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En guerra avisada muere menos gente...

Salinas, PR - Familiares y amigos del joven salinense, Brian González Moreno, lo agasajaron con una fiesta sorpresa en el sector Godreau de Salinas, a su llegada de Guadalajara, México, donde completó sus estudios en medicina.

El joven galeno de 28 años de edad, es natural del residencial publico, Modesto Cintrón de Salinas, sus padres son: Mari Luz Moreno y Pedro González. González Moreno, quien el pasado 13 de enero obtuvo un doctorado en Medicina General, de la Universidad de Guadalajara, en entrevista con El Sol de Puerto Rico, manifestó su satisfacción con la fiesta organizada en su honor, y agradeció a Dios por el logró académico alcanzado.

"Me siento feliz, no me esperaba esta fiesta, agradezco a mis padres, a mi familia, y amigos, por acompañarme en este momento tan especial. Aprovecho la ocasión para reconocer a tres mujeres importantes en mi vida: mi madre, Mari Luz Moreno, mi abuela, Virgen Rodríguez, y a mi tía, Jeanette Correa, por su ayuda y apoyo incondicional; sin su ayuda no hubiese podido estudiar medicina", aseguró.

Desde muy temprana edad, Brian tenía claro su norte académico a seguir, ya que según dijo, desde pequeño se visualizaba con bata blanca en un hospital.

"Cuando iba a los hospitales me llamaba mucho la atención los médicos vestidos de blanco, recetando pacientes, me identificaba con ellos. En la escuela era muy bueno en biología, química y matemática, las principales disciplinas en los estudios de medicina."

"Así fue despertando en mi el deseo de estudiar medicina interna. Cuando terminé el cuarto año, solicité y fui aceptado en la Universidad de Puerto Rico de Cayey, allí estuve cinco años, me gradué de premédica; luego me fui a la Universidad de Guadalajara donde estuve 4 años, en estudios post graduados. Hice la práctica en un hospital en Chicago y en el Hospital Menonita de Guayama", recordó.

En estos momentos, el joven galeno, se está preparando para tomar el examen de reválida en medicina.

Al doctor salinense le gustaría conseguir trabajo en un hospital de Puerto Rico, para brindar sus servicios al país que lo vio nacer. "Quiero recíprocar el amor y apoyo que he recibido en mi bella Isla, brindado mis servicios con profesionalismo y amor", concluyó.

Me llega a la memoria las amenazas al movimiento sindical del Secretario del Trabajo federal en el siglo pasado que implementaría con rigor la ley Landum Griffin que obligaba a las uniones obreras a seguir una reglas de ética fiduciaria en el sector sindical. Nadie les hizo mucho caso hasta que el FBI fue a las oficinas de la unión más grande de los Estados Unidos y se llevó esposado a David Beck y a Jimmy Hoffa sus líderes más importantes. En el Puerto Rico del presente siglo ha ocurrido algo parecido cuando se comenzaron a implementar las leyes contra el lavado de dinero en los bancos y cooperativas de Ahorro y Crédito. Al primero que se llevaron enredao fue al Banco más grande y poderoso del país al que multaron con más de una docena de millones de dólares por aceptar depósitos de dudosa procedencia. Hoy dia existen en nuestra isla cerca de cien cooperativas de ahorro y crédito unas grandes y otras menos grandes. Hay que poner por delante que el 90 por ciento de estas cooperativas se preocupan por seguir las leyes contra el lavado de dinero al pie de la letra. Pero desgraciadamente hay media docena de cooperativas que a veces se les olvida rendir estos informes y peor aun ni se han preocupado por someter los mismos.

El sábado pasado el regulador de las cooperativas COSSEC celebró en Aguada un seminario educativo a los líderes electos de Cooperativas sobre los peligros de no someter al día estos informes y para darle más decibeles a su mensaje llevo de la mano a los oficiales del FBI y la Agencia Federal de Rentas Internas para que les repitieran a los líderes presentes las consecuencias para la cooperativa y sus líderes de no tener oficiales de cumplimiento y empleados adiestrados para identificar los evasores y delincuentes que tratan de burlar las leyes federales de lavado de dinero.

Considero que No es justo que ningún líder voluntario electo de una cooperativa sea castigado por fallas administrativas cometidas por un crepúsculo grupo de su plantilla de ejecutivos y empleados como fue el caso del Banco Popular.

En nuestra situación actual muy pocas Cooperativas en Puerto Rico podrían sobrevivir con una multa millonaria a cuestas por no rendir informes requeridos por ley. Además todo el movimiento cooperativo sufriría los efectos del tsunami negativo provocado por una acusación federal. Por lo que es obligación y responsabilidad fiduciaria de cada miembro de cada Junta de Directores cerciorarse de que su cooperativa está cumpliendo con estos estándares.

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