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Agosto 2021
Cuba
Protestas de nueva generación Alfonso Martí / Énfasis Monterrey
L
o único que nunca cambia es la tendencia al cambio. Aún en Cuba, un país que se siente anacrónico, atado un presente que se volvió pasado hace más 60 años, las circunstancias no son iguales, porque otra generación es la que ahora lucha por entrar al futuro. El pasado 11 de junio la isla vivió una serie de protestas a todo lo largo de su territorio, que culminó con una fuerte respuesta del Gobierno que llamó al pueblo a defender la Revolución, lo que se tradujo en más de 500 detenciones, innumerables desapariciones de disidentes y artistas, y un estado de tensión entre los cubanos, que no saben que va a pasar. “Por las calles pasan a cada rato camiones llenos de civiles, pero que al bajar, se les notan las botas militares. Según el Gobierno es el pueblo, pero el pueblo no tiene para gasolina, ni camiones, ni ánimo para salir ahorita, porque no sabemos si quedas en medio de un enfrentamiento”, dice Sayonara, una mujer de 50 años que publicó en redes sociales su testimonio. En el video, dice que utiliza una aplicación ilegal para conectarse, pues al día siguiente de los disturbios el internet se canceló en la isla, y el mundo no pudo dejar de recordar la llamada “Primavera Árabe”, entre 2010 y 2012, cuando una serie de protestas en el medio oriente hicieron caer dictaduras como la de Hosni Mubarak, quien llevaba 30 años en el poder en Egipto, o la de Moamar Gadafi, quien tenía 42 años como dictador en Libia. Aunque cortaron las redes sociales, le pueblo encontró una manera alterna y desde el extranjero lograron incentivar la revuelta y organizar los grupos al interior de cada país.
En Cuba fueron las mayores protestas en 60 años. La gente se enfrentó a la policía, volcó autos oficiales, saqueó tiendas del Estado donde venden víveres en dólares. El Presidente Miguel Diaz-Canel sacó del archivo castrista su viejo discurso para culpar al imperialismo de ser el orquestador de estos disturbios que buscan desestabilizar la revolución cubana. Los analistas consideran que esta vez la oposición no está en Miami, con los viejos anticastristas, sino en el interior, en los jóvenes que sólo han vivido un eterno periodo especial, carencias, falta de alimento, de ilusiones. Los cambios en la Isla La salida de los Castro del poder, vencidos solo por el tiempo, y en el caso de Fidel, por la muerte o implicó un verda-
El presidente cubano, Miguel Diaz-Canel, culpó al imperialismo.
dero cambio en las políticas del régimen, sólo un cambio de nombre y de rostro. Es incuestionable que Miguel Diaz-Canel es heredero de la mística política y revolucionaria de los hermanos Castro. Pero la disidencia sí tuvo un verdadero relevo, pues esta nueva oposición no se codea con el exilio en Miami, ni se llama Oswaldo Payá —el activista político fundador del Movimiento Cristiano Liberación—. Tampoco tiene muchos rostros visibles, ni un líder claro. Quizás el Movimiento San Isidro, o el “27N” formados por escritores y artistas, son los únicos conocidos fuera de Cuba. Estas coaliciones han sufrido violaciones de sus derechos humanos a raíz de una protesta emblemática contra la censura y la represión que tuvo lugar el 27 de noviembre de 2020 en La Habana. A diferencia de la oposición que enfrentó Castro en los 60 y 70, los disidentes no ponen bombas en hoteles ni asumen posturas terroristas tradicionales. Su principal arma es la canción “Patria y Vida”, donde un grupo de artistas redimensionan el viejo slogan creado por Fidel de “Patria o Muerte”. La libertad de expresión, la apertura democrática y el cumplimiento de las necesidades básicas de los habitantes en la isla —como el acceso a alimentos y medicinas—son algunas de las principales demandas de su agenda. Esta nueva generación disidente, conectada a redes sociales y a internet móvil, salió a las calles de al menos 30 ciudades y pueblos de Cuba para reclamar el fin de la escasez y dar atención médica para los enfermos de Covid-19 que saturan los hospitales de Cuba, sobre todo en los sitios turísticos En Cuba hay manifestaciones públicas, siempre con el visto bueno del Partido Comunista, pero esta vez todo fue espontáneo, motivado principalmente por la cada vez mayor precariedad de la alimentación y el sistema de salud, y no tanto por el respeto a los derechos civiles y libertad de expresión. La implacable crisis económica que Cuba arrastra desde 1994 por la caída del bloque soviético y el bloqueo económico norteamericano, se recrudeció por la pandemia, que acabó con el turismo en la isla, una importante fuente de ingresos. Cuando desesperado el Gobierno reabrió el turismo, se vino una fuerte oleada de Covid 19. Pero el daño estaba hecho. “Hay algo inmediato, que es el deterioro económico, que ha provocado alza de precios, carestías, desabastecimiento de alimentos, una caída en el poder adquisitivo de los cubanos”, todo fruto de los recientes cambios en