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Especialista sugiere fomentar autoestima en la infancia para evitar adultos violentos
Eilin Brazon ebrazon@editorabavaro.com
PUNTA CANA. La psicóloga educativa, Pamela Valenzuela, explica que educar y fomentar desde temprana edad la “autoestima es algo muy importante, pues nosotros como seres humanos no nacemos con una cuota concreta de la misma, es algo que se va trabajando a través de los años y del entorno donde nos desenvolvemos”.
Indica que esto consiste en hacer que los niños se puedan “sentir valorados, aceptados, que están en un lugar seguro sin importar que pase, siempre vamos a buscar el lado positivo a lo que ellos están haciendo para que se sientan orgullosos de lo que hacen, que encuentren esa reafirmación de parte de sus figuras de autoridad”.
“Con una autoestima positiva desde la infancia, tendrás un adulto seguro de sí mismo, que logra manejar de manera eficiente ciertas situaciones que se le presenten, que no necesariamente va a necesitar de la reafirmación de otra persona porque va a estar siempre seguro de sí mismo, de sus capacidades y habilidades”, asegura la especialista.
Según Valenzuela, la contraparte de esto, radica en que “cuando tene- mos un niño que creció en un ambiente dónde su autoestima se vio atropellada crece con signos de inferioridad, por debajo de otros, son personas que prefieren estar bajo el yugo de otros, siendo sumisos, mostrando complejos. También ocurre que pueden esconder sus inseguridades detrás de conductas déspotas y violentas, a través de la agresividad muestran un poder sobre otros, porque para ellos lo que tú tienes o representas, ellos no lo poseen”.
La especialista agrega que esto deriva en que, quienes tienen este problema, “no lo reconocen ni se responsabilizan de su conducta agresiva y no se motivan por acudir a un centro de ayuda con un especialista o a un tratamiento, o se le hace muy difícil mantenerse apegado a un programa que les permita cambiar esto. Primero de darse una aceptación para poder cambiarlo. En el caso de que eso no suceda, la víctima debe acudir a un especialista y que busque la forma de alejarse de su agresor”.
Reconocer Signos De Violencia A Tiempo
Según indica la especialista, las personas que son víctimas de violencia “tienden a generar apego y normalizar la conducta de su agresor”. Por esta razón explica que “para darnos cuenta, en un principio son cosas sutiles como preguntar con quién te juntas, a dónde vas, por qué vas vestida así, es un control o privación de la libertad y las actividades que se realizan”. Refiere que después de esto “vienen las agresiones psicológicas, físicas, verbales” inculpando a las víctimas, el agresor se escuda en la “provocación” y no reconoce tener un problema. “fue porque tú me provocaste”. “Luego viene el arrepentimiento con una aparente calma y se repite el circulo vicioso” agregó.
El término metanoia viene del prefijo griego meta que significa «más allá» y nous, que significa «intelecto» o «mente». Traducido literalmente, metanoia significa un cambio de propósito o de opinión. En general, el término se emplea en dos contextos distintos. Los dos conservan ese significado literal. En la Biblia, con mayor frecuencia el término se traduce como «arrepentirse». Es un proceso psicológico adaptado por Carl Gustav Jung, quien, en su corpus teórico, la define como una autocuración. No obstante, no pareciera eso. Se trata de una transformación interna.
Una metamorfosis que te conduce a un bienestar que antes no tenías. A pesar de ello, para mutar a ese nuevo camino la mente tiende a la autodestrucción. Se generan crisis psicóticas que fulminan las ideas erradas y genera unas nuevas, en donde también se ha utilizado en psicología al menos desde la época del filósofo / psicólogo estadounidense William James para describir un proceso de cambio fundamental en la personalidad humana.
William James usó el término metanoia para referirse a un cambio fundamental y estable en la orientación a la vida de un individuo. Carl Gustav Jung desarrolló el uso para indicar un intento espontáneo de la psique para curarse de un conflicto insoportable fundiéndose y luego renaciendo en una forma más adaptativa, una forma de autocuración a menudo asociada con la crisis de la mediana edad y colapso psicótico, que puede verse como un proceso potencialmente productivo.
El ser humano experimenta hechos insoportables a lo largo de su vida. Ante esos momentos la mente tiende a desestructurarse.