domingo 20 de enero del 2013 → Nº N: 000 066
cartóNPiedra
Un espacio suscitador para pensar en voz alta
El color del latido →Beatificaciones
en los caminos sueltos. Diálogos entre la literatura y el derecho. “Narrativas habitables”, de Carlos Echeverría Kossak. José Martí y la Generación del Centenario. Cine, música, libros y mucho más
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El legado de José Martí Antonio Hart reflexiona sobre la herencia de las concepciones martianas en el entorno político de la Generación del Centerio. Hart actualiza los principios de Martí destacando la utilidad de la virtud, el equilibrio del mundo junto a la cultura de hacer política y la facultad humana de transformar.
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7 Crónica: Beatificaciones y caminos sueltos “La Generación Beat supo enfrentar al monstruo del que habló Bolaño”, afirma Carla Badillo Coronado, quien nos presenta una crónica de sus viajes donde involucra a este particular grupo literario que se caracterizó por transgredir la norma y defender el uso del verso libre. sd sad sah sa hsa hsa hds ahj hj kjsahd sahd sahjd hsad hjas dhsah sahjd sdk ashdhsa dhas hsa hsahdasd
24 Creación “Narrativas Habitables” es la muestra del artista plástico polaco-ecuatoriano Carlos Echeverría Kossak, quien presentó su trabajo el pasado martes en la Centro de Arte Actual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Andrés Villalba Becdach hace una reseña crítica de la obra.
13 La interculturalidad y el pueblo afroecuatoriano En la Constitución de 1998, por primera vez en la historia republicana del Ecuador, se enuncia al pueblo afroecuatoriano como tal. Ya en la Constitución de 2008, en su primer artículo, se reconoce al país como un Estado plurinacional e intercultural, además de garantizar los derechos colectivos de los pueblos ancestrales y considerar al racismo como un delito penal. A la luz de estos nuevos avances legales, Edizon León nos presenta un panorama histórico y coyuntural del pueblo afroecuatoriano.
10 “Las entrañas del sujeto jurídico” Texto que abre puentes entre la teoría literaria y los derechos humanos. Édgar Vega Suriaga hace una reflexión respecto a cómo la institución del sujeto jurídico no ha sido pensada desde la materialidad del cuerpo.
Ventana Una reseña de los caminos literarios de Robert Graves, que transitan de la novela histórica a los textos psicológicos. Fabián Darío Mosquera presenta una reseña y flexión de la película ecuatoriana “ Mejor no hablar (de ciertas cosas)”, del cineasta Javier Andrade.
“El racismo no es un todo, sino el elemento más visible, el más cotidiano, para poder expresar, en ciertos momentos, lo más grosero de una estructura dada” Frantz Fanon
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Agenda ¿Qué hacer durante esta semana? ¿Cómo aprovechar nuestro tiempo de ocio para disfrutar de las mejores actividades culturales? Aquí una guía que te ayudará a decidir qué muestras de arte visitar, a qué concierto acudir, qué proyección de cine ver.
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Se cierra el “Sese” y con él una historia cargada de todas las emociones
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a noticia ha sido más que una sorpresa, casi un dolor y hasta un suspiro profundo. No se trata de una muerte, pero como si lo fuera. No es una institución de esas que tienen banderas, estatutos y demás, apenas si el lugar donde se ha gozado de muchas maneras. Ocupa un lugar en la memoria de muchos. Allí se han gestado desde pasiones, amores, matrimonios, hijos y muchos chuchaquis saludables. Y también fue cómplice de esos amores pasajeros, plenos, intensos, que solo allí pudieron darse con la fe en la locura y en la pasión. Como podrán leer en este número, Sebastián Rubiano (copropietario de la salsoteca) y Hugo Idrovo cuentan parte de su historia y del significado que tiene para muchos ecuatorianos y para la misma historia de este país. En otras palabras: no era un negocio ni una fuente de ingresos para una familia. Se fue forjando como un lugar al que había que ir para estar bien con el cuerpo, para el reencuentro con ¿Qué será ahora ese escenario vital? ¿A el espíritu más libre de dónde irán muchos de los latidos que cada piel, donde podía permanecen ahí como parte de su sistema nacer una amistad infinita como reactivar otra circulatorio? ¿Es posible refundarlo? ¿Desde que se había aplacado qué dimensiones vitales se podrá sostener su con el tiempo y las obliexistencia en lo que queda de la gaciones laborales y familiares. humanidad? Para varias generaciones, este lugar también sirvió para registrar el paso del tiempo, la imposibilidad de seguir al ritmo de las nuevas generaciones y, por qué no, para revelar a algunos “viejos verdes” dando clases a los más jóvenes en el exquisito arte de la seducción. Los que ya se fueron jamás habrían pensado que el “Sese” se cerraría algún día, para todos fue un lugar eterno y, posiblemente, lo seguirá siendo en la memoria, como una marca clara e indeleble de lo que es posible a partir de una pasión, en la ausencia de réditos o de la lógica pura del mercado. ¿Qué será ahora ese escenario vital? ¿A dónde irán muchos de los latidos que permanecen ahí como parte de su sistema circulatorio? ¿Es posible refundarlo? ¿Desde qué dimensiones vitales se podrá sostener su existencia en lo que queda de la humanidad? ¿Para qué hay que cerrarlo si lo que no se olvida no se muere? Este es, ante todo, un homenaje de doble vía: de agradecimiento por lo que se pudo vivir ahí y por lo que nos devuelve a nuestras esencialidades su desaparición.
El suplemento cartóNPiedra es una producción editorial de El Telégrafo.
cartóNPiedra lo hacen: Director: Orlando Pérez Coordinador: Fausto Rivera Yánez Diseño e ilustraciones: Patricio Mosquera C. y Carlos Almeida Fotografía: Francisco Ipanaqué Arte: Carlos Proaño Colaboran en este número: Carla Badillo Coronado Édgar Vega Suriaga Armando Hart Dávalos Edizon León Huilo Ruales María del Pilar Cobo Andrés Villalba Becdach Fabián Darío Mosquera Hugo Idrovo
Twitter: @cartonpiedraET
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Correo electrónico: carton.piedra@telegrafo.com.ec
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(al)TErna
José Martí y la
Generación del Centenario ARMANDO HART DÁVALOS
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l dar a conocer a los cubanos y al mundo las bases programáticas de la guerra “necesaria, humanitaria y breve” por la independencia de Cuba frente a España, que se había iniciado el 24 de febrero de 1895, José Martí señaló, en las primeras líneas del Manifiesto de Montecristi, que la nueva contienda que se iniciaba era la continuación de la que convocara, en 1868, Carlos Manuel de Céspedes. En la conmemoración del centenario de aquella primera gesta por la libertad de Cuba, en 1968, Fidel Castro proclamó que la Revolución triunfante el 1 de enero de 1959 formaba parte inseparable de las luchas iniciadas un siglo antes estableciendo un nexo de continuidad entre aquellas y esta. Ya en 1953, en el juicio que se le seguía por el asalto al Cuartel Moncada, el propio Fidel Castro había exaltado la figura de José Martí como autor intelectual de aquella acción armada contra la dictadura impuesta un año antes por Fulgencio Batista. Al hacerlo, subrayaba la continuidad histórica de la única revolución que ha existido en nuestro país, la iniciada el 10 de octubre de 1868 con la proclamación de independencia del país por Carlos Manuel de Céspedes, continuada el 24 de febrero de 1895 con la guerra organizada e inspirada por Martí y reiniciada por Fidel con la heroica gesta del Moncada en 1953. Fidel situó la acción del cuartel Moncada como un nuevo eslabón de la lucha por la independencia radical de Cuba. En su trascendental defensa ante el Tribunal de Urgencia, conocida después como “La historia me absolverá”, reivindicó el ideal de independencia o
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(al)TErna muerte de nuestros mambises y sentó las bases para la consigna que la Generación del Centenario exaltaría en primer plano: “Libertad o muerte”. Meses después, Fidel proclamó que en 1956 seríamos libres o mártires. Esto nos condujo a la victoria del 1 de enero de 1959 y posteriormente a la proclamación del carácter socialista de la Revolución el 16 de abril de 1961. ¿Pero quién fue aquel hombre excepcional que medio siglo después de su muerte seguía inspirando la acción de los revolucionarios cubanos, que fue capaz de organizar y convocar una guerra contra España en las postrimerías del siglo XIX y señalar al propio tiempo los peligros que para la independencia de Cuba representaban los apetitos imperiales de Estados Unidos? José Martí enriqueció y elevó
vida material, de la convivencia entre seres humanos. La clave se halla en que en nuestro país, como ya señalamos, desde la forja del pensamiento científico e incluso religioso, no se situó la creencia en Dios en antagonismo con la ciencia, se dejó la cuestión de Dios para una decisión de conciencia individual. Ello facilitó al pensamiento cristiano y su fundamentación ética y a las ideas científicas una articulación de extraordinarios resultados en la historia de las ideas cubanas. La ética martiana establece una relación íntima entre inteligencia, bondad y felicidad. Para él no hay felicidad mayor que la de hacer un bien a los demás. Del mismo modo, la maldad conduce inevitablemente a la infelicidad. Tanto en “La Edad de Oro” como en otros documentos del Apóstol se
“La ética martiana establece una relación íntima entre inteligencia, bondad y felicidad. Para él no hay felicidad mayor que la de hacer un bien a los demás” a planos universales superiores con sentido de continuidad el patrimonio cultural cubano que había asumido siempre en sus formas más puras las tradiciones éticas cristianas y la modernidad europea sin ponerlas en antagonismo. En su pensamiento están presentes algunos elementos clave que queremos destacar: utilidad de la virtud, equilibrio del mundo, formas cultas de hacer política, educación y solidaridad. La utilidad de la virtud es, en esencia, el tema de la ética tratado durante milenios y precisamente las religiones han sido las que más se han ocupado de él. Por ello he afirmado que la importancia de la ética para los seres humanos, la necesidad de ella, se confirma por la propia existencia de las religiones, donde ha ocupado un lugar preeminente. Su valor y significación son válidos tanto para creyentes como para no creyentes. Los creyentes derivan sus principios del dictado divino; los no creyentes podemos y debemos atribuírselos, en definitiva, a las necesidades de la
tiende a establecer esa vinculación. Estas ideas se relacionan también con aquello planteado por Fidel acerca de que el gran potencial que tiene el hombre hacia el futuro es la parte del cerebro, de la capacidad intelectual que tenemos y no utilizamos. ¿Y cómo utilizarla más? Diríamos, como Martí, que se puede utilizar más si se logra vincular la inteligencia con el amor. Otro elemento importante en Martí es lo que él llamó el equilibrio del mundo. Resultó profético el mensaje que nos dejó en su carta inconclusa a Manuel Mercado, en vísperas de su muerte. Para el Apóstol, la guerra de independencia de Cuba se hace para evitar que Estados Unidos se apodere de las Antillas, caiga con esa fuerza más sobre las tierras de América y ponga en peligro el equilibrio del mundo. En su concepción, el mensaje incluye al pueblo norteamericano porque Martí también afirmó en otro documento que aquella guerra se hacía para salvar el honor de la gran república del Norte, que
en el desarrollo de su territorio obtendrá más segura grandeza que en el oficio inhumano de apoderarse de sus vecinos menores, o en la guerra que tendrá que echar contra el mundo, coaligado contra su ambición. La fórmula martiana concebía, asimismo, salvar el honor de Estados Unidos. De aquí la importancia del mensaje martiano para establecer un diálogo con el pueblo norteamericano acerca de los peligros que amenazan la existencia del género humano en nuestro planeta. La idea del equilibrio es, pues, una de las claves esenciales del pensamiento martiano, como toda su cosmovisión fundada en la integridad de los diversos órdenes de la realidad, procede de su concepción del equilibrio en cuanto ley matriz esencial que rige tanto para la naturaleza como el espíritu, así como para el arte, la ciencia, la economía, las relaciones sociales y la política, y cómo solo es posible alcanzar esta síntesis a escala social con una cultura volcada hacia la acción. José Martí la llevó al terreno de la educación y la política práctica. El rasgo esencial de estas concepciones es superar el “divide y vencerás” de la vieja tradición reaccionaria de Maquiavelo y aun de antes, de la época de Roma, y asumir el principio “unir para vencer”. Y hoy lo que ocurre es que el principio de “divide y vencerás” ha perdido eficacia práctica. La tuvo en el pasado para los intereses explotadores, pero ahora los problemas que afronta la humanidad tienen un alcance global y es preciso unir voluntades para encarar su solución. Desde una aspiración revolucionaria, para hacer una política guiada por la idea de unir para vencer, hay que orientarse por un pensamiento universal y defender los intereses de todos los individuos por igual. Hay quienes hablan de defensa de los derechos humanos, democracia, respeto a la individualidad, pero en realidad están defendiendo los derechos de unos cuantos. Los ideólogos burgueses exaltan el concepto del individualismo, pero no tienen en cuenta los millones y millones de individuos que carecen de esos derechos. Como dije en cierta ocasión a un amigo francés, nosotros asumimos la consigna: libertad, igualdad y
fraternidad, pero para todo el mundo. Incluye, desde luego, a vietnamitas, chinos, iraquíes, afganos, neoyorquinos, a los que nacen en cualquier lugar de Estados Unidos, a los que nacen en América Latina, en Cuba, en cualquier parte. Como dijo Martí: (...) dígase hombre, y ya se dicen todos los derechos. Resumiendo lo expuesto sobre las concepciones martianas, podemos subrayar la importancia de estos principios: la utilidad de la virtud, el equilibrio del mundo y de la cultura de hacer política y la facultad humana de asociarse. Pienso que debíamos profundizar en su estudio. Todos estos elementos los heredó también la Generación del Centenario, y los recibió por medio de la ética martiana. Hoy ella es más necesaria que nunca antes porque lo que está en juego no es solo un país o una clase social. Está en juego la existencia misma de la especie humana.
PERFIL Armando Hart es director de la Oficina del Programa Martiano y presidente de la Sociedad Cultural José Martí de la República de Cuba. Doctor en Leyes. Destacada figura histórica de la Revolución Cubana desde los tiempos de la lucha contra la tiranía batistiana. Fue Coordinador Nacional del Movimiento 26 de Julio e integró la dirección nacional desde su fundación. Al triunfo de la Revolución fue designado Ministro de Educación y dirigió la Campaña de Alfabetización; posteriormente Ministro de Cultura al crearse dicha entidad. Ocupó importantes cargos políticos como Secretario Organizador del Partido, Primer Secretario en la provincia de Oriente y miembro del Buró Político. Es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Posee una extensa obra como contribución a las ideas políticas, filosóficas y culturales recogida en artículos, libros y ensayos publicados en Cuba y en el extranjero. Ha recibido numerosos títulos honoríficos y reconocimientos por parte de instituciones científicas y docentes nacionales y de otros países y organizaciones internacionales.
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BEATIFICACIONES “Si el libro que leemos no nos despierta Mohamed Chukri o Fernando de un puñetazo en el cráneo, ¿para Vallejo, podríamos añadir un qué leerlo?...”. Franz Kafka sinnúmero de autores más, de diferentes épocas, géneros y estilos, que han levantado polvo con sus letras. Afirma Ciorán CARLA BADILLO CORONADO que “si Nietzsche, Proust, Bauiempre me han inte- delaire o Rimbaud sobreviven a resado los escritores las fluctuaciones de la moda se que arriesgan. Aque- lo deben a la gratuidad de su llos que de entrada crueldad, a su cirugía demonos dan el puñetazo al níaca, a la generosidad de su que Kafka alude en la hiel”. Riesgo / Transgresión / cita de arriba. Rilke decía que Trascendencia. Roberto Bolalas obras de arte son siempre el ño, polémico de primera clase y producto de un riesgo, de una visionario feroz, decía que la experiencia llevada al límite. En literatura se parece mucho a La literatura y el mal, Georges una pelea de samuráis, pero un Bataille sostiene que la obra de samurái no pelea contra otro William Blake sorprende pre- samurái: pelea contra un monscisamente por su indiferencia a truo; y aun sabiendo que va a las reglas comunes; en ella “hay ser derrotado tiene el valor de algo desorbitado, algo insen- salir a pelear. Siguiendo ese precepto, la sible a la reprobación de los demás, que eleva a lo sublime Generación Beat supo enfrenesos poemas”. La literatura es tar al monstruo del que habló un asunto de valientes. A los Bolaño. Sus integrantes no solo nombres de François Villon, cuestionaron las normas sociaMarqués de Sade, Lautréa- les sino que desafiaron las formont, Henry Miller, Anaïs Nin, mas literarias existentes: fueAntonin Artaud, Jean Genet, ron defensores del verso libre
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cuando incluso eso significaba un sacrilegio para la literatura puritana de los años 50, escribieron sobre temas que muy pocos se atrevieron antes (sexo, drogas, homosexualidad), y por ello fueron acusados de obscenos; incluyeron cintas de grabación, recortes de prensa, palabras ajenas a diccionarios, y argots nunca antes usados en prosa o poesía. Por eso, más allá del mito o la etiqueta beat, es innegable su influencia en los movimientos contraculturales posteriores. En lo personal, más que sus romances de bar y carretera, más que sus juegos de niños malos o profetas iluminados, incluso más que sus viajes físicos o mentales, lo que me atrapó fue la ruptura del lenguaje. La mezcla. El intercambio. El desafío. El idioma no rígido. El jazz como ejemplo de improvisación. La respiración como impulso. El verso como mantra. La transgresión de todos los géneros. Poemas relatados. Novelas declamadas. Voces como música. Espejos
como puertas. Quiebre. Provocación. Abismo. La armonía en el desequilibrio. La contradicción. Transformar oraciones en animales salvajes, ser devorada por el ritmo. * El verano de 2008 fue pródigo en aventuras. Emprendí un largo viaje que me llevó a conocer gran parte del suroeste de Estados Unidos. Todo lo que llevaba conmigo era una mochila con provisiones de comida, un par de mudadas, mi cámara de fotos, mi libro de turno, mis poemas y mi diario. Recorrí todo tipo de escenarios, desde la ficción que envuelve a Los Ángeles (lo más real fue la tumba de Bukoswki en San Pedro, frente a la Isla Bonita) hasta los áridos pueblos de Arizona. Me alojé en hostales baratos; transité días y noches por míticas carreteras a ritmo de blues; crucé el desierto de Sonora; me bañé a orillas del Río Grande; me interné en los territorios indígenas de Nuevo México, participé en ceremonias de peyote siendo la única extran-
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crÓNIca jera; dormí al interior de tepees, al pie de lagos y quebradas; amanecí entre venados y búfalos en Colorado, dancé junto a lakotas, apaches y navajos, y me perdí entre los pueblos fantasmas del Lejano Oeste. En el camino escuché disparos y los gritos de Billy the Kid, y recordé fragmentos de otros aventureros como Jack Kerouac, quien junto a Neal Cassady había recorrido el país de costa a costa hace más de medio siglo. Pero en 2008 esa carretera fue mía y por ella avancé hasta San Francisco, recorriendo parte de la ruta 66, sola, y bajo un cielo en llamas, atravesando América sobre la línea divisoria entre el Este de mi juventud y el Oeste de mi futuro. * Llegué con la idea de quedarme tres días y acabé extendiendo el tiempo, el corazón y mi diario. Quise ir directo a North Beach, también conocido como barrio italiano o barrio bohemio, Meca de la Generación Beat, y aunque parecía casi imposible, deseaba asistir a algún recital de dos poetas legendarios: Lawrence Ferlinghetti, dueño de la famosa City Lights Books, y Jack Hirschman, poeta laureado de San Francisco. Entré a la primera estación de metro y pedí ayuda a la única mujer que vi sentada. –Sígueme si quieres, dijo, yo también voy a North Beach. En el trayecto conversamos y supo que yo era poeta, una poeta anónima y errante, entonces me invitó al Caffe Trieste, según dijo quería presentarme a sus amigos. Al llegar, vi una serie de personajes bohemios y excéntricos como en ningún otro sitio. La mujer me presentó a un par de amigas pintoras, y una de ellas me dijo que su esposo también escribía poesía. ¿Cómo se llama su esposo?, pregunté. –Jack Hirschman, contestó. No lo podía creer, era el poeta que traía en mente. Jack llegó a los cinco minutos y con una sencillez única se puso a conversar conmigo. Resultó ser un tipo fascinante. A sus 74 años había vivido todo tipo de experiencias: a los 19 se animó a escribirle una carta a Ernest Hemingway de quien recibió respuesta semanas después, desde su Finca Vigía, en Cuba; fue amigo de Djuna Barnes, Henry Miller, Anaïs Nin, Leonard Cohen y los beat; asistió al último
recital de Dylan Thomas en Nueva York, y fue profesor de Jim Morrison en UCLA, de donde fue despedido por su oposición activa a la guerra de Vietnam y su afiliación al partido comunista. Al cabo de un rato, Jack quiso leer mis poemas. Yo le advertí que los tenía en hojas sueltas y en español. –No te preocupes, dijo, quiero saber si son buenos; y en cuanto al español no hay problema, he traducido nueve lenguas incluyendo la tuya. Leyó mi poema Sarah Kane y se mostró sorprendido, dijo que le parecía un poema con fuerza y quería traducirlo, y por si fuera poco
promiso fue seguirle entregando a Jack mis poemas a fin de traducirlos al inglés. Yo seguía alucinada. Esa misma tarde conocí a otros artistas, incluyendo poetas callejeros y personalidades como Neeli Cherkovski, quien alguna vez fue roommate de Gregory Corso y Bob Kaufman; y gran amigo de Charles Bukowski, de quien escribió una biografía. Neeli me dijo que la forma en que los beats se expresaron también se nutrió de la comunidad, y que las Cartas Revolucionarias de Diane di Prima fueron importantes al dar una visión poética de cómo se podría reordenar la
“Escribo en la habitación 204 del hotel Boheme, la que en su tiempo ocupó Allen Ginsberg, testigo de la destrucción de las mejores mentes de su generación a causa de la locura” me invitó a leerlo en su próximo recital en la Biblioteca Pública. Parecía un sueño. Con mucha pena le dije que no podía quedarme, sobre todo por presupuesto, ya que aún me esperaba por delante una larga ruta, a lo que Jack y su esposa dijeron que no me preocupara, que desde ya tenía un cuarto en su casa, durante el tiempo que sea, a cambio de nada. El único com-
sociedad. Finalmente, quise conocer la librería City Lights Books, pero Jack sugirió que fuese al día siguiente, con más calma, antes de la cena con Lawrence en su casa. ¿Qué Lawrence?, pregunté. –Ferlinghetti, respondió. –Otro de los hijos salvajes de Whitman, ya lo verás. * El día que conocí a Ferlin-
ghetti murió BJ Papa, uno de los hijos predilectos de North Beach, elemento clave del jazz, un verdadero piano man. Jack y yo nos juntamos en Caffe Trieste y luego fuimos a su casa. Lawrence llegaría a las seis y treinta. Al entrar oímos llantos y alaridos. Mierda, pensé, después de todo esperábamos a Ferlinghetti, y sabíamos que andaba un poco delicado de salud. Cuando subimos, Aggie nos dijo que BJ Papa murió mientras dormía. Tenía 70. Jack colocó un CD del viejo jazzero. Aggie y Lee gritaban en la esquina, yo solo escuchaba las notas de un piano vivo. Luego las cosas se calmaron un poco. A las siete llegó el viejo beat. Ahí estaba el autor de Coney Island de la mente, con casi 90 años, sonrisa amplia y un arete en la oreja derecha. Jack me presentó como su nueva amiga: “This is Carla, a marvelous poet from Ecuador” (me sentí extraña y complacida), y tras contarle nuestro azaroso encuentro, Lawrence me dijo: “Tienes suerte, jovencita. Cuando llegué a San Francisco, en 1955, me tomó tres meses para vivir más o menos lo mismo”. Luego me preguntó sobre Ecuador, y yo le conté algunas historias que creí podían interesarle. De ahí pasamos a sus inicios en la escena beat, me contó sobre las series de jazz y poesía que organizó junto a Kenneth Rexroth y su círculo libertario en un club de North Beach llamado The Cellar. El objetivo de la fusión era que la poesía fuese más accesible al público. Músicos como Thelonious Monk, Miles Davis, Charly Parker o Dizzy Gilliespie eran parte del bebop, un estilo más libre que permitía la improvisación y rozaba la locura. Según Rexroth, uno podía ir a cualquier tienda de música en el barrio negro de Fillmore, agarrar un disco y encontrar mejores letras que cualquier seudopoema de jazz. También hablamos sobre la irreverente técnica del cut up de William Burroughs, la historia de City Lights y sobre el juicio contra el poema “Aullido” de Allen Ginsberg (prologado por William Carlos Williams y publicado por Ferlinghetti en 1953) en donde se lo acusaba de obsceno. Lawrence me dijo: No es el poeta, sino lo que él observa lo que se revela como obsceno. Todo lo que rompe con la tradición es mal visto, y eso fue, precisamente, lo que nosotros hicimos. * City Lights Books. Tercer piso.
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crÓNIca Sección de poesía. -Felicidades-, dice Mark mientras me abraza, tu libro ya está aquí. Pertenencias/ Belongings ocupa uno de estos estantes de madera, codeándose con Anne Sexton, Ámbar Past y Adrienne Rich. Al lado izquierdo una sección completa de literatura beat, y al derecho una de poesía clásica y contemporánea de todo el mundo. Al fondo del pasillo está la oficina de Lawrence, y yo sonrío al recordar que hace casi un año, esta poeta errante les mostró sus poemas dispersos a él y a Jack, cuyas traducciones también constan en este libro. Pienso que de alguna forma estos poemas ya no son solo míos sino de todo aquel que los lea, de todo aquel que se apropie de mi voz. Mark está emocionado. Lo veo descubrirse en más de un poema. Yo también lo estoy. Esta librería significa mucho para ambos. Él siempre la ha visitado a diario, pero casi nunca subía al Poetry Room, sus secciones preferidas están en el subsuelo: historia, filosofía, blues, ajedrez. Pero ahora subimos juntos y compartimos versos hasta la medianoche, tiempo en que el librero apaga las luces y nos dice que solo faltamos nosotros para poder cerrar. * Escribo en la habitación 204 del hotel Boheme, la que en su tiempo ocupó Allen Ginsberg, testigo de la destrucción de las mejores mentes de su generación a causa de la locura. Recostada sobre esta cama, es inevitable pensar en los cuerpos que me precedieron, en todas las manos que escribieron versos sobre pieles que jamás llegaré a leer. Este cuarto no tiene cuatro esquinas sino diez irregulares, y dos lámparas con inscripciones alusivas a North Beach: Vesuvio, Tosca, Gino & Carlo. En la pared hay dos cuadros antiguos donde aparecen un hombre uniformado y una mujer exótica que me miran como si fuesen a revelarme historias de marineros y putas de los años veinte. Me incorporo. En la pared del baño hay una fotografía en blanco y negro de algunos beats abrazados frente a City Lights, tomada por Peter Orlovsky, en 1955, y con una leyenda escrita por el mismo Ginsberg. Lucen felices y despreocupados. Y es lógico, la muerte apenas era una dama esbelta con la que
salían a coquetear cada noche. * Estoy en la tumba de Gregory Corso, en Roma. Shelley y Keats son sus vecinos. Me pregunto en cuántos cementerios tuvieron que vivir estos poetas antes de radicarse aquí. Pienso en Corso, de no haber muerto en Minnesota quizá lo hubiese conocido. Las mujeres lo detestaban por agresivo, pero sus amigos dicen que era como un niño inofensivamente rudo. Jack me contó una vez que Gregory, ya viejo, fue entrevistado en una radio, y a medio programa llamó una muchacha diciéndole: Hola, Gregory, soy
entonces fueron inseparables. De hecho ella vivió dos años en su piso, por eso lo conoció muy bien. “Era satírico, viajero, vulnerable y amante de Shelley. Hablaba de los mismos temas, pero siempre hallaba algo nuevo”. Recorrieron librerías, cafés y cantinas del bajo Manhattan. Otra anécdota fue cuando Ginsberg tuvo un recital en la Universidad de Nueva York. Ted Jones, Jessica y Corso lo acompañaron. Cuando Ginsberg empezó a cantar su poema “Don’t smoke” (contra la nicotina), Ted sacó una botella de ron y empezaron a beber, luego Gregory empezó a gritar: “Smoke,
“Viajo al fin de la noche como un Céline desnudo, transfigurado, atravesando la carretera de mi propia mente” tu hija, a lo que él respondió: ¡Vamos, tú quieres follar! Ese era Corso. Ese y el niño de los orfanatos (su madre lo tuvo a los 16 y lo abandonó para regresar a Italia) y el que estuvo en la cárcel por pequeños robos, aunque fuese ahí, en la biblioteca de la penitenciaría, donde encontraría su verdadera vocación, convirtiéndose en ávido lector y escribiendo sus primeros poemas. Muchas lo detestaron, Jessica no. Jessica Loos fue una de sus pocas y buenas amigas. Se conocieron en un recital de los beats, en Nueva York. Ella tenía 23 y Corso bordeaba los 60, desde
Allen, Smoke”, lo que hizo que el mismo Allen los echara de la sala. Corso era irreverente por naturaleza. A la única que respetó en verdad fue a la poesía. Patti Smith llegó a decir: “No hay duda de que Corso fue un poeta. La poesía era su ideología, los poetas sus santos”. Poco antes de morir, Corso contactó a su hija, quien, además de perdonarlo, cuidó de él hasta el último día, cuando el poeta, literalmente, murió soñando. * Estoy en Vesuvio. Segundo piso. Junto a la ventana. Sola. Espero a Mark con el libro abierto sobre la mesa. Soy la
única mujer en esta sala. La única que sigue viva. El jazz es una pantera contorneándose en mi espalda. Olores musicales seduciéndome. Summertime es un rugido atemporal. Charlie Parker abrigándome en invierno. Chet Baker sonriendo con la boca destrozada (como cuando unos dealers se quedaron con su dentadura superior tras una paliza). West coast jazz de los años 50. Pienso en jazz y pienso en Bob Kaufman, en el Rimbaud Negro, como le decían en Francia, y también pienso en otros beats, los olvidados de puertas para afuera: Gary Snyder, Herbert Huncke, David Meltzer, Jack Micheline, Ray Bremser, Amiri Baraka, Ted Jones, y un largo etcétera. Marginados de los marginados. Beatíficos del tiempo. Pienso en las elegías que Neeli le dedicó a Bob Kaufman, su querido amigo, poeta oral por excelencia. Pienso en la esposa de Bob rescatando versos que el poeta lanzaba como flechas para luego transcribirlos. Pienso en jazz y pienso en Bob Kaufman. Y en la improvisación de su vida. Él decía: Soy negro, judío, blanco, verde y amarillo / con un hombre azul adentro / que lucha por salir. Pienso en jazz y pienso en Bob Kaufman. * La noche avanza. La niebla avanza. Las voces avanzan como balas perdidas. Dos años viviendo en San Francisco por temporadas, escuchando el sonido real de mi voz (polifonía demencial). Aquí puedo reír, llorar o escupir sin tener la obligación de explicar que soy humana. Afilo versos para cortar la soga que amarra mis miedos, y rezo rosarios de pájaros castrados (para nunca dejar de volar). North Beach es mi madre loca. Y el tiempo aquí no es tragedia. Foggy City. Foggy Woman. Espíritus de poetas muertos acompañan mis pasos por estas calles de niebla. Y desde luego la mano de Mark, que es como caminar agarrada del Poema. Viajo al fin de la noche como un Céline desnudo, transfigurado, atravesando la carretera de mi propia mente, porque a fin de cuentas el viaje es hacia adentro, como lo fue para aquellos que aquí he nombrado, de los que he dado fe, y de muchos otros que algún día nombraré, porque sepan, señoras y señores, que si hemos traspasado muchos límites legales y morales fue solo por la esperanza de encontrar, del otro lado, algo en qué creer.
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loSEspacios
Cuando la palabra constriñe al cuerpo →“Las
entrañas del sujeto jurídico”, del quiteño Diego Falconí Trávez, establece nuevos diálogos entre el texto literario y el texto jurídico
El lanzamiento del libro se realizó en el Centro de Arte Contemporáneo de la ciudad de Quito. EDGAR VEGA SURIAGA
Uno de los éxitos más abrumadores de occidente lo es, sin duda, el control del cuerpo. Desde los aspectos más accesorios como la vestimenta, hasta los más estructurantes como la biología, todo lo que tiene que ver con el cuerpo se halla contenido en un repertorio histórico de controles, transgresiones y normatividades. Lo sorprendente de dichos controles es que su fuerza radica en una permanente traducción de las explicaciones mítico-religiosas a sistemas narrativos que organizan nuestra vida, como el escolar, el familiar, el jurídico o el religioso. Las entrañas del sujeto jurídico. Un diálogo entre la Literatura y el Derecho (Editorial UOC, Barcelona, 161 pp., 2012), escrito por Diego Falconí Trávez, nos permite reconocer cómo el pensamiento mítico-religioso se haya tan estructurantemente presente en dos
discursividades que han normatizado exitosamente la existencia humana en occidente: la jurídica y la literaria. En este texto, Falconí analiza las transmutaciones del pensamiento mítico-religioso en discursividades jurídicas y literarias que se proponen entender y normatizar la diferencia corporal. La consecuencia más dramática de dicha empresa seguirá siendo la naturalización de esa diferencia a partir de la noción de subordinación de los cuerpos femeninos, feminizados, racializados y empobrecidos. El autor recurre a la metodología intertextual, y nos propone un largo y profundo recorrido que empieza en el surgimiento del derecho romano, pasa luego por el derecho canónico hasta llegar al debate contemporáneo sobre los límites y posibilidades del derecho-humanismo. Paralelamente y de forma intrincada, el autor revisa textos literarios
importantes que van desde Ovidio, Suplicia, Homero, San Agustín, Zorrilla o Lope de Vega, hasta figuras más contemporáneas como García Márquez, Kafka u Orozco. En esta etrategia, Falconí recrea al sujeto occidental en tanto nos remite a las fuentes que lo configuran y le dan actualidad. Además, lo expone a un examen de objetivación de todos aquellos procesos discursivos que lo subsumieron en subjetividades que legitimaban controles, discriminaciones y expolios. Finalmente, lo reivindica como deconstrucción, apertura y posibilidad de resistencia desde la heterogeneidad. Además de lo dicho, lo que vuelve a Las entrañas del sujeto jurídico tan oportuno y valioso en nuestro medio, es que es escrito no desde la centralidad de la metrópoli -o peor, desde su añoranza-, sino más bien desde el lugar de lo periférico.
Cuando en la presentación del texto Falconí aclaraba cuál era su lugar en la frontera desde dónde escribía y de qué tipo de frontera estaba permeada su obra, no hizo más que acentuar el tono y la pertinencia de esta obra. Y es que la Historia del cuerpo nos proporciona, sobre todo a partir de los años noventa, material valiosísimo para entender las lógicas profundas de la normatización corporal. El texto de Falconí hace esto, pero alineado, como su propia vida, a una escritura que se hace desde la periferia e incluso desde la subordinación. Para esta ingente tarea, Falconí recurre al potente contingente de los Estudios Decoloniales que vuelven a su obra de suma importancia para entender los procesos de vasallaje contemporáneos que siguen teniendo en el cuerpo el principal destino y a la palabra como arma de potente funcionalidad. A continuación propongo revisar dos aspectos que considero pertinentes en la lectura del presente texto. El poder de las palabras para encubrir el cuerpo En Las entrañas del sujeto jurídico, Falconí revisa la relación entre máscara, persona y personaje, y cómo este engranaje solo se puede entender a partir de las lógicas de reconocimiento y negación del estatus de “humano”. En ese sentido, Falconí emplaza y coloca frente a frente los discursos jurídico y literario para entender lo altísimamente productivos que han sido estos discursos en tanto artefactos culturales y dispositivos de control que han generado y reforzado imaginarios en los que el cuerpo es, ante todo, una falta, un lastre, algo que superar. Esta confrontación es llevada por el autor a la ironía al utilizar al cuerpo budú (que se enuncia visualmente en la portada) como una metáfora muy oportuna para referirse a una práctica consistente y, ciertamente, productiva de cubrir, velar o fetichizar el cuerpo con la escritura fonética. Esta práctica, muy ligada a los procesos de expansión económica y de gestación de las universalidades, será, como lo muestra el texto, una de las prioridades de los discursos jurídico y literario. Discursos que se ocuparán minuciosamente de entender la diferencia corporal desde la prerrogativa masculina, racial y económica.
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loSEspacios Es, por tanto, en el discurso jurídico y en el literario, que el cuerpo se consolida como deseo, como pecado y como una mercancía en tanto la ley, así como el relato literario van a contemplar la norma y su transgresión como los marcos que limitarán la existencia de los cuerpos. Si la norma prevé su transgresión, el castigo y la libertad; el derecho y la literatura harán de ese binarismo un sistema tan altísimamente productivo como psicótico. En este sentido, uno de los temas que pone en evidencia este texto es algo que se cuestiona con pertinencia desde la articulación entre los Estudios Visuales y el feminismo, y es la consecuencia más perniciosa de siglos de disciplinamiento corporal: que el discurso, la representación, están por encima de la realidad, se validan por encima de ella y como si fueran más reales que la realidad misma. De ahí que la afirmación de Falconí, de que “el poder es la consecuencia del encuentro de cuerpos humanos, cualesquiera cuerpos que permitan entablar una relación” (2012:23), suponga reconocer una intertextualidad en la que el texto escrito consolida las relaciones de poder en la representación y es en ella en donde se depositan, por tanto, los dispositivos de control y normatización. Esto le lleva a Falconí a observar que la “narración literaria y el derecho […] plantean un espacio y un sistema jurídico donde el personaje y la persona, respectivamente, se configuran, se relacionan y, por sobre todo, accionan” (2012:25). Es en este momento cuando el autor se autoriza a revisar el interior de las disciplinas académicas, en este caso la literatura, para reparar en la comparación como uno de los protocolos de la representación. Falconí señala como uno de los objetivos de la comparación al ordenamiento y constata su carácter discrecional: “La ordenación (que inequívocamente pasa por la comparación por orden) es un proceso subjetivo cuya referencia o patrón es un parámetro que bien podría ser otro” (2012:34). Y más adelante añade: “la ordenación de gran parte de los aspectos de la vida no se constata sino que se decide por parte de las normas jurídicas y, más aún, por quienes esculpen dichos preceptos a partir de
múltiples comparaciones que son efectivas para sus intereses” (2012:35). Las entrañas del sujeto jurídico se vuelve, entonces, una crítica frontal al carácter prescriptivo del texto escrito sobre el cuerpo y, por tanto, a la configuración vía la palabra de ideales regulatorios de obligatorio cumplimiento. Así, el texto arqueologiza la escritura y sus discursos, desde Roma, el medioevo, luego la modernidad y finalmente los sistemas contemporáneos de clasificación. Esta revisión le
Portada del libro de Falconí.
permite al autor trazar un mapa geopolítico de las rutas normativas, del orden, la clasificación y la exclusión; rutas de los sistemas y regímenes textuales que han constituido occidente a partir del disciplinamiento de los cuerpos. Deconstrucción del texto desde el cuerpo La escritura de Diego Falconí es fronteriza, su estrategia escritural es fronteriza, su propuesta estética y ética es fronteriza; no obtante, está atravesada de una voluntad subversiva que supone desestabilizar la norma desde su interior. Cuando cita a Butler para señalar que “la norma jurídica es tan prescriptiva como performativa” (2012:39), Falconí se abre a problematizar las prerrogativas de ciertos cuerpos para representar y representarse y el despojo que tiene la mayoría de la población para efectivizar sus derechos. En ese sentido, si desde Roma, “orden, escritura y subjetividad se juntan” (2012:49), los discursos jurídico y literario conducirán a un orden legal que
“además de ser visto como obligatorio para el ser humano”, es el “único método para ejercer su libertad personal” (2012:31). Por tanto, al arqueologizar la norma, Falconí examina sus procedimientos internos y constata sus límites y posibilidades. Así, el discurso legal y el literario, permitirán el control, la disciplina, la norma, pero también la libertad y las distintas variantes de transgresión. Es en este lugar que Las entrañas del sujeto jurídico entra en diálogo con estrategias importantes de desestabilización del discurso jurídico. Cuando la Confetrans y el Proyecto Transgénero proponen la campaña “Mi género en mi cédula”, un slogan consigna la potencia del alternativismo en el Derecho: “A una letra de ejercer ciudadanía”. Efectivamente, el alternativismo (que en Ecuador ha sido trabajado profusamente por la jurista y activista Elizabeth Vázquez, del Proyecto Transgénero), cuestiona lo invasivo y excluyentes que son los sistemas que nombran la vida desde la representación escritural. Pero no se limita al cuestionamiento, sino que abre, desde los resquicios de la norma, posibilidades de irrupción para trastocarla y, así, beneficiar a sujetos que históricamente han sido subordinados por la palabra, como son las mujeres, los cuerpos feminizados y las diversidades sexogenéricas. “Mi género en mi cédula”, “A una letra de ejercer ciudadanía”; suponen un cuestionamiento frontal, desde las entrañas del poder, a los dispositivos que lo que buscan, en última instancia, es la estabilidad identitaria. Así, esta propuesta, como la deconstrucción que elabora Falconí, emplazan a los sistemas de conocimiento que han constreñido al cuerpo desde el uso jerárquico de la escritura letrada. Es en este contexto que el texto de Falconí plantea una estrecha relación con el activismo político, desde la teoría, en tanto se alía con la realidad de subordinación y no con la representación normativa escritural. La cultura contemporánea, tal como la conocemos hoy, hunde sus raíces en las matrices judeo cristianas y en la discursividad romana, que escinden cuerpo y alma, al punto de que asistamos, en la actualidad, y tras la
figura del deseo, a una corpofobia sistemática que legitima unos cuerpos por sobre otros. En ese sentido, Las entrañas del sujeto jurídico puede ser leído desde la tradición de la historia del miedo en occidente, en donde el terror a la materialidad corporal de los cuerpos femeninos, feminizados, racializados y empobrecidos, ha sido la contraparte de la civilización. Y también puede ser leído desde los estudios de las masculinidades, en tanto es un registro del diseño, prueba, constatación y rediseño constantes del poder patriarcal, de la masculinidad hegemónica y del permanente despojo de la no humanidad, de la no subjetividad, de las no personas: de los otros. Para finalizar, quiero destacar que, frente a la estrategia multicultural que supone apaciguar el conflicto cultural vía el reconocimiento plano de derechos, Las entrañas del sujeto jurídico nos habla desde la interculturalidad, esa otra estrategia, amasada desde el sur, que bien se puede alinear con lo que el autor denomina la “ética de la sospecha” (2012:131). Desde este episteme, este texto da cuenta de unos cuerpos que desbordan la norma, que siempre la han rebasado, y que cada vez resisten a las distintas formas a ser engullidos por el ideal de democracia o por las ofertas del mercado. Por todo esto, Las entrañas del sujeto jurídico se convertirá en una obra de referencia que permita desentrañar la alianza entre derecho y literatura en relación a la captación, encubrimiento y negación de lo humano a los cuerpos otros, a los cuerpos femeninos, feminizados, racializados y empobrecidos. A la venta en la Librería Jurídica “Cevallos”
PERFIL Diego Falconí Trávez estudió leyes en Ecuador y Artes Liberales en Estados Unidos. Es abogado con especialidad de derechos humanos, con énfasis en género y perspectiva GLBTT por la Universidad San Francisco de Quito y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura comparada por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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El alero de las palomas sucias
La Gina eres de Gracia HUILO RUALES
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ué bestia de trajín, y cómo sería si no tuviera la Pao y la Masha. Desde que gané el premio de poesía mística en Palermo se destapó la cosa y la cosa no para. Ya casi dos años de aviones, hoteles, encuentros, lecturas, si ya no tengo ni qué publicar porque cuándo, a qué tiempo voy a escribir. Ya me da cosas leer los mismos poemas. Me está ocurriendo igual que a los cantantes que terminan odiando su canciones famosas. Yo también ya empiezo a aborrecer mis poemas, no se diga los premiados. Sobre todo El Sauce que no lloraba, que me salió como por un tubo y que es el más aplaudido. No hay sitio en donde no me pidan que lo lea y yo puagg lo leo casi vomitando. O sea fingiendo, porque a la final no siento nada. Además, si se lo lee un par de veces se advierte que es feo, que es medio pendejo y falso, como que se quedó atascado cuando justo tenía que salir volando. El Pachi tiene razón, tengo que empezar a negarme, no aceptar toda invitación. Si no, pues, voy a terminar negándome. Claro que no voy a rechazar el encuentro de Medellín, que es una ma-ra-vi-lla. Y el de Guadalajara, ay qué cosa para divina. No se diga el de Sevilla, que es una locura y encima a una le tratan como a reina, o sea como a poeta misma. No como aquí que te pagan
el vuelo y el hospedaje y allá te arreglas y encima te ven como si fueras la paraca de la fiesta. En Sevilla, además, te pagan honorarios decentes, porque allá una poeta invitada es una poeta trabajando. Con una media docena de invitaciones tipo Sevilla al año, estaría salvada. Renunciaría a todo y ahí si taparía la boca a las tías, a mis hermanas, a papá y mamá. Creo que es hora de que sientes cabeza, me dicen, ya tienes dos guaguas a tu cargo. En buena medida están en lo cierto porque incluso para viajar a las invitaciones tengo que pedir permiso en la ofi y, claro, me lo descuentan. Ser poeta acá es una mierda, y dos mierdas ser mujer y poeta. Mejor me callo. Mejor les cuento, al paso, mi cocina poética que en la actualidad se reduce a una plancha de madera, una ventana rota, la vista a un jardín público en donde me veo pequeña y tan desvalida que me doy la vuelta, tomo el teléfono y llamo a quien quiera. No sé qué hacer. Tengo terror de que sepan que en la actualidad atravieso un período de sequía que me está matando. Ni siquiera mis colegas de la Kofradía, ni mi marido el Panchi, lo saben. La otra noche llegó al
colmo de decirme, Ginita, no te parece que ya es hora de intentar el varón?. Me dió unas ganas de matarlo pero me hice más bien la dormida, y no dormí de la pura rabia y cuando me dormí soñé que con la almohada le aplastaba la cara hasta que su cuerpo dejaba de patalear. Pobre Panchi, tan bueno que es, incluso se ocupa de nuestras hijas para dejarme libre. Y yo, tan mala, que en Lima por un pelo no terminé en la cama con un poeta Mapuche, un chamán, un hermoso chamán. Pero, volviendo a mi sequía, la vivo con una angustia que me tiene sólo comiendo y hasta bebiendo y sin pegar los ojos. Por suerte el Panchi no se da ni cuenta porque ni me ve. Con su fábrica de baldosas y su famosa pesca los fines de semana le basta y le sobra. Estoy hundida. Es que después de picotear poemarios maravillosos para inyectarme inspiración, me pongo ante la página blanca con unas tremendas ganas de gritar en ella y no me sale ni un maullido. O me salen unos gemidos de vieja beata y hasta mentirosa. Y eso que yo siento en la garganta, en las entrañas un chorro de palabras sin patas ni cabeza que me queman, me congelan, casi
me estrangulan. O sea, más que grito es algo así como un resplandor que me permite leer en el muro de una caverna —que yo la conozco, la he visto y no sé en dónde ni cuándo— una frase terrible: No Eres Poeta : No confundas destreza con talento : no haces poemarios sino paquetazos. Yo sé que esto puede ser cierto y no tengo a nadie en el mundo a quien confiar esta tragedia. ¿Quién dice que un premio internacional y dos poemarios medianamente acogidos te convierte en poeta?. ¿Y acogidos por quién?. Por la familia, por las amistades, por uno que otro obtuso periodista cultural, (como ese que me preguntó « qué se siente al haber ganado un Nóbel? »). Quién sabe si todos ellos « acogen » mis poemas de labios para afuera y apenas una se voltea me hacen picadillo que no dejan para el santo ni la limosna. Aquí, en la sucursal del infierno, nunca se sabe). Pero yo sé que no es un drama como para matarse, peor teniendo dos enanas lindas y un marido tan solidario. ¿Mi maldito bloqueo no provendrá de ser tan cursi? Qué verguenza tengo ante la Silvita Plath, es como si me estuviera viendo.
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Texturas y memorias del pueblo afro EDIZON LEĂ“N CASTRO
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os afroecuatorianos tienen una historia diferente al resto de grupos étnicos y culturales del país. Por un lado, está una memoria de dolor y sufrimiento a través de la experiencia de haber sido arrancados violentamente de África para ser traídos en calidad de esclavos, y por otro lado existe una memoria de lucha, resistencia y sobre todo de aportes a la construcción de esta nación. Durante los últimos años se ha hablado mucho de la diversidad cultural y hasta cierto punto, se la ha visibilizado, pero no a los sujetos que la componen. La diferencia cultural se ha quedado en la epidermis de la sociedad, donde la diversidad está solo expresada en forma y no en contenido. Empezar a construir una sociedad intercultural, significa empezar a conocer-nos y a respetar-nos en esa diferencia. Presencia histórica de los afroecuatorianos Los inicios de la presencia de la población de origen africano en nuestro país tiene dos momentos históricos: el primero hace referencia a los asentamientos en la provincia de Esmeraldas y el segundo a la población del Valle del Chota-Mira (Imbabura y Carchi). La presencia afroecuatoriana se remonta al año de 1553, donde se registra el naufragio de un navío frente a las costas de Esmeraldas, que transportaba esclavos por una ruta comercial muy frecuente en los tiempos de la trata esclavista de Panamá a Callao (puerto de Lima-Perú). En la crónica del clérigo Miguel Cabello de Balboa, manifiesta que en este barco se transportaban “diecisiete negros y seis negras”, los mismos que aprovecharon el narufragio para “fugarse” e internarse en la profundidad de la vegetación y, de esa manera, escapar de su condición de esclavitud. Para aquellos tiempos, esta región contaba con poblaciones indígenas como los Niguas, Yumbos, Campaces, Cayapas, Lachas y Malabas, con los cuales se van a establecer tensiones y alianzas. Lo significativo de este hecho histórico es que va a marcar el inicio de la construcción de un territorio libre. La importancia del primer grupo fue la influencia política so-
bre otros que se asentaron en dicha región, especialmente, cuando Alonso de Illescas (uno de los líderes cimarrones más importantes) tomaría el liderazgo y conduciría a su gente hacia los caminos de la libertad, lo que constituyó un problema
“Ante el fracaso de las expediciones nombraron al líder cimarrón Alonso de Illescas (de origen africano) como Gobernador de Esmeraldas”
para las autoridades coloniales de la Real Audiencia de Quito, pues era un obstáculo para su proyecto colonial de abrir un camino que partía desde Quito hacia las costas de Esmeradas –el famoso camino de Malbucho-, además del interés por el oro, las esmeraldas y la finura de sus maderas. Esto llevó a las autoridades a realizar varias expediciones militares y religiosas para someter a esta población. Sin embargo, los intentos fracasaron por la gran inventiva y estrategias empleadas por los cimarrones que se establecieron en los palenques: fortalezas estratégicamente ubicadas. Ante el fracaso de las expediciones decidieron nombrar al líder cimarrón Alonso de Illescas como Gobernador de Esmeraldas, convirtiéndose así en el primer gobernador de origen africano. La otra historia de la presencia afro en el país hace referencia al Valle del Chota-Mira o Valle Sangriento, Valle del Coangue
-son algunos de los nombres con que se conoce a este valle interandino-, que en tiempos coloniales estaba constituido por señoríos y cacicazgos indígenas de la sierra norte. Los padres jesuitas iniciaron con la concentración de la tierra a partir de donaciones y la compra a través de remates efectuados por el Cabildo y la Real Audiencia (este período durará entre 1610 y 1680). Una vez adquiridas las tierras, la preocupación se trasladó hacia la consecución de la fuerza de trabajo para la producción de la caña de azúcar, que en un primer momento se abasteció con indígenas, forasteros, vagabundos y voluntarios, cuestión que generó más de un descontento y una enérgica resistencia por parte de los indígenas que terminó en rebeliones y fugas. Ante esta situación se empezó a perfilar la posibilidad de importar esclavos de procedencia africana. Entre el período de 1680 a 1760, la esta escasez de mano de obra
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temACentral se resuelve realizando la importación de cuadrillas de familias de esclavos, que se utilizará preferentemente en las faenas agrícolas de la hacienda cañera. Esta importación de esclavos no solo estuvo destinada a los trabajos agrícolas en las haciendas, sino que sirvió, también, para tener una mayor liquidez de los Jesuitas. Aquello se logró con la reventa de esclavos en los mercados de la región generando grandes ganancias. A pesar de la expulsión de los jesuitas en el año de 1767, y el traspaso de estas tierras a la Oficina de Temporalidades. La paradoja de la historia de nuestro país es que para 1822, el Ecuador logra su verdadera independencia de la corona de España. Sin embargo, mientras se proclama la libertad como el valor más alto de estas luchas independentistas, se continuó sosteniendo el sistema de esclavitud hasta el año de 1852, cuando se emitió la ley de la manumisión de esclavos. Ecuador invirtió un gran capital para
poder indemnizar a los dueños de los esclavos, mientras que los ex esclavos no recibieron compensación alguna. De esta manera, no tuvieron otra opción que volverse a emplear en las misma haciendas y con los mismos patronos donde habían sido esclavos, por lo que cayeron en otro tipo de esclavitud como fue
“...mientras se proclamaba la libertad en las luchas independentistas, se mantuvo el sistema de esclavitud hasta el año de 1852”
el concertaje, hasta que un Gobierno militar en 1962 dictó la primera Ley de Reforma Agraria con el fin de modernizar la agricultura, con lo cual pasaron de trabajadores de la hacienda, a propietarios de pequeños lotes (huasipungos) de terreno. Una mirada a los afroecuatorianos desde las Constituciones En la Constitución de 1998 por primera vez en la historia republicana (desde 1830), se reconoce al pueblo afroecuatoriano. El mayor aporte en esta Constitución fue, sin duda, la incorporación de 15 derechos colectivos que parten de preocupaciones en torno a la identidad y tradiciones, lo espiritual, cultural, lingüístico, social, político y económico, territorio y posesión ancestral, biodiversidad incluyendo la administración y conservación de los recursos naturales que se hallen en sus tierras. Para la Constitución de 2008 donde en su primer artículo reconoce que Ecuador es un país plurinacional, intercultural e inclusivo, hace alcances de mayor profundidad, se reafirman los derechos colectivos, se considera al racismo como un delito penal, se plantea la necesidad de que el Estado emprenda acciones afirmativas para la población afroecuatoriana. Todas estas reivindicaciones fueron posibles porque se gestaron en condiciones políticas favorables. Desde la consulta para reformar la Asamblea, se planteó dejar atrás ese modelo político fundamentado en el sistema de la partidocracia con sus respectivos caudillos. Si bien todo este proceso no fue en los términos en los que se esperaba, permitió a las diferentes organizaciones discutir en su interior para elaborar propuestas basadas en sus demandas, muchas de ellas históricas, como el tema de las reparaciones y racismo. Las reparaciones empezaron hacer parte de las agendas políticas de las organizaciones a partir de la III Cumbre Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras formas de Intolerancia, celebrada por las Naciones Unidas en Durban (Sudáfrica) en agosto del 2012. De alguna manera, con este nuevo proceso político y con una nueva Carta Magna que garantiza derechos importantes para
el pueblo afroecuatoriano, se estaba enfrentando el mayor problema que se heredó desde la Colonia y la esclavitud: el racismo. Los afroecuatorianos por su experiencia de lucha saben que una Constitución por sí sola no les soluciona estos problemas que son estructurales, por lo cual, es importante materializar y hacer realidad todos esos compromisos y enunciados que están en la Constitución. En el pasado, el Estado ha sido incapaz de brindar soluciones estructurales a los problemas de los afroecuatorianos y de otros sectores excluidos y marginados históricamente. “Entramos negros y salimos afroecuatorianos” En la Constitución de 1998 se les reconoció como Pueblo Negro o Afroecuatoriano y para 2008, se escribió en la Constitución: Pueblo Afroecuatoriano. Esto, por la demanda de las diferentes organizaciones que querían dejar atrás el término de “negro” porque consideran que tiene una carga peyorativa muy fuerte asociada a su pasado de esclavitud. Además, el término “negro” es una alusión al color de piel que en los tiempos de la Colonia se convirtió en una categoría que definía racialmente a una población. Por ello, se escucha menos la expresión de raza negra entre la gente. Es innegable que durante la última década han bajado los niveles de racismo y, curiosamente, uno de los factores que ayudó en este proceso fue la clasificación de nuestra selección de fútbol por primera vez a un mundial, donde un alto porcentaje del equipo estuvo compuesto por jugadores afroecuatorianos. No menos interesante fue lo que provocó este hecho, que visibilizó la dura realidad socio-económica en que viven: la falta de ciertos servicios básicos, la poca infraestructura de calidad educativa y cultural. Una autodenominación única aún no tiene un consenso en la población afroecuatoriana. Algunos continúan nombrándose “negros”, de manera especial en las comunidades rurales, mientras que en las ciudades y, sobre todo, desde las organizaciones sociales, es más frecuente el término de afroecuatoriano o afrodes-
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temACentral cendientes. Este último término se adoptó en las Naciones Unidas Una de las maneras de ejercer el racismo ha sido a través del lenguaje: negros, morenos, morochos, mulatos, zambos, que son palabras con las que se tejen los significados negativos para construir estereotipos que sostienen el racismo. “Siempre el amo en la hacienda y luego la sociedad racista nos han nombrado como ellos querían, ahora les decimos que tenemos el derecho de autonombrarnos, que queremos que nos llamen como nosotros queremos que nos llamen: afroecuatorianos…”, son palabras de una lidereza de una organización de Quito. Para las organizaciones fue un logro político e histórico el haber eliminado en la constitución la palabra “Pueblo Negro”. Por ello, manifestaron que a este proceso entraron como negros y salieron afroecuatorianos. El racismo, como su palabra lo indica, es un proceso que considera la existencia de razas y, dentro de ellas, unas superiores y otras inferiores, y por lo tanto, quienes se asumen superiores tienen el deber (incluso se llegó a argumentar que era un deber divino) de dominar a las “razas” inferiores. Hay toda una lucha por tratar de eliminar esta categoría y reemplazarla por etnia, la misma que estaría configurada por rasgos culturales y territoriales comunes, y dejar de lado la concepción biológica de raza. Invisibilidad estadística para afroecuatorianos Recién en 2000 se comenzó a obtener estadísticas oficiales donde se incorpora la categoría étnica de autoidentificación. La Medición de Indicadores de la Niñez y los Hogares (EMEDINHO) arrojó los siguientes resultados: el 6% de la población total de 15 años o más de Ecuador se identificó como afroecuatoriano, el 5,7% indígena, un 72,4% mestizo y un 15,4% blanco. Este fue el antecedente, junto con la Constitución de 1998, para que en el 2011, el Censo de Población y Vivienda incorpore la categoría étnica de autoidentificación. Esto demuestra que antes de este censo no existían cifras oficiales sobre la población afroecuatoriana, estadísticamente no existían; es lo que se
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denominó como invisibilidad estadística. Esto fue de gran importancia pues los censos, además de no arrojar información sobre el número de la población de afroecuatorianos, no permitían la implementación, el diseño, la evaluación y el seguimiento a políticas públicas de desarrollo social focalizadas. De esta manera, quedaban relegadas comunidades enteras y poco atendidas en sus demandas. En aquel primer censo se involucró por primera vez a las organizaciones para conversar
“El término “negro” es una alusión al color de piel que en los tiempos de la Colonia se convirtió en una categoría que def inía racialmente a una población” sobre los términos de las preguntas de autodefinición étnica que debían ir en este proceso. Es importante mencionar que esta visibilización estadística, fue resultado de las demandas y exigencias políticas de las organizaciones. Se consideró que las estadísticas podían constituirse en una herramienta muy eficaz para combatir el racimo. Luego de varias negociaciones el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), se decidió casi unilateralmente, que las categorías debían ser: blanco, mestizo, negro, mulato, indígenas y otras. Los resultados arrojados fueron: 2,3% negros y 2,7% mulatos. Otro dato curioso sobre este censo fue que la mayoría de los autoidentificados como “negros”, se ubicaron en las ciudades con 65,8%, frente al 34,2% en la zona rural. La primera lectura es que en la ciudad hay mayor presencia de afroecuatorianos que en el campo. Si bien no existían da-
ECUADOR: PORCENTAJE DE ETNICIDAD SEGÚN EL CENSO DE POBLACIÓN 2001, POBLACIÓN DE 15 AÑOS Etnia Indígenas
Autoidentificación 6,1% 5% 2,23% 2,74%
Afroecuatorianos Negros Mulatos
Fuente: INEC, VI Censo de Población y V de Vivienda. Elaboración: Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador-SIISE.
ECUADOR: POBLACIÓN AFROECUATORIANA, SEGÚN AUTOIDENTIFICACIÓN Población Total Urbana Rural Fuente INEC. Censo 2001
Afroecuatorianos
Mulatos
Negros
604009 414783 189271
332637 236183 96454
271372 178555 92817
tos oficiales estadísticos de censos, esta realidad era inversa hasta la década de los noventa, cuando se inician procesos de agresiva migración a la ciudad. Dentro de la categoría de “mulatos” se reflejaron cifras similares, el 71% en la zona urbana frente al 29% en el sector rural. El censo generó confusión, pues algunas personas se autoidentificaron de la siguiente manera: “yo soy negro, no afroecuatoriano”, comentaba un adulto mayor de 70 años de la comunidad de Piquiucho en el
Pero dentro de este censo no solo se cambia la categoría censal, sino que permite realizar campañas para promocionar la autodenominación. Aquello generó un proceso en el cual la gente sintió la necesidad de reafirmar su condición étnica-cultural. Es decir, vivir y sentir la diferencia, no desde la discriminación, sino desde el respeto y del diálogo. Para este censo los afroecuatorianos alcanzan el 7%, lo que significaba un aumento de 2 puntos con respecto al censo anterior, lo que se atribuye a la campaña promocional.
“A partir de la interculturalidad, se plantea reafirmar la diferencia para crear igualdad y equidad, apuntando a procesos de decolonialidad”
La interculturalidad vista desde los afroecuatorianos Todos estos análisis y reflexiones tienen que llevarnos a plantear modelos de convivencia armónicos y de respeto, donde celebremos la diferencia y la diversidad. La interculturalidad es una propuesta política a la que se adscribe el pueblo afroecuatoriano. La Constitución de 2008 ya define al país como plurinacional e intercultural. La diferencia siempre ha existido, pero sirvió para crear desigualdad, esto como un resultado de un sistema colonial. Ahora se plantea reafirmar la diferencia para crear igualdad y equidad, apuntando a procesos de decolonialidad. Es decir, romper definitivamente con la herencia colonial con la que se constituyó el Estado-nación. Los países, cuando asumen con seriedad esta diferencia, se enriquecen cultural y socialmente, porque aquello permite repensarse desde los diferentes aportes de los pueblos. Hay que seguir soñando en un mundo donde quepan muchos mundos, como plantean los zapatistas.
Valle del Chota. Para el censo de 2010, se unifican las categorías censales de negro y mulato, que determinaba una representación de la identificación identitaria desde lo racial y se adopta la categoría de afroecuatoriano que tiene una connotación étnica. Es decir, se reemplaza lo racial por lo cultural.
De regreso a “casa” A este proceso histórico de la diáspora con frecuencia se lo mira solo de una vía: de África a América y muy poco en doble vía. Brevemente se habla y se ha escrito de lo que África debe a su diáspora. Siempre se creyó que este viaje trasatlántico no tenía retorno, pero desde los tiempos de la Colonia, y mucho antes de que terminase la esclavitud, se vivió el retorno físico y espiritual de los afroamericanos a sus tierras ancestrales, la historia da cuenta de algunas familias que lograron retornar a su África natal. La película Libertad del director Steven Spielberg, cuenta la historia de un grupo de africanos que enfrentó un juicio en las cortes coloniales de los Estados Unidos y lo ganaron, a pesar de que la corte falló a su favor, dándoles la libertad y con ello la posibilidad de quedarse; su decisión fue retornar a sus tierras.
África en las Américas y las Américas en África Reza un refrán ecuatoriano que el que no tiene de mandinga tiene de inga, como una forma de evidenciar nuestras raíces (hispanas, indígenas y afroamericanas), que las llevamos impregnadas tanto en nuestras historias individuales como colectivas. Pero la presencia africana en las Américas no debe reducirse a una visión de pasado, hay que vivir esa experiencia con una mirada crítica y constructiva en este presente. Tener de mandinga es tener una ancestralidad africana, pero esa herencia ha sido estereotipada de manera negativa, que muchos han preferido negar esas raíces, seguramente porque conocemos muy poco la historia africana en nuestra América multicolor. La presencia africana en este continente es fruto de ese proceso que llamamos diáspora, que simplificando podríamos decir que fue todo ese tráfico y comercio de seres humanos en condiciones infrahumanas. Si bien no hay un número exacto de las personas que fueron sacadas de suelo africano, algunas cifras estiman que cerca 50 millones de africanos fueron transplantados a América, donde cerca del 60% no terminó la travesía trasatlántica. Los que sobrevivieron lo hicieron gracias a su original concepción de la vida en sus nexos con los ancestros, con quienes establecieron el compromiso de preservar y enriquecer la vida, a pesar, de que es la muerte la que los liga con sus antepasados. Por supuesto, hubo suicidios entre la población africana, unos porque preferían morir a vivir sometidos, otros porque sentían que con la muerte regresaban al lugar de donde fueron arrancados para juntarse con su familia y con su tierra. Pero la diáspora es mucho más que cifras y migración forzada, la diáspora es el relato de cómo esas semillas fueron plantadas en este suelo americano, su proceso de germinación y crecimiento. La diáspora da cuenta de la historia de sus resistencias y luchas, de sus procesos de re-creación cultural, de sus mimetismos y apropiaciones culturales, de su constante renovación de valores africanos con sabor americano en distintos aspectos como la filosofía, las distintas manifestaciones artísticas: danza, canto, baile, gastronomía, pero sobre todo es una historia de re-invención y resurgimiento de una cultura nueva creada con la vieja arcilla de la africanidad.
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venTAna De las palabras a los hechos PROBLEMAS LEGALES MARÍA DEL PILAR COBO En el ámbito legal suele existir cierta tendencia a escribir en mayúscula todo lo que parezca importante, pero, como ya hemos visto, la mayúscula no se usa para dar importancia a las palabras; es en el contexto en donde adquieren relevancia. Uno de los problemas más comunes en el ámbito legal es el uso de las mayúsculas para referirse a cuerpos legales: leyes, decretos, normativas, reglamentos, etc. Todos estos elementos suelen escribirse con mayúscula inicial así no la necesiten. La solución es simple: se escriben con mayúscula inicial todas las palabras del título de una norma siempre y cuando esta ya haya sido aprobada. Por ejemplo: Ley Orgánica de Servicio Exterior o Reglamento General de Actividades Turísticas. En cambio, no se escriben con mayúscula inicial aquellas leyes, reglamentos u otras normas que están en estudio y no han sido aprobadas aún. Esto sucede, por ejemplo, con la ley de medios o de comunicación, que aún no ha sido aprobada y, por lo tanto, no es normativa sino solo un proyecto. En este mismo sentido, cuando se habla de un proyecto de ley, este debe escribirse con minúsculas. También deben escribirse con minúscula los nombres de otros tipos de leyes, aunque no se refieran al campo legal, por ejemplo la ley de Murphy, la ley de Moisés o la ley seca. Para finalizar, hay que tener cuidado con la palabra ley, pues solo se escribe con mayúscula cuando hace alusión al título de un cuerpo legal. Cuando se refiere al conjunto de leyes, debe también escribirse con minúscula, por ejemplo: ‘Las actividades deben apegarse a la ley’. Como vemos en este caso, y hemos visto en semanas anteriores, es necesario restringir los usos de la mayúscula a aquellos que son parte de la norma.
María del Pilar Cobo (Quito) Profesora de Redacción, lexicógrafa y correctora de textos. Máster en Edición de la U. de Salamanca, Magíster en Lexicografía Hispánica de la Escuela de Lexicografía Hispánica de la RAE, ex becaria de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y ha colaborado en varios proyectos lexicográficos. Miembro fundadora de la Asociación de Correctores de Textos de Ecuador (Acorte). Preguntas y sugerencias: pilicobo@gmail.com
El camino literario de Graves La obra de Robert Graves transita por la poesía, la novela histórica, las cuestiones psicológicas y la biografía
REDACCIÓN CARTÓNPIEDRA
oeta, ensayista y novelista inglés, nació el 24 de julio de 1895 en Wimbledon. Combinó la ironía, el intelecto y el clasicismo, muy conocido por sus novelas de corte histórico. Su padre, Alfred Perceval Graves, fue una destacada figura del movimiento literario irlan-
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dés. Durante la Primera Guerra Mundial, Robert Graves sirvió en Francia con los “Royal Welch Fusiliers”. Precisamente el día que cumplía 21 años es herido por la esquirla de una granada y es dado por muerto. Esa experiencia, que resulta suficiente para incorporarlo al grupo de poetas denominado por algunos críticos como “Los poetas de la gue-
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venTAna RECOMENDADOS
Conocer a una mujer, Amos Oz Yoel Raviv es un agente del Mossad que acaba de enviudar. Abandona su profesión y alquila una casa en las afueras de Tel Aviv. Allí comienza una nueva vida junto a su hija, su madre y su suegra. Este ilusorio período de paz se convierte en un duro camino para el protagonista, pues se revelan historias desconocidas de su esposa.
rra del 14”, junto con Wilfred Owen y David Jones, es la que define ese sentimiento y esa aspereza de sus primeros poemas recogidos en Over the Brazier (1916) y Fairies and Fusiliers (1917). En 1926 fue nombrado profesor de literatura inglesa de la Egyptian University. En 1930 se traslada a Mallorca donde junto con la poetisa y novelista, especializada en temas helenísticos, Laura Riding, funda y dirige la Seizin Press. Retorna a Inglaterra durante la guerra civil española para, una vez finalizada esta, instalarse definitivamente hasta su muerte en la isla balear. En 1939 publica su primera colección completa de poesías, Collected Poems. Como poeta Graves siempre participó en las antologías de Georgian Poetry. La popular sencillez de sus primeros poemas irá derivando, con la influencia de Empson y Eliot y la incorporación de las doctrinas de Freud, la metafísica y la psicología, hacia un lenguaje más hermético e introspectivo. Sin embargo, en sus posteriores colecciones como Poems (1946), Poems and Satires (1951) y Poems (1953) se muestra menos intelectual y agrio y su actitud ante la vida se hace más objetiva, de mayor aceptación y generosidad. En esta línea están orientados Co-
Mapa Callejero, prólogo y selección de José Quiroga En estas crónicas hay “ese olor a sexo que desmaya”, como escribía Perlongher. Son las de un deseo caminado donde la ciudad ya no es el mercado de signos de una modernidad a conseguir, sino un gran stock de cuerpos disponibles que se desvisten con la mirada.
llected poems (1965) y los más recientes, Poems 1965-1968 (1968) y Poems (1970), breves y mezclados de desilusión y rejuvenecimiento. Graves destacó también el campo del ensayo y la novela histórica. Como ensayista ya es un clásico su estudio La diosa blanca (1948), tratado de mitología literaria donde Graves rastrea la relación existente entre la luna y la creación poética; este texto está a la altura de La rama dorada, de R. Frazer. Dentro de la misma modalidad ensayística está su polémico como monumental
”Lawrence y los árabes”.
Tiempos de Feminismo, Celia Amorós El presente volumen recoge el trabajo de Celia Amorós dentro de un ciclo de reflexión vertebrado en torno al programa del seminario permanente “Feminismo e Ilustración”. Aborda la reconstrucción histórica de las relaciones del pensamiento feminista con la ilustración.
Los mitos griegos (1955). Tampoco hay que olvidar su labor como traductor, dentro de la cual es obligado a mencionar sus memorables traducciones de El asno de oro, de Apuleyo, La Farsalia, de Lucano y Los doce Césares, de Suetonio. Debe resaltarse su faceta de autor de novelas históricas. Graves se dedicó a este tipo de novelas porque tenía que mantener a su familia y no podía hacerlo con sus obras en verso. En Yo, Claudio (I, Claudius) y Claudio el dios, ambas de 1934, Graves hace un retrato, bajo una visión muy particular, del primer período del Imperio Romano, desde el punto de vista narrativo de Claudio. En ambas se describe el ambiente de brutalidad, lujuria, violencia, superstición y arbitrariedad de la Roma del siglo I; esta descripción se hace con una voluntad desmitificadora y crítica, como ocurre en general en todas las obras de este tipo que Graves aborda. Le siguen después, El conde Belisario (1938), La mujer de Milton, La historia de Marie Powel (1943), El Rey Jesús (1946), La hija de Homero (1955), Últimas aventuras del sargento Lamb (1941), El sello que naufragó (1960), El vellocino de oro (1945), Las islas de la imprudencia (1952) y El
Sobre la metacrítica de la teoría del conocimiento, Theodor W. Adorno Adorno denuncia la lógica y la teoría del conocimiento tradicional y resitúa la temática psicoanalítica y sociológica para convertirlas en un momento esencial de la nueva teoría del conocimiento, desde un pensamiento crítico de matriz hegeliano-marxiana.
grito (The Shout and Other Stories, 1963). Sus novelas históricas pueden considerarse como reconstrucciones-interpretaciones de sobrio estilo, generalmente adoptando un punto de vista contemporáneo y demostrando, al lado de su fidelidad historiográfica, una gran capacidad para indagar en la psicología de los personajes. Por último hay que mencionar su relevante narración autobiográfica Adiós a todo eso (1929), en la que Graves barrunta el cambio que se operaba en la civilización occidental.
”El sentido de los sueños”.
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Hollywood vuelca su apoyo a Obama Varios artistas de la industria m u s i ca l d e H o l ly wo o d participarán en el acto de investidura del presidente Barack Obama que se llevará a ca b o e ste l u n e s
ANTONIO MARTÍN GUIRADO
ollywood participará una vez más junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su investidura del lunes. El acto incluirá las actuaciones de Beyoncé, Kelly Clarkson y James Taylor, al que asistirán numerosas personalidades de una industria que ha apoyado mayoritariamente al dirigente. “Al vicepresidente (Joseph) Biden y a mí nos honra que estos maravillosos talentos musicales vayan a actuar en la ceremonia de investidura”, dijo Obama en un comunicado. “Su música se encuentra a menudo en el corazón de la sociedad estadounidense y se dirige a todos los habitantes del país”, añadió. Beyoncé, como ya hiciera en el Super Bowl de 2004, se encargará de entonar el himno nacional, mientras que Kelly Clarkson interpretará el tema “My Country Tis of Thee” y James Taylor hará lo propio con “America the Beautiful”, informó el Comité de Investidura Presidencial (PIC por sus siglas en inglés). El propio Obama, según la organización, se involucró en la elección de los artistas para el evento que tendrá lugar frente al Capitolio de la capital estadounidense. Asimismo, el cantante de
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origen puertorriqueño Marc Anthony, Katy Perry, Alicia Keys, Usher, Brad Praisley, Smokey Robinson, Stevie Wonder, John Legend, Far East Movement, fun., Mindless Behavior, Nick Cannon, el coro infantil de gospel Sould Children of Chicago, entre otros, formarán parte de los eventos previos que se organizan desde el sábado. “Estamos entusiasmados de tener un grupo de invitados musicales tan diverso y talentoso que se unirá con los ciudadanos de todo el país para festejar la investidura número 57”, aseguró en un comunicado Steve Kerrigan, presidente del PIC. Como parte de las celebraciones el sábado tendrá lugar un concierto inaugural infantil
Alicia Keys cantará en el evento.
en el centro de convenciones Walter E. Washington, mismo escenario donde mañana 21 se celebrarán dos galas con baile para inaugurar el nuevo mandato de Obama. La primera dama Michelle Obama será la maestra de ceremonia en el concierto de los niños, dedicado a homenajear a las familias del personal militar de EE.UU. El lunes, el presidente participará en una fiesta para miembros del Ejército y también en los tradicionales bailes de investidura, unos festejos que, debido principalmente a la situación económica, no serán de la misma escala que los de 2009, cuando cerca de 2 millones de personas acudieron a la ceremonia. Para esta ocasión se espera la presencia de entre 600.000 y 800.000 asistentes. A la lista de apoyos para Obama se unen los nombres de Chelsea Clinton, Eva Longoria, el compositor Ben Folds, la actriz Angela Bassett, la cantante de gospel Yolanda Adams, entre otros, que ofrecerán discursos sobre el desarrollo económico del país, educación, medio ambiente, fe, salud, entre otros temas, para apoyar la labor de más de 100 organizaciones de servicios comunitarios. La investidura de 2009 fue testigo de la presencia de algunos de los nombres más ilus-
tres del cine estadounidense, como Steven Spielberg, Dustin Hoffman, Samuel L. Jackson, Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone, Susan Sarandon, Tim Robbins, Spike Lee, Anne Hathaway, Halle Berry, John Cusack, Leonardo DiCaprio, Demi Moore y Robert DeNiro, y muchos de ellos ya han anunciado su intención de repetir el lunes. Las invitaciones para acudir, según The Hollywood Reporter, las recibieron entre Navidad y año nuevo a través de correo electrónico, en el que se les ofrecía una especie de menú a la carta para escoger qué opción preferían para estar presentes en la capital este lunes. Las opciones eran variadas. Desde los 250 dólares (unos 187 euros) que cuesta un asiento en el balcón general para disfrutar del desfile, pasando por los 2.500 dólares (unos 1.879 euros) para una recepción privada, los 15.000 dólares (unos 11.274 euros) para un almuerzo de benefactores y los 110.000 dólares (unos 82.679 euros) , para dos personas, por acudir a una recepción íntima con foto incluida junto a Obama. Y, si una pareja busca acceso total y preferente para un total de nueve eventos, lo encuentra por 229.000 dólares (unos 172.135 euros).
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venTAna RECOMENDADOS Cut the world Antony and the Johnsons Grabado los días 2 y 3 de septiembre de 2011 en Copenhague, con la colaboración de la orquesta Danish National Chamber, y arreglos de Nico Muhly, Rob Moose, Maxim Moston y Antony. Incluye versiones orquestadas de canciones de sus cuatro primeros discos. ¡Tré! Green Day Tercer disco de la trilogía ¡Uno! ¡Dos! ¡Tré! de Green Day, contiene 12 canciones nuevas y ha sido producido por Rob Cavallo. Según Billie Joe, el primer disco es más un álbum de punk pop y el segundo es de tipo garagera, mientras que el tercero es una mezcla de ambos. De polvo y flores Miss Caffeina En septiembre de 2012, la agrupación Miss Caffeina ingresan al estudio de Cinearte para grabar su segundo disco de larga duración, que lleva por título “De polvo y flores”, producido por Max Dingel (Muse, White Lies, Glasvegas, Goldfrapp, The Killers). El objeto antes llamado disco Café Tacuba El álbum incluye 10 canciones inéditas grabadas durante cuatro sesiones en las ciudades de Buenos Aires, Argentina; Santiago, Chile; México DF y Los Ángeles, CA. La banda contó con invitados especiales que incluyeron amigos de la industria. After the Gold Rush Neil Young El momento de la confirmación de Neil Young llega entre la década del 60 y la del 70, con After the Gold Rush, su tercer álbum en solitario tras su salida de Buffalo Springfield; muestra su lado más melódico, sencillo y romántico.
Shanghái invitará al arquitecto I. M. Pei a restaurar su meca del jazz AGENCIA EFE
a ciudad china de Shanghái, que hace casi un siglo conoció el mayor esplendor de su época colonial, invitará al premio Pritzker de arquitectura I. M. Pei, idolatrado en el país, a restaurar un edificio que fue la meca del jazz en Asia durante los años dorados de la histórica “Perla de Oriente”. El Gobierno del céntrico distrito shanghainés de Jingan ha decidido recuperar el edificio de su emblemática sala Paramount Hall y devolverle parte de su antiguo esplendor como punto de referencia del jazz en esta parte del mundo, informó el diario oficial “Shanghai Daily”. Para ello invitará a Ieoh Ming Pei, nacido en 1917 y que apenas tenía 16 años cuando el Paramount Hall se inauguró en 1933, y al diseñador honkongués Alan
L
Chan, a participar en el proyecto, explicó un directivo de la Oficina Cultural de Jingan, apellidado Han. Pei, estadounidense de origen cantonés, vivió en Hong Kong y Shanghái hasta 1935, y es autor de obras emblemáticas en la región, como la sede del Banco de China en Hong Kong, el Museo de Suzhou, a 80 kilómetros de Shanghái, y la escuela de negocios sinoeuropea CEIBS de Shanghái. El antiguo Paramount Hall albergó en su tiempo una de las salas de baile de jazz más famosas del mundo, y allí se llevaron a cabo algunas de las grabaciones históricas más emblemáticas que se conservan del jazz que se tocaba en la China de la época. “Si el Centro Lincoln de Nueva York es conocido como el centro del jazz occidental, el nuevo Paramount de Shanghái se convertirá en lo mismo para el jazz oriental”, aseguró Chen Chao, subdirector de la Bi-
blioteca de Shanghái, al que se ha encomendado dirigir el proyecto de restauración del edificio. Ubicado en las cercanías del emblemático templo de Jingan, el más nuevo y exótico de la ciudad oriental, por su ubicación en un entorno de rascacielos junto a la principal avenida del centro de Shanghái, el Paramount sigue abierto en la actualidad como una discreta sala de espectáculos, ya desligada del jazz. El plan es que más de 20 grupos de jazz del mundo toquen al año en la nueva sala cuando esté reformada, aunque aún no se han anunciado plazos ni un presupuesto aproximado para la restauración, que además de contar con una pista de baile tendrá también el espacio añadido de un cine y un restaurante. El antiguo Paramount Hall fue muchos años el mayor local de entretenimiento de Shanghái, y allí celebró su boda el histórico aviador estadounidense Claire Lee Chennault, líder de los famosos “Tigres Voladores”, voluntarios que ayudaron en secreto a China a combatir al ejército invasor japonés en los años 30 y 40. Tras la victoria comunista y la proclamación de la República Popular China en 1949, la sala fue transformada en un teatro con un centro comercial en 1954, y se sometió a varias renovaciones en 1990 y en 2009.
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Mejor hablar FABIÁN DARÍO MOSQUERA
e estrena una película ecuatoriana y todo el mundo afila su cuchillo. Así que digo de entrada lo que no me cuadró de Mejor no hablar de ciertas cosas, para pasar a lo otro -que es más, me parece, en cantidad e importancia-. Algunas escenas clave para afianzar la historia requerían mayor intensidad emocional. La pelea de los dos hermanos frente a la tumba del padre, por ejemplo. En vez de solo putearse, debieron decirse algo sustancial, algo que terminara de cocinar la íntima y contenida conmoción que apenas se insinúa en otros momentos (son cosas, lo sé, difíciles de escribir, pues pueden caer fácilmente en cierto dramatismo empalagoso). Aquello hubiera terminado de estructurar sobre todo el personaje de Paco. Por lo demás, ciertos diálogos, o mejor dicho frases puntuales, no parecen cuajar; hay eventos -el concierto, el mitin político- cuya dimensión multitudinaria no se consigue a nivel de producción (y se nota), y el final es un tanto precipitado (la transición del personaje central hacia la política como una exigencia prácticamente oracular del destino es, en términos formales, demasiado abrupta). A pesar de esto, Javier Andrade ha logrado una película notable -considerando la realidad histórica del cine ecuatoriano- por varias razones. Podemos comenzar mencionando
S
(en detalle)
el trabajo de casting, de elección de los actores, para lo cual, según ha dicho hace poco, se fijó en los mecanismos de observación y trabajo en prueba que utilizaba el maestro Robert Altman (si alguien quiere constatar lo que es elegir a los actores correctamente, debe ver Nashville, una de sus obras más relevantes). Pero a diferencia de Altman, Andrade obviamente no contó con un espectro de actores profesionales de donde escoger. Y lo que ha logrado es un mérito, más allá de las naturales diferencias cualitativas o de intensidad de cada intérprete, que igual no se sienten, en ningún momento, como baches pronunciados. El director manabita entendió, en un juego de modificaciones quirúrgicas del guión, cómo ir transformando la naturaleza “original” de los personajes de acuerdo con lo que los actores (o potenciales actores) le iban entregando. Francisco Savinovich, en el papel de Paco, cumple con lo suyo. Genera empatía y, además, hace rendir un recurso que bien podría considerarse gastado: la voz en off. Luis, su hermano, interpretado por Víctor Aráuz, es sin embargo quien está haciendo las delicias de los asistentes a las salas locales. Su locuacidad e histrionismo callejero activan al espectador de manera muy entrañable. De Andrés Crespo ya sabemos la cansina discusión que circula por allí: que si sus personajes -arquetipos del costeño excén-
de ciertas cosas
trico- se repiten, que si gestualmente no varía, que por qué aparece en todas las películas hechas recientemente, que si bla-bla-blá... Voy a hilar un poco más fino al respecto; verán por qué es pertinente. Acerca de la “versatilidad en los semblantes” podríamos tirar algunas páginas sobre las diferencias en las tradiciones de la actuación para cine. José de la Colina, por ejemplo, tiene una interesante reflexión en referencia a lo que pasaba con los personajes de Buñuel cuando los actores eran mexicanos, españoles o franceses. “Se verá”, dice de la Colina, “que mientras en la etapa mexicana (de la obra de Buñuel) predomina la densidad de las materias y la carnalidad de los personajes, en la etapa francesa (entendamos europea) se evaporan materia y carnalidad para dejar lugar a un juego casi abstracto de tipos y situaciones”. Esta dicotomía podría extenderse y replantearse diciendo que, debido a su tradición específica, son los actores norteamericanos los de máxima “carnalidad” y “versatilidad gestual” (el mejor ejemplo de esto es el Hoffman de finales de los sesenta hasta mediados de los ochenta, quien en ese lapso interpretó a un mendigo lisiado de Nueva York, a un autista cuarentón, pasando por un empleado de oficina que se disfraza de mujer y una encarnación mimética de Lenny Bruce); versus los viejos actores europeos -no
ingleses, esos son otra historia-, más remitidos a aquello del “juego casi abstracto de tipos y situaciones” (Belmondo, Mastroianni). Con la excepción mexicana ya consignada, ese es el registro también del cine latinoamericano, en el que se buscan actores que coincidan con el “tipo y la situación” (¿o es que acaso vemos a Darín, con todo lo enorme actor que es, en papeles de gestualidad y “corporeidad” radicalmente distinta cada vez, o aprendiendo acentos como Meryl Streep?). Ojo, esto no es una comparación. No vaya a salir algún idiota diciendo que estoy comparando a Crespo con Mastroianni o Darín (No. Nuestro Mastroiani podría llegar a ser Alejandro Fajardo; se acordarán de mí). El asunto es ver que, más allá de ciertos rasgos comunes en sus personajes, hay otros que los diferencian y que son producto de una correcta asimilación de un principio básico para el trabajo actoral: entender, intuitiva y honestamente, las circunstancias puntuales de los personajes, más allá de que constituyan arquetipos al servicio de ese juego de situaciones (esto sin considerar las condiciones concretas de producción en las que se trabaja en países como el nuestro, donde los actores son escasos, no profesionales, etcétera). Crespo -que no es un actor profesional- entiende dichas circunstancias porque es un tipo más inteligente de lo que sugiere
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venTAna la etiqueta de costeño chabacano que se le ha endilgado. Por eso es que cada palabra que dice es convincente y esa escena del hospital, tan sentida, es posible. Toda esta descarga sobre Andrés viene a cuento porque, sepan ustedes, él fue uno de los responsables directos del proceso de casting; es decir, de la siempre difícil conciliación actores-personajes. Hay otro debate infructuoso, pero igual diré un par de cosas: a mis amigos que se quejaron del uso -o abuso- del lenguaje vulgar como un “caramelo” un tanto demagógico, los recuerdo saliendo de algún festival de Tarantino o Scorsese, entusiasmados con esas ofrendas para el patrimonio de su cinefilia, luego de ver sin problema a Samuel L. Jackson o Joe Pesci puteando cada dos segundos y hasta por los codos. Entiendo la queja en el sentido de la utilización efectista del lenguaje vulgar, sobre todo si viene compaginada con ese relato social y estético pseudo-malditista de bukowskito sin verso o punkero mastercard que ha hecho metástasis en algunos de nuestros espacios de producción creativa; solo que no creo que sea el caso de esta película, más bien heredera en este sentido -y guardando las distancias- de los ejemplos que mencionábamos a inicio de párrafo. Lo de las puteadas, aunque en un par de escenas parezca gratuito, se presenta como un hecho natural, muy recurrente sobre todo en uno de los personaje. De todas formas, si aquello les molesta, allí están las películas mexicanas de los cincuenta con Arturo de Córdova en las que se encuentra claro ese imperativo psicosocial de “en el cine se DEBE hablar así”. Lo mismo podría decirse de la droga: resulta que es uno de los temas/motor de la historia. Si no gustan de ese tipo de relatos, mejor no vayan al cine en esta ocasión (o sea, si eres homofóbico no vayas a ver Querelle de Brest). El punto, más bien, es discutir si en términos cinematográficos -o expresivos en general- dicho elemento está bien manejado. Mi opinión es que sí, por un par de cosas que paso a explicar un poco más en detalle, y que creo que de alguna manera sugieren la temperatura
total de la cinta. Un fumadero/punto de expendio de base de cocaína es un fenómeno sociológicamente más complejo de lo que pudiera pensarse. Por lo general todo el núcleo familiar se dedica al negocio, pero sin estridencias disfuncionales: el “pusher” administra con prudencia su vicio; los hijos, en vez de consumir, muchas veces son buenos en física o en fútbol, la mujer prepara empanaditas... tal como en la película. Lo que quiero decir es que en este filme existe un entendimiento quizá más honesto y verosímil de todo el imaginario que gira en torno a la droga -y a esa droga-, especialmente si nos fijamos en cómo, con demasiada frecuencia, se echa mano de este “recurso de choque” para el esbozo de cier-
mo un reflejo colectivo, acartonado, de nada. No se inscribe dentro de algún tipo de “costumbrismo” o “realismo de denuncia”, por más que logre un aceptable retrato -apenas con brochazos- de varios rasgos de nuestra sociedad, como, al final, la relación incestuosa entre las grandes familias de la burguesía provinciana y ciertas instancias del Estado o la fuerza pública. Por no mencionar, desde luego, algunos ásperos dramas internos de esas familias y otras tantas mezquindades hipócritas de esa burguesía. De cualquier manera, todos estamos de acuerdo con que el cine ecuatoriano debe diversificar sus temas e historias, introduciendo registros de mayor sutileza e intimidad (La llamada, de David Nieto, es una re-
tas postales reduccionistas -literarias, televisivas, en cortos y largometrajes, etcétera- de la transgresión, la rebeldía generacional o la urbanomarginalidad. Desde luego que aquí está registrado el aspecto aquel de intenso hedonismo y cierta decadencia de glamour pastiche inherente -como idea- al consumo entre “los aniñados”, pero también la degradación huérfana ya de todos esos romanticismos. No esperemos, eso sí, un ensayo de autor o una etnografía sobre el tema ni mucho menos: esta es una buena película “comercial”, entretenida y -casi siempre- de buen ritmo. Para unos habrá más puntos de reflexión e identificación que para otros, pero no se plantea manifiestamente -con ese ensimismamiento identirario entre petulante y torpe que ha puesto un peso sobre el cine nacional- co-
ferencia reciente a tomar en cuenta en tanto cambio de registro. Si retrocedemos unos años nos encontramos también con Esas no son penas). Es decir, no siempre tiene que haber polvo. Pero Mejor no hablar (...) viene escribiéndose y concibiéndose desde hace mucho tiempo, así que es difícil pensar en algún tipo de oportunismo. En otras palabras: más allá de coincidencias en tema y rasgos con otras cintas, esta es la historia que Andrade, profundamente, quería contar, y esa honestidad se percibe. Otro aspecto valioso (y quizá el más) es la música. Recordaba, luego de la función, que después de ver Cría Cuervos, la obra maestra de Carlos Saura, esa canción cursi que escribió José Luis Perales e inmortalizó Jeanette (“Hoy en mi ventana brilla el sol...” y todo eso) no vuelve a ser la misma. Pasa de cursi a terrorífica. En este caso desde
luego no se logra “subvertir” así alguna pieza de la música popular, pero algo de ese espíritu existe; se consigue una incorporación inteligente y evocativa, desde una perspectiva singular (una perspectiva-otra), de un amplio abanico nutrido por muy diversas referencias musicales -tanto a nivel incidental como no incidental-, que va desde la balada más kitsch, desde la música nacional más “aguardientosa”, hasta los guiños roqueros... Desde Rodolfo Aicardi y Carlota Jaramillo hasta El retorno de Exxon Valdez, Los Pescados y, por supuesto, Los Propios. Mención especial merece la escena de Leovanna Orlandini llenando la pantalla al bailar Siempre siempre, de Al Bano y Romina Power. A punta de carisma, Orlandini exhuma parte de una “arqueología” musical olvidada entre los placeres culpables de la cursilería ochentera, creando con sencillez y efectividad una de las mejores escenas en lo que va del cine ecuatoriano. Lejos. Marcado por un buen sentido de composición de encuadre en los planos abiertos, una “conciencia” tonal en el uso de la luz natural para determinados momentos dramáticos (buen trabajo del director de fotografía Chris Teague), y el guiño/homenaje a su escuela americana en los planos secuencia (¿de nuevo Scorsese?) y la cámara fija con la acción “fuera de campo” (¿Jarmusch?), Andrade tiene clara la estética que pretende en términos de su relación con la cámara y su desplazamiento; aunque quizás, en referencia estrictamente al montaje, se note que el trabajo pasó por la indecisión de varios cortes. De allí que algunos asistentes hayan dicho que la historia les gustó pero que no les terminó de cerrar en tanto puesta en escena (o en pantalla, más bien). Como si hubiera cosas, momentos remitidos a la elipsis y que debieron constar de manera más explícita. Esto, de todas maneras, no estropea para nada la experiencia del espectador frente a una película inteligentemente concebida, contada con agilidad, honestidad y potencia, que uno “empieza a querer” desde los primeros minutos (gran intro, por cierto). Lo bueno pesa, y notablemente más que lo otro.
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creACión
Ayahuasca. 400 x 160 cm Acrílico sobre lienzo.
ANDRÉS VILLALBA BECDACH
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o importante desde tierna edad es inventarse un lenguaje propio, un taller espinoso en polaco para principiantes chiros, la hibridez es una catapulta curiosa, ¿dónde caeremos?, no se sabe, ¿para qué saberlo? “Mi madre viene de la tierra de la razón que es la pintura, y mi padre viene de la tierra de la intuición que es la arquitectura” dice Carlos, hijo de pintora polaca y arquitecto ecuatoriano, demasiado obvio advertirlo en sus cuadros, la x cigüeñal fuga del cerebro ya que nuestro artista es víctima de la radioactividad heterogénea de su pensamiento polaco-ecuatoriano, 2-0 en Alemania 2006. Detrás de cada cuadro hay una letanía de conceptos y lecturas muy densas, el azar no es una opción, la academia no es ajena, Carlos acarrea un doctorado en su bolsillo. Un mundo contemporáneo absurdo y sátiro para dejar al cuadrito con símbolos abiertos. Todos los días veo otro cuadro, las figuras se transmutan, se travisten. Es divertido dejar abierta la raja del mundo, el cerdo es el personaje más honorable de la composición, enfoque solemne del
Narrativas habitables de Carlos Echeverría Kossak animal frente al mundo, oxímoron, el humor es el hilo conductor de la obra. Geometría del espacio, “el arte miente para que la vida sea vivible” opina Carlos. Incesto entre el poder militar, fáctico, político y mediático, expresividad de los rostros que se niegan a ser sedentarios en la temática localista. Devolución de mercancía: ¿devuelven semen? Ambigüedad sexual, tres puntos suspensivos arriba, abajo del cuadro. Información que se utiliza como herramienta política
para venderla como mercancía, entra por donde quiera con obnubilación y desafecto político. Construcciones incas con un gorila travesti, fluctuación entre las épocas para construir un pasado más nuevo, para creer que el mundo se laca al amanecer: que el mundo amanecía, pero no, pero no, pero no: ahora mis ojos son ruletas de una mala apuesta. La turbación y hemiplejia del ojo que se esgrime para vislumbrar espacios con sobrepoblación de hormigas: el cruel espectáculo del
espejo es que ya no cabe más gente en este mundito, no piensas en palabras, ¿cómo se titula la obra? Si dicen que una imagen vale más que mil palabras es falso, ¿cómo se pone la palabra eternidad en imágenes? La arquitectura miente cuando dicen que empezó con la necesidad de la gente, falso, era un homenaje para hablar con algún diosito mendicante a través del muerto, el último neandertal donde nos enfrentamos a contracorriente al tránsito cronológico, triste, terruño, nosotros matamos al neandertal. La herencia del célebre extravío de la “Transfiguración”, de Rafael Sanzio, solo los locos miran al diosito. Si lo que tiene palabra existe, entonces la pintura tutela lo que no existe, ¿pistas para desorientarse, narrativa habitable? A veces te quieren marear cuando dicen que citar al gran Zizek es un papelón en la academia, seguro esto quiere decir otra cosa. Se habla en la medida en que se pueda hablar, es un nivel difícil de aprehender. El cuadro soporta un trabajo inefable de la percepción. Eso es fascinación, carencia y precariedad subjetiva. El militarismo en manos de la política. Espacios de perfiles angulados, arden los límites.
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creACión Cuerpos liofilizados, convertidos en líquido pastoso, carnicería aséptica, cuerpos molidos y rallados en la maquinaria económica, biopolítica y simbólica de la modernidad tardomoderna. Ejecutivos de banco señalando los crímenes de uno mismo. Monos enmascarados de humanos trepando, cruzando las arterias digitales, políticas. Entelequia, aviones de guerra, el sosiego es una ilusión, la vida es una canción de Madonna cantada por Stephen Hawking, abunda la tensión en el relajamiento. Otra vez las garras del G8: el poder es un asunto de la derecha, no existe el progresismo, club atemporal acorazado por una bestia, la carga de nerviosismo y alto voltaje es evidente, esta sí es mala energía, mala leche. El espacio engaña, ¿esto es real?, ¿cómo puede darle una lagarto convicción al espacio? Contranatura, pregúnteselo a Echeverría Kossak, si digo lagarto arden los varillas de mi celda, si digo claustrofobia no puedo decir esperanza. La luz también existe. La luz también es otra cosa. Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo. Así nacen los tiburones, me arrodillo, beso un rosario, escosa el asfalto. El drenaje me eleva. Soy un animal pesado. Necesito un poco de naturaleza refugiada entre tanto smog, soy smog. Me duele la esterilidad, el mono liso me dicen. Un poquito de césped que vibre entre tanto blindaje. Dame más gasolina. Esta blanca pared crece como esta blanca pared que crece como esta blanca pared que crece es mi única morfina aurora en la vena. La manera de jugar con la pincelada es como manipular la realidad: soy un medio de comunicación mercantilista, me gusta mentir y estoy aliado a mis explotadores, defiendo a ultranza los intereses de los oligopolios mediáticos. La perspectiva en Carlos es pura intuición, no hay ningún punto de fuga, el cuadro se niega a ser una ilustración arquitectónica. Su cuadro “Nube urbana” tiene el efecto de un imán y lo define como una vibración más elevada, la información se subordina a la nube, llámese wifi, una dependencia tensa, nadie escapa de su sombra, estamos más colgados que nunca. A través del balcón entramos al cuadro, líneas de fuga que están
El Picnic. 120 X 165 cm. Acrílico sobre lienzo.
El acuerdo. 120 x 165 cm. Acrílico sobre lienzo.
abajo hacen que los planos automáticamente oscurezcan, te succionen hasta la médula, la realidad ruge, me vence, me absorbe. Funciona este efecto del balcón. Te sientes como una de las figuras, hay que forzar la máquina para darle presencia a la transparencia animal, conviene disfrazarse, mucho árbol y poca gente, poco árbol y mucha gente. Dípticos. Animales que fingen ser civilizados para burlarse de la cultura, dizque la conciencia está por encima de todo lo que se mueve: falacia que se la profiere sin el beneficio de la duda. La facultad de reproducirse es una prueba de que la naturaleza no es sabia, hay que engañar a los críos para que no vean lo terrorífica que es la realidad. El instinto natural del niño necesita que su madre le vende los ojos. Hay que engañar a mansalva, un árbol que es un sistema neuronal donde la civilización lucha contra el espacio erial. Carlos juega con la construcción y el esbozo de su hábitat, una casa hecha por su padre, son excepciones, no construcciones normales. El espacio está diseñado para actuar de acuerdo al estado de ánimo. Trizaduras y quiebres en la perspectiva. Lo bueno es que el engaño te convence. El mundo es una mancha en la sábana, un renacimiento insaciable de trampantojos. Parece que hay una actitud técnica pero conviene ofuscarse por lo atrofiado de la intuición. Si hay exceso de raciocinio no vale. Fracasa mejor diría Beckett. Este cuadro sí me sacó el aire, más de cuatro meses. Cuando estás parado cerca del cuadro y miras para abajo lo haces para arriba, te pega, lo ves desde lo alto y cuando miras a la parte superior te vas al piso, esas gradas que ves son solo un escalón. Rampas para avivar la distorsión. Aviones que reptan, no veo con los ojos: las palabras son mis ojos, allá dentro son ojos las yemas de los dedos, gotas que son peces que fuman y caen para arriba, qué miedito, nube urbana. Lenguaje de la pintura que vibra con un pincel ancho. Hay que abusar del collage en esta obstinada preferencia a la desintegración. Siempre me falta tiempo para decir lo que quiero decir, mi negligencia es crónica. Si digo algo del cuadro “El individualista” lesiono la perfección, mejor no digamos nada. Soledad del hombre contemporáneo. En
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creACión “Hiperbolizar la sombra para estar más solo. Uno siempre está solo, pero a veces está más solo diría Idea Vilariño”. términos simbólicos, la sombra supone todo aquello que ha sido reprimido por la conciencia y por la cultura. También es la manifestación matérica de la soledad del individuo. Hiperbolizar la sombra para estar más solo. Uno siempre está solo, pero a veces está más solo diría Idea Vilariño. Nosotros no nacimos para esto, en nuestra carne no estaba escrito este lenguaje que proviene de un idioma muerto. La impostura de querer ser peor de lo que se es. La sombra proyecta nuestros defectos, imaginamos que no somos tan adefesiosos, la realidad es peor. Su cuadro “Liquidez” es un evidente homenaje a la modernidad líquida de Zygmunt Bauman. Las ciudades se han convertido en el basurero de los problemas engendrados globalmente. Los residentes de las ciudades y sus representantes electos deben enfrentarse a una tarea que de ninguna manera pueden asumir: la tarea de buscar soluciones locales para las contradicciones globales. Ya no se piensa en individuos sino en flujos de masas, gente que de lejos es una mácula, pero son gotas, escoria, gente, gente, gente, gente. En un mundo que tiene un 7 con 9 ceros a la derecha de población, a uno no le queda sino ser un cero a la izquierda, ¿cierto FV? Un striptease perpetuo, qué bello es el morbo. En el clóset se queda el morbo y la sexualidad, “120 jornadas de Sodoma”, del Marqués de Sade, había un cura al que le gustaba que las niñas estén con gripe para acostarlas sobre sus rodillas y chuparles la nariz, ese era su vuelo, qué locura.
Relaciones Internacionales. 120x165 cm. Acrílico sobre lienzo.
Nubes Urbanas. 280 x 170 cm Acrílico sobre lienzo
La exposición estará abierta de manera gratuita, hasta el 1 de febrero en el Centro de Arte Actual de la Flacso.
Liquidez. 55 x 170 cm. Acrílico sobre lienzo
Individualista. 100 x 200 cm. Acrílico sobre lienzo.
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la mEMoria
Chau, Seseribó
→La
afamada discoteca quiteña, luego de treinta años de jaleo, detiene el paso y se retira en su momento de mayor brillo. Por ese lugar se bambolearon tentativas culturales y cuerpos al ritmo de la salsa clásica HUGO IDROVO
D
esde que sobreviví intacto a la adolescencia fui sintiendo el ritmo en el cuerpo, hasta que me di cuenta de que sí, de que yo efectivamente llevo el ritmo en el cuerpo. Lástima que para mis amores más cercanos, mis hijos y mi mujer, aquel concepto sea diferente: “lo que pasa es que tienes movimiento incorporado”, dicen con sorna. La verdad es que no hay música sobre la Tierra a la que yo no haya mancillado con mi indescifrable paso, desde sanjuanes en Peguche, pasando por bailes de pueblo en la península y un salvaje mosh nutrido por mis panas de El Retorno de Exxon Valdez, hasta las lúbricas pistas y pasillos del Seseribó. Miro hacia mis adentros y se me abre una gran sonrisa en el corazón al recordar al mítico y amura-
llado “Sese” del siglo pasado, aquel que estaba en la calle Salazar de un bucólico y descongestionado Quito de principios de los ochenta, que se abría paso entre marañas de extravagancia velada, amantes intelectuales, ideólogos desfallecientes, bailarinas asiáticas, meseros lúcidos, protopunks criollos y moneda propia. La lengua castellana en todos sus acentos y vericuetos rumberos dominaba el ambiente del Seseribó gracias a sus socios fundadores, mis amigos José Rafael Vallejo, Rita Loreto, Alma Proaño y Roberto Rubiano. Pasada la medianoche y casi siempre después de un set de máximo frenesí salsero, el quinto socio, un austríaco rebuenagente llamado Detlev, contraatacaba con una hora de Rolling Stones que ponía a la gentecita a saltar en un estado de abandono grecorromano total. De suyo, la pista principal del “Sese” de enero de 1984 tenía pintada una enorme lengua roja
-certero homenaje a la legendaria banda británica- ornamentando el noble piso de cemento visto que impaciente esperaba a que le pongan el parqué. Allí caíamos todos los fisicoculturistas de vaso y funámbulos de las noches de clímax capitalinas. Tuve el decoro de farrearme la fiesta de su inauguración, en noviembre de 1983 y el afterparty del primer concierto de mi banda Promesas Temporales, en enero de 1984. El “Sese” se convirtió en un sitio obligado para nosotros los músicos, tanto para bajar las emociones que quedan después de los conciertos como para subirlas antes de salir a escena. El mismo sentir era compartido por bailarinas, coreógrafos, teatreros y titiriteros, pintores, escultores, en fin, para todas y todos los artistas que eran buenos y los “de buena fe”, como dice Napolitano. Y para enriquecer más aún el collage, nos confundíamos y entreverába-
mos con una legión de antropólogos, feministas y fisfitillas, burócratas y activistas, enfermeras y extremistas, gringalocas, alfarovives y demás sensibles exponentes de esta aventura terrena. Cuando se estrenó la pista de madera fina, por abril o mayo de 1984, di allí un concierto como solista, en corro con la gente, sentados muy cerquita sintiéndonos los olores, temores, amores. Éramos una creciente gallada de panas que semana a semana nos dábamos cita en aquel primer y acogedor ambiente para bailar como nos daba la gana, sin el menor ánimo de demostrar quién o qué pareja sacaba más astillas de la pista con su virtuosismo coreográfico. Eso vino después. Por casi 5 años estuvo el viejo “Sese” en la calle Salazar, luego se mudó a la avenida Veintimilla a seguir patrocinando los alegres y sensuales aquelarres del personal. En el mismo subsuelo, en la puerta de al
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la mEMoria lado, hacia 1988 funcionaba una productora de audiovisuales en donde hice la preproducción de mi LP “Arcabuz”, por eso están tan grabados en mi memoria aquellos primeros años en El Girón. Y así, mientras Quito iba despertando de su colonial letargo y aburrimiento, mudando su piel de “franciscana ciudad”, el Seseribó fue asumiendo su crecimiento en forma de suscitador de expresiones populares, músicas del mundo y comportamientos que hicieron a la variopinta sociedad capitalina más visible, compleja y representativa. Para fines del siglo pasado el “Sese” ya era un ícono, un fenómeno cultural inscrito en la urbe que, a más de generar lo dicho, había promovido la creación de otras salsotecas a su alrededor y un sinfín de escuelas de aprenda-a-bailar-salsa. Mi inolvidable Almita Proaño me invitó en 1996 a dar un concierto en el Seseribó que, sin saberlo, sería mi último allí. Con su delicioso acento paisa me llamó la atención esa noche sobre el escenario: “Aay, poeeta, ¿acaso no va a tocar máas…?”, cuando ya llevaba tocando casi tres horas. Unos años más tarde, por el 2001 creo, pasé allí mi última farra junto a Luigi Stornaiolo… ¡Maldá! Mis amigos que habían fundado el local ya no estaban como dueños, habían cedido la posta, los extrañé muchísimo y desde entonces no volví; más de tres lustros viviendo en Galápagos me cobraban el precio de apenas sentirme a gusto entre atentos y cariñosos desconocidos. Esa noche me la pasé hablando y viendo bailar a los demás. ¡Y vaya que bailaban! Haciendo acopio de valentía inducida por el ron salté al ruedo a demostrar mis dotes de empírico y esotérico danzante con una cubana que me parecía salida de un elenco divino, pues me pedía que hiciera milagros con ella, ¡como si fuera yo político! Los tiempos de baile en libertad habían terminado, el “Sese” se había convertido en una suerte de vitrina en donde al parecer caían todos los alumnos y “profes” de las escuelas de baile locales a demostrar lo aprendido y a darse lija con estilo y técnica de salsa cubana, caleña o “neoyorican”.
“EN SESERIBÓ LA SALSA SOLO ERA UNA EXCUSA” SEBASTIÁN RUBIANO, COPROPIETARIO ¿Por qué deciden cerrar Seseribó? Bueno, creo que es una suma de cosas. El lugar cumple treinta años. La sociedad (los propietarios) creyó que era el mejor momento para retirarse. Y me parece que no hay bares en el Ecuador que hayan aguantado tanto tiempo. Ya se habló de cerrar en otros momentos, hace siete y cinco años. Todos los dueños decidieron que era mejor ahora. El Seseribó ligó profundos lazos de amistad, apadrinó romances pasajeros y eternos, movilizó hormonas hasta la efervescencia, sintetizó y aglutinó tradiciones, leyendas y saberes fragmentados de nuestra comunidad latinoamericana; impulsó la creatividad y repartió el arte contemporáneo hacia su periferia y los múltiples estratos sociales que lo cimentaron. Entró a la historia como pionera de las salsotecas en Quito y con el tiempo se convirtió -además- en una institución mediadora entre la producción artística y el público. Viene a mis oídos Lavoe, el cantante de los cantantes: “Todo tiene su final, nada dura para siempre”… Tomando en cuenta esa máxima incuestionable, me consuelo sintiendo en mi ser toda la voluptuosa fuerza que el “Sese” emanó a lo largo de sus 30 años de vida y siento como si él se quedara cantándonos a manera de despedida a ti y a mí, a Alma Proaño y Coca Patiño, a todos los que se fueron y los que quedamos, a ritmo de bolero y por doquiera que vayamos a partir de hoy: “Tanta vida yo te di, que por fuerza tienes ya sabor a mí”.
Seseribó se convirtió en una marca que tiene éxito... Claro. Esa es una marca que nos la llevamos, el nombre no lo vendemos. La marca quedará guardada hasta nuevo aviso. No hay planes de otro Seseribó ni nada por el estilo. Sé que hay mucha gente dolida, incluso yo, que no sé si bailaré salsa de la misma forma. Pero la salsa no fue su única oferta... Claro, se ofreció de todo. No solo van bailarines. Creo que la nota clave iba más allá. La salsa era como una excusa nada más. Creo que es el arte el fondo de todo esto. Seseribó fue el lugar donde se desarrolló todo tipo de proyectos: cinematográficos, maritales, de teatro, de música; muchos se fraguaron allí y se presentaron allí mismo. Yo llevo siete años al frente del lugar como reemplazo de mi padre (Roberto Rubiano). Los años anteriores, puedo decir, fueron más intensos que los actuales. Fue siempre la punta de flecha de todo lo que pasa ahora en Quito. Le abrió el
camino a todos los demás. Seseribó empezó a proyectar cine -hizo varias proyecciones de filmes de Federico Fellini-, a medianoche. Como se abría de martes a sábado, se hacía un poco de rock, reggae. Presentamos también las nuevas propuestas de música alternativa. Hicimos eso sin perder la identidad porque somos profundamente salseros. El jazz también tuvo su espacio. A Omar Sosa lo trajimos. Los Van Van también tocaron acá. también estuvieron los músicos de Rubén Blades, los de Willie Colón. La 33 se hizo famosa acá y desde entonces no dejó de despuntar. Y es una lista larga que tuvo también a Oscarito Valdez. ¿Cómo se fraguó este concepto? El concepto lo propuso mi padre. Mi madre es ecuatoriana y mi padre colombiano y ambos deciden venirse de Colombia. Y cuando buscaron un lugar donde rumbear no había. Y el lugar comenzó así. El concepto de la salsa era dado por mis padres que trajeron esa onda desde Bogotá. Cuando abrieron, el comentario fue que era una locura que en Quito se abra un lugar así, pero bueno, ya de eso pasaron treinta años. ¿Cómo ve desde su lado de la barra ese fulgor que genera en sus asiduos Seseribó? Es bueno ver, como se verá hoy, pintar en vivo a Luigi Stornaiolo, Diana Armas, Carlos Monsalve y otros. Hubo mucha relación con gente de cine, pintura, arte. Y el bailador claro, pero como te dije, la salsa siempre fue una excusa.
Semana del 21 al 27 de enero de 2013
agENda
LUNES
Exposición “Narrativas habitables”
un total de 22 obras de Carlos Echeverría Kossak se presentan en la sala Arte Flacso
Guayaquil
Quito
Exposición pictórica
Pintura
En la sala de arte contemporáneo y polivalente del Museo Municipal de Guayaquil, el artista cuencano Jorge Chalco (1942) exhibe una retrospectiva de su obra, que ha realizado a lo largo de los últimos 45 años, en periodos de marcada diferencia productiva, que va desde un realismo costumbrista y figurativo, pasa por trabajos de abstracción y migración y termina en obras que se auto interrogan.
El más reciente trabajo artístico de Carlos Echeverría KossaK se exhibe en la Sala Arte de Flacso. Se trata de 22 obras en las que se presenta la ironía, la zátira y una crítica al poder. También hay cuadros en las que se dibujan una ciudad desolada o a veces sorprendida por algún animal de tamaño extravagante que inunda las calles.
Retrospectiva de Chalco
Dónde: Museo Municipal Hora: 09:00 - 17:00 Costo: Gratis
Narrativas Habitables
Dónde: Arte Flacso en la Pradera Hora: 9:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00. Entrada libre.
MIÉRCOLES
MARTES Quito
Biospeed Colectivo teatral Tentempié Teatro
Una sátira feroz al mundo de los biocombustibles. Una descarnada visión de cómo se manipula la información sobre el calentamiento global y la manipulación industria Dónde: Teatro México a las 10:00 y 15:00. Costo: Gratuito previa inscripción informes en: 2570 299 ext:125/131
Guayaquil
Guayaquil
Cine
NoMínimo
Como parte de los martes de cine francés, en el ciclo “De la literatura al cine” la Alianza Francesa en Guayaquil, presentará la película “Betty”. Basada en la novela de Georges Simenon, trata sobre una mujer que tras ser abandonada por su marido recurre al alcohol como forma de escape. Después de una noche de borrachera, acude a un restaurante para refugiarse de la lluvia, y allí conoce a Laure. Su nueva amiga la lleva a un hotel donde las dos charlan sobre sus desafortunadas vidas.
Mientras Espacio NoMínimo realiza su primera residencia inernacional (Foreplay, junto con Curatoría Forense), en la galería ubicada en Plaza Lagos Town Center se exhibe aún la muestra “Presencias”, que recoge las obras de seis artistas locales: David Palacios, Ilich Castillo, Adrián Balseca, Pedro Gavilanes, Stéfano Rubira y Ricardo Coello, que con preocupaciones y experiencias diferentes son envueltas en un velo misterioso que hace énfasis en la agitación que esconden en su interior.
Proyección del filme “Betty”
Dónde: Alianza Francesa del Centro. Hora: 19:30 Costo: Libre
Guayaquil
Quito
Arte
Cine El circo y el teatro estarán presente en el Museo de la Ciudad, con varias actividades. La primera actividad se denomina "Circo-circo" y es un espacio para conocer sobre la historia de este espectáculo y crear escenarios.
Muestra de expresionismo urbano Las obras más representativas, a nivel mundial, del expresionismo serán plasmadas y adaptadas en graffiti. Los artistas que exhibirán sus obras son del grupo Mono Sapiens Crew.
Ciclo de películas referentes al teatro
Dónde: Hall de la Biblioteca Municipal Hora: 17:00. Costo: Libre
Dónde: Museo de la Ciudad Hora: 15:00 Costo: Libre
“Presencias”
Dónde: NoMínimo Hora: 11:00 - 19:00 Costo: Gratis
Quito
Exposición Colectiva “Everness” Pintura
Percepción y Contención son utilizados en el sentido transportado de lo humano como agente de su existencia, como alguien que al mismo tiempo tiene la capacidad de tomar decisiones.
Dónde: Alianza Francesa Hora: 19:00 Costo: Entrada Libre
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agENda
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Semana del 21 al 27 de enero de 2013
VIERNES Documental sobre ecología
JUEVES
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Jean-Paul Jaud recoge historias alrededor de la producción de alimentos
Quito
El Espíritu del Glaciar Exposición Una exposición que recoge parte del registro fotográfico de la ruta nevada del Ecuador, de finales del siglo XIX e inicios del XX. 40 fotografías seleccionadas bajo la curaduría de Taller Visual, Centro de Investigaciones Fotográficas. Dónde: Museo del Agua Yaku, El Placer de 9:00 a 17:00. Costo: $3, $2 y $1.
Quito
Box (sin palabras) Cuco teatro Teatro
Amargarito y Polivio son dos personajes que rescatan y resaltan, a través de su relación, muchos valores humanos que se han ido desvaneciendo por el individualismo y la competitividad de la sociedad actual. Ellos demuestran que el valor de la amistad y la solidaridad sobrepasan las circunstancias más adversas. Una obra en la que se aprecia la constante búsqueda de felicidad del ser humano.
Quito
Cine Foro UNESCO Cinematografía
Para conmemorar el Día Mundial de la Educación Ambiental, que tiene lugar el 26 de enero de cada año, se proyectará el documental “Nuestros hijos nos acusarán”, del director francés Jean-Paul Jaud, que relata la repercusión de los químicos –sobre todo en los alimentos- en la en la esperanza de vida de las siguientes generaciones.
Guayaquil
Dónde: Alianza Francesa Hora: 18:00 Costos: Gratuitos
Cántigas decapitadas Danza y poesía
Con la participación de Marcelo Nájera y Maria Fernanda Campos, quienes declamarán los poemas de la llamada "Generación Decapitada". Además podrás disfrutar de la intervención de bailarines de la Academia DANZAS JAZZ, dirigida por el Sr. José Miguel Salem. La conducción estará a cargo de Alberto Cajamarca La entrada está abierta a todo público y es gratuita.
Dónde: Teatro México. 10:00 y 15:00. Inscripción: 2570 299 ext:125/131
Dónde: Lobby del Museo Nahim Isaías Hora: 18:00
Guayaquil
El Alternador Premios culturales
El programa de Ecuador TV, que cumple un año de reportajes del movimiento cultural urbano, realizará una entrega de premios a artistas, iniciativas culturales y producciones locales, en una gala con concierto de rock. El cupo es de 100 personas.
Dónde: MAAC Cine Hora: 19:00 Costo: Gratis
t Guayaquil
Festival Ecuador Bajo Tierra 2 Cine
Con la intención de visibilizar las producciones audiovisuales amateurs y de bajo presupuesto que no han tenido difusión en espacios culturales ni en salas de cine y que han sido marginadas de las políticas estatales, Ochoymedio organiza el festival “Ecuador Bajo Tierra”, este año en su seggunda edición. En Ecuador, gracias al acceso a las tecnologías de registro y edición de imagen, se han producido más largometrajes de ficción de autodidactas que de “profesionales”, siendo las películas de los primeros ampliamente consumidas en mercados informales. Dónde: MAAC Cine (Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, ubicado en Malecón y Loja)
agENda SÁBADO Quito
Anónima Relatos clownescos cotidianos Humor Un día cualquiera en cualquier lugar nace Anónima 1. Las máscaras, quienes son las dueñas del lugar, descubren que Anónima 1 aún tiene sus alas. Alas tan grandes como ellas las tuvieron algún día, pero ya no. No permitirán que Anónima 1 las conserve, no es adecuado, ni prudente. Anónima 2, tendrá que enfrentar su soledad y estará dispuesta a todo, Anónima 3 perderá su brillo por la imposición de la maternidad y Anónimo hará lo necesario para demostrar su virilidad. Dónde: Asociación Humboltd a las 20:00 Costo: General $8, est. $6, 3ra edad $4 jueves $5 todo público
Santo Domingo de los Tháchilas
“Sin Otoño, Sin Pimavera”
Cine La película del director Iván Manzado se estranará en Santo Domingo de los Tsáchilas. Sin Otoño, Sin Primavera es un retrato de la errática y desencantada juventud de clase media guayaquileña. Una balada punk contada desde el punto de vista de nueve jóvenes, a través de historias no lineales que se conectan entre sí.
Quito
Igor Icaza y Basca Música
Este concierto electro-acústico viene abalado por dos décadas de trayectoria nacional e internacional de Igor y Basca en la escena rock del Ecuador. Igor Icaza promocionará su primera producción como solista “Detrás de los huesos”.
Dónde: Teatro México Costo: 10 dólares Hora: 18:00
Dónde: Cooperativa de vivienda Villa Florida Hora: 15:00 Costo: Gratuito
DOMINGO
Quito
Mi amigo Andrés Evento
títeres El Museo Interactivo de Ciencia (MIC) presenta una obra infantil que pretende que viajemos un momento a los páramos andinos. ‘Mi amigo Andrés’ quiere concienciar sobre la conservación del ecosistema.
Cine nacional en el puerto Audiovisuales ecuatorianos se proyectan desde las 17:00
Guayaquil
Películas populares y no visibles Cine
Luego de la proyección de los audiovisuales a exhibirse bajo el Festival Ecuador Bajo Tierra, que continúa toda la semana, se proyectará en el MAAC “Mejor no hablar (de ciertas cosas)”, producción cinematográfica nacional, que sigue en cartelera en las salas de cine de Ochoymedio. Dirigida por el cineasta manabita Javier Andrade, la película habla de dos hermanos con adicciones que en algún momento deben tomar decisiones sobre su vida, a partir de una tragedia familiar. Uno se vuelve una fugaz estrella de rock, otro escapa con su amante de siempre. Dónde: MAAC Cine (Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, ubicado en Malecón y Loja) Hora: 21:00 Costo: $ 4
Quito
Una Noche en Tondolique Teatro Este pueblo es muy particular, en el centro de la plaza hay una antigua fuente de los deseos en la que por años sus habitantes han depositado sus más hondas ilusiones, que no siempre han sido cumplidas, pese a ello creen en ella. Dónde: Patio de Comedias Hora: 11:30 Costo: 5 dólares
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