inmóvil de Amado Nervo y qué decir de Otelo. La pasión solo es posible en el límite y el peligro; es decir, acosada por la conciencia del fin. O certificada por ella, como ocurre, en otros ámbitos y en otros deseos, fuera del matrimonio, en plena Aventura amorosa, cuando la muerte la termina, con los homenajes póstumos del emperador romano dedicados a su joven efebo muerto, Atínoo, según lo relata Margarita Yourcenar en Memorias de Adriano. Pero, mientras impera el puro sentir de lo cotidiano, en esencia, el amor conyugal, ya establecido, descarta la pasión porque es su contrario natural. Ese amor ordena, la pasión desordena. Ese amor es “cuerdo”, la pasión es “loca”. Ese amor quiere ser eterno: “hasta que la muerte nos separe” es su mandato y advertencia. “Vosotros,

los que aquí entráis, abandonad toda otra esperanza”, puede inscribirse en su pórtico. La pasión, como lo sentencian los filósofos, temen los poetas y narran los novelistas, tiene que acabarse. O sanarse. Porque es una enfermedad del corazón y de la cabeza que convulsiona la vida normal, que la trastorna y amenaza. ¿ETERNIZAR EL AMOR? El amor conyugal: con-yugal: con-yugo, ha de mantenerse, eternizarse en la tradición familiar, en la memoria de los hijos, nietos y demás. Ha de perdurar en escrituras y lápidas. En apellidos legítimos y memorias sociales. Su definitiva consumación será la muerte. La prueba es que sobrevivirá a ella. Será historia legada: la sociedad se encargará de que así sea. Para eso están las genealogías y los álbumes familiares. Y las herencias. Pero mientras dura la vida, el matrimonio hará del sexo una

práctica segura, una exigencia reproductiva, una costumbre, un rito establecido, un hábito de higiene social. Y generará sentimientos sostenidos: el cariño profundo, la solidaridad, la complicidad, la ternura, la preocupación. Y, por momentos, sus contrarios también. Cuando esos contrarios predominan; cuando el desamor, el displacer, el rencor, la incomunicación predominan, el divorcio, también un acto social y normado, es la salida extrema. No siempre ocurre y los matrimonios tristes y falsos abundan. Si nos aferramos a la imagen de la casa como principal metáfora del matrimonio, diremos, entonces, que solo sobreviven, en ese caso, la construcción, la infraestructura, los muros y los muebles helados. En el fondo, la necesidad económica o la fachada pública. Un mausoleo también puede tener la apariencia de una casa que se hunde en la tierra. La ciénaga del matrimonio, escribió Ka-


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temACentral “...los lazos afectivos se entretejen y se van formando al ritmo de la vida real y concreta, con la voluntad previa de que así tiene que ser.”. wabata. Con la institución del matrimonio se ha legitimado la desesperanza, dice el lascivo Capodistria en la Justine de Durrell. El matrimonio exitoso, por el contrario, renunciará a libertades del deseo y a las tentaciones y vivencias posibles que el mundo ofrece pródigamente. Los fundamentos religiosos y morales vendrán en su auxilio. También la costumbre, la ideología, la conciencia de la posesión segura. El miedo al vacío y a la pérdida del todo. Hay una fidelidad forzada, elegida, en las parejas que vienen de relaciones anteriores frustradas. El temor a un nuevo fracaso. Pero hay también la construcción de un proyecto de vida que funde o prolongue una dinastía. La literatura y su nuevo género, el cine, abundan en ejemplos de matrimonios ciertos o falsos. O ejemplares. La Úrsula y su José Arcadio de Cien años de soledad son la pareja conyugal emblemática: fundarán un pueblo. Una dinastía nacerá de ellos. No en vano hay tanto saber bíblico metido en esa novela. Nadie duda de que ahora los matrimonios duran menos, son “menos eternos”. La liberación femenina, el trabajo y la preparación de las mujeres, su incursión en la política, las migraciones económicas, las han arrancado de la casa y las han lanzando al mundo. Los tiempos de El cantar de los cantares del rey Salomón, esa joya del amor conyugal, parecen cada vez más lejanos. Hay países, como Estados Unidos, en los cuales el 40 por ciento de los matrimonios terminan en divorcio. Charles Fourier, el gran utopista y detractor del matrimonio del s. XVIII, estará riéndose en su tumba. Pero su entusiasmo no será total: más de la mitad de los

matrimonios aún sobrevive. Ayudándose, por cierto, con Aventuras amorosas reales o imaginarias. LA CAÍDA DE UN DICTADOR La disminución del pater familias vertical, ese dictador doméstico derrocado, presente como proveedor (o padre-hermano), o ausente en las cada vez numerosas familias monoparentales, ha dado origen a incontables transformaciones del núcleo familiar y ha potenciado el rol de la madre (los hombres se han “madretizado”, dice Francisco Proaño Arandi). Habrá que preguntarse, más allá de los roles delegados o imaginarios de la figura paterna, si la vigencia del complejo de Edipo freudiano es, ahora, posible. Hace tan solo unas décadas, los herederos, a su manera, de Dostoyevski, no vacilaban en escribir imprecaciones o invectivas contundentes: Los padres son el mal mismo, representan todo lo feo que hay en el hombre… proclamaba un personaje de Mishima, en El marino que perdió la gracia del mar… Los lazos de la paternidad están podridos, escribió Sartre en su autobiografía Las palabras… La libertad no comienza cuando los padres son rechazados o enterrados, sino cuando no hay padres: cuando el hombre nace sin saber de quién es hijo. Cuando nace de un huevo tirado en un bosque, poetizar Milan Kundera en su mejor novela: La vida está en otra parte. Hay, pues, que preguntarse si hoy tanta contundencia parricida es todavía posible en Occidente. Por otro lado, al menos en el ámbito de las clases medias actuales, los hijos (se vayan o no de las casas familiares), en gran medida, rehuyen las relaciones prolongadas: se refugian en el sexo casual y en los grupos de amigos, incluso en la vida marginal de las pandillas de hoy. Desde los vagabundos o beatniks de Keruac, los chispos de Bukowski, hasta los jóvenes japoneses occidentalizados de Azul casi transparente, de Ryu Murakami. O sea que nunca como hoy la Aventura amorosa ha sido tan universal y global. Y mientras más se sepa de ella, será mejor. Hemos dicho que la Aventura amorosa, frágil, perentoria, es el paso previo tanto del Matrimonio que le da fin, como de la Pasión que quiere, en vano, prolongarla. UNA AVENTURA… La gran pregunta es si la Aven-

tura amorosa ¿no terminará sustituyendo al viejo matrimonio? O, quizá, complementándolo. Sobre todo en estos días, en que un fenómeno masivo ya, el de los “matrimonios de ocasión”, hechos con el exclusivo propósito de legalizar, a cambio de una paga, la situación de los inmigrantes indocumentados, es ya una realidad en buena parte del mundo. Pero los matrimonios blancos y, a veces, perversos, han existido siempre. En la obra entera de Bergman, sobre todo en su serie Escenas de la vida conyugal, puede vérselo bien. Parejas que se odian pero no logran separarse, sino cuando la relación se vuelve intolerable, pero cuyo afán mayor es el de preservar, a cualquier costo, sus matrimonios. Ibsen, en Casa de muñecas, Tolstoi, en su Sonata a Kreutzer, Dostoyevski en La mansa; Tanizaki, en La llave, y cientos de obras emblemáticas de la literatura y el cine, narran la perversión conyugal de mantener el matrimonio a pesar de sus momentos de odio real. Algo que Wilheim Reich acepta como inevitable. ¿Es solo la fuerza de la costumbre, la inercia de la convención social, lo que propicia tal comportamiento perverso? Creemos que no. De otro modo, los psiquiatras no admitirían lo que llaman folie a deu. No, porque más allá de la incomunicación, el recelo, el rencor y hasta la renuncia al sexo, esos matrimonios nos enseñan, simplemente, que otras formas de amar son posibles. Porque el apego, el cariño profundo, y/o el miedo a la soledad son más grandes. Y los matrimonios dulces, fieles, pueden, al contrario, preservar su cariño, su ternura, el amor tranquilo y sin sobresaltos, sin cuestionar jamás el estatuto de la pareja. Pero no se sabe bien cuántos lo logran o se sostienen en el puro amor conyugal, siempre distinto de la Aventura amorosa. O sea que matrimonio y Aventura amorosa no tienen por qué contradecirse. Son dos formas, dos planos distintos del amor. El Cónyuge cotidiano y el Amante heroico pueden compartir dos escenarios diferentes. Uno visible. Otro secreto. Dos personajes distintos y una sola persona verdadera. Quizá, en lo profundo del ser humano coexistan dos corazones: uno que ansía la seguridad, el calor del hogar, y otro: aven-

turero, heroico, arriesgado. Siempre el nómada torturará la cabeza del sedentario; siempre el sedentario torturará la cabeza del nómada, escribimos alguna vez. Acaso esa dualidad, fuente de tantos conflictos, determine la inmanencia del amor conyugal y de la Aventura amorosa. Su tenacidad milenaria. Si le creemos a la bio-antropóloga Helen Fisher, el apego (que nosotros entenderíamos como más propia del amor conyugal) y, de otro lado, el fervor sexual o el amor romántico (que asimilaríamos, más bien, a la Aventura amorosa), hasta ocupan sectores distintos del cerebro humano. SOLO PARA TUS OÍDOS Este libro, que llamé así: La Aventura Amorosa, está hecho para que ese reconocimiento sea posible. O por lo menos para que ella, la Aventura amorosa, llegue a ser admitida, de modo privado, personal, como un derecho individual, como una “amante” esporádica y necesaria; como el espacio de libertad y locura festiva que acompañe, “infielmente”, el normal y normado amor del matrimonio, mientras éste subsista. Si la amante o la concubina fueron figuras admitidas por tantas sociedades, es hora ya de que, en la sociedad actual, vertiginosa o provocativa, haya un espacio para las relaciones efímeras y cambiantes, que refresquen, como flores, cada tanto, los

“Pero mientras dura la vida, el matrimonio hará del sexo una práctica segura, una exigencia reproductiva, una costumbre, un rito establecido, un hábito de higiene social.”.


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temACentral momentos de tedio del amor conyugal. O pongan treguas felices en los solitarios que no quieren o no pueden renunciar a su soledad; sea porque la han elegido como una forma de libertad perpetua; sea porque, como en el caso de las jóvenes “sobrecalificadas” de hoy, ejecutivas y bien equipadas con títulos académicos y currículos abundantes, no encuentran, en sus caminos exitosos, parejas que quieran cargar con obligados roles secundarios. No pasión devastadora, si se corta a tiempo; no matrimonio establecido, la Aventura amorosa se yergue, en su bella fragilidad, al menos cuando empieza y no ha terminado en Pasión, o en Matrimonio, como la posibilidad de la alegría y el placer, como el regalo periódico del mundo que, en nuestra esquizoide vida actual, ha de transcurrir y acabarse, como todo lo humano, y a la cual deberemos admitir como un derecho natural. Una joya del “arte efímero”. EL SECRETO COMO UN DERECHO Quedan, en lo dicho, algunos cabos sueltos: la cuestión del dolor, de los celos, de la traición sentida por el otro; la reacción de la pareja sorprendida por la “simple” aventura del cónyuge infiel, su no admisión. Es un problema ético, sin duda. El dolor infligido al otro, a veces gratuitamente, es, sin duda, un asunto moral. Solo que ocurre. Y muchas veces. Hay quienes logran conjurarlo con el sencillo gesto de salvar lo clandestino de la Aventura amorosa como inherente a ella, una forma de ejercer una economía del dolor. El secreto como un derecho. Y una salvaguardia. Acaso haya una razón profunda en tal comportamiento. La certeza de que nadie puede tener al otro, o tomar posesión de su conciencia entera, de su libertad, diría Sartre, excepto en la pasión alucinada, que no es propia del amor conyugal, pues el principio de realidad rige en él. Si esto es así: si yo no puedo apropiarme de mi cónyuge, vigilar sus deseos, miedos y apetitos, entenderlo hasta el fin, volverlo “cosa”, en propiedad privada, entera, el tener y el ser en una sola entrega, comprar su alma, cosificarlo así; entonces será legítimo pensar que, de su lado, la imposibilidad se mantiene: que también soy incog-

temACentral acepten su Aventura amorosa como un derecho para aprovechar algo más de las riquezas del infinito mundo, siempre acuciosas y difíciles de retener; algo más de lo que su vida breve, a veces, las más, gratuitamente, en nombre de una moral inútil, les obliga a renunciar o desperdiciar. Si alguien cree que estas notas se agotan en un elogio simplón

noscible, inapropiable, inentendible, secreto de algún modo para él, y entonces la solución viene de suyo: ¿por qué no puedo usar mi rincón de deseos y sueños, enteramente míos, como una fortaleza muy privada, como una soledad asumida y transformada en libertad? ¿Por qué no puedo callar, por ende, mis aventuras y amoríos, volverlos clandestinos para ahorrar y ahorrarme sufrimientos inútiles? ¿Por qué no puedo respetar la privacidad de

“La prueba es que el duelo es un ejercicio que deben cumplir, en lo profundo del dolor personal, cónyuges viudos o divorciados, o amantes separados.”.

“¿Por qué no puedo hacer de esa condena, mi soledad, el espacio privado, propio, mío, para realizar mis ensueños, mi libertad?”. mi pareja reprimiendo mis propias inquietudes? ¿Una relación de secretos admitidos, de espacios propios, no será la fórmula natural que ayude a preservar la relación de las nuevas parejas? SOLEDAD Y LIBERTAD La ley de la soledad es directa: naces solo, mueres solo, e incluso las grandes decisiones, cuando logran ser libres, como la de casarte, las tomas en soledad. ¿Por qué no puedo hacer de esa condena, mi soledad, el espacio privado, propio, mío, para realizar mis ensueños, mi libertad? ¿Para qué romper el corazón de mi pareja establecida, cuando indudablemente la amo, con una supuesta verdad que nunca va a entender? ¿Como yo tampoco entendería la suya, si fuera el caso? En la única y breve vida que tienes, lo que puedes obtener de los infinitos bienes del mundo es muy poco. Un solo amor fiel y eterno, en la multidiversa oferta de tentaciones que nos llaman, es una forma del ascetismo. Una renuncia casi religiosa a los disfrutes que mi deseo legitima y que, de todas maneras, apenas podré aprovechar, tal es su infinita va-

riedad y abundancia. Queda la otra posibilidad, la de abrir las cartas, optar por el matrimonio abierto, o la pareja abierta, al modo de tantos artistas, sobre todo: cada quien sabe de las aventuras del otro; pero los riesgos son muy grandes, como puede leerse en los libros autobiográficos y novelas como La invitada o La mujer rota, de Simone de Beauvoir. En esas novelas, como en tantas otras, como en la vida misma, la pareja conyugal no soporta lo

que, para ella, solo puede ser una traición. Con respuestas, a veces trágicas, como la de Medea, de Eurípides, que mata a sus propios hijos para vengarse de Jasón, su cónyuge “traidor”. PASIÓN VS. FELICIDAD ¿Es posible querer y ser felices? Se preguntaba Wittgenstein. Y Nietzsche había sentenciado: ¿Y quién ha dicho que estamos en el mundo para ser felices? Estas dudas valen tanto para el Matrimonio estable como para la

La aventura amorosa y sus personajes, Abdón Ubidia En estas páginas fluidas e intensas, los lectores y lectoras encontrarán una de las aproximaciones más sensibles y lúcidas respecto a uno de los hechos humanos que atraviesa por igual la historia privada de las sociedades de todos los tiempos y a los sujetos que las habitan: la aventura amorosa, territorio en la que el torbellino de las pasiones permite que se configuren aquellos personajes -el Amado y la Amada, entre otros- que desde la clandestinidad han hecho posible que el amor (consignado como “ilegal”) no solo sea una “llama doble”, sino que siempre se exprese como un incendio voraz e implacable. Raúl Serrano Sánchez

Pasión. Dos jamás serán uno, pero el matrimonio defiende, desde las leyes, o del cariño profundo, esa díada, esa “unión dual”. Lo mismo ocurre con la Pasión. Como hemos dicho, cuando el Amado asume la condición de Amante, Amante de su amante y Amado de su amado, en ese trato de complicidad alucinada, el uno cree sentir el cuerpo y la conciencia del otro como si fuesen suyos. La piel del otro como suya. Y el otro le responde de la misma manera. Allí, “una manga siente a otra manga”, como decía Graham Greene, en El final de la aventura. Es la empatía, la fusión perfecta de dos en uno. Solo que tal realidad no es “objetiva”. Es imaginaria, embrujo mental. Más allá de los intercambios hormonales y las consonancias neuronales, los cuerpos prosiguen sus metabolismos propios, sus mandatos corporales, sicológicos y sociales, su viaje irrevocable hacia el fin. Porque dos son dos. Y ni las leyes ni la obsesión pueden contra esa realidad contundente. Es la hora en que el principio de realidad se impone sobre el principio romántico. Y la muerte, real o simbólica, devuelve a la soledad a quien creyó su-

primirla. La prueba es que el duelo es un ejercicio que deben cumplir, en lo profundo del dolor personal, cónyuges viudos o divorciados, o amantes separados. Pero no es de la muerte sino de la vida de lo que se ocupa la Aventura amorosa. Mientras más efímera y superficial sea, más se acercará al placer y a la alegría. Será vida triunfante. Vida que empieza. O reempieza. Si se prolonga, tal es su riesgo, devendrá pasión, es decir, la forma exasperada de la Aventura que, además, será “actuada” por sus mismos personajes. El autor de La Aventura amorosa, no quisiera, jamás, que ésta sea entendida como un mensaje social, en la acepción estricta del término. Como un mensaje pretencioso para que la sociedad entera cambie y admita a la Aventura amorosa como una más de sus instituciones implícitas. De ninguna manera. Nuestro libro está dirigido (en este momento en que se ha impuesto la civilización individualista) a los individuos puros, a los corazones solitarios para que, en la soledad propia que su condición humana les impone,

del adulterio, qué pena. Simplemente porque el adulterio siempre será mucho más que la sola destrucción de la norma. Quizá sea oportuno citar una de las hermosas frases de Durrel en Justine: “El amor apasionado, aunque tenga por objeto a la propia mujer, es también adulterio”. Acaso era una respuesta al mentado Rougemont, quien decía que toda pasión reviste la forma del adulterio. Y si el secreto personal, íntimo, de la Aventura, se devela, y una crisis de pareja sobreviene, también será oportuno recordar lo que decía un personaje de Sonrisa de una noche de verano, de Bergman: “Uno no puede proteger nunca ni a una sola persona, ni de un solo sufrimiento”. O sea: si quieres vivir es imposible no salpicar con dolor la vida de los otros. Intentemos definir ya la Aventura amorosa: es lo posible que puede ser necesario. Algo que está allí, como una opción perentoria que puede transformarse en una realidad conyugal o pasional. Una relación amatoria amenazada, pública o clandestina, que busca insertarse y representarse a sí misma de modo real o virtual, en un mundo ya hecho.

RECOMENDADOS

El arte de amar, Erich Fromm Fromm en este libro nos explica que el amor no es sólo una relación personal, sino un rasgo de madurez que se manifiesta en diversas formas: amor erótico, amor fraternal, amor filial, amor a uno mismo…

Amor Líquido, Zygmunt Bauman El miedo a establecer relaciones duraderas, más allá de las meras conexiones. Los lazos de la solidaridad, que parecen depender de los beneficios que generan. Bauman analiza el amor desde el fenómeno de la modernidad.

Sobre el amor, Carl Gustav Jung El recorrido a través del Eros (“gran vinculador y desligador”), de la relación entre los sexos, el matrimonio, la comunidad y la relación terapéutica, pone de manifiesto la importancia que para Jung tiene la relación humana.


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venTAna De las palabras a los hechos CONSTRUCCIONES PRESTADAS MARÍA DEL PILAR COBO El español ha tomado prestadas palabras y expresiones de otros idiomas, puras o adaptadas, y los resultados han sido satisfactorios o trágicos. Uno de estos préstamos es la construcción de ‘sustantivo + a + infinitivo’, que procede del francés. Y este es un préstamo que se ha asentado de tal manera en el español que ya a nadie le parecen extrañas expresiones como ‘temas a tratar’ o ‘ejemplo a seguir’. Pero ¿es correcto usar esta construcción en el español? Lo veremos a continuación. En realidad, la RAE no proscribe el uso de ‘sustantivo + a + infinitivo’, pero indica que solo debe usarse en ciertos casos. Advierte que el verbo en infinitivo deber ser siempre transitivo, por ejemplo: ‘Las materias a estudiar’ (estudiar es transitivo), pero no podemos decir ‘El sendero a caminar’, pues el verbo caminar es intransitivo. Si hay dudas, cabe transformar la construcción y conjugar el infinitivo, así es posible ‘Estudio las materias’, pero no ‘Camino el sendero’ (lo correcto es ‘Camino por el sendero). La RAE también anota que esta construcción no funciona con voz pasiva, pues el verbo en infinitivo tiene este sentido. Es redundante, por ejemplo, ‘Los temas a ser discutidos’, lo correcto es ‘Los temas a discutir’ (discutir también es un verbo transitivo). Asimismo, nos indica que es “normal” esta construcción con sustantivos abstractos como tema, problema, asunto, etc., junto con verbos del tipo realizar, tratar, analizar, etc. Sin embargo, muchas veces esta construcción genera redundancias, como ‘un ejemplo a seguir’, pues es obvio que los ejemplos se siguen. En este caso, con la palabra ejemplo es suficiente. Además, aunque esté aceptada la construcción, muchas veces es irrelevante, y podemos usar el relativo que, como en ‘temas que tratar’ (en lugar de ‘a tratar´). Esto último depende de los gustos de cada uno, pero es mejor usar la construcción original que un préstamo.

María del Pilar Cobo (Quito) Profesora de Redacción, lexicógrafa y correctora de textos. Máster en Edición de la U. de Salamanca, Magíster en Lexicografía Hispánica de la Escuela de Lexicografía Hispánica de la RAE, ex becaria de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y ha colaborado en varios proyectos lexicográficos. Miembro fundadora de la Asociación de Correctores de Textos de Ecuador (Acorte). Preguntas y sugerencias: pilicobo@gmail.com

El qué del otro ¿Yo qué soy? en Carlos Edmundo de Ory MARCO FONZ

I “…cuando me interno en el terreno de la voluntad o del pensamiento espeso, yo no sé todavía el mensaje que traigo, pues el espíritu que sale por mi letra es por el momento un espíritu revolucionario, más bien destructor y característicamente demoniaco. No soy más que un poeta, un lírico feroz y una voz iluminada que canta libremente…”. El párrafo anterior fue escrito el domingo 2 de diciembre de 1950. Su autor contaba con 27 años. Hacía cinco que había llegado a Madrid proveniente de su natal Cádiz. A los 21 años se preguntaba: “¿Por qué estamos rodeados de auroras de la muerte?”. Y a los 25 años afirmaba con clara visión delirante: “¡Jóvenes algo profundos, me oiréis! Tarde o temprano saldré yo con mis libros, como ahora salgo con mis barbas. Como mis barbas de fuego turbador que serán mis ideas y mis profecías”. Carlos Edmundo de Ory nace el 27 de abril de 1923. Gaditano con raíces marinas y árbol universal. Poeta de posguerra, representa en España una de las voces de las vanguardias europeas. De hecho, junto con Eduardo Chicharro hijo y Silvano Sernesi fundan en 1945 el “postismo”, y en 1951, junto con el pintor Darío Suro, funda el “introrrealismo”. Estos dos movimientos lo hacen en sí mismo ser “la vanguardia” en la España de posguerra. Carlos Edmundo de Ory “pertenece a una estirpe de escritores para quienes vida y obra forman una indisoluble unidad”; esto lo dice Gloria Rey Faraldos refiriéndose a Gérard de Nerval, pero creo que es igual de válido cuando hablamos de Ory, ya que su poesía, cuentos, novela, ensayos, diarios y vida

son un solo ser, un golem maravilloso que nos lleva de la mano a visitar el mundo del hombre y los mundos del más allá. II La historia del poeta Carlos Edmundo de Ory comienza desde sus padres. Su madre le escribe contestando a la pregunta del poeta sobre su nacimiento: Carlitos, tu hora de llegar al mundo fueron las seis de la tarde, creo que era viernes, pero exactamente no te lo puedo decir, pero por la mañana fui a misa y tengo idea de que era viernes: ya sabes que te caíste al suelo al nacer, y por poco me muero yo, y que cuando tenías un mes te salió un bulto en la cabeza y por poco me vuelvo loca, y quise llevarte a todos los médicos de Cádiz y tu padre fue a rogar al decano de la Facultad, que ya estaba jubilado y no visitaba, que fuese a verte, y fue y le dije que al nacer te habías caído, y yo lloraba tanto que después de un reconocimiento completo se volvió a mí y me dijo: “Tranquilícese, señora, que el niño está bien y será un talento cuando sea mayor”. Esto lo predijo Rodrigo Labin, aquel señor de las barbas largas. [Marín, 28 de junio de 1961.] Y su padre, el poeta modernista Eduardo de Ory, quien fue amigo de Rubén Darío y Amado Nervo, escribió un poema a su hijo en el que afirma: “Tú serás poeta, / poeta preclaro; / ¡serás… mi obra magna / y mi mejor lauro!”. Y en efecto, Carlos es, por sobre todos los oficios, poeta. El joven aquel que comienza sus diarios en 1944 en Madrid, es desde ese momento un escritor, un poeta. Joven que ve fechas y datos de lugares como

parte de la prosa o del poema. Joven que escribía: “A veces escribo algo tan hermoso que me horrorizo de saberme desconocido”. Afortunadamente ni el tiempo ni la censura de algunos críticos y poetas en España, ni el olvido ni la mala memoria de los seres humanos lograron callar u ocultar la obra monumental de Carlos Edmundo de Ory. III Poeta, el más humano y mágico de los poetas que he conocido. Tengo la mala manía de ir a buscar y conocer a los poetas vivos. Me gusta saber cómo son a la par de los poemas que escriben. Y me he llevado sorpresas gratas y experiencias desagradables. Con Carlos Edmundo de Ory el encuentro es, en verdad, de lo más luminoso y afortunado. He leído casi todos sus libros y mi carne ha dejado de ser triste. Poemas que son el amor creado y creador. El matrimonio de lo cordial y la imaginación, la lucidez diversa, el estudio del ser y el todo en su poemario Técnica y llanto. La lucha por recuperar la inocencia, la lucha por la confianza, la crítica, el humor y la investigación de lo ilegible. Poemas que van desde lo que él llama “aerolitos”, poemas que son como aforismos, hasta su poemario Música de lobos, que, nos dice, es su libro profético. Poeta-mago, poeta-demiurgo, poeta-visionario, poeta-místico y poeta-Ory son los estados de conciencia y luz que hacen de sus poemarios una experiencia de asombrosa calidez existencial. Carlos Edmundo de Ory es un poeta a quien no le gustan las entrevistas, ni los con-


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venTAna RECOMENDADOS

Tratado sobre la infidelidad, Julián Herbert y León Plascencia Ñol Ganadora del Premio Nacional de cuento Agustín Yánez 2008, esta colección de historias enfoca desde ocho perspectivas distintas las servidumbres y glorias de un tema en el que la mitad del mundo no quiere ni pensar y la otra mitad no puede sacarse de la cabeza: la infidelidad.

El cuerpo en que nací, Guadalupe Nettel Inspirada en la infancia de la autora, el libro cuenta la historia de una niña con un defecto de nacimiento en un ojo. Su vida, durante los años setenta, se ve influida por su escasa visión, pero también por la ideología dominante en esa época, por el matrimonio abierto de sus padres.

Ideas. Historia intelectual de la humanidad, Peter Watson El autor de este libro se remonta a casi tres millones de años atrás, con la invención del hacha de sílex, para explorar los primeros lenguajes, el nacimiento de los dioses, el origen del arte, la filosofía y la ciencia, o las profundas consecuencias de la creación del dinero.

La maldad de escribir, Varias autoras Este libro, con el prólogo de María Negeroni, recoge el trabajo de nueve poetas latinoamericanas del siglo XX: Cristina Peri Rossi, Olga Orozco, Ana Cristina Cesar, Fina García Marruz, Blanca Varela, Elsa Cross, Marosa di Giorgo, Cecilia Meireles y Amelia Biagioni.

cursos de poesía, ni que ningún premio de poesía lleve su nombre, ni la televisión. Le gusta dialogar y que cuando uno esté en su casa investigue todos los objetos que forman su mundo. Compartir es parte vital de sus poemas. IV Aerolito: “Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco. Toda una vida con un pequeño mote es ridículo”. Para un poeta demiurgo como Carlos Edmundo de Ory la misión no ha sido fácil, pero ha sido plena y llena de magia. Su comienzo con la creación del postismo en 1945 fue felicitado por Eugenio d’Ors, Vicente Aleixandre, Cirlot y otros escritores y poetas que llevan con su nombre la calidad de su obra y la visión. Fue rechazado por esa España sumisa y llena de miedo. Y escritores que ahora nadie guarda en la memoria ni en el corazón hicieron que se cerraran todas las puertas para no dejar pasar esta vanguardia. Afortunadamente, la fuerza y belleza de la obra de Ory lograron vencer esas débiles barreras y llega a nosotros como un tesoro recién descubierto. Es indispensable y necesario leer, junto a la obra poética de Ory, sus Diarios. En ellos la poesía desborda vida y la vida se con-

vierte en un poema que se construye conforme el poeta nos habla de sus momentos, anécdotas, lecturas, viajes, amores, desamores y el encuentro con Laura Lachéroy (pintora), ser y compañera para la visión y crecimiento del Ory hombre y del Ory poeta. Otros libros que reafirman y que amplían la estructura para el conocimiento de la obra de Carlos Edmundo de Ory es su novela Méphiboseth en Onu, así como sus cuentos publicados en dos volúmenes: Cuentos sin hadas. Y sus ensayos en el libro Iconografías y estelas. El poemario Sin permiso de ser ángel es publicado en edición bilingüe —inglés-español— y

traducido por Allen Ginsberg y Edith Grossmann. Otros poetas como Félix Grande, Jaume Pont, Joaquín Marco, Pere Gimferrer, José Ramón Ripoll, Jesús Fernández Palacios y el poeta chileno Manuel Silva reconocen en Carlos Edmundo de Ory al poeta de culto y necesaria referencia para completar la visión sobre la poesía de España y la poesía mundial. V En México y en otros países de Latinoamérica la lectura de la obra de Carlos Edmundo de Ory ha sido aislada, pero sus lectores son de la talla de Efraín Huerta, Octavio Paz,

Roberto Bolaño, José Vicente Anaya, Orlando Guillén. Así que su lectura llega como parte de un destino luminoso a quien tiene que llegar y da fruto a quien tiene que darlo. Actualmente existe una mayor difusión en nuestros países de la obra de Ory, ya sea porque las editoriales distribuyen mejor sus libros o porque algunos poetas que son buenos lectores al viajar a España se traen entre sus regalos y bebidas, libros de Ory. En el año 2008 publiqué el libro La mano en la espalda. Cuatro manifiestos Postistas. Primera vez que se publican en el continente americano. Ante una obra literaria monumental como la de Carlos Edmundo de Ory nos queda leerla como él recomienda entrar a un libro de poemas: abrir una página, leer el poema, cerrar el libro. Así las veces que sea necesario, sin darle importancia al tiempo, con todo el espacio del mundo. Y en algún momento terminar de leer el libro. Carlos Edmundo de Ory nos dice: “El cansancio hace inocentes a los hombres”. Y con esa inocencia nos convertimos en sabios que están por saber y conocer todo. La respuesta a la pregunta que hace Carlos Edmundo de Ory ¿yo qué soy? contesta él mismo: soy el que.


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Luca not dead Luca George Prodan fue un músico italiano que en los años ochenta se radicó en Argentina, donde formó el grupo Sumo. ocupación era robar los acetatos de dicha casa musical. Se maginemos un niño rico que acerca a la incipiente escena se escapa de un colegio de post punk de Londres y se príncipes en Escocia y que relaciona con los pesos petras años de vivir como un sados del under, como Ian Curgamberro, asimilar la autodes- tis, Malcom McLaren, Sid Vitrucción depresiva del post cius, Tony Mansfield entre punk, engancharse con la he- otros. Forma su primera banroína, cruza el Atlántico para da, los New Clear Heads, proyecto convertirse en el profeta loco influenciado por Joy Division y que partiría en dos la historia Pink Floyd, pero también por el del rock argentino, que antes reggae y el dub. En esta época empieza a de su llegada era acartonado y dócil. Esa sería a breves rasgos inyectarse heroína y tras vala vida de Luca Prodan, pero un rios intentos fallidos de repersonaje tan complejo y cuya habilitación, recibe una postal influencia sigue latente, me- enviada por un antiguo compañero de estudios, Timmy rece un repaso más extenso. Luca nace en 1953 en Roma. McKern, quien le invitaba a Su familia es acaudalada y para radicarse en las sierras de Córreafirmar sus pretensiones no- dova y tomar aire. La persbiliarias, lo envían con tan solo pectiva de una vida bucólica y 6 años a estudiar en un estricto la certeza de que en Argentina internado donde compartiría clases con la realeza británica. Esta experiencia resultó traumática para Luca, quien unos meses antes de graduarse decide escapar.

FERNANDO ESCOBAR PÁEZ

I

Cuanto más famoso y mejor es el colegio, más marioneta vas a salir o, si no, más loco. Yo salí loco Buscado por la Interpol, es detenido por la policía italiana y regresa a donde su familia, pero Luca ya no era el mismo. Sus meses de libertad y vagabundeo por Europa han hecho que rompa con todas las convenciones sociales. Se niega a cumplir con el servicio militar obligatorio y es confinado tres meses en una celda, donde su única posesión es una guitarra acústica, con la que empezaría a componer canciones monocordes llenas de poesía involuntaria, casi un acto reflejo sin reflexión, estilo que nunca abandonaría durante su trayectoria musical. Tras ser declarado enfermo mental por la ley italiana, emigra a Londres, donde trabaja vendiendo discos para Virgin Records, aunque su verdadera

Portada de Llegando los monos

no podría conseguir heroína se conjugaron y Luca se decide a cruzar el Atlántico. Viví siete años en Londres y tuve que dejar todo y venirme porque la heroína me estaba matando. La heroína es la mamá eterna, es como el útero que te protege. Con ella no se jode, por algo es la segunda droga en importancia, la primera es el poder. Tras una temporada de desintoxicación en el campo y grabar varios temas en el estudio casero de McKern, Luca

Mural de Luca Prodan en el estadio Eduardo Gallardón.


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venTAna regresa a Londres, pero solo para vender sus bienes y comprar equipos propios. Viene acompañado por la baterista inglesa Stephanie Nuttal (ex Manicured Noise), quien junto a locales Germán Daffunchio y Alejandro Sokol se constituirían en la primera formación se Sumo. Luca poseía un bagaje cultural extraordinario, combinaba la erudición con irreverencia. Traía además la experiencia del punk y su muerte, un ritmo y una actitud desconocida para los argentinos, pero que ya se había agotado en Europa. Su debut frente al público es en un pub de El Palomar. Ese italiano calvo que al cantar pasaba arbitrariamente del inglés al español y que subía al escenario con los pantalones rotos en el trasero, cautivaba por sus dotes histriónicos y agresividad. Nacía una leyenda. Alguien me preguntó: ¿Qué es Sumo? Es una pregunta estúpida... es como preguntar ¿qué es tu zapato? ¿Qué carajo respondés? Entonces yo le dije: Sumo es algo que hace tu abuela cuando no tiene nada que pensar. La Guerra de las Malvinas genera fricciones con los residentes británicos y Nuttal

retorna a su país. En ese momento Sokol (antes bajista) pasa a la batería y Diego Arnedo ocupa su lugar. Posteriormente se integran el guitarrista Ricardo Mollo y Roberto Pettinato en el saxo. Sokol también abandonaría la banda e ingresa Alberto Troglio. Esa sería la formación más estable de Sumo, la que consta en la mayoría de las grabaciones. Publicaron tres placas discográficas: “Divididos por la felicidad”, “Llegando los monos” y “After Chabón”, siendo este último disco el mejor según Prodan, pues no contenía ningún greatest hit obvio. Ese carácter anticomercial de Sumo, pese a ser un grupo que movía multitudes, los emparentó con Los Redonditos de Ricota, banda con la que intercambiaron músicos en más de una ocasión. Incluso el Indio Solari escribió para Sumo la letra de “Mejor no hablar de ciertas cosas”. Prodan fue un duro crítico del rock star sistem que se imponía desde los medios y, en su opinión, lo under en Argentina había muerto antes de nacer. Yo me visto como un tipo que puede saber karate, estoy pelado

porque da miedo, tengo estos anteojos porque no se me ve la mirada y eso atemoriza. Soy un tipo raro, no soy normal y la gente tiene prejuicios y me vienen a romper las bolas. Si me ven así no me molestan. Es una defensa sin tener que pegar. Si bien la heroína pasó a formar parte del pasado de Luca, su necesidad de autodestrucción no. A falta de drogas duras se dedicó al alcohol. Su desayuno consistía en varias copas de ginebra en el bar de la esquina de su casa en el sector del Abasto, barrio al que plasmaría en una de sus canciones más bellas. Fallece a fines de 1987, de un paro cardiaco producto de las complicaciones de su cirrosis hepática. Sus únicas posesiones eran algunos libros, pocos discos y un walkman. Posterior a su muerte aparecerían dos trabajos solistas: “Beautiful Losers” y “Time, fat, love”. Sumo se separaría en Divididos y Las Pelotas. Ambas bandas alcanzarían cierta popularidad pero jamás al nivel de Sumo. Hasta hoy día es frecuente encontrar en Buenos Aires graffitis que rezan Luca not dead. Muchas de estas pintadas son frescas, hechas por pibes que empiezan a conocer la leyenda.

RECOMENDADOS Pecados y Milagros Lila Downs La cantante presenta su más reciente álbum en el cual explora géneros tradicionales de la música regional mexicana. En las 14 canciones que componen “Pecados y Milagros”, Lila Downs fusiona ritmos contemporáneos con sonoridades de su localidad. Once Maneras de Ponerse Un Sombrero Decimotercer álbum de estudio de Miguel Bosé lanzado al mercado el 17 de marzo de 1998 en España. Las canciones de este disco pertenecen a la tradición musical latina como “Alfonsina y el mar” o “Causas y azares”. Así Soy Issac Delgado El cubano Issac Delgado presenta su segundo compacto desde que está radicado en Miami, el primero fue "Primera plana", en coproducción con el boricua Sergio George. El disco fusiona ritmos tropicales, salsa y varios elementos de jazz. The Battle Rages On Deep Purple En 1993 sale al mercado “The Battle Rages On”. Con este material la banda sale de gira por Estados Unidos, Europa y Japón. Tras finalizar la serie de conciertos, Blackmore decide salir de la agrupación e ingresa Joe Satriani temporalmente. Diva Annie Lennox En su carrera en solitario, Lennox lanzó en 1992 su primer single titulado "Why". Este tema formaría parte de "Diva", su álbum debut, en el que también se incluían otros temas como "Cold" y "Walking on Broken Glass". Ganó un premio Grammy por el video "Diva".

”Si bien la heroína pasó a formar parte del pasado de Luca, su necesidad de autodestrucción no”.


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La violencia solo se justifica en una historia de amor Tal como en sus inicios como guionista en su octava película, Quentin Tarantino se decanta por una historia de amor con altas dosis de violencia, pensando, por supuesto, en Natural Born Killers -con guión final y dirección del también hiperviolento Oliver Stone- y True Romance Django es el protagonista de una historia en la que los verdaderamente desencadenados para hacer su voluntad son el director y el guionista. WALTER FRANCO

e deletrea D-J-A-N-GO, la D es muda, tal como le responde el protagonista del octavo filme de Quentin Tarantino a uno de los guardaespaldas armados del magnate sureño Calvin Candie. Segundo punto, Brunilda enojó a su padre Wotan porque no asesinó al hijo Sigmundo, padre de Sigfrido, sino que ayuda a este héroe y a su esposa y hermana Siglinda a luchar temporalmente contra los designios de Wotan y el llamado ocaso de los dioses, pero al ayudar a Sigmundo ella “cumplió” los deseos secretos de Wotan. Al fin y al cabo, Brunilda participa en el fin de los dioses, abandona el mundo de los dioses para unirse al de los humanos: Tan lúcida como Wotan, toma una decisión diferente, en lugar de retirarse del mundo como él, ella decide aceptar, con el dolor y la exaltación, el cambio de condición. Brunilda ya no es divina, sino humana, asume una condición tan baja y una dignidad tan alta como la de Sigfrido. Por ahora solo se han rozado episodios circunstanciales de la última película del

S

estadounidense Quentin Tarantino, la ahora famosa Django desencadenado. ¿Por qué tanta digresión para hablar de un reinventado Spaghetti Western del director que escribió filmes hiperviolentos como Natural Born Killers –solo la historia- y True Romance y ha dirigido y escrito Perros de Reservorio, Pulp Fiction, Jackie Brown, Kill Bill volumen 1, Kill Bill volumen 2, Death Proof e Inglorious Basterds? Sí, él admitió que su película homenaje al Grindhouse, Death Proof, ha sido la peor de su filmografía, pero también que él es toda su filmografía. Por ello hay que tener claro que su trabajo como empleado de un sitio de alquiler de videos es lo que preparó a Tarantino para ser director de

cine, su gusto por el cine asiático y de artes marciales, el cine B, los slasher films, el Grindhouse, el Spaghetti Western y muchos otros variopintos géneros del audiovisual alimentan cada una de sus obras y es por eso que Django desencadenado no es solo un remozado Spaghetti Western. Es más bien una historia de amor, pero matizada con sangre que es expulsada a chorros y borbotones de los cuerpos de los heridos y los muertos, tal como ya se vio en Kill Bill volumen 1 y Kill Bill volumen 2, y una reinvención de la historia ya que supuestamente su relato se da dos años antes de la guerra civil en Estados Unidos. Esa reinvención de la historia ya no es nueva para Tarantino ya que la exploró con

"Quiero detenerme en algún momento. Los directores no mejoran con el paso de los años. Usualmente, las peores películas de un director son las cuatro últimas de su vida y yo soy toda mi filmografía"

creces en Inglorious Basterds. Django, interpretado por el ganador del Oscar Jamie Foxx, no es un caza recompensas, ni un esclavo liberado ni un valet ni un experto en mandingas, es, como se lo dice, el caza recompensas alemán Dr. King Schultz, interpretado por el también ganador del Oscar, el austríaco Christoph Waltz, un Sigfrido real, de carne y hueso. Eso hace que su esposa, a quien busca hasta encontrarla sin importar el obstáculo a superar, Broomhilda, interpretada por Kerry Washington (con quien Foxx ya compartió protagonismo en Ray, donde él era el famoso músico y Washington la esposa del talentoso artista) es la viva representación de la valkiria Brunilda de las leyendas germanas. Así, Django desencadenado se convierte en una reinvención o reinterpretación de la leyenda de Brunilda y Sigfrido, El cantar de los nibelungos o la ópera de Wagner El anillo del nibelungo. La amable participación, tal como dice en los créditos, de Franco Nero la acerca mucho a esa época dorada del cine de vaqueros, especialmente en la década de los 70, cuando di-


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venTAna RECOMENDADAS

En tu nombre, Paulo Nascimento En los años 70 Brasil experimentó un endurecimiento político con la dictadura militar. Una parte de la sociedad se organizó e intentó luchar de maneras distintas contra el régimen. A partir de este contexto, la película cuenta la historia de Boni, un estudiante de ingeniería de origen humilde que se une a la lucha armada.

rectores italianos como Sergio Leone creaban memorables historias y antihéroes del viejo oeste americano que llenaban las salas de cine y dejaban satisfecha a la gama más amplia de amantes del séptimo arte, pero Django desencadenado sigue siendo mucho más que otro filme de vaqueros. Aunque al que ve la película se le presenta un terrible villano, encarnado por Leonardo DiCaprio -quien odió a fondo su personaje y no quería representarlo por no encontrar nada que lo redima o le permitiese identificarse con él para abrazarlo y darle una caracterización más verosímil- que se llama Calvin Candie y es el dueño de una de las más temibles plantaciones del sur de los EE.UU. durante la época de la esclavitud, Candyland. El verdadero villano resulta ser el negro esclavista y capataz de las negras que trabajan en su mansión, el viejo Stephen, interpretado por Samuel L. Jackson. Este último personaje no solo es despreciable hasta la médula sino que es mucho más que otro Tío Tom, alguien que se plega y acomoda a los ideales racistas y esclavistas de los blancos a los que sirve, solo con el fin de mantener una buena posición social para sí mismo. De Django hay mucho que decir, desde su talento natural para disparar con un rifle con

En el camino, Walter Salles Adaptación al cine de la novela de Jack Kerouac, que lleva el mismo nombre, está basada en los años que Kerouac viajó por América en los cuarenta, junto a su amigo Neal Cassady y otras figuras como William S. Burroughs y Allen Ginsberg. La película fue proyectada y seleccionada para competir por la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2012.

mira desde grandes distancias de su objetivo, su pulimiento como el arma más rápida del sur de Estados Unidos, hasta su calidad de hombre libre, un negro que entra a caballo en las más grandes plantaciones. Django es el héroe que supera cualquier adversidad, tal cual Sigfrido, con tal de reencontrarse con su alma gemela y al final animarla con el baile de su caballo y la destrucción total de Candyland y todo su personal y propietarios esclavistas. Para muchos, el baile del caballo es una tontería y algo innecesario, pero para quien conoce los manierismos y modismos del universo audiovisual de Tarantino, es algo indispensable que demuestra mucho del carácter de Django, fuera de su actitud de pistolero. Dr. King Schultz, el dentista que nunca ha ejercido su profesión o que le hizo durante muy poco tiempo, es un personaje mucho más llamativo e interesante que Django, pero en realidad su verdadera naturaleza es la de complementar al héroe de la octava película de Quentin Tarantino. Sus diálogos son esenciales al guión del filme, sobre todo en el que dice sentirse responsable de Django por haberlo liberado, ya que es el primer ser humano que libera, y a quien, por él ser un alemán, le nace ayudarlo en su empresa de

Shadows, John Cassavetes John Cassavetes debuta como director en este filme sobre el romance interracial entre Leida, una mujer de tez negra que vive en Nueva York con dos hermanos, y Tony, un hombre blanco. La relación entre ambos se rompe cuando Tony acompaña a Leida a su casa y conoce a su hermano Hugh, cantor de jazz luchando por encontrar trabajo.

rescatar a su esposa, porque el recientemente liberado negro es una personificación de Sigfrido. El doctor es quien acaba con la vida de Calvin Candie ya que no pudo resistirse y estaba muy afligido y afectado por la muerte a mano de una jauría del esclavo D'Artagnan. El Dr. King Schultz es el que muestra a Django que con ciertos individuos no se puede tener piedad y hay que matarlos aunque estén rodeados de sus familiares, al momento de dispararles y acabar con su vida. Ni el mismo Tarantino se salva de la ola de violencia con la

Siempre el mismo día, Lone Scherfig Emma y Dexter se conocen durante su fiesta de graduación en la universidad. Tienen 20 años, acaban de licenciarse y el futuro parece ofrecerles todas las posibilidades que brinda el mundo a una pareja joven. Su entendimiento es inmediato y sin embargo las diferencias entre ellos son numerosas. Dexter es de familia acomodada y Emma una chica de clase trabajadora.

que Django acabará con sus enemigos y los que han retenido a su esposa por demasiado tiempo, ya que él interpreta a uno de los trabajadores de la mina a la que los sobrevivientes de la muerte de Candie deciden enviar a Django como castigo. El director es volado en mil pedazos ya que cargaba unos tacos de dinamita cuando Django le dispara segundos antes de que él mismo intentara dispararle al negro liberado, quien los había engañado al trabajador y sus dos compañeros para regresar a Candyland a matar a una pandilla de criminales y luego repartirse una recompensa de $11.500. En realidad el afiche con que Django convence a sus captores es la volante del primer criminal que mató y por el que ya cobró un tercio de la recompensa de $ 7.000 que valía su cabeza. Django desencadenado no es sino un filme para los seguidores de Tarantino, pero su original guión, que puede parecer una grave ofensa a prominentes miembros de la comunidad afroamericana como Spike Lee, es una pieza de colección que está a la altura o supera al original guión del séptimo filme de Tarantino, Inglorious Basterds. La historia de amor, bien narrada y totalmente esencial a la historia, el argumento y la trama del último filme del director estadounidense.


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enSAyo

El intelectual-poeta en la obra de Roberto Bolaño


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enSAyo MÓNICA OJEDA

El poder del poeta En Latinoamérica, la noción de intelectual ha sido, desde siempre, intrínsecamente relacionada con la figura del escritor literario. El novelista o el poeta como actor social, pensador, ensayista, político, revolucionario, es un estereotipo históricamente consolidado. También el de la literatura como un arte de denuncia social, como espacio de resignificaciones, de crítica, de elaboración de un discurso del daño y como reivindicadora de la memoria. Sin embargo, esta idea del escritor total, del intelectual con las respuestas a las preguntas políticas más acuciantes, se rompió definitivamente en los años sesenta y setenta, décadas marcadas por las dictaduras latinoamericanas. Fue entonces cuando se vio con más claridad que nunca la otra cara de la moneda, el carácter helmíntico de otro tipo de intelectualidad: la que apoyaba al poder y era enaltecida por el poder, la que se autoproclamaba élite, la que no era diferente de la intelectualidad de la colonia que Ángel Rama describió como “una pléyade de religiosos, administradores, educadores, profesionales, escritores y múltiples servidores intelectuales (…) asociados a las funciones del poder”. Es en La ciudad letrada (1984), precisamente, donde Rama dibuja el camino zigzagueante de las letras como institucionalizadoras de una visión particular de la realidad latinoamericana y la doble faceta de los intelectuales que “no solo sirven a un poder, sino que también son dueños de un poder”. En el último capítulo de su ensayo, Rama plantea la doble condición del intelectual —la de funcionario y la de disidente— desde la contraposición de la universidad y el surgimiento del “autodidactismo”. La universidad, entonces, se vuelve el lugar del saber institucionalizado y avalado por una cúpula, mientras que quienes mantienen intereses periféricos optan por una educación mucho más libre e independiente basada en el intercambio de libros, revistas, gacetas y la misma palabra hablada. “Será entre los escritores donde se difundirá mejor ese intelectual autodi-

dacto”; específicamente entre los más críticos con los discursos de poder. Roberto Bolaño aborda el enfrentamiento de estos dos tipos de intelectualidad dentro de su obra. Ha sido a través de la figura del poeta que el escritor chileno decidió encarnar ese poder que Rama le da a la escritura en América Latina: “…pudo pensarse que el habla procedía de la escritura, en una percepción antisaussuriana”. Tanto el poeta burocrático como el poeta disidente están presentes en La literatura nazi en América (1996), Estrella distante (1996), Los detectives salvajes (1998), Amuleto (1999), Nocturno de Chile (2000) y 2666 (2005); sumergidos en un panorama del ejercicio funcional de la violencia. Carlos Burgos Jara, en su ensayo La violencia, el mal, la memoria: una aproximación a la narrativa de Roberto Bolaño (2008), escribe que dentro de la obra del escritor chileno hay una violencia que busca ordenar un caos, fundar un nuevo sistema, un nuevo deber ser; una violencia “mítica”, término tomado de Benjamin en Crítica de la violencia (1921), una que es “instauradora de derecho” y que “exige sacrificios”. Burgos entiende desde este punto la violencia del pinochetismo que Bolaño presenta en Estrella distante y Nocturno de Chile como el medio ineludible para obtener fines ajenos a la misma noción de violencia. Sin embargo, Carlos Wieder, protagonista de Estrella distante, personifica otro tipo de violencia que Benjamin llamó “divina”; una que es “sacra ejecución” y que está “más allá del derecho”. Carlos Wieder, por cierto, es un poeta. Me interesa, sobre todo, el problema del ejercicio de la violencia y del daño desde un poder que podría parecer distante e incluso opuesto a ella: el de los letrados. Bolaño se plantea en gran parte de su narrativa la función de la palabra y del arte en momentos decisivos de la historia de América Latina, como lo es la época de las dictaduras auspiciadas por Estados Unidos con el fin de erradicar “el monstruo del comunismo”. El papel del intelectual y, más que nada, del artista dentro de la “tormenta de mierda” —metáfora con la que Bolaño finaliza su novela Nocturno de Chile—, me parece esencial al momento de hablar de su proyecto literario. Trataré de ex-

plicar por qué creo que la figura del poeta es, por antonomasia, la que representa el poder intelectual en la obra de Bolaño. En La contingencia del lenguaje, primer capítulo de Contingencia, ironía y solidaridad (1989), Richard Rorty escribe lo siguiente: “Una percepción de la historia humana como la historia de metáforas sucesivas nos permitiría concebir al poeta, en el sentido genérico de hacedor de nuevas palabras, como el formador de nuevos lenguajes, como la vanguardia de la especie”. Para Rorty, el verdadero interés de la filosofía está en sugerir o crear nuevos léxicos que se contrapongan con los establecidos, ya vetustos, y que actúan como un estorbo para el avance del pensamiento y de la acción que incita ese pensar. Desde este punto de vista los poetas hacen

“...los poetas hacen filosofía, pues son los que mejor entienden que el lenguaje no es algo que se halla, ni un medio, sino una creación que se fagocita a sí misma”

filosofía, pues son los que mejor entienden que el lenguaje no es algo que se halla, ni un medio, sino una creación que se fagocita a sí misma. Con esto no se pretende decir que el lenguaje no tenga una función práctica, sino que no se puede seguir pensando en él solo como una herramienta que permite describir la realidad cuando, desde cierta filosofía del lenguaje, es el mismo léxico el que crea la realidad a ser descrita. Rorty piensa que el poeta es quien mejor comprende la contingencia del lenguaje y lo expresa con su propia producción porque “es incapaz de aclarar con exactitud qué es lo que se propone hacer antes de elaborar el lenguaje con el que acierta a realizarlo”; su nueva descripción, su nueva fórmula, se justifica a sí misma y es solo entendible y articulable tras haber sido conformada. El poeta no busca hacer una descripción fidedigna del mundo, sino que quiere describir y redescribir la herramienta de descripción; una que, con una determinada gramática, ofrece una particular visión de lo circundante. Es por eso que crear un nuevo léxico, un nuevo lenguaje, es una acción política que, si es repetida y acogida por otros, se convierte en un importante centro de un poder. No es extraño que los grupos, movimientos o partidos que se autoproclaman revolucionarios manejen un léxico nuevo, opuesto, o al menos distante, al del aparato central; su intención es la de que a través de una nueva gramática se fortalezca también una nueva mirada política. Rama resalta la importancia que tuvieron los intelectuales dentro de las revoluciones latinoamericanas como, por ejemplo, la mexicana, en tanto que eran indispensables para propagar las ideas de cambio y también para escribir los testimonios que luego harían historia: “No hubo caudillo revolucionario que no fuera acompañado de consejeros intelectuales…”. Para Rama, el caso de Mariano Azuela es emblemático porque se lo conoció por su combativa postura en contra de cierto tipo de intelectualidad —de “letrados artificiales”, como los llamaba José Martí— funcional y burocrática a la que despreció siempre y que retrató en Los de abajo (1916) a través del personaje Luis Cervantes. El poeta representa, en la práctica, mejor que ningún otro la


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enSAyo filosofía del lenguaje de Wittgenstein y Davidson. El lenguaje para él es pura contingencia; puede expresar como silenciar, puede construir como destruir, es el eje, es el fin mismo de su uso. Novalis, poeta y ensayista, escribió que: “…la naturaleza del lenguaje consiste en ser su propia y única preocupación, lo cual lo convierte en un misterio muy fértil y espléndido. Cuando alguien habla por hablar, dice lo más original y veraz que puede decir”. En el “hablar por hablar” se trasluce, según Novalis, la verdadera esencia del lenguaje, su ontología, puesto que no hay una intención comunicativa o medial: el fin —y el medio— es la misma acción elocutiva. Es esta la razón por la que creo que la elección de la figura del poeta dentro de la obra de Bolaño no es arbitraria. A través de ella elabora una narración de una época latinoamericana específica, llena de violencia institucional, y es una de las elecciones que hacen que su obra sea diferente a la que compone el subgénero de la novela de dictador. El poder y el peligro escritural Lo que Bolaño plantea en algunas de sus obras es la existencia de dos tipos de intelectual en momentos históricos clave, dos tipos de los que habló Rama en La ciudad letrada: uno cuyo pensamiento es políticamente correcto y otro cuyo pensar es políticamente incorrecto. El que se siente abocado a la incorrección es el que indaga y cuestiona, el disidente, el que toma distancia crítica y que incluso, a veces, se aleja de forma absoluta, encerrándose en una torre de marfil paralela a la del intelectual institucional. La crítica de Bolaño tiene dos puntas y por eso no se convierte en un panfleto ni en una apología a determinado tipo de intelectualidad. En Nocturno de Chile el narrador es nada más y nada menos que un personaje de Estrella distante: el cura Ibacache. Además de ser cura, es parte de la intelectualidad del pinochetismo: un reputado crítico literario y, también, poeta. Ibacache representa la intelectualidad de la derecha que, como Monsiváis escribió en su ensayo De los intelectuales en Amé-

rica Latina, fue justificadora de la represión dictatorial en el continente. La literatura nazi en América está llena de este tipo de escritores que otros intelectuales negarían porque, como escribió Rorty parafraseando a los detractores de O’Brien, “Personas como nosotros no hacen cosas como esas”. Las primeras biografías que componen La literatura nazi en América parecen sátiras, resultan cómicas a pesar de que sus personajes son despreciables —quizás por eso, precisamente, sean risibles hasta el esperpento—. Su carácter satírico se puede leer en biografías como la de Thomas R. Murchison, escritor de una revista de la Hermandad Aria, en la que Bolaño dice: “Su obra, dispersa en revistas, consta de más de cincuenta relatos cortos y un poema de 70 versos dedicado a una comadreja”, o la de Jim O’Bannon, en la que escribe: “Conservó hasta el final su desprecio por los judíos y por los homosexuales, aunque a los negros poco a poco comenzaba a aceptarlos cuando le llegó la muerte”. La representación más dura de la intelectualidad burocrática dentro de Nocturno de Chile se da cuando Ibacache acepta el encargo de enseñarle marxismo a los generales Pinochet, Leigh, Mendoza y al almirante Merino. Ibacache describirá, luego, una conversación con Pinochet en la que el general humilla la memoria de Allende como cree conveniente: quitándole la categoría de intelectual. Allende, defensor del pueblo y de la democracia, no es un intelectual para él, no es un pensador; como representante de la gente de a pie, es gente de a pie, y como decía Nechaev en El maestro de Petersburgo (1994): “La gente de a pie no se distingue por ser inteligente”. La idea del elitismo intelectual, la separación tajante entre clases del conocimiento, se nos presenta aquí en su faceta más repulsiva. El personaje Hans Reiter, alias Archimboldi en 2666, llama la atención por ser un escritor que, al no tener un contacto con el mundo intelectual —lo único que sus lectores saben de él es que es alemán—, se convierte en un modelo distinto del poder escritural. Bolaño parece querer mostrarnos la formación de un escritor en un ambiente no académico y no intelectual, un ambiente, de hecho, propicio a la barbarie. La novela se abre

“No es un mero juego metaliterario ver las dictaduras latinoamericanas desde la poesía: la voz que evoca la escritura de la intelectualidad es el pensamiento de una época que se mueve y reproduce” con “La parte de los críticos”, un primer capítulo que en tono paródico se cuenta la vida de tres académicos que estudian la obra de Archimboldi, un escritor laureado, pero del que nadie sabe nada y cuya verdadera identidad es un misterio. Después, en “La parte de Archimboldi”, descubrimos que Hans Reiter, contrario a lo que espera el mundo de la academia, no es el modelo de intelectual alemán. De niño, su único interés consistía en hundirse en el fondo del mar para ver algas; sus profesores lo calificaron de idiota y de incapaz, lo que a la larga lo llevó a dejar la escuela. Trabajó de sirviente y en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Su única instrucción fue la experiencia y la lectura voraz de todo aquello que caía en sus manos. Era un verdadero autodidacta. Sin embargo, Hans Reiter sí calza dentro del modelo de escritor de Bataille: aquel que indaga en el mal. Si bien nunca se habla demasiado de su obra, se llega a decir que una de sus novelas produce verdadero terror y, en “La parte de Archimboldi”, queda claro que se trata de un hombre que ha visto el horror más de una vez. Por eso solo puede “caminar con pasos inseguros debido a que se movía por la superficie de la tierra como un buzo primerizo por el fondo del mar. En realidad, él vivía y comía y dormía y jugaba en el fondo del mar”. El mar es la metáfora de la profundidad en la que él busca, incesantemente,

algo que no está en la superficie, que no es visible para el resto del mundo. No creo que con esto Bolaño haya pretendido caer en la idea romántica del escritor ni en los clichés que usualmente lo definen; con Hans Reiter quiso decir, en mi opinión, que hay un escritor imprescindible; uno que, como dice Bataille, debe mirar el mal y acercarse peligrosamente a él para entenderlo y pensarlo. El ejercicio de la violencia en parte importante de la obra de Bolaño está representada en la labor del intelectual-poeta —en 2666 se dice que toda gran novela contiene una buena dosis de poesía, de modo que el narrador, el buen narrador, es también un poeta—, no solo por la contribución de los mismos frente a los aparatos de poder que ponen en marcha una violencia institucionalizadora, sino por el abandono, el total despojo de su responsabilidad frente al poder escritural para alinearse cómodamente a un poder central opresor. Este tipo de violencia intelectual tiene lugar en un clasismo del conocimiento y en la institucionalización de la literatura y del arte. Antes dije que la crítica del intelectual en Bolaño tenía dos puntas: el narrador de Estrella distante, poeta, como Carlos Wieder, vive el pinochetismo desde la posición del disidente pasivo —no apoya la dictadura, pero se somete a ella— y deja la literatura: “Esta es mi última transmisión desde el planeta de los monstruos. No me sumergiré nunca más en el


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enSAyo “La idea de que el conocimiento y el arte ennoblecen al sujeto hace que en el imaginario común el letrado aparezca como un ser virtuoso que está por encima de cualquier vileza” mar de mierda de la literatura” —otra vez el mar, otra vez la mierda; el océano y sus profundidades en donde habita el mal—. En este narrador no hay una posición crítica-activa. Pronuncia mentalmente el “preferiría no hacerlo” de Bartleby y se convierte en potencia pura, una sin voluntad y sin necesidad. A pesar de ser disidente, de no pertenecer al aparato de poder ni justificarlo con su escritura, tampoco escribe críticas al poder central; se distancia del problema, da un paso hacia atrás, abandona el área de conflicto. Tal vez el único intelectual disidente activo en Estrella distante sea Juan Stein, poeta de izquierda, pero incluso su papel activo es puesto en duda; nunca queda claro si Stein viajó por Latinoamérica participando en luchas armadas de resistencia o si murió tranquilo, de causas naturales, escondido en una ciudad chilena. Bolaño usa al personaje poeta Diego Soto, rival de Juan Stein, para presentar el destino del intelectual que quiere intervenir en los problemas reales. Soto huye de Chile en la dictadura y se instala en París, donde da clases de literatura y conferencias; en otras palabras, es un cobarde que vive su intelectualidad lejos de las llamas. El fin de su vida llega cuando decide, por primera vez, meter las manos al fuego e intervenir cuando un grupo de

neonazis golpea sin piedad a una vagabunda. El momento de acción de Soto, lejos de las tertulias y de las conferencias, le significa la muerte. Creo que es importante pensar en la indistinción entre la posición de intelectual-poeta y la de criminal —la violencia de la que también participan los letrados— que hace Bolaño en Estrella distante. Esta indistinción se hace explícita en una conversación entre el narrador y Abel Romero, ex detective chileno que busca a Wieder para matarlo: “…para encontrar a un poeta necesitaba la ayuda de otro poeta. Le dije que para mí Carlos Wieder era un criminal, no un poeta. Bueno, bueno, dijo Romero, no nos pongamos intolerantes…”. Para el narrador es imposible reconciliar la figura del poeta y del criminal en una sola persona. La idea de que el conocimiento y el arte ennoblecen al sujeto hace que en el imaginario común el letrado aparezca como un ser virtuoso que está por encima de cualquier vileza. Se trata de una idea ingenua y típica del pensamiento ilustrado que, lamentablemente, ha dejado huellas en nuestra forma de entender el mundo. La mirada del poeta Bolaño ve el horror de las dictaduras latinoamericanas representado en sus intelectuales-poetas. No se le escapaba que la literatura, desde su lugar privilegiado, institucionalizado, puede actuar como un virus dentro de la normatividad del poder. No es un mero juego metaliterario ver las dictaduras latinoamericanas desde la poesía: la voz que evoca la escritura de la intelectualidad es el pensamiento de una época que se mueve y reproduce. Ver las heridas del continente sudamericano a través de quienes escribían en medio de “la tormenta de mierda” es capturar lo que puede ser más aterrador que el testimonio del daño de los familiares de los desaparecidos o el recuento de las fosas comunes; la mirada misma, turbia, de los ojos que vieron la época, la mirada de los ojos de quienes crearon la gramática para evadir o enfrentar lo que veían, la del espectador que voltea y niega el escenario y la del que maneja el hacha y corta la cabeza.


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cartas al director

Señor Licenciado Orlando Pérez Director EL TELÉGRAFO En su Despacho De mi consideración: En relación al reportaje denominado Ecuador Bajo Tierra me parece oportuno realizar los siguientes comentarios. Es importante señalar la carga estigmatizante de la denominación “bajo tierra.” En el encuentro realizado en Manta la queja y molestia sobre el calificativo era visible y repetitiva. Lo ilustra el ejemplo del realizador esmeraldeño Elías Cabrera quien apuntaba que si ellos son los “bajo tierra”, quiere decir que hay otros cineastas “sobre el aire.” El propósito incluyente del encuentro impulsado por el Ministerio de Cultura se contradice con esta denominación que subraya la condición subalterna de los realizadores. Entiéndase que esa producción es “bajo tierra” desde un punto de vista, es decir, lo es para quien califica esa forma de producción de esa manera. Como digo resulta contradictorio el esfuerzo por visibilizar una demanda de atención a favor de un sector desde un planteamiento que lo encasilla en su condición subalterna. Adicionalmente es importante superar la fascinación por el fenómeno de producción que caracteriza a estas realizaciones, mirarlas y analizarlas también desde la óptica de los contenidos que fomentan y aparecen de manera repetida: violencia, sexismo, machismo, etc., son elementos a los que no se los trata críticamente, sino

que muchas veces son exaltados. Lo mismo se puede decir de muchas películas en general, es cierto, pero precisamente debemos mirar esas producciones con los ojos con los que se mira cualquier producción y criticarlas con los mismos argumentos. Finalmente la nota central de la investigación plantea a groso modo un marco conceptual desde el que se ha planteado la aproximación, la cual, sin desmerecer su interés, carece de empiria, de datos y cifras recogidas en la realidad con lo cual pierde rigor. Me parecen estos puntos importantes incorporarlos al debate y señalarlos porque, entiendo, es una intención del diario tratar a profundidad los temas propuestos como centrales en su suplemento Cartón Piedra. Finalmente no puedo sino subrayar el hecho de que el interés y aproximación de las instituciones públicas, como el Consejo Nacional de Cinematografía la cual represento, para entender y tratar esta realidad diversa del audiovisual ecuatoriano es posible en este contexto histórico particular. Todo esto sería impensable en un gobierno de derecha que sin duda perseguiría y excluiría la economía informal de la cual forman parte los realizadores regionales de bajo presupuesto. Con sentimientos de distinguida consideración. Atentamente, Soc. Jorge Luis Serrano Salgado Director Ejecutivo del Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador


LUNES

Semana del 11 al 17 de febrero de 2013

Des

agENda

nocturno de carnaval en el Sur

El color, la música y teatro se apoderán de la avenida Mariscal Sucre y Matilde Álvarez

Quito

Des nocturno de carnaval en el Sur apropiación de espacios público

Comparsas, zanqueros, carros alegóricos y bailarines se concentrarán en la avenida mariscal Sucre, en el sur de la ciudad de Quito, desde donde iniciará un des le. Además de los bailes tradicionales se presentarán los artistas Azabache, Margarita Villacís y Eclipse Solar. Dónde: Av. Mariscal Sucre y Tabiazo hata la calle Matilde Álvarez. Hora: 18:30. Entrada libre.

MARTES Quito

Guayaquil

Quito

Artesanías

Arte

Las mujeres artesanas de la asociación Simiatug Samai narran la historia de su pueblo andnio y de sus vicencias cotidianas. Las leyendas, las estas andinas, los tiempos de cosecha y paisajes de os Andes son tejidos en coloridas artesanías que estarán expuestos en las vitrinas de la tienda de El Quinde.

La muestra constituye una introducción a la iconografía del arte colonial . Esta pone en valor las obras del Fondo Nahim Isaías y en su museografía hace uso de medios audiovisuales. La exposición cuenta con una división entre los cuatros elementos fuego, tierra, agua y aire.

Luis López es el propietario de la sombrería que lleva más de 40 años. En el lugar se elaboran sombreros de paja toquilla y de otros materiales. Este es uno de los pocos talleres que se dedica a la confección de sombreros a mano en el centro histórico de Quito. En las vitirnas se exhiben estilos étnicos, moodernos y de la época. La confección de sombreros la heredó de su padre.

Tejiendo vidas en El Quinde

Exposición de arte colonial

Dónde: Tienda El Quinde, Venezuela y Espejo, esquina. Hora: 9:00 a 18:00 Entrada libre

Dónde: Museo Nahim Isaías, Pichincha y Clemente Ballén Hora: 10:00 Entrada libre

Guayaquil

“Silver linings playbook” se proyecta Cine

La película nominada a los premios Oscar, trata sobre Pat Solatano, quien sufre de una gran depresión, luego de pasar por una muy mala época que lo lleva a ser internado ocho meses en una institución mental. Decide volver a casa de sus padres, intentará reconquistar a su esposa, pero en ese trayecto conoce a T any, una excéntrica chica. Dónde: Supercines de Los Ceibos Hora: 20h00 Costo: $5,30.

Sombrería Humacatama

Guayaquil

Colección arqueológica Arte

Dónde: Barrio La Ronda en el centro histórico de Quito. Horario: 09:00 a 17:00 Entrada libre

Quito

Pregón carnavalero Yaku tradiciones

Re exiona y conoce más sobre la celebración del carnaval y el uso simbólico del agua en las prácticas culturales de Quito y del país. Dónde: Yaku Parque-Museo del Agua en el barrio El Placer. Hora: 11:00 a 13:00. Costo: $3, $2, $1 Costo: Entrada libre.

La muestra recoge una colección de arqueología formada por Presely Norton y Leonor Pérez. Cuya museografía acompaña parte de una colección de objetos culturales, realizados en cerámica, hueso y piedra, que se destacan por su gran calidad estética y que constituye una selección del Período Formativo “Ecuador Antiguo” estudiado por el Dr. Donal W. Lathrap.

Dónde: Museo Presley Norton,9 de Octubre y Carchi. Hora: 10:00 Entrada libre

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cartóNPiedra → domingo 10 de febrero del 2013

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MIÉRCOLES

agENda

Semana del 11 al 17 de febrero de 2013

Quito

Guayaquil

Ichiban Fest IV

‘Último piso, izquierda, izquierda’

Exposición

Regresa la cuarta edición del Festival de arte, cultura y entretenimiento digital, que organiza el Club Ichiban y el Centro Cultural de la PUCE. Se realizarán foros sobre ánime, cómic, manga y videojuegos. Dónde: Centro Cultural de la Católica, desde las 09:00. Costo: 3 dólares

Cine Francés

Comedia dramática sobre un agente judicial cuarentón que es tomado como rehén en un edificio y trata de resolver la situación con discreción, pero todo se obstruye cuando la prensa manda reporteros al lugar. El Martes de cine francés se cambia al Dónde: Alianza Francesa Hora: 19:00 Costo: Entrada libre

Guayaquil

Guayaquil

Ballet y Boleros

Tristan Pfaff

Café Concert

Recital

Por el Día de San Valentín, el Teatro Centro de Arte ofrece un Café Concert con boleros de Mirella Minervini y la música de Alejandro Cañote. También habrá un número especial por parte del Ballet del Teatro.

El pianista alemán Tristan Pfaff ofrece un recital de música de cámara en la Alianza Francesa. Acompañado por las notas de su piano, el artista interpretará varias piezas de música clásica. Pfaff fue galardonado en 2012 en el concurso de música clásica Long-Thibaud-Crespin.

Dónde: Centro de Arte Hora: 20:30 Costo: Reservas al 2004133

Dónde: Alianza Francesa Hora: 19:00 Costo: Entrada libre

Guayaquil Canciones y poemas Concierto

La Orquesta sinfónica juvenil, el coro y alumnos del Colegio República de Francia brindan un concierto que incluye poesía de Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Alfonsina Storni, Medardo Ángel Silva y Arthur Rimbaud. Dónde: Alianza Francesa Hora: 19:00 Costo: Entrada libre

JUEVES Guayaquil Lalo Wong en San Valentín Concierto

Por el día del amor, el artista Lalo Wong dará su concierto con guitarra en versión acústica de las mejores baladas de los años 70's y 80's, con temas como ‘Angie’ de Rolling Stone; ‘How deep in your love’, de Bee Gees; ‘Baby i love your way’, de Peter Frampton, y otros éxitos, en un concierto al estilo Unplugged.

La cultura gitana en una muestra fotográfica Iván Kashinsky y Karla Gachet presentan la exposición Gypsy Kings

Quito Gypsy Kings fotografía

Gachet y Kashinsky se embarcan en una aventura única en los campos rumanos de Europa del este, y nos traen a los personajes de Buzescu, un pueblo gitano sacado de un cuento de hadas. El clan Kalderash fue conocido por ser caldereros y también por la compra y venta de desechos de metal, después de la caída del régimen comunista a finales de la década de los ochentas. Dónde: Arte Actual Flacso en la Pradera y Diego de Almagro Hora: 09:00 a 17:30 Costo: Entrada libre

Dónde: Casa Fantoche (Rocafuerte 264 y Loja, frente a ESPOL Las Peñas) Hora: 21:00 Costo: $ 10


agENda VIERNES

SÁBADO Guayaquil

Quito

‘Ensambles vocales’

Imaginarios Quiteños

Concierto

Exposición

Conozca Quito en una maqueta de 571 metros. Aquí se puede observar a la ciudad como si estuviera a 4 metros de altura. A través de luces robóticas, sistema integrado de video, audio e iluminación podrá recorrer la cartografía.

Dónde: Museo Interactivo de Ciencia Hora: 09:00 a 17:00 Costo: 3, 2 y 1 dólar

Desde las 15:00, en el lobby del Museo Presley Norton (Av. 9 de Octubre y Carchi) se llevará a cabo la presentación musical ‘Ensambles vocales’, un certamen de canto organizado por la Dirección Cultural de Guayaquil, junto al Conservatorio Jorge Manzano Escalante y la Red de Museos Nacionales. Dónde: Lobby del Museo Presley Norton (ubicado en 9 de Octubre y Carchi) Hora: 15:00 Costo: Entrada libre

Quito

Un nuevo orden social se abre paso: Quito del siglo XIX Exposición

La renovada sala sobre el siglo XIX exhibe las modificaciones económicas, políticas y sociales que surgieron durante el periodo Republicano que se instituyó tras los procesos de independencia. Dónde: Museo de la Ciudad Hora: 09:30 a 17:30 Costo: 3, 2 y 1 dólar

Quito

Hojalatería Silva Oficios

DOMINGO

Las hábiles manos de Manuel Silva han dado vida a pequeños objetos de hojalata por 57 años, en la Ronda. Su nostalgia por las cosas pequeñas le llevó a fabricar pequeños juguetes como cocinas, ollas baldes, refrigeradoras y muchas cosas más.

Dónde: El barrio La Ronda Costo: Entrada Libre Horario: 09:00 a 17:00

La memoria en los museos Un recorrido que recuerda el proceso de independencia

Quito

Minúsculos navíos navegando en la memoria teatro

La nueva propuesta de danza-teatro que se estrena este año se titula ‘Minúsculos navíos navegando en la memoria’. El nombre del espectáculo se tomó de la obra ‘Memorias del fuego’, de Eduardo Galeano. “La obra se compone de dos historias: Las cruces sobre el agua, de Joaquín Gallegos Lara, que habla sobre la masacre de 1922; y El marido de la señora de las lanas, de Raúl Pérez Torres.

Dónde: Sala Demetrio Aguilera, a las 19:30. Costo: 6 y 3 dólares

Quito

Museo Alberto Mena Caamaño Exposición

La muestra permanente histórica "de Quito Ecuador", que lleva al visitante por una ruta desde Pedro Vicente Maldonado, el Primer Grito de Independencia y la masacre del 2 de Agosto de 1810, culmina en el museo de cera. Las figuras de cera están inspiradas en un cuadro de César Villacrés y fueron elaboradas por el francés Alexander Barbieri. Las estatuas están situadas en el mismo lugar donde los próceres fueron asesinados por los militares limeños. Dónde: Pasaje Espejo No. 1147 Quito Pichincha Ecuador Hora: 09:00 a 14:00.

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