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Exceso de petróleo regresará en 2022
Por / By Aldo Santillán
Los precios del petróleo en su modalidad Brent se mueven entre 70 y 73 dólares, parecen haber llegado a un punto de estabilidad desde hace varias semanas, salvo por algunos temores en torno al desempeño de las economías, especialmente relacionados con la variante delta del coronavirus.
Sin embargo, todo indica que los altibajos económicos no serán factor determinante para los llamados petroprecios.
Lo que sí puede mover al mercado es la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una vez más; de hecho, el propio cártel petrolero no esconde sus propios temores y sus analistas han diseñado escenarios que concluyen lo mismo, el organismo tiene mucho que decir en el corto plazo sobre las condiciones de oferta y demanda en el mercado mundial.
Durante su cumbre de finales de agosto, en realidad los líderes de la OPEP no tendrán mucho por hacer ya que está claramente definido que mantendrán en aumento de su producción conjunta a razón de 400 mil barriles diarios mes a mes hasta el final del año.
Lo que llama la atención en el mundo son las cifras del organismo, publicadas por sus analistas.
De acuerdo con dichas cifras, para el año siguiente la sobreoferta petrolera podría volver a ser un dolor de cabeza para la propia OPEP y para el mundo entero.
Con las condiciones de aumento en la demanda diaria, hacia el primer mes del año que viene, es decir en enero próximo, la oferta de petróleo superará en 2.5 millones de barriles de petróleo diarios, lo que podría generar al cierre del periodo un incremento y excedente de 913 millones de barriles en los inventarios globales.
Mientras siga la recuperación de la economía mundial, o si esta se profundiza, la sobreoferta petrolera sería relativamente controlada, pero no por mucho tiempo, lo cierto es que, de seguir el exceso de petróleo, la industria seguirá enfrentando el gran reto de colocar un recurso que cada día valdría menos y perjudicaría el desarrollo. Los retos para 2022, un año que se acerca cada vez más, serán muy similares a los reportados antes de que la pandemia cambiaria la historia.
Excess oil will return in 2022
The prices of oil in its Brent modality move between 70 and 73 dollars, they seem to have reached a point of stability for several weeks, except for some fears about the performance of the economies, especially related to the delta variant of the coronavirus.
However, everything indicates that the economic ups and downs will not be a determining factor for the so-called petroprices.
What can move the market is the Organization of Petroleum Exporting Countries (OPEC) itself, once again; In fact, the oil cartel itself does not hide its own fears and its analysts have designed scenarios that conclude the same thing. The agency has a lot to say in the short term about supply and demand conditions in the world market.
During their summit at the end of August, in reality the leaders of OPEC will not have much to do since it is clearly defined that they will keep increasing their joint production at a rate of 400 thousand barrels per day month after month until the end of the year.
What is striking in the world are the agency’s figures, published by its analysts.
According to these figures, for the following year the oil oversupply could once again be a headache for OPEC itself and for the entire world.
With the conditions of increase in daily demand, towards the first month of next year, that is, next January, the supply of oil will exceed 2.5 million barrels of oil per day, which could generate an increase at the end of the period and surplus of 913 million barrels in global inventories.
As long as the recovery of the world economy continues, or if it deepens, the oil oversupply would be relatively controlled, but not for long, the truth is that, if excess oil continues, the industry will continue to face the great challenge of placing a resource that every day would be worth less and would harm development. The challenges for 2022, a year that is getting closer and closer, will be very similar to those reported before the pandemic changed history.
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Por / By Fluvio Ruíz Alarcón
Precios Máximos al Gas LP
Maximum Prices for LP Gas
A partir del pasado 1 de agosto, entraron en vigor los precios máximos al consumidor de gas LP, con base en la Directriz de Emergencia y la Metodología que emitieron, respectivamente, la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía. Dichos precios máximos, que se ajustarán semanalmente, están diferenciados para 145 regiones del país. Esta medida es una respuesta al incremento desmedido de los precios del gas LP y responde al compromiso presidencial de que durante su mandato, no se incrementarán los precios de los energéticos en términos reales.
As of August 1, the maximum consumer prices for LP gas came into force, based on the Emergency Directive and the Methodology issued, respectively, by the Ministry of Energy and the Energy Regulatory Commission. These maximum prices, which will be adjusted weekly, are differentiated for 145 regions of the country. This measure is a response to the excessive increase in LP gas prices and responds to the presidential commitment that during his mandate, energy prices will not increase in real terms.
La última vez que un gobierno intervino directamente en los precios de los energéticos, se hizo a través de un acuerdo administrativo emitido por la Secretaría de Hacienda. Esto ocurrió en agosto de 2016 -estando ya en vigor la Ley de Hidrocarburos-, cuando se congelaron los precios de las gasolinas y se decretó una disminución del 10% en el precio del gas LP. En esa ocasión, la Cofece no emitió comentario alguno, ni los distribuidores se rebelaron contra el decreto.
Ahora bien, las reacciones de los grupos afectados por la aplicación de esta medida, mostró una estrategia tendiente a agitar el fantasma del desabasto, culpando del mismo al que en realidad es el eslabón más débil de la cadena de distribución en zonas como el Valle de México: los comisionistas. Sin descartar que algunos de los llamados comisionistas pudieran estar coludidos con grupos delictivos o incurran en acciones violentas, no cabe duda que la inmensa mayoría de ellos se surten con los grandes distribuidores y les sirven, en condiciones de informalidad, como sus comercializadores “de la última milla”. De hecho, las movilizaciones de estos grupos o personas, han respondido, sobre todo, al intento de los grandes distribuidores oligopólicos de trasladar casi por entero a los comisionistas, la disminución de los precios finales al consumidor, en lugar de hacerlo proporcionalmente.
Tras su reacción inicial, el comportamiento de los distribuidores ha tendido a ser menos beligerante. Es probable que esto se deba a que, si bien el Estado ha perdido capacidad para regular los precios, mantiene una sólida base jurídica para sancionar los comportamientos socialmente inapropiados de los permisionarios, conforme a los artículos 56 al 59 de la Ley de Hidrocarburos.
La creación de una filial de Pemex (Gas Bienestar), bien encaminada, podría darle al gobierno elementos objetivos para determinar niveles adecuados de precios máximos. Es decir, ni tan bajos que propicien desabasto o falta de inversión en seguridad industrial o mantenimiento; ni tan altos The last time a government intervened directly in energy prices, it was done through an administrative agreement issued by the Ministry of Finance. This occurred in August 2016 -the Hydrocarbons Law was already in force-, when gasoline prices were frozen and a 10% decrease in the price of LP gas was decreed. On that occasion, Cofece did not issue any comment, nor did the distributors rebel against the decree.
However, the reactions of the groups affected by the application of this measure showed a strategy aimed at shaking up the ghost of shortage, blaming it on what is actually the weakest link in the distribution chain in areas such as the Valle de Mexico: the commission agents. Without ruling out that some of the so-called commission agents could be in collusion with criminal groups or incur violent actions, there is no doubt that the vast majority of them are supplied by large distributors and
Por / By Fluvio Ruíz Alarcón
que terminen siendo irrelevantes para evitar los abusos de los grandes grupos distribuidores.
La importancia estratégica del gas LP en la dinámica económica nacional y la vida cotidiana de los ciudadanos, justifica la intervención del gobierno para garantizar la continuidad del suministro y la seguridad en el abasto, a precios accesibles para el conjunto de la población. El Ejecutivo debe contar con mecanismos de respuesta e intervención ágiles y eficientes, los cuales están ausentes en la legislación vigente. Este pareciera ser un buen momento para que a partir de una revisión jurídica integral y en la perspectiva de una mayor seguridad y eficiencia energética, el Estado mexicano llene los vacíos e inconsistencias, derivados de la confianza ciega en las bondades del “libre mercado” en un sector de monopolios naturales. serve them, in informal conditions, as their marketers “of the last Mille”. In fact, the mobilizations of these groups or people have responded, above all, to the attempt of the large oligopolistic distributors to transfer almost entirely to the commission agents, the decrease in final prices to the consumer, instead of doing it proportionally.
After their initial reaction, the behavior of the distributors has tended to be less belligerent. This is probably due to the fact that, although the State has lost the ability to regulate prices, it maintains a solid legal basis to sanction socially inappropriate behavior by permit holders, in accordance with articles 56 to 59 of the Hydrocarbons Law.
The creation of a Pemex subsidiary (Gas Bienestar), well under way, could give the government objective elements to determine adequate levels of maximum prices. That is, not so low that they lead to shortages or lack of investment in industrial safety or maintenance; nor so high that they end up being irrelevant to avoid the abuses of the great distribution groups.
The strategic importance of LP gas in the national economic dynamics and the daily life of citizens, justifies the intervention of the government to guarantee the continuity of supply and security in the supply, at affordable prices for the population as a whole. The Executive must have agile and efficient response and intervention mechanisms, which are absent in current legislation. This seems to be a good moment for the Mexican State to fill the gaps and inconsistencies, derived from the blind trust in the benefits of the “free market” in a sector of natural monopolies.
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columnista Fluvio Ruiz / Find out and read more about our columnist Fluvio Ruiz