Viaje y Proyecto Talinay
Taller Ejercitaci贸n Arquitectura
Laura Gonz谩lez Seguel
Contenido 1. El viaje desde el recuerdo a. Atlas Personal b. Geografía Romántica c. Una imagen d. LAX e. Un modelo f. Objetos de reacción poética 2. El viaje desde la experiencia
a. Atlas del Lugar b. Un relato c. Un lugar
3. El Proyecto
a. Atlas de Arquitectura b. Memoria c. Emplazamiento d. Contexto e. Planimetría f. Vistas
“ Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible.” Extracto de 'La primera Elegía' Las Elegías de Duino, 1923 Rainer María Rilke
1. El viaje desde el recuerdo
A. Atlas personal Valle de la Luna, región de Atacama, Chile Fotografía de autor enero, 2012
Cordillera de Los Andes, Chile-Argentina Fotografía de autor julio,2013 Coyhaique, Región de Aysén, Chile Fotografía de autor enero, 2014
Valle del Encanto, Región de Coquimbo, Chile Fotografía de autor enero, 2008 Escultura Habitáculo 1 André Bloc Meudón, 1962 Fotografía de Leni Iselin
Playa Aguas Blancas, Maitencillo, V región, Chile enero, 1995
Casa Das Canoas, Rio de Janeiro, Brasil Oscar Niemeyer 1951
Río de Janeiro, Brasil Fotografía de autor agosto, 2013
Catedrales de Marmol, Región de Aysén Fotografía de autor febrero, 2014
Valle de Cochamó, Región de Los Lagos Chile diciembre, 2012
Parque Nacional El Queulat, Región de Aysén, Chile febrero, 2014
Restaurante Mestizo, Vitacura, Santiago Smiljan Radic 2007
Cerro Cárcel, Valparaíso, Chile Fotografía de autor diciembre, 2013
Pucará de quitor Región de Atacama, Chile Fotografía de autor enero, 2012
Cerros de Valparaíso, IV región, Chile Fotografía de autor mayo, 2014
Lago General Carrera, Región de Aysén, Chile Fotografía de autor febrero, 2014
B. Geografía Romántica Las rocas Me sé de memoria las rocas de Maitencillo. Siempre fieles, nos esperan todos los veranos. Ir a las rocas es el panorama perfecto para todos aquellos momentos en que no sabes qué hacer. Cuando chicos, los cuatro recurríamos a ellas las clásicas mañanas nubladas, durante la espera de la siesta de mi mamá antes de bajar a la playa o también después de la santa ducha post-arena para despedir el día. En las rocas hay una infinidad de posibilidades: hay escondites perfectos, puedes encontrar animales extravagantes, alcanzar la cima de la más alta y sentirte dueño del mundo, acostarte en la roca-plana y tomar el sol, recibir la brisa del rompeolas, nadar hasta la roca del pelícano, escuchar el mar... Estas rocas me han visto crecer. No han cambiado nada. La que ha cambiado soy yo. Las mismas rocas de siempre me han provocado diferentes emociones según mi edad. Al principio era una condición ir acompañado de algún adulto y con zapatillas bien amarradas. Todavía recuerdo el paso entre rocas que me asustaba tanto; ahí conocí el vértigo. ‘Qué miedo caerse’, pensaba, y apretaba con fuerza la mano de quien me ayudase a pasar. Con el tiempo nos independizamos y comenzamos a ir en grupo entre los primos. Las rocas eran un lugar de superación personal. Existen muchos caminos para llegar a una misma roca, pero uno elige cuál tomar y cómo tomarlo. La ozadía máxima era ir sin zapatillas. Cuando ya todos dominábamos el terreno descalzos, encontramos una roca llena de picorocos, cercana al rompeolas. La bautizamos “la roca del entrenamiento”, pues sin zapatos, es doloroso mantenerse en ella. Sin embargo, hubo un período en que dejé de ir a las rocas. Ya las conocía, sentía que no había nada nuevo. Y con el tiempo, fueron mis hermanos chicos quienes me llevaron nuevamente. Era yo quién les apretaba la mano para cruzar de roca en roca. He desarollado una relación con las rocas. Las gigantes silenciosas me permiten dialogar conmigo misma. Con el paso de los años mi percepción de ellas ha cambiado, pero siguen siendo igual de acogedoras. Lo que un día fue un panorama parche, se ha convertido en momentos íntimos. Las rocas, qué sería de las gigantes sin el viento y el mar. Ir a las rocas es un panorama perfecto. No existe Maintecillo sin sus monumentales rocas. Hasta el día de hoy sigo gritando desde el tronco de la entrada –¡Mamá, voy a las rocas!
C. Una imagen
D. LAX Tengo la sensación de que hay cosas que existen desde siempre y jamás cambian.
Esta fotografía la tomé sobrevolando la cordillera de Los Andes, cruzando desde Chile hacia Argentina. Ese viaje partió, como todos mis viajes, sin darme cuenta. Respondí una encuesta y meses después me llamaron informándome que era la ganadora de dos pasajes en avión a Mendoza. “Majestuosa es la blanca montaña”, tal como entonamos en el himno nacional.
Navegando en el Lago General Carrera, me sentí insignificante. Confieso que la escala de la cordillera me perturba. Es desproporcionada para la imagen. Quiebra la armonía entre los elementos.
Para mi las rocas también producen la sensación de que en ellas no pasa el tiempo. Siempre que veo una roca, se puede volver a la prehistoria.
encuentro en la parte inferior de esta enorme roca ubicada en el Valle del Encanto, en la región de Coquimbo. Tuve la misma experiencia mientras observaba a unos escaladores en el Valle de Cochamó: el pequeño humano.
Se me vino a la mente esta escena de la película 2001 Odisea en el espacio.
Y esta otra también. Ese monolito, siempre lo he asociado con la modernidad. Podría ser una gran roca moderna, un edificio completo o un muro. Es que las rocas no tienen escala. Es genial tomar conciencia de que no sólo las cosas rectas no son abstractas. Las rocas también lo son y a mucha honrra con su forma orgánica.
Es interesante cómo el jugar con las escalas de los objetos, se generan nuevas posibilidades. Por ejemplo, ¿Qué vez en esta imagen?
Pero si la damos vuelta...
Mi papá me dijo que así la veía como la esquina de una casa, donde se une un muro cementado y otro de ladrillos. Quizás podría ser la fachada de un edificio…
La fotografía original es así, pero la verdad es que son llaves apiladas. La imagen se logra con un zoom...
Podría ser el interior de un piano… O una escalera...
Pero son sillas industriales apiladas. Es el encuadre del vacío que queda entre los respaldos y los apoyos de brazos de las sillas.
donde el personaje principal, un fotógrafo de moda caprichoso, astuto, prepotente e impulsivo, registra por casualidad una serie de fotos de una mujer con un hombre. Al descubrirlo, la chica intenta recuperar el negativo, lo que puede tener una razón bastante oscura: en el revelado…
Cada ampliación de las fotografías que Thomas tomó en el parque…
…en teoría nos van revelando pequeñas piezas de lo que parece ser un enigma policial.
Lo mismo pasa con esta otra fotografía… A primera vista esta podría ser la imagen de una piedra cualquiera tomada desde cerca, pero la verdad es que me
¿Qué vez? Algunos me dijeron que hojas de alcachofa... El encuadre original es así.. como la nave de una iglesia.
Tuve que “entrenar el ojo” para lograr imágenes abstractas en base a objetos apilados. Estas fotografías son parte de una tarea del curso “Análisis” que realicé en Bogotá durante mi intercambio. Esta tarea me recuerda la película Blow Up de Michelangelo Antonioni (1966),
Sin embargo, dichas piezas solo adquieren sentido una vez que las imágenes de las
fotografías son casi irreconocibles y se ha perdido la noción de mímesis de la realidad.
Algo similar, pero se podría decir al revés, me ocurrió al realizar la tarea final del curso Introducción a la Arquitectura. En grupos de 6 personas, nos asignaron un proyecto de algún famoso arquitecto y debíamos trazar la planimetría en escala 1:1 en algún lugar a elección. La única condición era que cupiese. Estuvimos horas pegando tiras de cinta adhesiva en el piso y sólo al tomar distancia de ellas, pudimos apreciar la planta. Así quedó nuestra casa Laaff del arquitecto Marcel Breuer (1957), en la plaza dura de las Torres de Tajamar.
A diferencia de otros grupos que escogieron canchas de futbol para trazar sus proyectos asignados, este lugar me gusta por una sensación evidente: es un adentro en un afuera. Los edificios que rodean este lugar, generan una sensación de interior mientras se está en el exterior.
Esta es la casa donde vivo. La entrada queda pasando por abajo del pórtico de la derecha. Siguiendo el camino de piedras, al subir una escalera, se llega a este lugar:
Un adentro en un afuera. La sensación de haber llegado. Estos lugares me gustan, pues corresponden a espacios intermedios, generando una relación armónica entre el interior íntimo y el exterior público. Crean un ritmo del cual no somos consientes. Cuando voy a las rocas me pasa algo parecido y es curioso.
Simplemente adentrarme en ellas y me siento en un lugar. Las rocas de Maitencillo, y casi me atrevo a decir mis rocas, son un mundo a disposición. Según lo que quiera puedo encontrar escondites, puedo encontrar alturas, puedo encontrar animales, puedo encontrar frío o calor.. puedo encontrar diversos lugares para estar y siempre en la mejor compañía, el mar.
Siento que el proyecto Monumento al Holocausto de Peter Eisenman es la construcción de miles de rocas modernas.
La verdad es que nunca he estado ahí, pero me gustaría ir. Tengo dos hermanos que ya lo conocen. Las fotografías son de ellos.
En particular, el proyecto de Eisenman tiene la genialidad de generar diversas sensaciones en base a la reiteración de un mismo objeto que cambia de altura, y a la vez se crea un diálogo entre los bloques y la artificial topografía.
Me parece simple, atrevido y eficaz. Este proyecto ha detonado diversas críticas y en una entrevista Eisenman decía que “si una persona dice que parece un cementerio y la siguiente dice que parece una ciudad en ruinas y luego la de más allá opina que se parece a Marte, es porque todos necesitan verla como algo que ellos conocen.”
Yo también creo que es imposible despegarse de las experiencias y de la memoria personal para percibir y crear. El taller II que yo realicé se llamó CLOS, un concepto que nadie comprendió de lleno, pero del cual rescato la misma característica de la que he estado hablando: un adentro en un afuera. Esta fue la primera tarea: Elegir un lugar y tomar una fotografía…
Imposible no traer a mi mente el laberinto de El Resplandor, también una película de Standley Kubrick. Lo interesante de este laberinto es que es similar a los Petroglifos encontrados en Hopi cerca de Oraibi, Arizona, el cual data del 1200 dC.
Y a la vez, este petroglifo me recuerda las líneas de Nazca, en Perú. … luego intervenirla para crear un CLOS. Y las Lineas de Nazca me llevan nuevamente a la Tarea 1:1... Este clos es como la suma de monolitos de 2001, pero crea una sensación de laberinto, como el proyecto de Eisenman.
El resultado se puede apreciar con distancia del objeto. El poder dominar la imagen completa produce una satisfacción paradójica; Es ver como desde los ojos de Dios, pero a la vez volver a
pensar en nuestra escala respecto a la del paisaje. Es la sensación que produce contemplar un evento sublime.
“El caminante sobre el mar de nubes” de Caspar David Friedrich (1818) es un ícono del Romanticismo. Y cabe destacar que el protagonista se encuentra parado en unas rocas.
Parecen Líneas de Nazca, ¿o no? Lugares inabarcables en tiempo y espacio de manera alunísona. Como Travis y Jane, en Paris, Texas. Esta es una fotografía de las cuevas de los acantilados que dan al Pacífico. La tomé durante el viaje de estudios en Isla de Pascua. Fue el mejor lugar de la Isla. Un escondite perfecto. Un lugar íntimo, abierto al infinito. Las rocas tienen la cualidad de generar ese espacio acogedor esencial para quedarse. Son un monumento constante: un hallazgo en la mitad del desierto...
un lugar para observar el mar...
“Acantilados blancos en Rügen” (1818), me recuerdan una escena similar que viví...
(Esta es otra pintura de Caspar David Friedrich: “Salida de la Luna sobre el mar”(1822)) Y un lugar de refugio, como el primer hogar del humano.
Y recuerdo "mi cueva","El Chasqui", mi primer hogar.
Nuevamente esta imagen se logra con distancia del objeto. Pienso que los lugares que muestran estas imágenes "aéreas" no son tan reales como creemos. Es imposible vivirlas en tiempo y espacio a la vez. Al igual que la Tarea 1:1, las Lineas de Nazca o los laberintos; corresponden a totalidades inabarcables en espacio. Y recuerdo el viaje al Parque Eólico Talinay. Esta es la planta de google Earth:
Esta imagen es para mí, el clímax de la película. El encuentro de dos personajes en tiempo, pero no en espacio. Están ahí, lo más juntos que pueden estar, en ningún lugar. Pero también sucede lo contrario, donde uno comparte el mismo espacio, pero no al mismo tiempo. Es justamente lo que sucede cuando uno viaja. Personalmente tengo esta sensación al llegar a un lugar que considero aislado. Creo ser la conquistadora del paisaje, pero en realidad, en ese espacio ya han estado más personas. Así fue como encontraron a Christopher Mccandless o,
Alexander Supertramp.
Un viajero de esencia que emprendió un viaje sin retorno. Existen muchos “Alex” en el mundo y creo que todos deberíamos pasar por serlo. Pero hay tres mensajes de este viajero que no olvidaré: 1. La búsqueda insaciable 2. “La felicidad sólo es real cuando es compartida.” 3. Conciencia de nuestra condición de pasajero.
Recuerdo que la visita al Parque Eólico Talinay me reiteró mi condición de pasajera. Es un lugar para pasar, estar e irse. Luego de unas horas, el lugar se convierte en algo hostil. Como las rocas. Luego de un rato, ya no es posible sentarse cómodo en ellas. Son lugares tímidos. Es necesario visitarlos varias veces para lograr una relación y poder involucrarse. Quizás por eso las rocas de Maitencillo son "mis rocas".
La verdad es que no era consiente, pero tengo una fijación especial por las rocas. Pero las obseciones son buenos puntos de partida.
Como la obseción de Travis, por ir a Paris, Texas y encontrar a Jane. (Y no puedo dejar de fijarme en la roca que nace del cerro que hay detrás del personaje...) Qué formas orgánicas más extravagantes y familiares a la vez tienen las rocas. Siento que el vacío entre rocas, genera las cuevas...
Y con esta fotografía de las cuevas de Mármol en el Lago General Carrera, me acuerdo de la Escultura habítáculo 1 de André Bloc.
“Bloc aparece en un halo de luz, de pie y de espaldas, con la mirada vuelta hacia fuera. Al modo de un cuadro de Friedrich, esta visión imbuida de romanticismo y simbolismo desarrolla un sentimiento místico de la arquitectura.” Estas esculturas me parecen los vacíos de unas rocas.
Esta es una escultura de Vender Panton llamado "Un Paisaje Fantasioso" (1970). Y a su vez, la construcción de este vacío, es decir, estas esculturas, me recuerdan un útero. Los úteros son nuestro primer hogar y al igual que las rocas, son lugares por donde pasamos. Pero no todas las rocas son iguales. Yo me adueñé de las de Maitencillo, pero creo que la presencia del mar es fundamental para mi.
Igual que para un feto en desarrollo, el agua es fundamental. Las rocas de Maintencillo no serían las mismas sin el mar. Porque cuando nos relacionamos con el agua, existe una atmósfera íntima y de relajación, por ejemplo: una terma, ducharse, tirarse a una piscina, meterse al mar, tomar agua, orinar, mojarse los pies en la orilla, nadar, lavarse la cara, sumergirse en un lago, la brisa marina, escuchar una fuente de agua correr, meter las manos a un río, ver y escuchar la lluvia… Y nosotros somos mayormente agua.
Continuando con el juego del lleno y el vacío, creo que el lleno de este feto, se podría representar como esta roca:
Una roca tiene la flexibilidad de múltiples lecturas. Es paradójico: Es innerte pero puede representar vida. De la imagen anterior yo no dejo de ver una roca, pero también es un huevo. Además, es común que la mayoría de las piedras que recogemos tienden a la forma de huevo.
"La arquitectura francesa prospectiva de los años 60 da testimonio de una fuerte predilección por el huevo o por el repertorio de formas que derivan de éste, como la burbuja, la célula, el cascarón, el caracol, la espiral." Un ejemplo es el Pavillon de Weekend Experimental de Pascal Hausermann (1959).
"...el huevo asocia con la idea de perfección y de ensoñación cósmica, la creación y génesis del mundo. En el inconsciente colectivo, está igualmente unido a valores de reposo, como la casa, el nido, la concha, el seno marterno."
Y se me vienen a la mente otras obras como el Cloud Gate, Chicago (2006).
O el Pabellón Serpentine Gallery, en Londres, de Smiljan Radic (2014).
Los directores del Serpentine Gallery, Julia Peyton-Jones y Hans Ulrich Obrist, comentaron respecto del diseño de Radic: "mientras por un lado resulta enigmáticamente arcaico, en la tradición de las folies románticas, el diseño de Radic para el pabellón tiene un aspecto futurista, apareciendo como una nave alienígena que descansa sobre un sitio Neolítico”. La piedra es un elemento fundamental en la historia del hombre...
“Describe tu aldea y serás universal”, León Tolstoi.
"…la cuestión de los orígenes y del devenir del hombre (…) une el microcosmos y el macrocosmos, el espacio matricial de la casa natal y el infinito exterior del mundo cósmico.”
Tengo la sensación de que hay cosas que existen desde siempre y jamás cambian. Como la vista desde la casa de Maitencillo...
La Arquitectura consiste en emprender una búsqueda interior constante, para recordar (Utilizando el significado etimológico de la palabra: Re-Cordar: Del latín re-cordis: Volver a pasar por el corazón.) … recordar las experiencias que he tenido en diferentes lugares y así lograr la traducción de una memoria.
E. Un modelo y su traducci贸n Monumento al Holocausto, Berl铆n, Alemania Peter Eisenman, 2005
E. Objetos de reacci贸n po茅tica
Volumen vac铆o Fragilidad Pliegues
Volumen lleno Peso y masa C贸ncavo-Convexo
Serie de objetos por reacci贸n po茅tica
2. El viaje desde la experiencia
A. Atlas del lugar
B. Un relato
Durante el viaje al Parque Eólico Talinay, logré adentrarme en base a un paisaje construido. Me sentí nuevamente ínfima y esta vez la Cordillera de Los Andes no era mi referencia, sino un molino de viento y los 45 gigantes que se dispersaban en la extensión del parque. Me pregunté durante todo el viaje cuánto medrirían los molinos y ahora sé que cada uno de ellos es como una Torre Entel (127 mts. aprox.) La experiencia en terreno es muy diferente al de la carretera. Creo que la gran diferencia está en bajarse del auto. Éramos 15 personas y cada cual comenzó a buscar un lugar para quedarse. Es tanto el viento que corría, que no es cómodo mantener una conversación largo rato. Entonces nos silenciamos y nos sumergimos en el paisaje artificial, pero a la vez natural. Ya sabía que desde el parque no se vería el mar, pero para mi sorpresa ¡Se ve la Cordillera de los Andes! Entonces me obsesioné con los encuadres que lograba el zoom de mi cámara. Las piedras naturales del lugar en primer plano, los molinos más lejanos desde el punto en donde yo estaba, la carretera, la Cordillera, etc Los encuadres que se generan al fijar la vista en los diferentes elementos que componen el paisaje me parecen reveladores, tal como en la película Blow Up. El viento, la extensión de las lomas, las plantaciones regulares y el ritmo que generaba el sonido de las hélices, son suficientes para crear una atmósfera única que invita a quedarse un tiempo, pero no para siempre. De todas maneras, tengo ganas de volver.
C. Un lugar
A
B
C
D
3. El proyecto
A. Atlas de Arquitectura La Congiunta, Giornico, Switzerland Peter Märkli, 1989-1992
Pintura 'The carver twins hans' Van Dekerckhove, 1980 (aprox)
Hedingham Castle, Inglaterra, s XXI
Monumento a la Resistencia Aldo Rossi, 1962
Tadeusz Pavillon, Neuss, Alemania Erwin Heerich,1993
Plaza del Campidoglio, Roma Miguel Ángel, s XVI
Pabellón Carlos Ramos, Oporto, Portugal Álvaro Siza, 1985-1986
Museo de la Memoria de Andalucia, Granada Alberto Campo Baeza 2009
Casa Fisher, Pensilvania, EE.UU Louis I. Kahn 1960-1967
Estudio Toro, Colombia Jonathan Woolf arquitectos, 2014
Hedmark Cathedral Museum of Hamar, Noruega Sverre Fehn 1967-1979
National Park Centre, Zernez, Suiza Valerio Olgiati 2008
Casa Stennas de Gunnar, Suecia Erik Gunnar Asplund 1937
Villa Alem, Portugal Valerio Olgiati, 2014
Tadeusz Pavillon, Neuss, Alemania Erwin Heerich, 1993
B. Memoria La primera imagen que tuve del Parque Eólico, fue una vista aérea: Un trazado de líneas como peines que se esparsen por el territorio, pero de una forma orgánica y coherente; me recordaron las Lineas de Nazca. Al entrar al Parque, es notorio que todos los peines son caminos vehiculares ubicados en las crestas de las lomas. Desde ellos se puede dominar visualmente tu izquierda y derecha; se hace fácil ubicarse en referecia a los otras hélices y con la imagen aérea en la mano. El lugar del proyecto se encuentra al centro del Parque. Lo mejor de él es que desde este sitio se obtienen vistas únicas del entorno del Parque, como lo son la Cordillera de Los Andes, la loma 'norte-sur' y la carretera que viene desde el sur. Desde la última hélice de la segunda peineta es posible emprender un camino peatonal que sigue las crestas de la lomas. Desde lejos se divisan los volúmenes mudos que se oponen al paisaje. La llegada al proyecto responde a la necesidad de llegar a un lugar aislado del entorno; viento y sol. Cada uno de los volúmenes recoge las vistas antes descritas para potenciarlas. La vista principal es recogida por el volumen central, el cual se encuentra perforado para conectar visualmente el camino peatonal con la colina que tiene en frente, la cual está claramente dividida en dos; el lado norte se encuentra lleno de cactus y en cambio, el lado sur que recibe todo el viendo, se encuentra a suelo raso; esta es la loma que he nombrado 'norte-sur'. Durante mi visita al Parque experimenté una fascinación durante la primera hora de estadía. Sin embargo, luego de un par de horas, quería irme. El lugar se volvió desagradable y extraño. Esta misma experiencia es la que recoge el proyecto, el cual acoge y sorprende en un principio, pero debido a su simpleza material y formal, se convierte en un lugar hostil para ser habitado a largo plazo. La ausencia de suelo y cielo construido son elementos que provocan un espacio de constante tensión en el visitante. Al igual que las rocas, el Parque Eólico recibe pasajeros y esta es la atmósfera que el proyecto intenta construir.
C. Emplazamiento
0
100
200
500
D. Contexto
0
50
100
250
E. PlanimetrĂa
Planta nivel -1
0 1 0 1
5 5
10 10
Planta nivel terreno
0 1
0 1
5
5
10
10
Planta nivel +1
0 1 0 1
5 5
10 10
Corte con giro longitudinal
0 1 0 1
5
5
10
10
0
100
250
500
0
100
250
500
Corte transversal
0 1 0 1
5 5
10 10
0
0
100
250
100
250
500
500
F. Vistas