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Introducción
¿Nunca te has preguntado por el significado de la frase «las cosas no son lo que parecen»? Pues bien, cuando hablamos del cuerpo humano, las cosas tampoco son lo que parecen.
¿Estás convencido de que tu cuerpo termina sobre la superficie de la piel? Si queremos tomar en consideración únicamente el cuerpo físico, debemos distanciarnos de la superficie. Por ejemplo, para medir los efectos de la transpiración: los poros transpiran continuamente emitiendo y exudando numerosas sustancias, más allá del límite de la piel. Al distanciarnos de la superficie de nuestro cuerpo podemos medir sus emisiones de calor, incluso a decenas de centímetros de distancia. Además, el cuerpo humano irradia ondas electromagnéticas, en la banda de los infrarrojos, mesurables con aparatos especiales que pueden situarse también a gran distancia. Nuestro cuerpo emana también ondas sonoras. El funcionamiento de los órganos genera ruidos, audibles en la distancia con un fonómetro o con otros aparatos específicos. Eso por no hablar de las emanaciones olorosas de algunas personas, también perceptibles a varios metros de distancia, en forma, según el caso, de perfume o mal olor (perceptibles ambos sin la ayuda de instrumental específico, simplemente con el olfato).
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¿Todavía sigues convencido de que el cuerpo termina en la superficie de la piel?
Si tu respuesta es afirmativa, entonces no continúes con la lectura de este libro. Te podrá parecer un cuento de fantasía o podrá destruir tus convicciones hasta el punto de no dejarte dormir.
No, en absoluto terminamos en la superficie externa de la piel. Puesto que somos seres espirituales en un cuerpo físico, estamos dotados de un complejo sistema etérico2 que circunda e interpenetra nuestro cuerpo físico.
Cuando termines de leer el libro que tienes en las manos, habrás adquirido muchos conceptos útiles para poder considerarte un ser constituido por componentes físicos, etéricos, astrales, emocionales, mentales, causales…, y mucho más. Todo esto contenido en un área de forma ovoide que ocupa, aproximadamente, un espacio de cerca de tres metros y medio de largo por casi cinco metros de alto (dependiendo de las dimensiones del cuerpo). Imagínate ahora con estas nuevas dimensiones; no como algo plano, sino con las extensiones del cuerpo sutil o de energía alrededor de ti, delante y detrás, arriba y abajo, a derecha e izquierda.
En esta amplia visión del cuerpo desarrollan un papel fundamental los chakras, de los cuales hablaremos ampliamente más adelante.
2 El sistema etérico hace referencia a la estructura no física, sino energética, que interpenetra el cuerpo físico y se extiende a su alrededor aproximadamente un metro y medio.
Empezaré hablando brevemente del sistema energético o sistema sutil humano, de manera que cuentes con los elementos indispensables para comprender mejor tanto la función de los chakras como su importancia. Que me perdonen los lectores que cuenten con un profundo conocimiento de esta materia nacido del estudio de antiguos textos de filosofía oriental, pero, para una rápida comprensión al alcance de todos de esta materia imperceptible, es necesario traducir los antiguos mensajes de los Santos Maestros y Santos Gurús a un lenguaje más moderno y accesible.
Todo el mundo puede decidir seguir su evolución al ritmo que considere más adecuado para sí mismo, pero sepa que, ya sea que empiece a paso rápido o crea que se está quedando quieto, la humanidad avanza inevitablemente hacia la evolución.