PRIMERA MÁXIMA: OBEDIENCIA "Obedecer las leyes y las costumbres de mi propio país, conservando con constancia la religión en la que Dios me ha dado la gracia de ser instruido desde mi infancia, y rigiéndome en todo lo demás con arreglo a las opiniones más moderadas y más alejadas del exceso que fuesen aprobadas comúnmente en la práctica por los más sensatos de aquellos con quienes tendría que vivir”.
En el fragmento tercero de la tercera parte del Discurso del Método que trata sobre la moral, propone una serie de normas o reglas de conducta que nos permitirán permanecer resolubles en nuestras acciones. En primer lugar,
la primera máxima consiste, como dice el fragmento
en
“Obedecer las leyes y las costumbres de mi propio país” ,ya que de manera contrarias, nos convertiríamos en infractores y si no respetamos las conductas de nuestro país podemos llegar a molestar y ofender a nuestra sociedad y Descartes afirma que a nadie le conviene romper con las tradiciones, ya que podemos llegar a ser completamente rechazados por la sociedad, por esa razón debemos aceptar la religión ,las normas y las opiniones moderadas de los hombres prudentes. Por otra parte,
en la primara máxima, la cual es denominada obediencia,
Descartes considera que debe alejarse de las críticas políticas y religiosas y por lo tanto, decide no adaptarlas a su moral.
En esta Descartes también opina que
debemos guiarnos por las opiniones de los hombres más sensatos, en el caso que estemos en duda, ya que ellos son los más prudentes, ya que obedecen las leyes. En esta máxima Descartes recibe influencias de algunos filósofos, como por ejemplo la influencia de Montaigne, por el hecho de buscar la tranquilidad personal y aceptación social, por evita la falta de respeto hacia sus conciudadanos, por tomar como modelo a los hombres sensatos. Esta máxima también está influida por Aristóteles por el hecho de buscar la moderación en nuestras acciones , pero sin excesos.