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El 77% de haitianos desconfía que Alto Consejo Transición ayude organizar elecciones generales

Pedro Santana psantana@editorabavaro.com

HAITÍ. Recientemente Ariel Henry, primer ministro de Haití nombró formalmente el Consejo Superior de la Transición, encargado de garantizar la celebración de las elecciones generales del país, previstas a celebrarse desde septiembre de 2021, tras la muerte de Jovenel Moïse en julio de ese mismo año. El viernes pasado se confirmó que esta comisión estará presidida por Mirlande H. Manigat.

Sin embargo, de acuerdo con una encuesta hecha por el diario haitiano Le Nouvelliste, el 77% de los consultados se mostraron incrédulos ante la pregunta, ¿Podrá el Alto Consejo de la Transición ayudar a restablecer la seguridad y crear un clima propicio para la celebración de elecciones?

El anuncio de Henry se da en el marco la inseguridad social que se vive en Haití, inestabilidad política, crisis sanitaria y el aumento de los grupos vandálicos que cada día toman mayor fuerza, pues de acuerdo con los registros recogidos en medios de comunicación local hay evidencias de que muchos de estos tienen armas de más calibre que la misma Policía Nacional.

Pero, también se da en el contexto del asesinato de 14 policías y de la falta de respuestas por parte de Estados Unidos sobre el pedido insistente que ha hecho Henrry desde el año pasado de que se requiere “intervención internacional”. Asimismo, se contextualiza que el primer ministro ha sido criticado por mantenerse en el puesto desde julio de 2021, sin celebrar elecciones generales.

En unas declaraciones de Karine Jean Pierre, vocera de la Casa Blanca, al referirse al tema haitiano dijo que los Estados Unidos ha hecho “todo lo que podía” por ahora, para ayudar a Haití, dejando entre ver que el primer país de América en declarar su Independencia Nacional no tendrá respaldo para solucionar su crisis política actual.

A pesar de que en Haití hay unas diez organizaciones políticas recono- cidas, ninguna ha presentado de manera pública a posibles candidatos.

Una Panor Mica

La inestabilidad de los gobiernos haitianos, casi en su totalidad desde 1986 y hasta 2023, han sido como un folklore donde se baila al ritmo de la comparsa personalizada por el presidente de turno, mas no por los lineamientos legales como los constitucionales estipulados en la carta magna del país.

Esto, más la falta de un gobierno enfocado en el bienestar común del pueblo haitiano y no en sus intereses personales, ha hecho que a lo largo de la historia Haití se vea sumergido en la pobreza extrema.

Por ejemplo, entre 1986-2020, República Dominicana ha tenido 6 presidentes y Estados Unidos 7, algunos de ellos con segundos mandatos. El caso de Haití es diferente. Entre 1986-1996 pasaron trece gobiernos y de 1996 hasta la actualidad ha tenido 10.

Posiblemente la realidad actual de los haitianos tenga que ver con la desconfianza que sus gobernantes han creado desde el gobierno de Toussaint Louverture en 1791, quien dirigió como vitalicio por 11 años, hechos que se han repetido en a lo largo de la memoria política del país.

Pero también, esa realidad, posiblemente, tiene que ver en el deseo de gobernar que tienen muchos políticos sin previamente presentar unas credenciales que convenza de que realmente el interés va en dirección trabajar en la disminución de la inestabilidad social, económica y política de Haití.

El comienzo de la crisis actual del país tiene mucho que ver con la controversia sobre el final del mandato de Moïse y con su polémica reforma constitucional que fueron la gota que colmó el vaso de un proceso que tuvo sus raíces en el propio proceso electoral, último en el que participó Moïse. Así lo estableció en su momento Alexandra Filippova, integrante del Instituto por la Justicia y la Democracia en Haití.

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