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Recordando a Gabriel Celaya

Por Andr S Abreu

El día 18 de este mes de marzo, se cumplen 112 años del natalicio de Gabriel Celaya, uno de los poetas más grandes y profundos que haya conocido la lengua española. También un ser humano de valores tan grandes y firmes como la más grande y alta de las montañas.

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Sus obras abarcaron varios géneros, pero se centraron más en los versos. Publicó mas de 50 obras poéticas, unos 30 ensayos y obras en prosa y dos dramas.

Era un hombre de inquebrantables convicciones de justicia social, por lo que fue militante republicano en la guerra civil española. La dictadura de Francisco Franco lo encerró en un campo de concentración.

Era ingeniero de profesión, pero sus relaciones con grandes autores principiantes de la época en la universidad como Federico García Lorca, lo llevaron inclinarse por las letras.

Es conocido como uno de los grandes poetas de la postguerra y una de las voces más admiradas por el compromiso social de su obra.

Su nombre completo era Rafael Gabriel Juan Mugica Celaya Leceta, por lo que sus primeras obras las firmó bajo los nombres de Rafael Mugica y Juan de Leceta. Su primera obra con el nombre que lo hizo famoso fue Tentativas publicada en 1946, la cual fue escrita en prosas cargadas de metáforas que anunciaban ya una fecunda producción poética.

Su compromiso político con las ideas de izquierda de la época junto a la profundidad de sus obras lo convirtieron junto a Neruda y otros autores como Miguel Hernández, en símbolos de la intelectualidad revolucionaria seguida por las nuevas generaciones. Gabriel Celaya murió en 1991. Aquí algunos versos de sus poemas más famosos:

La Poes A Es Un Arma Cargada De Futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas, cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.

Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales…

A BLAS DE OTERO

Amigo Blas de Otero: Porque sé que tú existes, y porque el mundo existe, y yo también existo, porque tú y yo y el mundo nos estamos muriendo, gastando nuestras vueltas como quien no hace nada, quiero hablarte y hablarme, dejar hablar al mundo de este dolor que insiste en todo lo que existe.

Eduardo Galeano y el calendario de los días

Martín Lutero: Los hombres tienen hombros anchos y caderas estrechas. Están dotados de inteligencia. Las mujeres tienen hombros estrechos y caderas anchas, para tener hijos y quedarse en casa.

Marzo 8

Homenajes

Hoy es el día de la mujer. A lo largo de la historia, varios pensadores, humanos y divinos, todos machos, se ha ocupado de la mujer, por diversas razones:

Por su anatomía

Aristóteles: La mujer es un hombre incompleto Santo Tomás de Aquino: La mujer es un error de la naturaleza, nace de un esperma en mal estado.

Marzo 9

El día que México invadió a los Estados Unidos

Vamos a ver, amigo, si esto puede aguantarse: El semillero hirviente de un corazón podrido, los mordiscos chiquitos de las larvas hambrientas, los días cualesquiera que nos comen por dentro, la carga de miseria, la experiencia un residuo, las penas amasadas con lento polvo y llanto. Nos estamos muriendo por los cuatro costados, y también por el quinto de un Dios que no entendemos. Los metales furiosos, los mohos del cansancio, los ácidos borrachos de amarguras antiguas, las corrupciones vivas, las penas materiales… todo esto tú sabes, todo esto y lo otro.

… Invoco a los amantes, los mártires, los locos que salen de sí mismos buscándose más altos. Invoco a los valientes, los héroes, los obreros, los hombres trabajados que du- ramente aguantan y día a día ganan su pan, mas piden vino. Invoco a los dolidos. Invoco a los ardientes. Invoco a los que asaltan, hiriéndose, gloriosos, la justicia exclusiva y el orden calculado, las rutinas mortales, el bienestar virtuoso, la condición finita del hombre que en sí acaba, la consecuencia estricta, los daños absolutos.

Invoco a los que sufren rompiéndose y amando.

Tú también, Blas de Otero, chocas con las fronteras, con la crueldad del tiempo, con límites absurdos, con tu ciudad, tus días y un caer gota a gota, con ese mal tremendo que no te explica nadie. Irónicos zumbidos de aviones que pasan y muertos boca arriba que no, no perdonamos. A veces me parece que no comprendo nada, ni este asfalto que piso, ni ese anuncio que miro. Lo real me resulta increíble y remoto.

Hablo aquí y estoy lejos. Soy yo, pero soy otro. Sonámbulo transcurro sin memoria ni afecto, desprendido y sin peso, por lúcido ya loco.

Apasionadamente

Y tanto, y tanto te amo que mis palabras mueren en un rumor de besos sin descanso!

¡Y tanto todavía que mis manos no te hallan al tocarte!

¡Tanto y tan sin descanso, que fluyo, y fluyo, y fluyo, y es solamente llanto!

LA IRRACIONAL ALEGRÍA

En la mañana clara, la risa de los dioses retumba como un trueno. El toro subterráneo levanta la cabeza y los árboles tiemblan millonarios de hojas.

Tempestad transparente. ¡Azul! Y de repente una leve sonrisa femenina, perdida, condena al silencio los grandes poderes, y parece que algo dice. Pero no dice nada.

Por su naturaleza Francisco de Quevedo: Las gallinas ponen huevos y las mujeres, cuernos. San Juan Damasceno: La mujer es un burra tozuda.

Arthur Schopenhauer: La mujer es un animal de pelo largo y pensamiento corto.

Por su destino Dijo Yahvé a la mujer, según la Biblia: Tu marido te dominará.

Dijo Alá a Mahoma, según el Corán: Las buenas mujeres son obedientes

En esta madrugada de 1916, Pancho Villa atravesó la frontera, incendió la ciudad de Columbus, mató algunos soldados, se llevó unos cuantos caballos y municiones y al día siguiente regresó a México, para contar su hazaña. Esa fugaz incursión de los jinetes de Pancho Villa fue la única invasión que los Estados Unidos sufrieron en toda su historia.

En cambio, este país ha invadido y sigue invadiendo a casi todo el mundo. Desde 1947, su Ministerio de Guerra se llama Ministerio de Defensa, y su presupuesto de Guerra se llama presupuesto de Defensa. El nombre es un enigma más indescifrable que el misterio de la Santísima Trinidad.

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